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Sufrimiento Psíquico: Su relación con la adicción a las sustancias psicoactivas

CARLOS DAVID CARVAJAL CORREA


carlosdavidcarvajalcorrea@gmail.com

Anteproyecto presentado para optar al título de Especialista en Psicología Clínica con


Orientación Psicoanalítica

Asesor: María Del Pilar Murcia Zorrilla, Magíster (MSc)

Universidad de San Buenaventura Colombia


Facultad de Psicología
Especialización en Psicología Clínica con Orientación Psicoanalítica
Santiago de Cali, Colombia

2019
Sufrimiento psíquico: Su relación con la adicción a las sustancias psicoactivas ii

Citar/How to cite (Carvajal, 2019)

Referencia/Reference Carvajal. (2019). Sufrimiento psíquico: Su relación con


la adicción a las sustancias psicoactivas (Trabajo de grado
Estilo/Style:
Especialización en Psicología Clínica con Orientación Psicoanalítica).
APA 6th ed. (2010)
Universidad de San Buenaventura Colombia, Facultad de Psicología, Cali.

Especialización en Psicología Clínica con Orientación Psicoanalítica, Cohorte X.

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Dedicatoria

Para todos aquellos que sucumben su vida en el inconmensurable mundo de las adicciones,
buscando con ello el desciframiento de las profundidades del ser.
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Agradecimientos

A mi familia por la espera, apoyo y acompañamiento, sin lugar a dudas a la Universidad


de San Buenaventura seccional Cali por la oportunidad de pertenecer a tan preciada Comunidad
Educativa.
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Resumen

El presente trabajo pretende dar cuenta de la construcción del anteproyecto de investigación


en el marco de la especialización en psicología clínica con orientación psicoanalítica llevada a
cabo en la Universidad San Buenaventura de la ciudad de Cali. Su tesis fundamental apunta a la
intención de considerar la forma y el cómo de la relación que existe entre el sufrimiento psíquico
como condición subjetiva y la instalación de una adicción a las sustancias psicoactivas en seis
sujetos adultos voluntarios (3 hombre, 3 mujeres) entre los 22 y 40 años de edad, que han
presentado situación de consumo durante los últimos 2 años y que se encuentran internos en la sala
de salud mental del HUV. A partir de lo anterior se desarrolla un ejercicio de exploración sobre
investigaciones planteadas entre los años 1998 y 2018, tomando como punto de partida el propósito
de esclarecer el planteamiento del problema y así posibilitar una construcción investigativa para
las adicciones desde el enfoque psicoanalítico, posteriormente se lleva a cabo un ejercicio de
conceptualización identificando los elementos que son sustanciales para comprender el fenómeno,
y que han de fundamentar la ejecución metodológica para los fines respectivos. No obstante, si
bien la intención central de la investigación apunta a la identificación de la relación entre el
sufrimiento psíquico y la adicción, no deja de lado la consideración metodológica de que la escucha
analítica ha de ser el vehículo que cumplirá la función de dispositivo terapéutico para la
exploración, clínica y tratamiento de las adicciones.

Palabras clave: Sufrimiento psíquico, adicción, sustancias psicoactivas, psicoanálisis.


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Abstract

The present work intends to give an account of the construction of the preliminary research
project within the framework of the specialization in clinical psychology with psychoanalytic
orientation carried out at the San Buenaventura University of the city of Cali. His fundamental
thesis points to the intention of considering the form and how of the relationship between psychic
suffering as a subjective condition and the installation of an addiction to psychoactive substances
in six adult voluntary subjects (3 men, 3 women) among 22 and 40 years of age, who have
presented a situation of consumption during the last 2 years and are in the mental health room of
the HUV. Based on the foregoing, an exploration exercise is carried out on research proposed
between 1998 and 2018, taking as a starting point the purpose of clarifying the problem statement
and thus enabling an investigative construction for addictions from the psychoanalytic approach,
subsequently It carries out a conceptualization exercise identifying the elements that are substantial
to understand the phenomenon, and that must base the methodological execution for the respective
purposes. However, although the central intention of the research aims at identifying the
relationship between psychic suffering and addiction, it does not neglect the methodological
consideration that analytical listening should be the vehicle that will fulfill the function of
therapeutic device for exploration, clinical and addiction treatment.

Keywords: Psychic suffering, addiction, psychoactive substances, psychoanalysis.


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Tabla de contenido

Pág.

Resumen ................................................................................¡Error! Marcador no definido.

Abstract .................................................................................¡Error! Marcador no definido.

Introducción .......................................................................................................................9

1. Estado del Arte .......................................................................................................10

1.1 Condición de sufrimiento en relación a la adicción a las Sustancias Psicoactivas


10
1.2 Goce implícito en relación a la adicción a sustancias psicoactivas..................... 12
1.3 La escucha analítica como dispositivo terapéutico para el tratamiento de las
adicciones a las sustancias psicoactivas .................................................................................... 14

2. Planteamiento del problema .................................................................................17

2.1 Pregunta problema............................................................................................... 20

3. Objetivos .................................................................................................................21

3.1 Objetivo general .................................................................................................. 21


3.2 Objetivos específicos........................................................................................... 21

4. Marco conceptual...................................................................................................22

4.1 Sufrimiento Psíquico: Imposibilidad simbólica para tramitar dolor ................... 22


4.2 Goce y a-dicción: Goce sin palabra, sin símbolo, sin falo .................................. 26
4.3 Escucha analítica: Una posibilidad para des complejizar la concepción sobre la
adicción a las S.P.A ¿Clínica de lo imposible? ......................................................................... 30

5. Método ....................................................................................................................35

5.1 Sujetos ................................................................................................................. 37


5.2 Instrumento.......................................................................................................... 37
5.3 Análisis e interpretación de datos........................................................................ 38
5.4 Procedimiento...................................................................................................... 38
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Bibliografía .......................................................................................................................39
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9

Introducción

La adicción a las sustancias psicoactivas es aún una situación inespecífica en lo que


respecta a su fundamentación, construcción e investigación tanto teórica como
metodológica, no obstante, existen elaboraciones que nos permiten el acercamiento a la
concepción de la misma, elaboraciones que sin lugar a dudas infieren por sobre una ruta de
actuación difusa e inconsecuente hacia la perspectiva misma de su comprensión. Lo anterior
indudablemente se establece como el punto de partida para la elaboración del presente, en
tanto lo que busca es precisamente adentrarse en la complejidad de los aspectos que se
encuentran relacionados y posibilitan una concepción más amplia de las adicciones desde la
perspectiva psicoanalítica. Para términos de lo anterior, se categorizan tres variables en
relación: sufrimiento psíquico, goce y adicción; considerando la posibilidad de unificar las
anteriores en un mismo contexto de actuación: el psicoanálisis como supuesto teórico y a su
vez la escucha analítica como dispositivo terapéutico para la investigación, clínica y
tratamiento de las adicciones; de tal manera que bajo el principio de la escucha activa se
pueda dar lugar al discurso del sujeto, discurso que se entreteje y posee en si un
inconmensurable saber, el saber de los significantes, es decir el saber del inconsciente. A
continuación, se presenta el ejercicio de acercamiento al estado del arte que data
investigaciones respecto a la relación existente entre el sufrimiento y la adicción a las
sustancias psicoactivas, tales investigaciones están enmarcadas entre los años 1998 y 2018,
lo anterior a fin de generar un acercamiento a la constitución de un marco de referencia sobre
metodologías y teorías aplicadas en relación al tema de las adicciones desde la perspectiva
psicoanalítica, para ello se propone la puesta en escena de documentos (investigaciones,
monografías y estudios de caso) que refieren avances en lo que respecta a la condición de
sufrimiento en relación a la adicción a las sustancias psicoactivas, así mismo el estudio de
trabajos investigativos sobre el goce que se encuentra implícito cuando de adicciones se
trata; y finalmente, la importancia de la escucha analítica como dispositivo terapéutico para
el tratamiento en los casos de sujetos con tal condición.
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1. Estado del Arte

El siguiente balance pone en evidencia el encuentro metodológico y teórico de


diferentes trabajos investigativos en el marco de referencia de aportaciones hechas a la
concepción del sufrimiento, las adicciones, el goce y la escucha analítica, lo anterior
responde a la fase de construcción de un marco contextual que apunta a la identificación de
aspectos metodológicos y teóricos en lo que respecta a la relación existente entre el
sufrimiento y la adicción a las sustancias psicoactivas. No obstante es imperativo aclarar
que la búsqueda bibliográfica refleja en alto grado artículos tipo ensayo y más bien pocos
con evidencia empírica, al menos en lo que a la aplicabilidad del psicoanálisis como línea
teórica refiere. En primer lugar, se presentarán investigaciones relacionadas con la
condición de sufrimiento en relación a la adicción a las Sustancias Psicoactivas; en segundo
lugar, acerca del Goce implícito en relación a la adicción a sustancias psicoactivas; en tercer
y último lugar, dar muestra de la escucha analítica como dispositivo terapéutico para el
tratamiento de las adicciones a las sustancias psicoactivas.

1.1 Condición de sufrimiento en relación a la adicción a las Sustancias


Psicoactivas

Para Freud (1929) el sufrimiento amenaza a los seres humanos desde tres fuentes de
poder que continuamente exigen una respuesta psíquica para sobrellevar la situación de la
vida; son, la decadencia del propio cuerpo, la omnipotencia del mundo exterior y la
complejidad de las relaciones con los otros quienes pretenden determinar si el ser humano
vive placenteramente o no; sin embargo, no es de sorprendernos que se instale una falsa
noción de felicidad por el hecho de saberse escapar a la desgracia o también por sentirse
sobrevivir al sufrimiento y con ello se relegue a segundo plano la posibilidad de lograr el
placer.

Hablar de sufrimiento y adicciones requiere ya en sí mismo un amplio espectro


teórico y metodológico a considerar, por cuanto existen múltiples posturas que han buscado
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esclarecer y determinar cómo se instala o desencadena la complejidad de tan particular


condición psíquica; sin embargo, la pretensión en este apartado es esclarecer
investigaciones no encaminadas hacia la adicción como tal, sino más bien la relación entre
el sufrimiento que antecede la instalación de la misma; al respecto, Tarrab (citado por Silva,
2015) refiere:

“(…) Esa cuestión del sujeto que sabemos que es anterior a la droga y para
la cual la droga es una respuesta. Es decir que tenemos en cuenta que es justamente
en el plano del sujeto, de sus determinaciones simbólicas, de su relación
problemática al goce, donde suponemos que se encuentran las raíces, las claves, la
cifra de la problemática, aquella a que la droga aporta su solución” (p. 121).

En este orden de ideas, Silva (1998) menciona “que la función del toxico pretende
solventar, estabilizar la desestabilización que la precedió” (p.167); así mismo, Francois
(1998) refiere la importancia de investigar a cerca de la relación entre sufrimiento y
toxicomanía puesto que en lo esencial, la experiencia del sufrimiento pertenece a la esfera
de lo que no se puede expresar y continúa siendo un enigma para aquel que no lo
experimenta; pareciese entonces que para Francois la clínica psicoanalítica en el tema de las
adicciones debe pensarse hacia la imposibilidad de expresar y simbolizar el sufrimiento en
el sujeto, lo cual solo le es posible a través de una formación de compromiso, un síntoma o
una sustitución, una salida rápida, un quitapenas, un toxico, o lo que Le Poulichet (1996)
denominó la operación del Farmakon.

Pardo (2015), plantea una investigación desde el enfoque cualitativo y concluye


que a través del uso de drogas el sujeto logra mantener una posición de omnipotencia para
auto conservarse, considera también que el uso de un toxico es un acto narcisista que ayuda
al sujeto a mantenerse al límite y sanar o mitigar un Yo débil mantenedor de sufrimiento
continuado.

Sirvent, Moral, Blanco & Rivas (2009), plantean una investigación en la que
cualifican el sufrimiento psíquico y los sentimientos negativos, dejando entrever la
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posibilidad de analizar tal condición de los seres humanos, allí se observaron y estudiaron
78 sujetos diagnosticados de dependencia emocional y los compararon con 311 sujetos de
grupo control (población general) a lo que concluyeron que una de las características clínicas
del grupo de dependientes emocionales (D.E.) es el padecimiento de sentimientos negativos,
lo anterior lo lograron al aplicar el Inventario IRIDS 100 de Sirvent y Moral, 2008 y -dentro
del mismo- la sub-escala de sentimientos negativos de dicho inventario para medir el
sufrimiento mediante los factores siguientes: sentimientos de soledad, vacío emocional,
culpa, autodestrucción, inescapabildad emocional y recreación de sentimientos destructivos.
Como elemento de discusión y reflexión queda de manifiesto la enorme morbilidad tanto
del sufrimiento psicológico como de los factores que lo componen.

Es importante considerar aspectos relacionados con la condición de sufrimiento y la


adicción; por ejemplo, en primera instancia tener presente que el Yo débil requiere un acto
narcisista para preservarse del sufrimiento, evitar el desborde psíquico y aniquilar el dolor
y con ello entonces una de las salidas es el uso de un “quitapenas” el cual es un toxico que
o bien produce sensaciones placenteras, o bien impide percibir estímulos desagradables; por
otro lado, los sentimientos de soledad, vacío emocional, culpa, autodestrucción,
inescapabildad emocional y recreación de sentimientos negativos son característicos de
sujetos con dependencia emocional. La adicción significa en su raíz etimológica esclavitud,
lo cual es sinónimo de dependencia, por consiguiente, no podemos desligar que en un sujeto
“adicto” se instala una dependencia la cual procede de sentimientos negativos subyacentes
de un alto nivel de sufrimiento y malestar psíquico.

1.2 Goce implícito en relación a la adicción a sustancias psicoactivas

Leguizamón (2007) plantea una investigación teórica en la que pretende interrogar


la función existente entre el goce desbordado de la adicción y la marca del toxico en relación
al daño en el cuerpo, se concluye que el empuje al goce hace sujetos adictos a éste; adictos
al objeto con que han privilegiado el goce que tal les ofrece; es decir, el adicto al obedecer
a la oferta del consumo se ve enajenado en el exceso por acoger el pedido del Otro y así ante
la variedad y versatilidad de los objetos ofrecidos al parecer como defensa ante la saturación
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de los mismos, se liga casi exclusivamente a uno de ellos, transformando la condición de su


deseo como buscador de objetos en fijación a uno de estos. Así mismo Baudelaire (citado
por Leguizamón, 2007) considera:

“Cuando el adicto busca lo que le falta a través del objeto sin pasar por el
Otro, queda expuesto a una mayor soledad, se debilitan sus lazos sociales. La
pareja que se juega en la adicción es la relación sujeto y objeto, la misma propuesta
por el discurso capitalista, por el imperio del consumo” (p. 212)

Es decir, si relacionamos lo anterior con los discursos descritos por Lacan (1969) ,
amo-esclavo, profesor-aprendiz, histérica(o)-amo, analista-analizante vemos que estamos
frente a discursos que develan un lazo, una relación de una pareja, sin embargo
consideremos como el discurso capitalista, en cambio, rompe el vínculo de pareja e
involucra solamente el lazo del sujeto con el objeto, del sujeto con él mismo; instaura un
lazo autista y es este el lazo que establece el consumidor y de modo más intenso el adicto;
así pues, el lazo entre el adicto y el toxico es un lazo de goce mediado y determinado por el
Otro capital.

Lo anterior no solo coincide con lo planteado por Valderrama (2015), sino que
también nos amplía el panorama en tanto este refiere que en la modernidad el goce del sujeto
se ha convertido en un plus de gozar donde no hay ideales que perseguir, goce que facilita
un divorcio y el poder para prescindir del ideal, del Otro, de los otros, de todo.

Fleischer, Alegro, Surmani & Rivas (2009) refieren en concordancia con los
planteamientos anteriores que si el fetiche tiene su lógica vinculada al deseo (aunque sea por
la vía de la renegación) y a la economía del goce, el objeto tóxico acentúa el carácter de
imperiosidad por una vinculación más fuertemente pulsional, en donde prima el carácter de
la compulsión de repetición.

Sinteticemos entonces, la cultura ejerce fuerza capital y de consumo sobre el sujeto,


este se ve fuertemente determinado para sobrellevar tal sometimiento, casi que para no
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sufrir, por tal razón diseña un paliativo que le permita gozar, allí entra el toxico y acentúa el
carácter de vinculación pulsional desencadenando la repetición e instalando la adicción, no
podemos negar que hay un goce implícito en relación a la adicción a las sustancias
psicoactivas, sin embargo, tampoco podemos desconocer que en dicho goce se encuentra la
nocividad, el encierro y/o el escape, llevando al sujeto a enfrentar un serio problema, Freud
(1929), plantea en relación a lo anterior que con el uso de un “quitapenas” el sujeto disipa
estérilmente cuantiosas magnitudes de energía que deben ser aplicadas para mejorar su
propia suerte; en otras palabras, es un goce que le permite la abstracción del presente
inmediato lo cual ya de por si es un síntoma peligrosamente neurótico y máxime cuando en
ese presente se siente la insatisfacción o impotencia y las drogas son una promesa de acceder
a un goce por el cual se paga a un alto precio, pulsión de muerte desenfrenada, en otras
palabras, pareciere como si el sujeto cambiara el todo por obtener en la soledad la posibilidad
del consumo de los tóxicos y así alcanzar esa relación intensa con el plus de gozar . La
adicción si es un goce, pero es un goce secreto de exterminio del sujeto.

1.3 La escucha analítica como dispositivo terapéutico para el tratamiento de las


adicciones a las sustancias psicoactivas

La clínica psicoanalítica ha sido campo de discusión en cuanto al abordaje de las


adicciones a las sustancias psicoactivas puesto que las investigaciones que datan en relación
al tema se controvierten entre sí, sin embargo y para virtud del presente trabajo se hace
necesario citar algunas investigaciones con características de estudios bibliográficos que nos
acercan a un panorama objeto de ampliación y de posteriores investigaciones.

Plantear si la adicción es un síntoma psicoanalítico o a su vez la manifestación de


conflictos inconscientes fue lo que llevo a López (2006), a realizar revisión bibliográfica a
fin de considerar la efectividad del abordaje psicoanalítico en las adicciones, este partió de
que la experiencia clínica muestra que la forma de disminuir significativamente la
compulsión al consumo de sustancias es la detención del ingreso de las sustancias al
organismo, por un tiempo medianamente prolongado llevando con ello a la controvertida
noción de "abstinencia", lo cual es contrario a la perspectiva psicoanalítica, en tanto no es
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posible dejar de lado la dimensión del sujeto del inconsciente en un abordaje terapéutico,
sin embargo, también refiere que la adicción habría que entenderla no como un síntoma de
procesos inconscientes o una condición pre-mórbida, como fue entendida durante mucho
tiempo en el psicoanálisis, sino como un intento de solución al problema de las faltas de ser
y de goce.

Así mismo Encina (2017), plantea que no podemos hablar de “adicciones” o de


“adicto” justamente en el punto en el que cada sujeto se encuentra atravesado por historias,
o mejor decir por su propia historia y eso es lo que oficia de talladura en cada uno de los
sujetos. No podemos hablar ni de “adicciones” ni de “adictos” porque para la clínica
psicoanalítica el simple hecho de nombrarlo desde una de esas categorías llevaría a perder
la posibilidad de intervenir, a no poder instalar un lazo, imposibilitaría lo virtuoso de instalar
caso por caso, ósea desde la lógica que prioriza la singularidad lo cual es en si el lazo
transferencial que permite intervenir.

Lo anterior entonces nos plantea la importancia de reflexionar sobre el cómo


dilucidar la experiencia psicoanalítica para otorgar un lugar de aplicación en el campo de
las adicciones y para ello nos podemos soportar en Rutsatz & Medeiros (2016) cuando
refieren la importancia y consistencia para comprender sobre los desafíos y cambios
involucrados en la escucha psicoanalítica de las adicciones en tanto lo que se convoca allí a
trabajar es la palabra buscado con ello escuchar el sujeto del Inconsciente y acogiendo los
efectos que la misma, o en su defecto, su ausencia y lo que esta produce en el mismo, así
pues, dentro de particularidades en la escucha de la toxicomanía, se hace necesaria la
descentralización del objeto toxico para permitir el surgimiento del sujeto dividido, es decir
del sujeto del inconsciente.

Para hablar de adicción en la clínica psicoanalítica es importante esclarecer la


fijación de una posición subjetiva con el toxico y así poder entonces tratarla constatando la
rectificación subjetiva en el analizante y con ello dando prevalencia al sujeto y no al toxico,
permitiendo “que el analista encuentre alternativas frente a los límites inevitables en el
trabajo con la toxicomanía” (Macedo, 2016, p 222).
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En términos generales se puede decir que el tema de las adicciones desde la


perspectiva psicoanalítica se ha visto abordada en el campo de la construcción académica
tomando como punto de partida amplios trabajos de revisión bibliográfica y más bien
limitadas producciones investigativas de campo que permitan evidenciar y describir el
desarrollo de la misma en el terreno donde se vive la adicción.

Las aproximaciones bibliográficas estudiadas datan aspectos comunes a considerar,


dentro de los cuales es de resaltar los mismos marcos de referencia teórica utilizados para
investigar y soportar los conceptos co-construidos, puesto que los autores referenciados en
la mayoría de los casos son Freud, Lacan y Silvie Le Poluichet.

En relación a los principales instrumentos de investigación encontramos en la


revisión que es la implementación de fichas bibliográficas la que más prevalece, por otro
lado, y en un menor nivel también se evidencia la utilización de diarios de campo, como
también el uso de entrevistas semiestructuradas o entrevistas en profundidad.

En cuanto a lo conceptual es importante considerar como primera instancia la


categoría de sufrimiento en relación a la adicción a las Sustancias Psicoactivas (SPA de aquí
en adelante); el adicto sufre, sufre antes, durante y después de su adicción, el sufrimiento
anterior por múltiples causas del malestar psíquico, durante su adicción es consecuente con
la misma impotencia del goce y posterior a ella por la noción de perdida (fantasma) del
objeto deseado. Así mismo, en cuanto al goce implícito involucrado en la adicción también
queda claro que se instala la noción del mismo, el sujeto que se droga rompe el vínculo con
el lenguaje y a lo que apunta en forma directa es al campo del goce, alejándose de la relación
con el Otro, es decir, con el toxico se obtiene un goce sin necesidad del Otro y tal experiencia
de goce se trata de algo que no puede regularse por el principio del placer, si no que más
bien se juega en el más allá, es decir donde reina la pulsión de muerte. Finalmente, en cuanto
a la clínica psicoanalítica y su aplicabilidad en relación al campo de las adicciones ésta es
considerada posible en la medida en que logre des identificar tanto al analista como al
analizante de la impronta de “adicto” ya que permita el surgimiento de un sujeto singular
con capacidad de análisis sobre su sufrimiento y goce interrelacionados entre sí.
Sufrimiento psíquico: Su relación con la adicción a las sustancias psicoactivas
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2. Planteamiento del problema

Diversos autores han planteado la complejidad del abordaje desde el enfoque


psicoanalítico respecto al tema de las adicciones, considerando incluso que quienes se
enfrentan a una situación de consumo de drogas son in-analizables, y por tanto se sitúa una
clínica de lo im-posible; sin embargo, no podemos desconocer los esfuerzos
contemporáneos que dan fe de su aplicabilidad, por consiguiente, la intención que centra el
origen de este trabajo pretende tematizar y argumentar precisamente una postura que
posibilite tanto la investigación, como la clínica y el tratamiento de las adicciones desde una
perspectiva que da lugar a la palabra, la palabra que se dice y la que no se dice también, es
decir dar lugar al sujeto del inconsciente.

Buscando entonces la contraposición al determinismo psicologizado que encasilla al


sujeto como “el adicto” lo cual no hace más que replicar el síntoma identificándolo con la
sustancia e imposibilitándolo de la responsabilidad que debe asumir con el manejo de su
goce, la pretensión de esta proyecto es investigación, es plantear como tesis que al reducir
la noción que da consistencia a la relación del sujeto con el toxico (droga) evita a su vez que
el analista mismo reduzca la relación con el toxico que tiene el sujeto que la padece, en otras
palabras; quitar fuerza al toxico y remitirnos al significante del sujeto con ese Otro, ha de
permitir al psicoanálisis cumplir con su razón de ser, adentrarse en la singularidad de cada
caso para su respectiva intervención, y por ende no pensar de manera homogenizada el
tratamiento y las modalidades de intervención en los casos de adicción.

La exigencia académica que determina el estudio de los parámetros fundamentales


que desde la perspectiva psicoanalítica se han constituido en virtud de las adicciones nos
remite a realizar un ejercicio exploratorio sobre los planteamientos epistemológicos,
teóricos, conceptuales y metodológicos en relación al eje temático seleccionado para la
investigación, lo que ha de suponer la intención de recorrer los aportes de Freud y Lacan y
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con ello la posibilidad de ampliar el espectro fenomenológico que da soporte al


planteamiento de que la adicción en un sujeto se puede relacionar con la condición de
sufrimiento psíquico que le antecede, lo cual es el eje central de la pregunta problema que
se plantea en este trabajo.

Finalmente la sistematización de la experiencia a través de esta investigación, dará


muestra de la importancia de la subjetividad, la transferencia y la impecabilidad en la
implementación del dispositivo analítico propiamente dicho en el abordaje de un sujeto con
un cuadro sintomático específico, lo que para este caso será la adicción, pero la ambición
trasciende la intención y sin estar determinado por el resultado o la relación entre variables
se pretende pues poner en evidencia la veracidad del psicoanálisis como practica
investigativa. Al plantear el presente desde una perspectiva de investigación cualitativa se
corrobora que el objeto de estudio del psicoanálisis es el sujeto y sus significantes psíquicos
(inconsciente), es decir no será entonces la adicción el eje central de dicha aplicación
investigativa, más bien es la posibilidad de explorar en esa relación inconsciente que el
sujeto establece con dicho objeto de “goce”.

En la actualidad el consumo de sustancias psicoactivas se ha convertido en un


desafío, tanto en la medida que representa para la clínica del presente siglo un reto similar
al que representaba la histeria para la clínica del siglo XIX, además de lo anterior es
importante hacer referencia a Le Polulichet, (1991) en cuanto admite lo siguiente:

No existe una teoría sobre la aceptación en tratamiento psicoanalítico de


pacientes toxicómanos, las verdades teóricas construidas sobre la toxicomanía son
verdades de apuro y dicha indeterminación se duplica en una indesibilidad que
simultáneamente subsiste en el interior de cada una de las disciplinas que se ven
encrucijadas temáticamente al momento de definir, estudiar e intervenir tal
fenómeno. (p.4)

Con lo anterior entonces, lo que se pretende aclarar es que precisamente la clínica


de las adicciones, constituye en sí misma, una situación de amplio espectro de abordaje y
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que al momento de su investigación, clínica y tratamiento se deben tener presentes tanto


factores particulares como generales a fin de garantizar una sana interpretación del mismo,
ya pues que la ingesta de la sustancia no representa más que la forma de la problemática, es
decir, el problema no es la droga, no es el toxico, no es el uso de ésta, el problema apenas
medio se asoma con el consumo de la sustancia, pero en realidad radica en la singularidad
del sujeto y su relación inconsciente con el Otro; por consiguiente o al menos para delimitar
los interés de la investigación, además que en virtud de definir el problema objeto de estudio,
no nos remitiremos a las conceptualizaciones que vacilan por tratar de comprender
instancias como la toxicomanía, la adicción, la farmacodependencia, consumos
problemáticos y quizás algunas otras que puedan existir ya que ello nos llevaría a una
psicologizacion secundaria de los conceptos analíticos y nos instalaría en un modelo medico
de pensamiento que desubjetivisa y tergiversa la singularidad, es decir al dar fuerza al toxico,
a la droga, a la sustancia o al objeto nos conduciría de manera inmediata a una perdida
psicoterapéutica.

¿Cómo escapar entonces a lo anterior?, como primera instancia la abstracción de


la ambigüedad del concepto de “toxicomanía” ya sea esta como entidad psicopatológica
autónoma o como procedente de otras patologías, lo segundo es protegernos del imperativo
de representación de “drogado” ya que es una impronta de discursos que defienden la
“toxicomanía” y la presentan como justificación tanto para la investigación, como para el
mismo sujeto que la padece y finalmente evitar vernos enredados en la plétora de discursos
que traza la figura psicosocial de “drogadicción”; figura escandalosa y espectacular que
nutre la idea del “flagelo”, puesto que así ni tan siquiera el discurso psicoanalítico escaparía
de tal realidad ya que pretendería explicar la “toxicomanía” y analizar al “toxicómano”,
imposibilitando con ello la elaboración del sujeto de una relación con su propia situación
inconsciente como acto singular.

Una vez esclarecido lo anterior hemos abonado un terreno propicio para plantear la
pregunta problema en torno a los intereses de la investigación, por lo tanto nos remitiremos
a lo que propiamente esta dicho y fundamentado desde el psicoanálisis haciendo hincapié
en su objeto de investigación, el sujeto, su psique y las diferentes operatorias sintomáticas.
Sufrimiento psíquico: Su relación con la adicción a las sustancias psicoactivas 20

2.1 Pregunta problema

¿Cuál es la relación existente entre el sufrimiento psíquico y una adicción a las


sustancias psicoactivas?
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3. Objetivos

3.1 Objetivo general

Analizar la relación existente entre el sufrimiento psíquico y la adicción a


sustancias psicoactivas en seis adultos entre 22 y 35 años de edad, consumidores adictos
durante los últimos 2 años y que se encuentran internos en el Hospital Psiquiátrico
Universitario del Valle.

3.2 Objetivos específicos

✓ Identificar la condición de sufrimiento en relación a la adicción a sustancias


psicoactivas en seis adultos entre los 22 y 35 años de edad, consumidores adictos
durante los últimos 2 años y que se encuentran internos en el Hospital Psiquiátrico
Universitario del Valle.

✓ Reconocer el goce implícito en relación a la adicción a sustancias psicoactivas en


seis adultos entre los 22 y 35 años de edad, consumidores adictos durante los últimos
2 años y que se encuentran internos en el Hospital Psiquiátrico Universitario del
Valle.

✓ Implementar la escucha analítica como dispositivo terapéutico para la investigación,


clínica y tratamiento de las adicciones a las sustancias psicoactivas en seis adultos
entre los 22 y 35 años de edad, consumidores adictos durante los últimos 2 años y
que se encuentran internos en el Hospital Psiquiátrico Universitario del Valle.
Sufrimiento psíquico: Su relación con la adicción a las sustancias psicoactivas 22

4. Marco conceptual

El presente marco propone el desarrollo conceptual desde la perspectiva


psicoanalítica en referencia a las adicciones, su clínica y su tratamiento; no obstante, para
lograr lo anterior se hace necesario delimitar la línea que relaciona las variables iniciales
que constituyen este anteproyecto de investigación, y para ello el planteamiento de que el
sufrimiento psíquico –como condición subjetiva- ha de ser el vector que establece un punto
común entre las mismas; es decir, la hipótesis que rige la investigación toma como punto de
partida que existe una relación directa entre el sufrimiento psíquico y su incidencia en la
instalación de una adicción en un sujeto; sin embargo, la pretensión es mucho más que
ambiciosa y trasciende la noción simplemente descriptiva o explicativa de la adicción como
tal y lo que considera entonces es evidenciar que la escucha analítica es un dispositivo
terapéutico efectivo para la clínica y el tratamiento de las adiciones a las SPA.

Partiendo de lo anterior, se abordara como primera instancia la definición de


sufrimiento psíquico y su demarcada diferenciación con el concepto de dolor psíquico; acto
seguido y en segundo lugar, se pretende entonces esclarecer la instancia de goce que se
apuntala implícitamente a la adicción en un sujeto; y finalmente, explicar la importancia de
una adecuada implementación de la escucha analítica como dispositivo terapéutico en el
abordaje e intervención del caso a caso que permite el tratamiento de aquello considerado
incluso por algunas instancias de la terapéutica -como se mencionó en apartado de
planteamiento del problema- como clínica de lo imposible: las adicciones.

4.1 Sufrimiento Psíquico: Imposibilidad simbólica para tramitar dolor

Desde los inicios de la perspectiva psicoanalítica, específicamente la de Freud (1895)


en proyecto de una psicología para neurólogos el dolor fue un concepto susceptible de ser
hipotetizado en relación a su origen y destino. Inicialmente fue considerado como
proveniente de una lesión corporal donde el Yo concentra su investimento y reduce su
atención al centro del dolor, esto desde una visión fisiológica del individuo, en lo que
Sufrimiento psíquico: Su relación con la adicción a las sustancias psicoactivas 23

respecta al dolor psíquico, el cual no es sinónimo de displacer, determinó Freud que es aquel
que surge como consecuencia a la ruptura de los límites del Yo ante la aparición de un monto
elevado de energía en el sistema y que genera ruptura homeostática y por consiguiente
discordancia en la diada “placer/displacer”; sin embargo, tal elaboración del autor nos invita
a realizar un claro posicionamiento del concepto en el desarrollo del presente trabajo, lo
anterior en la medida en que este se anuda a la intención de pulir el constructo y así constatar
la importancia de establecer la diferenciación entre dolor, trauma, duelo, malestar y
sufrimiento, logrando así fundamentar desde el psicoanálisis cómo cada uno de los
conceptos mencionados no ocupan el mismo lugar ni suplen la misma función en el aparato
anímico.

Como primera instancia consideremos la comprensión de que el trauma psíquico


es correlativo antecedente del dolor, en tanto lo que determina es el desborde de las defensas
del sujeto ante las representaciones que no anuda, que no soporta en su aparato psíquico, por
consiguiente, no queda más que el “grito” para así poder de nuevo integrar su universo ante
aquello que irrumpe de manera brutal generando excitación, traumatismo. (François, 1999).

Otro aspecto importante a tener presente es el duelo, ya que este es una reacción
específica a la pérdida de un objeto, el duelo es un estado psíquico subsiguiente a una
ausencia vivida como perdida, es un bloqueo, inhibición o parálisis subjetiva por el
abandono de todas las representaciones debido a una especie de hemorragia psíquica. Nasio
(citado por François, 1999) lo esclarece de la siguiente manera: “En el plano de lo clínico,
todo ello se traduce en una inhibición paralizante ligada a un desinvestimento y, al mismo
tiempo, en un insoportable y agudo dolor que seguirá al sobreinvestimento” (p. 55).

Es decir, los dos enunciados inmediatamente anteriores nos remiten a pensar que
cuando el sujeto no anuda la energía representacional con el choque traumático de una
perdida (falta) aparece entonces el dolor y, si el dolor a su vez le somete a una hemorragia
de sus representaciones le conducirá a un estado de duelo, haciéndose necesario la
redistribución de la energía psíquica sobre sus representaciones restantes, de lo contrario
este corre el riesgo de melancolizar y caer en un “dolor moral” que perpetua la falta.
Sufrimiento psíquico: Su relación con la adicción a las sustancias psicoactivas 24

Una de las primicias que fundamenta el psicoanálisis refiere que todos los seres
humanos estamos en falta, significa entonces que el dolor es inherente a los seres humanos,
es inevitable, de allí entonces que el duelo sea un trámite natural contra el dolor; sin
embargo, adentrándonos en el campo del dolor psíquico no podemos dejar de lado que este
se encuentra inscrito fuera del razonamiento y en oposición a la posibilidad de ser sintetizado
por la consciencia, Levinas (citado por François, 1999) refiere que el dolor psíquico es “un
momento muy especial en la consciencia, que se ve incapaz de construir algo (…) construye
sin poder construir” (p. 55); pese a lo anterior, queda un recurso para el sujeto, gritar el
dolor, es decir simbolizarlo, con el simple hecho de sentirlo, solo sentirlo, es simbolizarlo.
Pero, ¿qué pasa entonces cuando el sujeto no simboliza, no tramita o no grita el dolor?
Incluso podríamos preguntarnos ¿Cuál es el punto medio entre dolor y melancolía? o a lo
mejor ¿Cuál es el mecanismo que permite que un sujeto no rompa la línea que le lleva del
dolor psíquico al dolor moral?, al parecer tales interrogantes se resuelven a través de la
noción que nos permite concebir la vía del sufrimiento como una elaboración subjetiva para
“aguantar” la tensión psíquica.

Sufrir es padecer, soportar aquello que no se quiere, que no se desea y en tanto el


dolor no tenga manifestación alguna siempre habrá cabida para el sufrimiento, se puede
considerar entonces que el sufrimiento es un dolor que no se decide a quedar atrás, se resiste
a quedar en el pasado, sin embargo no es una rememoración, es una condición subjetiva
presente que encuentra relación con un pasado al cual se liga sin nominar, sin representar,
es un estado de lucha e intermedio entre bien-estar y psicopatología que nos lleva entonces
a un terreno que hasta ahora no hemos nombrado y se hace imperativo citar, el malestar.

Pensar en el concepto de malestar psíquico nos remite a considerar dos


aspectos fundamentales del mismo, el sentimiento de culpa y quien lo infunda el súper Yo,
este último determinado por la represión intencionalmente reguladora que ejerce el entorno
por sobre las pulsiones subjetivas, ello permite concebir entonces que el malestar psíquico
es inherente a la condición de ser social y por tal razón su etiología es difusa en tanto
indeterminado es el aspecto subjetivo más allá de cómo el sujeto lo intenta mediar o tramitar
Sufrimiento psíquico: Su relación con la adicción a las sustancias psicoactivas 25

a fin de no dejarse devastar del mismo, por ello, no es de sorprendernos que se instale una
falsa noción de felicidad por el hecho de saberse escapar a la desgracia o también por sentirse
sobrevivir al sufrimiento y con ello se relegue a segundo plano la posibilidad de lograr el
placer (Freud, 1929).

Freud se valió de una frase del poeta Goethe (1749-1832) a quien citó en su trabajo
El malestar en la cultura “Quien posee el arte y la ciencia tiene religión; quien no posee
arte y ciencia necesita religión” (p. 14); con ello al parecer hace referencia a la importancia
de que el sujeto no quede expuesto en la incomprensible profundidad de la existencia, ya
habiendo comprendido éste que la vida misma iba más allá del principio de placer y que
incluso el simple hecho de vivir ya era implícita y explícitamente doloroso, es decir, lo
inherente del dolor en el ser humano le impulsa entonces al reto de dilucidar la etiología del
sufrimiento y frente a ello refiere:

El sufrimiento nos amenaza por tres lados: desde el propio cuerpo que,
condenado a la decadencia y a la aniquilación ni siquiera puede prescindir de los
signos de alarma que representan el dolor y la angustia; del mundo exterior, capaz
de encarnizarse en nosotros con fuerzas destructoras omnipotentes e implacables;
por fin, de las relaciones con otros seres humanos (Freud, 1929, p.3025).

Bien, pongamos entonces en contexto la diferenciación entre malestar y sufrimiento


y observemos nuevamente como este último se imposibilita para su simbolización; primero
tengamos presente que en cuanto a la consideración de la operación psíquica del malestar,
este es solucionable en tanto opera de manera contingente y se puede resolver, en otras
palabras ante la presentación de una falta, existe la posibilidad de un parche que la supla y
la remiende; en contraparte a lo anterior y en relación al concepto de sufrimiento así lo
refiere Orejuela (2016):

El sufrimiento, como modalidad de malestar que aspira al reconocimiento,


es la experiencia subjetiva de excesiva tensión y desgaste corporal y psíquico, sin
sentido, que lleva a la pérdida de la experiencia de sí, derivada de la
Sufrimiento psíquico: Su relación con la adicción a las sustancias psicoactivas 26

sobrecarga pulsional que ha sido impedida de descargarse o simbolizarse por vía


de la palabra, de traducirse en el necesario placer que restablecería el equilibrio de
la economía psíquica. (p. 21)

No deja de ser complejo definir el concepto claro de sufrimiento psíquico, sin


embargo queda establecido la operación subjetiva que este determina en relación a la
perdurabilidad y sostenimiento del dolor como condición psíquica que le diferencia de otras
formaciones en el aparato anímico a nivel de constituciones sintomáticas establecidas a
partir de traumas, pérdidas o exógenas demandas, no obstante y pese a lo anterior es
importante dilucidar que el sufrimiento como condición subjetiva tiene un alto nivel de
intensidad que es relativamente identificable, mas no simbolizable, no articulable, además
de intolerable e inconsciente.

Por otro lado, podemos considerar también la posible relación etimológica que se
establece entre los conceptos de sufrimiento y a-dicción, en tanto el primero no se simboliza
y el segundo es la ausencia de palabra, es decir encajan perfectamente el uno en el otro como
si de una prótesis se tratara ante la demanda no elaborada proveniente de un insoportable
dolor.

4.2 Goce y a-dicción: Goce sin palabra, sin símbolo, sin falo

Los seres humanos nos encontramos en un debate subjetivo que se apuntala en un


trípode inevitable constituido por malestar, dolor y sufrimiento, continuamente expuestos a
los tres queda entonces el imperativo de buscar la forma de contrarrestar la tensión generada
en el aparato psíquico a fin de establecer la economía del mismo, de lo contrario, subyace la
enfermedad mental o, ¿por qué no? La locura. Partiendo del anterior enunciado surge
entonces la intención de delimitar el aspecto clave que ha de determinar la vía por la cual el
sujeto establece los mecanismos para contrarrestar los niveles de tensión en el aparato
psíquico y así sobrellevar la vida misma.
Sufrimiento psíquico: Su relación con la adicción a las sustancias psicoactivas 27

El funcionamiento psíquico se rige más allá del principio del placer, todos
estamos en falta y por consiguiente somos sujetos de deseo, el deseo toma como punto de
partida la necesidad, necesidad de satisfacción del mismo y tal necesidad efectivamente está
determinada por un objeto que media en dicha satisfacción; es decir, en retrospectiva lo
entenderíamos de la siguiente manera: existe un objeto generador de satisfacción para el
sistema, el cual ha instalado una huella mnémica que llevara posteriormente a lo que se
concibe como necesidad y que ha de generar la im-pulsión del deseo de conseguir
nuevamente dicha satisfacción. Pulsión, huella mnémica, satisfacción, economía psíquica,
necesidad y deseo son todos ellos mecanismos en un mismo contexto inconsciente que dan
lugar a uno que hasta el momento aún no mencionamos, la repetición, y por consiguiente al
goce.

Para hablar de goce se hace necesario hablar de objeto y para ello lo siguiente:
cuando Freud (1915) habla de pulsión (trieb) en su texto pulsiones y destinos de pulsión,
hace referencia a lo “oscuro”, así mismo lo llama Lacan (1964) “escondido” y “misterioso”
en su seminario XI sobre “Los conceptos fundamentales del psicoanálisis”, lo cual llama la
atención por cuanto ambos autores están hablando en relación al objeto de la pulsión
(Imbriano, 2008). Es entonces la pulsión, la manera como la energía psíquica se tramita; así
como tiene una fuente, una fuerza y un destino, también tiene un objeto y a la consideración
tanto de Freud como de Lacan es que este último –el objeto- posee características
indeterminadas e indescifrables en sí mismo y que establecen relación directa tanto con la
concepción de deseo, como la del goce.

Ahora bien, antes de hablar del objeto se hace necesario recurrir a la


reinterpretación que realizo Lacan del concepto de castración, en tanto esta ha de ser la ruta
que nos permitirá esclarecer la relación existente entre repetición, goce y objeto; lo que
refiere Lacan es precisamente que la cultura (Otro) desnaturaliza el sentido mismo del
significante del cuerpo (sujeto de lenguaje, sujeto del inconsciente) y conlleva al sujeto a la
experimentación de la incompletud, el discurso capitalista en su arrasadora y dominante
intención somete a la inexistencia del goce en todo su sentido y a que la cadena de
significantes en el sujeto sea determinado por las leyes de la cultura. Para comprensión de
Sufrimiento psíquico: Su relación con la adicción a las sustancias psicoactivas 28

lo anterior, se hace importante realizar un breve recorrido por la construcción que realiza
Lacan (1969-1979) en el Seminario XVII, puesto que es quien nos permite dilucidar la
incidencia del discurso capitalista en la subjetividad. Kameniecki (2017) en cuanto a los
discursos de Lacan refiere lo siguiente:

El eje o núcleo de estos discursos tiene que ver con el goce, aunque de un
modo raro: cada discurso es una manera o método específico para evitar el goce,
una protección contra el goce, y a la vez de mantener el deseo. (p.2).

Al respecto, es importante entonces tener presente que el goce se establece como


un producto que ayuda para contrarrestar el socavamiento del lazo social, en tanto cada vez
el consumismo mercantil lo hace más efímero, es decir, el lazo social se torna superficial,
Bassols (citado por Aranda, 2018) piensa que “La ciencia y el mercado comandan hoy el
nuevo orden simbólico que rige nuestra civilización, propagando un anhelo generalizado de
todo saber” (p. 2), lo anterior nos deja entonces en un contexto de actuación particular y en
tal contexto de actuación está el sujeto, un sujeto deseante que se debate entre la intención
de un vínculo firme que lo sostenga en el deseo –deseo del Otro- y el sistema liquidificado
que lo acoge, sin embargo, lo acoge sin lazo, el sujeto al no encontrar lazo firme que
garantice su verdad y consistencia en el Otro encuentra el goce como –producto- factor
político que lo aloja en el lazo social.

Bien, precisemos entonces, la cultura –constructo inevitable de la subjetividad-


pretende parámetros de actuación que delimitan el deseo del sujeto hablante en todas sus
manifestaciones, su estructura instituye el discurso, Brauntein (citado por Aranda, 2018) así
lo manifiesta: “discurso que da por sentado la realización de un efecto y un producto: el
efecto es el sujeto y el producto es el goce”(p. 1), así pues en la mitad de ambos – sujeto y
goce- queda el objeto, ya no como causa de deseo, sino más bien el objeto de goce, objeto
con el que el sujeto goza. Quedando así claro que el goce se encuentra articulado a la
pulsión y la satisfacción de la misma, el goce alude al carácter de economía pulsional:
Sufrimiento psíquico: Su relación con la adicción a las sustancias psicoactivas 29

Lacan considera una economía política del goce como la distribución, determinada
para cada sujeto, de la forma en que el sistema significante opera sobre el cuerpo.
El concepto asociado directamente al de goce es el de satisfacción pulsional. Goce
es el nombre lacaniano de la satisfacción pulsional. (Imbriano, 2008, p. 1).

En ese orden de ideas veremos la función que presta el objeto en su relación con el
goce. El sujeto actúa a partir de la pulsión que pretende entrecruzar el campo de lo simbólico
con lo real, lo anterior en la pretensión de alcanzar la satisfacción del deseo (dimensión de
perdida-falta), deseo que ya por supuesto se encuentra mediado – discurso capitalista- por
la modificación sustancial de la operación significante; ante la imposibilidad de verse
realizado –el deseo-, es decir, ante la imposibilidad de capturar el objeto, el sujeto se lanza
a la repetición, o sea, a volver a pedir el objeto, objeto sobre el cual se ha de transferir la
carga pulsional a fin de satisfacer la necesidad, sin embargo allí el inconsciente se ve
apresado y construye una forma alejada de satisfacción de la misma y así entonces se
sumerge en el significante de encuentro-perdida-reencuentro y el deseo fracasa en su
intención - capturar el objeto- y por consiguiente la meta queda incompleta, es decir, un
sujeto en goce.

Deseo insatisfecho, objeto enmascarando la satisfacción pulsional (goce),


hegemonía capitalista productora de malestar a granel, todos estos, constituyen el terreno
propicio para que opere simbólicamente un “quitapenas”, para prevenir la “ruptura en la
relación con la cosita de hacer pipí”, la letra está muerta, la cadena de significantes ha
quedado en lo real, sin decir, sin símbolo, sin palabra, es decir en a-dicción.

Lo que para Freud fue la cosa –das Ding- es el antecedente del objeto (a) en
Lacan, esta pérdida primaria (prohibición del incesto) es la causación del deseo y la
regulación del goce, pese a lo anterior todo intento de alcance del objeto (a) que se pretenda,
inevitablemente quedara incompleto en tanto nunca existió en el plano de lo simbólico,
quedo en lo real y su intento por darle sentido caerá siempre en el agujero de una imagen
unificada del Yo que no cuenta un origen especular, no se puede nominar, el objeto (a) se
Sufrimiento psíquico: Su relación con la adicción a las sustancias psicoactivas 30

ubica en el lugar de la hiancia y es ello lo que nos hace buscar, desear y ¿Por qué no?
Consumir, gozar.

La palabra consumir hace referencia al uso de un algo para satisfacer una


necesidad y la no satisfacción de la necesidad conduce al sufrimiento, sin lugar a dudas el
goce lo elude, lo anterior no dista mucho entonces de la concepción que hemos abordado en
lo que respecta a la pulsión y el objeto de la pulsión, diversos objetos (sexo, televisión,
compras, ropa, pareja, drogas, etc.) facilitan entonces el asiduo ejercicio de economía
psíquica pulsional, lo interesante del caso es precisamente dilucidar lo que sucede cuando
dicha energía psíquica rompe con la homeostasis ante el exacerbado (compulsión) uso de un
objeto con el cual se goza. Fuentes (2013) refiere que “Todos los medios que Freud describe
para eludir el sufrimiento tienen consecuencias, y en última instancia fracasan” (p.3). Al
parecer entonces esto nos permite abrir trámite para adentrarnos en el panorama de las
adicciones y específicamente a las sustancias psicoactivas.

4.3 Escucha analítica: Una posibilidad para des complejizar la concepción sobre
la adicción a las S.P.A ¿Clínica de lo imposible?

La adicción a las sustancias psicoactivas es una situación compleja de comprender


tanto en lo que respecta a su clínica y tratamiento como también en virtud de lo que se
encuentra en relación a su teorización. La psicologizacion del concepto y la práctica clínica
terapéutica de la época han construido en torno a las adicciones una investidura
fenomenológica que no solo carece de fundamentación, sino que también margina la
especificidad del concepto como tal. No obstante, incluso de allí la razón por la cual es
considerada en la mayoría de los casos “clínica de lo imposible”. Tan denso puede ser el
abordaje de la temática como seres humanos y drogas existen, es decir, para términos del
presente trabajo se hace indispensable delimitar el contexto de actuación en virtud de
direccionar los intereses hacia la des complejizacion del concepto desde la perspectiva
psicoanalítica.
Sufrimiento psíquico: Su relación con la adicción a las sustancias psicoactivas 31

A esta altura de la producción escrita del presente marco conceptual hemos


abordado dos elementos fundamentales que permiten tal fin –des complejizar-, sufrimiento
como condición subjetiva y el goce apuntalado implícitamente en la adicción a las sustancias
psicoactivas. Tal como ha sido especificado con anterioridad se debe entonces velar por
prevenir el riesgo de no caer en generalizaciones que nos remitan tanto a críticas como a
teorizaciones de apuro y para ello la delimitación seleccionada nos remite a tres variables
que se pretenden sintetizar en el contexto clínico de la escucha analítica, tales variables son
el sufrimiento psíquico, el goce y la adicción, lo anterior no solo para concebir la posibilidad
de que el dispositivo de escucha analítica puede facilitar el tratamiento de las adicciones,
sino también a fin de considerar la virtud de este – la escucha analítica- como método de
investigación cualitativa para construir y fundamentar una práctica clínica que dé lugar al
sujeto y realice ruptura con la contradictoria tendencia terapéutica de la reeducación.

Está claro entonces que lo más llamativo de esta investigación apunta a considerar
la temática de las adicciones y ello nos obligaría a plantear por delante concepciones que
abarcan desde la farmacodependencia, toxicomanías, drogodependencia, consumos
problemáticos, abuso de drogas e incluso otros tipos de dependencias, con seguridad que
efectivamente todos y otros se encuentran en relación, claramente no son lo mismo y cada
uno nos daría una ruta diferente a seguir y lo único que lograríamos con ello es tergiversar
la intención de anudar el sufrimiento y la a-dicción en el contexto de la escucha analítica.
Es decir, des identifiquemos al sujeto con la droga “drogadicto”, reduzcamos fuerza al toxico
“toxicómano” y demos lugar a la escucha de lo que tanto trabajo cuesta decir, el sufrimiento.
Para soportar lo anterior me parece importante la siguiente cita de Kameniecky (2017) en
uno de sus seminarios sobre políticas públicas en drogas cuando refiere:

(…) por ello el tema de la llamada rehabilitación, a mi criterio polémico y


bastante hipócrita, es muy interesante desde un enfoque crítico. No hay duda que
las sustancias son importantes, ninguna duda (…) está también el sujeto, en mi
opinión lo esencial. (p.10)
Sufrimiento psíquico: Su relación con la adicción a las sustancias psicoactivas 32

Es decir, para hablar de escucha analítica, seria irrisorio hablar de drogas, el lugar
para estas diríamos que se encuentra en otro contexto, así pues, adentrémonos en la
posibilidad de concebir la terapéutica y su incidencia en el sujeto “Se trata de hacer emerger
al sujeto y que se implique con relación a sus condiciones de goce” (Kameniecki, 2017, p.7),
así entonces la importancia de la palabra, incluso de la palabra no dicha.

Una de las razones por la cuales la clínica y el tratamiento de las adicciones se


considera compleja de llevar a cabo consiste precisamente en la imposibilidad del sujeto
para simbolizar, ya está dicho entonces que está gozando, goza en su propio tramite del
sufrimiento, goza en la queja, sin embargo esto no dista mucho de aquella mujer que llega
al consultorio repitiendo compulsivamente relaciones de pareja maltratadoras de las cuales
no logra desprenderse, para ambos casos el clínico se ve obligado a retirar la impronta que
les enmascara, o ¿es que acaso cuando ve llegar a la mujer y le abre la puerta del consultorio
tiene permiso para pensarla como “la mujer maltratada”?, los principios clínicos del
psicoanálisis nos dicen que no es posible improntar de esa manera, el sujeto de goce, es
sujeto de goce, singular goce que le relaciona con las profundidades de su propio fantasma,
he allí entonces la virtud de la escucha analítica que permita ir más allá de la caracterización
de los sujetos inmersos en discursos médicos, legales y morales que no hacen más que
perpetuar los padecimientos y la falta.

Otra manera de abordar este problema consiste en preguntarnos por los sujetos que
nos ocupan. Antes de llegar al consultorio una persona llamada “toxicómana”-en
la medida en que se presente como tal- ya está atrapada en esa denominación. La
“toxicomanía”, en efecto, es designada como un flagelo social y constituye el
objeto de una ley jurídica y he ahí una dificultad que es preciso ponderar. (Le
Poulichet, 1990, p. 19).

Hablar de escucha analítica nos obliga a soportar teóricamente dicha práctica


desde el psicoanálisis y este basa sus construcciones en el sujeto, en su relación con el deseo,
así mismo el posicionamiento de este en los diferentes discursos; sus conceptos centrales
aluden al objeto, psiquismo, goce, inconsciente etc.; ello nos reta a pensar en la subjetividad
Sufrimiento psíquico: Su relación con la adicción a las sustancias psicoactivas 33

y pensar en esta tampoco nos debe apurar a denominarla sin fundamento, Lacan la
conceptualizo en la articulación borromea de lo Real, lo Simbólico y lo Imaginario. Para
ello los tratamientos deben posicionar al sujeto, asignándole relevancia al saber que él
mismo porta sobre su singularidad y su historia y ello debe ser prevaleciente por encima de
la intención de re-insertarlo, re-habilitarlo o peor aún, eliminar un síntoma sin saber qué
función psíquica está cumpliendo.

La práctica clínica enfocada desde la escucha analítica en el tratamiento de las


adicciones debe enfocarse como primera instancia a posibilitar un espacio para que el sujeto
se movilice de la identificación con la que se presenta “soy un adicto”, ello ausenta la
posibilidad de que el sujeto se registre en la palabra, en el significante mismo, ello cristaliza
su identidad y su soporte se funda en un discurso colectivo que contribuye a la marginalidad
con la que incluso ha de justificar continuar en su propia forma de gozar. (Pérez, 2017, p.1).
Lo anterior entonces, nos permite una coordenada que amplía la posibilidad de intervención
y que ha de conducir a la intención de una rectificación subjetiva a fin de que el sujeto pueda
elaborar una posible demanda de intervención, en relación a lo anterior Kameniecki (2017)
aduce:

Si escuchamos a la persona que nos consulta, al inicio y posiblemente


durante cierto tiempo, nos hablará de las sustancias, de sus efectos en él, nos dirá
que quiere dejar de consumir pero no puede -porque, afirma, es un adicto- , se trata
de un circuito cerrado en sí mismo, donde debemos tener paciencia para ir
encontrando algún hueco por donde entrar. (p.1).

Bien, tengamos en cuenta que quien se instala en una adicción goza sin el Otro, es
decir casi que podríamos pensar que la a-dicción misma es una forma de tachar al Otro, así
que no es de extrañar la dificultad para que este le asigne al analista la posición de sujeto
supuesto saber, ello toma tiempo, es necesario que el sujeto des- sustancialice el discurso y
de lugar al significante, en otros términos, salga de la palabra vacía y pueda adentrarse en la
palabra plena.
Sufrimiento psíquico: Su relación con la adicción a las sustancias psicoactivas 34

Una de las formas más prácticas de poder concluir el presente apartado apunta
entonces a considerar la reflexión sobre la importancia de fundamentar la escucha analítica
como una posibilidad para el sujeto, la complejidad radica en que si el sujeto está en a-
dicción, está en acto, no en palabra, además de incompleto y gozando, solo un acto puro de
amor transferencial podrá dar sitio al sufrimiento y conducir la cura analítica, esto se da en
el caso a caso, no hay determinante para tratar las adicciones pues solo la singularidad nos
dará la evidencia de aquello inmensurable con lo cual el sujeto se enfrenta
fantasmagóricamente.
TÍTULO DEL DOCUMENTO 35

5. Método

El trabajo de investigación que se llevara a cabo pretende dar cuenta de la


implementación del enfoque psicoanalítico como método de investigación en la psicología
clínica aplicada, su metodología es de tipo cualitativo y su alcance apunta a la intención de
describir la relación existente entre el sufrimiento psíquico y la adicción a las sustancias
psicoactivas.

La implementación del psicoanálisis como método terapéutico es en sí mismo una


posibilidad de investigación, lo anterior en tanto el analista debe tomar como punto de
partida el precepto de la “docta ignorancia” a fin de posibilitar la instancia de observación,
descripción e interpretación de datos, los cuales reposan en el discurso del analizante y dan
muestra de signos de goce en relación al síntoma construido psíquicamente.

Ramírez y Gallo (Citado por González, 2013) afirman que aplicar el método de
investigación psicoanalítico requiere un cuidadoso trabajo en tanto debe garantizar
precisión, pero así mismo debe ser flexible en la medida en que la investigación avanza,
existen similitudes con la investigación tipo social cualitativa, sin embargo, difieren tanto
en los datos como en la concepción de sujeto que se investiga. (p. 2).

Partiendo de lo anterior se hace importante entonces elegir los principios rectores


que han de conducir la práctica investigativa a fin de garantizar la búsqueda de lo singular
en cada uno de los sujetos que serán participes de la investigación y de la misma manera
prevenir caer en generalizaciones que formulan leyes y pautas pre-establecidas, lo cual es
común en la práctica investigativa de las ciencias naturales y sociales.
Sufrimiento psíquico: Su relación con la adicción a las sustancias psicoactivas. 36

En ese orden de ideas, el principal precepto que se ha de adoptar es la escucha


analítica de manera activa; ajustándose a los principios clínicos de la terapia psicoanalítica1:

➢ Como primera instancia se pretende entonces hacer uso de la práctica de la palabra,


lo anterior tomando como punto de partida que el sujeto que asiste a análisis sufre,
tanto por lo que le han dicho, lo que este ha dicho y sin lugar a dudas lo que no ha
dicho, así entonces se pretende editar el texto – el discurso- con el que el sujeto se
ha de presentar. En lo que respecta a este principio se ha de tener precaución en lo
referente a la interpretación de los significantes en virtud de que el investigador se
encuentra aún en proceso de formación como analista.

➢ El segundo planteamiento apunta a la posibilidad que los sujetos que participen en


la investigación den cuenta de las identificaciones subjetivas que se encuentran en
relación a su condición de adicción a las sustancias psicoactivas, para ello se ha de
reconocer la importancia de la función psíquica que cumple el síntoma, lo anterior
en virtud de establecer con claridad las precauciones en relación a las estructuras
clínicas, neurosis, psicosis y perversión.

➢ Disimetría transferencial en caso tal de que se vea instalada la transferencia en uno


de los casos, lo anterior teniendo en cuenta que la transferencia es el motor que
conduce el proceso de intervención, de la misma manera tal contexto permitirá
identificar esquemas de repetición pulsional en el participante.

➢ Permitir el confidente uso de la asociación libre en tanto no estará determinado por


la participación de un tercero que medie en los encuentros de entrevista individual,
por tal razón y siendo consecuentes con este principio clínico no se usaran cámaras,
grabadoras, protocolos y demás insumos que limiten la posibilidad de encuentro
subjetivo, es decir se pretende por el respeto a la singularidad de cada caso.

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Se toma como base la perspectiva presentada por el psicoanalista Mario Elkin Ramírez Doctor en psicología
de la Universidad de Buenos Aires.
Sufrimiento psíquico: Su relación con la adicción a las sustancias psicoactivas. 37

➢ La no utilización de protocolos, test o entrevistas estandarizadas facilitará el


discurso libre del sujeto a fin de posibilitar el surgir de significantes en relación al
goce.

➢ El uso del dispositivo analítico como herramienta de intervención no pretende la cura


analítica para el caso de la investigación, por tal motivo se pretende establecer la
posibilidad de un numero abierto de entrevistas con cada uno de los participantes, en
cuanto a la duración de la sesión no se cuenta con tiempo fijo predeterminado en
tanto se busca ser consecuente con la atemporalidad del inconsciente, sin embargo,
se tendrá en cuenta el tiempo lógico de compresión en cada sesión.

➢ La dirección de la cura analítica no pretende la re-inserción o re-habilitación


emocional del sujeto, por tanto, lo que se puede lograr es que el sujeto participante
pueda reconocer sus instancias subjetivas de goce implícito en la adicción.

Lo anterior entonces apalanca la implementación de la escucha analítica como


dispositivo de la clínica terapéutica en el contexto de las adicciones y la relación con el
sufrimiento psíquico que le antecede a la instalación de la misma, dado que la escucha
analítica permite un escenario psicoanalítico en el contexto institucional del Hospital
Psiquiátrico Universitario del Valle.

5.1 Sujetos

Seis adultos voluntarios (3 hombre, 3 mujeres) entre los 22 y 35 años de edad,


consumidores adictos a sustancias psicoactivas durante los últimos 2 años de vida y que se
encuentran internos en el Hospital Psiquiátrico Universitario del Valle.

5.2 Instrumento

El instrumento que se pretende usar es el registro escrito de cada una de las sesiones
haciendo especial hincapié en la posibilidad de captar en el discurso de los participantes
Sufrimiento psíquico: Su relación con la adicción a las sustancias psicoactivas. 38

tanto los signos de goce como los significantes en relación al sufrimiento que antecede la
instalación de la adicción y permanece durante ésta.

5.3 Análisis e interpretación de datos

Dando lugar a la orientación psicoanalítica que rige la investigación en todo su


sentido se pretende entonces dilucidar el discurso del sujeto fuera del contexto de la
intervención, lo anterior a fin de establecer relación posible entre las variables objeto de la
investigación. De la misma manera se pretende rescatar los datos susceptibles de ser
ajustados a las variables de Sufrimiento, Goce y Adicción a fin de triangular aspectos que
se direccionen hacia la afirmación o negación de la hipótesis.

5.4 Procedimiento

1. Presentación y socialización de la propuesta de investigación al personal que


corresponda del Hospital Psiquiátrico Universitario del Valle, o a quien la
organización considere necesario.
2. Selección de pacientes según perfil pre-establecido.
3. Entrevista de socialización y consentimiento informado a pacientes.
4. Ejecución de encuentros individuales en el contexto de la escucha analítica desde la
orientación del psicoanálisis, recolección de datos susceptibles de ser analizados e
interpretados.
5. Análisis, triangulación e interpretación de datos.
6. Elaboración de discusión y conclusiones.
7. Presentación de resultados y conclusiones al personal designado por Hospital
Psiquiátrico Universitario del Valle.
Sufrimiento psíquico: Su relación con la adicción a las sustancias psicoactivas. 39

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