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Papel jugado por las masas populares durante: El Carupanazo, El Portoñazo, La

lucha Armada, El Caracazo de 1989, El 4 de Febrero y 27 de Noviembre de 1992, el


sabotaje petrolero y golpe de estado 2002.

El pueblo venezolano ha jugado un papel importante en el desarrollo social, económico,


cultural y político de la Nación. La importancia de esta participación popular en el ejercicio
directo de la soberanía está refrendada en el texto de la Constitución, así como en la Ley
Orgánica de los Consejos Comunales y otros documentos jurídicos. Conocer y profundizar
sobre el significado de la misma se convierte en necesaria para los cambios y necesidades
que demandan sus habitantes.

El Carupanazo, El Portoñazo, La lucha Armada, El Caracazo de 1989, El 4 de Febrero y


27 de Noviembre de 1992 representaron movimientos en el que las masas quisieron tomar
justa venganza ante las humillaciones y ante las falsas promesas seudodemocráticas a que
se habían visto sometidas durante tanto tiempo. Se trataron de auténticas rebeliones
populares o explosión social espontánea. La representación de estos acontecimientos es el
despertar abrupto de la conciencia de un pueblo sometido a tanta explotación y desprecio
por las minorías adineradas nacionales y transnacionales; es indudable que se trató de una
rebelión sin precedente en la Historia de nuestro País.

El “Carupanazo” y “Porteñazo” representaron pronunciamientos militares de Izquierda,


durante el período conocido como la “Lucha Armada en Venezuela” ocurridos durante la
presidencia de Rómulo Betancourt (1959-1964). El primero estalló el 4 de mayo de 1962, y
el segundo el 2 de junio del mismo año, siendo bautizados así por haber sido
protagonizados por el Batallón de Infantería de Marina acantonado en Carúpano y por
oficiales de la Guardia Nacional, y de la Base Naval de Puerto Cabello, respectivamente.
En términos generales, ambos movimientos formaron parte de la difícil situación
económica y política de aquel entonces.

El Caracazo o Sacudón fue una serie de fuertes protestas y disturbios en Venezuela


durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez, que comenzó el 27 de Febrero y terminó el 8
de Marzo de 1989 en la ciudad de Caracas, e iniciados realmente en la ciudad de Guarenas,
debido al mal manejo de los recursos económicos del País y la aplicación de paquetes
económicos neoliberales. En este hecho las mayorías menos privilegiadas demostraron
durante esa revuelta que no son simples borregos que obedecen ciegamente a sus pastores,
y que siempre estarán prestas a luchar por una vida más digna.

El 4 de Febrero de 1992 un grupo de militares también manifestó su rebeldía contra el


presidente Carlos Andrés Pérez, debido a la crisis económica reinante en aquel entonces,
secundado por paquetes económicos que apretaban y sacrificaban el buen vivir de la masa
popular venezolana. Esta rebelión no logró sus objetivos. Entre los oficiales que
comandaron esta maniobra se encontraban, principalmente, cuatro tenientes coroneles del
ejército: Hugo Chávez, Francisco Arias Cárdenas, Yoel Acosta Chirinos y Jesús Urdaneta.
Todos los participantes en esta acción fueron llevados a prisión por su actuación en el
hecho, siendo su causa posteriormente sobreseída y puestos en libertad dos años después,
durante la presidencia de Rafael Caldera.

Seguidamente, para el mismo año, el 27 de Noviembre se produce una segunda


manifestación militar. A diferencia de la rebelión anterior, éste fue llevado a cabo por un
grupo cívico-militar, integrado por altos oficiales de las 4 ramas de las Fuerzas Armadas,
civiles pertenecientes a organizaciones y grupos opositores al gobierno de Carlos Andrés
Pérez. De alguna manera esta segunda protesta, buscaba culminar con lo comenzado el 4 de
Febrero del mismo año por el Tcnl. Hugo Chávez Frías y un grupo de oficiales graduación
media.

En relación al golpe de estado del 2002, otrora presidente Hugo Chávez Frías,
enmarcado en fuertes protestas y en una huelga general convocada por Fedecámaras, que
duró más de tres días, el 11 de abril de 2002, la oposición convocó a una marcha permisiva
entre los sectores caraqueños de Parque del Este y PDVSA Chuao que luego fue desviada
hacia al Palacio de Gobierno ubicado en Miraflores, Caracas.

Alrededor del mismo se habían congregado simpatizantes de Hugo Chávez, y cuando


ambos bandos se encontraron se produjeron enfrentamientos que causaron varios muertos
en ambos bandos. Si bien todavía se discute quién inició y quién continuó el tiroteo esa
tarde, en la madrugada del día siguiente el Alto Mando Militar venezolano anunció que
Chávez había renunciado tras habérselo solicitado.

Inmediatamente, militares adversos a Hugo Chávez ejecutaron un Golpe de Estado que


colocó en la Presidencia al presidente de Fedecámaras Pedro Carmona Estanga. Luego de
fuertes protestas de los simpatizantes de Chávez y algunas presiones internacionales, ya que
muchos países no reconocieron a Carmona, los militares leales al Gobierno retomaron el
poder y Chávez reasumió la Presidencia en la madrugada del 14 de Abril de 2002.

Para el 2 de Diciembre del mismo año, inicia el suceso político conocidos como “Paro
Petrolero”, llamado también Paro Nacional o Huelga General consistieron en una huelga o
paralización de actividades laborales y económicas de carácter general e indefinido contra
el gobierno de Venezuela presidido por Hugo Chávez, promovida principalmente por la
patronal Fedecámaras y secundado por la directiva y trabajadores de la nómina mayor de la
empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA), los partidos de oposición agrupados en la
coalición Coordinadora Democrática, el sindicato Confederación de trabajadores de
Venezuela (CTV), diversas organizaciones como Súmate e incluso medios de
comunicación privados de prensa, radio y televisión. El paro se extendió hasta Febrero de
2003, siendo una de las huelgas generales de mayor duración de la historia.

Por los sectores simpatizantes del presidente Chávez, este evento es denominado
“Sabotaje petrolero” o “Golpe petrolero”, mientras que en los sectores opositores se le ha
llamado "Paro Cívico Nacional". Este hecho no fue en modo alguno una huelga, en su
precisa y correcta concepción jurídica, sino una medida de protesta política cuyo objetivo
fue presionar al presidente Chávez para que sustituyese su política económica de corte
socialista por una más proclive al libre mercado o bien presentase su renuncia, doblegado
ante las consecuencias económicas derivadas de una acción de tal magnitud.

Para esa fecha en la que se inició este evento, no se dio a conocer ante la opinión pública
la apertura de pliego conflictivo laboral alguna, requisito básico convocar a huelga. Por otra
parte, sus convocantes no fueron trabajadores en búsqueda de mejora de condiciones o
beneficios laborales; en su lugar, quienes figuran como principales convocantes son el
gremio empresarial, a través de Fedecámaras, así como buena parte de los empleados de
PDVSA y la Coordinadora Democrática. Los sindicatos, a través de la CTV, apoyaron la
convocatoria, pero no fueron convocantes.

Para finalizar, sin importar la ideología de los gobernantes de turno en Venezuela y en el


resto del planeta, éstos deberían afrontar en lo sucesivo las consecuencias pacíficas y/o
violentas tras la aplicación de medidas que sólo garanticen la permanencia del capitalismo,
y por tanto de una visión contraria al bienestar general de la humanidad y a la existencia
misma de vida en la Tierra. Quizá sea necesaria una rebelión de dimensiones globales para
‘herir de muerte” al capitalismo, y así estar a las puertas de un nuevo amanecer. La masa
popular venezolana estará siempre en pie de lucha defendiendo sus derechos.

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