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Nombre del trabajo: RESUMEN DEL LIBRO “LOS TITULOS DE CREDITO PARTE
GENERAL, PEDRO ASTUDILLO URSÚA”.
Campus: TUXTLA
Semestre/Cuatrimestre: SEPTIMO
Tabla de contenido
Capítulo I: ................................................................................................................................................................. 3
Capítulo IV:............................................................................................................................................................... 9
Capítulo V: .............................................................................................................................................................. 12
Capítulo VI:............................................................................................................................................................. 13
Capítulo VIII:.......................................................................................................................................................... 16
Capítulo X: .............................................................................................................................................................. 18
Capítulo I:
Abstracción: significa que la obligación del título desde el principio, no está dirigida a
una persona determinada, sino a cualquier poseedor, con el fin de facilitar la circulación
del documento.
Este capítulo habla acerca de las excepciones que pueden oponerse a las acciones
derivadas de los títulos de crédito.
Pedro Astudillo expone dos clasificaciones, la primera del maestro Cervantes Ahum
Operaciones de Crédito en tres clases:
3.- Las que se derivan de una relación personal entre el actor y el demandado.
La teoría contractual: Según esta teoría el origen del derecho estaría en el contrato que
concretaron voluntariamente los hombres, para pasar del "estado de naturaleza" al
"estado de sociedad ". Algunos autores interpretaron esta teoría como si
el contrato hubiera sido una realidad histórica, pero, indudablemente,
la interpretación correcta de la teoría pactista y así lo entendió el mismo Rousseau-
consiste no en tomarlo como una realidad histórica, sino en considerar que la sociedad,
o más propiamente el estado debía organizarse como si realmente hubiera tenido
origen en un contrato. Como consecuencia, surgía la necesidad de respetar
ciertos derechos fundamentales del hombre, que es precisamente
la finalidad política que perseguía Rousseau con su famosa teoría.
Teorías unilaterales: Estas teorías tienen muchas direcciones, pero el punto coincidente
es que los títulos de crédito no devienen de un contrato, pero en algunas de estas
teorías, se acusa un sentido civilista.
Son títulos nominados o típicos o títulos innominados. Son títulos típicos los que se
encuentran reglamentados en forma expresa en la Ley, como la Letra de Cambio y el
Pagaré. Son Títulos innominados aquellos que sin tener una reglamentación legal
expresa han sido consagrados por los usos mercantiles.
Según su objeto:
Títulos Personales: también llamados corporativos, que son aquellos cuyo objeto
principal no es un derecho de crédito, sino la facultad de atribuir a su tenedor una
calidad personal de miembro de una sociedad. De tal calidad derivan derechos
de diversas clases: políticos, patrimoniales, etc.
Títulos Reales: de tradición o representativos, que son aquellos cuyo objeto principal
no consiste en un derecho de crédito, sino en un derecho real sobre la
mercancía amparada por el título. Por esto se dice que representan mercancías.
Según la sustantividad
Este criterio los divide en principales y accesorios. Siendo éstos últimos los que
dependen de otro título de crédito “principal”, como el caso de los cupones de las
acciones en la Sociedad Anónima.
Según su circulación
Títulos a la orden: Son títulos a la orden aquellos que, estando expedidos a favor de
determinada persona, se trasmiten por medio del endoso y de la entrega misma
del documento.
Puede ser que siendo el título a la orden por su naturaleza, algún tenedor desee
que el título ya no sea transmitido por endoso y entonces podrá inscribir en el
documento las cláusulas “No a la orden” “no negociable” u otra equivalente. (Art.
25)
Según este criterio los títulos pueden ser de eficacia procesal plena o limitada. En el
primer caso encontramos a la letra de cambio y al cheque, porque no necesitan hacer
referencia a otro documento o a ningún acto externo, para tener eficacia procesal plena,
basta exhibirlos para que se consideren por sí mismos suficientes para el ejercicio de la
acción en ellos consignada; pero hay otros títulos de crédito cuyos elementos cartulares
no funcionan con eficacia plena, como el cupón adherido a una acción de una sociedad
anónima. Cuando se trata de ejercitar los derechos de crédito relativos al cobro de
dividendos, habrá que exhibir el cupón y el acta de la asamblea que aprobó el pago de
los dividendos. Por eso se dice que el cupón es un título de eficacia procesal limitada o
incompleto, y para tener eficacia, necesita ser complementado con elementos extraños,
extracartulares.
Otra distinción se da entre los títulos creados por el Estado (a los que suelen llamarse
públicos) y los creados por particulares (a los que se denominan privados).
Se puede definir como el medio de transmitir los títulos a la orden, quien transmite el
título se llama endosante, quien lo adquiere endosatario.
Los títulos nominativos serán trasmisibles por endoso y entrega el título mismo, sin
perjuicio de que puedan trasmitirse por cualquier otro medio legal.
La trasmisión del título nominativo por cesión ordinaria o por cualquier otro medio legal
diverso del endoso, subroga al adquirente en todos los derechos que él título confiere;
pero lo sujeta a todas las excepciones personales que el obligado habría podido oponer
al autor de la trasmisión antes de esta. El adquirente tiene derecho a exigir la entrega
del título.
Los títulos de crédito pueden trasmitirse por recibo de su valor extendido en el mismo
documento, o en hoja adherida a favor de algún responsable de los mismos, cuyo
nombre debe hacerse constar en el recibo. La trasmisión por recibo produce los efectos
de un endoso sin responsabilidad.
Este capítulo habla de los títulos de crédito al portador, explicando que son aquellos
que circulan mediante la simple exhibición y entrega de los mismos, por ser suficiente
para la legitimación del tenedor frente al deudor la simple tenencia del título; el deudor
tiene el derecho y el deber de pagar a quien le presente el título de crédito sin mayores
investigaciones respecto a si quien exhibe el título es el titular del derecho en él
consignado o si obra por encargo de él.
Lo anterior lo explica la ley diciendo que: son títulos al portador los que no están
expedidos a favor de personas determinada, contengan o no la cláusulas “al portador”
(art. 69 de la Ley).
Entre todas las clases de títulos de crédito esta es la más difundida por ser,
indudablemente, la que presta mayores facilidades para las transacciones mercantiles.
Los títulos al portador tienen en sí mismos su fuerza legitimadora, es ésta la que los
caracteriza puesto que la misma ley establece como uno de sus caracteres el de no
estar expeditados a favor de persona determinada y, por otra parte, como segundo
carácter, el de que han de hacerse efectivos a cualquiera que los presente; se
complementara la figura jurídica de estos documentos cuando la ley establece que su
transmisión se hará por la simple tradición (entrega).
La ley también establece que los títulos al portador que contengan la obligación de
pagar alguna suma de dinero no podrán ser puestos en circulación sino en los casos
conforme a las reglas expresamente establecidas por la ley. Quien contraríe esta
disposición será castigado por los tribunales federales y los documentos que expida no
producirán efectos como los títulos de crédito (art. 72 de la Ley).
Los títulos al portador solo pueden ser reivindicados cuando su posesión se pierde por
robo o extravío y únicamente están obligados a restituirlos o devolver las sumas que
hubieren cobrado, quienes lo hallaron o sustrajeron o los tenedores de mala fe (art.73
de la Ley). Quienes hayan sufrido la pérdida o robo de un título al portador pueden pedir
Ahora bien, se ha mencionado que la carta de porte o la guía aérea que también
amparan mercancías deben ser consideradas como títulos de crédito. La respuesta
sería que como ninguna de las leyes que rigen el contrato de transporte en esos medios
lo establecen así, como un título representativo, debemos negarles esa naturaleza,
siendo la excepción la propia Ley de Navegación y Comercio Marítimos, que si lo hace
con el conocimiento de embarque, como ya referimos anteriormente.
En este capítulo explica el procedimiento para los casos de extravíos o robos de títulos,
que hay que hacer, como se debe de proceder y quienes deben de interactuar. La ley
admite que en determinadas situaciones pueda ejercitarse el derecho literal sin el título:
tal sucede en los casos de robo, extravío, destrucción, mutilación o deterioro grave.
“Justo es, dice TENA, que al poseedor constituido en la imposibilidad de exhibirlo (el
título), porque sin su voluntad ha llegado a faltarle, se le otorgue algún medio de hacer
efectivo su derecho, si bien cuidando de que no vengan a lesionarse los derechos de
terceros de buena fe que hayan entrado en la vía legal en la posesión del título.”
La ley prevé dos medios para conseguir tales fines: la reivindicación y la cancelación.
Los títulos de créditos impropios, también conocidos como títulos de legitimación, tienen
la principal característica reside en que el deudor puede efectuar la prestación con
eficacia liberatoria a quien le presente el documento, el que se legítima como titular del
derecho originario. Se trata de documentos meramente probatorios que comprueban la
causa de la obligación legitimando, además, a su poseedor como titular
del derecho respectivo. Las tarjetas débito, las tarjetas prepago, los bonos Sodexho
Pass, las transferencias electrónicas, corresponden a los denominados por la doctrina
títulos de legitimación o títulos impropios. También, los vales de restaurante, canasta,
cine, tiqueteras, y en general, todo instrumento electrónico recargable y similares que
ofrece el comercio de bienes y servicios, son mecanismos utilizados en el tráfico
mercantil para demostrar que su poseedor es titular de un derecho y no se enmarcan
en la definición de título-valor. Estudiando estos títulos impropios, Ascarelli nos
proporciona una síntesis adecuada:
c) el deudor puede cumplir la prestación a favor del legitimado, salvo que pruebe
que el legitimado no es el titular originario ni un cesionario de este;
d) el pago efectuado de este modo libera al deudor, salvo dolo o culpa grave;
Aquí hablamos del aval, su concepto, las características del aval, fecha de vencimiento
entre otras cosas. En virtud del aval se garantiza en todo o en parte el pago de la letra
de cambio. La persona que realiza el pago se llama avalista; aquella por quien se
presta el aval recibirá el nombre de avalado.
1. La expresión "por aval". Es un requisito no esencial pues puede ser sustituida por
otras expresiones similares.
2. Nombre del avalado. Es importante que el avalista se cercioré del nombre del
avalado, esto es, de la persona por quien lo da. Si no se estableciera se entenderá que
garantiza las obligaciones del obligado directo y en el caso de la letra de cambio, del
girado.
4. Lugar en que se da el aval. Debe establecerse para fijar la autoridad judicial que
corresponda ventilar las obligaciones del avalista.
En este capítulo habla acerca del pago, quien debe hacerlo, como se debe de hacer y
la forma en caso de que alguien más realice el pago. El pago es la entrega de dinero
que hace el girado al tenedor legítimo contra la entrega de la letra.
También puede hacerse por los endosantes en caso que el principal obligado (girado)
por una u otra razón no lo realiza, ya que estos también utilizaron el título.
Puede ser forma extrajudicial o voluntaria y judicial forzosa. Si la letra no es pagada por
el girado, pueden pagarla por intervención, en el orden siguiente:
II.- el recomendatorio.
III.- un tercero.
El girado que no acepto como girado, puede intervenir como tercero, con preferencia a
cualquier otro que intervenga como tercero.
El pago por intervención debe hacerse en el acto del protesto o dentro del día hábil
siguiente, y para que surta los efectos previstos en esta sección, el notario, el corredor
o la autoridad política que levanten el protesto lo harán constar en el acta relativa a
este, o a continuación de la misma.
El que paga por intervención deberá indicar la persona por quien lo hace. En defecto de
tal indicación, se entenderá que interviene en favor del aceptante y, si no lo hubiere, en
favor del girador.
El tenedor está obligado a entregar al interventor la letra con la constancia del pago, y
dicho interventor tendrá acción cambiaria contra la persona por quien pago, y contra los
obligados anteriores a esta.
El último capítulo habla acerca del Protesto, el cual es un documento donde se protesta
por la falta de aceptación o la falta de pago. Protestar un documento consiste en
formular un escrito llamado Acta de Protesto, en el que se haga constar que el titulo fue
presentado para su aceptación o pago sin haberse logrado.