Está en la página 1de 2

Características de los romances

¿Cómo nace un romance? Los romances son fundamentalmente fragmentos de los


cantares de gesta. La gente pedía al juglar que repitiese un fragmento concreto de un
cantar (por su emoción épica, sentimental, etc).

• Métrica: Versificación asonantada monorrima. Un romance es una serie


indefinida de versos de ocho sílabas con rima asonante en los versos pares, los
impares quedan libres.
• Sencillez de recursos para producir todo tipo de efectos poéticos:
Parquedad en la adjetivación (pocos adjetivos)
Eficacia poética: por medio de la repetición y los paralelismos.
La repetición es la principal figura retórica que da un efecto dramático: estilístico
o afectivo. Suele ocurrir al principio del poema:
“Rey don Sancho, rey don Sancho” (subraya el nombre del protagonista)
“Abenámar, Abenámar,/ moro de la morería”
“Fontefrida, Fontefrida / Fontefrida y con amor” (acrecienta la calidad musical del
nombre)
“que por mayo era por mayo” acentúa que en el mes más hermoso para gozar de
libertad un hombre está encerrado (“Romance del prisionero”)

Paralelismos y contrastes:
Repetición de estructuras gramaticales:
“las riendas traigan de cuerda
y no con frenos dorados,
abarcas traigan calzadas
y no zapatos con lazo”
La repetición y el contraste crean un efecto dramático. Las riendas de cuerda y las
abarcas son utensilios de villanos (campesinos no nobles), mientras que los frenos
dorados y los zapatos con lazo son elementos asociados a los nobles. En el
contexto de “La jura en Santa Gadea” se sugiere como castigo al rey su
humillación pública.

Uso de la aliteración: “yo me era mora Moraima, / morilla de un bel cantar”


(repetición de un sonido, en este caso la m)

• Movimiento dramático: logrado con diálogos rápidos.


• Viveza narrativa: rápida composición del escenario. Los romances introducen
al lector en el tema sin preámbulos.
• Tendencia a lo fragmentario, al inicio y al final del romance. Muchos romances
comienzan de forma abrupta o in medias res. Es decir, se introduce la acción sin
preámbulos.
Por ejemplo:
“Con cartas sus mensajeros el rey al Carpio envió
Bernardo, como es discreto, de traición se receló;
las cartas echó en el suelo y al mensajero habló”
(No se especifica quién es el rey, o quién es Bernardo o la causa por la que está
enfadado. El oyente de la época recordaría le leyenda de Bernardo, pero aunque
el público no recordara dicha leyenda, el juglar nos pone a favor de Bernardo por
ser discreto o inteligente.)
• El corte brusco o “el saber callar a tiempo”, causado por la fragmentación, da al
poema un aire enigmático y misterioso. Por ejemplo, en el romance de “El
infante Arnaldos” que transforma un romance de aventuras en un romance
fantástico y de misterio.
• Casi completa ausencia de elementos maravillosos o fantásticos.
• Intensa carga emocional (por los sucesos mencionados)
• No moralizan (no pertenecen a la tradición didáctica medieval)
• No son nacionalistas. Tratan de conflictos de índole personal (dramas amorosos,
rivalidades, etc).
• Actualizan los sucesos narrados: En los romances los hechos no se comentan de
manera objetiva, sino que se actualizan ante los ojos del oyente. Para lograr esta
actualización se utilizan los siguientes recursos:
1. Se comienza con un apóstrofe que se dirige al oyente: “viérades”
2. Se comienza con el adverbio “ya”
3. Se comienza con una exclamación: “Ay, Dios, que buen caballero”
4. En ocasiones, el narrador se presenta como testigo del suceso
5. En ocasiones, el narrador se coloca en la boca del protagonista: “yo salí de mi
tierra”
6. En ocasiones, se inicia el relato con un apóstrofe al protagonista o al oyente
(“Buen alcalde de Cañete, mal consejo habéis tomado”) o al lugar de la acción
personificado (“Alora la bien cercada, tú que estás en par del río”)

• Uso ilógico (para el lector actual) de los tiempos verbales: se toman diferentes
perspectivas.
• Elevación moral, aire de nobleza.

También podría gustarte