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ISSN: 1012-1617
regeoven@ula.ve
Universidad de los Andes
Venezuela
Resumen
Se discute y argumenta a favor de la consideración del paisaje urbano como elemento rele-
vante en el desarrollo sustentable de la ciudad. Éste constituye un campo de investigación
incipiente para derivar acciones que fomenten el sentido de pertenencia de las personas con
su medio natural y construido, con alto valor estético y ecológico. La calidad de vida presen-
te y futura en los asentamientos humanos, depende en buena medida de la sustentabilidad
de la ciudad, una de cuyas dimensiones, la social, debe contemplar entre sus parámetros el
diseño y preservación del paisaje urbano, atendiendo a necesidades tanto individuales como
colectivas.
Palabras clave: Asentamientos humanos sustentables; dimensión social; paisaje urbano;
valor estético; valor ecológico.
Abstract
7KHFRQFHSWRIWKHXUEDQODQGVFDSHLVDVLJQL¿FDQWHOHPHQWLQWKHVXVWDLQDEOHGHYHORSPHQW
RIWKHFLW\7KLVLVDQDVFHQWUHVHDUFK¿HOGWKDWDOORZVGHULYLQJDFWLRQVWKDWSURPRWHDVHQ-
se of belonging of people to their natural and built environment with a high aesthetic and
ecological value. The quality of present and future life in human settlements, largely depend
on the sustainability of the city, whose social dimension should include, among its design
parameters, the preservation of the urban landscape, in response to individual and collective
needs.
Key words: Sustainable human settlements; social dimension; urban landscape; aesthetic
value; ecological value.
sonas vivía en las ciudades, y actualmen- cada aspecto para la totalidad, así como
te casi 3.000 millones de personas -cerca sus interrelaciones. Es el caso del plan-
de la mitad de la humanidad- residen en teamiento sobre desarrollo sustentable,
centros urbanos. Este fenómeno, junto al el cual desde sus comienzos asume la
papel que desempeña la ciudad en su re- necesidad de un enfoque holístico e in-
lación e impacto sobre el medio natural, tegrador basado en el análisis de los sis-
conforman el centro del debate sobre la temas urbanos, con la idea de recoger y
sustentabilidad. ponderar, además de las dimensiones so-
El progreso humano ha ido de la mano cio-económica y territorial, la ecológica y
con la urbanización, lo cual ha constitui- ambiental a la hora de tomar decisiones
do una de las mayores intervenciones >1DFLRQHV8QLGDV81@
antrópicas sobre el funcionamiento eco- Este enfoque ha encontrado su ma-
lógico del planeta, con el consecuente terialización a través de los aportes del
desequilibrio y deterioro, en ocasiones DQiOLVLV HVWUDWpJLFR SDUD OD SODQL¿FDFLyQ
irreversible, de sus dimensiones bioló- \ JHVWLyQ TXH SHUPLWH LGHQWL¿FDU LQWH-
gicas y naturales. Los impactos sobre los rrelaciones básicas entre los problemas
ecosistemas naturales y humanos son di- ambientales y socio-económicos con
versos; destacan entre otros, el consumo UHFXUVRV ¿QDQFLHURV \ WHPSRUDOHV DFR-
de recursos naturales, la exportación y li- tados, para modelar la relación hombre-
beración de productos y desechos, la con- ambiente, y del enfoque ecosistémico que
taminación ambiental, los cambios en el deriva en la aplicación de los principios
uso de la tierra, contaminación urbana y de la ecología, tales como: determinar
riesgos sociales. el
3XHGHD¿UPDUVHTXHHOKRPEUHKDVX- para conocer las conexiones entre los dis-
perado su nivel de subsistencia y ha ido tintos niveles desde la perspectiva de la
PRGL¿FDQGR HO PHGLR TXH OH URGHD HQ teoría de sistemas; plantear las
garantizar esa subsistencia, así como a para recoger información que per-
la asimilación de los residuos, esto es, la mita analizar las interrelaciones entre los
‘huella ecológica’ en una escala local, re- sujetos o componentes del sistema; bus-
gional y global. car
La realidad actual reclama nuevos porque el conocimiento de los
paradigmas para abordar los asuntos del ecosistemas es incompleto y por lo tan-
desarrollo como conjunto, reconociendo to existen perturbaciones derivadas de
el lugar e importancia que representa la incertidumbre, en donde la gestión es
t !
: presta asistencia a los go-
biernos nacionales y locales, así como
: a través de la red mundial a las comunidades, para ejecutar pro-
de organismos gubernamentales, gramas de reconstrucción y rehabili-
autoridades locales y organizaciones tación posterior a los desastres.
de la sociedad civil; se dedica a la t !
t &
UHÀHMDRFKRQLYHOHV duos o grupos que están directa y/o indi-
subsidiarios, a saber, mundiales, su- rectamente relacionados con las escalas
pranacionales, nacionales, regionales, de intervención, cuyas vidas y medio am-
ciudad, desarrollo urbano, la cons- biente, se ven afectados por éstas. Entre
trucción y los elementos o materiales. los principales interesados se encuentran
(La operatividad requiere centrarse los individuos o grupos que toman deci-
en los últimos tres para establecer co- siones, los que facilitan las decisiones y
KHUHQFLDGHORVQLYHOHVLGHQWL¿FDGRV quienes son afectados por las decisiones;
t &
determinan también están los encargados de formu-
la instancia de existencia de cada ele- lar políticas y los interesados en la ejecu-
mento construido dentro de una esca- ción. Se plantea
, porque cada
la seleccionada. dimensión ambiental, social y económi-
t &
ca, requiere indicar la escala espacial en
considera la la cual se genera, así como la información
interconexión entre los asuntos rela- sobre los interesados y cómo pueden ver-
cionados con la escala espacial y/o las se afectados.
fases del ciclo de vida, entre los temas El artículo concluye destacando que
y subtemas de la misma dimensión hacer frente a la dinámica de la interac-
para las diferentes escalas espaciales ción entre los diversos factores, presenta
y en diferentes fases del ciclo de vida, oportunidades para una mejor compren-
y también la interconexión entre los sión de la dimensión social en términos
temas y sus subtemas a través de cada conceptuales y para la elaboración de
dimensión, para cada escala espacial proyectos, desarrollos y comunidades
y fase del ciclo de vida. sostenibles, donde la gente desee vivir y
trabajar. Proponer soluciones basadas
Las cuestiones de sustentabilidad se re- en esta información ayuda a satisfacer
¿HUHQWDQWR DORV HOHPHQWRV FRQVWUXLGRV las diversas necesidades de las actuales y
como a las personas encargadas de su futuras comunidades, así como a atender
construcción, operación, mantenimiento, sus preocupaciones ambientales, favore-
renovación y desmantelamiento. Se trata ciendo una mayor calidad de vida.
de simular el proceso desde la sustenta- La dimensión social toma forma en el
bilidad, a manera de una fábrica, donde paisaje urbano en virtud que éste cons-
todo elemento de la ciudad construido tituye tanto un producto como una crea-
por el hombre, implica la consideración ción humana. Sirve de soporte y recurso
tanto del elemento mismo, como del para la vida, a la vez que incide sobre las
hombre, en todas sus facetas. personas. Tiene una capacidad orienta-
De allí que, el proceso planteado in- dora, educativa y de sensibilización, al
corpora dos factores adicionales, las per- tiempo que produce agrado y placer, tie-
VRQDV LQYROXFUDGDV \ HO LPSDFWR 'H¿QH ne potencial de desarrollo económico y es
a
, como aquellos indivi- XQUHIHUHQWHEiVLFRSDUDODSODQL¿FDFLyQ
por los sentidos. Esta corriente ha in- convergen los sistemas naturales, so-
ÀXHQFLDGR D RWUDV GLVFLSOLQDV FRPR OD ciales, económicos y culturales. En este
arquitectura, ingeniería y biología. En enfoque cobra valor la '
HVWHVHQWLGR&XOOHQLQWURGXFHDO- , que considera no sólo métodos
gunas ideas básicas sobre calidad visual y cuantitativos sobre la dinámica espacial
conceptos como coherencia, legibilidad, de los , sino también intro-
VLJQL¿FDFLyQ VHJXULGDG \ FDSDFLGDG GH duce su duración y contenido histórico
acogida, para evaluar el paisaje urbano; en el estudio.
otra
basada en métodos físico- /R DQWHULRU D¿UPD FDGD YH] PiV OD
JHRJUi¿FRVSDUDODFXDOHOSDLVDMHREMHWR profunda incidencia del hombre sobre
como un conjunto de elementos interre- HOSDLVDMHQDWXUDO3DUDODSODQL¿FDFLyQ\
ODFLRQDGRV \ PRGL¿FDGRV SRU IDFWRUHV diseño urbano, ha reconducido los enfo-
que conforman una estructura sistémica. ques actuales desde dos hechos -antaño
Aquí se atiende al paisaje sin considerar considerados antagónicos- el urbano y el
su relación con el sujeto, ni como intér- natural, “
prete ni como integrante. Las escuelas
verde, limpio y ecológico, que le hiciera Diversos autores apoyan este hecho y
sentir la semejanza con aquellos primiti- D¿UPDQTXHHOSDLVDMHXUEDQRGHEHRWRU-
vos paisajes naturales que durante millo- gar a quien lo observa diversas opciones
nes de años habitó la humanidad, y cuyo FRQ OD ¿QDOLGDG GH DXPHQWDU ODV VHQVD-
peso e impronta aún llevamos impresos ciones y sensibilidad hacia la ciudad. )
6MREHUJ
a b
Figura 1. Calidad sensible: a. Espacio dedicado al vehículo; b. Espacio ganado al peatón
5DSRSRUW (V SRU HOOR TXH que tienden a respetar la heterogeneidad
toda nueva intervención en la ciudad y complejidad del paisaje.
debe orientarse a la búsqueda del mejo- Llegado este punto es importante pre-
ramiento de la calidad sensible del pai- cisar que el término
es, por un lado,
VDMH XUEDQR 7DO FRPR D¿UPDED /\QFK REMHWLYR\FXDQWL¿FDEOHSDUDHOPHGLRDP-
la ciudad debe ser un objeto de arte que biente y sus elementos, la singularidad de
sirva a los propósitos humanos. un ecosistema y su valor económico; por
De modo que, tanto espectadores otro lado, el valor es también subjetivo
como espectáculo deben ser considera- por las cualidades observadas, que repre-
dos a la vez; es decir, se evalúa la calidad sentan para los diferentes individuos o
de un paisaje particular, sentido por un grupos sociales un valor también natural,
grupo de personas, también particular. urbano, económico y estético.
Las prioridades, propósitos y posibilida- La valoración del paisaje distingue dos
GHVHVSHFt¿FDVGHEHQVHUMX]JDGRVSRUOD grandes líneas de trabajo. La primera, la
gente de la localidad en situaciones con- perceptual, que atiende sus característi-
cretas. cas y cualidades como escena, tiende a
El estudio del paisaje plantea consi- YDORUDUODFDOLGDGHVWpWLFD\RODLGHQWL¿-
derar los aspectos subjetivos, culturales, cación de las personas con determinados
simbólicos y estéticos en el comporta- paisajes. La segunda, que se basa en los
miento de los individuos, grupos sociales estudios de la geografía física global bajo
y comunidades en interacción. Poner en distintas formas como la ecología del pai-
relación el medio ambiente y el paisaje saje, cuyo objeto de estudio es reconocer
permite confrontar lo físico y lo intangi- FRQ¿JXUDFLRQHVIXQFLRQHV\SURFHVRVGH
ble, lo inteligible y lo sensorial, lo objeti- los sistemas-paisajes. Esta perspectiva ha
vo y lo subjetivo, lo ecológico y lo simbó- defendido la integración del hombre sólo
lico, en una determinada escala espacial como una más de las variables del siste-
con la singularidad de lugares concretos, ma. Desde la Ecología Urbana se atiende
favoreciendo los modelos de desarrollo por una parte a la percepción, en concre-
&
H[SUHVLyQGHVXVLJQL¿FDGRDWUDYpVGHOD
actividad y carácter utilitario.
'
Ian McHarg (2000) asocia el sistema
de valores sociales con los procesos na-
turales, en donde la tierra, el aire y los
recursos hidrológicos son indispensables
para la vida humana. Para este autor, ta-
/ (Briceño y Gil, 2005). Por otro les valores deben preceder a las indica-
lado, las condicionantes de tipo social y ciones sobre el uso de los recursos natu-
cultural, en el sentido que la experiencia rales para asegurar su óptima utilización
estética que se tiene del paisaje, supone y consecuentemente la mejora de esos
y/o representa la satisfacción de alguna valores sociales. De hecho, la evaluación
necesidad.
del paisaje tiene una estrecha relación
El estudio del paisaje como represen- HPRFLRQDOFRQODVUHVSXHVWDVSVLFR¿VLR-
tación considera la percepción que tienen lógicas, en donde las preferencias sobre
los habitantes de su propio medio, su ma- el medio ambiente son vistas como una
\RURPHQRULGHQWL¿FDFLyQFRQHOPLVPR parte sustancial de la base genética evo-
las formas de apropiación simbólica del OXWLYD7\UYlLQHQ
, 2003). La mayo-
espacio. La adjudicación de un valor es- UtDGHODVSHUVRQDVSUH¿HUHQORVSDLVDMHV
tético tiene una connotación espacial y urbanos cuya calidad estética está aso-
temporal, social, cultural, histórica y eco- ciada a aquellos que poseen abundante
lógica, a la vez que está determinada por agua y vegetación. Esta valoración “…
la naturaleza de quien observa, sus capa-
condiciones desfavorables de los usos del sido demostrado que para los niños, los
suelo, cuestiones de seguridad y motivos lugares naturales estructuralmente diver-
estéticos, pero también para obtener in- sos son más inspiradores e imaginativos,
formación sobre las raíces culturales que incluso cuando se les compara con un
conducen el comportamiento; es decir, OXJDUELHQRUJDQL]DGRGHMXHJRV7\UYlL-
ODV WUDGLFLRQHV TXH KDQ LQÀXLGR HQ OD nen,
, 2003). También las preferen-
FRQ¿JXUDFLyQGHOSDLVDMHXUEDQR(QRFD- cias son evaluadas a través de sus modos
siones, las preferencias dependen más de HVSHFt¿FRVGHXWLOL]DFLyQSRUHMHPSORXQ
las reacciones afectivas que de cualquier residente que observa un bosque a través
conocimiento basado en operaciones ló- de la ventana de su residencia, reacciona
gicas, en donde la percepción visual no de manera diferente que un visitante.
necesariamente se corresponde con las El valor ecológico del paisaje urbano
ideas preconcebidas. está estrechamente vinculado al uso y
Las preferencias estéticas sobre los consumo de los recursos naturales, den-
elementos o escenas del paisaje urba- tro y fuera del contexto de zonas urbanas.
no se vinculan con las características de Se origina y evoluciona como sistema, en
fondo de los evaluadores, esto es, sexo, la interfase naturaleza-sociedad. Consti-
edad, educación, lugar de nacimiento y tuye un concepto social complejo y abier-
de residencia, entre otras. Los resulta- to, que varía espacial y temporalmente,
dos de tales evaluaciones se pueden cua- de acuerdo a las aspiraciones humanas y
OL¿FDU \ FXDQWL¿FDU D WUDYpV GH PpWRGRV a la satisfacción de las necesidades bási-
estadísticos, cuyos resultados incluyen cas.
las respuestas con base en las preferen- En el paisaje urbano se evidencian la
cias visuales (belleza escénica del paisaje, salud, bienestar y calidad de vida de los
FRQWUDVWH GH HVFHQDV PDO R ELHQ SODQL¿- habitantes así como la salud del medio
FDGDVFDUHQWHVGHSODQL¿FDFLyQRHQPDO que le sirve de soporte, el natural, esto es
HVWDGR\ODPRGL¿FDFLyQTXHVHLQWURGX- una condición para el urbanismo actual
ce en ellas, dadas las características de y futuro.
los evaluadores. Por tanto el paisaje urbano ideal in-
Las preferencias individuales pueden tegra la naturaleza al hombre y a su sis-
HVWDUWDPELpQLQÀXHQFLDGDVSRUIDFWRUHV tema de valores, bajo los principios de
tales como la accesibilidad, visibilidad y la ecología en sus elementos naturales y
la seguridad del paisaje o elementos del construidos, materiales e inmateriales.
mismo. Los distintos estudios mantienen Para lo cual es fundamental reconocer y
la tesis que el conocimiento incide en el establecer la interrelación del contexto
grado de aceptación de un determinado jerárquico de componentes, las fronteras
paisaje. Por ejemplo, los bosques urba- ecológicas, la integridad ecológica, las
nos se consideran más como una parte bases de datos, un mayor control y una
del entorno de vida, y como principal gestión adaptativa, la cooperación y los
proveedor de actividades recreativas. Ha cambios organizativos.
pues se trata de buscar una relación de vención y, por otra, la viabilidad econó-
convivencia en armonía con la natura- mica de las actividades y procesos que
leza. Cuidar este patrimonio, procurar y afectan al paisaje. La dimensión
generar las condiciones para conocer la , que incorpora ideas de biodiversidad,
biodiversidad, incrementa la calidad de ecosistema, equilibrio y límites como fac-
vida humana y permite atesorar cada va- tores de interpretación de las dinámicas
ORULGHQWL¿FDGRGHOSDLVDMHSURIXQGL]DQ- del paisaje, entendiéndolo en continui-
do el sentido de pertenencia de las comu- dad con lo natural. Tal situación favorece
nidades urbanas. la interpenetración de la naturaleza en
En el Foro Urbano del Paisaje (Verda- el tejido urbano a través del sistema de
guer, 2005) se sugieren algunas conclu- espacios libres. El objetivo es incremen-
siones que pueden orientar la discusión tar no sólo la diversidad, sino el grado de
y actitud frente al concepto mismo en los complejidad dentro del sistema urbano
actuales momentos. En primer lugar, la medido en términos de información. Los
QHFHVLGDG GH UHGH¿QLU \ UHHTXLOLEUDU ORV valores naturales, desde esta perspectiva,
componentes del concepto de paisaje ur- se entienden como íntimamente ligados
bano, desde su dimensión , que a la dimensión socio-cultural. Y por últi-
frente a la idea estática de paisaje urbano mo la dimensión
, que
como algo que se contempla, antepone la frente al énfasis tradicional del paisaje
idea de escena urbana o paisaje habitado como elemento pasivo a contemplar y
como espacio que se vive y se experimen- admirar, hace hincapié en la idea del pai-
ta con todos los sentidos. La dimensión
saje como elemento activo y dinámico,
, en donde frente a la idea como proceso de incertidumbre en el que
del paisaje como elemento exclusiva- intervienen multitud de factores, desde
mente identitario y patrimonial ligado los económicos y socio-culturales hasta
a la idea de excelencia visual, coloca la los urbanísticos y ambientales.
idea de que los elementos clave de iden- En segundo lugar, la necesidad de pro-
tidad pueden estar presentes también teger el paisaje existente y de responder
hasta en aquellas partes del territorio, en con nuevas intervenciones a los procesos
apariencia, desprovistas de valores. La acelerados de degradación y transforma-
dimensión
' , que con- ción, en el sentido de protegerlo para in-
FHGH SULPDFtD DO VLJQL¿FDGR HFRQyPLFR tervenirlo e intervenirlo para protegerlo.
GHOSDLVDMHD¿QGHSRGHUDUWLFXODUQXHYDV En tercer lugar, la gestión del paisaje y la
formas de intervención sobre el mismo. necesaria vinculación e interrelación de
(VWH VLJQL¿FDGR HFRQyPLFR GHEH WHQHU los distintos niveles administrativos. Se
presente, por una parte, la interpretación requiere un enfoque multidisciplinar y
del paisaje como escenario y expresión de supralocal, con capacidad de articulación
ORVFRQÀLFWRVHQWUHLQWHUHVHVFRQWUDSXHV- y de establecer cambios legislativos a
tos, lo cual evidencia el aspecto político, SDUWLUGHGLVWLQWDV¿JXUDVFRPRODSURWHF-
al momento de plantear cualquier inter- FLyQODUHFXSHUDFLyQODUHFXDOL¿FDFLyQR
New York: UN-Hábitat.
La autora agradece al ingeniero Arnoldo >2Q OLQH@ KWWSZZZFLQXRUJP[WHPDV
José Gabaldón, profesor del seminario desarrollo/dessocial/asentamientos/asenta-
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