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Analisis Quiroga
Analisis Quiroga
2018
Hombre – 10 veces
Bananal – 15 veces
Alambrado – 10 veces
Muerte – 10 veces
Gramilla – 6 veces
Marcas semánticas: El tema es la muerte del hombre, como es que siente que va a morir,
pero el final deja entre ver que ya estaba muerto desde hace rato. Sucede como en el cuento
de Borges de “El Sur”, alucina lo que pudiera pasar. Sin embargo, confunde que a veces el
narrador dice “va a morir” “se muere” y “muerto”
Marcas gráficas:
“La muerte. En el transcurso […]” Se usa a la muerte como tópico para la apertura del
párrafo.
“Muerto. Puede considerarse muerto en su cómoda postura.” Sigue reiterando que ya está
muerto, pero en el siguiente ejemplo elude a un hecho próximo.
Marcas sígnicas: “El hombre resiste –¡es tan imprevisto ese horror!–. Y piensa: es una
pesadilla; ¡esto es! ¿Qué ha cambiado? Nada. Y mira: ¿no es acaso ese bananal su
bananal? ¿No viene todas las mañanas a limpiarlo? ¿Quién lo conoce como él?” Las
preguntas resaltan una desorientación y reafirmación de los hechos.
“¡Muerto! ¿Pero es posible? ¿No es éste uno de los tantos días en que ha salido al
amanecer de su casa con el machete en la mano? ¿No está allí mismo, a cuatro metros de
él, su caballo, su malacara, oliendo parsimoniosamente el alambre de púa?
¡Pero sí! Alguien silba…” Las preguntas cuestionan si el hombre muerto está ahí o no
porque describe el paisaje en la pregunta. Los puntos suspensivos rompen con el monólogo
del que narra o bien, de quién se hace las preguntas.
“¿Qué pasa, entonces? ¿Es ése o no un natural mediodía de los tantos en Misiones, en su
monte, en su potrero, en su bananal ralo? ¡Sin duda! Gramilla corta, conos de hormigas,
silencio, sol a plomo…”
“¿La prueba…? ¡Pero esa gramilla que entra ahora por la comisura de su boca la plantó
él mismo, en panes de tierra distantes un metro uno de otro! Y ése es su bananal; ¡y ése es
su malacara, resoplando cauteloso ante las púas del alambre!” Ahora se coloca el espacio
en los puntos de exclamación, ya no en las interrogantes como antes. Noto una especie de
alucine, ¿Es?, no es, es, ¡Es! Un vaivén de duda si el espacio es o no.
“¡Qué pesadilla…! ¡Pero es uno de los tantos días, trivial como todos, claro está! Luz
excesiva, sombras amarillentas, calor silencioso de horno sobre la carne, que hace sudar
al malacara inmóvil ante el bananal prohibido.
…Muy cansado, mucho, pero nada más. ¡Cuántas veces, a mediodía como ahora, ha
cruzado volviendo a casa ese potrero, que era capuera cuando él llegó, y que antes había
sido monte virgen!”
Marcas semánticas referenciales: Al protagonista se le designa como hombre varias
veces en el relato, intuyo que es un adulto pues puede llamarlo joven, chico, niño, viejo,
etc.
Marcas sintácticas en función de los sintagmas: Se mezclan los tiempos entre el pasado,
pretérito, presente y futuro, es un ir y venir de conciencia.
“Ha sido arrancado bruscamente, naturalmente, por obra de una cáscara lustrosa y un
machete en el vientre. Hace dos minutos: se muere”. Hace dos minutos es pasado, y se
muere es presente ¿Qué nos quiere decir con esto? ¿Por qué usar así los tiempos verbales?