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Tiempo e historia:
Para la sociología histórica, sin duda, las estructuras sociales, el periodo y la larga
duración, podrían situarse en el eje de los cronos. La coyuntura, el acontecimiento
y la corta duración pertenecerían a los momentos transformacionales de kairos,
que representa “un momento que rara vez se produce, el tiempo” de la elección
humana y el libre albedrio, que exige una elección moral fundamental, la que
puede producir el tiempo del renacimiento del sistema- mundo histórico.
Puede decirse que la historia es la mirada que dirigimos al pasado desde un futuro
imaginado. La historia entonces es siempre nueva y siempre diversa: necesidad y
azar, historia estructural y acontecimiento. Lo imprevisible, sin embargo, lo es
siempre con respecto a lo estructural, a la historia de la “larga duración”.
La historia como categoría del presente, que remite tanto a lo dado como a lo
dándose, cobra una importancia capital en la construcción sociológica del tiempo
social.
Puede decirse que el tiempo es la unidad de los cambios, antes que la continuidad
progresiva de una evolución. El tiempo histórico “tiene como base el presente, la
actualidad que, al durar, manifiesta el pasado y se muda en el futuro, sin dejar de
ser actual.
Lo anterior claro esta a condición de que el eje del pasado presente y futuro no
sea visto como una línea sucesiva ( que terminaría por igualarlo a la cronología del
antes y el después) sino que se conciba como un campo temporal con todas sus
modalidades iterativas: pasado- presente, pasado –futuro, futuro-pasado,presente-
futuro,etc.
No hay memoria sin olvido. Estas dos, mas que oponerse una a la otra, guardan
una relación de simbiosis productiva. No hay memoria sin selección, y no hay
selección posible sin capacidad de olvido. Por ello frente al olvido destructor se
alza el olvido que preserva, el que posibilita la memoria. la función principal de la
memoria es adaptar al pasado para enriquecer el presente.
El pasado dice este autor tiene un peso mucho mayor que el presente en el
pensamiento colectivo. Por ello lo que un grupo opone a su pasado no es su
presente sino el pasado de aquellos grupos con los que tiende a identificarse.
Cuando tratamos de localizar viejas memorias debemos recurrir al conjunto de
memorias comunes a otros grupos. de esta manera el marco de referencia de la
memoria colectiva confina y une cada uno de nuestros recuerdos mas intimos.
Este autor dice que la expresión memoria histórica no esta bien utilizada ya que
asocia dos términos que se oponen. La historia es el recuento de hechos que han
ocupado el mayor espacio en la memoria de los hombres, pero se trata de una
selección y clasificación acorde a las necesidades de quien elige, clasifica y
propone una cierta historia que pasa a ser la historia oficial. La historia examina a
los grupos desde afuera. La memoria colectiva es del grupo visto desde adentro y
durante un periodo que no pasa de la duración media de la vida humana. De aquí
puede desprenderse el derecho de seleccionar lo que se recuerda y lo que se
olvida y que no puede ser ejercido sino como un derecho individual o de grupos
que comparten ciertos marcos sociales de códigos culturales compartidos, dentro
de los cuales los recuerdos comunes les otorgan identidad y capacidad de
reproducción. La historia oficial, la “memoria histórica” operaria en el sentido de
proscribir dicho derecho. Pero los marcos sociales de la memoria operan a pesar
de esta. ( ej dictaduras)