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Nombre del estudiante: I. P. P.

Nombre del trabajo: RESUMEN DEL LIBRO “LOS TITULOS DE CREDITO PARTE
GENERAL, PEDRO ASTUDILLO URSÚA”.

Fecha de entrega: 10 DE NOVIEMBRE DEL 2015.

Campus: TUXTLA

Carrera /Prepa: LAE

Semestre/Cuatrimestre: SEPTIMO

Nombre del maestro: C.P. JOSE LUIS VELAZQUEZ RAMOS

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INDICE

Tabla de contenido
Capítulo I: ................................................................................................................................................................. 3

Capítulo II: ................................................................................................................................................................ 5

Capítulo III: .............................................................................................................................................................. 7

Capítulo IV:............................................................................................................................................................... 9

Capítulo V: .............................................................................................................................................................. 12

Capítulo VI:............................................................................................................................................................. 13

Capítulo VII: ........................................................................................................................................................... 15

Capítulo VIII:.......................................................................................................................................................... 16

Capítulo IX: ............................................................................................................................................................. 17

Capítulo X: .............................................................................................................................................................. 18

Capítulo XI: ............................................................................................................................................................. 19

Capítulo XII: ........................................................................................................................................................... 20

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RESUMEN DEL LIBRO “ LOS TITULOS DE CREDITO PARTE GENERAL, PEDRO
ASTUDILLO URSÚA".

Capítulo I:

Durante el primer capítulo básicamente habla acerca de la definición de Título de


crédito, haciendo referencia a Savigny, Brunner, Jacobi y al escritor más reciente, en
Vivante. Vivante es quien define los títulos de crédito como un documento necesario
para ejercitar el derecho literal y autónomo expresado en el mismo. Así mismo, define
que un título de crédito tiene dos funciones principales. La primer función es la de servir
de medio exclusivo de legitimación para el ejercicio del derecho en él consignado;
mientras que la segunda función es la de servir como instrumentos para la transmisión
del derecho que consignan. Asimismo, muestra los elementos básicos de un Título de
crédito, los cuales son:

Literalidad: Esta característica se refiere a que el derecho que el documento representa


debe ejercitarse por el beneficiario tal como está escrito en el título, literalmente, y en
consecuencia el obligado deberá cumplir en los terminas escritos en el documento.

Incorporación: Significa que el derecho que el documento representa esta incorporado a


él, es decir, estrechamente unido al título, sin que pueda existir el derecho separado del
documento, de tal manera, que para poder ejercer el derecho, es necesario estar en
posesión del título.

Legitimación: La legitimación es una consecuencia de la incorporación. Para ejercitar el


derecho es necesario “legitimarse” exhibiendo el título de crédito. La legitimación tiene
dos aspectos: activo y pasivo. La legitimación activa consiste en la propiedad o calidad
que tiene el título de crédito de atribuir a su titular, es decir, a quien lo posee
legalmente, la facultad de exigir del obligado en el título la obligación que en él se
consigna. La legitimación pasiva consiste en que el deudor obligado en el título de

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crédito cumple su obligación y por tanto se libera de ella, pagando a quien aparezca
como titular del documento.

Autonomía: Debe entenderse por autonomía que el derecho se ejercerá


independientemente de cualquier condición que trate de modificarlo o limitarlo, de tal
manera, que el obligado deberá cumplir su obligación sin presentar condiciones para
hacerlo

Abstracción: significa que la obligación del título desde el principio, no está dirigida a
una persona determinada, sino a cualquier poseedor, con el fin de facilitar la circulación
del documento.

Circulación: Esta característica de los títulos de crédito es la más fácil de entender,


pues consiste en que esta clase de documentos circulan trasmitiéndose de una persona
a otra mediante el endoso o mediante la entrega material del documento solamente si
se trata de documento “al portador”.

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Capítulo II:

Este capítulo habla acerca de las excepciones que pueden oponerse a las acciones
derivadas de los títulos de crédito.

Dada la importancia económica de los títulos de crédito, se consideró necesaria la


protección de los derechos de los poseedores de buena fe además de asegurar la
circulación del título, encontrándose reguladas las excepciones y defensas en el
Artículo 8° de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito y son:

a) de carácter formal de los títulos de crédito;

b) de carácter personal, que tenga el demandado contra el autor, aunque éstas


sean extrañas al título de crédito;

c) limitación de las excepciones personales, que tenga el demandado contra el


actor, en función de la autonomía de los derechos del tenedor.

Pedro Astudillo expone dos clasificaciones, la primera del maestro Cervantes Ahum
Operaciones de Crédito en tres clases:

1.- Las que afectan a los presupuestos procésales;

2.- Las que se refieren a la materialidad misma del título;

3.- Las que se derivan de una relación personal entre el actor y el demandado.

La segunda, del maestro Pallares, que señala cinco clases:

1.- Excepciones de carácter procesal;

2.- Excepciones relativas al título considerado como documento formal;

3.- Excepciones concernientes a la persona del demandado;

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4.- Excepciones relativas a la existencia de la obligación consignada en el título,
por pago, prescripción, caducidad, quita y depósito del valor de documento;

5.- Las personales que tenga el demandado en contra del actor.

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Capítulo III:

Esta teoría habla acerca de la naturaleza jurídica de la obligación consignada en un


título de crédito, hablando de tres teorías.

La teoría contractual: Según esta teoría el origen del derecho estaría en el contrato que
concretaron voluntariamente los hombres, para pasar del "estado de naturaleza" al
"estado de sociedad ". Algunos autores interpretaron esta teoría como si
el contrato hubiera sido una realidad histórica, pero, indudablemente,
la interpretación correcta de la teoría pactista y así lo entendió el mismo Rousseau-
consiste no en tomarlo como una realidad histórica, sino en considerar que la sociedad,
o más propiamente el estado debía organizarse como si realmente hubiera tenido
origen en un contrato. Como consecuencia, surgía la necesidad de respetar
ciertos derechos fundamentales del hombre, que es precisamente
la finalidad política que perseguía Rousseau con su famosa teoría.

Las teorías intermedias: estas explican que el fundamento de la obligación cambiaría en


el contrato originalmente celebrado, cuando el título no ha circulado y buscan un nuevo
fundamento cuando el título circula y llega a manos de un tercero de buena fe. Entre
estas teorías, están la de César Vivante llamada teoría dualista y la teoría de la
apariencia jurídica de Ernesto Jacobi

Teorías unilaterales: Estas teorías tienen muchas direcciones, pero el punto coincidente
es que los títulos de crédito no devienen de un contrato, pero en algunas de estas
teorías, se acusa un sentido civilista.

En nuestro Derecho, la fuente de las obligaciones que emanan de un título valor es la


voluntad unilateral de quien la creó. Así lo dispone el artículo 7 del Decreto Ley 14.701
de 1977, que establece lo siguiente: “Toda obligación incorporada a un Título Valor
deriva de la firma puesta en el mismo”.

La obligación cartular, por lo tanto, en nuestro Derecho, tiene su fuente en la voluntad


unilateral porque el título se crea y produce sus efectos, con la sola expresión de

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voluntad del firmante, sin necesidad de que su voluntad se combine con otra, que haya
de añadirse a ella para integrar un solo negocio. Quien suscribe el título valor se obliga
a una prestación frente al poseedor del título y no la subordina a ninguna aceptación ni
contraprestación. Así es a diferencia del contrato, ya que en el contrato siempre hay
una manifestación de voluntad que debe estar integrada con otra manifestación de
voluntad; en el título valor, la obligación cartular nace con una sola manifestación de
voluntad de una sola parte.

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Capítulo IV:

Este capítulo trata sobre la clasificación de los títulos de créditos.

Atendiendo a si son regidos por la ley:

Son títulos nominados o típicos o títulos innominados. Son títulos típicos los que se
encuentran reglamentados en forma expresa en la Ley, como la Letra de Cambio y el
Pagaré. Son Títulos innominados aquellos que sin tener una reglamentación legal
expresa han sido consagrados por los usos mercantiles.

Según su objeto:

Este criterio atiende al objeto, es decir, al derecho incorporado en el título de crédito.


Según éste criterio podemos clasificar los títulos en Personales, Obligacionales o
Reales.

Títulos Personales: también llamados corporativos, que son aquellos cuyo objeto
principal no es un derecho de crédito, sino la facultad de atribuir a su tenedor una
calidad personal de miembro de una sociedad. De tal calidad derivan derechos
de diversas clases: políticos, patrimoniales, etc.

Títulos Obligacionales: o títulos de crédito propiamente dichos, que son aquellos


cuyo objeto principal, es un derecho de crédito y, en consecuencia atribuyen a su
titular acción para exigir el pago de las obligaciones a cargo de los suscriptores.

Títulos Reales: de tradición o representativos, que son aquellos cuyo objeto principal
no consiste en un derecho de crédito, sino en un derecho real sobre la
mercancía amparada por el título. Por esto se dice que representan mercancías.

Según su forma de creación:

Según este criterio los podemos clasificar en títulos singulares y seriales o de


masa. Títulos singulares son aquellos que son creados uno sólo en cada acto de

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creación, como la letra de cambio, el pagaré, etc. Y títulos seriales son los que se crean
en serie, como las acciones y las obligaciones de las sociedades anónimas

Según la sustantividad

Este criterio los divide en principales y accesorios. Siendo éstos últimos los que
dependen de otro título de crédito “principal”, como el caso de los cupones de las
acciones en la Sociedad Anónima.

Según su circulación

La ley, refiriéndose a la forma de circulación, establece una clasificación bipartita: títulos


nominativos y títulos al portador. Pero siguiendo la construcción legal, encontramos que
la ley no es lógica consigo misma, ya que acepta, como veremos, la clasificación
tripartita establecida por la doctrina, y que divide los títulos en títulos nominativos, títulos
a la orden y títulos al portador.

Títulos nominativos: Son títulos nominativos, también llamados directos, aquellos


que tienen una circulación restringida, porque designan a una persona como
titular, y que para ser transmitidos, necesitan el endoso del titular y la
cooperación del obligado en el título, el que deberá llevar un registro de los
títulos emitidos; y el emitente sólo reconocerá como titular a quien aparezca a la
vez como tal, en el título mismo y en el registro que el emisor lleve.

Títulos a la orden: Son títulos a la orden aquellos que, estando expedidos a favor de
determinada persona, se trasmiten por medio del endoso y de la entrega misma
del documento.

Puede ser que siendo el título a la orden por su naturaleza, algún tenedor desee
que el título ya no sea transmitido por endoso y entonces podrá inscribir en el
documento las cláusulas “No a la orden” “no negociable” u otra equivalente. (Art.
25)

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Títulos al Portador: Son aquellos que se trasmiten cambiariamente por la sola
tradición, y cuya simple tenencia produce el efecto de legitimar al poseedor. La
ley los define como aquellos que no están expedidos a favor de determinada
persona.

Según su eficacia procesal

Según este criterio los títulos pueden ser de eficacia procesal plena o limitada. En el
primer caso encontramos a la letra de cambio y al cheque, porque no necesitan hacer
referencia a otro documento o a ningún acto externo, para tener eficacia procesal plena,
basta exhibirlos para que se consideren por sí mismos suficientes para el ejercicio de la
acción en ellos consignada; pero hay otros títulos de crédito cuyos elementos cartulares
no funcionan con eficacia plena, como el cupón adherido a una acción de una sociedad
anónima. Cuando se trata de ejercitar los derechos de crédito relativos al cobro de
dividendos, habrá que exhibir el cupón y el acta de la asamblea que aprobó el pago de
los dividendos. Por eso se dice que el cupón es un título de eficacia procesal limitada o
incompleto, y para tener eficacia, necesita ser complementado con elementos extraños,
extracartulares.

Según su función económica

Existen títulos de especulación y títulos de inversión. Quien va a exponer su dinero con


objeto de obtener una ganancia, podrá exponerlo jugando, especulando o invirtiendo.
Se juega comprando un billete de lotería o un billete de carreras de caballos; pero estos
documentos no son propiamente títulos de créditos. Se especula con los títulos de
crédito cuyo producto no es seguro, sino fluctuante, como en el caso de las acciones de
sociedades anónimas. Se invierte cuando se trata de tener una renta asegurada y con
apropiada garantía, como cuando se compran cédulas hipotecarias.

Según del carácter del Creador

Otra distinción se da entre los títulos creados por el Estado (a los que suelen llamarse
públicos) y los creados por particulares (a los que se denominan privados).

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Capítulo V:

Este capítulo habla básicamente del endoso y su clasificación. Una de las


características de los títulos de crédito es que están destinados a circular. Para que un
título nominativo o a la orden circule es necesario endosarlo para que pueda ser
transmitido de una persona a otra.

El endoso es el medio de transmitir los títulos nominativos o a la orden.

Se puede definir como el medio de transmitir los títulos a la orden, quien transmite el
título se llama endosante, quien lo adquiere endosatario.

Los títulos nominativos serán trasmisibles por endoso y entrega el título mismo, sin
perjuicio de que puedan trasmitirse por cualquier otro medio legal.

La trasmisión del título nominativo por cesión ordinaria o por cualquier otro medio legal
diverso del endoso, subroga al adquirente en todos los derechos que él título confiere;
pero lo sujeta a todas las excepciones personales que el obligado habría podido oponer
al autor de la trasmisión antes de esta. El adquirente tiene derecho a exigir la entrega
del título.

Los títulos de crédito pueden trasmitirse por recibo de su valor extendido en el mismo
documento, o en hoja adherida a favor de algún responsable de los mismos, cuyo
nombre debe hacerse constar en el recibo. La trasmisión por recibo produce los efectos
de un endoso sin responsabilidad.

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Capítulo VI:

Este capítulo habla de los títulos de crédito al portador, explicando que son aquellos
que circulan mediante la simple exhibición y entrega de los mismos, por ser suficiente
para la legitimación del tenedor frente al deudor la simple tenencia del título; el deudor
tiene el derecho y el deber de pagar a quien le presente el título de crédito sin mayores
investigaciones respecto a si quien exhibe el título es el titular del derecho en él
consignado o si obra por encargo de él.

Lo anterior lo explica la ley diciendo que: son títulos al portador los que no están
expedidos a favor de personas determinada, contengan o no la cláusulas “al portador”
(art. 69 de la Ley).

Entre todas las clases de títulos de crédito esta es la más difundida por ser,
indudablemente, la que presta mayores facilidades para las transacciones mercantiles.
Los títulos al portador tienen en sí mismos su fuerza legitimadora, es ésta la que los
caracteriza puesto que la misma ley establece como uno de sus caracteres el de no
estar expeditados a favor de persona determinada y, por otra parte, como segundo
carácter, el de que han de hacerse efectivos a cualquiera que los presente; se
complementara la figura jurídica de estos documentos cuando la ley establece que su
transmisión se hará por la simple tradición (entrega).

La ley también establece que los títulos al portador que contengan la obligación de
pagar alguna suma de dinero no podrán ser puestos en circulación sino en los casos
conforme a las reglas expresamente establecidas por la ley. Quien contraríe esta
disposición será castigado por los tribunales federales y los documentos que expida no
producirán efectos como los títulos de crédito (art. 72 de la Ley).

Los títulos al portador solo pueden ser reivindicados cuando su posesión se pierde por
robo o extravío y únicamente están obligados a restituirlos o devolver las sumas que
hubieren cobrado, quienes lo hallaron o sustrajeron o los tenedores de mala fe (art.73
de la Ley). Quienes hayan sufrido la pérdida o robo de un título al portador pueden pedir

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que se notifique al emisor o librador por el juez del lugar donde deba hacerse el pago.
La notificación obliga al emisor a cubrir el importe del título y sus intereses al
denunciante, después de prescritas las acciones que nazcan del mismo, siempre que
antes no se presente a cobrarlo un poseedor de buena fe, quedando liberados en esta
forma para con el denunciante el emisor o librador (art. 74 de la Ley).
Cuando un título al portador ha sido destruido o mutilado en partes y no está es
condiciones de circular el tenedor puede pedir su cancelación y reposición conforme al
procedimiento previsto para los títulos nominativos (art. 75 de la Ley).

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Capítulo VII:

Este capítulo habla de los títulos de crédito representativos de derechos reales.

En este caso, el emisor hace constar el recibo de mercancías y se obliga a devolverlas


al tenedor legítimo del título, que lo será también de las mercancías, en la inteligencia
de que ambos documentos permiten la cómoda circulación virtual, mediante el simple
endoso del documento.

La representación de las mercaderías se entenderá conferida respecto de cualquier


persona, a través del endoso del documento.

Ejemplo de este tipo de título lo tenemos en el certificado de depósito o el conocimiento


de embarque.

Ahora bien, se ha mencionado que la carta de porte o la guía aérea que también
amparan mercancías deben ser consideradas como títulos de crédito. La respuesta
sería que como ninguna de las leyes que rigen el contrato de transporte en esos medios
lo establecen así, como un título representativo, debemos negarles esa naturaleza,
siendo la excepción la propia Ley de Navegación y Comercio Marítimos, que si lo hace
con el conocimiento de embarque, como ya referimos anteriormente.

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Capítulo VIII:

En este capítulo explica el procedimiento para los casos de extravíos o robos de títulos,
que hay que hacer, como se debe de proceder y quienes deben de interactuar. La ley
admite que en determinadas situaciones pueda ejercitarse el derecho literal sin el título:
tal sucede en los casos de robo, extravío, destrucción, mutilación o deterioro grave.
“Justo es, dice TENA, que al poseedor constituido en la imposibilidad de exhibirlo (el
título), porque sin su voluntad ha llegado a faltarle, se le otorgue algún medio de hacer
efectivo su derecho, si bien cuidando de que no vengan a lesionarse los derechos de
terceros de buena fe que hayan entrado en la vía legal en la posesión del título.”

La ley prevé dos medios para conseguir tales fines: la reivindicación y la cancelación.

Reivindicación: La acción reivindicatoria es la acción real que se confiere al propietario


de una cosa que ha perdido la posesión de la misma, para reclamarla de aquel que se
encuentra en posesión de ella.

Cancelación. Pago y reposición.- El que sufra el extravío o el robo de un título


nominativo o a la orden, y en los casos de destrucción total, mutilación o deterioro grave
de un título de esa categoría, puede asimismo, pedir su cancelación, esto es, que el
título primitivo queda sin efecto.

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Capítulo IX:

Los títulos de créditos impropios, también conocidos como títulos de legitimación, tienen
la principal característica reside en que el deudor puede efectuar la prestación con
eficacia liberatoria a quien le presente el documento, el que se legítima como titular del
derecho originario. Se trata de documentos meramente probatorios que comprueban la
causa de la obligación legitimando, además, a su poseedor como titular
del derecho respectivo. Las tarjetas débito, las tarjetas prepago, los bonos Sodexho
Pass, las transferencias electrónicas, corresponden a los denominados por la doctrina
títulos de legitimación o títulos impropios. También, los vales de restaurante, canasta,
cine, tiqueteras, y en general, todo instrumento electrónico recargable y similares que
ofrece el comercio de bienes y servicios, son mecanismos utilizados en el tráfico
mercantil para demostrar que su poseedor es titular de un derecho y no se enmarcan
en la definición de título-valor. Estudiando estos títulos impropios, Ascarelli nos
proporciona una síntesis adecuada:

a) teniendo como contenido una declaración probatoria,


el derecho del portador debe buscarse en el contrato original;

b) no existe preclusión de los derechos o excepciones derivados del contrato;

c) el deudor puede cumplir la prestación a favor del legitimado, salvo que pruebe
que el legitimado no es el titular originario ni un cesionario de este;

d) el pago efectuado de este modo libera al deudor, salvo dolo o culpa grave;

e) el titular puede oponerse a que se cumpla la prestación a favor del legitimado, si


demuestra que éste no es el titular originario ni su cesionario;

f) el título impropio puede reivindicarse como documento, conforme a las reglas de


derecho común referentes a cosas muebles, no rigiendo lo relativo a títulos
de crédito.

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Capítulo X:

Aquí hablamos del aval, su concepto, las características del aval, fecha de vencimiento
entre otras cosas. En virtud del aval se garantiza en todo o en parte el pago de la letra
de cambio. La persona que realiza el pago se llama avalista; aquella por quien se
presta el aval recibirá el nombre de avalado.

El avalista se convierte en deudor solidario junto con el avalado y su obligación es


válida, aun cuando la obligación garantizada sea nula. El avalista queda obligado con
aquél, cuya firma ha garantizado (avalado). El aval es, por tanto, una garantía personal
(no real) El avalista se convierte en un deudor directo y solidario junto al avalado

Requisitos del aval:

1. La expresión "por aval". Es un requisito no esencial pues puede ser sustituida por
otras expresiones similares.

2. Nombre del avalado. Es importante que el avalista se cercioré del nombre del
avalado, esto es, de la persona por quien lo da. Si no se estableciera se entenderá que
garantiza las obligaciones del obligado directo y en el caso de la letra de cambio, del
girado.

3. Cantidad por la que se avala. Es importante precisar la cantidad, ya que de no


hacerlo se entiende que garantiza el importe total del título.

4. Lugar en que se da el aval. Debe establecerse para fijar la autoridad judicial que
corresponda ventilar las obligaciones del avalista.

5. Fecha del aval. Aunque no indispensable, es aconsejable su anotación para


determinar el momento en que se otorgó

6. Firma del avalista. Es el requisito esencial, su ausencia nulifica el aval, lo importante


es que verificar que sea persona capaz.

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Capítulo XI:

En este capítulo habla acerca del pago, quien debe hacerlo, como se debe de hacer y
la forma en caso de que alguien más realice el pago. El pago es la entrega de dinero
que hace el girado al tenedor legítimo contra la entrega de la letra.

También puede hacerse por los endosantes en caso que el principal obligado (girado)
por una u otra razón no lo realiza, ya que estos también utilizaron el título.

Puede ser forma extrajudicial o voluntaria y judicial forzosa. Si la letra no es pagada por
el girado, pueden pagarla por intervención, en el orden siguiente:

I.- el aceptante por intervención.

II.- el recomendatorio.

III.- un tercero.

El girado que no acepto como girado, puede intervenir como tercero, con preferencia a
cualquier otro que intervenga como tercero.

El pago por intervención debe hacerse en el acto del protesto o dentro del día hábil
siguiente, y para que surta los efectos previstos en esta sección, el notario, el corredor
o la autoridad política que levanten el protesto lo harán constar en el acta relativa a
este, o a continuación de la misma.

El que paga por intervención deberá indicar la persona por quien lo hace. En defecto de
tal indicación, se entenderá que interviene en favor del aceptante y, si no lo hubiere, en
favor del girador.

El tenedor está obligado a entregar al interventor la letra con la constancia del pago, y
dicho interventor tendrá acción cambiaria contra la persona por quien pago, y contra los
obligados anteriores a esta.

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Capítulo XII:

El último capítulo habla acerca del Protesto, el cual es un documento donde se protesta
por la falta de aceptación o la falta de pago. Protestar un documento consiste en
formular un escrito llamado Acta de Protesto, en el que se haga constar que el titulo fue
presentado para su aceptación o pago sin haberse logrado.

El protesto debe hacerse constar en el mismo documento o en una hoja adherida;


además, el notario, corredor público o autoridad que lo practique, levantara el Acta de
Protesto correspondiente. De igual manera, establece los plazos para realizar un
protesto: El protesto por falta de aceptación deberá formularse dentro de los dos días
hábiles siguientes a la fecha de su presentación, lo cual deberá hacerse antes de la
fecha de vencimiento. El protesto por falta de pago deberá practicarse dentro de los
días hábiles siguientes a la fecha de vencimiento. El protesto de un documento
solamente puede practicarse mediante la intervención de un Notario Público o de un
Corredor Publico, o bien, ante la Autoridad del Lugar. El funcionario que practique la
diligencia deberá levantar un acta de lo ocurrido y conservar en su poder el título
protestado durante el día en que se efectuó el protesto y el siguiente. Durante este
tiempo el obligado puede pasar al domicilio del funcionario a pagar el valor del
documento más los intereses moratorios y los gastos del protesto. El Notario o Corredor
enviaran avisos a las personas obligadas en el documento, notificándoles que el titulo
ha sido protestado y que será entregado al beneficiario para que este proceda a
cobrarlo judicialmente. Convienen recordar que el protesto es un acto de suma
importancia, ya que si no se protesta la letra de cambio o pagare por falta de pago, no
se podrá ejercer la acción cambiaria en contra del girador y los endosantes.

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