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Universidad Tecnológica

del Usumacinta
División Académica de Procesos Alimentarios, Biotecnológicos y Paramédico

PRESENTA
T.S.U. Rebeca Díaz Cruz
8° Cuatrimestre de Ingeniería en Procesos Biotecnológicos

Resultado de aprendizaje
Características de los flujos de energía
en los sistemas de producción
agropecuaria.

Catedrático
I. B. Q. Carlos Mario Pérez Que

Desarrollo Sustentable
Unidad IV: Eficiencia energética en el sector agropecuario.
08 de diciembre de 2016
Emiliano Zapata, Tabasco

El flujo de energía en el ecosistema, ha sido un marco conceptual


particularmente útil en el estudio de los agroecosistemas. Este esquema identifica
una serie de compartimientos y flujos que los conectan. Entender un ecosistema
implica caracterizar la estructura de los compartimientos. Uno de los aspectos
claves en la discusión del flujo de energía es identificar el nivel de organización a
la cual tienen lugar, desde su comunidad biótica hasta su ambiente físico.
También es importante, para tener un punto de vista de los flujos de energía en el
ecosistema, compara los sistemas naturales de los sistemas manejados por el
hombre, identificando los cambios en las magnitudes de los flujos, los mecanismos
que modifican estos flujos y los recursos que utilizan para lograrlo, permitiendo
una mejor percepción en los límites impuestos por la naturaleza.

El agroecosistema es un ecosistema sometido por el hombre a continuas


modificaciones de sus componentes bióticos y abióticos, para la producción de
alimentos y fibras. Estas modificaciones afectan prácticamente a todos los
procesos estudiados por la ecología, y abarcan desde el comportamiento de los
individuos, tanto de la flora como la fauna, y la dinámica de las poblaciones hasta
la composición de las comunidades y los flujos de materia y energía.

Las actividades agrícolas, producción de cultivos y ganadería, modifican


drásticamente el flujo de energía en los ecosistemas. Podemos percibir a la
producción agropecuaria como una manera de alterar, en provecho del hombre, la
magnitud de los flujos de energía en el ecosistema. Un ejemplo seria el cultivo de
maíz, la aplicación de insecticidas reduce el consumo de herbívoros y aumenta la
productividad neta que será exportada, en este caso el grano. La modificación de
estos flujos se realiza mediante la aplicación de subsidios de energía, como la
labranza, el riego, los fertilizantes, las variedades genéticamente modificadas, la
suplementación, tratamientos sanitarios, etc. Todas estas acciones aportan
energía al sistema de manera de aumentar algún flujo en particular a expensas de
otros.

El enfoque agro-energético ha estado dominado por la mejor manera en


que pueden ser utilizados los llamados “portadores energéticos”, entre los cuales
está el petróleo, la gasolina y la electricidad, o en cómo producir fuentes de
energía renovable a partir de la biomasa. Estas fuentes de energía,
mayoritariamente empleadas en la agricultura industrial, entran a los sistemas
agrícolas a través del transporte, construcción de infraestructuras y maquinarias, y
diversos insumos externos (fertilizantes, pesticidas, piensos, etc.).

Los productores consumen materia inorgánica y la transforman en su propia


materia orgánica. Los organismos del siguiente nivel trófico consumen esta
materia y la transforman, a su vez, en materia propia. El proceso se repite en cada
uno de los niveles tróficos del ecosistema. Finalmente, los organismos
descomponedores transforman la materia muerta (restos de animales,
excrementos, hojas muertas, etc.) en compuestos inorgánicos que pueden ser
reutilizados de nuevo por los productores. Sin embargo, no ocurre lo mismo con la
energía. La energía que entra en el ecosistema es la energía solar, que los
organismos fotosintéticos transforman en energía química almacenada en
compuestos orgánicos. A su paso por cada nivel trófico, una parte de la energía
contenida en estos compuestos orgánicos es liberada por la respiración y se cede
al medio en forma de calor. Así, toda la energía química almacenada por los
productores acaba, tarde o temprano, transformada en energía calorífica.

La agricultura moderna, basada en la artificialización de sistemas naturales,


exige insumos energéticos no sólo en términos de maquinaria, fertilizantes y
pesticidas, sino también en términos indirectos por los requerimientos energéticos
que es necesario cubrir para el riego, para contrarrestar o evitar los problemas de
erosión, alcalinización, salinización y anegamiento, etc. Las técnicas existentes
más en uso para preservar los cultivos de los problemas señalados son altamente
intensivas en el uso de la energía, la cual responde al patrón de consumo típico de
los países industrializados, requiere insumos energéticos todavía mayores en las
fases sucesivas de comercialización y consumo.

Bibliografía

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https://prezi.com/4l4ozjsrgycv/copy-of-la-actividad-agropecuaria-es-el-
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