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Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado

Decanato Experimental de Humanidades y Artes


Licenciatura en Artes Plásticas
Barquisimeto - Estado Lara

Degas
La Clase de Danza

Rivero Urama

Barquisimeto Noviembre, 2018


Las imágenes captadas por el sentido de la vista juegan con el entorno
psicológico que vive cada persona, y los artistas plásticos buscan expresar esas
ideas que nacen en su psique para dejarlas salir y mostrar al mundo su percepción
visual. Cabe destacar que en 1874 se crea el movimiento impresionista, en el cual
los artistas buscaban plasmar en sus pinturas aquello que sus ojos podían apreciar,
justo por un tiempo determinado.

Degas fue un artista impresionista que a diferencia de otros artistas de su


mismo período no se motivó a retratar paisajes, él prefirió retratar instantes del
movimiento presentes en el teatro, mediante la representación de bailarinas y
orquestas sinfónicas. Entre sus obras más destacadas se encuentra “la clase de
danza”(1871-1874), un óleo sobre lienzo en el que es ambientado un salón de clase
de ballet, dentro del cual se visualizan 16 bailarinas, vestidas con su tutú y sus
zapatillas. Un hecho que caracterizó muchas de sus obras, incluida la mencionada
anteriormente fue “…lo improvisto del enfoque, la manera como el tema surge en el
borde del cuadro en vez de ocupar el centro, como se hacía tradicionalmente, y la
evidente importancia que da a los primeros planos, rechazando el fondo hacia un
espacio muy lejano.”(pág. 40) aspecto señalado por Cogniat (1968) en su libro
“Degas”.

Es interesante resaltar el detalle que Degas agrega en cada bailarina,


dibujándolas con pulsera, vestidas con lazos en la cintura, abanico, e incluso unas
flores adornan los moños en sus cabezas, de hecho se visualiza en un primer plano
la imagen de una bailarina que está rascándose la espalda, y a su vez también da
la espalda al espectador y se encuentra sentada sobre un piano, cuya imagen indica
que habían personas adineradas en el ámbito teatral, porque en el siglo XIX muy
pocas personas tenían acceso a los pianos.

Si se baja la mirada se observa un perrito terrier a la misma altura de los pies


de una bailarina. Consecutivamente, en la esquina inferior izquierda de la obra,
delante de una de las patas del piano. se observa una jarra metálica, como objeto
presente en las clases de ballet.

En el centro de la obra se observa la imagen de una bailarina a punto de


bailar, preparada y de pie en el salón de ensayos, observando a su profesor y
siguiendo sus indicaciones; alrededor de la cual se hallan otras en espera de su
turno para bailar.

En seguida, acompañando la imagen central pero un poco más a la derecha


se halla al profesor de baile, un hombre de cabello canoso, vestido con una
chaqueta y un pantalón de color gris, quien usa un bastón para apoyarse mientras
les da instrucciones a las bailarinas. Sin embargo, dibujado detrás del profesor, está
la imagen de una bailarina de pie y lleva unas pulseras en su brazo derecho, más
no está observando al profesor mientras él habla, hecho que evoca a un salón de
clases de manera natural y realista.

Asimismo, de manera casi centrada se muestra el gran espejo del salón de


baile, el cual es rígido y lleva a la vista a realizar un recorrido visual hacia la parte
superior de la obra. El espejo es un objeto fundamental en un salón de baile, ya que
por su amplitud permite reflejar gran parte de la habitación para los ensayos de las
bailarinas y, la luz natural que llega desde sus ventanas

Al fondo del salón se observan un grupo de bailarinas, algunas sentadas y


otras de pie, como hablando entre sí, y junto a ellas se halla la figura de una mujer
vestida con un suéter rojo con negro, y hace alusión a los representantes que van
a acompañar a sus hijas a las prácticas de ballet

La escena planteada en la obra va en perspectiva, que se orienta por la


dirección que toma el techo, las paredes y las maderas del suelo desde el lado
inferior izquierdo de la obra, con mayor volumen y van disminuyendo de tamaño
hacia el lado derecho, creando la sensación de profundidad; espacio dentro del cual
las bailarinas forman un semicírculo en torno al profesor, quien está dando alguna
indicación.

Degas también se ve interesado por las estampas japonesas y de ellas


asimila lecciones que aplica en su obra, así lo indica Cogniat (ob. cit.) “…sabe hallar
un equilibrio sensible entre el espacio vacío y el espacio ocupado, apartando el
principio de simetrismo…para sustituirlo con unas relaciones más sutiles entre los
volúmenes.” (pág. 45)

En esta obra el artista no deja de mantener un equilibrio visual, que permite


dar a la obra un recorrido completo, y valorar cada detalle tomando los descansos
apropiados que transmiten los espacios vacíos y carentes de objetos, ya que el
artista quería reflejar un momento del día, de la rutina, algo nada excepcional; con
las luces penetrantes del día desde las grandes ventanas. Es por ello que las
bailarinas no están danzando en el escenario, están con su instructor de baile y,
cada posición tomada por las bailarinas en la obra indica cómo el artista las veía,
cómo las quería retratar en su cotidianeidad, de brazos cruzados, sentadas, con sus
representantes, sin importar que dieran la espalda al espectador, lo importante era
la impresión que emanaban del día a día.
Anexos
Bibliografía

Cogniat R(1968)Degas.Italia.EdicionesDaimon.

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