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Erik Satie, fue un anti arte en el sentido que su idealismo era un arte que no sea tradicional,

aunque más que no sea tradicional hablamos de que no estaba de acuerdo con la idea que el arte
se encierre en una burbuja, por lo cual Satie con sus obras trata de demostrar un estilo artístico
con una textura diferente.

Entre los personajes que Satie crea en su ballet Parade hay uno que en mi caso me llamó mucho la
atención era la niña que hace un ballet que no forma parte de la alineación perfecta de lo que
conocemos como ballet si no que su textura es más infantil, se despoja de la elegancia y lo
proyecta con movimientos entorpecidos y muy exagerados, aunque en partes de un personaje
infantil pasa a ser un personaje como una muñeca, pasa de movimientos exagerados a
movimientos muy cortos y sin flexibilidad.

En cuanto a la música, el acompañamiento del motivo del personaje en mención se hace con una
máquina de escribir el cual se podría decir que no es un instrumento musical, pero ahí está
retratado lo que quiere Satie, sacar de esa burbuja al arte en si, con un acompañamiento como el
de un circo afirma la textura infantil del personaje, y con el juego entre los vientos la percusión y
las cuerdas se hace manifiesta esa sensación de que se esta no solo en un circo sino también en
una casa de muñecas.

Se podría ver en primer plano como si fuera fácil analizar los personajes de este artista, pero al
meternos más en la obra escucharla varias veces ver los personajes estos cobran sentidos
diferentes, claramente es una niña pero el personaje también hace referencia a una muñeca, no
podría definirlo con exactitud pero para mí esa es la finalidad de Satie, ir en contra de algo
estructurado y complicado, y hacerlo algo sencillo pero con un toque abstracto en el sentido de
que es sencillo escucharlo y verlo pero un poco confuso al momento de ponerle un referente a los
personajes a base de la música.

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