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Dimensión ética de la actividad empresarial

1.1. Introducción: Un contexto desalentador

En el 2007 comenzó la crisis económico - financiera más profunda de la Historia moderna,


debido a:

 La dinámica intrínseca de los ciclos de negocios del capitalismo.


 Prácticas y actitudes que no acompañan necesariamente a la economía de mercado
sino que la pervierten.
 Fraudes diversos, irresponsabilidades en la toma de riesgos, explotación de los más
débiles o peor informados, imprudencias movidas por la ambición, lucro focalizado en
los plazos más cortos con daño previsible a lo largo plazo, entre otras.

La ética empresarial ha constituido una rama importante de la ética aplicada al menos desde la
década de 1950. Al principio se entendía como ética de los negocios, ellos se ocupaban de la
corrección moral de las diversas relaciones que la empresa entabla a su interior y con sus
stakeholders inmediatos. Conforme la empresa ganaba poder social por la acumulación
creciente de capital, por innovación, de la proyección social de sus productos.

En el siglo XVI, asumieron la tarea en dialogar con los Estados y con las organizaciones para
hacerse cargo del diseño social, ya que los Estados en esa función de diseño dejaban un vacio
que debía ser llenado por las demás empresas. Tal diseño o tarea se hizo patente en los años
90, cuando la globalización de los mercados envolvió a los antiguos países comunistas, tales
como China o Vietnam, permanecieron bajo régimen políticos nominalmente comunistas,
desarrollaron rápidamente economías capitalistas.

El núcleo de la ética social se encuentra en la pregunta ¿Qué mundo queremos construir


juntos, y como debemos actuar en consecuencia? Al asumir explícitamente su responsabilidad
social (con el poder viene la responsabilidad) se puede evitar los fallos éticos en aéreas
cruciales de la actividad empresarial, como paso con la crisis del 2007.

1.2 Un malentendido que evitar.

Cuando se habla de ética, muchas personas la entienden como algo que se sobreañade a la
realidad, como un conjunto de prescripciones impuestas de afuera. Pero en realidad la ética es
una dimensión de toda realidad humana y social, que deriva de su propia esencia.

1.3 La ética como dimensión intrínseca a toda realidad humana.

Entre las grandes líneas de la idea de ética están:

1) La dimensión ética: Es inherente a la existencia humana.


2) Nadie puede evitar el problema ético: porque ese problema consiste en que tipo de
persona queremos ser y en qué tipo de mundo queremos construir con los demás.
3) La ética no se reduce a un conjunto de normas recibidas de fuera a las que el sujeto
tiene que someterse.
4) La ética tampoco se reduce a un conjunto de prohibiciones, aunque existan cosas
que están éticamente prohibidas. Es más adecuado a la realidad hablar de una ética
afirmativa (de los valores, ideales y aspiraciones).
5) La ética no es solo asunto de la vida privada.
6) Dondequiera que hay un poder humano, hay libertad para usarlo de una manera u
otra, y por tanto responsabilidad por su uso.

1.4 Las dimensiones organizacional y social de la ética.

La ética personal: tiene por objeto y contenido la acción que ejerce el sujeto sobre si
mismo y en sus relaciones para establecer un orden en su entorno inmediato.
La ética social: tendrá por objeto la reflexión crítica sobre las estructuras sociales
existentes y la acción colectiva en pro de la reforma de las estructuras o de su
sustitución por otras nuevas.

La realidad de las estructuras sociales tiene por consiguiente, un enorme interés para
la ética y para la vida en general, al menos en dos sentidos: por las posibilidades de
modificarlas y por su incidencia sobre los compartimentos individuales. Berger y
Luckman sintetizan una de las principales obras: la sociedad es un producto humano;
la sociedad es una realidad objetiva; el hombre es un producto social.

Las tres dimensiones de la ética son:

1) Dimensión personal: siempre presente, puesto que siempre se trata de


personas, solas o agrupadas.
2) Dimensión organizacional: abarcar esos niveles intermedios donde la persona
asume las funciones que le corresponden en una organización o una
institución.
3) Dimensión social: repercusión del modo de ser personal y organizacional en la
convivencia social y en las estructuras de la sociedad).

La ética moderna busca el equilibrio entre esas tres dimensiones. Estas siguen principios:

a) La dimensión personal es la base irrenunciable de toda moral, dándole verdadero


sentido.
b) Pero la autonomía de acción de la persona no es total.
c) La dependencia entre el sujeto humano y estructuras sociales no es unidireccional,
sino reciprocas.
d) La inserción de la persona en instituciones, asociaciones y organizaciones, entre las
cuales se encuentra la empresa, constituye un lugar privilegio para su actuación por la
mejora ética de la sociedad.
e) Tanto la sociedad del individuo sobre su propia existencia y la inserción institucional
parten de un sistema de valores determinados.
1.5 Los fines de la empresa y su dimensión ética.

Para esto es bueno preguntarnos por los fines de la empresa y por el papel en que desempeña
en la sociedad. En un sistema de libertad de empresa y propiedad privada, un ejecutivo es un
empleado del propietario del negocio su responsabilidad consiste en dirigir el negocio de
acuerdo a los deseos de los mismos que generalmente se reducirán a ganar tanto dinero como
puedan.

Según Friedman, plantea dos preguntas:

a) ¿Es realmente siempre la voluntad de los propietarios de la empresa que los beneficios
sean maximizados?
b) Es solo la voluntad de los propietarios del capital la que determina lo que debe se la
empresa?

Como respuesta la primera interrogante, evidentemente la empresa busca el beneficio


económico, pero no solo porque redunda en bien para el propietario, sino también porque
constituye el indicador más seguro de que su actividad productiva es aceptada por la sociedad.

Respondiendo a la segunda pregunta, si la empresa es una unidad de producción, en ella


desarrolla su actividad un conjunto de personas valiéndose de unos medios, financiados
gracias al capital que aportan los propietarios, para producir unos bienes y servicios. No puede
entenderse la empresa solo desde su relación con los propietarios, puesto que los trabajadores
ponen algo muy importante de su vida en ella (algo más valioso que un patrimonio).

La empresa, al servicio de la sociedad. La actividad de la empresa es, entonces, social por su


propia naturaleza y solo se comprende en el marco de la sociedad y de sus necesidades tanto a
nivel de conjunto como de los individuos que la integran.

La rentabilidad que consigue la empresa debe ser considerada como el pago que recibe de la
sociedad por el servicio que le hace: porque producir bienes, procurando hacerlo siempre en
mejores condiciones y distribuir renta son, efectivamente, servicios a la sociedad.

En conclusión, la ética es más allá que rentable, porque te permite enfrentar y manejar ciertas
situaciones personales, social y organizacionalmente a cerca de valores que pertenece a la
esencia misma del quehacer ético, ya sea a largo plazo.

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