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Revista Atalaya Medica nº 3 / 2013

Pág. 65-68 Caso Clínico

NEUMOENCÉFALO TRAUMÁTICO

Dr. Emilio Carlos López Soler / Dr. Antonio Martínez Oviedo / Dra. María José Borruel Aguilar
Servicio de Urgencias . Hospital Obispo Polanco. Teruel

INTRODUCCIÓN rrollada, lo que conlleva deterioro neurológico que


El término neumoencéfalo hace referencia precisará ac•tud quirúrgica, es el denominado neu-
a la entrada de aire en la cavidad craneal. La ma- moencéfalo a tensión.
yoría de las veces se debe a trauma•smos o son CASO CLÍNICO
iatrogénicos. También es rela•vamente común en Paciente varón de 69 años de edad que ingre-
determinadas intervenciones neuroquirúrgicas u
sa en nuestro servicio de urgencias tras haber su-
otorrinolaringológicas como cirugías de la base del
frido accidente de tráfico por colisión frontal con el
cráneo, hipofisaria, paranasal, oído medio, eva-
vehículo que conducía, quedando atrapado por las
cuación de hematomas subdurales crónicos, en
extremidades inferiores teniendo que ser extraído
relación a microorganismos productores de gas,
por los bomberos. No pérdida de conciencia. A su
portadores de válvulas de derivación e incluso ori-
llegada a nuestro servicio se encuentra consciente
ginarse de forma espontánea1.
y orientado, con Glasgow 15. Constantes vitales en
La mayoría de las veces son asintomá•cos y rango de normalidad. A la exploración presenta he-
se resuelven con tratamiento conservador, de for- rida incisocontusa a nivel malar y pared lateral de
ma espontánea y por reabsorción del aire por el la órbita izquierda, dolor y deformidad a nivel del
espacio subaracnoideo. En ocasiones más graves codo izquierdo con herida incisocontusa con san-
pueden producir efecto masa y desplazamiento de grado en sábana, dolor y deformidad en la mano y
estructuras por la hipertensión intracraneal desa- muñeca izquierda con herida en zona cubital y dolor

Fig. 1. TAC cerebral donde se observa el neumoencéfalo delimitado Fig. 2. TAC cerebral donde se observa el estallido del globo ocular
por las flechas amarillas. izquierdo (flecha roja).

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Caso Clínico
y deformidad a nivel de la meseta !bial izquier- des. En cuanto al neumoencéfalo que presenta-
da sin déficits neurovasculares. En la analí!ca de ba fue valorado por el servicio de Neurocirugía
sangre realizada con posterior control de hema- quien mantuvo ac!tud expectante y tratamiento
tocrito no se observan hallazgos relevantes. En conservador.
el estudio radiológico simple se halla fractura de DISCUSIÓN
meseta !bial izquierda, fractura compleja abierta
de grado I del codo izquierdo, fractura ar!cular La presencia de aire en la cavidad craneal
del tercer metacarpiano izquierdo y fractura bi- recibe la denominación de neumoencéfalo y, ge-
maleolar del tobillo derecho. En TAC cerebral y neralmente, precisa de la presencia de una solu-
de macizo facial aparecen los siguientes hallaz- ción de con!nuidad a través del cráneo e incluso
gos: neumoencéfalo extenso, preferentemente de las meninges, ya que el aire acumulado puede
frontobasal (Fig. 1); no hay evidencia de coleccio- serlo epidural, subdural, subaracnoideo, intrapa-
nes hemá!cas intra o extraaxiales ni alteraciones renquimatoso o intraventricular1. Se denomina
densitométricas significa!vas en el parénquima neumoencéfalo propiamente dicho cuando el
encefálico; línea media conservada; sistema ven- aire se acumula fuera del parénquima cerebral y
tricular de aspecto conservado; estallido del glo- neumatocele o aerocele cuando la localización es
intraparenquimatosa2-4. La primera descripción
bo ocular izquierdo (Fig. 2); hematoma palpebral
de un neumoencéfalo se realizó sobre los hallaz-
y frontoorbitario izquierdo; resto del contenido
gos de una autopsia, atribuyéndose a Chiari en
orbitario sin par!cularidades; fracturas múl!ples
18842. Posteriormente, Stewart en 1913 y Luc-
en el macizo facial y base del cráneo; fractura
ke% en 1917 describieron la apariencia radioló-
frontal izquierda a nivel del techo de la órbita con
gica de un neumoencéfalo traumá!co intraven-
afectación de senos frontales y celdillas etmoida-
tricular2,5,6.
les; fractura conminuta de la pared externa de la
órbita izquierda; fractura de la base del seno es- La e!ología del neumoencéfalo puede ser
fenoidal, ocupado por material hemá!co al igual muy variada: iatrogénica (postquirúrgica, tras
que la casi totalidad de las celdillas etmoidales procedimientos invasivos), tumoral por invasión
y el seno frontal izquierdo; fractura del arco ci- ósea de tumores, traumá!ca y otras (microorga-
gomá!co izquierdo; nivel hidroaéreo en el seno nismos productores de gas, barotrauma, espon-
maxilar izquierdo; enfisema subcutáneo con múl- táneo...)1. La presencia de aire intracraneal tras
!ples burbujas de aire en ambos espacios para- un trauma!smo es un signo de fracturas que
faríngeos; enfisema subcutáneo y hematoma de atraviesan las partes neuma!zadas de la base del
partes blandas en región frontotemporal izquier- cráneo2. Lo más frecuente es la afección del seno
da. La ecogra#a abdominal realizada no mostró frontal produciéndose la acumulación aérea en el
líquido libre ni ningún otro hallazgo patológico. espacio subdural2. En el caso del neumoencéfalo
traumá!co hay que tener en cuenta el !empo
Durante su estancia en nuestro servicio transcurrido desde el trauma!smo hasta la rea-
permaneció hemodinámicamente estable en lización de la TAC cerebral, ya que cuanto antes
todo momento sin precisar tratamiento vasoac- se examine al paciente mayor es la probabilidad
!vo. Se administró dosis de vacuna an!tetánica, de detectarlo2. La acumulación del aire sucede
gammaglobulina an!tetánica y profilaxis an!bió- en las primeras 24 horas tras el trauma!smo2,7-9.
!ca con amoxicilina-clavulánico, aparte de trata- Steudel2,9,10 propuso el término de neumoencé-
miento analgésico y sueroterapia intravenosa. Se falo traumá!co agudo para diferenciar los casos
procedió a la inmovilización de las fracturas y se producidos a las pocas horas del trauma!smo de
trasladó a la UCI de Traumatología del hospital los de aparición tardía. El neumoencéfalo en pa-
de referencia. A su llegada persiste estabilidad cientes con trauma!smo craneoencefálico (TCE)
hemodinámica. Por parte del servicio de O$al- no empeora el pronós!co y el control evolu!vo
mología se realizó enucleación del ojo izquierdo. no ha de ser diferente al de pacientes con TCE sin
El servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial realizó él2. Entre los TCE con neumoencéfalo, los deriva-
tratamiento quirúrgico de las fracturas del maci- dos de fracturas de cráneo laterobasales son más
zo facial. En planta de Traumatología se realizó graves que los derivados de fracturas frontobasa-
control evolu!vo de las fracturas de extremida- les o fracturas deprimidas2,9,10. González Tortosa

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el al11 presentaron en 1996 un caso de neumoen- (LCR)2,19,20. Si ocurre, el germen causal más frecuen-
céfalo traumá!co agravado por un tratamiento en te es el neumococo que usualmente responde rá-
cámara hiperbárica. pidamente a la an!bioterapia, pero si se u!lizan
El diagnós!co se basa en la realización de los an!bió!cos de forma profilác!ca se aumenta
TAC cerebral, en la cual se observa la localización la posibilidad de desarrollar meningi!s por bacilos
del aire intracraneal. De hecho, la incidencia de los gram nega!vos de tratamiento más di#cil2. Así, la
neumoencéfalos traumá!cos varía entre un 0.2% tendencia general es evitar el uso profilác!co de
y un 13.2% antes de la era de la TAC y un 0.44% a an!bió!cos aun en el caso de presencia de #stula
un 9.7% tras la u!lización de la misma2. Aunque el de LCR y tratar agresivamente los síntomas de me-
diagnós!co puede ser realizado con radiología sim- ningi!s si se producen2,20. El tratamiento quirúrgi-
ple, el método diagnós!co de elección es la TAC, co con drenaje del neumoencéfalo y la reparación
capaz de demostrar pequeñas can!dades de aire del punto o solución de con!nuidad está reservado
(hasta 0.5 cm3)2. Desde el punto de vista radiológi- para el neumoencéfalo a tensión.
co en la TAC el neumoencéfalo aparece como una BIBLIOGRAFÍA
zona de baja densidad rodeada de un anillo hiper- 1. González Bonet LG, Goig Revert FA, Rodríguez Mena R,
denso que es un artefacto producido por el brus- Barcia Mariño C. Neumoencéfalo a tensión tras herida en
co cambio en el valor de la atenuación radiológica cuero cabelludo en portadora de válvula de derivación
entre el aire y el parénquima cerebral circundan- ventrículo-peritoneal: caso clínico y revisión de la litera-
te2,7,12. Un hallazgo radiológico de complicación del tura. Neurocirugía 2009; 20: 152-158.
neumoencéfalo es el denominado signo de Monte
Fuji, consistente en una separación y compresión 2. Prieto González A, Bollar Zabala A, Gelabert González M,
de los lóbulos frontales con un ensanchamien- García Allut A. Neumoencéfalos traumá!cos agudos.
to del espacio interhemisférico y subdural dando Neurocirugía 1991; 2: 43-46.
la punta de ambos lóbulos la apariencia de dicho 3. Bhimani S, Viraponse CH, Sabshin JK. Intracerebral pneu-
monte1,13, lo cual, junto con la presencia de pe- natocele: CT findings. Radiology 1985; 154: 111-114.
queñas burbujas aéreas en los espacios cisternales 4. Mendelson DB, Hertzanu Y. Intracerebral pneumatoceles
subaracnoideos, son indica!vos de neumoencéfa- following facial trauma: CT findings. Radiology 1985; 154:
lo subdural a tensión2,14-16. 115-118.
En cuanto a la clínica hay que destacar que el 5. Lucke$ WH. Air in the ventricles of the brain following frac-
neumoencéfalo puede cursar de forma asintomá- ture of the skull. Surg. Gynec. Obstet. 1917; 24: 362.
!ca ya que pequeñas can!dades de aire pueden
pasar desapercibidas y ser absorbidas por el es- 6. Stewart WH. Fracture of the skull with air in the ventricles.
pacio subaracnoideo. En otras ocasiones la clínica Am J. Roentgenol 1913; 1: 83-87.
puede ser vaga e inespecífica, presentando sínto- 7. Lundsford LD, Maroon JC, Sheptak PE. Subdural tension
mas como cefalea, náuseas, vómitos, letargia, alte- pneumocephalus. J. Neurosurg. 1979; 50: 525-527.
raciones del nivel de conciencia y meningismo1,17.
8. Nolla J, Balaguer E, Carrasco G. Neumoencéfalos: e!olo-
Una complicación grave del neumoencéfalo es el gía, significado patológico y diagnós!co. A propósito de
acumulo de aire a tensión en el espacio subdural, 13 observaciones. Neurología 1989; 4: 12-18.
recibiendo entonces el nombre de neumoencéfalo
a tensión. Esta situación debe sospecharse ante un 9. Steudel WI, Hacker H. Prognosis, incidence and manage-
cuadro clínico de hipertensión intracraneal en un ment of acute trauma!c intracranial pneumocephalus: a
paciente con neumoencéfalo2. retrospec!ve analysis of 49 cases. Acta Neurochir. (Wien)
1986; 80 (3-4): 93-99.
Respecto al tratamiento del neumoencéfalo,
en la mayoría de las veces éste debe ser conser- 10. Steudel WI, Hacker H. Acute intracranial pneumocepha-
vador, con control evolu!vo clínico y radiológico. lus : prognosis and management: a retrospec!ve analysis
Markham recomienda el uso de an!bioterapia of 101 cases. Neurosurg. Rev. 12 (Suppl.): 125-126; 1989.
profilác!ca2,18, pero el riesgo de padecer compli- 11. González Tortosa J, Mendoza Roca A, Poza Poza M. Neu-
caciones infecciosas como la meningi!s es mayor moencéfalo postraumá!co agravado por tratamiento en
sólo si existe #stula del líquido cefalorraquídeo cámara hiperbárica. Neurocirugía 1996; 7: 126-128.

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