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La I Guerra Mundial y el modo deliberadamente masculino de entender la política.

José María Fernández Calleja


Abstract: Se busca poner en manifiesto los modos de comportamiento masculinos a los que recurren los
protagonistas de la gran guerra, antes y durante ella.
I. Introducción. La historiografía clásica ha olvidado analizar el papel de las mujeres en la historia, nunca
han sido protagonistas ni narradoras. Hasta el 2000 no existían trabajos como el de Duby y Perrot (La mujer en
Occidente). En las obras de la primera guerra mundial es similar, la mujer apenas aparece, sin embargo hay
aportaciones recientes como Christopher Clark (Sonámbulos. Como Europa fue a la guerra en 1914, 2014).
Clarke trabaja la omnipresencia de la virilidad previo a la guerra.
La guerra supuso la incorporación de las mujeres a las fábricas bancos y oficinas (hombres fueron a la
trinchera). Esto no comienza con la guerra pero si se desarrolla extraordinariamente con ella. Otras mujeres se
implican con la guerra (sobre todo como enfermeras), además de seguir asumiendo los roles androcéntricos
(madres, mujeres, novias, hijas de soldados). La guerra aparece como ineluctable (ineludible).
2. Un modo deliberadamente masculino de entender la política. La masculinidad en el lenguaje. Clarke
define a los actores de la guerra que condicionaron la política (militares de alto rango), estos hombres que
empujaron el mundo hacia la guerra hacían referencias constantes a la masculinidad en su lenguaje. Fuerza
(concepto históricamente vinculado a lo masculino) como único instrumento para resolver los conflictos.
Hombres de guerra: comportamiento y vocabulario que hacen exhibición de su masculinidad. Una hegemonía
cultural de los hombres (tienen su función social), las mujeres son definidas en función a su relación con ellos.
Todos estos hombres de Europa tenían características semejantes, por ejemplo, según Julian Casanova, su
clase social, los nobles ocupaban puestos importantes en el ejército. La gran guerra fue un despliegue de
masculinidad, ser lo más viril posible. Protagonistas de la guerra fueron hombres, en el imaginario común
guerra se vincula con los hombres. Hombres tomaron decisiones determinantes (9M de víctimas) y otros
hombres las adoptaron los estados mayores. Varias mujeres tuvieron papel activo pero secundario,
sustentaron las economías nacionales en las fábricas y se hicieron cargo solas de sus familias, sin embargo su
papel no ha sido estudiado.
3. Nombrar la guerra. La Gran Guerra es una expresión venenosa según Victor Klemperer. Gran no solo
hace alusión a que ocupa mucho espacio, sino que hace referencia a algo importante.
Summers afirma que el final de la gran guerra desencadenó la segunda guerra mundial por la imprudencia
de los vencedores, quienes alimentaron un profundo egoísmo. Hobsbawm dice que la PGM abarca todos los
objetivos posibles. Otras guerras tenían motivos concretos, los objetivos de la PGM son ilimitados, es llevado
por la competencia económica.
4. El clima previo a la guerra. Es una guerra diferente a otras, hay que analizar su contexto. Frente a la
superioridad económica de Alemania hubo una urgencia por entrar en guerra. Gran desarrollo de la esfera
pública y de la prensa antes de estallar la guerra. Momento propicio para el nacionalismo. Había clima de
euforia y de ilusión por marchar a la guerra. Guerra como una aventura excitante y necesario. Muchos se
enlistaron a una Guerra stendhaliana y se encontraron con una salvaje matanza. Louis Barthas, un tonelero
llevado a la fuerza a la guerra (como muchos otros) por parte de Francia, cuenta como el anuncio de la guerra
provocó más entusiasmo que desolación. En general, existía un clima de euforia bélica en las calles.
Bertha Sophie Felicitas denunció el clima belicista (primer nobel de la paz a una mujer). Offensatt agrega
que las mujeres también obtuvieron derechos políticos en este periodo. Derecho a voto en 1918 en Inglaterra.
Activistas condenaban la consideración social de que las mujeres eran inferiores.
5. La mujer hace trabajos que antes eran solo de hombres. Los papeles estaban pautados, los hombres
mandaban y peleaban, las mujeres trabajaban en la retaguardia, eran enfermeras, hacían uniformes a los
hombres, trabajaban en fábricas y ocupaban puestos que habían dejado los hombres movilizados (bancos,
oficinas, comercios), de demostró que las mujeres podían hacer los mismos trabajos que los hombres. Al
acabar la guerra muchas mujeres volvieron a sus tareas tradicionales, pero otras se mantuvieron en sus nuevos
puestos de trabajo (proceso irreversible de salida de la mujer del hogar para trabajar fuera de su casa). Pese a
esto, el estereotipo que se ha enseñado es el de la madre o la mujer del soldado (y como mucho, la
enfermera).
Idea de la dicotomía antagónica. Como el fascismo no puede eliminar por completo a la mujer, la divide en
dos figuras, la enfermera blanca (castellana) y la roja (prostituta).
La asignación del papel adecuado de la mujer (la que espera en casa) no empieza ni concluye con la PGM,
es sostenida en el tiempo. La guerra coincidió (sobre todo en GB) con un momento de importante crecimiento
industrial. Los puestos estaban ocupados por hombres y solo un pequeño grupo de mujeres solteras habían
accedido y con salarios más bajos. La guerra permitió que mujeres de toda edad se incorporasen a la industria.
Irrupción de la mujer en el ámbito social y en la percepción propia y que los demás tienen de ella (nuevos
derechos, distintas formas de vestir, lo que causa escándalo). La PGM acelera el proceso del cambio del rol de
la mujer. Los nuevos papeles de las mujeres no se tradujeron automáticamente en el reconocimiento de
nuevos derechos políticos (en Francia la mujer no pudo votar hasta 1944, GB en 1918 -para +30 años y en 1928
para +21 años- y Alemania en 1919). Al finalizar la guerra hubo una liberación de los estrictos códigos que
sometían a la mujer (vestimenta, ocultar su cuerpo, peinados).
6. Derechos recientes. La idea de que todos los seres humanos nacen iguales y deben ser tratados como
iguales es una construcción reciente de la revolución francesa, pero niega todavía el acceso de las mujeres a
los derechos de la ciudadanía. Delumeau explica la representación femenina desde la Edad de Piedra hasta el
romanticismo "la actitud frente al segundo sexo siempre ha sido contradictoria, oscilando de la atracción a la
repulsión y de la admiración a la hostilidad". Mujer como virgen o como peligroso agente de Satán a lo largo
de la historia. Desde la RF hay se puede hablar de un nuevo papel de la mujer, se construye un anticipo del
movimiento feminista. Geouges en 1791 publica La declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana, a
modo de denunciar la injusticia contra la mujer. Reclama derecho a voto, acceso a cargos públicos, derecho a
divorcio, etc. Estas reivindicaciones comienzan a concretarse a inicios del XX.
7. La guerra vista como un fatalismo ineluctable para algunos y que otros buscaron con urgencia. Los
protagonistas convierten la guerra en inevitable, y ellos (todos hombres) llegan a la conclusión de que era
necesaria. Las elites deciden una guerra en las que ellos no muere, mandan a matar y a morir a las gentes
normales. Refrán chino "cuando la flecha está en el arco, tiene que partir" es utilizado y transformado para la
guerra. Clark afirma que la guerra no fue ineluctable, sino que fue una elección voluntaria. Quienes la
promueven están guiados por valores basados en la idea masculina de fuerza y poder. Estos valores viriles se
modificaron paulatinamente, los grupos dirigentes dejaron la dureza, lo que pasó a considerarse femenino.
Hay conflicto entre la masculinidad de los militares y los rasgos que definían algunos caballeros, lo caballeroso,
la obediencia, cortesía, también se comienzan a atribuir a los valores más propios de lo femenino.
¿Por qué estalló realmente la guerra? Veiga y Martín aluden al auge del nacionalismo y la popularización de
ideas ultranacionales o racistas.
8. Conclusiones. La guerra estalla en un contexto de eclosión de un modo masculino de entender la
política. Dirigentes de los países están impregnados del lenguaje de virilidad. Las mujeres participan de la
guerra, y se acelera el acceso de las mujeres a las fábricas. Movimientos previos a la guerra reclamaron
derechos. La guerra se planteó entre algunos hombres como una aventura épica. Las mujeres se vieron
involucradas en una guerra que no decidieron. La guerra y la fuerza no son conceptos vinculados a lo
femenino. No puede decirse que su papel fue secundario, no fueron protagonistas de la guerra pero si de su
época, demostrando que eran capaces de sacar a flote a sus países.

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