Hay cosas mucho más importantes que las que ves en el espejo.
¿TÚ QUÉ HARÍAS?
Imagina esta situación: cuando Julia se mira en el espejo, se ve supergorda. “Tengo que adelgazar”, piensa. Y eso que sus padres y sus amigos le dicen que está tan flaca como un fideo. Julia lleva un tiempo pensando en tomar medidas drásticas para perder “solo” un par de kilos (unas cinco libras). Lo único que tiene que hacer es pasar hambre unos días... Si te sintieras como Julia, ¿qué harías? PÁRATE A PENSAR No está mal que te preocupes por tu físico. De hecho, la Biblia destaca la belleza de varios hombres y mujeres, como Sara, Raquel, José, David y Abigail. Por ejemplo, de una mujer llamada Abisag se dice que era “hermosa en extremo” (1 Reyes 1:4). Sin embargo, muchos jóvenes están obsesionados con su apariencia. Y esto les puede causar graves problemas. Piensa en lo siguiente: • En un estudio, el 58% de las chicas afirmaban tener sobrepeso, cuando en realidad solo el 17% de ellas lo tenían. • Otro estudio realizado entre mujeres que estaban por debajo de su peso ideal reveló que el 45% de ellas creían estar gordas.