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Revista Geográfica Venezolana

ISSN: 1012-1617
regeoven@ula.ve
Universidad de los Andes
Venezuela

Briceño Ávila, Morella


El valor estético y ecológico del paisaje urbano y los asentamientos humanos sustentables
Revista Geográfica Venezolana, vol. 50, núm. 2, julio-diciembre, 2009, pp. 213-233
Universidad de los Andes
Mérida, Venezuela

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=347730383003

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Revista Geográfica Venezolana, Vol. 50(2) 2009, 213-233

El valor estético y ecológico del paisaje urbano


y los asentamientos humanos sustentables
The aesthetic and ecological value of the urban landscape
and the sustainable human assessments

Briceño Ávila, Morella*


Recibido: octubre, 2008 / Aceptado: febrero, 2009

Resumen
Se discute y argumenta a favor de la consideración del paisaje urbano como elemento rele-
vante en el desarrollo sustentable de la ciudad. Éste constituye un campo de investigación
incipiente para derivar acciones que fomenten el sentido de pertenencia de las personas con
su medio natural y construido, con alto valor estético y ecológico. La calidad de vida presen-
te y futura en los asentamientos humanos, depende en buena medida de la sustentabilidad
de la ciudad, una de cuyas dimensiones, la social, debe contemplar entre sus parámetros el
diseño y preservación del paisaje urbano, atendiendo a necesidades tanto individuales como
colectivas.
Palabras clave: Asentamientos humanos sustentables; dimensión social; paisaje urbano;
valor estético; valor ecológico.

Abstract
7KHFRQFHSWRIWKHXUEDQODQGVFDSHLVDVLJQL¿FDQWHOHPHQWLQWKHVXVWDLQDEOHGHYHORSPHQW
RIWKHFLW\7KLVLVDQDVFHQWUHVHDUFK¿HOGWKDWDOORZVGHULYLQJDFWLRQVWKDWSURPRWHDVHQ-
se of belonging of people to their natural and built environment with a high aesthetic and
ecological value. The quality of present and future life in human settlements, largely depend
on the sustainability of the city, whose social dimension should include, among its design
parameters, the preservation of the urban landscape, in response to individual and collective
needs.
Key words: Sustainable human settlements; social dimension; urban landscape; aesthetic
value; ecological value.

* Universidad de Los Andes, Facultad de Arquitectura y Diseño, Departamento de Composición Arquitectó-


nica, Mérida-Venezuela. E-mail: mba@ula.ve; mba@intercable.net.ve
Briceño Ávila M.

1. Introducción de un valor, hasta los elementos, carac-


terísticas y cualidades del paisaje urbano
Este artículo presenta una síntesis con- en tanto natural y construido, interrela-
ceptual sobre el valor estético y ecológico cionando los factores condicionantes de
del paisaje urbano vinculado a la dimen- la percepción con los valores atribuidos.
sión social en los asentamientos huma- Por último, en las   

nos sustentables. El principal objetivo 
se expresan algunos argumentos para
del ensayo argumentativo es establecer la actualización del concepto de paisaje,
que los valores sociales atribuidos al pai- tomando en cuenta lo descrito a lo largo
saje urbano, están vinculados con el nivel del artículo, así como los derivados de
de satisfacción, bienestar y agrado que algunos importantes organismos que tra-
sienten las personas; por ende, resulta tan este tema.
determinante considerar las necesidades
individuales y colectivas, materiales e in-
materiales, como factores fundamentales 2. Asentamientos humanos
de la calidad de vida y condición esencial sustentables
del desarrollo sustentable.
El artículo contiene cuatro partes. La Constituyen temas ampliamente conoci-
primera, expone una visión de los  GRVORVUHIHULGRVDORVFRQÀLFWRVGHtQGROH
 
  bajo el paradigma ecológico, ambiental, social y económico
de la sustentabilidad asumido por distin- que tienen lugar en nuestras ciudades.
tos autores y organismos internaciona- De hecho, las ciudades son los principa-
OHVVXVREMHWLYRVHQIRTXHVGH¿QLFLRQHV les nodos emisores de residuos y conta-
JHQHUDOHV\HVSHFt¿FDVHQORDWLQHQWHDOD minación a escala global, regional y local.
ciudad, así como los programas de apli- 7DOHV FRQÀLFWRV DSXQWDQ D OD QHFHVLGDG
cación establecidos por el Centro de las de poner freno a esta tendencia actual
Naciones Unidas para los Asentamientos e incluso hacer esfuerzos por revertirla,
Humanos (CNUAH-Hábitat, 2001). En la relacionando los temas inherentes a la
segunda, intitulada 

 

ciudad con la sustentabilidad del medio


 , se comenta sobre la que la contiene y sirve de soporte a sus
relación existente entre paisaje y socie- actividades.
dad como producto y creación; se plan- Durante el siglo XX, el incremento de
tean factores que intervienen en el pai- la población que vive en las ciudades con-
saje desde esta dimensión, los enfoques ¿JXUDXQIHQyPHQRGHWHUPLQDQWHSDUDVX
para su estudio, necesidades individuales funcionamiento e incide recíprocamente
y colectivas para llegar a la valoración en la relación entre el hombre y su entor-
del paisaje. La tercera parte trata el tema no. Al respecto, el Centro de las Naciones
del  


 


Unidas para los Asentamientos Huma-
 , partiendo desde la percepción y nos (CNUAH- Hábitat, 2001) señala que
la experiencia estética en la adjudicación en la época de 1900, una de cada 10 per-

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sonas vivía en las ciudades, y actualmen- cada aspecto para la totalidad, así como
te casi 3.000 millones de personas -cerca sus interrelaciones. Es el caso del plan-
de la mitad de la humanidad- residen en teamiento sobre desarrollo sustentable,
centros urbanos. Este fenómeno, junto al el cual desde sus comienzos asume la
papel que desempeña la ciudad en su re- necesidad de un enfoque holístico e in-
lación e impacto sobre el medio natural, tegrador basado en el análisis de los sis-
conforman el centro del debate sobre la temas urbanos, con la idea de recoger y
sustentabilidad. ponderar, además de las dimensiones so-
El progreso humano ha ido de la mano cio-económica y territorial, la ecológica y
con la urbanización, lo cual ha constitui- ambiental a la hora de tomar decisiones
do una de las mayores intervenciones >1DFLRQHV8QLGDV 81 @
antrópicas sobre el funcionamiento eco- Este enfoque ha encontrado su ma-
lógico del planeta, con el consecuente terialización a través de los aportes del
desequilibrio y deterioro, en ocasiones DQiOLVLV HVWUDWpJLFR SDUD OD SODQL¿FDFLyQ
irreversible, de sus dimensiones bioló- \ JHVWLyQ TXH SHUPLWH LGHQWL¿FDU LQWH-
gicas y naturales. Los impactos sobre los rrelaciones básicas entre los problemas
ecosistemas naturales y humanos son di- ambientales y socio-económicos con
versos; destacan entre otros, el consumo UHFXUVRV ¿QDQFLHURV \ WHPSRUDOHV DFR-
de recursos naturales, la exportación y li- tados, para modelar la relación hombre-
beración de productos y desechos, la con- ambiente, y del enfoque ecosistémico que
taminación ambiental, los cambios en el deriva en la aplicación de los principios
uso de la tierra, contaminación urbana y de la ecología, tales como: determinar
riesgos sociales. el  
 

  
3XHGHD¿UPDUVHTXHHOKRPEUHKDVX- para conocer las conexiones entre los dis-
perado su nivel de subsistencia y ha ido tintos niveles desde la perspectiva de la
PRGL¿FDQGR HO PHGLR TXH OH URGHD HQ teoría de sistemas; plantear las  

aras de mejorar su calidad de vida, es-  ,


dando mayor importancia a
tableciendo así su propio ecosistema, el las unidades ecológicas y biofísicas frente
urbano. La mayor preocupación está di- a las administrativas; buscar la 
ULJLGDWDQWRDORVOtPLWHVGHODVXSHU¿FLH 
 , para mantener y proteger
intervenida por el hombre y los recursos la biodiversidad junto con sus modelos y
o insumos que habrá de obtener para procesos naturales; utilizar las 


garantizar esa subsistencia, así como a   para recoger información que per-
la asimilación de los residuos, esto es, la mita analizar las interrelaciones entre los
‘huella ecológica’ en una escala local, re- sujetos o componentes del sistema; bus-
gional y global. car  
 




La realidad actual reclama nuevos  porque el conocimiento de los
paradigmas para abordar los asuntos del ecosistemas es incompleto y por lo tan-
desarrollo como conjunto, reconociendo to existen perturbaciones derivadas de
el lugar e importancia que representa la incertidumbre, en donde la gestión es

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un proceso de aprendizaje en constante (VWD GH¿QLFLyQ HQWUHPH]FOD ODV LGHDV


revisión; buscar la   que esta- de desarrollo con otras disciplinas aso-
blece relaciones entre municipios, comu- ciadas con los asentamientos humanos.
nidades, gobiernos, y organizaciones no Tal es el caso del urbanismo. Los distin-
gubernamentales; precisar los  
tos documentos (Haines-Young, 2000;
  en los que los actores y or- Rueda, 2000; Gallopín 
 , 2001; Ro-
ganismos de gestión estén estructurados dríguez, 2005; Antrop, 2000, 2006; Ga-
y orientados hacia una visión ecosisté- baldón, 2006 y Holden 
 , 2008) que
mica; posicionar al 
 

abordan el tema de la sustentabilidad ur-


  tanto más del bana concuerdan en que sus aspectos cla-
ecosistema natural; y por último, deter- YHVUDGLFDQHQODSODQL¿FDFLyQLQWHJUDGD
minar 
  que han de respetarse (multi, inter y transdisciplinarmente), la
y tenerse en cuenta en tanto provienen rehabilitación de áreas urbanas e indus-
GHO FRQRFLPLHQWR FLHQWt¿FRFRPR GH ODV triales deprimidas, el uso reducido y más
tradiciones locales y la evolución de los H¿FLHQWHGHODVWLHUUDV\GHRWURVUHFXUVRV
propios valores sociales (Rodríguez G., naturales, la gestión local del transporte
2005). y de la energía y la lucha contra la exclu-
El planteamiento sobre el desarrollo sión social, el desempleo y la pobreza. Es-
sustentable hace énfasis en la ecología y tos aspectos se apoyan en valores como
HV GH¿QLGR SRU OD &RPLVLyQ %UXQGWODQG la justicia e igualdad social en donde se
como aquel que “

 respetan las diferencias de cultura, sexo,




  

religión, raza y edad en un medio am-



 
  
biente sano y habitable, lo cual fomenta


 
 
”, acciones y políticas locales que generan
(The World Commission on Environment bienestar y reducen la ‘huella ecológica’.
DQG 'HYHORSPHQW    $FWXDO- De tal modo que el modelo de vida no de-
mente, el concepto incorpora el objetivo pende de la explotación de los seres hu-
de mantener la calidad general de vida, manos y de la naturaleza y se orienta a
para asegurar un acceso continuado a los no causar daños ni traspasar cargas a las
recursos naturales y evitar la persisten- generaciones venideras.
cia de daños ambientales. Los recursos Por extensión, la ciudad sustentable
de los cuales dispone el hombre para su busca ordenar el crecimiento urbano
H[SORWDFLyQ QDWXUDOHV R QR VRQ GH¿QL- respetando la diversidad cultural y ciu-
dos también por esta comisión, desde la dadana, reducir el impacto generado por
noción de ‘capital’, a saber: capital social, el proceso de urbanización, aumentar
económico, tecnológico, medioambiental la complejidad urbana, promover el ca-
y ecológico, los cuales deben ser gestio- rácter policéntrico, aumentar la calidad
nados racionalmente procurando un ma- ambiental urbana, desarrollar sistemas
yor equilibrio entre el medio natural y el de espacios verdes interconectados con
humano. el exterior a través de corredores verdes

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\ ¿QDOPHQWH YLQFXODU OD XUEDQL]DFLyQ Naciones Unidas para el Desarrollo


y equipamientos al desplazamiento en (PNUD), cuyo objetivo consiste en
transporte público, a pie y en bicicleta. fortalecer las actividades que llevan
Desde el CNUAH (2001) se promueve a cabo unas 80 ciudades de los paí-
el desarrollo sustentable en términos del ses en desarrollo, para promover la
acceso universal a la vivienda, mejoras en reducción de la pobreza, la gestión
la gestión pública urbana, en el entorno pública participativa y la ordenación
de vida y en la gestión para la mitigación adecuada del medio urbano.
de los desastres y rehabilitación posterior t ! 

 


 
DORVFRQÀLFWRVHQWUHRWURVDWUDYpVGHOD 


 : contribuye a
elaboración de políticas, fortalecimiento establecer un proceso comunitario de
de colaboraciones entre los gobiernos y consultas para reducir la delincuen-
la sociedad, fomento de capacidades y cia y combatir sus causas, mediante
producción de conocimientos. Hábitat la elaboración de medidas, métodos y
contribuye, entre otros, con los siguien- estrategias de prevención del fenóme-
tes programas: no.
t ! 



 


t ! 

  


  : presta asistencia a los go-



 

 biernos nacionales y locales, así como

 : a través de la red mundial a las comunidades, para ejecutar pro-
de organismos gubernamentales, gramas de reconstrucción y rehabili-
autoridades locales y organizaciones tación posterior a los desastres.
de la sociedad civil; se dedica a la t ! 

 



búsqueda y difusión de las mejores ! 


#$: aborda los problemas
prácticas locales para mejorar el en- actuales tratando de preparar al mun-
torno de vida y, a la aplicación de la GR SDUD ORV GHVDItRV IXWXURV \ UHÀHMD
experiencia adquirida para elaborar un consenso mundial y un compro-
políticas e impulsar la creación de ca- miso político al nivel más alto sobre
pacidad. el desarrollo y la cooperación en la
t " 

 : es una iniciativa esfera del medio ambiente. Su obje-
conjunta entre Hábitat y el Programa tivo consiste en traducir en medidas
de las Naciones Unidas para el Medio locales los aspectos del Programa 21
Ambiente (PNUMA), encaminada a relativos a los asentamientos huma-
fomentar la capacidad en materia de nos sobre las dimensiones social y
JHVWLyQ \ SODQL¿FDFLyQ GHO PHGLR XU- económica, conservación y gestión de
bano mediante métodos de participa- recursos para el desarrollo, el fortale-
ción. cimiento de grupos principales y los
t ! 


: es un medios de ejecución.
programa de cooperación técnica t % 
 
 : se en-
supervisado por el Programa de las carga de supervisar la ejecución del

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Briceño Ávila M.

Programa de Hábitat sobre la base de Unidas, la profundización e investigación


la elaboración y aplicación de indica- sobre los factores que la determinan, son
dores urbanos para la formulación de consustanciales al concepto mismo, en
políticas y del intercambio de conoci- aras de su operacionalización y de cara
mientos relativos a las mejores prácti- a la posibilidad que ofrece la elaboración
cas. de proyectos en el marco de la ecología y
de la sustentabilidad urbana.
Con estos programas se busca compro- La dimensión social es abordada
meter a los gobiernos, organismos y co- desde el concepto de calidad de vida y
munidades, en las distintas escalas, a de aquellos aspectos más generales que
intercambiar información y apoyar ini- FRQWULEX\HQDGH¿QLUHVWDGLPHQVLyQGHO
FLDWLYDV TXH WLHQGDQ D PHMRUDU D¿DQ]DU desarrollo. El trabajo de Edum-Fotwe y
y garantizar la permanencia de la rela- Price (2008) sostiene la hipótesis de que
ción entre el hombre y su propio entorno ODGLPHQVLyQVRFLDOUHÀHMDODUHDOLGDGGH
humano y ambiental, que comienza por una comunidad que puede ser formal-
determinar del paisaje, sus atributos y PHQWHGH¿QLGDHQIXQFLyQGHXQiPELWR
relaciones. GDGR \ D¿UPD TXH HO FULWHULR PXOWLGL-
mensional de la sustentabilidad se basa
en la idea que el consumo de los recursos
3. La dimensión social y el paisaje naturales es impulsado por el comporta-
urbano miento de las personas, a través de sus
decisiones en las diversas etapas del pro-
La sustentabilidad del desarrollo pasa por ceso de desarrollo, dentro del contexto de
reconocer que el equilibrio necesario en- zonas urbanas.
tre la dimensión social y la ecológica, ra- El resultado de la visión expuesta
dica en una elevación sostenida de la cali- contribuye al desarrollo de una guía, que
dad de vida de la población, basada en el alienta a los principales encargados en la
GLVIUXWHGHODOLEHUWDGLQJUHVRVX¿FLHQWH toma de decisiones a evaluar sistemáti-
buenas condiciones de salud y nutrición, camente la sustentabilidad del ambien-
mejor educación, condiciones aceptables te urbano, teniendo en cuenta factores
del hábitat físico natural y construido, como la escala espacial, el ciclo de vida,
disfrute de bienes y servicios culturales y la ubicación, el contexto y los valores de
recreativos, igualdad de oportunidades, todas las partes interesadas.
seguridad personal, participación popu- A continuación se presenta una sínte-
lar y seguridad social (Gabaldón, 2006). VLVGHHVWHHVWXGLRHQGRQGHVHGH¿QHOD
Los asentamientos humanos mueven dimensión social a partir de la interrela-
a pensar en la manera como se logra la ción de tres grandes categorías: las esca-
condición de la sustentabilidad de su las espaciales, el desarrollo de ciclos de
desarrollo, para lo cual además de los vida y la dimensión sustentable.
programas propuestos por las Naciones

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t &
 
 UHÀHMDRFKRQLYHOHV duos o grupos que están directa y/o indi-
subsidiarios, a saber, mundiales, su- rectamente relacionados con las escalas
pranacionales, nacionales, regionales, de intervención, cuyas vidas y medio am-
ciudad, desarrollo urbano, la cons- biente, se ven afectados por éstas. Entre
trucción y los elementos o materiales. los principales interesados se encuentran
(La operatividad requiere centrarse los individuos o grupos que toman deci-
en los últimos tres para establecer co- siones, los que facilitan las decisiones y
KHUHQFLDGHORVQLYHOHVLGHQWL¿FDGRV  quienes son afectados por las decisiones;
t &




 determinan también están los encargados de formu-
la instancia de existencia de cada ele- lar políticas y los interesados en la ejecu-
mento construido dentro de una esca- ción. Se plantea 
 , porque cada
la seleccionada. dimensión ambiental, social y económi-
t &

  
 ca, requiere indicar la escala espacial en
 
 

  considera la la cual se genera, así como la información
interconexión entre los asuntos rela- sobre los interesados y cómo pueden ver-
cionados con la escala espacial y/o las se afectados.
fases del ciclo de vida, entre los temas El artículo concluye destacando que
y subtemas de la misma dimensión hacer frente a la dinámica de la interac-
para las diferentes escalas espaciales ción entre los diversos factores, presenta
y en diferentes fases del ciclo de vida, oportunidades para una mejor compren-
y también la interconexión entre los sión de la dimensión social en términos
temas y sus subtemas a través de cada conceptuales y para la elaboración de
dimensión, para cada escala espacial proyectos, desarrollos y comunidades
y fase del ciclo de vida. sostenibles, donde la gente desee vivir y
trabajar. Proponer soluciones basadas
Las cuestiones de sustentabilidad se re- en esta información ayuda a satisfacer
¿HUHQWDQWR DORV HOHPHQWRV FRQVWUXLGRV las diversas necesidades de las actuales y
como a las personas encargadas de su futuras comunidades, así como a atender
construcción, operación, mantenimiento, sus preocupaciones ambientales, favore-
renovación y desmantelamiento. Se trata ciendo una mayor calidad de vida.
de simular el proceso desde la sustenta- La dimensión social toma forma en el
bilidad, a manera de una fábrica, donde paisaje urbano en virtud que éste cons-
todo elemento de la ciudad construido tituye tanto un producto como una crea-
por el hombre, implica la consideración ción humana. Sirve de soporte y recurso
tanto del elemento mismo, como del para la vida, a la vez que incide sobre las
hombre, en todas sus facetas. personas. Tiene una capacidad orienta-
De allí que, el proceso planteado in- dora, educativa y de sensibilización, al
corpora dos factores adicionales, las per- tiempo que produce agrado y placer, tie-
VRQDV LQYROXFUDGDV \ HO LPSDFWR 'H¿QH ne potencial de desarrollo económico y es
a 
 , como aquellos indivi- XQUHIHUHQWHEiVLFRSDUDODSODQL¿FDFLyQ

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diseño urbano y ordenación del territo-   orientados a obtener resulta-


ULR ([SUHVD %DLOO\   TXH HO SDLVDMH dos rápidos, ágiles y a la integración de
nace del encuentro entre las organizacio- aproximaciones objetivas y subjetivas. A
nes humanas y naturales, y es a la vez so- partir de un análisis sobre el terreno de
porte y producto del mundo vivo. carácter cualitativo, acompañado de en-
Tradicionalmente el concepto  cuestas de tipo socio-económico que per-
 ha sido ampliamente estudiado por la mitan visualizar estrategias, se proponen
Geografía. Rodríguez (2005) y Palomares políticas locales de desarrollo y medio
(s/f) reconocen diversos enfoques que se ambientales futuras. Tal enfoque es co-
pueden agrupar en tres grandes corrien- mún en la agronomía.
tes: una  basada en métodos En los últimos años, el estudio del
visuales y de evaluación paisajística para paisaje se ha orientado en términos de
la cual la realidad exterior es percibida 
    , en los cuales

por los sentidos. Esta corriente ha in- convergen los sistemas naturales, so-
ÀXHQFLDGR D RWUDV GLVFLSOLQDV FRPR OD ciales, económicos y culturales. En este
arquitectura, ingeniería y biología. En enfoque cobra valor la   '

HVWHVHQWLGR&XOOHQ  LQWURGXFHDO- , que considera no sólo métodos
gunas ideas básicas sobre calidad visual y cuantitativos sobre la dinámica espacial
conceptos como coherencia, legibilidad, de los  , sino también intro-
VLJQL¿FDFLyQ VHJXULGDG \ FDSDFLGDG GH duce su duración y contenido histórico
acogida, para evaluar el paisaje urbano; en el estudio.
otra 
basada en métodos físico- /R DQWHULRU D¿UPD FDGD YH] PiV OD
JHRJUi¿FRVSDUDODFXDOHOSDLVDMHREMHWR profunda incidencia del hombre sobre
como un conjunto de elementos interre- HOSDLVDMHQDWXUDO3DUDODSODQL¿FDFLyQ\
ODFLRQDGRV \ PRGL¿FDGRV SRU IDFWRUHV diseño urbano, ha reconducido los enfo-
que conforman una estructura sistémica. ques actuales desde dos hechos -antaño
Aquí se atiende al paisaje sin considerar considerados antagónicos- el urbano y el
su relación con el sujeto, ni como intér- natural, “

 
 

prete ni como integrante. Las escuelas 

 

 
 

JHRJUi¿FDV FOiVLFDV FRPR OD DOHPDQD 



 

 
 

(‘geoecología y ecología del paisaje’), 




 

 

la rusa (‘complejo natural territorial’), 

 
  
 

 
 
la norteamericana (método de ‘análisis  
  
 
 

morfológico del paisaje’, que incorpora  


 (
 



el paisaje humano o cultural), la francesa  



 ” (Paloma-
(método de ‘análisis integrado’) y la espa- res, s/f: 9).
ñola, se ocuparon del estudio del paisaje La UNESCO (1996) reconoce el paisa-
desde esta perspectiva como complejo je cultural como un conjunto de bienes y
natural y cultural. Por último, existe una EHQH¿FLRV TXH GHEHQ VHU µ3DWULPRQLRGH
corriente que integra   
 

la Humanidad’, por lo cual adquiere el rol

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de ‘objeto de política pública internacio- bito del espacio público y su incidencia y


nal’. Para la Convención Europea sobre contribución a la calidad de vida social y
el Paisaje, realizada en Florencia durante material en la ciudad, particularmente de
el año 2000 (Consejo de Europa, 2000), los sectores en situaciones de pobreza y
el paisaje adopta la categoría de Bien Co- exclusión. Su objetivo es aportar elemen-
mún. En las conclusiones del Foro Urba- tos para el debate tanto conceptual como
no del Paisaje de Vitoria-Gasteiz, reali- metodológico y contribuir a la elabora-
zado en el año 2005 (Verdaguer, 2005) ción de políticas de superación de la po-
se asume el paisaje como elemento en breza y precariedad urbana.
transformación acelerada que, a manera Desde la Ecología del Paisaje, se rela-
de analogía entre paisaje y energía, no ciona el concepto con múltiples y diversas
se crea ni se destruye, sólo se transfor- variables, pero resultan indispensables
ma. También se vincula el concepto con aquellas que caracterizan las aspiracio-
la idea central del Foro, según la cual el nes humanas, o la satisfacción de las ne-
nuevo papel de las periferias urbanas, ad- cesidades básicas, entre las cuales se en-
TXLHUHQSURWDJRQLVPRHQODFRQ¿JXUDFLyQ cuentran la cultura, tradición e identidad
GHOWHUULWRULR(QWDOVHQWLGRD¿UPDQTXH de un asentamiento.
donde antes había naturaleza con   Es en el ámbito de las grandes ciuda-

 , hay ahora territorio mayo- des donde mejor se aprecia la amenaza
ritariamente antropizado con  

que se cierne sobre ellas, la Estrategia
  . El nuevo paisaje periférico para el Futuro de la Vida ‘Cuidar La Tie-
disperso ha generado segregación social rra’ (UICN, PNUMA, WWF,1991) propo-
y una súper-especialización funcional, y ne principios de mejora de la calidad de
se ha convertido en una nueva naturaleza vida dentro de los límites de la capacidad
ingobernable (Verdaguer, 2005). de carga, entre los que destacan, el res-
De tal manera que el paisaje urbano peto y la salud de los asentamientos hu-
ha pasado a ser considerado como con- PDQRV OD PRGL¿FDFLyQ GH VXV SUiFWLFDV
cepto social y ecológico, sistema espa- y actividades, el conocimiento y respeto
cial y temporal, complejo y abierto, que por la historia, tradiciones y costumbres,
se origina y evoluciona en la interfase especialmente las locales o regionales,
QDWXUDOH]DVRFLHGDG HQ GH¿QLWLYD FRPR entre otras. Todo lo cual construye el
geosistema urbano. puente entre el desarrollo sustentable y
Una investigación realizada por Se- OD QHFHVLGDG GH UHGH¿QLU \ UHHTXLOLEUDU
govia y Jordán (2005) en Chile acerca el peso de los componentes conceptuales
de la incidencia de los espacios públicos del paisaje urbano.
urbanos en la construcción del capital $¿UPD%RUMD  TXHHOGHVDItRGHO
social, señala que desde el paisaje se pue- estudio y diseño del paisaje ciudadano
den abordar el sentido de pertenencia e hoy, es la respuesta que pueda dar a una
LGHQWLGDG \ OD FRQGLFLyQ GH FRQ¿DQ]D UHJLyQVXFRQWULEXFLyQDFXDOL¿FDUODFLX-
colectiva. Este documento aborda el ám- dad que surge en espacios generalmente

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Briceño Ávila M.

FDUHQWHVGHVLJQL¿FDGRPHMRUDQGRVXFD- (Japón, China, Singapur y Taiwán), el


lidad sensible y contribuyendo a alcanzar Medio Oriente (Turquía, Arabia Saudita
el desarrollo sostenible. Al abordar cientí- y Jordania), hasta Australia y Sur Amé-
¿FDPHQWHHOHVWXGLR\FRPSUHQVLyQGHDV- rica. De ellos se estudiaron las necesi-
pectos sociales, económicos, ambientales dades humanas que interactúan con el
e históricos, relacionados con el paisaje, ambiente urbano. Sus resultados fueron
se requiere un enfoque inter y transdisci- FODVL¿FDGRVHQGRVJUXSRVJHQHUDOHVTXH
plinario, con la participación de profesio- contienen a su vez tres categorías. La pri-
nales en interacción con las comunidades mera guarda relación con las necesidades
involucradas. Se trata de comprender el primigenias de contacto con la naturaleza,
paisaje urbano desde su contribución a las preferencias estéticas, la recreación y
la sustentabilidad de la vida humana, co- el juego, para las cuales las característi-
menzando por visualizar la interrelación cas del ambiente físico son determinan-
entre la naturaleza y la sociedad, de forma tes. La segunda categoría de necesidades
equilibrada y armónica, coexistiendo con aparecen asociadas a la interacción social
el medio que soporta, garantiza y genera y la privacidad, la participación ciudada-
bienestar y calidad de vida. na en el proceso de diseño y el sentido
Desde la perspectiva de la sustenta- de identidad comunitaria; aquí el rol de
bilidad se considera fundamental que el las características físicas del ambiente es
desarrollo propicie y genere condiciones menos determinante. La tercera catego-
aceptables del ambiente en cuanto a cali- ría se plantea como la interacción entre
dad de vida, esto incluye los aspectos de las dos antes mencionadas. En total, su-
salud. Diversos estudios sobre el paisaje man seis necesidades que contribuyen al
urbano evidencian que salud, bienestar y bienestar con el paisaje urbano y aunque
calidad de vida están inextricablemente son abordadas de diferentes maneras, en
vinculados a las condiciones ambientales, diferentes regiones del mundo, se con-
en virtud de que las personas modelan y cluye que la naturaleza de las mismas es
transforman el paisaje, al tiempo que éste muy similar en diversas culturas y siste-
las afecta. La hipótesis que se sostiene es mas políticos, reforzando la idea de que
TXH HO GLVHxR GHO SDLVDMH XUEDQR LQÀX- la condición humana como especie posee
ye determinantemente en el bienestar y características homologables.
comportamiento de sus usuarios. Desde sus orígenes, el hombre cons-
5RGQH\+0DWVXRND\5DFKHO.DSODQ truyó sus ciudades atendiendo al carácter
(2008) hacen una revisión de noventa ar- funcional y estético de sus elementos y
tículos publicados durante 16 años desde espacios, ya que serían su nuevo y per-
1991 al 2006, provenientes de 23 países manente hábitat. Para lo cual y con el
distintos, desde América del Norte (Ca- paso del tiempo, fue introduciendo me-
nadá y EEUU), Europa (Inglaterra, Fin- joras e innovaciones tecnológicas, que
landia, Alemania, Suecia, Suiza, Bélgica, la aproximaran al medio natural, hasta
Grecia, Italia, Noruega y España), Asia conseguir un medio urbano cada vez más

222 Revista Geográfica Venezolana


El valor estético y ecológico del paisaje urbano..., 213-233

verde, limpio y ecológico, que le hiciera Diversos autores apoyan este hecho y
sentir la semejanza con aquellos primiti- D¿UPDQTXHHOSDLVDMHXUEDQRGHEHRWRU-
vos paisajes naturales que durante millo- gar a quien lo observa diversas opciones
nes de años habitó la humanidad, y cuyo FRQ OD ¿QDOLGDG GH DXPHQWDU ODV VHQVD-
peso e impronta aún llevamos impresos ciones y sensibilidad hacia la ciudad. )

en nuestra herencia genética y cultural  






 

 
 

6MREHUJ   
 
 





La consideración de las tres catego- '



&




rías de necesidades favorece la creación 


 

 


de ambientes sanos para la gente en un 

 

 

 


nivel físico y mental. Jackson (2003) pro- 


! 

 

 



pone como esencial para los diseñadores  




  

y los profesionales de la salud, hablar de 


  


 

 

la implicación del diseño urbano en sus 


 




 

múltiples escalas sobre la salud física,  *




'
 
 
PHQWDOVRFLDO\HFROyJLFDD¿UPDQGRTXH  

  
+




un diseño urbano más saludable puede 





 
   

ser aquel que provee de servicios básicos 



  
  


WDOHVFRPRHGL¿FLRVS~EOLFRVSDUTXHV\   , ” (Lynch, 1992: 26).


la conectividad para acceder a ellos, al Aumentar el nivel de sensaciones en
tiempo que ofrece una gama de oportuni- la ciudad que le permitan al hombre re-
dades a los ciudadanos para seleccionar conocer el entorno, se relaciona con el
y dar forma a sus hogares y barrios, de concepto de la calidad sensible o perci-
acuerdo con sus necesidades y preferen- bida, propuesto por Lynch. Tal concepto
FLDVHVSHFt¿FDV surge como respuesta a la necesidad de
También la investigación en psico- intervenir con un objetivo que acentúe la
logía ambiental se ha volcado cada vez relación hombre-ciudad, desde el punto
más hacia la medición de la calidad del de vista de su percepción. Esto sugiere el
medio ambiente percibido; su objetivo de camino para intervenir sobre el paisaje
investigación es el estudio de la corres- de la ciudad de acuerdo a la calidad per-
pondencia entre la calidad del entorno cibida por sus habitantes (Figura 1).
y las expectativas de la gente, sus metas A tales efectos la calidad sensible se
y sus sistemas de valores. Por extensión, entiende como el “  

 
la calidad visual del paisaje urbano es un 
 

  
término utilizado por las personas para 
'
 


'

valorar cualidades observadas de los ele-  


 

 

 

mentos que lo conforman, de las partes  


 

 




al conjunto y del conjunto como unidad, 

 

 





en tanto agradan y/o satisfacen o no sus 



 
 


 ”
expectativas.

Vol. 50(2) 2009, julio-diciembre 223


Briceño Ávila M.

a b
Figura 1. Calidad sensible: a. Espacio dedicado al vehículo; b. Espacio ganado al peatón

5DSRSRUW    (V SRU HOOR TXH que tienden a respetar la heterogeneidad
toda nueva intervención en la ciudad y complejidad del paisaje.
debe orientarse a la búsqueda del mejo- Llegado este punto es importante pre-
ramiento de la calidad sensible del pai- cisar que el término   es, por un lado,
VDMH XUEDQR 7DO FRPR D¿UPDED /\QFK REMHWLYR\FXDQWL¿FDEOHSDUDHOPHGLRDP-
la ciudad debe ser un objeto de arte que biente y sus elementos, la singularidad de
sirva a los propósitos humanos. un ecosistema y su valor económico; por
De modo que, tanto espectadores otro lado, el valor es también subjetivo
como espectáculo deben ser considera- por las cualidades observadas, que repre-
dos a la vez; es decir, se evalúa la calidad sentan para los diferentes individuos o
de un paisaje particular, sentido por un grupos sociales un valor también natural,
grupo de personas, también particular. urbano, económico y estético.
Las prioridades, propósitos y posibilida- La valoración del paisaje distingue dos
GHVHVSHFt¿FDVGHEHQVHUMX]JDGRVSRUOD grandes líneas de trabajo. La primera, la
gente de la localidad en situaciones con- perceptual, que atiende sus característi-
cretas. cas y cualidades como escena, tiende a
El estudio del paisaje plantea consi- YDORUDUODFDOLGDGHVWpWLFD\RODLGHQWL¿-
derar los aspectos subjetivos, culturales, cación de las personas con determinados
simbólicos y estéticos en el comporta- paisajes. La segunda, que se basa en los
miento de los individuos, grupos sociales estudios de la geografía física global bajo
y comunidades en interacción. Poner en distintas formas como la ecología del pai-
relación el medio ambiente y el paisaje saje, cuyo objeto de estudio es reconocer
permite confrontar lo físico y lo intangi- FRQ¿JXUDFLRQHVIXQFLRQHV\SURFHVRVGH
ble, lo inteligible y lo sensorial, lo objeti- los sistemas-paisajes. Esta perspectiva ha
vo y lo subjetivo, lo ecológico y lo simbó- defendido la integración del hombre sólo
lico, en una determinada escala espacial como una más de las variables del siste-
con la singularidad de lugares concretos, ma. Desde la Ecología Urbana se atiende
favoreciendo los modelos de desarrollo por una parte a la percepción, en concre-

224 Revista Geográfica Venezolana


El valor estético y ecológico del paisaje urbano..., 213-233

to a la caracterización y valoración del integridad, coherencia y unidad que las


paisaje que hace la población, y por otro KDFHUHVDOWDUGHODVH[SHULHQFLDV\HOÀXMR
a su estructura. de la vida cotidiana. Se dice que una ex-
Destaca que las necesidades humanas SHULHQFLDHVLQWUtQVHFDPHQWHJUDWL¿FDQWH
respecto al paisaje urbano, individuales VLGHULYDHQXQSODFHUWDPELpQJUDWL¿FDQ-
y colectivas, están asociadas con el gra- te simplemente observando el paisaje.
do de satisfacción, bienestar y agrado 3DUD .DQW OD GLPHQVLyQ GH OD EHOOH]D \
que sienten las personas con lo natural la singularidad de la experiencia estéti-
y construido, por lo que interpretan y ca, adquieren un lugar fundamental en
atribuyen un valor material e inmaterial, la -'

.  UH¿ULpQGRVHDpVWDV
tangible e intangible al paisaje en térmi- FRPRSODFHUµGHVLQWHUHVDGR¶(OORVLJQL¿-
nos de lo estético-perceptual, ecológico, ca que durante la experiencia estética se
social-cultural, histórico (espacio-tem- observa un objeto sin querer adquirirlo,
poral) y político-económico. poseerlo, usarlo, consumirlo, en otras
Las líneas a continuación discuten el palabras, por la utilidad potencial que re-
valor estético y ecológico del paisaje ur- SUHVHQWD$¿UPDTXHREVHUYDQGRHOREMH-
bano. El estudio de las preferencias por to, éste produce una experiencia especial
algunos de sus elementos (construidos y y placer simplemente al verlo. También
naturales), está condicionado por la ca- agrega que existe un juicio ‘adherente’,
pacidad perceptiva del observador, sus es decir, que los objetos pueden agradar
valores, cultura, educación y experien- porque suponen la satisfacción de alguna
cias pasadas, que se integran como un necesidad o porque tienen carácter utili-
todo a la experiencia individual. Esto, au- WDULR 0RUHQWH   /D QDWXUDOH]D GH
nado a las aspiraciones humanas, resulta la experiencia estética es inherente a los
fundamental para establecer el grado de pensamientos, sentimientos y emociones
satisfacción de las necesidades básicas de subjetivas, expresadas por un individuo
calidad del paisaje, y su contribución a la durante el curso de esa experiencia (Che-
calidad de vida. noweth y Gobster, 1990).
Mientras otros sentidos también
LQÀX\HQHQODSHUFHSFLyQ\ODH[SHULHQFLD
4. El valor estético y ecológico del del paisaje, la percepción estética se
paisaje urbano produce principalmente a través de la
vista. El paisaje requiere un sujeto que
El valor estético del paisaje urbano par- perciba. Sin percepción no hay paisaje.
te de la percepción o experiencia sensi- Su puesta en valor incluye, por un lado,
ble de los objetos observados. Distintos sus cualidades intrínsecas desde un
DXWRUHV &XOOHQ  $UQKHLP  enfoque sensorial. “&

 

%DLOO\  /\QFK  7\UYlLQHQ 


 


 

 

 \%ULFHxR\*LO D¿UPDQ 






que las experiencias estéticas tienen una  



 


 


Vol. 50(2) 2009, julio-diciembre 225


Briceño Ávila M.

&



 

H[SUHVLyQGHVXVLJQL¿FDGRDWUDYpVGHOD
 


 



actividad y carácter utilitario.
 

 





'

Ian McHarg (2000) asocia el sistema
 

 

  


de valores sociales con los procesos na-
  
 

  

turales, en donde la tierra, el aire y los
 
 
 


recursos hidrológicos son indispensables



 

 para la vida humana. Para este autor, ta-
 / (Briceño y Gil, 2005). Por otro les valores deben preceder a las indica-
lado, las condicionantes de tipo social y ciones sobre el uso de los recursos natu-
cultural, en el sentido que la experiencia rales para asegurar su óptima utilización
estética que se tiene del paisaje, supone y consecuentemente la mejora de esos
y/o representa la satisfacción de alguna valores sociales. De hecho, la evaluación
necesidad.
del paisaje tiene una estrecha relación
El estudio del paisaje como represen- HPRFLRQDOFRQODVUHVSXHVWDVSVLFR¿VLR-
tación considera la percepción que tienen lógicas, en donde las preferencias sobre
los habitantes de su propio medio, su ma- el medio ambiente son vistas como una
\RURPHQRULGHQWL¿FDFLyQFRQHOPLVPR parte sustancial de la base genética evo-
las formas de apropiación simbólica del OXWLYD 7\UYlLQHQ
 , 2003). La mayo-
espacio. La adjudicación de un valor es- UtDGHODVSHUVRQDVSUH¿HUHQORVSDLVDMHV
tético tiene una connotación espacial y urbanos cuya calidad estética está aso-
temporal, social, cultural, histórica y eco- ciada a aquellos que poseen abundante
lógica, a la vez que está determinada por agua y vegetación. Esta valoración “…
la naturaleza de quien observa, sus capa- 
 

 



cidades, conocimiento, educación, expe-  


  


riencias pasadas, nivel socio económico,  
0  1

0   1
 

edad, sexo, etc. 
 
  


El valor estético implica determinar 


 




los diversos elementos del paisaje urbano 



  

 
 
que son objeto de tal valor; ello incluye  



 ” (Rodrí-
los construidos y no construidos, natu- JXH]* 9HU¿JXUDWRPDGD
rales o no. Del valor estético perceptual de Suescún y Villavona (2008).
habrán de estudiarse cualitativa y cuan- Además de las preferencias naturales
titativamente, los elementos visuales que y entendiendo la fortaleza de estas con-
FRQ¿JXUDQ HO SDLVDMH XUEDQR GHVGH VX sideraciones, las comunidades pueden
composición y diseño (buscando la arti- XWLOL]DUVXVSURSLRVYDORUHVLGHQWL¿FDQGR
culación de los elementos del paisaje bajo ]RQDVOXJDUHVHGL¿FLRVRHVSDFLRVVLQJX-
principios de diseño como orden, unidad, lares especialmente apreciados e incor-
balance, proporción, escala, jerarquía, si- porarlos al sistema de valores.
metría, ritmo, contraste, contexto, deta- Así como es evaluado el espacio pú-
lles, textura, armonía y belleza) hasta la blico y su utilización desde el paisaje en

226 Revista Geográfica Venezolana


El valor estético y ecológico del paisaje urbano..., 213-233

Figura 2. Incorporación al sistema de valores sociales de abundantes espacios públicos verdes

algunas ciudades de Chile, en otros paí- 3DUDODSODQL¿FDFLyQ\GLVHxRGHiUHDV


ses de Latinoamérica como Brasil y Costa urbanas, la integración de diferentes
Rica, la sustentabilidad aporta elementos grupos de usuarios es fundamental. Un
que informan al investigador sobre la método para la integración de los puntos
segregación residencial socioeconómica de vista de los residentes está basado en
producida en el espacio metropolitano. HO HQIRTXH GH SODQL¿FDFLyQ HVWUDWpJLFD
(VWXGLDUODFRQ¿JXUDFLyQItVLFDGHOWHUUL- participativa, que ofrece a los residentes
torio, permite determinar los patrones de ORFDOHVODRSRUWXQLGDGGHLQÀXLUHQODIRU-
ORVDVHQWDPLHQWRVFRQIRUPHDODVXSHU¿- ma en que se gestiona el paisaje urbano
cie habitada. Se sugiere, entre otras, to- en sus inmediaciones.
mar medidas de accesibilidad en cuanto (Q HO SURFHVR GH SODQL¿FDFLyQ ORV
a distancia recorrida y tiempo invertido, participantes o interesados, como los
así como medidas para la homogeneidad llamáramos anteriormente, expresan
y heterogeneidad del paisaje. Es posible sus expectativas y preferencias, con fre-
incidir sobre las inequidades en relación FXHQWHV FRQÀLFWRV GH RSLQLyQ VREUH OR
con el medio físico y, para ello, resulta TXHFRQVLGHUDQGHVHDEOH(VWRVFRQÀLFWRV
esencial incorporar los elementos del suelen ser causados por diferentes actitu-
paisaje, los contenidos urbanos y la fami- des y valores que la gente tiene hacia el
liaridad nacida de la costumbre. paisaje urbano. La participación es nece-
saria para hacer frente a la intensidad y

Vol. 50(2) 2009, julio-diciembre 227


Briceño Ávila M.

condiciones desfavorables de los usos del sido demostrado que para los niños, los
suelo, cuestiones de seguridad y motivos lugares naturales estructuralmente diver-
estéticos, pero también para obtener in- sos son más inspiradores e imaginativos,
formación sobre las raíces culturales que incluso cuando se les compara con un
conducen el comportamiento; es decir, OXJDUELHQRUJDQL]DGRGHMXHJRV 7\UYlL-
ODV WUDGLFLRQHV TXH KDQ LQÀXLGR HQ OD nen, 
 , 2003). También las preferen-
FRQ¿JXUDFLyQGHOSDLVDMHXUEDQR(QRFD- cias son evaluadas a través de sus modos
siones, las preferencias dependen más de HVSHFt¿FRVGHXWLOL]DFLyQSRUHMHPSORXQ
las reacciones afectivas que de cualquier residente que observa un bosque a través
conocimiento basado en operaciones ló- de la ventana de su residencia, reacciona
gicas, en donde la percepción visual no de manera diferente que un visitante.
necesariamente se corresponde con las El valor ecológico del paisaje urbano
ideas preconcebidas. está estrechamente vinculado al uso y
Las preferencias estéticas sobre los consumo de los recursos naturales, den-
elementos o escenas del paisaje urba- tro y fuera del contexto de zonas urbanas.
no se vinculan con las características de Se origina y evoluciona como sistema, en
fondo de los evaluadores, esto es, sexo, la interfase naturaleza-sociedad. Consti-
edad, educación, lugar de nacimiento y tuye un concepto social complejo y abier-
de residencia, entre otras. Los resulta- to, que varía espacial y temporalmente,
dos de tales evaluaciones se pueden cua- de acuerdo a las aspiraciones humanas y
OL¿FDU \ FXDQWL¿FDU D WUDYpV GH PpWRGRV a la satisfacción de las necesidades bási-
estadísticos, cuyos resultados incluyen cas.
las respuestas con base en las preferen- En el paisaje urbano se evidencian la
cias visuales (belleza escénica del paisaje, salud, bienestar y calidad de vida de los
FRQWUDVWH GH HVFHQDV PDO R ELHQ SODQL¿- habitantes así como la salud del medio
FDGDVFDUHQWHVGHSODQL¿FDFLyQRHQPDO que le sirve de soporte, el natural, esto es
HVWDGR \ODPRGL¿FDFLyQTXHVHLQWURGX- una condición para el urbanismo actual
ce en ellas, dadas las características de y futuro.
los evaluadores. Por tanto el paisaje urbano ideal in-
Las preferencias individuales pueden tegra la naturaleza al hombre y a su sis-
HVWDUWDPELpQLQÀXHQFLDGDVSRUIDFWRUHV tema de valores, bajo los principios de
tales como la accesibilidad, visibilidad y la ecología en sus elementos naturales y
la seguridad del paisaje o elementos del construidos, materiales e inmateriales.
mismo. Los distintos estudios mantienen Para lo cual es fundamental reconocer y
la tesis que el conocimiento incide en el establecer la interrelación del contexto
grado de aceptación de un determinado jerárquico de componentes, las fronteras
paisaje. Por ejemplo, los bosques urba- ecológicas, la integridad ecológica, las
nos se consideran más como una parte bases de datos, un mayor control y una
del entorno de vida, y como principal gestión adaptativa, la cooperación y los
proveedor de actividades recreativas. Ha cambios organizativos.

228 Revista Geográfica Venezolana


El valor estético y ecológico del paisaje urbano..., 213-233

5. Consideraciones finales peso económico para el municipio. No


obstante, hay soluciones en las que la co-
Se ha hecho énfasis en que la calidad laboración con la naturaleza contribuye a
estética y el valor ecológico del paisaje procesos de gestión que reducen notable-
urbano dependen de sus características mente la factura sobre la conservación de
intrínsecas y el proceso de percepción espacios verdes.
que estas características evocan en un ser Cada vez más la teoría urbanística se
humano. inclina a la defensa y colaboración con
Puede ser que los valores estéticos la naturaleza. Aun cuando el respeto a la
sólo suban en importancia y considera- vocación del territorio y del medio natu-
ción cuando los intereses prácticos o eco- ral ha sido un objetivo secundario de la
nómicos no sean los únicos motivos de SODQL¿FDFLyQ HO XUEDQLVPR DFWXDO SUR-
orientación para una evaluación. Tales mueve una mayor sensibilidad hacia el
consideraciones contribuyen a incentivar medio natural y rural, reconociendo los
ODFDOL¿FDFLyQGHORVSDLVDMHVFRQUHODFLyQ aportes de la Geografía y de la Ecología.
a los valores que les atribuyen las partes Otro aspecto importante es el referido
interesadas, de acuerdo a lo expresado en a la educación ciudadana sobre el medio
el Convenio Europeo del Paisaje (2000). ambiente, preferentemente a una edad
El Comité del Patrimonio Mundial su- temprana, si se desea que el público en
giere además la necesidad de reconocer general acepte el sonido de la naturaleza.
los valores asociativos de los paisajes para Cualquier cambio en las actitudes y valo-
las poblaciones locales, y la importancia res hacia lo natural en la ciudad, requiere
de proteger la diversidad biológica me- largos períodos de tiempo. Se considera
diante la diversidad cultural en los paisa- que la naturaleza debe estar presente
jes culturales. Más que para protegerlos desde la concepción de la ciudad como
se trata de incrementar esos valores. aspecto material y como hecho simbólico,
Desde los valores sociales es necesa- esto nos acerca a algunos principios de la
rio incorporar una buena red de espacios ecología, su integridad, interrelaciones y
públicos verdes en los proyectos urbanos. a ubicar al hombre como parte integrante
Aún cuando en el pasado el estándar ur- del ecosistema.
banístico se ha resuelto con la creación El potencial para desarrollar lo natu-
de grandes parques aislados, sin optimi- ral, depende del tamaño y la presión del
zar la continuidad de los corredores ver- visitante en el uso de áreas forestales ur-
des para el mejor funcionamiento de los banas. Cuanto más fragmentadas están
espacios abiertos, hoy en día los munici- estas áreas en la estructura de la ciudad,
pios temen el exceso de zonas verdes por HV PiV LPSRUWDQWH XQD EXHQD SODQL¿FD-
su responsabilidad futura en su manteni- ción y gestión para mantenerlas viables
miento. El inadecuado diseño y la erró- y atractivas. Cuanto más pequeño es el
nea ubicación pueden hacer que, efecti- tamaño de un área natural urbana, más
vamente, ese mantenimiento suponga un difícil es llegar a la diversidad ecológica,

Vol. 50(2) 2009, julio-diciembre 229


Briceño Ávila M.

pues se trata de buscar una relación de vención y, por otra, la viabilidad econó-
convivencia en armonía con la natura- mica de las actividades y procesos que
leza. Cuidar este patrimonio, procurar y afectan al paisaje. La dimensión  
generar las condiciones para conocer la , que incorpora ideas de biodiversidad,
biodiversidad, incrementa la calidad de ecosistema, equilibrio y límites como fac-
vida humana y permite atesorar cada va- tores de interpretación de las dinámicas
ORULGHQWL¿FDGRGHOSDLVDMHSURIXQGL]DQ- del paisaje, entendiéndolo en continui-
do el sentido de pertenencia de las comu- dad con lo natural. Tal situación favorece
nidades urbanas. la interpenetración de la naturaleza en
En el Foro Urbano del Paisaje (Verda- el tejido urbano a través del sistema de
guer, 2005) se sugieren algunas conclu- espacios libres. El objetivo es incremen-
siones que pueden orientar la discusión tar no sólo la diversidad, sino el grado de
y actitud frente al concepto mismo en los complejidad dentro del sistema urbano
actuales momentos. En primer lugar, la medido en términos de información. Los
QHFHVLGDG GH UHGH¿QLU \ UHHTXLOLEUDU ORV valores naturales, desde esta perspectiva,
componentes del concepto de paisaje ur- se entienden como íntimamente ligados
bano, desde su dimensión , que a la dimensión socio-cultural. Y por últi-
frente a la idea estática de paisaje urbano mo la dimensión    , que
como algo que se contempla, antepone la frente al énfasis tradicional del paisaje
idea de escena urbana o paisaje habitado como elemento pasivo a contemplar y
como espacio que se vive y se experimen- admirar, hace hincapié en la idea del pai-
ta con todos los sentidos. La dimensión
saje como elemento activo y dinámico,
     , en donde frente a la idea como proceso de incertidumbre en el que
del paisaje como elemento exclusiva- intervienen multitud de factores, desde
mente identitario y patrimonial ligado los económicos y socio-culturales hasta
a la idea de excelencia visual, coloca la los urbanísticos y ambientales.
idea de que los elementos clave de iden- En segundo lugar, la necesidad de pro-
tidad pueden estar presentes también teger el paisaje existente y de responder
hasta en aquellas partes del territorio, en con nuevas intervenciones a los procesos
apariencia, desprovistas de valores. La acelerados de degradación y transforma-
dimensión  ' , que con- ción, en el sentido de protegerlo para in-
FHGH SULPDFtD DO VLJQL¿FDGR HFRQyPLFR tervenirlo e intervenirlo para protegerlo.
GHOSDLVDMHD¿QGHSRGHUDUWLFXODUQXHYDV En tercer lugar, la gestión del paisaje y la
formas de intervención sobre el mismo. necesaria vinculación e interrelación de
(VWH VLJQL¿FDGR HFRQyPLFR GHEH WHQHU los distintos niveles administrativos. Se
presente, por una parte, la interpretación requiere un enfoque multidisciplinar y
del paisaje como escenario y expresión de supralocal, con capacidad de articulación
ORVFRQÀLFWRVHQWUHLQWHUHVHVFRQWUDSXHV- y de establecer cambios legislativos a
tos, lo cual evidencia el aspecto político, SDUWLUGHGLVWLQWDV¿JXUDVFRPRODSURWHF-
al momento de plantear cualquier inter- FLyQODUHFXSHUDFLyQODUHFXDOL¿FDFLyQR

230 Revista Geográfica Venezolana


El valor estético y ecológico del paisaje urbano..., 213-233

creación de nuevos valores. Por último, es ANTROP, M. 2006. 3  


4

necesaria la implicación ciudadana en la   


 

 5 Landsca-
gestión del paisaje, porque la defensa de pe and urban planning. 
los valores de un territorio sólo es posible $51+(,0 5  La forma visual de la
si existe una participación directa de la Arquitectura. Editorial Gustavo Gili. Bar-
comunidad. La premisa según la cual el celona-España. 229 p.
paisaje se construye colectivamente en %$,//<$La percepción del espacio
la realidad y en el imaginario, se puede urbano. Colección Nuevo Urbanismo. Ins-
lograr a través de la comprensión de la tituto de Estudios de Administración Local.
compleja red de interrelaciones horizon- Madrid-España. 326 p.
tales entre los ciudadanos. BORJA, J. 2002. &
 
 




Reconocer la importancia del paisaje  
'. Curso: El Marketing
como continuidad de lo natural y cons- como estrategia de desarrollo metropolita-
truido, así como resituar el papel del no. Donosita-España. 50 p.
hombre en esa relación, sienta las bases BRICEÑO, M y B. GIL. 2005. - 



de cualquier actuación que busque la sus- . 5HYLVWD*HRJUi¿FD9HQH]R-


tentabilidad urbana. lana. 46 (1): 11-33.
CENTRO DE LAS NACIONES UNIDAS PARA
LOS ASENTAMIENTOS HUMANOS (CNU-
6. Agradecimientos AH). 2001. 6 
 





 

  New York: UN-Hábitat.
La autora agradece al ingeniero Arnoldo >2Q OLQH@ KWWSZZZFLQXRUJP[WHPDV
José Gabaldón, profesor del seminario desarrollo/dessocial/asentamientos/asenta-
‘Desarrollo Sustentable’ del Programa mientos.htm. (Consultado en julio, 2008).
de Doctorado en Ciencias Humanas de la CHENOWETH, R. and P. GOBSTER. 1990. 7 

Universidad de Los Andes, en cuyo mar-  



 

 


co se produjeron las primeras ideas de 


 
. Landscape Journal.
este artículo. También se agradece a los 9(1): 1-9.
iUELWURVGHOD5HYLVWD*HRJUi¿FD9HQH]R- CONSEJO DE EUROPA. 2000. - 
 
lana, por sus valiosas observaciones para  

  6HFUHWDUtD *HQHUDO
mejorar este trabajo. Florencia-Italia. (20 de octubre).
&8//(1 *  El paisaje urbano: tra-
tado de estética urbanística. Editorial
7. Referencias citadas Blume, Barcelona-España. 200 p.
EDUM-FOTWE F.T. and A.D.F. PRICE. 2008.
ANTROP, M. 2000. 2 


"
 
 
 

 
 

 

 

   
 


 >2Q OLQH@ KWWSOLEUDU\ZXU   International Journal
nl/frontis/landscape_research/03_antrop. Project Management, Article in Press.
pdf. (Consultado en mayo, 2008) doi:10.1016/j.ijproman.2008.04.003

Vol. 50(2) 2009, julio-diciembre 231


Briceño Ávila M.

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8
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abril, 2008).

 

  International Jour- 5$323257$Aspectos de la calidad
nal of Social Science. 53 (2): 219-229. del entorno. Publicaciones del Colegio
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0$7682.$ 5 + DQG 5 .$3/$1  6-2%(5* *  El origen y evolución
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4
de la ciudad, en la ciudad, su origen,
" 

&

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crecimiento e impacto en el hombre.
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232 Revista Geográfica Venezolana


El valor estético y ecológico del paisaje urbano..., 213-233

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