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Resumen entre cronos y kairos capitulo lV

La historicidad puede ser vista como la conciencia de que vivimos en un mundo


histórico que es y que esta siendo; o lo que es lo mismo: que es pasado
construido, y presente en construcción.

La historicidad se constituye por la praxis que es subjetividad colectiva en acto, y


que pone en juego complejas y ricas formas de vinculación entre el pasado,
presente y futuro. El presente tiene el privilegio de la historicidad por su funcion de
bisagra entre el ayer y el mañana, entre los predecesores y los sucesores, funda
una contemporaneidad que incluye tanto la historia devenida como los futuros
posibles, y tanto las memorias colectivas como utopías.

Tiempo e historia:

El pasado que los historiadores investigan y narran es reconstruido desde el


presente, y este ultimo marca indeleblemente la selección y el uso de los vestigios,
huellas y testimonios.

Para la sociología histórica, sin duda, las estructuras sociales, el periodo y la larga
duración, podrían situarse en el eje de los cronos. La coyuntura, el acontecimiento
y la corta duración pertenecerían a los momentos transformacionales de kairos,
que representa “un momento que rara vez se produce, el tiempo” de la elección
humana y el libre albedrio, que exige una elección moral fundamental, la que
puede producir el tiempo del renacimiento del sistema- mundo histórico.

Puede decirse que la historia es la mirada que dirigimos al pasado desde un futuro
imaginado. La historia entonces es siempre nueva y siempre diversa: necesidad y
azar, historia estructural y acontecimiento. Lo imprevisible, sin embargo, lo es
siempre con respecto a lo estructural, a la historia de la “larga duración”.

Toda coyuntura histórica, y esto constituye una característica estructural de toda


historia, contiene mas y a la vez menos de lo que se había establecido en datos
previos. En eso esta establecida la sorprendente unicidad, su variabilidad y su
transformabilidad. Lo específicamente histórico, entonces, solo existe en la
relación entre la historia y las historias. porque incluso el plano de mayor
regularidad y constancia, el de cualquier estructura social “se caracteriza por lo
que la diversifica en el tiempo y en el espacio”.

La historia como categoría del presente, que remite tanto a lo dado como a lo
dándose, cobra una importancia capital en la construcción sociológica del tiempo
social.
Puede decirse que el tiempo es la unidad de los cambios, antes que la continuidad
progresiva de una evolución. El tiempo histórico “tiene como base el presente, la
actualidad que, al durar, manifiesta el pasado y se muda en el futuro, sin dejar de
ser actual.

La historia como sistema abierto no anticipa lo que acontecerá; antes bien,


depocita en los sujetos la capacidad de anticipar el futuro.

El tiempo sociohistorico como bi-dimensionalidad jerarquizada

Es la imbricación (superposición) entre el eje de la intención, del pasado presente


futuro, que contiene el tiempo del kairos, y el eje de la sucesión, de lo anterior y lo
posterior, que contiene el tiempo de cronos. Reflejan dos modos distintos, y
legitimos, de considerar al mundo. Desde este punto de vista del tiempo, el nudo
formado por el presente, el pasado y el futuro corresponden al eje de la intención.
En contrapartida las ideas de anterior y posterior, discontinuidad, atomismo,
constancia y permanencia se asocian con el eje temporal de la sucesión.

El tiempo sucesivo , la estructura de cada una de las dimensiones de la triada


temporal es fija y esta dada por la sucesión lineal de los instantes; en el segundo,
el de kairos, son los intereses de cada presente los que aglutinan, de una manera
o de otra, las tres dimensiones temporales. Estamos ante “relaciones internas” en
las que cada parte solo es comprensible como fragmento de un relato y toma
sentido en su contribución a la constitución de cierta historia.

La cronología es irrenunciable en tanto nos permite fechar una secuencia de


hechos y, asi, hacer inteligible el mundo como sucesión. La cronología tiene que
ser reconstruida en el campo mas amplio de las relaciones entre los modos
temporales, pues es allí donde esos hechos adquieren el estatuto de su propia
historicidad; esto es, se convierten en hechos históricos.

Lo anterior claro esta a condición de que el eje del pasado presente y futuro no
sea visto como una línea sucesiva ( que terminaría por igualarlo a la cronología del
antes y el después) sino que se conciba como un campo temporal con todas sus
modalidades iterativas: pasado- presente, pasado –futuro, futuro-pasado,presente-
futuro,etc.

Lo que la bi-dimensionalidad revela es su fundamento oculto, es decir, su


diferenciación en dos vertientes, la de los presentes que pasan, en la sucesión, y
la de los pasados que se conservan, en la duración. En la primera, el presente se
distingue de las otras dimensiones temporales por ser expresión de algo que deja
de ser presente cuando es reemplazado por otra cosa. En la segunda vertiente la
de los pasados que se conservan radica propiamente la dinámica temporal de la
historia. La actualidad ya no es un punto sino una encrucijada: cada presente
actualiza la totalidad del pasado y potencializa la totalidad del futuro.

Los vínculos entre el pasado, el presente y el futuro: el nucleo del tiempo


sociohistorico

Cada una de nuestras vidas se circunscribe en los limites del nacimiento y


de la muerte; sin embargo, en esos mismos limites, el recuerdo y la
expectación cubren cada momento presente.

La experiencia, dice, “es un pasado presente, cuyos acontecimientos han


sido incorporados y pueden ser recordados… además, en la propia
experiencia de cada uno, transmitida por generaciones o instituciones,
siempre esta contenida y conservada una experiencia ajena”.

La expectativa, por su parte “se efectua en el hoy, es futuro hecho presente,


apunta al todavía no, a lo no experimentado, a lo que solo se puede
descubrir. Aunque en sentido estricto toda temporalidad es presente, pues
pasado y futuro no pueden ser pensados ni imaginados sino desde el ahora
del que los nombra y sueña, es posible reconocer tantas combinaciones
posibles como formas de apropiación del mundo puedan existir. Presente
pasado y futuro son transmutables por la experiencia. Todo pasado fue
futuro en algún momento, y todo futuro será pasado en otro. De esta
manera, en la relación entre los modos de tiempo, los hombres expresan su
experiencia temporal y ponen en juego los dispositivos simbólicos de la
memoria y el olvido para construir configuraciones temporales de enorme
riqueza y complejidad. La conjucion de los tres modos de tiempo devela su
carácter de limite en donde hay un cerrojo y llave, memoria y olvido. Pero no
es el presente el que salvaguarda la unidad de tiempo, sino que es la
conjugación y disyunción entre ellos lo que le otorga la unidad. En efecto, el
tipo de relación entre pasado-presente-futuro expresa las formas en las que
percibimos y vivimos históricamente.

Aunque presente pasado y futuro no adquieran sentido sino en sus mutuas


relaciones, siempre mediadas por el primer, cada una de esta modalidades
temporales puede ser vista en su propia especificidad…

¿Quién o quienes pueden hacer que la memoria traiga al presente la historia


inconclusa? Son los insatisfechos, los que tienen necesidad de otra historia
porque con esta no se sienten identificados y que son capaces de interrumpir la
historia actualizando un pasado no caduco. La memoria y el olvido, ambos
necesarios para la ocupación completa del tiempo, obran como mecanismos de la
actualización del pasado: para sobrevivir a la memoria de los horrores de la
historia, pero también para cobrar las facturas de la insatisfacción con lo no
realizado y aun posible.

La construcción colectiva de la experiencia temporal

No hay memoria sin olvido. Estas dos, mas que oponerse una a la otra, guardan
una relación de simbiosis productiva. No hay memoria sin selección, y no hay
selección posible sin capacidad de olvido. Por ello frente al olvido destructor se
alza el olvido que preserva, el que posibilita la memoria. la función principal de la
memoria es adaptar al pasado para enriquecer el presente.

Halbwachs gran teorico de la memoria colectiva, dice que la memoria individual se


nutre, en todo momento de los recuerdos colectivos, los recuerdos se ven
continuamente incrementados por los de otros. Para el toda memoria se funda en
un presente desde el cual el pasado es reconstruido en función de los intereses y
de los grupos y nociones que resulten actuales en cada momento.la coexistencia
del pasado con el presente revela la coexistencia de marcos sociales de la
memoria, de estructuras unificadoras del pensamiento y portadoras de
representaciones generales de la sociedad, de sistemas de lógica, de sentido, de
cronología, de topografía, que anticipan el recuerdo.

El pasado dice este autor tiene un peso mucho mayor que el presente en el
pensamiento colectivo. Por ello lo que un grupo opone a su pasado no es su
presente sino el pasado de aquellos grupos con los que tiende a identificarse.
Cuando tratamos de localizar viejas memorias debemos recurrir al conjunto de
memorias comunes a otros grupos. de esta manera el marco de referencia de la
memoria colectiva confina y une cada uno de nuestros recuerdos mas intimos.

Son los cuadros colectivos de la memoria, que no se reducen a meras fechas,


números o formulas, sino que representan las corrientes de pensamientos y de
experiencias donde nosotros reencontramos nuestro pasado atravesado por estas.

Este autor dice que la expresión memoria histórica no esta bien utilizada ya que
asocia dos términos que se oponen. La historia es el recuento de hechos que han
ocupado el mayor espacio en la memoria de los hombres, pero se trata de una
selección y clasificación acorde a las necesidades de quien elige, clasifica y
propone una cierta historia que pasa a ser la historia oficial. La historia examina a
los grupos desde afuera. La memoria colectiva es del grupo visto desde adentro y
durante un periodo que no pasa de la duración media de la vida humana. De aquí
puede desprenderse el derecho de seleccionar lo que se recuerda y lo que se
olvida y que no puede ser ejercido sino como un derecho individual o de grupos
que comparten ciertos marcos sociales de códigos culturales compartidos, dentro
de los cuales los recuerdos comunes les otorgan identidad y capacidad de
reproducción. La historia oficial, la “memoria histórica” operaria en el sentido de
proscribir dicho derecho. Pero los marcos sociales de la memoria operan a pesar
de esta. ( ej dictaduras)

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