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Primera edición digital, Julio 2018

© Copyright 2016, por Ronald Rodrigo Maidana Torres

Edición al cuidado del autor:


Ronald Rodrigo Maidana Torres

Responsabilidad intelectual por los derechos de la presente obra:


Ronald Rodrigo Maidana Torres

Inscripto en el Registro General del Derecho de Autor el 30 de marzo de 2016


DERECHO INTELECTUAL: 27.197
ISBN: 978-99967-45-32-4

Diseño de Tapa: Marco Bustamante

No se permite la reproducción parcial o total de este libro, ni su transmisión en cualquier forma


por cualquier medio, sea electrónico, mecánico, fotocopias, grabación u otros, sin permiso previo
y escrito de los titulares del Copyright.

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“Es la proa de la humanidad; de frente al infinito,
no toca más que aguas oscuras y la sombra magnífica.

La ciencia en sus manos no es un arma, ni un amuleto, sino una sonda.


Cada eslabón que añade ahonda el precipicio;
cada antorcha que enciende revela lo impenetrable de los cielos.

La soberbia magnitud de lo desconocido le hace temblar”

Rafael Barrett
(La Ciencia, “Germinal”, N° 7, 13 de septiembre de 1908)

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Dedicado a ti apreciado lector,
que encuentras de este mundo un maravilloso misterio

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La investigación del fenómeno ovni nos transporta a quienes vamos tras la búsqueda de lo no
identificado, con todo tipo de situaciones. Probablemente muchos comencemos la búsqueda a
partir de una experiencia personal. Otros tal vez, desde un espíritu explorador incesante, que
no solo nos lleva a los confines del universo, sino que nos pone en un camino de hallazgos de
lugares, personas, instituciones y quizá con algún golpe de suerte, ante una evidencia.
Todo esto ya nos nutre y nos enriquece, porque el valor más preciado de una búsqueda,
justamente es el encontrar.
Cuando recibí el manuscrito del autor, quien me ha honrado con prologar su primer libro
titulado “OVNIS EN EL PARAGUAY – RADIOGRAFIA DE UN FENOMENO
DESCONOCIDO”, logré encontrar.
Ronald R. Maidana Torres, es un joven buscador de respuestas. Incisivo, profundo, objetivo y
un incansable buscador de evidencias. Como muchas veces le dije, no sólo fue un hallazgo
saludable, fresco y renovador en este maravilloso mundo de la ovnilogía Latinoamericana, fue
un disparador fundamental en lograr recuperar parte de la memoria histórica del fenómeno en
la República hermana del Paraguay.
Siempre claro en sus objetivos cristalizado en el trabajo planificado y basado en la evidencia
empírica, nos da un atisbo de su pluma, en la referencia inicial, parafraseando a un escritor
revolucionario y profundamente filosófico como Rafael Barrett, que fiel a su estilo
regeneracionista, nos pone en el camino de la exploración cuando define: “La ciencia en sus
manos no es un arma, ni un amuleto, sino una sonda. La soberbia magnitud de los
desconocido le hace temblar” referenciando así el punto norte que debe focalizar la
humanidad y en claro desafío a lo que no dominamos en el conocimiento.
Eso define al autor, desafiante en la búsqueda y casi revolucionario, poniendo en valor
información de la que no se conocía en la casuística de Paraguay, dándole luz a casos
asombrosos, con una reconstrucción fina y precisa, donde no solo recupera un caso, sino que
trae a la vida a un testigo desconocido. Tremendo aporte que suma a la basta y rica información
que resguarda nuestro continente, que lo hace atractivo a propios y extraños.
Sin embargo no fue solo eso lo que encontré. Hallé a una persona cargada de una humildad
infinita que hizo del intercambio y el asesoramiento, una herramienta poco practicada en estos
tiempo álgidos de individualismo y protagonismo exultantes. Nos dio diría, hasta una lección
que al menos a muchos nos hizo no solo reflexionar, sino sumarnos a este colectivo, que nos da
riquezas profundas, de esas que quedan para siempre y pueden transformarse en una herencia
para los que siguen.
Este libro, es el primer trabajo documental realizado en Paraguay, donde se plantean preguntas
que a lo largo de la obra, Ronald va exponiendo, abordando un sin fin de hechos curiosos desde
el hombre común hasta aquellos con formación científica, que los une como en un puente
imaginario en hechos que les son comunes.

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Inicialmente marca “el sendero”, donde la opinión de prestigiosos colegas de diferentes partes
de nuestro continente, esbozan respuestas complejamente sencillas sobre dos preguntas que
marcan el rumbo de este trabajo, respecto a la investigación de los fenómenos aéreos y al
interés de una publicación de OVNIS en el Paraguay de cara a la comunidad ufológica
internacional.
Como en un viaje imaginario, se adentra en la mismísima historia del Paraguay desde el registro
de los Jesuitas que nos transportan como en una especie de túnel del tiempo, a un caso que
asoma desde la inconsistencia documental al hallazgo de la fuente precisa que anticipo como
invalorable, hasta la Guerra de la Triple Alianza.
El salto al plano internacional de la casuística paraguaya nos lleva al mismísimo Libro Azul,
donde en una búsqueda exhaustiva, el autor descubre un caso de la década del cuarenta de nulo
conocimiento en nuestra comunidad, pero que nos nutre en la casuística comparativa con
sucesos de la misma época en algunos de nuestros países.
¡Cuidado! ¡Casi Al Agua!, es el capítulo que nos pone cual escenografía investigativa de este y
todos los tiempos, como parte del estudio del fenómeno ovni. El Río. Cada detalle narrado es
una idéntica situación vivenciada por el Padre Gregorio Spiazzi, testigo de lujo en los parajes de
la Laguna del Pescado, en Entre Ríos, Argentina, que intentando explicar el vuelo de una esfera
rojiza al ras del agua, buscaba al culpable en las ánimas que andaban penando y que hacían de
mal augurio a las jornada de pesca que emprendían los hombres de la isla.
Las experiencias se recrean en las aguas del Lago Ypoá, que amén de las innumerables leyenda
que rondan su historia, es un punto de recurrencia ufológica común con objetos que ingresan y
salen del agua, expresado como hechos cotidianos en los relatos que Maidana Torres, recupera
de muchos de los lugareños.
De la leyenda al análisis científicos, encontramos una experiencia durante una investigación en la
Reserva del Parque San Rafael cuando son testigos de un fenómeno no convencional. No tengo
que contarles lo difícil que es acceder a un testimonio de esta naturaleza. Y ahí está nuevamente
la habilidad del autor, para no solo lograrlo, sino ponerlo en valor en la catalogación lograda en
este profundo trabajo.
En los diversos capítulos, el recupero de información nos lleva en un viaje a fondo sobre casos
que se apoyan en la evidencia física, en los avistamientos múltiples, los enigmas celestes, la
chatarra espacial y la relación delos militares con el fenómeno. Impensado recorrido en la casi
nula información que de Paraguay teníamos de antemano.
Encontré información valiosa en esta publicación. Variada, bien fundamentada, con fuentes
directas y originales, rara vez encontrada en desarrollos literarios de esta envergadura. Pero no
fue eso lo que solamente encontré. Tengo en mis manos una primera obra de muchas
venideras, que da nacimiento a un gran investigador que en esta obra deja un antecedente
documental para toda la vida.
Dicen por ahí que un buen libro no sólo se escribe para multiplicar y transmitir la voz, sino
también para perpetuarla. De esto se trata “OVNIS EN EL PARAGUAY – RADIOGRAFIA DE

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UN FENOMENO DESCONOCIDO”, es un libro perpetuo. Será material de consulta y la
primera y única referencia en Paraguay.
Isaac Newton dijo alguna vez “Para explicar la naturaleza no basta ni un hombre ni una edad
completa. En su lugar, lo mejor es que el hombre busque un poco de verdad y certeza, dejando
el resto para los demás, para los que vendrán, con conjeturas y sin dar nada por hecho”.
Sin duda, ahora los que vendrán, tendrán un material cargado de verdad y certeza, dejando para
los demás menos conjeturas aun sin dar nada por hecho.

Andrea Pérez Simondini


Directora CEFORA
Visión Ovni
Investigadora de campo

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Lo que posee en sus manos apreciado lector, resulta un material único tanto por su naturaleza,
como por su cometido, al intentar arrojar luz en la inmensa sombra producida por la
“inexistencia de libros paraguayos sobre OVNIs” (Objetos Voladores No Identificados), y
menos aún, un material de naturaleza investigativa sobre este asunto, que involucre casos
netamente nacionales y relacionados.

Este libro es la materialización de una exhaustiva labor de investigación por parte del autor,
para demostrar que el Paraguay no está ajeno a estos fenómenos, y que se han manifestado
desde el siglo XVII hasta el presente, no limitándose a la simple narración de los diversos casos
que encontrará apasionantes, a medida que vaya transitando en cada página, acompañado
siempre de un análisis, para ofrecer una mayor comprensión a la fascinante dimensión que se irá
tejiendo en torno a estos, cobrando de esta forma grados de certeza que bajo ningún concepto
podrán ungirse rumores.

Vale aclarar que este material, “no es un intento por tratar de dilucidar verdades tras los
distintos e inexplicables sucesos de OVNIs”, sino constituye una compilación y examen de los
sucesos, que transmutará para siempre a más de uno, la equívoca visión de que en el Paraguay,
no sucede nada.

Un material altamente recomendado para curiosos, entusiastas e investigadores, que


encontrarán en las siguientes hojas, un cúmulo de hechos inéditos que no encajan con cualquier
fenómeno natural conocido y que han irrumpido en la cotidianeidad de múltiples paraguayos,
produciendo tal vez, en más de un lector, un cambio en la manera de percibir el mundo que lo
circunda, y en la necesidad de una investigación científica rigurosa, metódica, que trate de
comprobar que estamos ante varios hechos incomprendidos e ignorados por la ciencia.

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Si alguna vez te preguntaste:

¿Se han visto OVNIs en el Paraguay?

Definitivamente este libro es para ti, ya que contiene descripciones detalladas de muchos casos
inéditos, que han sido descubiertas e investigadas con el rigor necesario por el autor, para
resultar en una compilación única de hechos que demuestran la increíble variedad de
fenómenos y objetos desconocidos que se han manifestado desde tiempos inmemoriales en
tierras guaraníes.

¿Se divisó un OVNI en plena época de los Jesuitas?, ¿Un fenómeno aéreo desconocido 18 años
antes de la Guerra de la Triple Alianza?, ¿Es el Río Paraguay, así como otros cauces hídricos,
escenarios de diversos avistamientos?, ¿Estuvieron militares implicados en casos de OVNIs?,
¿Han aterrizado objetos extraños en nuestros suelos?, ¿Existen documentos oficiales de la
Fuerza Aérea de los EEUU, que citan casos paraguayos?, ¿Hubieron OVNIs que persiguieron
aviones paraguayos, teniendo a pilotos y controladores aéreos como testigos, así como un
registro en el radar de estos?, ¿Apagones eléctricos y OVNIs?, ¿Oleadas de OVNIs en el
Paraguay?, ¿Un misterioso fenómeno, produjo un enorme cráter en la antigua región de Posta
Leiva (actual J. A. Saldívar)?, ¿OVNIs en el Chaco?, ¿Es cierto que se han visto objetos grandes
con forma de cigarro?, ¿Hay casos en los que el testigo sufrió secuelas físicas tras un supuesto
avistamiento cercano?, ¿Qué repercusión tuvo el tema de los OVNIs, en el arte, música o
incluso estampillas paraguayas?, ¿Cerros y manifestaciones de OVNIs? Estas y muchas
preguntas más, poseen respuesta en las páginas siguientes, así como material fotográfico y
documentación anexa dependiendo del caso.

Lo que en un principio inició este viaje que aún no termina, con la simple hesitación que dio pie
a esta introducción, arrojó un universo de hechos curiosos, revelando la dimensión de los
testigos, que abarcaban desde pescadores hasta hombres de ciencia, que coincidían en sus
relatos, al tanto que enriquecían la historia del Paraguay, al configurar progresivamente e
inexorablemente desde otra perspectiva, anécdotas valiosas que probaban y corroboraban la
consistencia de fenómenos aéreos no identificados, así como se daban en otras partes del
mundo.

Pero todo lo expuesto aquí no son simples narraciones, es el resultado de todo un proceso
investigativo que se ha iniciado hace más de 10 años, donde cada testimonio, fotografía, vídeo,
documento, rastros, fue puesta bajo la lupa de la duda, y desmontada en sus partes para
corroborar la veracidad de estos.

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Por ello, también existe un capítulo dedicado a los casos resueltos, que constituyeron, errores
de interpretación, confusión con fenómenos ópticos, atmosféricos, astronómicos, o bien en un
porcentaje muy reducido unos pocos fraudes.

Al principio este trabajo de investigación se inició con un fuerte espíritu negacionista, pero al
encontrar casos que no podían ser reducidos a los paradigmas científicos actuales, y que
presentaban en muchos casos evidencia que probara estos sucesos, terminó por sesgar los
prejuicios de quien juzga sin investigar, y de quien especula sin conocer.

Prepárate, este viaje apenas empieza…

Ronald R. Maidana Torres

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"Varios casos realmente excepcionales han llegado a mi camino,
otros fueron examinados por primera vez por los colegas de Brasil. Argentina y Chile tienen su parte
ellos también, aunque sé menos sobre Uruguay, Bolivia, Paraguay y otros países más pequeños de
América del Sur por falta de datos suficientes"

World Atlas Ufos, 1992 (Pág. 180) -John Spencer

"Paraguay está casi vacío en esta investigación”


*UFO* Database (Base de datos Mundial) - Larry Hatch

El inexpugnable biólogo Thomas Henry Huxley (1825-1895), profirió una vez: "Lo conocido es
finito, lo desconocido infinito; desde el punto de vista intelectual estamos en una pequeña isla en
medio de un océano ilimitable de inexplicabilidad. Nuestra tarea en cada generación es recuperar
algo más de tierra”, humildad, probidad y honda sabiduría encierran estas palabras, constatando
su veracidad desde el momento en que abracé la investigación de los no identificados.

La cotidianeidad presenta un velo que nos vuelve tibios ante cuestiones heterodoxas,
ahorcando la curiosidad innata del ser humano, que termina por estrechar la mente del ser
sintiente, y más cuando nos referimos a esta sosegada y maravillosa tierra que es el Paraguay,
tomándolo como un escenario casi yermo ante estas cuestiones.

Sin embargo una investigación meticulosa e imparcial arroja resultados que desgarran esa
equívoca visión, al descubrir incomprensibles fenómenos aéreos mucho antes del dominio del
hombre sobre los aires, manifestándose en el incontenible devenir del tiempo, bajo distintos
ojos e interpretaciones al que fueron sometidos por compatriotas, que sin temor alguno han
compartido sus experiencias más allá de los resultados, sestando un duro golpe al paradigma
academicista y más aún en aquel dogmático detractor, propio de una mente del que jamás
investigó a fondo, como del que nunca abandonó el escritorio.

Momento propicio para citar a un gran investigador francés, Aimé Michel, quien elaboró un
conjunto de tres respuestas básicas que experimentan las personas frente a lo desconocido, del
que encontramos aquellos que con inocente credibilidad asimilan cualquier información como
verdades incuestionables, seguido de los inconmovibles racionalistas, sobrevaluando sus
conocimientos, que una vez ante sucesos que no encajan en su arsenal de explicaciones, lo
desechan automáticamente dudando de los demás, antes que de sí mismos, al colocarse en
jaque su ego intelectual, y por último un colectivo que antes de proferir duda e investiga sin
prejuicio alguno, constituyendo este el verdadero espíritu científico.

Lo cierto es que una vez embarcados, en el controversial estudio de los OVNIs se


experimentará un cambio radical, donde enmarca perfectamente la vieja cita de uno de los más
grandes físicos del siglo pasado, Albert Einstein:

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“Una vez que se genera una nueva idea en la mente, nunca más se volverá a su estado original”.
Ahondando lo suficiente en la investigación de estos fenómenos, se comprueba su existencia,
transportándonos a otras hesitaciones aún irresolubles como ¿qué se esconde detrás de estos?,
¿son naturales o son eventos de otra índole?, ¿hay una inteligencia genuina tras sí? Y de ser así,
¿de qué tipo?, ¿existen patrones globales suficientes para enunciar alguna ley?, ¿por qué los
fenómenos son preferentemente nocturnos?, ¿qué sabemos realmente de los OVNIs?, y ¿qué
podríamos llegar a conocer?

Reposando el presente material sobre dos elementales interrogantes:


A) ¿Amerita una investigación estos fenómenos aéreos?
B) ¿Qué interés puede despertar un libro sobre OVNIs en el Paraguay, dentro de la comunidad
ufológica internacional?

Para ello se hace necesario ceder la palabra a prestigiosos estudiosos, que esgrimirán sus
diversos puntos de vista.

Scott Corrales
Investigador, Escritor
Director de Arcana Mundi y The Journal of Hispanic Ufology
(USA)

A: “La investigación OVNI ha sido, sin lugar a dudas, uno de los quehaceres más importantes de
la cultura contemporánea, al margen de que existan los platillos voladores, las inteligencias no
humanas o parahumanas, los hombres de negro, o cualquiera de los misterios que buscamos. El
afán de estudiar, de investigar, entrevistar y establecer correspondencia con otros interesados
en el tema mundialmente ha producido amistades muy fructíferas, intercambios de datos que
de otro modo no sería posible obtener, y naturalmente, la formación de un "colegio invisible" de
cronistas e interesados. También es importante por la cantidad de derroteros que suelen
seguirse - el que comienza interesado en las "luces en el cielo" puede acabar apasionándose por
las conspiraciones militares, la tecnología aérea avanzada, y otros aspectos del mundo
sumamente real que permanece oculto, sin embargo, a los ojos del hombre de a pie. El que
desarrolla una inquietud por los agroglifos o los círculos de trigo puede seguir una vertiente que
le lleve a interesarse por las mutilaciones de ganado y la presencia de luces extrañas durante
estos fenómenos. Más apasionante aún puede ser ver el interés en los supuestos secuestros
alienígenas convertido en una pasión por el funcionamiento del cerebro humano y los enigmas
de la psiquiatría.

Me temo, sin embargo, que la mediatización del fenómeno ovni - la interminable sarta de
podcasts, programas de televisión, documentales, etc. - ha tenido un impacto negativo sobre el
tema, resultando en situaciones deplorables que han restado mucho prestigio a este campo de
estudio. Y es precisamente eso, un campo de estudio - hay que sentarse a leer y reflexionar, en
vez de reaccionar ante las dramatizaciones que nos presenta una productora. Si no es posible
tomar medidas, la investigación ovni podría pasar a formar parte permanente de la
‘telerrealidad’ que nos ofrecen las emisoras en todos los países del mundo.”

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B: “Mucho interés, sobre todo para los estudiosos que desean completar el rompecabezas de
todos los casos ocurridos a nivel mundial desde los '40. Tenemos poca información sobre
Paraguay, sobre todo durante las décadas anteriores, y un libro, o cualquier estudio escrito y
serio, puede proveer a los investigadores con material que tal vez coincida con otros casos que
ya conocemos. Hay partes del planeta cuya casuística sólo conoceremos por encima, como el
continente africano, el subcontinente indio, y gran parte de Oceanía (aunque Australia y Malasia
tienen una tradición investigativa que se remonta a los 1960). Un libro sobre casos de
avistamientos, aterrizajes y otros temas del tema ovni en Paraguay representaría un útil de gran
valor para todos los interesados, ¡y estamos ansiosos por leerlo!”

Thiago Ticchetti,
Investigador, Escritor
Co-Editor de la Revista UFO
(Brasil)

A: “La investigación ufológica es extremadamente importante, pues es a través de ella, que


podemos recolectar las evidencias de la realidad del fenómeno OVNI”.

B: “La ufología mundial está ansiosa para que se publique un libro sobre la casuística en el
Paraguay. El trabajo realizado por el investigador Ronald Maidana, es muy bien visto
internacionalmente, sin embargo falta una literatura especializada sobre los casos ocurridos en
ese país.”

Eduardo Grosso
Investigador, Especialista en el fenómeno de los visitantes del dormitorio1
(Argentina)

A: “Desde los albores de la Humanidad, el hombre ha tratado de explicar los fenómenos y


misterios que no comprendía. Al principio, dado su saber y entender, les daban una explicación
sobre el origen divino de los mismos, según el humor de tal o cual Dios. Con el advenimiento
del método científico, se fueron comprendiendo las distintas fuerzas y manifestaciones de la
naturaleza y de la psiquis humana. Se ha englobado una serie de fenómenos (según mi humilde
opinión), bajo la sigla “OVNI”. Se ha dicho que es el “misterio más grande del siglo XX”, no
dejo de estar de acuerdo con esa afirmación, y aunque se ha tratado de menospreciar al
fenómeno o a sus ocasionales testigos, ésta manifestación fenoménica, de hecho, real, ha dejado
huellas en los campos, trazas en radares civiles y militares, ha producido anomalías
electromagnéticas y cambios en la composición química de terrenos, y en la biología de
vegetales y en la de humanos que han estado circunstancialmente (o no) cerca del fenómeno.
Todo esto nos trae el pensamiento que es de suma importancia para que las ramas del árbol del
conocimiento científico siga desarrollándose, explicar lo hasta hoy desconocido, se trate de un

1 Visitantes de dormitorio: Visitas nocturnas de supuestas entidades no humanas en el dormitorio del testigo. Existen varias teorías al
respecto.

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fenómeno físico con un mecanismo o naturaleza no entendida, o en la más radical de las
hipótesis, por qué no, un contacto extraterrestre.

Darle la espalda es un error, que nos retrotrae al pensamiento del Medioevo, donde todo era
un dogma de Fe, sin poder modificar nada. Creo sinceramente que toda la Humanidad vería
con enorme placer y satisfacción, una explicación sobre lo que acontece, incluso la “visita” de
otras civilizaciones. ¿Problemas económicos, caos social, cambios de paradigmas religiosos,
inquietudes en los sistemas de Defensa de una nación, etc.? Tengo confianza en la adaptación
del ser humano en toda circunstancia. Lo que me entristecería sería la negación de que algo está
sucediendo, por el simple hecho de que ‘no puede ser’”.

B: “El fenómeno ovni se ha manifestado en todos los países sin excepción, siguiendo iguales
pautas de comportamiento. Aparentemente, sea lo que sea esto, no tiene predilección por uno
u otro lugar.
Desde el inicio de la ufología, hemos estudiado y analizado casos ocurridos en EEUU y en el
resto del llamado ‘primer mundo’. Sin embargo, en Sudamérica hemos tenido casos
excepcionales, tal vez los más espectaculares y con una gran ventaja: no están teñidos de ese
halo comercial tan común en algunos de los llamados casos “top” como Roswell, Benwaters,
Área 51, etc. Que, dicho sea de paso, nos hacen sospechar que tienen muchos condimentos
añadidos.

La hermosa República del Paraguay, tierra mediterránea, tiene una rica casuística, y desde mi
punto de vista, un lugar privilegiado para el estudio del fenómeno, en una zona de confluencia
con otros dos grandes países como Brasil y Argentina con una gran casuística que se va
renovando continuamente.

Cada investigador, cada investigación realizada, pone un grano de arena más en esta “playa” de
conocimiento. Nunca va a estar demás un nuevo caso apasionante, del que podamos extraer
conclusiones. Nunca sabemos de dónde vendrá la iluminación para entender u obtener la
“llave” que abra la puerta del conocimiento necesario para resolver el enigma. La Ufología
Internacional lo sabe, como se demuestra en cada uno de los Congresos mundiales que se
realizan. Generalmente las grandes novedades provienen de los investigadores que no son del
“primer mundo”, a los que les interesa la verdad y no vender documentales.
Todos estamos ansiosos de conocer que está ocurriendo en nuestro país hermano. En
Sudamérica encontraremos la clave, sea lo que sea”.

Wallacy Albino
Investigador, Miembro de GEUBS2, Escritor
(Brasil)

A: “La investigación OVNI es importante para poder entender quiénes son y qué quieren esos
seres que pilotan esas naves que actúan en nuestro planeta desde hace millones de años”

2 GEUBS: Grupo de Estudios Ufológicos de Baixada Santista (Brasil)

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B: “Un libro mostrando la casuística ufológica del Paraguay es importante para poder analizar y
comparar los casos que ocurren en ese país con casos que ocurren en otras partes del planeta,
pues casos semejantes en lugares diferentes darán una mayor credibilidad al caso”.

Dr. Andrés Salvador,


Abogado, Prof. en Ciencias Jurídicas
Director Nacional de la MUFON
(Argentina)

A: “La investigación OVNI es importante porque al menos desde 1947 estamos frente a un
fenómeno social que puede estar siendo provocado por un fenómeno físico (o un conjunto de
ellos) sobre el cual disponemos de una información y comprensión limitada y que por ese solo
hecho reclama su abordaje en términos de Ciencia. Conserva su actualidad la afirmación hecha
por el físico James E. McDonald en el sentido que “este asunto de los objetos volantes no
identificados es, ciertamente, el mayor problema científico de nuestro tiempo” (Cf. Antonio
Ribera y Alejandro Vignati, James McDonald – OVNIS, El ultimo desafío, ed. Cielosur, Buenos
Aires, 1980, Colección Cuarta Dimensión, p. 89).”.

B: “Un libro sobre OVNIs en el Paraguay y tan solo atendiendo al registro de observaciones,
puede presentar el mayor interés por la ausencia de bibliografía sobre el punto. La falta de
información se advierte por ejemplo en el hecho que en el catálogo Un siglo de aterrizajes de
OVNIS (1868 – 1968), confeccionado por Jacques Vallée e incluido en su libro Pasaporte a
Magonia (ed. Plaza & Janes, Esplugas de Llobregat – Barcelona, 1976, trad. cast. de Antonio
Ribera), sobre 923 casos solo uno, el 562 – 5 de febrero de 1963 (p. 414) corresponde al
Paraguay, en tanto que Antonio Ribera en OVNIS sobre Iberoamérica y España (ed. Plaza &
Janes, Esplugas de Llobregat – Barcelona, 1980) que dedica una entrada a Paraguay (pp. 351-
353) señala para este país solamente tres observaciones, correspondientes a los años 1964,
1965 y 1966”.

Se perfila una débil y fatua llama que proviene desde los albores del tiempo, invitándonos a
seguirla, ¿Estás preparado?

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"El verdadero viaje de descubrimiento consiste
no en buscar paisajes nuevos,
sino en mirar con nuevos ojos"

Marcel Proust

Aparentemente el signo más vetusto de fenómenos celestes incomprensibles en el Paraguay, se


halla desde la época de las Reducciones Jesuíticas, un caso exquisito en detalles, que ha
posibilitado un análisis desde distintas aristas revelando algo inusual y desconocido.

Las reducciones jesuíticas constituyeron un intento digno de poder dar a los indígenas
guaraníes, una oportunidad de abandonar las prácticas poco morales desde el punto de vista del
“hombre blanco”, tales como la antropofagia3, la poligamia, y otras costumbres consideradas
aberrantes, instruyéndoles fuertemente en el Cristianismo, en medio de la espesura selvática
que no constituían una barrera para los Padres (sacerdotes) quienes valientemente motivados
por la convicción de su fe, trataban de catequizarlos4, no sin antes ser arrebatados de sus tierras
y eventualmente ser colonizados.

El escenario sería en la otrora “Provincia del Paraguay”, mucho más extensa que el “minado
territorio actual”, resultado de grandes conflagraciones, donde antiguamente el Paraguay se
delimitaba al NORTE con la Capitanía de San Vicente, hacia el SUR con el Río de la Plata,
proyectándose al ESTE hasta las márgenes del Océano Atlántico, y por último, el OESTE en la
actual Región de Tucumán (Argentina).

Según se ha podido constatar gracias a las cartas anuas5, la citada labor de catequización no ha
sido para nada fácil, y menos para el Padre Justo Mansilla, Superior de la Reducción de San
Ignacio de Ipané, la más antigua de todas, quien consiguió con mucho esfuerzo juntar familias
indígenas en la Reducción, debido a varios factores como promesas incumplidas y la siempre
latente amenaza de invasiones de los Bandeirantes6.

Probablemente la Reducción de San Ignacio de Ipané, se situaba en una región conocida como
Aguaranamby a orillas del Río Piray (actual Aquidabán), hasta el año 1656.

Tropecé con este caso a través de un programa radial nocturno emitido durante mi
adolescencia en la desaparecida “Trinidad FM 96.5”, donde narraron el atávico caso acaecido

3 Canibalismo. Acto de comer carne humana.


4 Acto de instruir en la fe Católica.
5 “ Litera Anual”. Informes, cartas emitidas por los Padres Providenciales, al Padre General de la Compañía de Jesús, poniéndolo al tanto de
todas las actividades ejercidas en un periodo de un año, en las Reducciones y Misiones.
6 Expedicionarios portugueses.

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supuestamente un 10 de abril 1631, en la Reducción Jesuítica de Ipané, desde donde
observaron atónitos, una inmensa e incomprensible luz que surcó los cielos lentamente.

La semilla de la duda y el asombro se implantaron fuertemente, iniciando años después una


búsqueda por conocer los pormenores de este interesante incidente, así como el documento
en que se respaldaba.

Durante años hallé el mismo relato disperso en múltiples publicaciones, del que algunos
aparentemente se habrían servido de un libro escrito por el conocido investigador y escritor
argentino, Dr. Antonio Las Heras, titulado “O.V.N.I.S. Extraterrestres entre Nosotros”,
(Ediciones Santiago Rueda, 1978), donde efectivamente se mencionaba el caso de la siguiente
manera:

“En la reducción de San Ignacio de Ypané, el 10 de agosto de 1631, un algo extraño y luminoso fue
visto surcando el cielo. Entre las 6 y las 7 de la tarde se vio levantarse por la parte oriente un globo
luminoso de extraña grandeza que vino con vuelo no apresurado, sino algo lento, por encima del
pueblo, como una Luna Llena. Despedía hacia oriente gran cantidad de centellas y al llegar a la línea
del horizonte de occidente, se abrió con mayor luz, la que luego se apagó, y transcurrido el tiempo
que se tarda en rezar un credo dio un tremendo estallido como de un trueno”.

Interesante crónica de un fenómeno luminoso que acumula valor debido a la antigüedad del
hecho, sin embargo no podía deshacerme de la incipiente especulación que probablemente ello
era solo un resumen de algo mucho más extenso y detallado.

Para confirmar o desbancar esta suposición contacté con el Dr. Las Heras, quien señaló que
lamentablemente no podría ayudarme, al no poseer los borradores originales de su obra, por
haber transcurrido más de 30 años desde su publicación.

A pesar de ello, envié una serie de misivas a importantes historiadores jesuitas, quienes
recomendaron al conocido antropólogo, lingüista y escritor, el Sacerdote Jesuita Bartomeú
Meliá.

El Padre Meliá, es un experto en los archivos jesuitas, e inesperadamente demostró interés en


el relato, y de una manera extremadamente amable se molestó en investigar la fuente de este.

No tardaría en apuntar a lo que probablemente consistía en una carta de un religioso a otro,


material raro y difícil de conseguir. Fiel transcripción de esta, lo hallamos en la obra titulada
“Jesuitas e Banderaintes no Itatim”, recopilación de textos, cartas, y manuscritos comprendidos
desde los años 1596 a 1760 pertenecientes a la Colección de Angelis.

Confirmándose la especulación inicial de un resumen, no sin antes advertir que existió un error
en la datación del suceso, pero allí se apreciaba la crónica en su totalidad como un pequeño
acertijo abierto con muchas pistas, cual transcribo fielmente:

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«A los 10 de agosto de 1651 entre las seis y 7 de la noche se vio en el pueblo de S. I. de Ipané y
algunas leguas en contorno, levantarse de la parte de Oriente un globo luminoso de extraña
grandeza que en mediana altura como de las nubes vecinas vino con vuelo no apresurado sino
algo lento por encima de (sic) aquel pueblo hacia el occidente, hallándose de repente el
hemisferio con gran claridad como de luna llena. Iba despidiendo hacia la parte oriental de
donde salió cantidad de centellas al modo de cohete; y en llegando a una niebla sutil o colina,
que cubría el horizonte de occidente, antes de entrar en ella, se abrió con mayor luz y centellas,
y después de encubierta aquella luz como espacio de un credo, dio un tremendo estallido como
trueno, sino como respuesta de Bombarda o cañón de batir. Que causó en el pequeño,
suspenso y asombro muy semejante a aquella luz que al entrar en Etiopía el Patriarca D. Alonso
Méndez. Sería su curso como 16 leguas de distancia al parecer. No se ha alcanzado lo que
pueda ser, porque para cometa parece la duración muy breve, el vuelo muy ratero (sic), y
extraño el estallido, más propio de exhalación que de cometa, si bien parece exceso para
exhalación. Nuestro señor se sirva de convertirlo todo en bien o por lo menos impedir todo
mal a estas sus ovejuelas.»

La crónica no tiene parangón alguno para aquella época. Se describe con gran precisión un
fenómeno que impresionó al religioso quien resolvió documentarlo (Ver Imagen 1).
Analicemos. En pleno crepúsculo (según el escrito), hacia la región comprendida del ESTE, se
habría levantado una gran esfera luminosa, la cual al situarse aproximadamente en la mitad de la
cúpula celeste (el cenit), consiguió iluminar análogamente a una Luna Llena, por lo que la
cantidad del flujo luminoso podría deducirse a 1 Lux en fotometría, traduciéndose en una
considerable iluminancia en el
paisaje, añadiendo que las
Reducciones se hallaban
instaladas a mitad de las selvas
donde las noches eran realmente
obscuras, esto aparentemente
habría sido así ya que al someter
a varios programas astronómicos
la fecha correspondiente se
descubre que no había Luna
aquel día, por lo que la
iluminación debió provenir del
objeto extraño. No obstante
durante la simulación del cielo de
1651, he descubierto la presencia
de una conjunción planetaria,
Imagen 1
formada por los planetas Júpiter Recreación artística del suceso en una pintura por Myriam Careaga
y Marte hacia el SUR-ESTE
(Véase Imagen 2).

33
Imagen 2
Configuración del cielo nocturno del 10 de abril de 1651

Por otra parte se alude a una emisión de residuos luminosos tras el cuerpo símiles a un cohete,
que no podemos ignorarlo.

Continuando con el análisis, al llegar al horizonte (debió de tratarse el OESTE), incrementó su


luminosidad enmascarado un poco, debido a la reinante niebla de la región (propias de las selvas
húmedas) y en el tiempo en que se tarda en rezar un credo, hablaríamos de un minuto y medio
aproximadamente (eso es bastante lento), emitió un sonido comparable a un cañonazo, que
lentamente experimentó una cadencia, disminuyendo en intensidad sonora, descripción cual, el
religioso hace uso de una analogía, con una muy lenta expiración, en otras palabras, el escritor
trata de describirnos algo que se estaba apagando lábilmente más que una súbita explosión.

En su escrito se realiza un breve escalamiento de hipótesis, descartándose una posibilidad que


asaltaría prima facto, el de un bólido, un meteoroide que descendió de los cielos de manera
abrupta, estrellándose cerca de la Reducción.

Para esto, basta aclarar un punto, los bólidos u meteoroides de gran porte, “caen” desde las
alturas, “no se levantan” desde un sector del paisaje, para luego transitar por toda la cúpula
celeste, y posteriormente decaer en otro punto.

Los bólidos, son rocas espaciales erráticas que una vez situadas
a cierta distancia con respeto al planeta Tierra, son
fuertemente atraídas por la fuerza gravitatoria del planeta
(fuerza de atracción) por lo que ingresan a nuestra atmósfera,
y experimentan fácilmente una caída de unos 300 kilómetros
por segundo, más rápido que una bala calibre 22, y debido a la
fricción que experimentan estas rocas por las capas de la
Imagen 3 atmósfera, se van desintegrando con una impresionante
Bólido surcando el firmamento celeridad, que dependiendo de su porte, estás pueden

34
constituirse en las famosas “estrellas fugaces” (Véase Imagen 3), no llegando a tierra, por el
contrario si las rocas fueran de varios kilos, tardarían mucho más en desintegrarse, ofreciendo
un verdadero espectáculo visual, en la que se escucha en ocasiones una explosión, y si fuera
posible impactando en la superficie, con su posterior secuela, un inmenso o pequeño cráter,
denunciándose como el punto cero de la caída.

Como hemos visto es un raudo fenómeno no compatible con el tiempo descripto en el relato.

Además, puntualmente aquí, el objeto “no cae”, “se levanta” de un sector, trasladándose en un
esquema de varios kilómetros de distancia para luego descender, sin embargo ¿Qué pudo haber
descendido en las inmediaciones a la Reducción de San Ignacio de Ipané?

Más sorpresas se presentan al encontrar un caso idéntico que habría acontecido en España pero
en pleno siglo XX, luego de 316 años.

Un joven quien por aquel entonces contaba con 22 años, Joaquín March Navarro, obrero de
una fábrica situada en el pueblo de Buñol (Valencia), habría sido testigo de una extraña esfera
luminosa de gran tamaño que habría salido de la Sierra de Martés (España).

A las 2 de la madrugada, de un buen día de julio de 1967, cuando se dirigía hacia la finca de un
hermano y este debía transitar por un sendero montañoso, tuvo la visión de una esfera gigante
análoga a la Luna Llena, que habría levantado vuelo desde la Sierra de Martes, ubicada a unos 12
km desde el punto donde se halla el testigo, en la zona de Cañalarga.

Según la descripción de este, la misteriosa esfera se desplazaba lentamente por el firmamento


iluminando perfectamente todo el paraje, como si del día se tratara, para luego, en unos 5
minutos situarse verticalmente sobre el horizonte, donde permaneció estático por unos 90
segundos aproximadamente y estando a unos 30° de altitud, emitir una llamarada al tiempo que
comenzó a producir un muy extraño sonido que se vio en la imposibilidad de reconocerlo.

Un verdadero espectáculo, y más para un hombre que estaba acostumbrado a aquellos lares,
resumiendo su increíble visión, dijo lo siguiente: “Fue el suceso más extraño y maravilloso que
me ha ocurrido en la vida”.

El caso fue debidamente analizado por el fundador de la entidad “Anomalía”7, el escritor e


investigador Juan Vicente Ballester Olmos8.

Ballester ha descartado la posibilidad de que se trate de algún tipo de fenómeno inusual


eléctrico, una suerte de ionización resultado de cables de alta tensión que se encontraban en el

7 Fundación Anomalía: Fundación sin ánimo de lucro, que posee como objetivo el estudio racional de los OVNIs. En el 2010, fue cambiado
por el nombre de “Fundación Íkaros”.
8 Juan Vicente Ballester Olmos: Miembro de la Society for Scientific Exploration , J.A. Hynek Center for UFO Studies , así como asesor en las
revistas Cuadernos de Ufología y Anomalía , creador del Proyecto FOTOCAT, un gigantesco catálogo de casos de OVNIs fotográficos a
nivel mundial, con más de 10.500 casos que sigue ampliándose

35
pueblo, pero por la distancia y la forma en que se presentó el fenómeno, se desbanca esta
hipótesis.

De igual forma si se barajase la premisa de un bólido como en el caso jesuita, este caería por
tierra debido a su duración, correspondiente a unos 5 minutos. Ambos cuerpos subieron desde
el horizonte, para seguidamente de una forma inexorable transitar por el firmamento,
iluminando fuertemente a su rededor como la Luna Llena, idéntica descripción en sendos casos,
así como la percepción de un fuerte y extraño sonido que demoró en extinguirse.

Una cosa que contribuye a la extrañeza del Caso Jesuita, prosiguiendo con la tentativa del
bólido, es que contradictoriamente a lo que la opinión pública cree, “los bólidos en raras
ocasiones son vistos y no son un fenómeno periódico”.

Si aún persiste la hipótesis del bólido, me remito a los escritos del naturalista y médico suizo
Johann Rudolph Rengger (1795-1832), quien estuvo por el Paraguay realizando estudios sobre
Ciencias Naturales en la época del Dictador José Gaspar Rodríguez de Francia, narrando su
experiencia en “Viaje al Paraguay en los años 1818 a 1826”, traducido al castellano por Alfredo
Tomasini y José Braunstein, donde encontramos referencias a bólidos con un lenguaje y
contexto propios de la época:

“El cielo en el Paraguay es generalmente bello y diáfano. Después del viento del Sur es de un azul
más oscuro que cuando pasa el del Norte. En todas las temporadas del año pueden verse, con noche
claras, multitud de estrellas fugaces y a veces meteoros bastantes grandes. Yo puede ver muchos de
ellos del tamaño aparente de una bala de cañón de doce, y que parecían no estar más elevados en el
horizonte que algunos cientos de pies. Cuando pasaban por encima de mi cabeza yo escuchaba un
chirrido como de un cohete. A veces se extinguían después de haber recorrido un sector grande del
espacio. Otras veces estallaban con ruido, como bombas, dividiéndose en globos más pequeños que
descendían hasta cerca de la tierra extinguiéndose poco a poco. Todos estos meteoros dejaban tras
ellos en su ruta una traza luminosa. Pude observar uno en Asunción cuya luz iluminó el patio interior
de la casa en que me encontraba en ese momento como si fuera de día. Me ha parecido notar que
estos meteoros toman la dirección del viento que soplan cuando aparecen. Lo más frecuente es que
se desplacen de Este a Oeste, porque en las noches en que las estrellas fugaces se muestran más a
menudo se hace sentir un poco el viento del Este o virazón.

En el Paraguay muchas se han encontrado hierro meteórico a veces sobre la superficie o, a veces,
removiendo la tierra con el arado. Un herrero me aseguró que había hecho un freno con uno de estos
trozos, encontrado en Tacumbú, cerca de Asunción, pero que el hierro era muy quebradizo. Según la
descripción que me hizo de él, no dudo de que fuera un aerolito, sobre todo porque
aproximadamente en la misma latitud se encontró en el Chaco un bloque inmenso de este hierro,
del que todavía pude ver una parte y del que conservo un fragmento pequeño”

La denominación “meteoro” aparece reiteradamente en este cuerpo textual delicadamente


detallado, aludiendo a trazas luminosas de este, así como una elucubración de Rengger sobre la

36
dirección de estos sujeta al viento, especulación debida al desconocimiento de la época del
origen de estos objetos.

Este segmento de la rúbrica de Rengger “Otras veces estallaban con ruido, como bombas” difiere
substancialmente al “y extraño el estallido, más propio de exhalación que de cometa, si bien parece
exceso para exhalación” del avistamiento jesuítico donde el religioso confiesa el antagonismo a
un “cometa”, subráyese el término que equivale a decir “meteoro”, dicho de otra forma
pareciera entrever que el religioso posee conocimiento de este fenómeno astronómico y
destacándolo que no es semejante.

No menos importante es el dato referido a la altitud en que se manifestó el extraño objeto:


“que en mediana altura como de las nubes vecinas”. Las nubes vecinas son las más bajas,
encontrándose a partir de los 800 metros o 1.000 metros, despertando conmoción a cualquiera
que presencie semejante objeto a tan baja altura.

También estima su curso a unas 16 leguas, esto es unos 77 Km recorridos por el objeto, ¿cómo
llegó a semejante conclusión? Ese secreto lamentablemente se lo llevó a la tumba.

Entonces ¿podría tratarse de algún artefacto volador terrestre? Si nos atenemos a los registros
históricos es sencillamente imposible, debido a que el primer globo aerostático se inventó unos
131 años después de este acontecimiento, gracias al ingenio creativo de los hermanos franceses
Joseph y Étienne de Montgolfier, quienes construyeron un globo que ascendió gracias al aire
caliente contenida en su interior en el año 1782, realizando otras pruebas que concluirían con el
primer transporte de personas a bordo de estos globos, en 1783 (Véase Imagen 4).

Tanto como el ingenio terrestre semi-


propulsado más pesado que el aire, no
tuvo lugar sino 252 años después,
recién en el año 1903 cuando los
hermanos norteamericanos Wilbur y
Orville Wright, consiguieron con éxito
que su avión experimental pilotado
fuera capaz de volar por unos 12
segundos, en Kitty Hawk (Carolina del
Norte, USA), concretándose
fuertemente con su hazaña el sueño
del hombre de poder volar.
Imagen 4
Estampilla paraguaya (1983) conmemorando el primer vuelo
realizado por los hermanos Montgolfier

37
La Guerra de la Triple Alianza fue la más cruenta y vasta conflagración de toda América, iniciada
en el año 1865 hasta 1870, por una fatídica coalición de tres países conformada por el Brasil,
Argentina y el Uruguay, contra el Paraguay, obedeciendo a múltiples razones según el ojo
revisionista con el que se lo mire.

Auténtico holocausto, donde el 90% de la población masculina adulta fue reducida,


permaneciendo solo mujeres, infantes (niñas en su mayoría porque cuantiosos niños perecieron
en los campos de batalla) y ancianos, todos ellos tuvieron la inconmensurable tarea de emerger
entre las cenizas de un Paraguay mutilado geográfica y moralmente.

De entre los ríos de tinta que profieren los hechos bélicos, existe un desconocido, interesante y
desconcertante suceso incorrectamente situado durante esta guerra, como lo veremos más
adelante.

"El día 26 de noviembre de 1866 se hallaba navegando por el Río Paraguay en misión de guerra un
bergantín brasileño al mando del Capitán Augusto Leverger (más tarde agraciado con el título de
barón de Melgazo), cuando este percibió al hallarse en cubierta durante la noche un fenómeno que
no tenía explicación lógica. A las cinco horas y 47 minutos de la madrugada (explica el Capitán
Leverger en su informe) estando el cielo perfectamente limpio y calmo, percibí un globo luminoso que
con increíble rapidez describió una curva de 30 grados rumbo al Noreste, dejando subsistir tras de sí
una faja de luz en la cual se distinguían tres cuerpos, cuyo brillo era mucho más vivo que el de la faja
e igualaba, si no excedía en intensidad, al de la luna llena en tiempo claro.

Después de 25 minutos de observación, de la que también fue partícipe una parte de la tripulación
de la nave, todo desapareció bruscamente, y a partir de allí no hubo más perturbaciones
atmosféricas.

En la ciudad de Asunción (añade Leverger) conversé con el Embajador de Brasil, y otras personas,
que testimoniaron esta declaración.

Sometiendo a cálculos trigonométricos, las posiciones detectadas personalmente por Leverger, se


estima que el fenómeno debió de verificarse en la región atmosférica y tan sólo a 59 leguas de
distancia de Asunción.”

Divulgaba el desaparecido “Noticias – El Diario” (1996), en un inaudito artículo que atesoro


desde entonces, referenciando a la revista argentina “Cuarta Dimensión” correspondiente al N°
28, donde se descubre en la pág. 24, “La Presencia de OVNIs en la Guerra del Paraguay”, una
rúbrica perteneciente a María Virginia Capallo (Ver Imagen 5).

38
En la búsqueda de la crónica original, entablé
una entrevista luego de años, con el conocido
Ing. Vicente Pistilli, historiador, matemático,
topógrafo, catedrático de la Universidad
Nacional por más de 60 años, y un gran
defensor de la hipótesis de una influencia vikinga
en los guaraníes desarrollada en su obra,
“Vikingos en el Paraguay” (1978).

Pistilli me obsequiaría sorpresivamente un texto


de su autoría en la extinta publicación “El
Diario”, caratulado “Objetos Voladores en los
cielos del Paraguay” del día domingo 17 de
febrero de 1985, un raudo relato sobre OVNIs
divisados desde épocas precolombinas, que bien
pudo haber influenciado en las creencias de los
diversos pueblos de América, apareciendo allí
también el avistamiento del Cap. Augusto
Leverger. Sin embargo Pistilli no recordaba la
rúbrica consultada debido al tiempo
transcurrido.

Si el avistamiento se dio en el Paraguay, tendría Imagen 5


que haber una constancia en el Archivo Artículo de la Revista Cuarta Dimensión N° 28
Nacional, donde consulté diversos catálogos,
hallando un grupo etiquetado como “No clasificados”, donde aparecían los escritos del Cap.
Leverger.

He visto y hojeado con mucha emoción, sus manuscritos de una caligrafía exquisita redactada
en portugués, narrando su travesía por el Río Paraguay como sus encuentros con los indígenas,
anexando un diccionario guaraní-portugués, que evidenciaba el interés del extranjero por
descifrar el lenguaje de los guaraníes, pero por ningún lado se apreciaba en aquellas sepias hojas,
alusión alguna a su avistamiento.

Por ventura la proa de esta historia viraría, al conseguir una copia de un antiguo boletín
mecanografiado de la “Sociedad Brasilera de Estudios de Discos Voladores”, dirigido por el Dr.
Walter Buhler, del 1 de noviembre de 1959, N° 12, donde efectivamente aparecía
extensamente el avistamiento del Cap. Leverger en el Río Paraguay, añadiendo otros casos del
siglo XIX (Véase Imagen 6)

39
Imagen 6
Fragmento del Boletín de la Sociedad Brasilera de Estudios de Discos Voladores de 1959, aludiendo al caso
Leverger

“Dejamos aquí la preciosa cita de C. J. Dunlop para informar sobre la inspiración, de lo que se ve en
la “Gazeta Official do Imperio do Brasil”, 26 de noviembre de 1846, página 295.

Observé esta noche un fenómeno que nunca antes he visto. A las 5 horas y 57 minutos estando el
cielo perfectamente limpio y calmo, y el termómetro de unos 60°F, un globo luminoso que con
instantánea rapidez describió una curva de como 30°, hacia el rumbo NNO. La dirección que
realizaba con el horizonte eran ángulos de aproximadamente 75° y 105°, en ángulo abierto por el
lado del Oeste.

Dejó subsistir tras de sí, una faja de luz de 5 o 6° de grosor, y 30° a 35° de largor, en el cual se
distinguían tres cuerpos cuyo brillo era muchos más vivo que de la faja, e igualaba, si no excedía, en
intensidad, al de la Luna llena en tiempo claro. Estaban superpuestos y separados unos de otros. El
del medio tenía la apariencia casi circular; el inferior parecía un segmento de círculo de 120° con los
radios extremos quebrados; la forma que presentaba el de arriba era de un cuadrilátero irregular; la
mayor dimensión de los discos sería de 20 a 25’. En fin, encima de ellos, se vio una faja de luz muy
débil, en forma de zigzag, como de 3° de largura y 5° o 6° de espesor. La altura angular de la faja
grande sobre el horizonte parecía de 8°. (Deseoso de no perder alguna circunstancia del fenómeno,
no recurrí a los instrumentos para medir esas dimensiones).

Fue bajando todo con mayor velocidad, aparentemente como los astros en el ocaso, comenzaron los
globos luminosos a cambiar de aspecto tomando la forma elíptica cada vez más achatada, y
achicándose hasta parecer unas pequeñas nueces. La faja grande se inclinó para el Norte hasta
quedar casi horizontal, más el zigzag siempre conservó la misma dirección. Después de 25 minutos,
todo despareció, y no hubo el más leve signo de perturbación en la atmósfera.

40
En la ciudad de Asunción, conversé con el Ministro del Brasil y diversas otras personas que
testimoniaron este, y para todos nosotros, la singular aparición.

Una circunstancia que me parece muy digna de verificarse, es que la dirección en la que el Ministro
observó el fenómeno, no hubo engaño, pues refería a la observación a un ángulo cuyo azimuth era
fácil de verificar, y esta dirección era aproximadamente de ONO, haciendo por lo tanto un ángulo de
45° con la de NNO, que he notado.

Sometí a cálculos trigonométricos este enorme paralelaje combinada con las posiciones geográficas
de Asunción, y el lugar donde he observado, y constaté que el fenómeno debería hallarse en la región
atmosférica y a tan solamente unas 59 leguas de distancia de Asunción”.

Cual evocación al “Caso Jesuita” (Véase Pág.31), una vez más el año estaba incorrecto, siendo
en 1846 y reconfigurando el panorama histórico al manifestarse unos 18 años antes de la
guerra.

¿Sin embargo que hay de su autor, Augusto Leverger? Fue


un oficial de la Marina de Guerra Brasilera, nombrado
“Barón de Melgazo” por el entonces Emperador D. Pedro
II, por sus hazañas defensivas en el Matto Grosso, autor
de varios documentos de exploración hidrológica y
meteorólogo (Ver Imagen 7).

El documento
refiere al
Embajador del
Brasil,
presumiblemente
Imagen 7
el Dr. José
Retrato del Cap. Augusto Leverger
efectuado por Bartolomé Bossi en 1865 Antonio Pimenta
Bueno (Marqués
de San Vicente), así como otros testigos que
lastimosamente no se han nombrado.

Se sabe que el Capitán Leverger navegó por el Paraguay


durante junio de 1846, por lo que probablemente la
observación habría acontecido en aquel mes,
publicándose posteriormente el 26 de noviembre en la
Gazeta Official do Imperio do Brasil, diario del Imperio
archivado en la “Biblioteca Nacional del Brasil” (Río de
Janeiro) en la “División de Publicaciones Seriadas” Imagen 8
(Véase Imagen 8). Gazeta Official do Imperio do Brasil
del 26 de noviembre de 1846

41
Leverger partió de Cuiabá (Mato Grosso do Sul) rumbo Asunción en el bergantín“18 de julio”
con una tripulación de 47 hombres, escoltado por otro navío, el “23 de Febrero”, observando
el insólito objeto cuando se encontraba a una altura de 59 leguas (328,7893 Km) de la Bahía de
Asunción sobre el Río Paraguay.

Lo llamativo del suceso es que siendo un meteorólogo fue incapaz de discernir el fenómeno, así
como la existencia de otro testigo separado a kilómetros de distancia de respetable posición,
destruyendo la conjetura de una eventual sugestión o ilusión óptica de algún tipo.

Por otra parte se podría argüir un bólido, análogo intento al Caso Jesuita (véase Pág. 31), pero
la duración del fenómeno, no hace más que poner en seria duda esta afirmación, al no existir
bólidos que transiten por ¡25 minutos en el firmamento!, si continuamos desmenuzando el
informe descubrimos detalles inusuales.

Se detalla con bastante precisión unos 3 cuerpos que siguen a la extraña esfera luminosa,
comparable uno de ellos a una media luna y otro aparentemente irregular, siendo disímiles a un
meteoro.

La estela que presentaban estos cuerpos pudo deberse a una fricción por las capas atmosféricas
resultado de una tremenda velocidad con que se desplazaban, sin embargo sorprende este
detalle: “Encima de ellos, se vio una faja de luz muy débil, en forma de zigzag”, ¿ligeros cambios de
curso, imperceptibles debido a la distancia de los observadores?

Lo único que volaba en aquel entonces eran los globos aerostáticos, esto podría explicar el
fenómeno divisado por brasileros en el Rio Paraguay en 1846, sin embargo, ¿Quién tenía globos
por aquí cerca?

Durante la nefasta guerra de la Triple Alianza se ejecutó un pionero sistema “el espionaje
aéreo”.

El famoso Marqués de Caxias, representante del Partido Conservador, senador vitalicio del
Brasil en 1846 nombrado Duque, sería el primer personaje histórico sudamericano en adquirir
globos aerostáticos ingleses, con fines de espionaje de las trincheras paraguayas.

Puso en prueba el primer globo infructuosamente en diciembre de 1865, de la mano de una


compañía estadounidense, sin embargo esperó hasta mediados del año siguiente la llegada de
otro ejemplar, que fue soltado en Estero Bellaco desde un corral construido de cañas largas
(tacuaras).

El ingenio aerostático ascendía una vez que maniobraban con ella unos 30 hombres que tiraban
de unas 3 grandes cuerdas. La ascensión oficial del “Globo de Caxias”, fue el 6 de julio de 1865
en Potrero Piris, a cargo del Ingeniero de las Fuerzas Aéreas Argentinas, Tte. Cnel.
Chodasiewicz, y el Cap. Don Ignacio Céspedes (paraguayo al Servicio de los Aliados).

42
Parte de ello se ve perfectamente ilustrado en “El Centinela”, cuyo slogan rezaba “Periódico
serio-jocoso”, del día jueves 8 de agosto de 1867
(Año 1, N° 16), en la pág. 2:

“Caxias con su división romperá el ataque a la señal


dada por el ascenso de un globo –Osorio por la
vanguardia, protegido por Mitre, que está con los
Argentinos en Paso Canoa e Ignacio con su escuadra en
Curupayty”

Con un dibujo que abarcaba toda la hoja


acompañando el artículo, parodiando las intenciones
del Marques, con el sugerente título de “Cara Feia al
Enemigo”, en la que se aprecia al Ejército Paraguayo
bajando sus pantalones y mostrando sus nalgas ante
la mirada de un soldado aliado a bordo del globo
(Ver Imagen 9).
No sería esta la única publicación que ridiculizaría a
Caxias y su globo, prueba de ello hallamos en la
extinta “Cabichui”, del 20 de mayo de 1867 (Año 1,
N° 3), pág. 3, así como en otras ediciones.

Imagen 9 La existencia de estos “globos de espionaje” no


Pintoresco grabado se halla en
constituyó secrecía alguna, surgiendo estos serios
“El Centinela” del 8 de agosto de 1867
interrogantes, ¿qué tanto se pudo observar a las 5:57
en medio de una lánguida noche?,¿Cómo un Capitán de Guerra y Meteorólogo fue capaz de
confundirse con un globo, sin mencionar los otros testigos?, ¿Qué no difieren absolutamente la
forma del objeto visto con los globos de Caxias?,¿Qué clase de globo es capaz de dejar tras sí
una estela, en la que le siguen 3 cuerpos con formas perfectamente definidas que nada hacen
pensar en globos?.

Sin mencionar lo más importante, el avistamiento de Leverger se dio 18 años antes de la Guerra
Grande, por lo que la hipótesis del globo es altamente improbable.

Quod erat demonstrandum9.

9 En latín, “Lo que se quería demostrar”.

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44
45
46
“Y si así fuera, nada de raro también tendría que los 'platos voladores' hayan incluido en su itinerario
nuestro hermoso país, prestigiado por su tradición y sus dones naturales"

Diario La Tribuna (Paraguay),


25 de febrero de 1948

¡Sí! Haz leído bien, casos paraguayos en el mítico y legendario proyecto estadounidense de
estudios científicos concernientes al catálogo y análisis de casos de OVNIs.

El proyecto Libro Azul (Blue Book Project) fue un


intento de comprender primordialmente que grado
de certeza subyacía al masivo número de
avistamientos que se dieron en los años
comprendidos entre 1952 al año 1969, conformando
un voluminoso catálogo, examinada por un reducido
grupo de científicos encabezado por el conocido
astrónomo, Dr. Joseph Allen Hynek (Ver Imagen 11
Director del Observatorio Astronómico de McMillin
(USA), Cap. Edward Ruppelt (piloto y héroe de la
Imagen 11
Dr. Joseph Allen Hynek Segunda Guerra Mundial), Mayor Héctor V.
Quintanilla, Oficial Hill Marley, Sgto. David Movi, y la
secretaria Marilyn Beaumer Stancombe (Véase Imagen 10), quienes aplicaban cual navaja suiza
una serie de análisis, que van desde meteorología, psicología, física, astronomía, química, etc.,
con el afán de realizar un profundo corte,
discriminando casos que se convertían (al explicarse)
en OVIs10, de aquellos con una genuina naturaleza
anómala. De ser así, ¿representarían un peligro para la
seguridad de los Estados Unidos o tal vez del mundo?

Irónicamente el astrónomo Hynek, antes de


embarcarse en el proyecto poseía una visible
renuencia, tesitura patente en 1948:

“Todo este tema parece totalmente ridículo, y es una Imagen 10


moda que pronto pasará” Staff del Proyecto Libro Azul

10 OVIs: Objetos Voladores Identificados

47
Así como estas palabras ante “The Columbus Citizen”:

"Sólo se han recibido informes sobre discos desde los propios Estados Unidos, y la gran mayoría de
ellos centrados en la costa Noroeste del Pacífico. No puedo comentar nada oficialmente sobre los
discos voladores no he visto ninguno, y mucho menos he podido seguir sus trayectorias. Sin embargo,
estoy muy interesado por tales informes"

Sin embargo al concluir el Blue Book, el Dr. Hynek terminó por convertirse en uno de los más
acérrimos defensores de la fenomenología:

“Como científico debo ser consciente del pasado, y admitir que con mucha frecuencia ha ocurrido
que las cuestiones de gran valor para la ciencia son pasadas de alto por un nuevo fenómeno que no
se adecua a las perspectivas científicas de la época”.

Revelando reiteradamente un hastío por la vana acción de simplificar la casuística a confusiones,


de forzar explicaciones donde no se podía, concluyendo que efectivamente había algo
desconocido.

Cabe resaltar que no pocos denuncian que el Proyecto Libro Azul comenzó viciado, aquel
reducido grupo de expertos contra una astronómica cantidad de reportes aparentemente
imparable, exigiendo lógicamente mayor tiempo y recursos.

Gran parte del cuerpo documental atañe a los Estados Unidos, pero existen entradas
extranjeras por ofrecer una perspectiva global del fenómeno, donde se encuentran sucesos del
Brasil, Uruguay, Argentina y contra cualquier pronóstico también el Paraguay. Es lo que
descubrí al hurgar en los archivos desclasificados del Blue Book, acervo del NARA11, constituidos
mayormente por microfilms y fotocopias que han sido afortunadamente digitalizados para la
posteridad, donde reposan archivadas rúbricas de avistamientos acaecidos en la “tierra del
tereré”.

A prima facto se visualiza un caso del 20 de febrero de 1948, asentado en unas 13 hojas por un
oficial norteamericano, anexándose un recorte de otro acontecimiento paraguayo del 13 de
julio de 1965 (Véase Cap. “La Mariner IV en Marte, y los OVNIs en el Chaco”, Pág. 156), no
siendo estos los únicos archivados por la USAF, compactando el presunto aterrizaje de un
OVNI en el patio de un colegio en Asunción (Véase Cap. “Visitantes en el Colegio”, 101).

“Fecha: 20 de febrero – Locación: Asunción, Paraguay – Observador: 3 reportes (Vargas) –


Evaluación: Astro (Meteorito)”.

11 NARA: Acrónimo de “National Archives”, es el Archivo Nacional de los Estados Unidos.

48
Esta línea corresponde al avistamiento del 20 de febrero de 1948, archivado como el “Incidente
#119”, exhibiendo el título de “Platillos Volantes sobre Asunción”, del cual rescato la siguiente
reflexión:

“Mientras una cierta cantidad de los informes de este incidente son contradictorios, la mayor
porción supone la hipótesis de que el objeto que se observó poseía un movimiento lento meteórico o
de una bola de fuego. La velocidad y color concurren en esto. El hecho de que el objeto se vio sobre
un área tan ancho, insinúa que lo observado se encuentra a sólo 1000 pies, probablemente sea un
error en la estimación”.

Concluía el informe mecanografiado en una añeja hoja sujeta a una plancheta, con el
inconfundible sello “Unclassified” (En inglés, Desclasificado) correspondiente a documentos
secretos que fueron liberados (Véase Imagen 12).

Imagen 12
Expedientes del Proyecto Libro Azul sobre el avistamiento paraguayo de 1948

49
Detengámonos en las siguientes oraciones, “una cierta cantidad de este incidente son
contradictorios”, tanto como, “la mayor porción supone la hipótesis de que el objeto poseía un
movimiento lento meteórico”, presunciones al igual que la estima en la altitud del objeto.

El personal de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, se basó en el discontinuado diario “La


Tribuna” para acceder a la información, calificándolo como serio y de reconocida reputación.

La Sra. Agustina Vda. de Paula apreció un llamativo cuerpo oval que atravesaba el espacio
desde el OESTE rumbo ESTE, a plena luz del día, el 20 de febrero de 1948, a las 07:00,
añadiendo que el objeto dejaba una diminuta cola de aproximadamente tres pies de longitud,
abultándose por el frente, presentando una increíble luminosidad.

Se hace presente también un empleado anónimo del Banco del Paraguay, quien desde Areguá a
unas 10 millas al ESTE de la capital, observó símil objeto de trayectoria descripta (OSTE al
ESTE) y a la misma hora señalada, desprendiendo una diversidad de colores que fue atestiguado
por otros más.

Desde “Ciervo Cuá”12 afirmaron haber contemplado la caída de una estrella, sobre uno de los
cerros de la región de Cordillera.

Un ranchero delegado en la estancia “Santa Felicita”, alejado de Villa Hayes en el Chaco


Paraguayo (Región Occidental), avistó con sus peones, el mismo objeto que lo definió como un
disco de un vivo tono verde, con aureolas en su rededor, desplazándose a menor velocidad que
la de un avión, situándolo a unos 300 pies.

Aparentemente no serían los únicos, el expediente escuetamente informa:

d) “Varios individuos visitaron Asunción desde el interior de distintos pueblos, que observaron el raro
objeto creyendo que se trataba de un fenómeno celestial”.

Por su parte: “La Tribuna concluye que uno o más platillos volantes ha sobrevolado el Paraguay,
pero no hay pruebas contundentes que prueben este hecho”

El responsable de la elaboración del citado informe fue el Mayor GSC. Samuel J. Skousen, quien
destaca la coincidencia horaria en este caso.

Sin embargo, ¿Los expedientes norteamericanos se basaban en algo real?, ¿Existió tal crónica?

12 En idioma Guaraní, “Ciervo Negro”.

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Efectivamente se descubre en “La Tribuna” del 26
de febrero de 1948, “En torno a la Aparición de los
Platos Voladores” (Ver Imagen 13), dos columnas
bien detalladas, que recuerda algo que sucede en
las plantas, “la raíz es mucho más extensa de lo que
se yergue sobre tierra”, como prueba de ello
transcribo fielmente el relato de la Sra. Agustina
Vda. De Paula:

“Domiciliada en el Barrio Obrero, escuchó el 20


del corriente a las 7 horas aproximadamente, gritos
de admiración de unas criaturas que estaban Imagen 13
jugando en la calle. Dirigió la vista hacia donde Titular del desaparecido diario “La Tribuna”
del 26 de febrero de 1948
miraban las criaturas y vio un objeto de forma
ovalada que viajaba por el espacio en dirección Oeste a Este. El objeto le llamó la atención, pues
para ella era extraordinario y muy hermoso. Su forma terminaba en una finísima cola de más o
menos metro de largo (según la apreciación a simple vista). Tenía la parte delantera más
abultada que la trasera y de esta parte desprendía una estela finísima de variadísimos colores,
verde, amarillo y anaranjado. La señora siguió el desplazamiento del objeto hasta que este se
perdió de vista.

Las descripciones de la señora Vda. de Paula coinciden con las emitidas en Buenos Aires,
personas que también afirmaron haber visto el platillo volador”.

Basta señalar que el término OVNI no existía en aquel entonces, por lo que la acuñación
“platillo volador” constituía un equivalente para algo incomprensible en el cielo, a pesar que el
objeto visto no sea precisamente “discoidal”.

Si la presunción del meteoro es correcta, ¿Dónde se localiza el cráter de impacto?, ¿Por qué no
figura en ningún catálogo correspondiente?, por último, ¿Cuántos son 300 pies? Pues nada
menos que 91, 44 metros, entiéndase un objeto luminoso multicolor a una altitud menor a los
100 metros, definitivamente eso sorprende y mucho, sea lo que sea.

El meteoro tal vez constituya una provisoria explicación para algo que yace enterrado entre las
hojas del Blue Book.

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53
54
"El universo no solo es más extraño de lo que suponemos,
sino más extraño de lo que podemos suponer"

John Burdon S. Haldane

Los cauces hídricos en ocasiones parecen constituir una vía para la manifestación y tránsito de
insólitos fenómenos lumínicos, exhibiendo patrones que inducen a sospechar alguna conexión
entre estos, sin embargo seamos cautos, evitemos la especulación y ciñámonos al registro puro,
que luego los datos dibujarán alguna realidad.

Durante mis investigaciones he descubierto una alta incidencia de OVNIs sobre el Río Paraguay,
extendiéndose de punto a punto a lo largo de la historia.

Probablemente algunos eventos sean gestados por fenómenos quimio-luminiscentes, pero otros
pareciesen pertenecer a una nueva categoría del que nada sabemos.

Como una constancia, se desarrollará un asombroso


caso donde el testigo, oyó, sintió y lo divisó tan cerca,
que estuvo a punto de caer al agua a causa de ello.

El Sr. Mario Insaurralde Jaquet (Véase Imagen 14),


antiguo empleado de la famosa planta productora de
bebidas CERVEPAR13, en Asunción, a pocas cuadras
del Río Paraguay, contempló algo que hasta la fecha
no pudo y puede explicarse, reservándose su
experiencia estrictamente dentro del seno familiar,
Imagen 14 hasta ahora.
Don Mario Insaurralde (82) protagonizó un
evento sorprendente sobre el Río Paraguay
Sobre el Río Paraguay, se hallaba remando
sosegadamente su robusta canoa, en las turbias aguas
de una noche de noviembre de 1981, rumbo a su hogar situado en Chaco’i, costa opuesta a
Varadero (Asunción), cuando avistó hacia el SUR, a las 22:45 aproximadamente, una perfecta
esfera rojiza, que con gran celeridad se dirigía al NORTE a mitad del río, acreditando en un
posible globo.

Mientras remaba, le alarmó el hecho de que no disminuía en velocidad, constatando que a su


paso iba agitando las aguas, creando oleajes.

13 Acrónimo de “Cervecería del Paraguay”.

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Un presentimiento de temor lo inundó al comprobar que la rauda esfera se distanciaba a tan
solo 100 metros, demorándose un parpadeo en pasar sobre él mismo, en una potente ráfaga,
que produjo una violenta sacudida en el agua, balanceando la canoa, tumbándose el testigo en
posición fetal mientras tapaba su rostro por el paso de un globo de fuego increíblemente
brillante que lo comparó con el Sol, estando a punto de volcarse él y caer al agua (Véase Imagen
15).

Imagen 15
Representación de la rauda esfera luminosa que sobrevoló al pescador.
Obra de Alejandro Espinosa

En el lapsus de tiempo en que la esfera no se hallaba encima de él, volteó el rostro para
contemplar un desconcertante objeto tornasolado volando por el río.

Durante la entrevista realizada en la residencia del testigo, el Sr. Insaurralde señaló:

- Insaurralde: “Cuando eso me asusté, porque hacía un ruido de la gran siete”.

- Maidana: “¿Cómo un silbido?”.

-Insaurralde: “No, como un silbido no. Sino como un viento fuerte que llega”, (reproduciendo
una onomatopeya).

-Insaurralde: “Entonces comenzó a burbujear el agua así (sacudiendo las manos), agitándose
mucho”.

-Maidana: “¿Estaba despejado el cielo?” (Interrogué al testigo con la intención de descartar algún
fenómeno meteorológico).

-Insaurralde: “No, estaba despejado totalmente, había una Luna muy clara. Cuando pasó encima
mío, ahí me di cuenta de que no era nada bueno, no era algo normal (reflexiona), y no existe
cosa que pueda hacer con tanta fuerza esas marejadas, ya que era una marejada terrible, a
cualquier embarcación puede enviar a pique si uno está desatento”, sentenció.

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“Y me fijé hacia la costa de Asunción, que todas las luces se apagaron. Las bombillas de luz de
las casas, se iban extinguiendo, y cuando pasó todo el objeto, volvieron a prenderse”.

-Maidana: ¿Notó a otras personas en la costa?

-Insaurralde: “Pero sinceramente no lo puedo decir, ya que era de noche, y normalmente la


gente muy poco ya está en la costa”.

-Insaurralde: “Tenía unos 70 cm más o menos de diámetro. No giraba, iba recto, esto fue lo
que me asustó, ¿Cómo si no giraba pudo crear tanta marejada? No variaba su color, y era muy
fuerte, enceguecedor”, relataba impactado.

Añadió que donde existían curvas en el tramo del río, el objeto también lo realizaba, como
siguiendo los accidentes geográficos del canal.

-Insaurralde: “Me parece que fue la radio ZP-7 la que dijo, que a una embarcación cerca de
Concepción, casi lo envió a pique por la marejada, el mismo objeto. El Capitán de la
embarcación contó”.

- Maidana: ¿Sabe si algo de esto salió en la prensa escrita?

-Insaurralde: “No, en la prensa no. No he visto nada. Puede ser que haya salido, pero cuando
eso muy poco yo compraba el periódico, pues como estaba por el Chaco y eso, no me
importaba mucho”.

Obviamente cada afirmación debe ser verificada


y efectivamente en la edición del 10 de
noviembre de 1981, del diario “Ultima Hora”,
hallaría “Estaba pescando, era de noche y apareció
un OVNI” (Ver Imagen 16).
Imagen 16
Un texto escrito por aquel entonces Otro testigo de aquel OVNI en el Diario Ultima Hora
corresponsal de Última Hora, Darío Bareiro del 10 de noviembre de 1981
Fariña, en la que narraba como un pescador de nombre Saúl Cristaldo, oriundo del Barrio Santa
Lucía, de Itacurubí de las Cordilleras, observó sin vacilación un OVNI, mientras pescaba en
aguas del arroyo Yhaguy.

“Era ya de noche y estaba pescando en el arroyo Yhaguy. Los molestos mosquitos hacían de las
suyas en casi todo mi cuerpo, pero no les prestaba atención, ellos forman parte de este
deporte. Lo cierto es que, cuando me acostumbré a las picaduras, de pronto, las aguas parecían
brillar intensamente, dañando mis ojos. Giré la cabeza y vi casi sobre mí un objeto volador, que
despedía luces, bastante potentes, se desplazaba, como quien no quiere la cosa. Estaba muy
cerca, las luces parecían salidas de unos reflectores. Me asusté, y un escalofrío se apoderó de

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todo mi cuerpo, y eché a correr. Fue una suerte que mis piernas me respondieron hasta llegar a
mi casa. Desperté a mi familia, y luego a algunos vecinos. Cuando salimos, el OVNI seguía su
desplazamiento en el cielo, muy lentamente…, no escuchamos nada, ni siquiera un zumbido,
era un objeto grande y resplandeciente”.

Dos pescadores que no se conocen, describen un mismo objeto “enceguecedor”,


desplazándose velozmente, emergiendo o surcando el agua, cabe preguntarnos ¿Ambos casos
están relacionados?

Unos 93 Km distancian al Arroyo Yhaguy de Varadero, desde donde el Sr. Insaurralde divisó el
objeto resplandeciente sobre el Río Paraguay, desplazándose de SUR a NORTE, curiosamente
el mencionado arroyo se localiza hacia el SUR respecto a Varadero, si eventualmente fue el
mismo objeto, se dirigió un poco hacia el OESTE obteniendo una salida por el Río Paraguay, por
donde ascendió estrepitosamente.

El viernes 10 de noviembre de 1981, “Ultima Hora” publicaba en la columna “A la Caída del


Sol”, “¿Vio, usted un OVNI?” escrito por Cándido, en la que se reflexionaba sobre lo que
parecía a todas luces un avistamiento masivo de OVNIs en el Paraguay:

“Porque mire que han aparecido divisadores de OVNIs de un tiempo a esta parte, tan frecuente,
continuada y coincidentemente que parecía nuestro territorio el elegido para la observación de naves
de alguna galaxia desconocida”.

“Histeria Colectiva” concluía el autor, con una renuencia casi visceral, sin embargo rescato el
testimonio de Saúl Cristaldo:

“En Itacurubí de las Cordilleras, según las versiones, no es la primera vez que estos objetos
flamíferos aparecen, ya que desde hace un tiempo tienen a sus moradores en constante vigilia.
Surcan el cielo, a gran altura, y a mucha velocidad, en algunos casos, en otros los hacen
tranquilamente. Describen a los objetos con un tamaño aproximado a los cinco metros de
diámetro. A veces emiten poderosas luces, otras opacas y envueltas en raras nubes”.

Despierta interés la alusión a “envueltas en raras nubes”, a pesar de la extrema variabilidad en la


casuística existen patrones. Véase La nube insólita, Pág. 310.

Es fácil argüir una histeria colectiva, pero ¿Cómo individuos con una formación, convicción,
estados emocionales profundamente heterogéneos “interpretaron” lo mismo?, ¿Distanciados a
cientos de kilómetros?, ¿Sin tener conocimiento uno del otro así como de sus experiencias?,
¿Desde cuándo la imagen del “OVNI” se embebió en nuestra cultura paraguaya?

Las piezas de este acertijo apenas se despolvorean, removiéndose también las que reposan en
nuestros estrechos paradigmas.

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Presenciado por un considerable número de militares brasileros, mientras navegaban por el Río
Paraguay, al mando del entonces Capitán de Mar y Guerra, João María Romariz, en 1962, se
documentaría incluso en el Servicio Secreto de la Marina.

Un acontecimiento seguido muy de cerca por el reconocido ufólogo y escritor, Marco Antonio
Petit, miembro de la C.B.U (Comisión Brasilera de Ufólogos) y además co-editor de la revista
UFO (Brasil), al investigar y entrevistar al Capitán Romariz, plasmándose en su libro “UFOs:
Arquivo Confidencial – Um Mergulho na Ufología Militar Brasileira”14 (Colección UFO, 1997).

El desaparecido oficial se desempeñaba como Comandante de un navío utilizado en patrullajes,


que abarcaban desde el Fuerte Coimbra, (Municipio de Corumbá, Mato Grosso do Sul, Brasil),
hasta Puerto Murtinho, a unos 400 Km de la capital paraguaya.

Con un descendiente sol de las 17:30, realizando el patrullaje sobre el Río Paraguay con una
tripulación de 14 hombres, vislumbran una extraña luz que los escolta hacia la proa15, pasando
sobre el mismo navío, situación en la que aguza la vista el Capitán Romariz, distinguiendo en ella
una serie de ventanillas, particularidad confirmada por Técnico de Radio, José M. Souza, quien
apoyado por unos prismáticos atisbó perfectamente la radiante anomalía, que aparentaba
poseer también unas alas.

Mientras el entorno estaba de un profundo azabache, reparan en otro objeto que prontamente
se dirige hacia babor16 , transformándose en un cuerpo amarillo ligeramente dorado, simulando
dos platos superpuestos, con una antena que vibraba mucho encima de este.

El extraordinario objeto escolta al navío sin desprenderse, por lo que a las 19:00 Hs. el
Comandante Romariz ante la consternación producida, ordena arrimarse hacia la costa
brasileña, apagando todas las luces de la embarcación, luego comunica al Señalero que utilice el
faro de la proa para intentar una comunicación en morse con el artefacto volador. No hubo
respuesta, pero los marineros se percataron que los demás cuerpos ganaban resplandor,
retirándose hacia la costa paraguaya, no sin que antes uno se acercara de vuelta para proyectar
una pálida luz semejante a la luna por ellos, regresando hacia donde se perdieron los demás.

Desembarcado en Puerto Murtinho cerca de las 21:00 Hs, los recibe el Prefecto de la Zona,
quien para sorpresa del Cap. Romariz, se halla exaltado, informando al militar que él así como

14 Del portugués, “OVNIs: Archivo Confidencial – Un buceo en la Ufología Militar Brasilera”.


15 Parte delantera de un navío.
16 Parte izquierda de una embarcación, vista desde la popa a la proa.

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otros ciudadanos, distinguieron un grupo de OVNIs distribuyéndose por varias partes a las
20:00 Hs, coincidiendo el horario

Tiempo después, el Cap. Romariz fue convocado a Río de Janeiro, para prestar declaración ante
el Estado Mayor de la Armada Brasilera.

Los expedientes que contienen su declaración conjuntamente con los otros militares, aún
permanecen en el Servicio Secreto de la Armada. Esto me confirmaba el investigador Marco A.
Petit en una misiva:

“Mediante la Campaña ‘UFOs-Libertad de Información, ¡Ya!’ solicitamos la liberación de la


documentación sobre el caso, ya que el propio Cmte. Romariz declaro ante mí, que él había sido
llamado luego del incidente a Rio de Janeiro, para prestar declaraciones en el Servicio Secreto de la
Armada. Hasta ahora el C.B.U, no recibió ninguna respuesta en relación al asunto”.

Esta campaña que ya ha cosechado interesantes frutos, es una iniciativa de la “Comisión


Brasilera de Ufólogos” (CBU), quienes consiguieron la liberación de un significativo número de
expedientes secretos relacionados al “Caso Isla Colares” (Ver Cap. “Tripulación Militar en
Alerta”, 187).

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El locutor Daniel “Tornado”, de la radio comunitaria “Ilusión 98.9”, emplazado en el Barrio
Costa del Sol, ciudad de Mariano Roque Alonso, a unos 2 Km del Puente Remanso , manifestó
haber observado una extraña luz verde que ‘parecía’ quemar la antena de la radio, para luego
trasladarse hacia el río Paraguay hasta desaparecer.

El diario Crónica, del día domingo 10 de noviembre del 2013, sección “País”, informaba:
“Locutor asegura que vio ‘OVNI’ por Roque”, entrevistando al Sr. Daniel “Tornado”, quien se
hallaba con su compañero Andrés Torres el día jueves 07 de abril, cuando observaron el
extraño fenómeno en un sector distante a unos 100 metros del Río Paraguay, que cuenta con
una barranca de unos 45 metros de profundidad.

“Fue el jueves a eso de las 22:30 horas, dejé mi programa para ver lo que pasaba afuera, un
socio me avisó que se estaba quemando la antena de la radio.

Era una luz verde limón, como iba desapareciendo decidimos seguirlo, medía 15 centímetros el
láser, sacamos fotos, los vecinos salieron a mirar hasta que se perdió en medio del río”, relató al
diario Crónica.

Según la nota, el Sr. Daniel “Tornado”, alegó que las fotografías las borro posteriormente al
notar que salieron todas obscuras, debido a que el ambiente circundante carece de iluminación
eléctrica.

¿Se trató de algún fuego de San Telmo17?, ¿Fuego fatuo18?

17 Fuego de San Telmo: Fenómeno electroluminiscente generado normalmente por tormentas que consiguen generar un plasma
luminiscente de baja temperatura, debido a un intenso campo eléctrico que ioniza la atmósfera. Su denominación lo hallamos en las
antiguas visiones de los marineros del siglo XVI, sobre “fuegos” en los mástiles de sus carabelas, interpretando esto como un signo de
protección de San Telmo (Sanct’ Elmo).
18 Fuego Fatuo: Nombre científico “Ignis Fatuus”, consisten en una reacción quimioluminiscente, ocasionada por bacterias anaeróbicas que
descomponen la materia orgánica enterrada, liberando gases como el metano entre otros, que combinados con el oxigeno combustionan,
resultando una llama azulada casi espectral a ras del suelo o del agua.

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A pesar de no constituir un caso que se manifestó en territorio paraguayo, capta fuertemente la
atención por haberse desarrollado sobre el Río Paraguay, en un cauce que consigue bañar las
costas de Puerto Aguirre (Bolivia), delimitándose con Mato Grosso do Sul (Brasil),
constituyéndose en un caso más, que evidencia la fuerte presencia de objetos voladores sobre
el río, estableciéndose paralelismos con otros sucesos desconcertantes.

El caso fue pesquisado por el investigador angoleño


(nacionalizado portugués), Luis Vieira de Matos, quien se
ha dedicado al estudio de los OVNIs desde 1965 en
África, sin embargo reside desde hace un buen tiempo
en Corumbá, Mato Grosso del Sur (Brasil), donde
continúa realizando investigaciones sobre anomalías
aéreas (Véase Imagen 17).

Transcurría el 5 de enero del 2011 a las 05:00 Hs de la


mañana, cuando se alistaba para pescar el boliviano
Imagen 17 Emanuel Rojas (66), un taxista jubilado que se
Luis Vieira de Matos encontraba en la rivera de Puerto Aguirre, sitio donde se
Crédito: Diario Correio do Estado
suele descargar el Clinker19, material utilizado para la
elaboración del “cemento Portland”, cuando atisbó al otro lado del río, un extraño orbe
luminoso de color rojizo-anaranjado que describía un movimiento bamboleante sin trasladarse
por el espacio, meramente subiendo unos 3 metros para luego regresar a su posición inicial con
aquel continuo movimiento oscilante.

Según Emanuel Rojas, el objeto se hallaba a unos 2 metros de altura de las aguas y retirado de él
por unos 350 metros, distancia que exhibe el río en aquella región, en tanto comenzó a
experimentar un ligero malestar, mientras la esfera con una asombrosa celeridad se desplazó
desde la otra costa directamente hacia su dirección, por la que el Sr. Rojas se cubrió el rostro
con los brazos, en un intento por protegerse, sin embargo para sorpresa suya, el extraño objeto
volador se detuvo a pocos metros, frente suyo, observando un cuerpo traslúcido dejando al
descubierto su interior, inundada por una tenue nube blanca que cubría todo, dificultando la
visualización de su entraña, siendo perceptible una intensa luz que manaba y dotaba a la esfera.

Durante la entrevista concedida a Luis Vieira de Matos, relató:

“Quedé paralizado de miedo, sin saber qué hacer. Después de un tiempo, que no sé cuánto,
aquella bola comenzó a vibrar ligeramente, aumentando de intensidad y luminosidad la luz
interior, cambiando su color para un blanco puro”.

19 Clinker: Principal componente del cemento común. Se obtiene por la calcinación de la arcilla y caliza.

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El testigo experimentó en aquel instante, una extraña sensación en su nuca, hasta que el objeto
volador se apartó por unos 3 metros, incrementando su luminiscencia, hasta salir disparado
perdiéndose en el horizonte.

Luis Vieira de Matos añadiría que el Sr. Emanuel Rojas arguyó que ulterior al encuentro con el
extraño objeto, padeció de un severo cuadro de insomnio, que intentaba salvaguardarlo con
unos escasos minutos de descanso, así como una inusual falta apetito que se presentó de un
síntoma de intensa sed, factores que conllevaron a un progresivo e inexorable deterioro de su
salud, que fue constatado por el investigador angoleño al describir que el Sr. Rojas interrumpía
por momentos la entrevista para intentar respirar de manera dificultosa.

Deseaba conocer la manera en qué el investigador Luis Vieira de Matos tuvo conocimiento de
tan desconcertante suceso, entre otros detalles transcendentes.

- Luis V. de Matos: “Fue a través de un motorista de taxi conocido en Bolivia que llegué hasta
este caso. No sé si él aún está vivo. El hombre se encontraba muy debilitado, vivía en Puerto
Quijaro20, sin embargo su hijo (Ramón Rojas) lo llevó para Santa Cruz o Buenos Aires, no
recuerdo”.

- Maidana: “¿Sabe si el Sr. Emanuel Rojas había leído con anterioridad literatura ufológica?”

- Luis V. de Matos: “No, no leyó. El hombre era ‘creyente’, extremadamente religioso, y creo
que eso contribuyó para que no quisiese entender lo que había visto, inclusive creó una versión
del hecho, diciendo que ‘aquello era cosa del diablo’…”.

- Maidana: “¿Es la primera vez que oye algo así?”

- Luis V. de Matos: “No. Investigué un caso en Portugal, donde una señora de 83 años,
presenció un pequeño OVNI en el patio trasero de su casa. La mujer era muy religiosa, y el
hecho le produjo una gran confusión”.

La reacción del testigo frente a la trayectoria sorpresiva exhibida por el objeto volador,
velocidad, color, tanto como su manifestación sobre un curso hídrico, específicamente en una
vertiente del Río Paraguay, evocan una fuerte analogía con el Caso Insaurralde (Véase Cap.
“¡Cuidado! ¡Casi al agua!”, 55).

20 Puerto Quijaro: Ubicado dentro del Departamento de Santa Cruz, provincia de Germán Busch, Bolivia.

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“La naturaleza no revela sus misterios de una vez para siempre”

Lucio Anneo Séneca (Cuestiones naturales, libro 7. Siglo I)

Un suceso que se desarrolló ante una concurrencia


masiva de testigos, teniendo como escenario, al
sereno y misterioso Lago Ypoá.

El “Lago Ypoá” (Agua de la Fortuna) alejado a unos


150 Km al sur de la capital, es el lago más extenso de
todo el territorio paraguayo, con una superficie de
unos 28 Km2, ofreciendo “espejos naturales” en una
zona de inmensos esterales, comprendiendo parte del
Departamento Central, Paraguarí y Ñeembucú (Ver Imagen 18
Imagen 18). El inmenso Lago Ypoá

Un lugar poco explorado, hogar de un vasto número de animales silvestres como el ciervo de
los pantanos, yacarés (cocodrilos), monos karajá, serpientes de la especie Coral y el Cascabel21,
añadiéndose la rica cantidad de aves, tucanes, avestruces, loros parlantes, entre otros.

Sus aguas así como sus islas flotantes han generado muchas leyendas, creándose una atmósfera
inaccesible al dificultarse su visita, porque se deben ir atravesando una cantidad de terreno
privado (actualmente no disponibles al público), por un tramo terraplenado que pondrá a
prueba cualquier tipo de vehículo que dícese todo terreno.

En sus imperturbables aguas se encuentran las islas de Mocito, Valdés, Marcelo e Ildefonso, nido
de historias sobre pescadores que han ingresado en ellas desapareciendo por algunos días, así
como el traslado de lugar de las islas en el lago, de ahí el designe “islas flotantes”. Gran parte de
su suelo se hallan cubiertas por capuchones de moluscos a pocos centímetros del suelo, además
de unos signos o rastros de los primeros cristianos debido a figuras pisciformes en ciertas rocas.

Según la creencia popular en las aguas del Lago Ypoá, habita un críptico ser equivalente al
monstruo del Lago Ness22, del cual se perciben presuntos chapoteos en la noche, del que los
pescadores narran como unos golpecitos bajo sus canoas durante la noche, atribuyendo al paso
del fantástico animal bajo el agua.

21 Conocidas en lengua guaraní respectivamente como Mboi Chumbé y Mboi Chiní.


22 Un supuesto animal conocido como “Nessie” similar a un plesiosauro, que habitaría en las profundidades del lago escocés Ness. Hasta la
fecha no se han aportado pruebas fehacientes de su existencia.

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Por otra parte el poeta Melanio Alvarenga23 , dedicaría un poema a tan singular paraje
denominado “Leyenda del Ypoá”, así como la leyenda sobre una campana sumergida,
construida gracias a la sangre de una india virgen conocida como Ysapy24, que entregó su vida
con tal de honrar a su padre, un conocido cacique, para ayudarlo en la construcción de una
enorme campana que debía componerse con elementos preciosos que en un principio no
podían alearse.

No solamente leyendas atesora el Lago sino también


acontecimientos ufológicos, como el atestiguado por
el reconocido y prestigioso veterinario, Dr. Raúl
Guillermo Tuma Pedro, ex Presidente de la AmVepa
(Asociación de Médicos de Veterinarios Especialistas
en Pequeños Animales), con más de 48 años de
experiencia, y participación en distintos programas
televisivos sobre mascotas (Véase Imagen 19).

Imagen 19 Quien se hallaba en el Ypoá entre el 20 al 21 de junio


El Dr. Raúl Tuma bosquejando lo observado
de 1993, en pleno solsticio de invierno, acompañado
durante la entrevista
por una cantidad de personas, comprendidas por el
equipo de “Vida Silvestre del Paraguay” (una ONG 25 que busca promocionar y preservar el
ecosistema), botánicos, camarógrafos del “Canal 9” como Hugo Lagraña, como empleados del
extinto diario “Hoy”, todos con el fin de rodar un documental sobre la biodiversidad del Ypoá,
donde el Dr. Tuma oficiaba de guía.

Tres años antes de los acontecimientos, durante una primera expedición en lancha con el Dr.
Tuma rumbo a una isla flotante, perciben un objeto extraño desplazándose lejanamente.

“Cuando habíamos llegado ya a la estancia, preguntamos al capataz. ¿Qué era eso que se
movía? Porque todas nuestras cosas y camionetas estaban al otro lado de la costa, y nos explicó
que eran OVNIs… (sic), que venían siempre por ahí, he incluso a veces se zambullen en el
agua”, relataba sorprendido.

Retrotrayéndonos a la expedición de 1993, los viajes se efectuaban con dos buses, una grande y
otra más pequeña, una de ellas pertenecía a “La Tropicana”.

Llegaron al mediodía, momento que el Dr. Tuma sugiere al chofer:

23 Poeta paraguayo, nacido en la Ciudad de Luque (Central), en 1917, autor de varios libros.
24 Ysapy: Vocablo guaraní “rocío”.
25 ONG: Siglas de “Organización No Gubernamental”.

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“¿Será que podrías dar la vuelta el bus? Así cuando terminamos de almorzar todos, nos vamos.
Ya que el camino es medio largo”.

A lo que el chofer respondió:

“No deja nomás así Dr., enseguida ya vamos a salir”.

Un día de copiosas lluvias que inesperadamente cesó, disipándose el cielo por ventura de todos,
a las 2:30 de la tarde, el chofer replicaría debido a una insistencia de verificación del rodado por
parte del Dr. Tuma:

“¡No lo puedo mover!”, empantanándose el vehículo.

Realizaron maniobras de remolque vanas, deviniéndose el tiempo sin espera de nadie, por lo
que resolvieron trasladar a las mujeres y niños que acompañaron la excursión hacia la Ruta
principal a unos 17 Km, antes que caiga la noche, para posteriormente reintentar liberar el
vehículo.

Hacía mucho frío cuando regresaron a las 22:30 Hs hacia el sector del lago, retomando
posiciones para remolcar. Resignandose ante el espeso fango que no hacía más que patinar las
ruedas, renunciando momentáneamente para realizar una provisoria fogata con el fin de asir un
poco de calor con un tibio cocido26 mientras discutían posibilidades.

Una repentina epifanía de algo que en principio parecía un avión, produjo una perenne
necesidad que empujó al Dr. Tuma aproximarse a unos 150 metros de las aguas.

Las estrellas se reflejaban en el agua cual segundo cielo, en medio de una quietud y un silencio
indescriptibles, cuando:

“Voy hacia el lago…, tu sabes que yo, nunca en mi vida he visto reflejarse todas las estrellas, una
con la otra, parecía que el cielo había bajado. Y de pronto este objeto que venía, realiza un giro
así (girando las manos con celeridad), y queda en el medio del lago. Giraba mucho, comenzando
a soltar luces. Al rato grito exaltado, ‘¡Vengan un OVNI!’ (Sonríe al recordar el impacto), al final
todos vinieron, estábamos más de 29, la gente del Diario Hoy, la gente del Canal 9, y nadie
podía filmar nada. Y el objeto sin embargo seguía girando, al final llegaron también las personas
de la estancia, porque quisieron saber a ver pasaba ante tanto alboroto, en tanto otros
intentaban mover el colectivo, y cuando pudimos quitar al bus, el objeto se fue rápidamente,
desapareció del mapa”, recordaba el Dr. Tuma, mientras añadía:

26 Bebida típica paraguaya, preparada en base a yerba mate. La yerba mate se coloca en agua, se hierve, luego se cuela, se agrega leche
(dependiendo del gusto), para servirlo después en tazas, endulzándolo con azúcar.

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“Estuvimos entre muchos, por citar a otros más, la gente que tenía aquella pirámide cerca del
Banco Central del Paraguay (BCP), también la Profesora Eugenia Bordas, quien me llegó a
decir, ‘Si yo no veía, jamás lo iba a creer’, ella es una persona demasiado seria. También El Sr.
Guere, estuvo con nosotros”.

Al interrogar respecto al extraño objeto giratorio, esta fue su apreciación:

“Eran varias luces las que despedía, como si fueran gusanitos, unas haces de luz. Fue una cosa
increíble como soltaba las luces, en aquel momento creo que tenía una cámara en mano,
recuerdo que trataba de enfocarlo, pero no se podía fotografiarle, no se podía hacer nada,
realmente no se podía hacer nada”, narraba con una frustración en sus ojos.

- Maidana: “¿Cuáles eran sus colores?”.

- Dr. Tuma: “Como el arcoíris, amarillo, rojo, verde, azul… un tono multicolor fue. Realmente
ha sido una cosa impresionante, tan llamativa”.

- Maidana: “¿Percibió algún sonido?”.

- Dr. Tuma: “No ninguno”.

¿Qué describe los siguientes detalles? Una trayectoria sostenida, distancia relativa a los testigos,
regreso al punto de origen, cuerpo resplandeciente multicolor, ausencia de sonido, cámaras que
dejan de funcionar, presencia y permanencia sobre el agua, manifestación aérea, para el legajo
científico esto representa una anomalía.

De tratarse de algún fenómeno luminoso telúrico, presentaría un vuelo errático merced de las
condiciones del viento, diferencias de presión, temperatura y otras variables físicas del entorno.
Los denominados “fuegos fatuos” (Nombre científico, Ignis Fatuus) se destacan de este
conjunto, por la extensa literatura científica concerniente, como las numerosas históricas
fantásticas que se tejen en su rededor.

Estos consisten en una reacción quimioluminiscente27, una llama generalmente azulada, de baja
temperatura, lánguida casi espectral, que se manifiesta casi a ras del suelo como en el agua,
observándose en regiones pantanosas, cementerios u otros parajes que contengan materia
orgánica enterrada en descomposición (Véase Imagen 20,Imagen 21), proceso en el que las
bacterias anaeróbicas liberan elementos como el metano, fósforo, fosfina que combinados con
el oxígeno combustionan produciendo esa peculiar lengua de fuego que persiste en el aire por
unos pocos segundos.

27 Quimioluminiscencia, es un fenómeno en el que ciertas reacciones químicas liberan aparte de energía en forma calor, luz.

70
Imagen 20
Una de las pocas fotografías existentes de fuegos fatuos

Imagen 21
El fuego fatuo es usual en los cementerios debido a la descomposición.
Los fulgores resultantes han disparado la imaginación en el hombre.

La baja temperatura en la flama representa un dilema para algunos estudiosos como William R.
Corliss, autor de “Lightning, Auroras, Nocturnal Lights, and Related Luminous Phenomena28”
(Sourcebook Project, 1982), que lo hallan paradójico, y destacan la existencia de aparentes
“fuegos fatuos” que vuelan en dirección opuesta al viento.

Un ligero parpadeo del “ojo de mar29” bastó para develarnos un enigma de nuestra realidad.

28 “Rayos, Auroras, Luces Nocturnas y fenómenos luminosos relacionados”.


29 Ojo de Mar: Nombre con el que se conoce también al “Lago Ypoá”.

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El número de testigos parece proveer automáticamente un grado más de certeza, cuando
estamos ante un evento desconcertante, ya que de esta forma se aprecia una misma historia
con toques aparentemente antagónicos, cuando en realidad estas presuntas “distorsiones” están
más bien a merced de la “lente de la interpretación” de un suceso.

Un mismo fenómeno óptico-físico es percibido por una cierta cantidad de individuos, que
difieren en sus estados emocionales, sapienciales, y sensitivos ante estímulos específicos.

Esto es, un ecuánime objeto esférico, puede ser descripto de varias formas, dependiendo de la
calidad de descripción del testigo y su interpretación: pelota, oval, un punto, etc., y no incurren
en una contradicción, describen exactamente lo mismo en términos distintos.

Por supuesto es lógico descartar un caso en el que las descripciones se presentan totalmente
distorsionadas, o se presenta la estructura del suceso totalmente diferente entre cada testigo.
Es importante aclarar que estos razonamientos, conceptos afloran a posteriori.

Sin embargo ello no sucedería en el caso que nos atañe a continuación, sumergida entre una
bella floresta, desprendiendo al homo sapiens30 de su cotidianeidad urbana para ser testigos por
instantes de secretos que guarda la naturaleza, en lo más profundo de sus valles.

La notable concordancia en los relatos, y esto es, entrevistados por separado, supone un punto
a favor de la credibilidad del caso, y más aún cuando ninguno de los presentes, tenía algún afán,
predisposición, o imagen mental de lo que podría avecinarse.

Un grupo de jóvenes excursionistas, que aprovecharían el tiempo de distensión, durante


conmemoración cristiana anual en la que se recuerda la pasión, muerte y resurrección de
Jesucristo31, denominada “Semana Santa”, específicamente un Sábado Santo del 23 de abril del
2011.

El mencionado grupo se desplazó hasta la ciudad de Ybycuí (“granos de tierra”, de la lengua


guaraní), ubicada a unos 123 Km de Asunción, en el departamento de Paraguarí.

Una región conocida por las “Sierras de Ybycuí”, una cadena de formaciones pétreas que
parten desde la Cordillera de los Altos (sistema de montañas que abarcan los departamentos de
Paraguarí, Cordillera, Central) siendo parte de “La meseta Brasileña” conocido por los
geólogos.

30 Homo sapiens: Locución latina conformada por “Homo”, hombre y “sapiens”, sabio. Denominación a la especie del ser humano.
31 Para las Religiones Cristianas es el Hijo de Dios mismo, y por ende una extensión de este, que se encarnó en un hombre, Jesús de
Nazareth.

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La sierra de Ybycuí concluye en la desembocadura del Río Tebicuary, escenario de un
importante acontecimiento ufológico, en décadas pasadas (ver Cap. “Incertidumbre en el
Beechcraft”).

La riqueza floral, se desborda en un espectáculo visual digno de mención, al observar las


variedades de verdes que pintan y dan vida a toda la región.

La otrora fundición de hierro y entonces fábrica de armas durante la Guerra de la Triple Alianza
(1864-1870), “Minas Cué” conocida como “La Rosada” se encuentra dentro del emplazamiento
del Parque Nacional de Ybycuí, un paradisíaco lugar donde la gente acampa, para apreciar y
disfrutar de sus preciosas cascadas y saltos en medio espesura (Ver Imagen 22,Imagen 23).

Imagen 22
Entrada a “La Rosada”

Imagen 23
Una muestra de lo que se halla en la región

El grupo de excursionistas, conformada por más de 10 jóvenes, de los que cito: Roberto Rolón
Silva (21), Martín Ávalos Díaz (26), Alexander Ferreira (22), Pablo Vázquez, Enrique Carmona,
Sebastián Negrete, los hermanos Ana y Carlos Caballero, Alejandro Ayala y primo, quienes
fijaron campamento a orillas del “Arroyo Corriente” donde se sitúa el “Salto Mbocaruzú”, al

73
que se accede por un tramo terraplenado distante a 14 Km del Salto Minas, siempre dentro del
mencionado Parque Nacional.

Entre las 00:30 a 01:00 de la madrugada, se encontraba despierto el Sr. Martín Ávalos Díaz, de
profesión músico, quien observaba el firmamento en búsqueda de la Luna, hacia el sector ESTE,
por detrás de una pequeña cabaña que se encontraba allí, afirma haber descubierto una
alineación de tres luces intensas que destellaban en el cielo, a una altura considerable por
encima del cerro cercano (Véase Imagen 24).

Imagen 24
Simulación por computadora del aspecto de las luces que descendieron del cielo
Realicé una entrevista por separado, a cada uno de los excursionistas de aquella noche,
iniciándose esta investigación en la residencia del músico, Martín Ávalos.

- Ávalos: “Pudimos ver en el cielo una luz extraña. Primeramente fue uno, hasta que me fui a
una zona más alta y pude percibir, que había tres luces similares. Estábamos entre 10 personas,
de los cuales 8 vieron”, entrecruzando los brazos, con la mirada retrospectiva, recordando los
detalles.

- Maidana: “¿Qué hacían Uds., ahí en la zona?”.

- Ávalos: “Realmente nosotros no teníamos una cámara, como para poder captar esa imagen,
entonces decidimos permanecer observando nada más, hasta que pudiéramos ver algún
movimiento más extraño, de lo que estábamos viendo. Y sí, estábamos acampando desde el
viernes que permanecíamos ahí, en mi caso en ese momento busqué donde estaba la Luna, lo
único que daba claridad.

Estaba en el arroyo (dibujando con las manos su canal, en forma perpendicular a su cuerpo),
miraba a la izquierda donde estaba la cabaña (abandonada), allí había una altura, detrás de esta,
la Luna, y de este lado (precisando la derecha) había un monte, otro cerro, donde estaba la luz,
que era la del medio había sido, hasta que me subí donde la casa, para percatarme que
efectivamente existían tres luces de la misma forma y alineación”.

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- Maidana: “¿Estaba nublado?”.

- Ávalos: “No, totalmente despejado, estrellado. En esa zona hacía un poco de frío, justamente
por la cercanía a los arroyos”.

El testigo durante la entrevista apuntó hacia el cielo, señalando la altura que se hallaban las
luces, comprobando que posiblemente se encontraban a unos 40° de elevación.

- Ávalos: “En un momento eran bien blancas, y luego comenzaron a destellar, titilaban en otros
colores, rojo, verde, entremezclándose, eran varios.

Se veía bien, la luz blanca era como un reflector más o menos, las otras luces eran más chiquitas
pero se podían ver bien también. La blanca prevalecía entre todas, era la más potente, de
repente al fijar la vista, se podía observar que tenían una especie de borde, teniendo una forma
circular.

Desde el momento que comencé a observar no le perdí de vista, hasta acercarme al lugar
donde estaban acampando, y avisarles, despertando a todos, justamente para que vieran,
diciendo: ‘Hey! Miren un poco esto, está extraño!...’, mientras el otro grupo iba llegando. La
idea era que me saquen de la duda también, de que era eso”, reflexionando.

- Maidana: “Habías dicho, que bajaron dos de ellas (las luces)”.

- Ávalos: “Sí, dos fueron los que hicieron ese movimiento descendiente, la otra permaneció allí
suspendida a la misma altura.

En el momento en que subía hacia el campamento, comprobé que esa luz (la principal)
descendió del cielo, y ahí arriba, me percaté de las otras más”.

- Maidana: “¿Cuánto tiempo estimas la observación?”.

- Ávalos: “Como unos 20 minutos por ahí”.

- Maidana: “¿Al ver eso, que fue lo primero que se te cruzó por la mente?”.

- Ávalos: “Por el movimiento extraño, era un objeto no identificado, y además que había
escuchado de boca de otros amigos, que fueron a ese lugar mucho tiempo antes, varias veces,
de casos de otros pobladores que observaron luces ahí”.

El otro testigo que aportó interesantes datos, desde su perspectiva fue Roberto Rolón Silva,
quien se desempeñaba como Auxiliar Administrativo en un Hospital, integrante de la excursión
de Semana Santa.

75
- Rolón: “Sí, estaba con los demás en el campamento, solo que yo no llegué a ver las tres luces,
porque estaba adentro de mi camping durmiendo, y Martín se fue corriendo gritando, ‘salgan a
ver, lo que pasaba afuera’… Primeramente no creí, pero luego escuché que algunos se
levantaban, me llamó la atención eso”, narrando tranquilamente.

- Rolón: “Salí corriendo a mirar que era, observando hacia donde todos veían, y encontré una
luz, vi una luz. No pude ver las otras dos luces, que según ellos, se habían ocultado”.

- Maidana: “Entonces tu saliste, y viste...”.

- Rolón: “Sí, porque yo estaba debajo de los árboles, tapaba lo que era el firmamento, no se
veía nada. Salí corriendo junto a ellos, a la altura de la casa donde estaban… a unos 8 metros
por ahí, donde estaba mi camping, ahí si estaba abierto para ver el firmamento, y comencé a
mirar una luz que estaba encima del cerro.

Era un objeto brilloso, mucho más que las estrellas, se notaba que era un cuerpo sólido, que
brillaba tipo como un fluorescente, y el resplandor del borde era lo que más resaltaba”,
sentenció sin duda alguna.

- Maidana: “¿Escuchaste algo?”.

- Rolón: “No, ningún sonido. Lo único fue el sonido del arroyo. Nosotros ya llevábamos dos
días de acampar, mi teléfono no tenía señal, mi batería ya murió, mi linterna no tenía más carga
también, porque no aguantaba tanto tiempo también.

Nosotros estábamos en el borde de lo que son los hoyos del cerro, rodeados por ellos, y donde
desembocaba el Salto Mbocaruzú, el arroyo, ahí mismo arriba estaba. Fue sorprendente,
porque yo pensaba que era una broma de los muchachos o algo así, ya que estaba durmiendo,
pero al escuchar la sorpresa del resto, fui”, concluyó.

Un ejemplo de avistamiento con varios testigos, que atónitos sólo se limitaron a contemplar un
extraño fenómeno lumínico nocturno, que podría pensar en el despliegue de alguna clase de
bengala, ¿Pero existen bengalas que descienden del cielo? Definitivamente no, y lo que es peor,
¿Qué duren unos 20 minutos?

Las bengalas son utilizadas como una señal luminosa que puede ser percibida a varios
kilómetros del lugar donde fueron disparadas. En el caso de las bengalas náuticas, se utilizan
cuando un navío se encuentra en serios problemas, y no posee ni siquiera apoyo por radio, por
lo que lanza al aire una señal luminosa intensa, que permanece unos pocos segundos, gracias a
una especie de revolver, con el cual fue disparado hacia el firmamento, con el afán de que otras
embarcaciones detecten la luz, y conozcan la posición de quien los disparó.

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Las bengalas pueden ser de color rojo, amarillo y verde, existiendo un protocolo de uso debido
a sus colores, el rojo solo se usa en caso de emergencias, en cambio las amarillas y verdes, se
utilizan comúnmente para marcar posición en competencias deportivas marítimas.

El Río Paraguay, se halla a nada menos que 100 Km del lugar donde se divisaron las luces, lo cual
hace imposible que se traten de bengalas, ello sin pensar en la luz más intensa que no se ajusta a
descripción alguna de estas señales luminosas.

77
Tan solo cinco días de haberse reportado OVNIs en el cielo chaqueño (Véase Cap. “La Mariner
IV en Marte, y los OVNIs en el Chaco”, Pág. 156) durante el mes de julio de 1965, un conocido
hombre de negocios respetado y apreciado en la capital del Departamento del Guairá, la ciudad
de Villarrica32, quien fundó la “Azucarera Friedmann”, uno de los ingenios azucareros más
grandes del país, Don Guillermo Friedmann, declaró ser testigo de un increíble fenómeno que
fue divisado conjuntamente con otras doce personas, durante un viaje de fin de semana
realizado en dos automóviles, en el crepúsculo del domingo 18 de julio de 1965.

El descontinuado periódico “La Tribuna” publicaba el lunes 19 de julio de 1965, “Atestiguan


haber visto extraño objeto volador”, con una imagen en la que se apreciaba al empresario
Friedmann y un cronista del mencionado diario, observando fijamente algo sobre la mesa, que
probablemente se trató de alguna fotografía que realizaron aquella noche (Véase Imagen 25).
Hipótesis que me obligó a realizar un viaje al Guairá, con la intención de corroborar este punto.
Don Guillermo Friedmann declaró también a nombre de Luis Arréllaga, otro de los testigos del
fenómeno:

“El domingo 18 a las 18:05 horas, viajando en dos


automóviles desde San Bernardino a Asunción,
acompañados de varias personas entre las que se
encontraban el Sr. Eduardo Arosemena y familia,
Don Ernesto Barquerizo, Don Rafael Arréllaga y
otros, les llamó la atención una estela de humo o
gas formada en el cielo en las cercanías del pueblo
de Ypacaraí, y deteniéndose ambos vehículos a una
altura para observar mejor, vieron que la estela se
cerraba en un círculo de gran diámetro (quizá 100
Km o más) y a una altura que no pudo precisar…

Poco antes de cerrarse el círculo, exactamente Imagen 25


encima de los que estaban observando, vieron tres Don Guillermo Friedmann (Izquierda) con el
cronista de La Tribuna (Derecha)
luces rojas bastante potentes que provenían de un
objeto no identificado que evolucionaba en círculo sobre el lugar, no pudiendo observarse a
simple vista el objeto por lo avanzado de la hora. La velocidad del aparato era vertiginosa, y a
ratos avanzaba más rápidamente, como dando saltos, a tal punto que el círculo de gran
diámetro se cerró en poco más de sesenta segundos. Al cerrarse el círculo el objeto siguió en
línea recta ascendente hacia el Sur, y desapareció en el espacio. La estela de humo quedó y
hasta el momento en que las personas que estaban observando este fenómeno siguieron viaje,
quince minutos más tarde, aún no había desaparecido”, así culminaba su relato de tan fascinante
suceso con una cantidad de detalles, que poseen alta extrañeza.

32 Villarrica: Ciudad distante a unos 131 Km de la capital.

78
El periodista de La Tribuna, recalcó la razón del reporte de Friedmann, alegando lo siguiente:
“La información la brindaba con el único objetivo de contribuir al conocimiento de estos
fenómenos que vienen apareciendo en todo el mundo, y que estaba debidamente autorizado
por las personas mencionadas a citarlas”.

Indudablemente es visible la seriedad de esta persona, con la prudencia con que se manejó, y
trató su informe. Sin embargo aportó otros detalles muy significativos, como que en ningún
momento oyeron sonido alguno, y que el matiz de las luces de estos objetos, estaban entre
rojizas y rosadas.

Por lo observado conjuntamente con las otras doce personas, finalizó:

“Que por las características mencionadas era absolutamente imposible admitir que se tratara de
las evoluciones de una máquina aérea corriente”.

La observación se efectuó a unos 37 Km de la capital, en las proximidades de la ciudad de


Ypacaraí, ubicada en el Departamento Central. Un legendario pueblo célebre por su lago del
mismo nombre, que cuenta con unos 60 Km2, protagonista de una de las guaranias33 más
hermosas del Paraguay, “Recuerdos de Ypacaraí”, que atesora en su etimología misma una
leyenda, al cual se le adjudican diversas interpretaciones, como “Agua del Señor” o “Agua
conjurada”, que antiguamente exhibía un color azul intenso (Véase Imagen 26).

Con el afán de rastrear más datos sobre tan


curioso hecho, contacté con un familiar de Don
Guillermo Friedmann, su bisnieto Armando
Montenegro Friedmann, actual dueño de la
azucarera, quien se mostró visiblemente
sorprendido por la información que le
comentaba, aportando que lastimosamente Don
Guillermo ya llevaba décadas fallecido.

Durante mi visita a la ciudad de Villarrica,


investigando varios hechos acaecidos próximos
a esta, entablé contacto con diversos
Imagen 26 pobladores que identificaron positivamente a
El famoso Lago de Ypacaraí
varios de los testigos mencionados en la crónica
de 1965, pero sin embargo ya habían fallecido. Mis esperanzas respecto a encontrar la
hipotética fotografía que parecía exhibirse en la imagen, se esfumaban al comprobar que una
vez muerto el fundador de la azucarera, varios de sus familiares migraron a otros puntos del
país e incluso al exterior, desvaneciéndose muchas pertenencias suyas en el tiempo.

Sin embargo su testimonio está allí vivo, y su objetivo también lo comparto, demostrar la
realidad de los objetos voladores no identificados, a pesar de la renuencia académica.

33 Guarania: Género musical popular paraguayo creado en 1925, por el genial compositor José Asunción Flores.

79
Hacia la región Occidental del país, en el caluroso Chaco Paraguayo, inmerso en el
departamento de Pdte. Hayes, se encuentra un inmenso humedal, ubicado a unos 300 Km de la
capital, bautizado como “Estero Patiño”, en honor a un misionero Jesuita paraguayo quien se
embarcó en la exploración del Río Pilcomayo hacia el año 1721, llamado Gabriel Patiño.

Remontándonos a sus orígenes brevemente, Patiño partió un 14 de agosto de 1721,


acompañado de varios religiosos, y una tropa de soldados que los guarecían en aquel intrépido
viaje. En sus escritos detalla la región, así como la profundidad del Río Pilcomayo que baña,
proveyendo de agua al mencionado esteral.

“El río tiene más de 19 varas de profundidad y 39 de ancho. Las corrientes del Paraguay
rebalsan hasta algunas leguas adentro del Pilcomayo, haciendo subir el nivel de éste. Tierra
llana, arboledas, palmera, lagunas y esteros a ambos lados…

En las 60 leguas precedentes se crían en la ribera unas cañas fuertes y sólidas que los indios
llaman Huybá (Totoras), porque su flor sirve para flechas, son útiles para techos. Muchos tigres
en la distancia indicada…”.

Infortunadamente el explorador Patiño, fue asesinado por indios hacia las postrimerías de 1721.
Sin embargo de aquel tiempo a esta parte, el Estero Patiño fue escenario de numerosas
modificaciones en su entorno a causa del inestable curso del Río Pilcomayo, al abrirse y
obstruirse canales alternamente, conllevando a periodos de escases de agua, pendiendo de un
frágil hilo su existencia.

Próximo a este se sitúa el Parque Nacional Tinfunqué, nicho ecológico de especies tan diversas
como zorros silvestres (aguará guazú), carpinchos, cocodrilos, aves zancudas típicas de los
esterales, entre otros.

Sin embargo muchos ignoran que el recóndito y


numinoso Estero Patiño fue escenario de una serie de
avistamientos de OVNIs, que denunciaron pescadores
y moradores de zonas aledañas.

Existen informes desde el 1 noviembre de 1978, sobre


objetos esféricos del tamaño de un auto, de casi unos 7
metros de envergadura que parecían emerger de las
turbias aguas, realizando maniobras inusuales (Véase
Imagen 27), según una entrada que descubrí en la base Imagen 27
de datos denominado “UFO DNA34 – La Enciclopedia Reconstrucción del aspecto de uno de los
de avistamientos OVNI, Rompiendo el código de los objetos descriptos sobre el esteral
OVNIs desde 2006”, creado por Luke Ford.

34 DNA o ADN: Ácido Desoxirribonucleico, estructura helicoidal que contiene codificada la información genética de los organismos.

80
La fuente sería la “UFO Newsclipping Service35”, una publicación mensual sobre noticias de
OVNIs en USA y todo el mundo, editada por el desaparecido Lucius Farish (1937-2012).

Al día siguiente (2 de noviembre) un OVNI fue claramente observado a través de unos


binoculares en el esteral mencionado. Consistió en un radiante objeto verdoso diminuto, que
por momentos cobraba intensidad, proyectando haces de luz verde y naranja para arriba, y por
la otra, un haz azul verdoso hacia abajo. En un momento determinado, comenzó a ascender
hasta parecerse a las estrellas del firmamento. (Manifestación similar al Caso “Tres en el cielo”
Pág. 72).

De igual forma se reportó según las crónicas, un objeto multicolor símil a un cono, que
permaneció suspendido a pocos metros del esteral sin emitir sonido apreciable alguno.

¿Cree que esto marcó el final de los acontecimientos? En realidad, todo lo contrario. El día 3 de
noviembre, varias luces con comportamientos inusuales fueron observadas sobrevolando el
esteral.

Sin dilación alguna, una intensa actividad anómala aérea se registró en los primeros días del
entonces noviembre de 1978.

Durante mis investigaciones hemerográficas36,


comprobé el impacto de los sucesos del distante
pantanal chaqueño, en la edición del 8 de
noviembre de 1978, del periódico “Ultima
Hora”, Pág. 13:

“Una extraña Teoría justificaría la aparición de


los OVNIs en la Zona de Estero Patiño” (Ver
Imagen 28).

Una rúbrica que se extendía hasta la mitad de la


hoja de la publicación, que consistía en la
Imagen 28
elucubración de una hipótesis inverosímil, que Diario Ultima Hora haciendo eco de la noticia
pretendía responder dos cuestiones capitales, la
naturaleza de los denominados objetos aéreos no identificados y la razón de su existencia por
aquel espacio geográfico paraguayo.

“Las reiteradas denuncias sobre la aparición de Objetos Voladores No Identificados (OVNIs) en


una zona del Chaco Paraguayo, concretamente en Estero Patiño, además de causar inquietud,
confirma algunas afirmaciones existentes en el controvertido campo de la ovniología37”.

35 UFO Newsclipping Service: Traducido del inglés como, “Servicio de Noticias Periodísticas OVNI”.
36 Hemerografía: Estudio y descripción del material periodístico.
37 Ovniología: Locución latina de ‘ufología’. La ovniología o ufología, es el estudio de los objetos voladores no identificados (OVNIs).

81
De esta forma se iniciaba el condensado artículo, que investía como protagonista la “Teoría de
la Tierra Hueca”, una hipótesis descartada absolutamente por la comunidad científica, y que
adolece de la inexistencia de evidencias de cualquier tipo.

Según esta conjetura, en algún momento de la historia existió una civilización lo suficientemente
avanzada que consiguió refugiarse en las entrañas mismas de la corteza terrestre, las razones de
este supuesto aislamiento van desde hipotéticas guerras termonucleares que dejarían
eventualmente inhabitable la superficie del planeta por lo que procuraron un lugar para
establecerse y de esta forma no extinguirse, así como hay quienes arguyen en la naturaleza
extraterrestre de la citada civilización, por lo que se ocultan en el interior del mismo núcleo
terrestre y que los eventuales OVNIs observados, serían en realidad sus vehículos que
consiguen salir a la superficie para observarnos casualmente.

Este tipo de argumentos son muy fáciles de rebatir desde el punto de vista físico, geológico,
histórico y astronómico, porque carecen de toda lógica por donde se lo mire, como es la
proposición de que presuntamente en el núcleo de la Tierra se halla una “enana blanca”, que
consiste en una estrella moribunda con una masa mucho menor a nuestro Sol (8 veces menor),
este hipotético cuerpo celeste proveería de luz y calor necesarios para que la vida
“intraterrestre” (dentro de la Tierra) pudiera existir y mantenerse, sin embargo nada más
alejado de la verdad, rebatiré brevemente esta teoría de una manera sencilla, con tres
argumentos incontrovertibles.

1 – El diámetro de una estrella tipo “enana blanca” es muchísimo mayor al planeta Júpiter, y
conste que este planeta es el mayor de los descubiertos hasta la fecha en nuestro sistema solar,
con un diámetro de unos 142.984 km, en contraposición con unos escasos 12.756 Km de
diámetro que presenta la Tierra en el Ecuador, si la Tierra estuviera realmente hueca, aun así
no habría “espacio suficiente” para poder albergar una enana blanca.

2 – Las enanas blancas debido a la fuerte compresión de su materia, experimentan un aumento


drástico en su densidad, que se traduce en “1 tonelada por cada centímetro cúbico”, por lo que
fácilmente podrían tener la misma masa que el Sol, a pesar de presentarse mucho menor a este.

La Tierra pesa aproximadamente 6.000.000.000.000.000.000.000.000 Kg, de contener “una


estrella” en su interior sería mucho más pesada que la cifra presentada.

3 – Si la Tierra estuviera realmente “ahuecada”, deberíamos estar flotando o ser mucho más
ligeros de lo que somos. Esto es debido a que la fuerza de gravedad no sería la misma al no
haber la suficiente masa planetaria, ya que la fuerza de atracción terrestre es de unos 9, 8 m/s2,
en cambio nuestra Luna por ser mucho menor a nosotros, experimenta una fuerza de gravedad
de unos escasos 1,6 m/s2. Sin embargo esto no sucede, estas sentado o acostado leyendo este
libro tranquilamente.

82
Todo ello sin mencionar que el núcleo terrestre posee unos 3.500 Km de diámetro, con níquel
e hierro en su interior, a una temperatura de unos nada despreciables 6.700 °C , nada favorable
para cualquier “civilización intraterrestre”.

Sin embargo hubo un hombre con el pseudónimo de Raymond Bernard, que se ganó
notoriedad mundial al publicar su libro “La Tierra Hueca”, sembrando esta descabellada
hipótesis que pulula hasta nuestros días.
La nota publicada en Ultima Hora, realizaría una conexión entre los escritos de Raymond
Bernard, y una revista francesa denominada “Planeta”, en la que se presentaron algunas
ubicaciones a “entradas o bocas” que conducirían el acceso a aquellos mundos subterráneos
ocultos.

La revista Planeta, situaba los puntos de acceso a estos mundos subterráneos a regiones como
los Andes peruanos y el Chaco Paraguayo, específicamente a unos 300 kilómetros al noreste de
Asunción, exactamente coincidentes con la locación de Estero Patiño.

Interconectando de esta manera la hipótesis de la Tierra Hueca con el avistamiento de OVNIs


en Estero Patiño, tal como se menciona:

“Si nos atenemos a las afirmaciones de los lugareños de Estero Patiño, los presuntos objetos
voladores, que al decir de los mismos, emiten una luz brillante, ‘parecen salir del mismo estero’.
Si relacionamos esto con las afirmaciones del libro de Bernard y de la revista Planeta, estos
objetos, saldrían del propio estero, dado que serían esos vehículos pertenecientes a nuestros
ancestros que habitan el interior del planeta”.

No satisfechos con esta conexión, lo trasladan al plano de las leyendas incaicas al mencionar:

“La existencia de algunas leyendas incas que insisten, en que parte del tesoro del Imperio fue
trasladado de la voracidad de Pizarro, y habría sido llevado al centro de la tierra donde moran
los hombres buenos”.

Forzando de esta manera la relación, sin embargo todo esto no deja de ser pura imaginería,
prueba de ello lo conseguí al contactar con una investigadora argentina, Débora Goldstern,
especializada en las historias, leyendas e hipótesis entorno a “mundos subterráneos”, quien me
aclaró la naturaleza de Raymond Bernard.

Goldstern: “Para empezar el verdadero Raymond Bernard se llamaba ‘Walter Siegmister’, y era
un homeópata naturista. Personalmente sabrás que no creo en la teoría de la tierra hueca, así
por supuesto no existe ninguna prueba de las “supuestas entradas”.

Maidana: “Sin embargo según un artículo, Siegmister situaba presuntamente las bocas de este
mundo subterráneo en regiones sudamericanas tales como la Selva Amazónica, Andes Peruanos
y el Chaco Paraguayo”.

83
Goldstern: “Existe mucha información no controlada. Además Siegmister tuvo la culpa de que la
teoría se expandiera, ya que su libro es un ‘rejunte de otras historias’”.

Con sus declaraciones el panorama cobraba transparencia, disipándose las sombras de la


naturaleza del verdadero autor de tan inverosímil hipótesis, que en realidad ni siquiera fueron
de su autoría.

Hurgando más detalles sobre interesante casuística ufológica,


aparecería el testimonio de un estudioso de los fenómenos
paranormales, Hermes Arístides Roa Godoy (Ver Imagen 29), en la
desaparecida Revista del Diario “Noticias” (circa 1994), Pág. 7:

“En las cercanías de Estero Patiño, fue con un grupo de amigos a


buscar el ‘contacto’ con los seres del espacio. Aunque no hubo
manifestaciones extraordinarias, sí vieron luces de un
comportamiento inusual para la hora y el lugar. Parecían focos de
autos que subían y bajaban”.

Imagen 29 Casi un mes después, el 24 de octubre de 1978, en la cubierta del


Hermes Roa Godoy diario “Ultima Hora”, del lado izquierdo superior aparecía una viñeta
cómica, dibujado por el reconocido caricaturista Fiorello Botti,
titulado “OVNI”, en la que se ilustraba una profesora inquiriendo a un alumnito con regla en
mano:

Maestra: “A ver niño, dígame ¿Cuál es el objeto que todo el mundo ve, está muy alto y nadie lo
puede alcanzar?”.

Niño: “¡El lomito, señorita!”.

Una escena cómica (Véase Imagen 30) que reclamaba


probablemente el alza en precios de la carne (en especial
del lomito), pero relacionándolo con la altura que se
manifestaban en el cielo, a estos OVNIs que se
informaban en aquel tiempo.

En el periódico “Noticias” del cual desprendimos el


testimonio del Sr. Hermes Arístides Roa Godoy, consistía
en un acopio de anécdotas de varios paraguayos, algunos
de ellos conocidos en los medios, que habrían divisado
OVNIs en distintas partes el país, entre las que se Imagen 30
destacaban también la de un reconocido músico y Los avistamientos estaban a la orden del
Arquitecto, el Sr. John Baldwin Gosling. día como demuestra esta tira cómica

84
“No hay OVNIS en el Estero”, sentenciaba un título encerrado entre márgenes, que añadía
otros importantes detalles que se sumaban a la controvertida casuística de Estero Patiño.

“La gente dice que en el Estero Patiño se ven OVNIs. Yo no creo en eso -comentaba John
Baldwin- Tengo una estancia que abarca gran parte de esa región y nunca ocurrió allí nada raro.
Quiero desmitificar este asunto. Es cierto que se ven luces, pero son el resultado de la
descomposición de vegetales en estado de putrefacción. Los gases de los pantanos en contacto
con el oxígeno producen el llamado gas metano.

También pueden ser huesos de animales o metales enterrados. No siempre es oro, como cree
la gente. No digo que no existan seres de otros mundos. Que aparezcan justo allí y en mi
propiedad es lo que no creo. Ahora más que nunca esas zonas son bien conocidas”, sentenciaba
Baldwin.

Reflexionando sobre todo esto, era evidente que el citado Estero Patiño se había convertido en
un polémico sitio, del que manaban una cantidad de testimonios con diferentes grados de
extrañeza y credibilidad, que despertaban mucha curiosidad, haciendo urgente una
investigación.

Para ello bastaba localizar a uno de los protagonistas que


se hicieron eco en aquellos tiempos, el Sr. John Baldwin
(Véase Imagen 31), quien también se desempeña como
ganadero, poseyendo una estancia en el centro mismo del
estero Patiño, visto desde este enfoque, su testimonio
reviste gran importancia.

- Baldwin: “Contesto al respecto del caso del estero


Patiño, en cuyo centro mismo tengo una estancia.

Sí, se han visto luces, a lo que las personas llaman “Luz


bañado”, porque se generan en esa zona.
Imagen 31
Nunca los vi y en dos ocasiones me engañaron otras luces El músico y ganadero
como ser de un tractor que trabajaba a 5 km haciendo un John Baldwin Gosling
tajamar por la noche, que parecía subir y bajar, como justo lo hacía el tractor, también
desaparecer, porque lo hacía detrás de unos matorrales...

Hay que considerar que en la zona se puede mirar a gran distancia como ser 10 o más km,
porque es un estero pastizal natural con casi ausencia de árboles. (Véase Imagen 32).

85
Imagen 32
Vista de la región desde la propiedad de Baldwin

Esas luces las vio mi madre, una tía y personales. Parecen de lejos engañar, como que suben
algo y bajan e iluminan como una linterna o foco… También un primo, en otra oportunidad y en
la misma zona, encima mismo del canal del río “Monte Lindo”, vio como una bola de 50 cm
flotando casi sobre las aguas, parecido a uno de esos globos chinos de papel. Un contratista
también me dijo otra cosa, que sí me llamo la atención, porque dijo que a 500 metros más de
nuestra casa, observó una luz que estaba medio alto e iluminaba, alrededor de unos 50 metros
a la redonda.

Según tengo la experiencia de parte de mi padre que se dedicaba a querer sacar tesoros
enterrados, en muchísimas oportunidades se ve una luz, que coincide con algún material
enterrado, luz blanca para la plata, roja o amarilla para el oro, verde para materiales en
descomposición sean plantas, huesos hasta nidos de ysau38 y otros...les dicen “luz fatua”, tuve
una oportunidad de ver desenterrar en Ypané artículos de platería y monedas, en un lugar
donde una Sra. decía que le salía un caballo blanco y luces... realmente me sorprendí al
encontrar todo una calcha para caballo de plata antigua, con algunas 60 monedas a 15 metros
de donde provenían las luces, y donde existían ya excavados 3 pozos, coincide con la luz y el
fantasma... y conste que no soy de creer en cualquier historia...

Justamente quise contradecir a un vecino mío cuya casa estaba a 6 km de la mía, en otra isla del
estero, que decía que había luces de platillos y trajo a gente de ABC -El periódico- y no vieron
nada....

Si él los ve, nosotros también lo veríamos. No son luces llamativas, creo son producidas por
gases de los pantanos. Ese vecino es nada más y nada menos que el famoso Marcos Brizuela
recopilador de la música "Che Renda Alazán39" y que tiene un programa cultural por tv
actualmente con Cancio Barreto.

38 Ysau: Nombre en guaraní que designa a una especie de hormiga cortadora, de nombre científico “Atta sexdens rubropilosa”. Resultan un
problema en muchos casos por la intensidad con la que cortan las hojas, así como la manera organizada con la que trabajan, acabando con
plantaciones en un breve periodo de tiempo.
39 Che renda alazán: En guaraní, “El lugar de mi caballo alazán”.

86
Creo que quiso llamar la atención. El artículo de ABC salió antes del reportaje que me hicieron,
revisando una revista, encontré en una oportunidad que el Estero Patiño era un lugar del
mundo en donde se veían OVNIs... no lo sé... nunca se vio algo grandioso, solo luces
pequeñas”.

Con relación al avistamiento comentado por su primo, agregaría lo siguiente:

- Baldwin: “Ese primo mío que vio la “bola de luz” sobre el “Monte Lindo”, dijo que su
hermano lo vio también al costado de la ruta Gral. Díaz, casi sobre el agua en el costado de la
misma, como un farol o globo redondo de 50 cm”.

John Baldwin contribuyó con una constelación de datos, que podrían explicar una fracción
significativa de los avistamientos de OVNIs sobre el estero, por ejemplo uno que encaja
perfectamente dada las circunstancias es el del Sr. Hermes Roa Godoy, quien junto a sus amigos
observaron posiblemente las luces de un tractor en medio de una oscuridad infernal, que se
situaba a varios kilómetros, como el mismo precisó: “Parecían focos de autos que subían y
bajaban”; la extrañeza en este punto es subjetiva, debida probablemente a la inexperiencia del
señor a los parajes de esta región chaqueña.

De igual forma, es más que factible que gases de pantano producidas por bacterias
metanogénicas, estén liberando una cantidad formidable de metano, que combinado con otros
gases, este resultando en luces fatuas, algo que hemos desarrollado en el Cap. “El viaje
interrumpido”, Pág. 67.

Sin embargo es evidente que hay descripciones que no se ajustan a este parangón, no existen
luces de pantano o fatuas considerables como para provocar una iluminación en un rango de 50
metros, son luces débiles, frías no poseen la suficiente potencia para conseguir este efecto, así
como la descripción de un objeto con luces multicolores en vuelo ascendente hasta perderse a
las estrellas, entre otros más que serán presentados, como la increíble experiencia que les tocó
vivir a dos adolescentes cazadores, a unos 50 Km al SUR de Estero Patiño.

Remando una canoa sobre las mansas aguas de un riachuelo próximo a la estancia “La
Alborada”, en Gral. Díaz, Bajo Chaco, se desplazaban Ariel Bracho (17 años por aquel tiempo),
actual funcionario de SENEPA40, experto cazador y su amigo José Antonio Acosta, Profesor de
Matemáticas, merodeando por carpinchos durante una obscura noche de febrero del 2007,
portando linternas y armas.

- Bracho: “Con mi amigo solíamos ir de seguido al Chaco de cacería. Fue un día donde no había
viento fuerte, ni salía la Luna, nosotros decíamos que era “jasy pytu” (En guaraní, “Luna
obscura”), yendo por un riacho sobre canoa, nos íbamos para el mangrullo.

40 SENEPA: Acrónimo de “Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo”. Organismo Técnico del Ministerio de Salud Pública y Bienestar
Social (MSP & BS), teniendo por objetivo erradicar enfermedades como el dengue, malaria, paludismo y fiebre amarilla.

87
Sin embargo cuando estábamos por entrar debajo de un gran árbol, que sus ramas caían sobre
el agua, formando como una cueva tipo barranca, fue ahí donde le dije a mi amigo: ‘No me
siento bien’, es que sentía que mi pulso se aceleraba, presentía algo.

Al dirigirnos de vuelta a la canoa, surge una luz, muy potente que levitaba. En ese momento
José quiso dispararle, sin embargo no lo permití.

No era un globo aerostático, conozco eso, tampoco producía ningún sonido.

Remamos lentamente hacia nuestro punto de partida, preguntándonos en medio de la nada que
era aquello.

Pensé enseguida que no era algo normal, no olvido esa sensación, parecía como si nos
observara, recuerdo perfectamente hasta hoy.

Luego de un tiempo fuimos hasta el lugar donde apareció, dificultaba mucho las plantas y los
ysypó (Del guaraní, enredaderas) pero conseguimos ver una quemadura, como si se hubiera
prendido fuego, no crecía nada allí, fue algo tenebroso.

- Maidana: “¿Cuántos metros medía el objeto?”.

- Bracho: “Tendría por lo menos unos 6 metros de diámetro”.

- Maidana: “¿Qué realizó el objeto estando sobre el árbol?”.

- Bracho: “Parecía que no quería salir detrás de los árboles, quedando a mitad de este,
suspendido en el aire, no se movía. Sus luces eran extremadamente potentes, por suerte el
árbol era muy tupido y nos protegía un poco de la luz.

He recorrido mucho de noche, en el monte chaqueño de cacería, y nada no se compara con


eso que vimos”.

- Maidana: “¿Sentiste algo?”.

- Bracho: “Sí, un dolor de cabeza hacia atrás, creo que por el pulso acelerado. Mi oreja estaba
caliente, como si tuviera una estufa enfrente.

Estamos acostumbrados al calor, pero no en exceso, porque siempre usamos ropa manga larga
para evitar a los mosquitos”.

- Maidana: “¿Ha escuchado otras anécdotas por la zona?”.

88
- Bracho: “Mi suegro tiene algunas tierras hacia el Cruce Itakyry a 15 Km de San Alberto, donde
mis cuñados y señora han visto luces por la noche, en especial mi suegro que no cree en nada,
el vio también”.

¿Qué otros sucesos se dieron cita en las desoladas regiones del chaco, bajo el infinito cielo
obscuro?

89
Durante una investigación científica emprendida por los biólogos Nancy López de Kochalka y su
asistente John Luis Ramírez, en la Reserva Nacional del Parque San Rafael hacia el año 2000,
observaron claramente dos objetos aéreos no convencionales realizando una alineación, que fue
confirmada gracias a la utilización posterior de un binocular que les permitió distinguir mejor lo
que se manifestaba.

La Reserva de San Rafael, se encuentra a unos 450 Km de la capital, hacia el sur del
departamento de Caazapá y al norte de Itapúa, formando parte del denominado “Bosque
Atlántico del Alto Paraná”, abarcando unas 73.000 hectáreas que constituyen un refugio
decretado por ley para un centenar de especies animales y vegetales, algunos de estos únicos,
como el Zorro Vinagre (Speothos Venaticus, Nombre en guaraní: Jagua Yvyguy41), águilas
morenas, o el famoso pájaro campana (Procnias nudicollis), ave simbólica del Paraguay, admirada
por su bello cantar.

La Bióloga Nancy López es especialista en el Manejo de Fauna Silvestre, posee una extensa
formación académica que va desde Zoología, Ornitología, Entomología hasta Mastozoología,
razón por la cual suele emprender expediciones con el objetivo de catalogar las especies y
realizar investigaciones biológicas correspondientes.

Sin embargo en el año 2000 cuando se encontraba con su colega, observaron dos objetos
plateados sólidos que iban sobrevolando la reserva distanciados y alineados perfectamente, sin
emitir sonido alguno, ni presenciar alas de ningún tipo (Véase Imagen 33).

En la entrevista efectuada para documentar su interesante caso, retrató lo siguiente:

- Biol. Nancy López: “Venía saliendo de la Reserva


San Rafael con un ayudante de campo (John Luis
Ramírez), regresando en un automóvil 4x4 por el
camino de tierra, en un área abierta pero por los
costados había bosques, y de repente en medio del
camino vimos con mi ayudante, dos objetos en
forma alargada, plateada, viniendo en forma
paralela, lenta hacia nosotros. Nos quedamos
observando por más de media hora, finalmente
tuvimos que abandonar porque no se movían los
Imagen 33
Durante una expedición científica hacia la objetos, quietos y desconozco por cuanto tiempo
Reserva San Rafael, la Bióloga Nancy López de habrán permanecido así.
Kochalka observó dos inusuales artefactos

41 Yagua Yvyguy: Lengua guaraní, “perro enterrado”, “fango, lodo”.

90
No se oyó ningún sonido, siendo un día muy claro, sin nubes, el cielo azul. Para mí eso fue muy
extraño…”, reflexionó con una duda que no podía disimular.

- Biol. Nancy López: “Fue extraño porque no era un avión, y tampoco estaba muy lejos de
nosotros, máximo unos 2 Km de distancia y a unos 500 metros de altitud aproximadamente, lo
más extraño fue que los objetos estaban alineados en forma paralela, uno frente al otro, a cierta
distancia”.

- Maidana: “Ud. comentó que observó también a través de prismáticos, ¿Qué fue lo que vio?”.

- Biol. Nancy López: “Sí también, tenían una forma bien alargada, plateada y parecía que
alrededor tenían una luz pero no pude captar esto bien, de color amarillento, pero no sé si fue
debido al reflejo del Sol nada más, porque había mucha luminosidad. Hacía calor en aquel
tiempo”. Véase Imagen 34.

- Maidana: “¿Su primera impresión?”.

- Biol. Nancy López: “¡Esto es muy extraño! Dijimos,


disponiéndonos a mirar con los binoculares. No fue
ningún avión, helicóptero ni nada de lo que habíamos
conocido”.

Tiempo después volvió a observar el mismo objeto


distante a unos 60 Km aproximadamente del punto
inicial donde observó conjuntamente con su colega, en
un sector donde se alinea con la locación primera al
situarse en un mapa ambas referencias (Ver Imagen 35).

Imagen 34 - Biol. Nancy López: “Luego de ese avistamiento, un


Confirmación visual gracias a un binocular.
(Simulación por ordenador)
poco más hacia el Río Paraná, en un distrito conocido
como ‘San Rafael del Paraná’, entre Natalicio y Yatytay
(Itapúa), durante un día despejado, claro,
luminoso, vi otra vez un objeto con las
mismas características, siendo uno solo.
Pero este se movía con cierta rapidez,
desapareciendo de la vista luego de un
tiempo, con una trayectoria
perfectamente lineal, un poco rápida, no
tanto como el vuelo de avión.

No tenía alas, alargado también, me dio la


sensación de apreciar una especie de
domo, encima del objeto, no sé si es por Imagen 35
la forma del cuerpo, tenía algo circular Locación de sendos avistamientos

91
otra vez arriba. Era como un plato, lo pude observar desde un ángulo lateral, también plateado
igual que el anterior.

Me encontraba con un asistente de campo, desplazándonos en un vehículo a unos 60 Km/h,


visualizando perfectamente cómo se iba desplazando el objeto, hasta que no lo pudimos divisar
más. Lo observamos por unos 10 minutos”.

Es de menester acentuar los siguientes detalles que acompañan el presente caso, los objetos
han sido observados a ojo desnudo sin algún factor físico que impida su observación,
posteriormente fueron corroboradas las observaciones y refinadas con la utilización de
prismáticos. Sendos avistamientos no se dieron con un testigo aislado, sino acompañado y
confirmado, además el cielo en los dos episodios se encontraba despejado, diáfano, por lo que
la atmósfera presenta una mayor transparencia bajo estas condiciones meteorológicas
facilitando la perfecta visualización de objetos que se encuentren en el cielo, adaptándose y
respetando a las leyes de la óptica, por lo que se puede deducir que el objeto fue divisado sin
ningún tipo de filtro visual, dícese neblina, nubes, u otro fenómeno que conlleve a una confusión
o manifestación de espejismo de algún tipo, así como la morfología y vuelo no compatibles con
algún aerodino conocido ni fenómeno natural, esto agrega extrañeza al suceso, también el
tiempo observado que se extendió por unos 30 minutos, y el último por unos 10, que
permitieron a los testigos tomarse el tiempo necesario para apreciar detalles y descartar otros
objetos, resta señalar que ambos testigos son personas serias y con una gran formación
académica, acostumbrados a la observación de la flora y fauna, recorrer el país, y a la utilización
de prismáticos por estudiar aves, bajo ningún termino se puede considerar algún tipo de
confusión, esto equivale a dudar de la extensa experiencia de sendos testigos, que han
presentado reportes de su competencia para la Sociedad Científica Paraguaya.

92
Un martes 23 de agosto del 2011, las frecuencias hertzianas del Canal 9 – SNT (Sistema
Nacional de Televisión), exhibieron en todas las pantallas del país durante el famoso
“Informativo del Mediodía”, conducido por el periodista y político Mario Ferreiro, una nota con
el zócalo de “OVNIS”, en la que la respetada reportera María Angélica Galeano ponía voz, a un
recuento de algunos casos de objetos voladores, trasladándose hasta la imponente Cordillera
del Ybytyruzú, donde un hombre encargado del custodio de la colosal antena del canal que se
yergue en aquella elevación, describía como una enorme luz desconocida casi colisiona por
aquella estructura metálica para su temor y asombro.

La majestuosa “Cordillera de Ybytyruzú” (Del guaraní, “Ybyty”, cerro o montaña y “ruzú”,


grande, “Gran montón de tierra”) posee unos 40 Km de longitud, desde donde el Cerro Perõ42,
más conocido como “Tres Kandú” se alza hasta los 842 metros, cual falange que se proyecta
hacia el cielo, siendo el punto más alto de todo el Paraguay.

Semejante “culebra titánica” adopta su forma gracias a una serie de serranías que cubren los
departamentos del Guairá y Caazapá, encontrándose a unos 18 Km de la bella ciudad de
Villarrica.

La cordillera de Ybytyruzú posee espacios prácticamente vírgenes, donde la naturaleza se abre


camino cubriendo su maravilloso manto verde tejido por una multiplicidad de especies
vegetales tales como el cedro, timbó, jacaranda, palmas, orquídeas, helechos, lianas y
muchísimos más, que cobijan a igual cantidad de animales e insectos (Ver Imagen 36).

El encargado del custodio de la antena del


“Canal 9” es el Sr. Luis Benítez, quien suele
quedarse de guardia allá en lo alto, a más de
650 metros en el Cerro Acatí de la Cordillera
de Ybyturuzú, desde donde resulta una
ubicación estratégica clave para una
cobertura nacional, oportunidad vislumbrada
por los técnicos que decidieron construir una
pequeña pero importante planta repetidora.

Reunidos los datos inicié una emocionante


expedición hacia el Ybyturuzú, en la
búsqueda de la verdad, así como detalles
Imagen 36 sobre otro caso que se habría dado a pocos
Vahos y bajas nubes en las cumbres agrestes del
Ybytyruzú
kilómetros de allí, próxima a las faldas del
cerro.

42 Cerro Perõ: Toponimia en guaraní, que significa “Cerro Pelado”

93
Luego de varias horas de viaje observando los bellos paisajes agrestes, que gritan con sus hojas
al viento un aire de libertad, tocaría tierra en la concurrida y modesta Terminal de Villarrica,
donde el ajetreo de los transeúntes discurre entre pacíficos vendedores, coexistiendo vehículos
modernos con carros tirados por mansos caballos, resultando una fusión de visiones del pasado
con el presente.

Entre la atiborrada terminal, me aguardaba el Sr. Luis Benítez con su camioneta acostumbrada a
recorrer cientos de kilómetros en los más escabrosos terrenos, con quien una vez cargados de
provisiones nos dirigimos raudamente hacia la famosa Cordillera.

Una majestuosa elevación orográfica de difícil descripción cortaba abruptamente el horizonte,


dirigiéndonos a uno de sus brazos desde donde se abría un sendero revelando en su flanco
izquierdo un cartel, “Tercera Fracción – Reserva de Recursos Manejados del Ybyturuzú”, como
una invitación hacia la densa foresta que emergía por todas partes, mientras íbamos subiendo
progresivamente al tanto que aparecían diversos cerros algunos de estos con siluetas curiosas
evocando a pirámides, sin mencionar los peculiares nombres que ostentan, como ser “Cerro
Bonete”, cual dispone un mechón de árboles solamente en su cúspide con su verde cuerpo de
pastizales, indudablemente un verdadero paisaje de ensueño propio de los cuentos mágicos
circundaba a nuestro alrededor, acompañado por el jadeo mecánico del motor que a duras
penas proseguía en su ascensión.

Aquel sonido fue el presagio de algo deducible, el automotor se varó allí entre peñascos
infranqueables, por lo que proseguimos a pie mientras el atardecer se encontraba en su apogeo.
Una verdadera prueba para las piernas, que era recompensada por un muro natural desde
donde emergía la punta del Acatí demostrando una antena cortada por las nubes que ya se
hallaban a esa altura.

En lo alto del Cerro Acatí está instalado el “Centro


Rural de Turismo”, denominado “Cnel. Roberto Cubas
Barbosa” auspiciado por el SNT (Sistema Nacional de
Televisión), delimitado por una tranquera, en la que se
vislumbra una cabaña cercana a la tumba del “Tigre del
Ybyturuzú” (mote del Cnel. Cubas Barbosa), y hacia el
sector izquierdo, la estación repetidora del SNT, donde
se encuentran los servidores (Véase Imagen 37).

Desde allí un sendero trazado por medianas rocas


pintadas de blanco, invitan a proseguir hasta llegar a un
banco que está a menos de 2 metros de un colosal
desfiladero sin lindero alguno, con una inmejorable vista
desde la cual se puede observar y sin dificultad alguna el
“Cerro Acahay”, distante a unos 100 Km, situado en el
Imagen 37
Departamento de Paraguarí. La colosal antena del Canal 9
cortada por nubes en la cima del Acatí

94
Sin embargo a corta distancia se elevan los cerros “Polilla”, “Mymyi” y “Perõ”, ambos
pertenecientes a la Cordillera de Ybyturuzú, siendo este último, el área desde donde el Sr.
Benítez observó algo que terminó por destruir sus paradigmas anteriores.

Hacia el año 2000, en una diáfana noche estrellada, cuando las manecillas del reloj estaban a
punto de marcar la medianoche, el Sr. Luis Benítez en compañía del Sr. Carlos Morel,
circulaban distendidamente alejados a unos 3 Km del Cerro Acatí, teniendo a este centrado
dentro de su campo de visión, cuando atisbaron una potente luz que en absoluto silencio se
dirigía hacia el mirador donde se hallaba a pocos metros la planta repetidora del Canal 9.

- Luis Benítez: “Me di cuenta del objeto cuando este estaba a unos 500 metros más o menos
del Mirador Acatí.

Venía despacito muy lento, eso me llamó la


atención por lo que empecé a mirarle y pensé,
‘Bueno, este (el objeto) va a chocar contra el
paredón o estos árboles (sobre el cerro), tiene
que desviarse o subir, y si hace esto va a chocar
contra la torre, por los tensores’, mientras
pensaba en estas posibilidades, el objeto se acercó
todito hacia el ‘lugar del peligro’ (se refiere a la
punta del cerro), y desapareció”, relataba
Imagen 38 extrañado el testigo. (Véase Imagen 38)
El testigo relata lo sucedido
desde el lugar del hecho
Intentando comprender sobre el paradero de la insólita luz, continuó:

- Luis Benítez: “En ese momento realmente no sé si entró por este cajón (señalando con la
mano el costado izquierdo del cerro, sector SUR), desviándose, o simplemente desapareció
aquí”.

- Maidana: “¿Qué fue lo que ha visto realmente?”.

- Luis Benítez: “Un aparato luminoso de color amarillento naranja, con forma redonda”.

- Maidana: “¿Su diámetro era más grande o más pequeño que la Luna?”.

- Luis Benítez: “Mucho más grande, supongo que es así porque estaba cerca. Brillante pero no
intenso, no cambiaba de color, ni titilaba. Desplazándose en línea recta en una sola velocidad”.

- Maidana: “¿La velocidad que traía este objeto era similar al de una avioneta o más rápida?”.

- Luis Benítez: “No, más despacio, similar al caminar”, a partir de este dato es posible deducir
que el objeto se trasladaría a razón de 4 Km/h.

95
El tiempo de observación se estima en unos 5 minutos, de los cuales la ausencia de sonido es el
motivo que despertó la extrañeza en el testigo.

- Luis Benítez: “No era un avión, no tenía ningún ruido de motor”.

- Maidana: “¿Se suelen ver aviones con regularidad por aquí?, de casualidad ¿Hay alguna ruta
aérea por la zona?”.

- Luis Benítez: “Sí hay, siempre pasan pero muy alto porque es un lugar peligroso, sin embargo
este objeto estaba sobre el nivel del mar a unos 650 metros”.

- Maidana: “¿La primera vez que observa algo así?”.

- Luis Benítez: “Sinceramente es la segunda vez…, había visto sobre la Escuela de Agricultura
más o menos que está en Villarrica, pero de eso ya hace unos 35 años (1977), también de
noche, mismo color y velocidad”, esforzándose por traer recuerdos a la mente.

- Maidana: “¿Alguna vez oyó de otras personas que hayan visto lo mismo?”.

- Luis Benítez: “Sí, después de mi comentario algunos me llamaron, diciendo que habían
observado ‘objetos no identificados’ en los alrededores de la serranía del Ybytyruzú.

Antes no tenía ni idea de esto, ni me interesaba, al principio había pensado que era un avión,
pero al ver que era solo una luz y no tenía sonido…. Definitivamente no era una luz normal,
nuestras luces no eran”.

De esta forma concluía la entrevista observando el Sr. Benítez con sus ojos puestos hacia el
horizonte, inundados de preguntas más que certezas con el cielo tornasolado.

En el año 1990 nacía una fundación denominada “Ecocultura” por obra de la resolución N°
4.367/94 del Poder Ejecutivo, que tiene por objeto la difusión de los valores y cultura en el
Paraguay por medio de breves materiales audiovisuales que demuestran los distintos lugares
históricos, personajes y costumbres de este gran tamiz denominado nación.

De la cuantiosa cantidad de 2.800 videos, sobresale el caratulado como “Petroglifos de


Ybytyruzú”, producido por “Ecocultura” en asociación con “Fundahi” durante mayo de 1996,
editando un documental de unos 9 minutos, resumiendo una expedición hacia la Cordillera del
Ybytyruzú donde exploraron específicamente los Cerros Polilla e Itá Letra, famosas por sus
enigmáticas inscripciones en piedra (petroglifos) realizadas según las últimas investigaciones
arqueológicas hacia los años 5.000 y 2.500 a. C, que plasman constelaciones, pisadas de aves,
órganos sexuales, y otras extrañas representaciones que evocan mapas, en una zona donde
antes habitaban el grupo indígena Paí Tavyterá, sin embargo las figuras que aparecen en Itá
Letra son anteriores a los mismos guaraníes.

96
Por mucho tiempo ha persistido la idea del origen vikingo de estos petroglifos, idea sostenida
por el Ing. Vicente Pistilli, dotando de esta forma una rareza histórica a estas simbologías, en el
mentado material se reproducen estas ideas.

Sin embargo casi a la mitad del video, el narrador expone lo siguiente:

“Saliendo un poco del tema de los petroglifos, pero por haber sucedido esta llamativa experiencia en
Itá Letra, les hacemos partícipes de ella. Aclarando, somos poco conocedores del tema relacionado
con los OVNIs, no queremos cruzar la línea al campo donde carecemos de conocimiento. Pero
deseamos dejar en este material nuestras experiencias en el Ybyturuzú, donde hemos escuchado
fantásticas historias relacionadas con el tema en cuestión.

Un amanecer del mes de mayo de 1996, pudimos


captar estas imágenes de la solitaria nube que
repentinamente salió por detrás del Cerro Mymyi, y
permaneció por más de 20 minutos quieta, a pesar
del fuerte viento que soplaba esa mañana. (Ver
Imagen 39)

Lo increíble, la filmadora dejó de funcionar durante el


intento de filmar la extraña nube” (Véase Imagen
40).
Imagen 39

¿Una nube lenticular que coincidió con el


desperfecto de una filmadora?, examinemos;
dada la manifestación estacionaria de la nube, su
morfología y permanencia en el aire pareciera
que sí, por el contrario un supuesto vínculo entre
ambos despertaría sospechas de una auténtica
anomalía.

No muy lejos de allí, aparecía una extraña marca


en el suelo que será desarrollado en el próximo
capítulo.
Imagen 40

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"El miedo al ridículo es el peor enemigo de la investigación ufológica"

Joseph Allen Hynek

Lamentablemente una fracción significativa de avistamientos de OVNIs corresponden a


diminutas luces erráticas u anómalas, dificultándose su identificación debido a la gran distancia
existente entre el fenómeno y el testigo.

Sin embargo cuando se alude que un objeto volador se ha posado, puede dejar alguna huella de
este acontecimiento, resultando de gran valor en el proceso investigativo al probar
empíricamente que existe uno o varios fenómenos físicos genuinos, descartándose creaciones
mentales de cualquier tipo.

Los denostadores como los mal informados de turno insisten en la inexistencia de pruebas
físicas del denominado fenómeno OVNI, ignorando u omitiendo el extenso legajo concerniente,
cometiendo un grave concepto sobre lo que se entiende por “prueba científica”, un trozo de
metal o tierra en sí no constituye “la evidencia”, no sirve de nada sino va acompañado de un
testimonio, para ilustrar esto imaginemos la fotografía de un cometa, ¿Cómo sabemos que de
ello se trata? Porque hubo un testimonio (el observador), y un análisis (labrado por expertos
que dan parte de su testimonio), es lo que se conoce como “evidencia documental” y de ello
sobra en la ufología.

Esto nos remite inevitablemente a una falacia que


dice “Afirmaciones extraordinarias, requieren
pruebas extraordinarias”, honestamente no existe tal
cosa, “desde el momento en que un elemento
demuestra algo se convierte en una evidencia”, el
hecho que sea extraordinario o no es
extremadamente subjetivo.

Jacques Vallée un astrofísico francés (Ver Imagen 41),


experto en computación que colaboró en el
ARPANET43 (origen de la actual INTERNET),
Imagen 41 diseñando también un sistema de mapeo para la
Dr. Jacques Fabrice Vallée sonda “Mariner” de la NASA, se entregaría a la
investigación de los no identificados, publicando
obras y artículos de un profundo enfoque que obliga a la comunidad científica replantearse sus
argumentos.

43 ARPANET, acrónimo de Advanced Research Projects Agency Network (Proyectos de Investigación Avanzada de la Agencia Red), iniciada
por el Departamento de Defensa de los EEUU, proyecto que dio vida a lo que en años posteriores, en 1990 se denominaría INTERNET.

101
Autor de varios libros como el célebre “Pasaporte a MAGONIA44” (Publicaciones Henry
Regnery, 1969), interesante material que incita la hipótesis de que el fenómeno OVNI no es
contemporáneo sino coexistiendo con la humanidad misma, adaptándose y camuflándose bajo
diversas imágenes simbólicas como ángeles, demonios, carrozas de fuego, epifanías divinas, etc.

En la obra se aprecia el apartado “Un Siglo de Aterrizajes de OVNIs” abarcándose casos desde
1868 al 1968, en el que inesperadamente la entrada “#562” (Página 336) describe un caso
paraguayo dentro del extenso “Catálogo Magonia” al que se refiere:

“5 de febrero de 1963

Asunción (Paraguay). Fecha Aproximada. Un estudiante llamado Anastacio Lenven vio aterrizar un
objeto en los terrenos de la escuela. Desde un lugar distinto, varios habitantes de la ciudad, entre los
que se contaba un funcionario del Ministerio del Interior, vieron un objeto que pasaba volando a gran
velocidad sobre Asunción. (ATIC)”.

Versa sobre un estudiante que habría atestiguado el descenso de un OVNI, labrado en aquel
tiempo por la ATIC (División de Inteligencia Técnica del Aire), con base en Wright Patterson
(Daytona, Ohio), también encargado del Proyecto Libro Azul (Véase Pág. 47).

Consultando los archivos originales del mencionado


“Catálogo Magonia”, tabulados por regiones,
fechas, rating, índice y descripción, comprobé
efectivamente la existencia de tal dato.
- CATALOGO MAGONIA

05 de febrero de 1963, País: Paraguay, Número de


Testigos: 2, “Índice”: BBU (Blue Book),
Descripción: Un objeto aterrizó en el terreno de
una escuela.
Convirtiéndose en otro caso paraguayo que se
archivó en el famoso Proyecto Libro Azul (Véase
Imagen 42 y el Cap. “Del Blue Book al país del
tereré”, Pág.45).

Descubrí la fuente del que se informaron sendos


escritos, en el discontinuado diario “El País” del 6
de febrero de 1963, Pág. 2, “Un Plato Volador
habría descendido en el Patio del Colegio Nacional
Imagen 42 de la Capital” (Véase Imagen 43), exhibiendo el
Segmento de la entrada correspondiente al caso rostro del testigo con un boceto de un extraño
paraguayo artefacto.

44 Magonia se refiere a una ciudad imaginaria, que existiría en las nubes, poblada por entidades voladoras, tales como brujos, hadas, etc.

102
Imagen 43
Destaque periodístico del aterrizaje de un OVNI (arriba)
en el terreno de un histórico y popular colegio capitalino (abajo)
“Se llama Atanasio Leiva (Ver Imagen 44). Es paraguayo, casado de 22 años de edad y está
domiciliado en Ecuador y Coronel Aguilar.

El muchacho, acostumbraba a jugar partido de fútbol en el patio del


Colegio Nacional de la Capital, que queda solamente a dos cuadras
de su casa.
El domingo pasado, había perdido una pelota en el mencionado
patio, por lo que se acostó a dormir con preocupación, resolviendo
ir en busca de ella, a primera hora del día siguiente.

En efecto, Leiva se levantó anteayer a las 4 de la mañana, más o


menos, apenas comenzaba a aclarar, y encaminó sus pasos hacia el
colegio, con el propósito indicado. Había un silencio único pero ni
Imagen 44
bien llevó la mirada hacia el fondo del amplio campo de juego, notó Atanasio Leiva, el joven que
que un extraño artefacto se elevaba, despidiendo fuego de color observó el inverosímil
anaranjado y rojo vivo (Véase Imagen 45). artefacto

103
Imagen 45
Ilustración de la máquina voladora basado en el relato
Leiva sufrió un duro golpe y sintió (según declaró al País) que la sangre se le congelaba. Leiva fue
observando como en un solo minuto el artefacto se perdía en su ascenso completamente
vertical. Cuando ya no lo divisó más, se retiró del patio del colegio y corrió a contar la novedad
a sus familiares, en medio de un latente nerviosismo, provocado sin duda, por el susto
recibido”.

Nadie imaginaría que esto sucedía en el patio de una de las instituciones educativas más
conocidas del país, ¿Cómo y qué era ese artefacto? y ¿Qué hacía allí?.

El nombre real del testigo es Atanasio Leiva y no Anastacio Lenven, especulo sobre algún error
de traducción, en tanto la fecha correcta se establece para el día domingo 3 de febrero de 1963
a las 4:00 de la madrugada.

Aquella noche Atanasio Leiva no sería el


único en descubrir la visita del inusual
artefacto volador, como se constata en “El
País”, del viernes 8 de febrero de 1963,
Sección “Policiales”, “Plato Volador: Vieron
más personas” (Véase Imagen 46),
explicando que tras la publicación anterior
numerosas personas sin relación alguna se
presentaron en la redacción del diario
declarando haber observado un extraño
Imagen 46
objeto surcando el cielo, desde distintos
La sección Policiales del antiguo “El País”, documentaba la
existencia de múltiples testigos lugares de la capital como el que se
transcribe:

104
“En efecto, Arcadio Saldívar, un señor que vive en Alberdi y 22 Proyectadas, se apresuró a
indicarnos que él vio igualmente el fenómeno pero que no lo denunció para no exponerse a la
incredulidad de la gente”.

“Lo mismo manifestó Silvio Zorrilla, paraguayo, casado, de 44 años de edad, que está
domiciliado en la casa de las calles José Gaspar Rodríguez de Francia y Battilana. Dijo éste que le
asombró el artefacto por la fugacidad de su presencia en el firmamento, así como por los
destellos luminosos que despedía en una variación de vivos colores. Zorrilla divisó el objeto, el
pasado jueves a las 12:30 pm, pero cuando llamó a su señora para que comprobara la veracidad
del caso, ni una estela de humo quedaba como rastro de su aparición”.
Una tercera persona que más bien, serían dos, ya que se trataría de un matrimonio, el Sr. Guido
Cabral y la Sra. Cabral (ambos entonces domiciliados en las calles Luis Alberto de Herrera e/
Curupayty y Pa´i Pérez), denunciaron la presencia del mismo objeto luminoso, a una altura
considerable en las cercanías del “Instituto de Previsión Social” (IPS).

Finiquitando con el relato de la Sra. Isis Vda. de Bárcena Echeveste acompañada por dos
personas más, observaron ecuánime artefacto volador.

Múltiples testigos de un OVNI que presumiblemente se trasladó raudamente sobre el


nosocomio del IPS45 pasando por otras localidades capitales, hasta posarse en las inmediaciones
del Colegio Nacional de la Capital donde luego ascendió para desaparecer.

Aparece otro testigo al día subsecuente se trataría del Sr. Rafael Gómez Castillo, domiciliado en
las cercanías del IPS, quien confirma las declaraciones del matrimonio Guido Cabral y la Sra.
Cabral, al publicarse en el mismo informativo del 9 de febrero de 1963, Sección Policiales,
“Algo Más en Torno al Caso del Plato Volador”:

“Divisó el fenómeno junto a su esposa y cuatro hijos, al regresar a su casa después de haber
presenciado un espectáculo en el cine Pettirossi.

Manifestó Gómez Castillo, entrevistado por El País ayer de tarde, que el objeto prácticamente
quedó estacionado en el aire, siendo fácilmente observable por los destellos luminosos que
despedía, permitiendo una visión que impresionaba fuertemente.

De pronto el artefacto cobró altura, en ascensión vertical, hasta perderse en el cielo como un
fino hilo luminoso”.

La noticia traspasaba horizonte paraguayo, al hallarse en una discontinuada revista neoyorquina


sobre OVNIs, “Saucer News” (Noticias Platillo) de Junio de 1963, 2da Edición, apartado
“Nuevas Historias Recientes”, se informaba:

45 IPS: Abreviatura de Instituto de Previsión Social.

105
“En Asunción, Paraguay, hay un avistamiento hecho recientemente en Febrero, por un estudiante
llamado Anastacio Lenva46, quien vio aterrizar un OVNI en el campo deportivo de una escuela local.
Los avistamientos de platillos han sido realizados por muchos otros residentes, incluyendo un alto
funcionario del Ministerio del Interior, quien dijo ver al OVNI ir a gran velocidad”.

¿Quién sería este Ministro del Interior? Si nos remontamos a la historia, en aquellos días cumplía
dicho rol el Sr. Edgar L. Insfrán, simpatizante del régimen stronista, quien ejerció como Ministro
hasta 1963, falleciendo en 1991, ¿Se trataba de él? Lamentablemente es imposible corroborarlo
a estas alturas.

Cuatro días antes en la República Argentina, sucedía un interesante caso de aterrizaje de un


extraño objeto que dejaría rastros físicos de su presencia en el terreno.

El 31 de enero de 1963, en la Provincia de Tucumán, en una parcela matorral adyacente a una


propiedad de los hermanos Antonio y Ricardo Rosauro y el Sr. Víctor Domingo López, hallaron
en el mencionado predio dos anillos entrelazados que dibujaban un 8, con unos 3,30 metros de
diámetro con una banda de 0,30 de ancho, presentando unos residuos carbonosos y un extraño
polvo blanquecido, recolectados por el perito policial y la Universidad Nacional del Sur, quienes
descubrieron que la muestra presentaba carbonato potásico e índices de potasio, pudiéndose
explicar esto solamente por la existencia de un objeto pesado y muy caliente que consiguió una
temperatura de más de 2.000° sin combustión alguna.

Para la toma de muestras realizaron cortes en la zona de los círculos, de una profundidad de
unos 10 cm, constatándose que a la altura mencionada las raíces de las hierbas se hallaban secas.
El informe del CODOVNI (Comisión Observadora de Objetos Voladores No Identificados),
primer organismo civil de investigación ufológica de la Argentina, fundada por el aviador Ariel
Ciro Rietti el 5 de Julio de 1956, destacaba que se ha descartado completamente fraude alguno.

Las huellas no serían un hecho fortuito gracias al testimonio del supervisor de un rancho de
nombre “El Trébol”, el Sr. Juan Gerónimo Perea, vecino de los mencionados propietarios del
terreno donde se hallaron tan singulares marcas, quien observó días antes un objeto de
increíble luminosidad de apariencia ovoide, acompañado de su esposa e hijos, el cual aterrizó en
el matorral mencionado.

El caso representaría la primera huella registrada en forma de “ocho”, similar al fascinante caso
paraguayo en “Humaitá” (Véase Pág.127).

Cuando el joven Atanasio Leiva describió la sensación de que “se le congelaba la sangre” no se
interpreta como una metáfora sino más bien un efecto: “Un zumbido electrizante de la máquina
parecía influir en la paralización de su cuerpo”.

Este peculiar sonido electrizante o zumbido se presenta en diversos casos de OVNIs próximos
al testigo, como lo hemos expuesto en los capítulos “Cercano a ello”, Pág. 178 e
“Incertidumbre en el Beechcraft”, Pág. 207.

46 Anastacio Lenva: Nombre equívoco que corresponde a Atanasio Leiva.

106
Fascinante es el término que sintetiza este caso, aventura es lo que viví al investigarlo.

Un verdadero hecho sin precedente alguno en la República del Paraguay, acontecía un


miércoles 5 de enero de 1966, en un momento en el que el sosiego de la rutina, tanto como un
refulgente Sol impartía calor sobre la superficie cuando marcaba el reloj las 07:00 AM.

Redescubrir este caso olvidado que contiene una alta extrañeza y los sucesos que lo
acompañaron han hecho de este inolvidable para mí, no importando cual fuere el veredicto
final, de ser posible.

Una tarde recibía el llamado telefónico de la Arq. Lourdes Cazo, entregada a la investigación
histórica-cultural, quien publicó “Patrimonio Cultural Inmaterial del Paraguay” (Secretaría
Nacional de Cultura, 2012), comentándome que hacía unos años en compañía del Lic. Marco
Samaniego, un radiólogo entregado a la arqueología, buscando otros asuntos se habían topado
con una información curiosa relacionada probablemente al fenómeno OVNI, o esto se advertía
en la publicación que habían fotografiado documentándolo.

La Arq. Lourdes Cazo de la manera más cortes, consideró que encontraría de valor aquel
documento y que investigaría al respecto, proporcionándome tiempo después por medio del
Lic. Samaniego en una misiva.

Husmeando en el buzón electrónico, encontraría efectivamente un nuevo mensaje que


adjuntamente contenía dos fotografías pertenecientes a una antigua publicación paraguaya que
exhibían detalladamente unas increíbles tomas de un formidable cráter observado por una
vastedad de curiosos, naturalmente esto produjo una impresión inmediata, buscando por todos
los rincones de la rúbrica alguna pista sobre la datación de la publicación correspondiente, el
cual no aparecía.

Para responder este neurálgico detalle, me dirigí al mayor acervo periodístico del país, apostado
todo un día, revisando una por una las múltiples ediciones de la entrañable revista Ñandé47, que
había divulgado el suceso.

Con la vista algo cansada, la recompensa se hizo esperar al hallar en la edición “N° 153”,
correspondiente al 15 de enero de 1966, “¿Será un aerolito o un plato volador lo que cayó en
Posta Leiva?, ¿Será un fragmento de un satélite o un derrumbe subterráneo?”, rezaba un
voluminoso título en un ángulo de la vetusta hoja.

“El día 5 de este mes recibimos la grata visita de un gran amigo de Ñandé, el Oficial Inspector
Valentín Galeano, quien al llegar y con gran animación nos dijo: -Traigo para Uds. una noticia
verdaderamente sorprendente y vengo a invitarlos para que se trasladen a Toledo Cañada,
jurisdicción de Posta Leiva, para que comprueben por sus propios ojos, cómo sin explicación
posible se ha abierto, con gran estrépito, un pozo de 10 metros de diámetro por otros tantos
de fondo”, exponía el cronista.
47 Ñandé: Del guaraní, “nosotros”.

107
“Dos horas después con el Señor Galeano, de la seccional de San Lorenzo, y el Comisario de
Posta Leiva, Señor Aníbal C. Rojas, ambos haciéndonos de cicerones, llegamos por el camino
que conduce de Posta Leiva a Capiatá, a un lugar situado a unos 200 metros sobre la margen
izquierda de dicho camino, detrás del Oratorio de la Virgen de los Remedios. Durante el
trayecto pudimos observar una inquieta movilización de vecinos que en largas caravanas seguían
nuestro rumbo, así es que nada nos sorprendió encontrarnos en el lugar de nuestro interés con
una gran cantidad de personas que con aspecto temeroso, y desde cierta distancia observaban
con curiosidad el pozo de existencia inexplicable”, detallando el conturbo del momento, así
como unas invaluables pistas del sector donde se produjo.

El cronista asistido por el fotógrafo, consiguieron aproximarse a la formidable salamanca que se


cernía ante todos:

“Sujetos de unas lianas, como unos vulgares imitadores de Tarzán, y ante la inquietud de los
presentes, pudimos contemplar a nuestro gusto el fondo del pozo, sin poder descubrir otra
cosa que la tierra húmeda con aspecto de haber sido removida”.

Añadiendo que al minuto un considerable árbol de “Yvyrá pytã” (Nombre científico,


“Peltophorum dubium”) comenzó a sumergirse en el inmenso foso debido al desprendimiento de
tierra que se estaba produciendo, frente a un abigarrado público conformado por niños,
adultos, así como personas de edad, luciendo atuendos de la época, denotándose entre los
niños el uso del típico sombrero pirí48 (Véase Imagen 47).

Imagen 47
Fotografía del colosal cráter que apareció ante la mirada de cientos de curiosos
que provenían incluso de remotos parajes con tal de atestiguarlo.

48 Sombrero pirí: Capota tradicional hecha de hojas de la palmera del ‘caranday’ (Copernicia Alba).

108
Entrevistando de entre el tumulto a la Señora Estelvina Escurra de Osuna, propietaria del
terreno donde se produjo el llamativo suceso:

“Ayer a eso de las 7 de la mañana yo venía, caminando por aquí cerca acompañada por mis tres
hijitos, cuando de pronto mi hija Julia, de 7 años de edad, mirando hacia el cielo, lanzó un grito
diciendo que caía un avión a chorro. Segundos después, cerca nuestro sentimos un tremendo
estampido que nos asustó tanto que echamos a correr a nuestra casa” (Obsérvese Imagen 48).

Imagen 48
La Sra. Estelvina Escurra de Osuna (en el centro), testigo principal,
profiriendo los pormenores al Comisario de Posta Leiva y reporteros
Su marido, el Sr. Justino Osuna también fue partícipe del incomprensible momento,
manifestando lo siguiente:

“Cuando con gran excitación y muy alarmada mi esposa me contó lo sucedido, yo


inmediatamente fui a ver qué era lo que había provocado ese ruido, y me encontré con que del
lugar del pozo, del que yo me hallaba a unos 20 metros, salía humo y además se escuchaba algo
así como si adentro de ese pozo estuvieran animales chapoteando en el barro. Poco tiempo vi
todo eso pues confieso que también me asusté y me fui a mi casa”.

Aparentemente no fue el único curioso que resolvió de peculiar manera localizar la procedencia
del incomprensible estrépito, al trepar por un árbol, el poblador de nombre Salomón
Fernández.

“Yo también sentí el ruido y para ver lo que pasaba me subí a un árbol desde donde pude ver el
humo que salía del pozo y la tierra que por toneladas se desmoronaba allí dentro”.

El documento periodístico expuso que los pobladores resolvieron celebrar una provisoria misa
oficiado por el Rvdo. Padre Rachit de Capiatá, el cual dio inicio a las 17:00 Hs, debido al temor

109
e intranquilidad que sembraba la presencia de aquel misterioso pozo, con la esperanza de
bendecirlo en un intento por calmar el quebranto de los fieles ante la incomprensión del
fenómeno que lo trasladaron al plano espiritual (Ver Imagen 49).

Imagen 49
Debido al desconcierto y al temor, organizaron un rezo in situ

Aspirando una opinión técnica ante el enigma que yacía allí expeliendo vahos, los cronistas
decidieron invitar al Dr. Víctor Díaz de Vivar, entonces Director de Recursos Minerales, del
Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, quien lamentó no poder apreciar lo suficiente
el fondo del cráter debido a una ingente cantidad de ramas y hojas que lo cubrían, acción
tomada por los moradores.

“No obstante y aunque el caso requiere un estudio más completo yo creo, sin descartar otras
posibilidades, que se trata de un fenómeno producido por el trabajo de agua subterránea…

Sin un estudio serio cabe admitir que otros factores podrán haber desencadenado este
hundimiento”, razonaba el Dr. Díaz de Vivar.

La reverberación exhibida en este caso fue de tal magnitud, que consiguió sensibilizar a la
Primera Dama de la Nación, Doña Eligia Mora de Stroessner, esposa del controversial Ex
Presidente y dictador Don Alfredo Stroessner, quien se hallaba inserta entre una masa de
curiosos que aumentaba de voluminosa manera.

Hipótesis manaban cual humo del foso, postulando unos sobre la presunta caída de un OVNI,
como sucedió supuestamente hacia México, colacionándolo con otro episodio símil dado en
USA, donde la opinión pública se decantó por esta especulación, otros en cambio, sobre
factores de tinte astronómico como ser un errabundo meteoroide que dejó semejante cicatriz
en el suelo, no descartándose también otras explanaciones telúricas.

110
Pero, ¿Qué hay de los demás informativos? Todos tenían su cuotita de datos que aportar, tal
como el diario “La Tribuna”, en una fecha en que se conmemoraba el “Día de Reyes49”, un 6 de
enero de 1966, Pág. 4, con el titular, “Notable fenómeno ocurrido despierta curiosidad en
cercanías a Capiatá” (Ver Imagen 50).

La escueta columna compendiaba el suceso,


exhibiendo datos únicos, como estas líneas:

“Un extraño fenómeno está conmoviendo a la


población de Toledo Cañada, Compañía Doce del
pueblo de Capiatá. Allí en la mañana del martes,
vecinos del lugar descubrieron a orillas de un
montecillo un foso que más se asemejaba a un cráter
de aproximadamente tres metros de diámetro y
considerable profundidad”

Más adelante:

“A medida que transcurría el tiempo, el foso iba


agrandándose tanto en profundidad como en
diámetro. Ayer en horas de la tarde, cuando LA
TRIBUNA llegó hasta allí, el diámetro del foso media
aproximadamente quince metros y había peligro de
Imagen 50 que se agrandara más con el correr de las horas.
Recorte de prensa aludiendo brevemente el También la profundidad había aumentado, pues
extraño incidente
llegaba a esa hora a más de veinte metros.

Los vecinos alarmados, atribuyendo al fenómeno a los variados orígenes trajeron al cura
párroco de Capiatá, Pedro Ratti; quien dispuso que se tapara con ramas y todo lo que había al
alcance del foso”.

Reincide este factor “sonoro” en los datos:

“Nos relató en la tarde de ayer, que escuchó previamente un ruido semejante a un avión a
chorro, seguido de otro como los que producen un impacto violento. Al llegar al sitio de dónde
provenía el ruido, descubrió el zanjón”, puntualizaba la propietaria del predio.

La Tribuna ordenó los datos disponibles en esta coletilla:

“Nadie trató ni intentó si siquiera averiguar lo que hay allí adentro. Tampoco las autoridades
oficiales, salvo el comisario de Posta Leiva, tomaron cartas en el asunto.

49 Día de Reyes: Celebración cristiana que recuerda la revelación de los “Reyes Magos”, unos oráculos del oriente que habían predicho el
nacimiento del Mesías, quienes posteriormente se guiaron por la denominada “Estrella de Belén”, un cuerpo celeste que señalaba la
región donde había nacido el profetizado.

111
Lo más probable es que este fenómeno haya sido causado por una corriente de agua
subterránea, pero mientras no se averigüe y se establezcan las causas y los alcances del mismo,
los lugareños y gran cantidad de curiosos, tejen los más diversos comentarios al respecto, y el
que haya visto de cerca el impresionante foso, tiene tema para los comentarios más variados”.

“El País” no quiso quedar ajeno al enigma de “Posta


Leiva”, del que las lenguas y las mentes se
extasiaban, revelando el viernes 7 de enero de 1966,
un pequeño cuadro informativo caratulado “Curioso
Hecho en Capiatá” (Véase Imagen 51).

Raudamente se expusieron los hechos, subrayando el


interés despierto, la presencia de diversas
autoridades que se dieron cita en primera fila, así
Imagen 51 como la pluralidad de conjeturas, como bien lo han
Otro ejemplar periodístico demuestra el precisado:
interés producido
“Muchos sostienen que se debe a la caída de un aerolito, y otros en cambio, afirma que se trata
de una simple depresión sufrida por el suelo a raíz, presumiblemente de corriente de agua
subterránea que permite que esta depresión siga en avance”.

¿A qué nos conduce este caudal informativo? Indudablemente a buscar raudamente a la que
asistió primero a tan singular cautivante fenómeno en el perímetro de su terreno, la Sra.
Estelvina Escurra de Osuna, ignorando una cantidad de variables que pudieren truncar este
desafío.

Primeramente vale aclarar que el antiguo sitio de “Posta Leiva” ha sido renombrado por el de
“J. Augusto Saldívar” in extenso, “Julián Augusto Saldívar”, el 15 de noviembre de 1985, por un
decreto N° 1149, constituyéndose en una de las ciudades más recientes de todo el
Departamento Central, por lo que resulta vacuo hurgar en un mapa con su antiguo nombre.

Con unos 37.374 habitantes, se sitúa a 25 Km de altura de la importante “Ruta Nacional N° 1 –


Mariscal Francisco Solano López”, popularmente conocido como “Ruta 1”, en un sector
denominado “Tres Bocas” dada la conexión vial con otras populosas ciudades. Conocida por el
cultivo de hortalizas que gozan de gran aceptación, sin embargo en sus inicios la otrora “Posta
Leiva”, ofició en el siglo pasado así como “Posta Yvyraró”, “Posta Yvycuá”, puntos donde los
viajeros provenientes de diversos puntos del interior, podían cambiar las cabalgaduras, así como
distenderse en su cansino y arduo transitar.

Entre averiguaciones efectuadas en la “Municipalidad de J. A. Saldívar”, el Sr. Waldo, me


informaba que el “Oratorio de la Virgen de los Remedios” aún existía y que sería factible la
búsqueda.

112
Bajo un sol radiante que bañaba con su luz la diáfana atmósfera de un azul intenso, se inició la
búsqueda de los protagonistas del incidente “Posta Leiva” luego de unos 46 años, cargado de
incertidumbres, portando en mis manos un mapa y las pocas pistas ofrecidas por las crónicas de
la época, constataría durante el viaje dentro de un bus, que el mencionado Oratorio era un bien
desconocido, suerte que cambiaría al presentarse un anónimo pasajero que me guió como
llegar hasta allí.

Hacía mucho calor, y la mochila pesaba con mis herramientas. Sin embargo en menos de un
parpadeo llegamos al lugar donde debía descender, atisbando un tinglado -del flanco izquierdo-
conteniendo un pequeño altar en el predio, sin cartel alguno, cercado por un formidable tejido
de alambre, conjeturando que lo que divisaba se trataba del “Oratorio de la Virgen de los
Remedios”.

Apostado al costado de la ruta, la atmósfera que se percibía era de un sosegado barrio,


apartado del caos de la capital.

Indagando sobre los hechos a algunos comerciantes, una amable señora me señalaría que el
cráter aún existía, que aquello efectivamente sucedió, cargando unos vagos recuerdos de aquel
extraño hecho cuando apenas contaba con 6 años.

Al dirigir la mirada hacia el frente, se abría un polvoriento sendero entre extensos matojos,
donde unos hombres con machete en mano limpiaban el lugar con vigor.

Encaminé mis pasos al que parecía el jefe del grupo, un hombre de gafas que usaba un
sombrero pirí, a quien mostré las crónicas de 1966, dejando su machete, y dibujándose una
gran sorpresa con una alegría que no podía disimular, haciendo un gesto para que los demás se
acercasen.

Mientras sus ojos observaban exaltados las copias del diario, iba reconociendo a cada uno de los
que aparecían en las antiguas fotografías en blanco y negro, complementándose con el
comentario de los demás trabajadores que iban ayudando al señor José Núñez (57).

- Maidana: “¿Usted estuvo cuando sucedió esto?”.

- Núñez: “Sí, yo estuve. Tenía 11 años… salieron cuando eran niños, Gabriel, Fabián, Juan y
aquí esta ‘Tía Estelvina’, ella salió corriendo luego de ver humeando eso”.

- Maidana: “¿Conoce entonces a la Señora?”.

- Núñez: “¡Sí! Aquí vive ella, al lado”, señalando el patio que se hallaba tras las plantas.

Acompañado por los trabajadores interesados por el caso, ingresamos por el costado de un
espacioso patio donde algunas aves de corral se cruzaban por nuestros pasos, pero allí a lo lejos,
se encontraba sentada una apacible señora de avanzada edad, ventilándose gracias a una
“pantalla” hecha de tiras de hojas de palmera.

113
Inquirí si se trataba de la señora Estelvina Escurra,
respondiendo positivamente con una tenue voz
quebrada debido a los años, presto le coloco en
sus manos las copias del diario, levantando con sus
manos, observándose por primera vez en esa
fotografía luego de 46 años, produciéndole una
emoción tal que dejó escapar unas lágrimas, al
tanto que decía, “Recuerdo perfectamente, como
si fuera ayer…” (Ver Imagen 52).

- Estelvina Escurra: “Había llevado a mis dos hijos


y mi sobrina conmigo, Juliana. Los dos que estaban
a mi lado ya tenían miedo.
Imagen 52
La Sra. Estelvina Escurra de Osuna rememorandoEscuché un ruido, pero no le presté atención,
detalles ante el autor
¿Qué era?
Los niños dijeron que era un avión… en eso salió una carreta: ¡Vamos a subirnos rápido para
irnos de aquí!... sentía que algo no estaba bien, Juliana se encaramó por mi ropa, Angelina del
otro lado, Julia encima de mi hombro, y mi cántaro sobre mi cabeza.

Cuando fui al lugar donde se oyó el sonido, me quedé muy alterada al ver esa zanja, me
pregunté: ‘¡¿Tan rápido cavaron?! Porque antes no estaba esto por aquí…’, me dio la impresión
de que era algo malo y corrí disparada hacia los yuyales (ríe al recordar este detalle)”.

- Estelvina Escurra: “Un enorme cráter apareció en un ratito (dibujando un círculo en el aire
con la mano), y después la gente que venía, muchísimas personas, demasiados”.

La declaración de la testigo primordial refutaba de llano, “un sonido de impacto o temblor


producido”, que habían relatado las crónicas décadas atrás, reafirmándose el sonido símil al de
un avión momentos antes de aparecer el inusual hoyo.

Detrás de la residencia y ascendiendo por el sendero se vislumbra una enorme cancha de


fútbol, que se antepone al sector donde apareció el cráter.

Según las versiones de los moradores aún permanecían vestigios de la colosal fosa, que debía
inspeccionarlo y fotografiarlo.

Antes de ello, como característica insigne de nuestros pueblos, “la amabilidad” se presentó al
incluirme en una ronda de tereré del que participaban los trabajadores mientras discutían
múltiples tópicos, cuando uno de ellos se dispuso a guiarme para llegar hasta donde está el
cráter.

La pared del estadio en su flanco izquierdo presentaba un agujero rectangular cual puerta, por
donde ingresamos, desplazándonos por un fino camino de tierra (tape po’i en guaraní),

114
engalanado por un rebosante verde debido a las cuantiosas plantaciones de poroto, maíz,
tomate, lechuga, mandioca, cebollita de hoja, pimiento, espinaca, entre otros que nos iban
cerrando el paso a medida que caminábamos hasta llegar a un claro, constituido por bloques
rectangulares de tierra del que brotaban tiernos vegetales, pertenecientes a la huerta de la
Doña Estelvina Escurra.

El muchacho señaló hacia el SUR de la


huerta, diciendo:
“Allí está, todo esto fue el cráter. Cerraron
y crecieron todas estas plantas”
(Véase Imagen 53).

Aquella cúpula natura cual manto cubría el


diminuto abismo que me condujo hasta allí,
prestos ingresamos entre la densa mata y
Imagen 53 desde allí percibimos la tierra de aspecto
Camino hacia el sector del vetusto y polémico cráter removido, atestada de plantas herbáceas,
destacándose una selva de tártagos (Nombre científico, Ricinus communis) cerrándose el recinto
como una suerte de cueva, de la que atravesaban lábiles hilos de luz, configurando un tamiz
mágico acompañado por la suave brisa que hacía cantar la hojas; experimentando todo esto en
el punto cero del antiguo cráter que en un costado no se había cerrado del todo, como un
remanente del peligro al que los moradores ni cortos ni perezosos resolvieron taparlo con
desperdicios. Calculando el diámetro del “foso tapado” este ostenta unos 20 metros fácilmente,
comprobable desde las fotografías satelitales (Véase Imagen 54).

Imagen 54
Posición exacta del antiguo agujero en un mapa satelital,
efectuándose una medida de su extensión actual

115
¿Por qué se había rellenado la “anomalía geológica”? Pues primordialmente al “factor peligro”,
debido a los curiosos infantes que se aproximaban a este colosal agujero impulsados por sus
juegos cargados de imaginación, así como supersticiosos que encontraron en este, la
manifestación de alguna clase de señal de plata yvyguy, despertando su codicia que con pala en
manos intentaron descender con la convicción ilusa de hacerse de un imaginario tesoro. Por
ello y por otras razones decidieron tapar el hoyo, resultando a la par, un intento por acallar el
misterio que se instaló en aquel montaraz paraje.

Algo sumamente interesante aconteció allí a pocos Km de la bulliciosa “Ruta 1”, un agujero a la
cotidianidad, un socavón a la imparcialidad.

Razonemos, un accidente aeronáutico resulta prácticamente irrisorio, debido a la incipiente


manifestación de un hoyo que en nada puede resultar un paragón con el impacto de un
aerodino, jamás en la historia de la aviación un cuerpo metálico con alas ha dejado semejante
socavón en la tierra, además si fuere el caso, ¿Dónde reposan los fragmentos de este?, en
ningún momento se ha señalado ni por asomo, así como las fotografías demuestran la
inexistencia de alas quebradas, fuselaje o cualquier elemento común y distinguible de estas
aeronaves.

Otra conjetura que emerge rápidamente de entre los naipes de la razón, consiste en un
hipotético derrumbamiento subterráneo, esto es factible, sin embargo ¿Cómo se explica el
sonido análogo a un avión cayendo antes del evento? ¿Por qué no existen sucesos similares en la
historia paraguaya? Efectivamente se necesita un análisis geológico riguroso para la resolución
de estas y otras preguntas.

La respuesta podría provenir del cielo… ¿El impacto de un meteoro?, técnicamente


expresando, ¿Un astroblema?

Imagen 55
Infografía de los distintos tipos de cráteres producidos por impactos meteóricos

116
El impacto meteórico resultado de una poderosa energía cinética normalmente posee ciertas
formas que aparentemente en este caso no se exhiben, como las de un tazón (Véase Imagen 55,
Imagen 56), ello sin mencionar que no se ha vislumbrado cuerpo rocoso alguno en su interior,
ni fragmentos fuera del diámetro, simplemente un enorme foso del cual manaba humo por
varios días.

Durante una conversación con el Doctor en


geología, experto en diamantes e impactos
meteóricos, Jaime Leonardo Báez Presser,
demostró interés en el caso, opinando que
se necesitaba un estudio exhaustivo, sin
embargo al enviarle las fotografías, a prima
facie descartó un astroblema, no tiene las
características de impacto, y señaló que la
profundidad estándar en estos casos es de
unos 2 metros, no como el que se
apreciaba en el hoyo del terreno de la Sra. Imagen 56
Estelvina en la antigua Posta Leiva. Algunos astroblemas son lo suficientemente impresionantes
como el famoso “Cráter de Barringer”, resultado del impacto
¿Algo desconocido descendió de los cielos, de un meteorito hace unos 50.000 años
o fue un fenómeno natural en la que se hacia el norte de Arizona, USA.
combinó irónicamente otros factores? El tiempo y las investigaciones futuras lo dictaminarán.

117
Una cálida noche se cernía fuera del hogar, y me encontraba observando con fascinados ojos un
artículo periodístico engalanado con una hermosa imagen en la que se percibía un extenso
mural, retratando las vicisitudes de un pueblo bastante pintoresco, que tenía mucho que contar,
desde fiestas populares en las que aparecen parejas danzando al compás de unos guitarristas, o
los infaltables fanáticos del fútbol elevando brazos por la emoción que les produce ver la
transmisión de un juego por televisión, así como personas que buscan tesoros en los límites del
paisaje, también los que practicaban el abigeato en la clandestinidad de la oscuridad, tanto
como las parejitas que se refugian en un sereno lugar para demostrar su amor, denotándose
elementos folklóricos y mitológicos como por ejemplo un enorme “luisón” (versión paraguaya
del hombre lobo) que transita por las polvorientas sendas, y unas tres vírgenes en un intenso
cielo estrellado con una estrella fugaz como testigo, transfiriendo cierto aire mágico al conjunto,
sin embargo allí, en lo alto, en la esquina superior derecha, aparece un elemento impropio a las
costumbres paraguayas, un inmenso platillo volador que sobrevuela el pueblo, bajo la mirada de
varios habitantes que señalan hacia el firmamento.

Dicha observación fue efectuada sobre un artículo


del periodista y escritor, Andrés Colmán Gutiérrez,
“Vírgenes, ovnis y kurupís, en el ‘mural de
Kandire’”, del 7 de abril del 2012 para el diario
Ultima Hora (Véase Imagen 57).

“El cuadro mural de 4 x 2,50 metros está allí, ya un


poco descolorido por el paso del tiempo y la acción
de la intemperie, en la pared de una pintoresca
vivienda de estilo colonial, en medio del verde
paisaje de Tañarandy”, escribía Colmán Gutiérrez.

La obra se hallaba plasmada en el pueblo de


Tañarandy, en el departamento de San Ignacio
Misiones, 226 Km al sur de Asunción, un lugar que
abrigó a una de las mentes creativas más grandes
de la guitarra clásica, Agustín Pio Barrios más
conocido como “Mangoré” (1885-1944).
Imagen 57
Tañarandy, proviene de los vocablos guaraníes
El pintoresco mural aparece conjuntamente con su
“Tetá añá retá” que en su conjunto se interpreta
autor Cecilio Thompson pintando, en una rúbrica
del periodista Colmán Gutiérrez como “tierra de demonios o herejes”,
denominación singular que conlleva una interesante
historia que nos transporta a las entrañas mismas del pueblo.

118
San Ignacio constituyó el sitial de la primera Reducción Jesuita en el Paraguay, sin embargo los
indígenas tupí-guaraníes arraigados fielmente a sus ancestrales creencias y costumbres, vieron
esto como una imperdonable corrupción hacia su cultura, como se ha precisado en el libro
escrito por Teresa Santiviago Rivarola en coautoría con Rocío Velázquez Alonso, “Tañarandy,
tierra de irreductibles, demonios y herejes”:

“En los primeros tiempos de la fundación a media legua de distancia se encontraban los indios que se
rehusaban a reducirse ya que para ellos, ser cristiano no es otra cosa sino hacerse ellos y sus hijos y
su pobre hacienda esclavos”.

Apartado a unos 2 km de la ciudad, se localizaba un grupo de indígenas reacios a recibir la


evangelización por parte de los sacerdotes jesuitas (actual Tañarandy). Irónicamente la brújula
del destino transmutaría la escena, al convertirse en un símbolo actual único de la festividad
artística-religiosa del Paraguay, durante la Semana Santa, específicamente el “Viernes Santo”
donde se recuerda la pasión y muerte de Jesús para los cristianos.

Allí se colocan más de 2.000 candiles hechas de


la cáscara del naranjo agrio (nombre científico:
Citrus aurantium L.), conocido popularmente
como “apepu”, rellenadas con cera
sobresaliendo una mechita, dispuestas a lo largo
del denominado “yvaga rape” (“Camino del
cielo”, en guaraní), un extenso tramo de tierra
colorada donde transitarán cientos de
feligreses, durante una procesión realizada por
los “estacioneros”, que se desplazarán con
cantos lastimeros y oraciones, mientras se van
prendiendo las grandes antorchas en los Imagen 58
costados del sendero (Ver Imagen 58), al tanto Procesión religiosa engalanada con cientos de
una enorme Luna Llena (propia de los Viernes candiles y antorchas
Santos) se yergue sobre el horizonte, en un ambiente impregnado por fragancias del “candil
cítrico”, que embriaga transportándote en un auténtico viaje al pasado con aires místicos que
culmina en un altar, donde se recrea la crucifixión de Jesús, así como la exhibición de “cuadros
vivientes” que se hacían en años anteriores.

El autor de tan curioso mural fue el artista popular autodidacta Cecilio Thompson (1968-2006),
quien experimentó una fascinación temprana por el arte. La corriente artística con la que se
identificó fue el “naif50”, un estilo de pintura en el que se utilizan vivos colores, emulando ciertos
rasgos del arte infantil, en la que la perspectiva poco o nada importa, sino más bien centrándose
en los elementos que el artista desea denotar, todo ello gracias a un complejo trabajo
cromático, que en su conjunto consigue recrear una historia, una costumbre, o cualquier otro
motivo espontáneo con mucha vida.

50 Naif: Estilo de arte que emerge a finales del siglo XIX. Proviene del vocablo francés “naïf”, que significa “ingenuo” por su carácter
eminentemente espontáneo.

119
Hacia 1992 conoce a “Koki Ruíz” (Delfín Roque Ruiz Pérez), otro gran artista autodidacta que
se encontraba investigando y rescatando valores históricos de Tañarandy, fundando juntos un
taller y proyectando arte en el pueblo de una singular manera nunca antes vista.

En Tañarandy por ejemplo, no existe una numeración de casas, esto es oficiado por unos
carteles que poseen el apellido de la familia en cuestión, adornados por un dibujo que
represente el estilo de vida del morador.

Afortunadamente la hija del desaparecido artista naif, emularía con gran entusiasmo los pasos de
su padre, Chely Thompson (25) otro actual ícono del mencionado pueblo, quien constituyó una
importante guía para este proceso de investigación.

Durante un viaje relámpago cargado fundamentalmente de entusiasmo y otra gran dosis de


curiosidad, llegué hasta el pueblo de Tañarandy, oficiando como guía Chely Thompson, quien
demostró una amabilidad admirable y un gran interés en aportar detalles hacia el mural que
pintó su padre, así como la historia que se cernía en ella (Véase Imagen 59).

Imagen 59
La artista plástica Chely Thompson posando frente a la obra de su padre

Llegamos hasta una casa quinta bautizada como “Kandire” (término que expresa, “lo que nunca
muere”), una extensa propiedad que alberga cabañas, quinchos, que perteneció al matrimonio
constituido por el belga Baudouin Quartier y la paraguaya Mirtha Isabel Clari, un hermoso lugar
que evoca paz con sus rasgos rústicos.

Enmarcado por unos postes que soportaban unas enredaderas plantas de “Santa Rita” (Nombre
científico, “Bougainvillea”) surgía el imponente mural vestigio de anécdotas peculiares, realizado
en el año 1999 con signos visibles del paso del tiempo.

Con orgullo Chely Thompson profirió:

120
“Papá pintó que había aquí en Tañarandy. Empezó a recrear entonces las tres marías (en la
imagen corresponde a las tres Vírgenes), la estrella fugaz, la Luna… esto le tomó como dos
semanas terminarlo. Es algo lindo, algo que la gente quiere ver, más lo que pasa de noche en
Tañarandy…”.

- Maidana: “¿Qué le impulsó a tu padre a pintar el mural de Kandire?”.

- Chely Thompson: “La señora (refiriéndose a Mirtha Clari) pidió algo de lo que pasa en
Tañarandy pero de noche, todo lo que se ve, por ejemplo el platillo volador, el “yacaré” que se
va junto a las chicas, un señor que pilló a su señora con otro hombre, también el Luisón, algunos
que querían matar, también están las parejas, familias que ven el fútbol con la cerveza, y aquí
está (señalando) la famosa casa de Kandire con el dueño de antes, quien ayudaba a un equipo de
fútbol de Tañarandy, además aparece esta calavera que representa a un guardia que había
muerto aquí, después de eso la gente no quería más venir aquí…

Pero en esta parte se encuentra el grupo que


ve el platillo volador, una de ellas es Petrona
Chamorro con su novio, así como su mamá
también quien vio” (Ver Imagen 60).

La sospecha inicial se confirmaba, la razón de


aquel elemento ajeno a la cultura paraguaya
obedecía a una historia y no a un capricho del
artista.

Un poco alejado de Kandire, se encontraba la


vivienda de la Familia Chamorro, marcada por
un cartel amarillo que contenía unos gráficos
Imagen 60 de unas palmas, agua bendita, flores, una
En el mural se aprecia a personas señalando al cielo, virgen, significando que la propietaria era una
mientras un inmenso platillo volador se cierne sobre
ellos durante una profunda noche estrellada

persona entregada a la “medicina alternativa”,


dicho en vox populi, “yuyera”, alguien que ejerce
técnicas de sanación basadas en plantas
medicinales acompañadas de oraciones, allí
moraba la Sra. Fidela Chamorro testigo del
inusual objeto volador durante el mes de
Septiembre de 1998, motivo de inspiración para
el mural.
Sentada en una tradicional “silla cable” se hallaba
una afable mujer, que con cortesía nos recibió Imagen 61
en su fastuoso patio adornado por extendidos La Sra. Fidela Chamorro narrando con incontenible
maizales de un costado y una viva arboleda emoción, el extraño avistamiento producido en su
alrededor (Véase Imagen 61). campo

121
De una fina memoria, y con gestos sinceros se inició la entrevista.

- Fidela Chamorro: “Nosotros todavía no dormíamos, estábamos mirando la TV, con los niños,
y ella (su hija, Petrona Chamorro) estaba sentada aquí con su novio...

De repente se apagaron todas las luces, algo apagó las luces. Llorando y corriendo vino mi hija
diciendo: ‘¡mamá, se apagaron todas las luces!"

Así vino temblando (representando con las manos), la pieza estaba obscura y se apagó la tele.

Después salieron ellos, porque vieron que se bajaba acá algo, antes aquí no había nada
(indicando el sitio al costado de los maizales), vieron que descendía ‘algo como una sombrilla
pero muy grande’.

Luego de un rato vine yo, y nos íbamos ir a mirar, los perros y todo fueron tras nuestro, y de
repente en ese momento se prendieron otra vez las luces… Vimos otra vez las luces.

Al día siguiente cuando fuimos a atar a las vacas, miramos ahí donde se bajó, y se quemó
totalmente el pasto…”, relató emocionada y sorprendida.

Prosiguió...

- Fidela Chamorro: “Parece que prendieron fuego, era grande y circular como la rueda de una
carreta, con líneas hacia el centro.
Mi hermano estaba… había dicho, ‘¡Esto es un tesoro!’, llevó una pala y comenzó a cavar, como
a un metro. Realmente muy profundo se quemó, porque hasta las raíces del pasto, se
quemaron”.

- Maidana: “¿Existe todavía algo del redondel?”.

- Fidela Chamorro: “Dos veces ya se bajaron señor... Otro día volvió a bajar lo mismo, en el
mismo lugar.

Aquello fue durante una noche otra vez. Nosotros por nuestras vacas teníamos miedo, porque
me dijeron que los llevan, eso dicen, que ‘ellos’ los encuentran, alzan y llevan para analizar.

Esto ya vieron muchos vecinos, (refiriéndose al objeto). Esto es todo lo que sé, realmente
grande fue el susto de mis hijos, más de la que estaba con su novio”.

La ausencia de términos controversiales como nave, platillo volador, entre otros, añade una alta
credibilidad a este testimonio incontaminado, descartándose sugestión de cualquier naturaleza,
aludiendo tibiamente a la seguridad de sus vacas debido a un rumor construido por sus vecinos,
opinión ajena a la testigo y posterior a los hechos, quién se limitó a la descripción morfológica…
“algo como una sombrilla pero muy grande”.

122
Con filmadora en mano nos desplazamos hasta el fondo de su propiedad, hacia el sitio exacto
donde había “descendido el objeto”, un páramo flanqueado a lo lejos por cocoteros golpeados
por el viento como firmes ante la adversidad y la serenidad del sitio.

Allí la Sra. Fidela Chamorro explicaría que en la superficie donde pisábamos, intentó
infructuosamente en diversas ocasiones plantar desde tomates hasta mandiocas, sin embargo
nada crece correctamente, se empobreció el suelo, este perímetro constituía el sitial donde se
observó el objeto, lo llamativo es que a pesar de haber transcurrido unos 14 años el terreno
aparentemente no se ha recuperado.

Esto se confirmaba al constatar, que el pasto agreste que atestaba el lugar iba paulatinamente
desapareciendo hasta donde nos encontrábamos, en un radio de unos 10 metros
aproximadamente, donde existían unas pocas hierbas salpicadas y el suelo carecía de material
orgánico (Véase Imagen 62).

Con la intención de efectuar una investigación


más rigurosa procedí a la extracción de una
muestra del terreno primeramente en el sitio
donde carecía de vegetación, allí se recolectó y
conservó en un recipiente etiquetado, el suelo
correspondiente, así como otra muestra para
efectuar el contraste, a unos 3 metros del sitio
clave, donde pululaban las hierbas, colectándose
nuevamente otra muestra que igual que la
anterior fue rotulada y conservada para un
futuro análisis con la tecnología necesaria.

Sin embargo cuando se creyó haber observado y


oído todo, la Señora Fidela Chamorro revela
que Cecilio Thompson había pintado un enorme
cartel hecho de chapa metálica donde se
Imagen 62 recreaba el avistamiento pero con algunos
Área donde presuntamente el artefacto se posó, a rasgos exagerados y otros agregados de manera
pesar del tiempo transcurrido el terreno en aquella
artística.
región aparece casi yermo

Inmediatamente pregunté si existía el dichoso cartel, a lo que afirmativamente respondió la


dueña del predio, comentando que lo tenía guardado desde hacía varios años, entre unas
chatarras que acumulaba en el techo de su depósito.

Con la ayuda de Chely Thompson iniciamos el “rescate” por decirlo así de un fragmento
interesante de esta historia que permanecía hasta en aquel entonces inédita, al sostener una
pequeña escalera que utilicé para subir cautelosamente mientras hurgaba entre pesadas
chatarras el cartel. A mitad de este apilamiento se reveló una pieza rectangular que contenía
inexpugnablemente un platillo volador que proyectaba luces blancas hacia abajo, despidiéndose
de unas personas que observaban el objeto contra un cielo estrellado.

123
Una vez colocado el cartel en el suelo, se contempló en su magnitud, adornado con un
pergamino que expresaba, “La Comunidad de Tañarandy da la bienvenida a los extra terrestres que
nos visitan. Septiembre 1998” (Ver Imagen 63).

Imagen 63
La chapa que contenía la peculiar pintura, develaba la increíble experiencia acaecida,
acompañado de un insólito escrito a guisa de bienvenida

Evidentemente esta anécdota inspiró al artista popular, quien decidió plasmarlo en aquel cartel
que se encontró emplazado por mucho tiempo frente al hogar de la familia Chamorro, pintando
a la Sra. Fidela Chamorro (centro) con una cabellera larga canosa elevando sus manos,
acompañada de su hija, Petrona abrazándose con su novio Gustavo (derecha), un guardia del
lugar, así como su fiel perro negro, mascota de Doña Fidela, que se adelantó a todos para
observar lo que pasaba.

En la gráfica también se aprecia a otros jóvenes que observaron también, y aparece Cecilio
Thompson (izquierda) brindando el momento con un vaso en mano, como una firma suya de su
obra, sin embargo el jamás estuvo presente ni fue testigo de esto (Ver Imagen 63).

La razón por la que se apiló el cartel con otros objetos en el techo de un depósito, fue debido a
que hacia el año 2000 se desató un fuerte temporal que arrancó la obra malográndolo y
encontrándose alejado varios metros de su lugar original, por lo que Fidela Chamorro decidió
conservarlo para protegerlo.

De capital importancia revestía encontrar a su hija, quien fue la primera en advertir la presencia
de aquel extraño fenómeno con su pareja.

Su hija Petrona Chamorro Genez hacía varios años había abandonado el país, eligiendo como
derrotero Buenos Aires (Argentina), pero a pesar de ello inicié una búsqueda con el afán de
entrevistarla, situación que se concretó muchos años después por obra del destino.

124
Una persona madura, sincera, agradable que experimentó una afectuosa nostalgia al revivir su
adolescencia, recordando su tierra, a su madre, las emociones que conllevaron por la presencia
de aquel cartel donde ella aparecía, así como lo que había visto aquella noche…

- Petrona Chamorro: “Pasaron tantos años que casi nunca le comenté a nadie, porque no me
iban a creer…

Era muy pendeja creo que tenía como 18 años. Estaba debajo de la planta de mango que estaba
en frente a la casa de mamá, con mi novio, él estaba de visita.

De repente escuchamos ruidos extraños, pero no le dimos importancia.

Luego de varios minutos apareció una luz fuerte, enorme, que iluminó todo detrás de la casa de
mamá, nos asustamos y fuimos corriendo adentro de su casa.
Después volvimos a salir para sentarnos, volviendo la luz blanca que nos asustó, ¡era una cosa
de locos!

Miramos primero la cosa esa, venía despacito o sea alumbraba poco, sin embargo a medida que
bajaba era más fuerte, es muy difícil de explicar, pero lo vi tan bien que dije: ¡esto me va a
llevar!”, ríe por lo que pensó en aquel momento.

- Petrona Chamorro: “Es increíble pero bueno, uno cree cuando le pasa.

Al día siguiente de todo eso, fui a la chacra de mamá y vi los rastros que dejó esa luz, en la parte
donde lo observé encontramos el pasto todo quemado, fue algo asombroso porque era como
que algo bajó en la chacra, y quemó el pasto, dejando una marca bien redonda, el pasto era
verde, y una parte se veía como que se quemó, o sea estaba seco.

Es muy raro de contar y explicar, nunca le di importancia a todo esto…”.

- Maidana: “Dime, ¿era una luz o un objeto con luz?, y según lo que recuerdas, ¿De qué color
fue la luz?

- Petrona Chamorro: “Primero era una luz muy fuerte… y sí fue un objeto con luz, era de color
blanco con mucha fuerza, no se podía mirar bien, molestaba bastante los ojos de tan potente
que era.

Se apagaron las luces de la casa, pero rápidamente volvió otra vez, creo que en ese momento ni
las gallinas se movieron, como unos 5 a 10 minutos duró esa luz”.

- Maidana: “¿Recuerdas si alguien tomó fotografías de la huella en aquel tiempo?”.

- Petrona Chamorro: “Creo que la hermana de Camilo Cantero de San Ignacio, vino también
para hacerme preguntas en esa época, me parece que Camilo trabajaba en un diario no
recuerdo bien…”.

- Maidana: “¿Qué fue lo último que hizo la luz?”.

125
- Petrona Chamorro: “Despacio subió para arriba otra vez. En aquella época creí que me
perseguía esa cosa, porque creo que volví a verlo estando sola, por eso hicieron esa pintura en
frente de la casa de mamá, después yo viajé para Buenos Aires, ciudad donde resido desde
1999”.

- Maidana: “¿Es cierto que varias personas en Tañarandy lo vieron?”

- Petrona Chamorro: “Sí varias personas vieron en Tañarandy.


Yo me hacía la desentendida en esos tiempos, porque en el pueblo todos me molestaban y más
por la pintura esa.

Al principio no decía nada al respecto, pero fue mi mamá la que empezó a hablar del tema,
porque pensaba que nadie me iba a creer, de igual manera nunca volví a mencionar esto a
nadie.

¡Cómo me enojé en ese tiempo por la pintura!, porque no quería que lo pinten. Hace ya como
4 años que no viajo al Paraguay por varios motivos y la verdad no se sí está todavía ese cartel
ahí”.

Su declaración fue significativa, entreviendo que ella efectivamente no sacaba partido de la


historia, prueba de ello constituyen los prejuicios incipientes posteriores a los comentarios del
suceso, que se avivaban por un cartel que recordaba diariamente a los transeúntes aquella
historia.

Un cartel que atesoraba una historia fascinante, que del polvo se ha levantado, del óxido volvió
a relucir, cumpliéndose la promesa de Chely Thompson en restaurarla (Ver Imagen 64),
encontrándose actualmente firme, sobrio de vivos colores, despertando la curiosidad de cientos
de personas que ignoran lo que sucedió en aquel distante pueblo de Tañarandy…

Imagen 64
Aspecto actual del cartel ulterior a su merecida restauración

126
Algo definitivamente conmovió a los pobladores de la remota e histórica ciudad de Humaitá
(Departamento de Ñeembucú) a unos 341 Km al SUR de la capital, según las crónicas de los
primeros días de septiembre del 2008.

Humaitá es una toponimia configurada por los vocablos en guaraní de “Yma” (antiguo) e “Itá”
(piedra), se traduce como “Piedra Antigua”, ostentando su razón de ser, al existir un lugar
denominado como Itapunta donde se encuentran piedras macizas de una sola pieza a orillas del
Río Paraguay, lugar que designa a la ciudad según algunos.

Fue escenario de cruentas batallas y el bastión de la resistencia paraguaya durante la Guerra de


la Triple Alianza (1864-1870), acoge trincheras como el famoso “Batería Londres”, o la otrora
“Iglesia de San Carlos Borromeo” (actual “Ruina de Humaitá”) una de las más grandiosas Iglesias
construidas en Sudamérica durante el Siglo XIX, del cual solo queda la fachada frontal por culpa
de las metrallas y pretéritos cañonazos.

Su tierra atesora aún vestigios de aquel tiempo, encontrándose enterrados proyectiles, botellas,
utensilios, y balas de cañón, objetos de deseo tanto para el aficionado como para el historiador.

El 1 de septiembre del 2008 el periódico


nacional, “ABC Color”, publicaba “Extraños
círculos sobresaltan a Humaitá”, escrito por la
corresponsal Clide Noemí Martínez,
informando que “extraños círculos se observan
en la que fue una pista de aviación de Humaitá y
el cementerio de las tropas brasileñas durante la
guerra del 70” (Véase Imagen 65).

El propietario del predio utilizado hace tiempo


como pista de aterrizaje, sería el Sr. Antonio
César Giménez, quien hallaría unas 12 raras
circunferencias en el suelo con distintos
diámetros, atribuyéndolos a “la danza de los
demonios y no a los extraterrestres”, “afirma
haber observado durante la noche decenas de
luminosos ojos que no corresponden a ningún
animal conocido, en el lugar donde aparecen los
Imagen 65 círculos”, manifestaba en la rúbrica, añadiendo la
El portal web de ABC Color dando parte del asunto periodista:

“A pesar de las marcas, el pasto no se ve quemado por fuego, ni tiene rastros de haber sido
pisoteado. En todos los casos los dibujos corresponden a circunferencias y aparecen acompañadas de
numerosos hongos que siguen la línea curva de las marcas”, aludiendo que una Docente de

127
nombre Vicenta Miranda propietaria de un Museo Privado constató in situ estas figuras
interpretándolas como marcas de aterrizajes de OVNIs que suelen exhibirse en documentales.

La coletilla argumentaba que no sería el primer suceso extraño en la región de Ñeembucú,


donde incluso se han observado humanoides.
Posteriormente el diario “Crónica” hacía eco el 4 de septiembre del 2008, con un título
amarillista y cargado de ironía “Marcianos farristas -visitaron- Humaitá” (Ver Imagen 66):

“Vinieron. Los que vieron dicen que


eran pora51. Aseguran que llegaron en
unas 16 extrañas naves que se posaron
el jueves último, como a medianoche,
en un inactivo campo de aterrizaje.
Cuentan que estuvieron como cuatro
horas, luego volvieron a despegar una
tras otra nave, en poco menos de un
minuto. Los OVNIs visitaron Humaitá, a
40 kilómetros al Sur de Pilar”. Imagen 66
Sarcástico titular exhibía el diario Crónica
Se rumoreaba que el entonces
Intendente de Humaitá, Federico Cáceres Delgado, habría recibido la denuncia de pobladores
que observaron descender extrañas naves en el lugar, y que él siendo piloto, se enteró en más
de una ocasión sobre OVNIs, observando uno de estos.

La noticia cual reguero de pólvora, se extendía en portales web ufológicas como “Tercer
Milenio”, del periodista mexicano Jaime Maussan, escrita por Pedro Ávila Rubio, basado en el
informe realizado por ABC Color.

El diario “Ultima Hora” también ofrecía su


parte con una redacción de Juan José Brull, en
la que se distinguía una imagen de la Prof.
Vicenta Miranda señalando el redondel (Véase
Imagen 67), plasmando la discusión del pueblo
sobre el origen de tan singulares huellas.

“Algunas de estas marcas tienen dos metros de


diámetro, las pequeñas se acercan al medio
metro”, arguyendo que el número total
círculos era de 15, discrepando por lo
publicado en ABC Color. Imagen 67
La Prof. Vicenta Miranda indicando con el pie
la sorpresiva huella

51 Póra: fantasma, aparición en lengua guaraní.

128
Algunos atribuían estas marcas al “Pombero”, una criatura mitológica, posiblemente un duende,
conocido por otros nombres como Karaí Pyhare (Señor de la Noche) o Pyragué (Pies peludos).
Emite un fino silbido desde las sombras como un signo de su presencia, la fisionomía varía de
acuerdo a las versiones, a veces se lo describe como un indígena enano de grandes ojos feos de
tez obscura y brazos largos, en otras está cubierto de pelos, su origen no está del todo claro
llegándose a dudar de su vínculo guaraní.

Despierta atención la inexistencia de alusiones a supuestos humanoides emitidos por “ABC


Color” tanto por el diario “Crónica”, como esta:
“Un pescador amigo suyo (aludiendo al Intendente Cáceres Delgado) y que ayer se encontraba
pescando lejos de Humaitá, le había informado que vio a seres de mediana estatura descender de las
naves, todas de color blanco tirando a plateado”

Más allá de cualquier conjetura, algo realmente interesante sucedía y ameritaba una
investigación a fondo, embarcándome en un viaje de más de 6 horas, contemplando la agreste
belleza de los esterales a la entrada a Humaitá, entre el vuelo de garzas rosas que irrumpían al
alba.

Conocí a la Prof. Vicenta Miranda dueña del Museo Petit “Don Maximino”, desde donde se
exhibe una vasta colección de objetos de la pretérita guerra, percibiendo en ella una profunda
pasión por nuestra historia, mientras nos dirigíamos al famoso campo del que dio que hablar,
acompañados por su fiel perro explorador “Rambo” (Ver Imagen 68).

Durante la caminata en los polvorientos


sendos rodeados de extensas praderas bajas,
comentaba que por medio de su desaparecida
hermana fue como se había enterado de las
huellas, que al verlas encontró semejante a los
que se muestran en los documentales.

- Prof. Miranda: “Era una antigua pista de


aterrizaje”.

- Maidana: “¿Cuál?”.
Imagen 68
La vía que conduce al campo del que dio que hablar.
- Prof. Miranda: “Allí donde nos estamos
En la imagen se aprecia a la Prof. Miranda yendo. Donde se hizo el avistamiento. Hay un
quien ofició de guía con “Rambito” como escolta monumento a un piloto que su avión se
estrelló y murió ahí”.

Se trataba del Tte. 1ro Enrique Aliana fallecido en 1947, presumiblemente por un descuido suyo
al sobrecargar con naranjas y pomelos su avioneta, forzando al motor, estrellándose
posteriormente.

129
El sitio es también una otrora trinchera de la Guerra de la Triple Alianza, parte del cuadrilátero
del sistema de defensa, que se empalmaba con algunas lagunas hasta el Río Paraguay.

Ya en el predio, distante a unos 3 Km de la ciudad, nos


recibe un apacible ganadero propietario del terreno, el
Sr. Antonio César Giménez, conocido como “Baby”
(Véase Imagen 69).

En un primer vistazo los círculos ya habían desparecido


a excepción de una, la más grande, del que el Sr.
Giménez nos señalaba con el pie, recorriendo y
demostrando su considerable diámetro.

Ante cualquier pronóstico y a pesar del tiempo


transcurrido, las hojas de las hierbas de lo que parecía
la banda (el borde) del círculo de unos 10 cm
presentaban una tonalidad verde-liliácea totalmente Imagen 69
opuesta al resto de las hojas circundantes. El ganadero Antonio César Giménez ofrece su
invaluable testimonio con toda probidad y
Tras efectuar una medición se precisó que el diámetro sin prejuicio alguno.
fue de unos 8 metros, entrelazándose con la
reminiscencia de otro anillo, resultando una figura de 8 o un infinito que no se llegaba a cerrarse
del todo.

- Sr. Giménez: “Había un círculo de 5 metros de diámetro, con una salida, una abertura, porque
nunca cerraba. Hongos los 2 primeros, después empezaron a aparecer de tamaños pequeños, y
variaban.

De cuatro tamaños había. Esos ya no tenían orificio de salida. Esos círculos más chicos no tenían
salida, los más grandes sí, siempre tuvieron salida. Una especie de puertita ahí, que no marcaba
ahí en ese lugar”.

- Maidana: “¿Aparecieron dispersados por todo el campo?”.

- Sr. Giménez: “No por todo el campo. Porque allá hay un esquinero grueso, nunca atravesó
ese esquinero, siempre por este lado” (realizando gesto de aprobación), más agregaría; “Se
terminó después de aparecer una botella parece… de agua bendita, con un plástico, porque la
gente habrá averiguado y como cruzaban, le molestaba posiblemente, tenían miedo. Creo que
era agua bendita, no tenía nada raro”.

- Maidana: “¿Qué particularidad encontró en el pasto?”.

- Sr. Giménez: (señalando al círculo que aún sobrevive) “Este, cambió el color del pasto. Y de
esos otros no cambió”.

- Maidana: “¿Llegó a ver luces en el cielo o algo, antes de esto?”.

130
- Sr. Giménez: “Nada no vi”.

- Maidana: “¿Y a su criterio, que podría ser?”.

- Sr. Giménez: “Se dice que el pombero es el hermano menor del diablo. Y posiblemente es
cosa de él. Espíritus. Primera vez que ocurre esto”.

- Maidana: “¿Había relatado que aparecieron en otros campos estas mismas figuras?”.

- Sr. Giménez: “Sí, hay fotografías y todo eso... En el campo de la Sra. María Vda. de Souto,
mismas características. Sólo que allí apareció algo debajo de un alambrado”.

- Maidana: “¿En el mismo tiempo?”.

- Sr. Giménez: “En el mismo tiempo”.

Se desmitificaba así las versiones sobre ojos extraños y seres humanoides, el humaiteño
Giménez descubrió una buena mañana menudos círculos en el pasto, eso era todo.

Al término de la entrevista, realicé un bosquejo del terreno, fotografiando y documentando


(Ver Imagen 70), para posteriormente proceder a la extracción de suelo con material vegetal
para su futuro análisis en un laboratorio.

Se han marcado los puntos “A” y “B”. El sector A está fuera de la banda del redondel,
extrayéndose tierra denominado desde ahora E-1 (Evidencia 1), ahora bien en el sector donde
se encuentra el pasto claramente diferenciado, denominado B, desde donde se vuelve a asir un
poco de tierra depositándolo en un frasco etiquetado como E-2 (Evidencia 2).

Imagen 70

131
Ergo, dos muestras, por un lado el denominado “muestra de control” del que suponemos no
contiene fitopatógenos52 o algún elemento químico que altere el metabolismo vegetal, y por la
otra el correspondiente a la hierba alterada.

Presto me dirigí al Departamento de Fitopatología


situado en el Campus de la Universidad Nacional
de Asunción (UNA), ciudad de San Lorenzo, con
la esperanza que un especialista realizara el
análisis correspondiente (Véase Imagen 71),
donde el Ing. Agrónomo Cristhian Javier
Grabowski, sin titubeo alguno accedió para
realizar el análisis microscópico no sin antes
sorprenderse por el origen de las muestras.

Existe un fenómeno natural relacionado a las


marcas circulares en la hierba conocido como
Imagen 71
Laboratorio de Fitopatología de la Universidad
“Anillo de Hadas” o “Corro de Brujas”,
Nacional de Asunción (UNA) denominados así por un hilo de interpretaciones
mágicas a lo largo de la historia, por ejemplo en la
edad media el vox populi aludía a duendecillos o hadas que salían por las noches bailando en
corro, agarrados de las manos y cantando, donde las setas que aparecían en rededor eran sus
asientos (Véase Imagen 72), otros imaginaban que la razón del círculo se hallaba en los vahos
caldeados que manaban del mismo infierno, pudiendo haber sido el mismo diablo quien salía a la
superficie a batir su mantequilla mientras caminaba circularmente.

Sin embargo la explicación residió todo el


tiempo en las setas, la biología ha demostrado
que la mayoría eran el efecto de ciertos
basidiomicetos53, puntualmente un hongo
conocido como “marasmius oreades”, el cual
posee un sombrerito de 5 cm de diámetro
similar a una campana, blanquecino y aspecto
carnoso, apreciado en la gastronomía.

El sombrero del hongo designado carpóforo es


parte del órgano reproductivo, constituyendo
el hongo unas raicillas denominadas micelios,
que se propagan a pocos centímetros de
Imagen 72
profundidad, absorbiendo los nutrientes que se Mágicas elucubraciones se han servido siempre del
hallen en la tierra. denominado “anillo de hadas”

52 Fitopatógenos: Microorganismos que producen enfermedades en las plantas.


53 Basidiomiceto: División del Reino Fungi, que corresponde a la mayor parte de los hongos superiores con “sombrero”.

132
La singular marca puede extenderse más allá de los 20 metros, dependiendo de la
homogeneidad del suelo tanto como la cantidad de los nutrientes.

Pero ¿Cómo sucede esto? Mientras el micelio gana terreno bajo tierra, libera ciertas sustancias
durante la descomposición como el nitrógeno, provocando un notorio enverdecimiento e
incluso un ligero aumento de tamaño en las hierbas de la superficie, pero una vez consumidos
todos los nutrientes comienza a marchitarse el micelio desde el punto de partida sobreviviendo
en los límites de la extensión radial, desde donde emergerán los carpóforos para eventualmente
liberar esporas que serán transportadas por el viento, reproduciéndose más allá de la línea
porque en el centro del círculo no hay alimento para este pudiendo añadirse diámetro de esta
forma.

Sorpresivamente en el caso Humaitá, según los análisis del Ing. Grabowski, no se hallaron
rastros de algún tipo de hongo, considerándose que las muestras fueron expuestas a cultivo por
varias semanas, sin embargo ningún patógeno apareció.

A prima facie, el Ing. Grabowski sostuvo la tesis del “anillo de hadas”, sin embargo no pudo
explicarse la forma de anillos entrelazados y menos aún sin rastro de hongo alguno en la tierra.
Cabe recordar que no aparecieron hongos en las periferias de los anillos de 8 metros, entonces
¿Tiene alguna relación las luces que unos pescadores atisbaron la noche anterior, o es mera
especulación infundada?

Buscando respuestas consulto al conocido investigador argentino Luis Burgos, con 43 años de
pesquisas ufológicas, autor de un catálogo de 5000 casos que van desde 1947, del que el
“fenómeno aterrizaje” es su especialidad, quien basándose en la documentación fotográfica del
terreno, los bosquejos de las mediciones e ignorando el resultado laboratorial (para no sesgar
su opinión), profirió:

“Efectivamente, hay una enorme


coincidencia de los rastros de Humaitá
con los que investigué e investigo en
Argentina. Son los que denomino
HUELLAS DEL TIPO SECAS O
DESHIDRATADAS”.

Similares marcas se hallaron en una


zona bautizada como “El Nido”, un
sector de Buenos Aires (Argentina),
donde Burgos había investigado
confirmando lo que había escrito (Ver
Imagen 73).
Imagen 73
Marcas en el césped encontradas en la Argentina curiosamente
similares a los de Humaitá

133
Es conveniente traer a la mesa el testimonio del
Ex Intendente de Humaitá, a quien entreviste
desde su residencia (Véase Imagen 74).

- Ex Intendente Cáceres: “En aquella


oportunidad los vecinos normalmente pasaban
por esos lugares para ir a su trabajo, sin
embargo un día amaneció eso y bueno…
primero recurren a la autoridad porque era algo
extraño dando un informe, entonces les
acompañé y me mostraron el lugar…
encontramos 17 o 18 circunferencias de
diferentes diámetros y no cerraban las
Imagen 74
circunferencias… y la parte más grande del
El Piloto y Ex Intendente de Humaitá, Federico
círculo que era aproximadamente unos 60 o 70
Cáceres, durante la entrevista
cm de ancho, el pasto totalmente seco”,
sentenció.

“Hablando con otras personas, pescadores… La comunidad en un 50 o 70% fueron a observar


porque era algo llamativo, comentaban que vieron algunas luces que vinieron desde la costa
argentina y hacían un giro hacia “Batería Londres”, yendo hacia esa ex pista de aterrizaje”.

- Maidana: ¿Ud. recuerda los nombres de algunos de esos pescadores?”.

- Ex Intendente Cáceres: “Los conozco perfectamente, me acuerdo de Zacarías, Ramón


Méndez, un pescador de la zona, que también comentó cuando eso. Y ahora… que grado de
verdad hay… no le puedo decir si realmente allí posaron o aterrizaron algunos OVNIs. Pero sí
de que me fui a ver en aquella oportunidad. El diámetro más chico del que le estoy hablando,
era aproximadamente de 2,50, y el más grande de unos 7 a 8 metros de longitud. Llamó mucho
la atención, porque eso nunca ocurrió y tampoco volvió a ocurrir después”, (Nota: recordar la
acotación del Ganadero César Giménez). “Y allí en el campo Wallace, también me comentaron
y fui a ver, la misma cosa, pero solo había una circunferencia que apareció también en el mismo
lapso de tiempo, con las mismas características, de aproximadamente 3 a 4 metros de
diámetro”, describía sus recuerdos añadiendo: “Un muchacho de nombre Herminio, también
me comentó que vio las luces, inclusive le siguió, y que se dirigía hacia él, hacia el primer campo
del cual estamos hablando, yo personalmente no he visto”.

- Maidana: “¿Qué características presentaban estas luces, según las versiones?”.

- Ex Intendente Cáceres: “Ellos decían que eran luces que no tenían ruido, para decir que era
un avión, porque el avión es muy distinto eso siempre llama la atención. Pero de que se ve hacia
allí, hacia la zona de Curupayty, suelen comentar que hay luces así”.

Sus declaraciones representaban un tesauro al aportar que OVNIs se observaban desde la


región de Curupayty, alejado a 8 km de Humaitá, célebre por una triunfante batalla ejecutada
allí, durante la Guerra Grande el 22 de septiembre de 1866.

134
La rúbrica del Diario Crónica intentaba establecer una conexión entre las huellas y un
avistamiento de OVNI efectuado por el Intendente, sin embargo este último se dio en realidad
unos 5 años antes (2003), en un paraje dibujado por carrizales y esterales cercanos a la famosa
“Laguna Méndez”.

- Ex Intendente Cáceres: “Otro caso en el que yo he visto con unos amigos en mi propiedad
hacia Curupayty, que linda hacia una laguna de pesca grande, fue que observamos algo que no
era avión. Eran aproximadamente las 9 de la noche e iba muy lentamente, como una pelota de
luz normal, digamos, porque los aviones siempre están destellando.

No tenía luces de navegación, destellos, nada. Y siempre comentan de eso los vecinos, pero
nunca pudimos precisar que es eso”.

Sobre la condición meteorológica de aquel día apuntaría:

- Ex Intendente Cáceres: “El cielo estaba despejado totalmente, con una Luna Llena, aquella luz
venía del SUR dirigiéndose hacia el NORTE, eso lo puedo decir con veracidad. A una altura
estimo de… 1.000 metros (1 Km), con respecto al horizonte unos 60°. No producía ningún
ruido. Era como una pelota de fuego, que iba por el cielo, opaca, no muy brillante”, continuaría,
“El color era similar a las lámparas Sol de Noche, que eran a kerosene, más o menos ese color,
amarillo-anaranjado. Estábamos entre cuatro personas, nos quedamos a mirar, cada uno dando
nuestra opinión. Nunca dilucidamos. Todos coincidimos en que no era un avión; también yo
pensé eso… sucede que en muchos aeropuertos también suelen lanzar globos sondas pero no
era eso, aparte que el Aeropuerto Internacional de Corrientes está bastante retirado. El viento
era calmo en superficie, para decir que venía con un viento SUR. Eso no era un globo sonda.”

- Maidana: “¿Cuánto tiempo duró?”.

- Ex Intendente Cáceres: “Duró hasta perderse, unos 15 minutos aproximadamente. Los otros
que estaban fueron Cabañas, Asunción Zayas, Rivarola y yo. Inclusive dejamos a un lado la
pesca, para observar y debatir eso que llamó mucho nuestra atención”.

- Maidana: “¿Ud. es piloto?”.

- Ex Intendente Cáceres: “Sí. Piloto civil, trabajé aproximadamente 9 años como piloto
aviador”.

- Maidana: “¿Que ha escuchado en la zona de Curupayty?”.

- Ex Intendente Cáceres: “En la zona de Curupayty recuerdo que el Sr. Derlis Pérez, oriundo
de la Ciudad de Pilar, estaba haciendo un trabajo de mejoramiento y hermosamiento de los
monumentos históricos, durante una noche que acampaban, al quedar trabajando por dos
meses, comenta que observó con todo su personal, que se desplazaba también una luz, un
objeto volador no identificado que ellos coincidieron también en que no era un avión”.

135
Investigando había encontrado una testigo
que viviría su infancia en la citada región,
ella es la Sra. Juana Mendoza, guía del
Museo Histórico de Humaitá (Véase Imagen
75), Ex Cuartel del legendario Mcal.
Francisco Solano López, quien atentamente
revelaría detalles de un suceso cuando
contaba con unos 10 años, en 1976:

- Sra. Juana Mendoza: “Cuando era muy


Imagen 75 chica había visto con mis padres, y no una
sola vez. Hemos visto luces diferentes
Realizando el boceto de un avistamiento producido hacia
Curupayty, por parte de la Sra. Juana Mendoza
desplazarse en el cielo sobre el monte, se
visualiza algo que no es común de algo que uno ve siempre, por ejemplo las estrellas fugaces,
los satélites, aviones.

Realmente es muy diferente. Mis padres decían siempre que han visto eso, ellos se daban
mucho a la caza o la pesca, y andaban mucho por esos lugares desolados, y por ahí siempre han
tenido experiencias sobre eso.

Vi una luz muy incandescente, volando en el cielo. Muy cerca del monte, más arriba, y más
abajo, desplazándose así…”, imitando un pulso con las manos.

- Maidana: “¿Y de qué color era?”.

- Sra. Juana Mendoza: “Era de un color anaranjado fuertísimo. Duró poco, y siempre
desaparece como si fuera por arte de magia, ni te das cuenta para donde, pero desaparece. Me
encontraba mirando desde el patio de nuestra casa, en ese tiempo solo había una carretera que
llevaba hacia la Trinchera de Curupayty, y en donde nosotros estábamos era una laguna, que se
llama la Laguna Méndez, muy conocido en la historia, es una laguna grande, casi como un río. Y
encima de ese monte que daba al otro lado de la laguna, nosotros observábamos eso. Ni
siquiera hay vehículos transitando en la zona.

No se podía ver si era un objeto, solo que cambiaba de color. Es como si pega la vuelta así
(girando manos), brillando más y menos, como si estuviera en movimiento. No estaba cerca, no
percibí ningún sonido.

- Maidana: “¿Qué distancia estima del objeto luminoso?”.

- Sra. Juana Mendoza: “Más o menos a 2.500 metros”, calculaba con puntos de referencia del
paisaje actual.

Fenómenos lumínicos aéreos se presentan incuestionablemente en la región, presumiendo


instalarse dentro del margen de la cotidianeidad popular.

136
Otro testigo humaiteño es el Sr. Luis Pintos, pescador, padre de familia, quien a menos de 1 Km
de las Ruinas de Humaitá, desde la orilla del Río Paraguay, fue testigo de un insólito cuerpo
luminoso que se desplazaba inexorablemente de SUR a NORTE, al otro lado de la ribera, el 10
de agosto del 2012 a las 7:45 PM, acompañado por su madre y su esposa.

- Sr. Pintos: “Era un triángulo enorme. Duró unos


tres minutos por ahí. Despacito se iba,
aproximadamente tenía uno o dos metros de
grande” (Ver Imagen 76).

- Maidana: “¿Fue un objeto que tenía luz?”.

- Sr. Pintos: “Una luz nomás era, medio amarillo-


anaranjado”.

Imagen 76 - Maidana: “¿Notó algún sonido?”.


Boceto original del testigo
- Sr. Pintos: “No ninguno. La primera vez que veo
esta clase”.

Sin embargo proseguiría con otro suceso anterior que también fue digno de mención, pero esta
vez con otros 7 pescadores más.

- Sr. Pintos: “La otra clase (aludiendo a otro objeto),


fue una “rueda grande” hace unos 7 años
aproximadamente (2005), era una argolla luminosa
grandota. Primero se veía como una luz, tenía todo
luces, y luego parecía una nube nada más ya, se iba
perdiendo” (Véase Imagen 77).

- Maidana: “¿Ud., está acostumbrado a ver satélites,


estrellas fugaces, aviones?”.

- Sr. Pintos: “Sí, totalmente distinto era. Satélites


muchos se ven por aquí, en la noche de pesca, te
pones a mirar el cielo y seguro que ves satélites, y el
Imagen 77
avión tiene esas luces que titilan y se va rápido
Sketch en el formulario de investigación, de
también”. una inmensa argolla luminosa presenciada

- Maidana: “¿A qué altura más o menos se desplazaba sobre el horizonte?”.

- Sr. Pintos: “Y como unos 100 metros por ahí”.

- Maidana: “¿Cambiaba de color, realizaba destellos?”.

137
- Sr. Pintos: “Solo una luz, y despacio iba”.

Hay una cantidad ingente de reportes sobre “nubes en forma de anillo” dentro de la ufología,
conocidas como “anillos toroidales” designe que hace gala su curiosa forma, donde el aro de
humo gira, creando presiones de aire internas variables que conllevan a una cohesión en la
estructura del vapor.

Los vórtices toroidales pueden observarse perfectamente en aquellas personas que realizan
trucos con el humo del cigarrillo, o más frecuentemente en el resultado de ciertas explosiones
de armamentos que van desde los cañones hasta bazookas, también la naturaleza nos provee de
ejemplos, como el caso del Volcán Etna (Italia), del que ocasionalmente antes de una erupción,
emana un vaho compuesto en gran parte por azufre hacia la atmósfera intermitentemente,
formando algunos anillos de humo (Véase Imagen 78).

Paradójicamente este paradigma no parece aplicarse al


caso del Sr. Luis Pintos, al ser opacos los anillos
toroidales contradiciendo la descripción de aro
luminoso, comparándola como una especie de nube.

¿Fue el residuo de alguna detonación? Ante esto se debe


considerar que una explosión tanto como el disparo de
un cañón, en tan sosegada región sería audible a
kilómetros de distancia, posibilidad que lo confirmaría al
percatarme de una lejana detonación cuando me hallaba
en la ribera, situación que se opone al silencio descripto
por el pescador en el momento del avistamiento.

¿Es el efecto de un cohete fuera de la atmósfera?


Contingencia desarrollada minuciosamente en los
capítulos “Un experimento en el cielo”, Pág. 324 y
“¿OVNI o cohete ruso? en 1971”, Pág. 329.
Imagen 78
Por el momento se concluye que surgieron anillos en la
Fotografía que registra un vórtice toroidal a
pleno día
tierra como en el cielo de Humaitá y sus alrededores,
confiriéndole una dimensión poco explorada que complementa su valor histórico.

138
Aparentemente un extraño incidente se registró en una localidad conocida como “Colonia
Republicano”, próxima a la famosa ciudad de Santaní, también llamado San Estanislao, en honor
al Santo polaco Estanislao Kotska54. Santaní, se encuentra en el departamento de San Pedro,
distante a unos 151 Km de la capital.

Transcurría el mes de noviembre del 2008, cuando un agricultor, Merardo Ovando (54), quien
posee un extensa chacra, donde cultiva sésamo (Nombre científico: Sesamum indicum L.), una
hierba de 1 metro de altura, que produce semillas estimadas por su aceite, y utilizadas en la
panadería, como por ejemplo para el pan de hamburguesas, cuando descubrió que en una
extensión de unos 50 metros, su cultivo quedó totalmente quemado, así como advirtió la
presencia de huellas con cierta profundidad en la tierra, que los atribuyó a algún tipo de
artefacto aéreo que pudo haberse posado, malogrando su sésamo (Ver Imagen 79).

Imagen 79
Merardo Ovando señala su cultivo malogrado en extrañas circunstancias,
ante curiosos y reporteros gráficos

El día martes 11 de noviembre del 2008, el corresponsal del Diario Popular, Luis Orlando
Benítez, informaba, “Extraño objeto bajó en Santaní”, con el subtítulo “Plantación de sésamo
okaipaite en un segundo” (Okaipaite, en guaraní significa: “Se quemó todo, totalmente
quemado”).

54 Estanislao Kotska: Santo polaco (1550-1568), que murió a la corta edad de 17 años, con un rosario en mano.

139
“En un radio de 50 metros a la redonda, mi plantación de sésamo quedó totalmente quemada,
entonces avisé a mis vecinos para que vinieran a ver. Ellos me dijeron que podría tratarse de
algún fenómeno natural, como un meteorito”, declaraba el agricultor al corresponsal del diario.

Al ingresar en un pequeño bosque próximo a su cultivo, encontraron que las hojas de varias
plantas también se encontraban quemadas con las mismas características.

Pero lo más extraño es una alusión a presuntas huellas:

“Vimos huellas de considerable profundidad muy parecidas a un trípode o helicóptero. No se


puede asegurar que se trate verdaderamente de las huellas de algún objeto volador, pero
también puede ser un meteorito o algo parecido”, reflexionaba Merardo Ovando.

El Sr. Ovando, sostenía fuertemente la posibilidad de que un objeto extraño no terrestre,


aterrizó en su campo durante el mal tiempo que se produjo, elucubrando en seres que
pudieron haber descendido con la intención de llevar muestras de sus sésamos o de tierra,
apoyándose en el testimonio de sus vecinos que comentaron haber observado, un objeto
luminoso que velozmente cayó, para luego levantarse de la tierra nuevamente.

Primeramente debemos aclarar que un impacto meteórico no posee las características


expuestas, en estos casos dependiendo del porte del fragmento de roca espacial, dejará como
evidencia del impacto un “astroblema”. Un astroblema es técnicamente, un “cráter de
impacto”, que resulta de la increíble energía cinética, producto de la fuerza que posee un
cuerpo por el movimiento que resulta, que en el caso de los meteoros, se desplazan a una
velocidad de 100.000 Km/h, y dependiendo de su masa, al impactar por la superficie sólida del
planeta, disipa esa increíble energía cinética que arrastra, destruyendo o fragmentando el suelo,
produciéndose una violenta explosión, como al disparar una bala por la tierra.

Mientras se encuentren en el aire desintegrándose progresivamente debido a la fricción de las


capas de la atmósfera, son denominados “meteoros” (Palabra griega, que significa, “está en lo
alto”, “que flota en el cielo”) al llegar a la superficie de la tierra, son denominados “meteoritos”.

Existen desde varios metros (que pueden dejar un cráter considerable), hasta los denominados
“micrometeroitos o micrometeoroides”, de unos pocos cm, que dejan eventualmente un
minúsculo hoyito en el suelo.

El campo de sésamo, no presenta las características de un astroblema, por lo que se descarta un


“meteorito”.

Un elemento que resalta en este caso, es la mención de una tormenta durante el suceso, lo que
nos podría conducir a suponer, que la quemazón producida en los sésamos, pudo deberse a
algún rayo que habría caído en la zona, produciendo esos destrozos.

140
Sin embargo los rayos cuando tocan una superficie producen un efecto de quemadura muy
localizada, y no en un rango de varios metros a la redonda, a no ser que se haya producido un
incendio posterior, suceso que no pudo pasar desapercibido por los moradores.

De igual forma, ¿Cómo se explica las huellas encontradas?, ¿Hojas quemadas, dentro del
bosque? Existen muchas interrogantes que envuelven a este extraño caso, que permanece
abierto a la investigación.

141
Me habían filtrado el dato de que un reconocido antropólogo de nuestro país, se presentó en un
sector de la Cordillera del Ybytyruzú, donde algo inusual sembró el desconcierto de una familia
así como otros pobladores de las remotas tierras montaraces.

A priori de la expedición emprendida en el Ybytyruzú, había conseguido contactar con este gran
erudito de los pueblos indígenas, antropólogo, filósofo, ingeniero químico y civil, el Sacerdote
Salesiano José Zanardini, quien se desempeña como catedrático en la Universidad Católica de
Asunción, siendo director del CEADUC (Centro de Estudios Antropológicos de la Universidad
Católica).

La Sra. Miryan Gaona encargada del CEADUC, amablemente me condujo hacia el Padre José
Zanardini, quien se encontraba en su oficina atiborrada de libros sobre indigenismo,
humanismo, archiveros y algunas máscaras sagradas exhibiéndose en la pared del estudio que
acumula valiosas verdades sobre los originarios dueños de nuestra tierra.

Con una camisa típica de ao po’i (En guaraní:


“tela fina o delicada”), me observaba
fijamente, sorprendido por mi visita (Ver
Imagen 80).

Apenas prendida la cámara dio inicio la


entrevista que terminó por confirmar los
rumores iniciales.

José Zanardini: “Quiero relatar algo que nos


llamaron por teléfono ahí, pidiéndonos si
podíamos ir a ver algo, creo que a 20 o 25
Imagen 80
Km de Villarrica, camino de tierra, no
El antropólogo y sacerdote salesiano José Zanardini
en su despacho recuerdo el nombre…, pero muy cerca de
donde está “Itá Letra”, una pared de piedra
como un refugio donde existen incisiones rupestres.

Allí cerca hay un arroyito, casas porque existen personas que viven permanentemente,
entonces fue esa gente que recibieron una visita de un par de personas que fueron allí
preguntando, si habían visto algo raro en esos días… ellos habían dicho que según sus cálculos,
en la zona debería de existir algo, se presentaron como estudiosos de algo, entonces le pidieron
algún teléfono que avise por cualquier cosa, no fueron explícitos.

A esta gente (cercana a Itá Letra) le tomó un poco la intranquilidad por estas personas con
preguntas raras…

142
El hecho es que pocos días después, ellos amanecen y en el patio de la casa había un redondo,
que estaba como quemado, tenía un color no de quemado sino medio azulado, algo así, era una
cosa rara.

Y también vieron como huellas que de ese redondo, parecían zapatones grandes”.

- Maidana: “¿Estaban dentro del círculo o…?”.

José Zanardini: “Del círculo se iban hacia la casa, específicamente hacia la puerta de la casa”,
relató con una voz profundamente fascinada.

- Maidana: “¿El apellido de esta familia?”.

- José Zanardini: “Sí, se puede identificar fácilmente porque son parientes de un sacerdote
salesiano también, el Padre Antonio Samudio, párroco de la Iglesia Domingo Savio, con quien
luego fui a ver esto.

Fuimos pero ya varios días después. La conclusión es que luego de varios días aún todavía se
notaba este círculo, y algunas huellas.

Los miembros de la familia pensaron que a lo mejor algo o alguien ‘se bajó ahí’, aterrizando,
yendo a curiosear hacia la casa”.

- Maidana: “¿Pero nadie vio nada?”.

- José Zanardini: “No, nadie vio nada. Lo cierto es que el lugar es muy interesante, llama la
atención porque hay un arroyito, al otro lado está la piedra con inscripciones de unos 5000 años
de los antiguos pobladores, así como un cerro, del cual cuentan que es muy difícil subir, porque
tiene una forma casi como un cono, que podría ser visto desde el cielo, bueno esto es lo que
ellos fantasean o interpretan.

La familia tenía el número de celular de aquellos dos hombres desconocidos, que se habían ido
a preguntar antes de todo esto. Llamaron muchas veces a ese celular, y ese teléfono nunca más
respondió nada, eso también a ellos les dejó impactados, descolocados”.

En días subsecuentes me dirigí a la concurrida “Parroquia Domingo Savio”, en la ciudad de San


Lorenzo, donde el Padre Antonio Samudio me aguardaba pacientemente.

Un sacerdote entregado a sus labores, que transmitía tranquilidad y honestidad, no dudó un


minuto en relatar lo que sus parientes que viven hacia Itá Letra (Cordillera del Ybytyruzú)
descubrieron.

143
La primordial razón de la vista de sendos sacerdotes obedecía al temor que inspiró el suceso en
aquellas personas, por lo que creyendo que estos podían ofrecerles alguna respuesta acudieron
al lugar.

El Padre Samudio sorprendido por la figura que había aparecido en el terreno de sus parientes,
decidió fotografiarlo para documentarlo como una prueba de lo que habían experimentado.

Varios años transcurrieron, y la computadora donde se almacenaron las fotografías, sus archivos
fueron modificados, eliminados o actualizados, por lo que asirse de aquellas fotografías resultó
en un análisis forense informático.

Con paciencia y utilizando herramientas especiales conseguí “rescatar” una de las 3 tomas
originales del disco duro que había sido formateado, apreciándose claramente un círculo con
una banda de varios centímetros de espesor que yacía en un vivo césped, tal como habían
descripto ambos religiosos (Véase Imagen 81), siendo fotografiada el 22 de diciembre del 2007.

Imagen 81
El extraño círculo en el pasto, fotografiado por uno de los clérigos

Aguzando la vista, se distingue una corta marca que se sitúa fuera del perímetro circular, (Véase
Imagen 82) como emergiendo de éste tal como habían precisado los religiosos.
Desafortunadamente según el Padre Samudio, la tercera toma (que no he podido rescatarlo,
debido a 5 años de continuas reescrituras en el disco duro), mostraba las huellas similares a
pisadas dirigiéndose hasta la puerta de la vivienda.

La investigación in situ fue cuestión de tiempo.

144
Imagen 82
Modificando el brillo y contraste se constata la coexistencia de una diminuta huella que emerge del
mayor (En círculo rojo)

Cuando fui a investigar el avistamiento del OVNI hacia el Cerro Acatí, la situación no podía
desaprovecharse por lo que me encaminé hacia Itá Letra, desde la punta del Cerro Acatí.

Entre la espesa maleza se abría un rústico sendero instalado en aquel obscuro bosque, del que
huellas luminosas bailaban por la superficie a causa de los rayos del sol que se filtraban entre las
tupidas copas de los árboles, allí inicié un descenso solitario, guiándome tan solo por una
pequeña banderita paraguaya que aparecía pintada cada tantos metros por el tronco de algunos
árboles, algunos de los cuales habían caído tal vez debido a tormentas pasadas obstaculizando el
tránsito por el estrecho camino. Con cada paso sostenido iban emergiendo diversos obstáculos,
entre los cuales la mochila con la cámara, notebook y demás comenzaban ganar peso, siendo
estos de provecho al servir en momentos como un contrapeso.

Luego de 2 horas de una aparente inacabable procesión, meritoria por la contemplación de un


increíble paisaje inaccesible por otra vía, aparecía el canal de un arroyo de aguas cristalinas
asistido por la danza de mariposas de grandes alas azuladas, y más allá un pueblito que se instaló
como resguardado en aquel fuerte natural.

Atravesando tranqueras y tejidos de alambre de patios ajenos, conseguí por fin situarme en la
polvorienta calle principal de tierra roja, donde se observaban varias viviendas rurales y una
módica escuelita instalada en una pequeña elevación como orgullosa de sí misma.

Unos 200 metros de allí se encontraba la casa de la familia Brito, donde se había manifestado
aquella extraña figura en el césped.

Arreando un manso novillo, la Srta. Sinforiana Brito rememoró los detalles de aquel diciembre
del 2007 (Ver Imagen 83).
- Brito: “Encontré un redondel en lo que había de esta parte”.

- Maidana: “¿A ojímetro cuantos metros lo calcula?”.

145
- Brito: “Unos 5 metros, te voy a mostrar. (Comienza a
circular por el pasto dibujando con sus pasos el diámetro) No
era muy grande”.

- Maidana: “¿Escuchó algún sonido?”.

- Brito: “No, nada”, sentencio mientras tomaba de una


cuerda a su ternero.

- Maidana: “¿Simplemente apareció de la noche a la


mañana?”.

- Brito: “Sí así es”.

- Maidana: “¿Qué características presentaba el pasto?”. Imagen 83


La Srta. Sinforiana Brito fue una de las
que descubrió aquella manifestación
- Brito: “Era más verde, más intenso, pero en un círculo”. peculiar en el suelo

- Maidana: “¿Otra particularidad de aquella figura en el pasto?”.

- Brito: “Unas manchas habían, no sé si eran parte de eso o simplemente salieron de la tierra,
estaban separados del círculo y eran varios”.

- Maidana: “¿Es cierto que llegaron unos sacerdotes?”.

- Brito: “Sí, uno de ellos es el Párroco Samudio que vino con su amigo a ver”.

- Maidana: “¿Recuerda el tamaño de estas o huellas que estaban afuera?”.

- Brito: “Así era”, bosquejando con el dedo un óvalo de unos 30 cm.

- Maidana: “¿Se presentaron en dos líneas que se alternaban o solamente lineal?”.

- Brito: “No estaban al lado, sino en fila hasta el patio delantero de la casa”.

- Maidana: “¿Ha escuchado de luces que se mueven por el cielo?”.

- Brito: “Sí, sobre luces en aquel Cerro del Acatí”.

En la inspección del sitio no se ha encontrado rastro alguno del anillo, debido a los 5 años
transcurridos.

¿Podría tratarse de un humilde pero curioso “Anillo de hadas”? Una enfermedad del césped
debido a la presencia de una colonia de hongos (siempre subterráneos) que se extiende

146
orbicularmente alterando las cantidades de nitrógeno del suelo, elemento de capital
importancia respecto a otros como el carbono, hidrógeno y oxígeno, que dependiendo de su
grado de concentración afecta el crecimiento foliar o radicular del césped así como el tono de
sus hojas siendo vivas o apagadas (Reléase Pág. 127).

Suscita la hesitación en torno a las otras huellas


ovales, ¿Una fusariosis? Otra fitopatología
(enfermedad de las plantas), producida por
hongos filamentosos (Véase Imagen 84).

Caen otras piezas sobre el tablero, ¿Quiénes


fueron aquellos desconocidos sujetos que
interrogaron días antes a la familia Brito? Y la
pregunta inevitable y de mayor peso, ¿Existe un
nexo real entre las misteriosas luces y la huella
en el césped?

Imagen 84
Como cualquier organismo, el césped no está exento
de patologías como esta:
una fusariosis

147
148
149
150
"Al mirar el cielo, el hombre eleva su pensamiento
hacia planos más nobles e ideales"

Gerardo Halley Mora


(Revista Ñandé, N° 159, Año VIII)

Cual película de ciencia ficción en la que una sorpresiva revelación se produce en el cielo,
interrumpiéndose violentamente aquel río metálico, conformado por hileras de automóviles de
los que descienden sus conductores para apuntar al cielo, rodeados de islas de transeúntes
emulando lo mismo, imagínese eso, pero a menor escala y no en New York, sino en Asunción
(Véase Imagen 85).

La visión del “platillo volador” análoga a las


esporas de un hongo se propalaba
infiltrándose en las discusiones más actuales,
durante una época en la que imaginarse los
pasos de un hombre en la Luna, aún
pertenecía al terreno de la imaginería, pero
paradójicamente con los ojos bien puestos
hacia el firmamento que por vez primera
parecía estar cerca para la humanidad.

Imagen 85 La denominada “Primera voz de la


Aspecto de la cotidianeidad capitalina en 1950 Mañana”, eslogan del extinto diario “La
Tribuna”, en sus grandes hojas redactaba en
la portada misma y enmarcándolo como suceso principal, “La visión del mentado ‘plato volador’
cruzó ayer por la fantasía popular”, el día martes 4 de abril de 1950.

“La población de la capital se vio ayer sorprendida con la aparición de un cuerpo extraño en el
firmamento. La curiosidad que había provocado tal revelación tuvo proyecciones de fantasía y
también derivaciones inesperadas. Todo el mundo alzó la mirada al cielo en busca de los
mentados ‘platos voladores’.

El tráfico quedó prácticamente paralizado en el radio céntrico de la ciudad. Todos descendían


de los ómnibus o coches eléctricos para observar el fenómeno. En una palabra, la población
entera salió a la calle, alzándose entonces ojos curiosos para observar el cuerpo extraño de
color algo blanco que aparecía en el cielo, hacia la dirección noroeste.

Las oficinas públicas, casas comerciales y hasta nosotros fuimos afectados por la repentina
revelación. Abandonamos por horas enteras nuestra labor en vista de los continuos llamados

151
telefónicos recibidos preguntando si el objeto era un cuerpo celeste o el famoso ‘plato volador’
cuya existencia al parecer ya no se pone en duda…”.

Transcribo esta sección que señala el momento del día en el que se manifestó:

“Así transcurrieron las últimas horas del mediodía dentro de una indescriptible curiosidad”.

Fue un día lunes 3 de abril de 1950 a plena luz del día, esto explica la perfecta visualización de
una cantidad considerable de ciudadanos hacia el curioso objeto cándido que en vuelo
acompasado fue despertando la inquietud y sembrando el debate a su paso.

Inquieta fuertemente la mente este caso por tres grandes razones:

1 – Sucedió en una época en la que apenas habían aviones en nuestro país


2 – La histeria colectiva ocasionada por su tránsito en plena capital
3 –Por vez primera en toda la historia paraguaya, se inició una pronta investigación con
instrumentos de observación con el afán de dilucidar su misteriosa naturaleza, revelándose
datos de una precisión exquisita.

Con la intención de resolver el misterio los periodistas de “La Tribuna” habían consultado a
personal militar del “Instituto Meteorológico Naval”:

“En el deseo de ofrecer a nuestros lectores una versión exacta de la aparición del cuerpo
extraño, recurrimos a la dirección del Instituto Meteorológico Naval, que a la sazón también
estaba observando el fenómeno. Más tarde, el Capitán de Navío Fariña Sánchez, nos entregó la
siguiente información:

‘A las once horas, diez y seis minutos se tuvo dentro del campo visual de un teodolito
aerológico naval con un ángulo vertical de 54°3 décimos y 288”, 7 décimos, ángulo horizontal,
un cuerpo extraño. A las 12 horas, es decir después de cuarenta y cinco minutos de
observación, la posición del objeto observado dentro del campo visual del aparato era de 44°5
décimos ángulo vertical y 281°3 décimos ángulo horizontal. Su desplazamiento durante ese
tiempo fue de 9°8 décimos en lo vertical y 7°4 en lo horizontal. Resultando así su dirección
posible de noroeste a suroeste con una velocidad de más o menos de 2 décimas de grado por
minuto. Se trata posiblemente de un globo radio sonda, lanzado por un observatorio
meteorológico.

El globo radiosonda es un globo de goma de 150 a 200 centímetros de diámetro del cual pende
un aparato radiotransmisor. Lleva al mismo tiempo aparatos meteorológicos para determinar la
presión, humedad y temperatura del aire de las distintas capas que va atravesando. Esos datos
son recibidos en tierra por un aparato receptor. La altura record que ha llegado un globo radio
sonda es de 38.500 metros en Australia en agosto del año pasado. A esa altura estalla el globo
debido a la baja presión atmosférica. Su caída se amortigua con un paracaídas que lleva ex
profeso.

152
En el mismo Instituto se nos reveló que en caso de no ser un globo radio sonda será un simple
globo aerológico. Surge ahí la certeza de no ser ningún ‘plato volador’ ni estrella a pesar de que
en este mes es propicia la aparición de la última como ha ocurrido en años anteriores y que aquí
en este diario hemos podido observar nítidamente”, concluía la nota y la explicación del Cap.
Fariña Sánchez.

Las observaciones desde el Instituto Naval definen que el cuerpo se trasladaba excesivamente
despacio por el cielo, dadas las características es factible que fuera algo que se transportaba a
merced del viento, sin embargo esto no resuelve del todo la problemática aérea.

Por otra parte, el día anterior en que el “OVNI” fue divisado en la capital paraguaya, se
producía un avistamiento en la madrugada del 2 de abril de 1950 sobre la ciudad de Buenos
Aires en Argentina.

Fernando Rose, Silva Bezama, Alberto Ferrari, Isaac Schustman y Leo Salas, fueron testigos de
un objeto que despedía una intensa luz blanca con un fulgor verde claro en el centro, según el
testimonio de los mencionados:

“Se desplazaba de sur a norte y su tamaño era algo menor que el que tenía la Luna en esos
instantes y tenía mucha velocidad, perdiéndose rápidamente en el horizonte”.

Idéntico proceder se efectuó en la hermana República Argentina,


quienes consultaron al Servicio Meteorológico Nacional, desde
donde confirmaron su observación, descartando la hipótesis de un
meteoro u aerolito, concluyendo que carecían de explicación para
el fenómeno aéreo, según el informe presentado en “La Tribuna”
del 3 de abril de 1950 (Véase Imagen 86).

El investigador argentino, Dr. Andrés Salvador me informaba por


medio de su blog “OVNIS en Corrientes”, sobre el avistamiento
más antiguo del que disponían concerniente a las Provincias de
Corrientes y Resistencia (Argentina), durante la madrugada del
lunes 17 de abril de 1950, unos 14 días posteriores al avistamiento
del objeto cándido desde la capital paraguaya.

La información fue recogida por el diario argentino, “El Nacional”


del martes 18 de abril de 1950, Pág. 6, caratulada “Desde la
Avenida Costanera fue visto un plato volador – En el Chaco
también observaron su paso”. Imagen 86
Alusión al caso argentino en la
prensa paraguaya
Remitiéndome a los siguientes párrafos:

“Según expresaron nuestros informantes, entre los que se encuentran algunos magistrados que
por razones obvias no quieren se dé a publicidad sus nombres, el fenómeno fue visible con gran

153
nitidez y su rápido desplazamiento confirma todo cuanto se ha dicho en otras partes sobre este
extraño y misterioso aparato. El lugar desde donde lo vieron, la Avenida Costanera, permitió
apreciar sus características en forma indudable y la conmoción producida es fácil de imaginar,
renovándose las conjeturas sobre su significado real, como arma secreta o medio de
locomoción supersónico”.

Contrastando el avistamiento en Buenos Aires que se expuso líneas arriba, acaecido durante la
madrugada del 2 de abril:

“Es de recordar que esto último ocurrió hace breve tiempo en la capital federal, donde la
conmoción del supuesto “plato volador” tuvo ribetes sensacionales, siendo posteriormente
desvirtuados por los observatorios meteorológicos”.

También se describe que el objeto ha sido divisado desde Resistencia, capital de la Provincia del
Chaco (Argentina), aludiendo a su vez al avistamiento paraguayo:

“Hacía mediodía de hoy la población de Resistencia, sin excepciones, fijó sus ojos en el cielo
para contemplar un ‘plato volador’ que, según algunas personas, luego de describir una curva
desapareció en el horizonte hacia el sudoeste, y que según otras no era otra cosa que Venus,
que días atrás dio mucho que hablar en Paraguay”.

Es necesario subrayar que en ningún momento ni lugar se ha visto un objeto tipo “platillo
volador”, tal denominación obedece a un concepto cultural íntimamente ligado al OVNI,
evidenciándose que lo observado en la capital paraguaya no corresponde a Venus, podría en
primera instancia resultar un globo dada las características y la riqueza de datos proporcionados
por Instituto Meteorológico Naval, sin embargo sería precoz e irresponsable emitir un
veredicto.

Mientras inidentificados objetos pululaban por cielos


sudamericanos, la reyerta en torno al tema de los “platillos
volantes” se encontraba en pleno apogeo hacia los Estados
Unidos, involucrando al entonces Presidente Harry Truman,
para quien esto constituía una novedad, ignorando su
dimensión y los factores detrás de ello. (Ver Imagen 87).

Paradójicamente es en este punto histórico donde se hace


incipiente los detractores del tema, como lo realizaba el
Mayor de la Fuerza Aérea Norteamericana, De Witt R.
Searles, quien en todas las entrevistas a distintos medios
informativos no hacía más que expresar:

Imagen 87 “No son ciertas. Mil veces digo que no las crea. En otras
Harry Truman, palabras la fuerza aérea norteamericana no cree que exista
Ex Pdte. de los Estados Unidos una cosa que se llame ‘platillo volador’” (Ver Imagen 88).

154
Imagen 88
Uno de la miríada de detractores del asunto en los EEUU, en una crónica del 5 de abril de 1950 de “La
Tribuna”.

Quien reducía toda la fenomenología a tres sofismos:

1 – Mala interpretación de varios objetos convencionales


2 – Una forma liviana de histeria de las masas
3 – Engaños

Típicos argumentos anémicos del desinformado y obsesivo compendiador, la realidad no es tan


fácil como para reducirla a tres insignificantes líneas, siendo lo suficientemente compleja como
para haber hecho correr mares de tinta que parecen nunca acabar, quebrando la cabeza de
cientos de intelectuales en el devenir del tiempo.

Si las cosas estuvieran realmente claras, ¿No habría disensión?, ¿Cierto?

155
Transcurría 1965, la exploración espacial tenía por objetivo nuestro vecino planetario, el
misterioso Marte.

Marte retirado a unos 227.940.000 km del Sol, constituye el límite de un sector bautizado
como “zona habitable”, distancia que aún posibilita el agua en estado líquido (evitándose así la
glaciación eterna), fundamental para la génesis y el desarrollo de compuestos moleculares
básicos para la vida.

Un planeta rojizo por la basta cantidad de óxido de hierro de sus suelos, que a pesar de ello,
entre los planetas del Sistema Solar es la que más se asemeja a la Tierra, razón por la que desde
hace unos siglos se ha ubicado en el ojo del escándalo a raíz de la seductora especulación
científica, ¿Hay vida extraterrestre allí? Vida que podría aflorar en forma de microorganismos (la
astrobiología55 actualmente se encuentra en esta fase de estudio) hasta las antiguas
elucubraciones sobre una hipotética civilización, desatadas por las observaciones del astrónomo
Percival Lowell (1855-1916) quien se basó en una cartografía realizada por el italiano Giovanni
Schiaparelli (1835-1910), en la que figuraban una serie de intrincadas líneas de cientos de
kilómetros como canales, que llevarían a una equívoca interpretación por Lowell,
argumentando que dichos canales eran artificiales y no podían ser otra cosa que la obra de una
civilización marciana que eventualmente aprovecharía sus recursos naturales (Véase Imagen 89),
arraigándose en nuestra cultura el concepto de “marcianos”, perdurando por mucho tiempo
como por ejemplo, el supuesto vínculo de los platillos volantes con Marte hace apenas unas
pocas décadas.

Hoy sabemos a ciencia


cierta que tales “canales
artificiales” fueron parte
de una febril ilusión
resultado de una
combinación entre
primitivos telescopios con
interpretaciones equí-
vocas, por lo que
sumergirnos en estas
cavilaciones marcianas,
escapa al propósito de
Imagen 89 este libro y constituiría
El controvertido astrónomo Percival Lowell (Izquierda), junto a su célebre mapa todo un material
de canales marcianos (Derecha). autónomo.

55 Astrobiología: Del griego “Astron” estrella, “bio” vida y “logos” estudio. Estudia el posible origen y factores asociados al desarrollo de la
vida en el Universo, apoyado de diversas disciplinas entre ellas, la física, química, biología, geológica. Se suele utilizar el término
“exobiología” (“exo”, fuera de) como sinónimo, aunque etimológicamente la exobiología se restringe a la búsqueda de vida extraterrestre
en sí.

156
El 28 de noviembre de 1964 la NASA56 enviaba a
la sonda “Mariner IV” (Véase Imagen 90) con
derrotero al planeta rojo, concretándose el
anhelado sobrevuelo un 14 de julio de 1965,
momento en el que comienza a enviar fotografías
y datos colectados de valor científico, mientras
ello sucedía, paralelamente los periódicos
nacionales regaban informaciones y opiniones
sobre OVNIs que se han presentado en el Chaco
Imagen 90
Paraguayo.
La Mariner IV

Las sorpresas entorno al Blue Book no cesan al figurar vagamente este acontecimiento,
sumándose a los otros casos paraguayos explicitados. (Véase Cap. “¿Casos paraguayos en el
Libro Azul?”Pág.47; Cap. “Visitantes en el Colegio”, Pág. 101).

“Julio 13, 1965 – Asunción, Paraguay: Cinco personas en un jeep vieron 3 OVNIs con hileras de
ventanas de luz o con luz, alternando los colores”.

Aquel interesante fragmento se basó en la revista norteamericana conocida como “SAUCER


NEWS”, editada por James W. Moseley, del mes de diciembre de 1965, leyéndose en su
portada:

“Oleada de Avistamientos de Platillos mundial continúa”.

Con una fotografía en blanco y negro de un presunto OVNI, iniciaba la rúbrica:

“Esta imagen es una de las varias tomada el pasado julio durante una fantástica oleada de
avistamientos de platillos voladores en América del Sur, que aún continúa. La foto fue tomada
por un fotógrafo de prensa en Bahía Blanca, Argentina, llamado José Palma, quien llamó a las
8:30 pm durante la noche del 15 de julio para entrevistar a un grupo de personas que habían
visto un OVNI. En el transcurso de una noche frenética entre entrevistas y observaciones,
Palma tomó dos fotografías, de las cuales éste muestra mayor detalle. La noche siguiente, mas
avistamientos de ovnis se dieron en los alrededores de Bahía Blanca. Decenas de informes de
platillos en julio y agosto vinieron de México, Perú, Uruguay, Ecuador, Paraguay, Brasil,
Venezuela, Chile y muchas partes dispersas de Argentina”.

Una oleada de avistamientos se extendía por toda Sudamérica, reincidiendo dos años después
con una mayor cantidad de testigos y efectos diversos (Véase Cap. “Enigmas celestes en la
noche de San Juan”, Pág. 161).

Indagando en las publicaciones de aquellos días, el 15 de julio de 1965, “El País”, “Sección
Policiales”, Pág. 6, informaba:

56 NASA: National Aeronautics and Space Administration (Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio), es una entidad
norteamericana mundialmente conocida por el desarrollo de programas espaciales.

157
“Platos voladores: Personas que merecen fe aseguran haberlos visto en el Chaco.

Numerosas personas que merecen fe aseguran haber visto platos voladores en el Chaco.
Viajaban las mismas en un jeep y al llegar a la estancia ‘4 Siervos’ a 54 Kilómetros al Oeste de
Asunción, observaron con sorpresa tres cuerpos esféricos que despedían luz intensa de colores
que variaban entre azul, blanco, anaranjado y rojo. La constatación fue hecha a las 18:30
aproximadamente, ante un cielo claro. Uno de los tres artefactos era de menor tamaño.

Relataron también los observadores que se encontraban en la zona chaqueña en viaje de caza
que uno de los extraños cuerpos, quedó inmóvil en el espacio a una altura que no pudieron
determinar. Permaneció estático durante cinco minutos, lanzando destellos intermitentes para
luego alejarse hacia el Oeste, en silencioso movimiento.”

Un cualificado testigo precisó lo siguiente:

“Los platos voladores estaban sobre el Río Pilcomayo y enfilaron hacia el Oeste, hacia la
provincia argentina de Salta. Eran redondos y refulgían de manera impresionante. Cuando conté
lo que observé en compañía de otras personas cuya reputación pone a cubierto, de lo que
podrían decir los incrédulos frente a sus declaraciones, me dijeron que lo más probable era que
se tratara de aviones y no de platos voladores. Afirmó categóricamente que no eran aviones. Y
no me equivocaría al distinguir a estas máquinas. Soy aviador y me creo en el pleno uso de mis
facultades mentales”, sentenció.

¿Por qué importa la declaración de un piloto? Elementalmente por su capacidad de


identificación de otro aerodino57, estimar con cierta precisión su altura, velocidad, sin
mencionar la observación y conocimiento de distintos fenómenos meteorológicos, por lo que
argumentar que el piloto haya cometido semejante equivocación con un simple avión es
prácticamente insostenible.

En un conciso “reductio ad absurdum58” basta señalar que esto sucedía en 1965, debiéndonos
preguntar ¿Existía un avión con un ‘fuselaje esferal’ en aquel tiempo y más aún en el Paraguay?
Esto contradice severamente la historia aeronáutica

Simultáneamente el semanario “La Libertad” en la tercera semana de julio de 1965, Pág. 12,
esbozaba una breve columna “¿Platos Voladores?”, informando sobre la viralidad de los
acontecimientos:

“En Argentina, Uruguay, Chile y hasta en nuestro Chaco, según unos arriesgados cazadores, han
sido vistas las naves fusiformes, lenticulares, rojizas, multicolores sumamente veloces y sobre
todo, absolutamente desconocidas”.

57 Aerodino: aeronave.
58 Reductio ad absurdum: En latín “Reducción al absurdo”, consiste en un método de demostración lógica.

158
Como antecedente periodístico conviene citar que entre el 9 al 20 de julio de 1965, “La Tarde”
inició una serie de artículos no periódicos denominada “Ante el Misterio de los Platos
Voladores”, por el Dr. Emilio Saguier Aceval, quien introducía al ávido lector en los hechos y
especulaciones sobre tan apasionante fenómeno.

La resonancia mediática se materializaría en “El Enano - Periódico


ilustrado redactado en castellano y guaraní”, plasmando una viñeta
cómica donde se aprecia a dos hombres contemplando el cielo,
cuando uno de ellos le dice al otro (en guaraní):

“Maé… peteí plato volador, oveve yvaté” (Traducción: ¡Mira! Un plato


volador, vuela arriba…), mientras aparece un trozo de carne
luminoso flotando.

“Mbaé plato o vevéva pico… so´o repynte la oicóva yvágare”


(Traducción: ¿Qué plato volador?... El precio de la carne lo que está
por el cielo. Véase Imagen 91).

Cuatro años después “La Voz” del 12 de septiembre de 1969


reproducía en su portada con enormes letras, “CASOS DE OVNIS
EN EL PARAGUAY”, trayendo a la colación un avistamiento desde
otra estancia chaqueña coetáneo al referido “Cuatro Ciervos”:

“Sin embargo, las apariciones se repitieron”.

“Uno de los casos más patente fue el registrado en los terrenos de


la estancia Zavala, en el Chaco Paraguayo. Varios invitados de este
caballero que practicaban la caza divisaron varias veces y en pleno
Imagen 91 día, un extraño objeto que a veces parecía descender junto a los
Irónica caricatura publicada montes. El fenómeno fue visible también durante la noche”.
en “El Enano”. Adicionando: “El tema sirvió para interminables discusiones, en las
Septiembre de 1965 veladas familiares y en las reuniones de las más diversas clases, aún
en las más altas esferas”.

Cuando las agitadas aguas del desconcierto parecieron cesar, una década más tarde “ABC
Color” el 18 de octubre de 1975 en la Pág. 9, producía otra interesante onda al insistir en
“Cuatro Ciervos”:

“Uno de los cazadores se desplazaban por la carretera que une General Bruguez y Chaco´i a la
altura de la estancia Cuatro Ciervos, vieron, alrededor de las nueve de la noche, una luz muy
intensa, parecida a una llamarada, que acompañaba al vehículo que los transportaba. Lo hacía en
sentido paralelo a la ruta y a unos cien metros adentro, entre los árboles.

159
Ese extraño fenómeno acompañó a los cazadores por unos cuantos minutos. La luz se elevó
luego rápidamente hasta alcanzar a otras dos llamaradas azuladas más pequeñas que estaban en
el firmamento y que no habían sido vistas por los cazadores hasta ese entonces. Las tres
llamaradas adoptaron una posición de formación y se alejaron rápidamente hacia el Oeste”.

Concluye que OVNIs habían sido divisados en la Provincia de Salta (Argentina), resaltando que
el caso “Cuatro Ciervos” sería el último conocido.

¿Qué sucedía en el territorio hermano argentino? Cercano a Bahía Blanca, Villa Rosas, el 19 de
julio de 1965, la Sra. María Inés F. de Andrés, un sacerdote acompañado por otros dos vecinos,
el Sr. Gómez y la Sra. Goicochea observaron perplejos como un objeto luminoso desprendía
otro menor, descendiendo hasta posarse en el suelo, donde permanecería por unos 5 minutos
para posteriormente ascender, acoplándose al objeto original, desvaneciéndose.

Paralelismos capitales que no podemos ignorar, objetos que maniobran para acoplarse a otros,
márgenes horarios semejantes, sin mencionar que los OVNIs vistos en el Chaco presuntamente
se dirigieron hacia la Argentina, ¿Serían los mismos? O ¿Es acaso un fenómeno coexistente?,
¿Maniobran realmente? Y lo más importante, ¿Qué son?

160
La noche de San Juan conmemorado cada 24 de junio en occidente, consiste en una fiesta
popular cristiana adoptada por una cantidad de pueblos que por medio de ritos, danzas, juegos
y gastronomía, celebran el natalicio del conocido profeta bíblico San Juan El Bautista (5 a.C – 28
d.C), quien realizaba bautismos59 sumergiendo la cabeza de las personas en las aguas del Río
Jordán en señal de una purificación espiritual.

El Paraguay se caracteriza por sus curiosos juegos tradicionales, como el “Carrera Vosa60”,
“paila jehere´i61”, “toro kandil62”, o el polémico “Judas Kai63”, donde se queman muñecos que
representan personajes o seres despreciables.

Lo curioso es que el 24 de junio de 1967, no pasaría desapercibido para una vastedad de


personas que recuerdan aún como si de ayer se tratara, los pormenores de algo casi mágico,
imposible, que insulta tenazmente a la razón.

Durante la mentada noche lo incomprensible se extendió por el Paraguay, el Brasil y la


Argentina, desde donde se reportaron avistamientos en diez provincias incluyendo la capital,
todo dentro de un margen horario que insinúa fuertemente relaciones entre estos.

Entre las hojas del libro “Historia de los Platos Voladores en la Argentina” (Editorial Plus Ultra,
1976), escrito por el desaparecido investigador argentino Héctor P. Anganuzzi, encerrada se
encontraba aquella pista a tan emocionante caso, entre la mar de sucesos argentinos:

“REPÚBLICA DEL PARAGUAY

Alrededor de las 22 Hs. aparecieron en el cielo de Asunción tres grupos de seis OVNI, llamando la
atención por ‘lo majestuoso del vuelo y perfecta coordinación de las maniobras’.

Desde la torre de control del Aeropuerto Internacional se informó que mientras cruzaban de Norte a
Sur los teletipos quedaron paralizados durante varios minutos, debiendo interrumpirse las
comunicaciones. Media hora antes, una máquina con forma de plato había volado a baja altura sobre
Curuguaty, produciendo una fuerte explosión. Pese a la posterior investigación por esa región
boscosa, no pudo hallarse resto alguno”.

Dos sintetizados párrafos que juntos se transformaban en una llave, para atravesar por la puerta
del tiempo, que ocultaba los detalles de aquella noche, atesorados en los recuerdos de los
testigos, emprendiendo para esto una búsqueda a por ellos.

59 Bautismo: rito de purificación. En la creencia de la Religión Católica, se considera el primer sacramento de la Iglesia, y por medio de esta,
la persona adquiere el carácter de cristiano.
60 Carrera Vosa: Una carrera donde los participantes embolsan sus piernas, restando esto movilidad a los jugadores que intentan
graciosamente dando brincos llegar prontamente a la línea de meta.
61 Paila Jehere’i: Interpretado de la voz guaraní como “lamer la sartén”, es un juego típico donde se presenta una sartén sostenida de una
cuerda que porta una moneda pegada en el centro, en el que el jugador debe liberarlo sin usar sus manos, lamiéndolo.
62 Toro Kandil: Juego típico en el que unos hombres se ocultan bajo un armaje de apariencia vacuna, donde la cabeza de la res es el cráneo
del animal mismo untado de querosén al que se lo prende fuego. El “Toro Kandil” de esta forma comienza a perseguir a los participantes
de la fiesta por todo el recinto.
63 Judas Kai: Muñeco hecho de trapos que parodia a un conocido personaje al que se lo prende fuego.

161
Para una mayor comprensión de la historia es sustancial vislumbrarlo desde todas sus aristas,
interesa por ejemplo los reportes desde la Argentina, donde se observó un insólito objeto
descripto como una “cañita voladora” por un Oficial Superior de Prefectura en un Restaurante
en Puerto Nuevo (Capital Federal) con otros civiles, alrededor de las 22:00 Hs, rumbo al Río de
la Plata. ¿Un objeto en forma de cigarro tal vez? Véase Cap. “¿Cigarros Voladores?”, Pág. 245,
observación similar pero acompañada de múltiples esferas a gran altitud y presumiblemente a
una velocidad mayor que el sonido. Notificaba el personal de la Aviación Civil en Resistencia,
Fontana y Barranqueras, así como la tripulación de un avión dirigido por el piloto Juan C. André
a punto de aterrizar en “Cambá Punta”, manifestaron observar unos 15 objetos multicolores a
la altura de Corrientes.

La lista de regiones se acrecentaba paulatinamente, por citar Entre Ríos, Concordia, Villaguay,
Uruguay, Paraná, Tucumán, Santo Tomé, Yapeyú, Paso de los Libres, Monte Caseros, San Justo,
Villa Constitución, San Genaro, desde todos esos puntos entre las 21:00 a 22:00 Hs divisaron el
paso de los objetos rumbo al NORTE.

La franja horaria y los puntos geográficos, inducen que los objetos debieron trasladarse allende
la Argentina, hacia el Paraguay.

Estas especulaciones iniciales se confirman por un artículo del investigador argentino Roberto E.
Banchs, “La Sucesión Cronológica de los Avistamientos”, en la extinta “UFO PRESS” del 01 de
octubre de 1976, Pág. 17:

“La fantástica serie del 24 de junio de 1967, que reúne 56 avistamientos en un lapso de seis horas
aproximadamente y que cubren todo el centro y noreste (NE) del país (Argentina)”.

Banchs se atrevió a calcular la velocidad de estos, estimando en 1,45 KM/s, vertiginosa


velocidad que va más allá de las capacidades de las aeronaves conocidas.

Por otra parte, el aparente texto inconexo


de Héctor Anganuzzi, abríase disipado en el
relato de un ciudadano paraguayo, Miguel
Amadeo González Turitish (81), mecánico
jubilado, quien a los 33 años, en 1967,
trabajaba como chofer de la Línea 23,
realizando “5 redondos” como el definiría,
en un tramo que partía desde Zeballos Cué
hasta Varadero (Ver Imagen 92).

Como mecánico, comprendía


Imagen 92 profundamente el funcionamiento de la
El Sr. Miguel González (Izquierda) describe los pormenores Kombi Volkswagen, modelo alemán, muy
de un insólito suceso que vivió una noche de San Juan de utilizado en aquellos tiempos como autobús,
1967. más, no olvidará jamás aquella noche del 24
de junio, cuando:

162
- González: “Algo extraño me sucedió. Lo tengo en mente hasta hoy en día, estoy en la duda,
en la gran duda, pero lo cierto es que fue fantástico para mí…”.

De esta forma se iniciaba la entrevista con el apacible he instruido señor con cigarro en mano,
con la mirada puesta en el horizonte mientras recordaba.

- González: “Resultase que estaba en la casa de una chica (mi novia), tenía un micro el cual era
la Línea N° 23. Hacía 5 redondos de Varadero a Zeballos Cué, todos los días, y esta novia mía
tenía una linda casita en una altura conocida como Nueva Estrella, cerca del Ykua Cadete64, no
recuerdo ni su nombre…, pero lo que me quedó en mente fue, que eran las 23:00 o 23:30 de
la noche, sábado de San Juan, me despedía de mi novia, voy a mi micro; hago así (gesticula
arranque de llave con la mano), empezaba el arranque y, rrrrr…rrrrrr…rrrrr… (Emulando el
sonido del motor) rrrr…rrrr…rrr… ¿Qué esto es? Me extrañó…y como estaba en una bajada,
dejé nomás en punto muerto, comienza a tomar empuje mientras pongo en 2da (refiriéndose al
cambio), ponle 30 metros o más y rrrr...rrr...rrr… ¡no arrancó!

Bueno, me quedé solo en la parte plana, donde termina la bajada. Entonces ahí, probé otra vez,
pero no funcionaba, me extrañó eso de sobremanera, primero allá arriba, y aquí en el bajo peor
todavía. Todo ese trayecto que estaba probando sobre cambio, no arrancó.

Después, 4 o 5 ciudadanos que pasaban por el lugar gracias a una de esas casualidades, les digo:
‘Hágame un poco el favor estimados de empujar el vehículo a ver si arranca’

‘He... ¡Sí!’, me dijeron. Empujaron por un trecho, pero tampoco arrancaba, por lo que uno de
ellos, me dice: ‘¡Prendele fuego a tu porquería!’, no olvido eso. Y… en ese momento empiezo a
mirar hacia allá (apuntando al ESTE), como una Luna, grande era. El color más o menos de la
Luna era, amarillo algo azulado”.

- Maidana: “¿El brillo era intenso?”.

- González: “No, como la Luna era más o menos, pero parecía que se daba la vuelta, por lo que
digo: ‘¡Miren un poco ahí!’, a lo que me responden: ‘No… eso es algo de Nueva Estrella seguro,
posiblemente están tirando cohetes, o algo así’. En ese momento, no le presté tanta atención.
Sin embargo, iba pasando llegando al horizonte en diez minutos aproximadamente, donde está
más o menos el aeropuerto, pasando por toda Nueva Estrella. No era algo que iba rápido,
despacio iba. Y bien, estaba allí, observando todo en medio de la nada, en la oscuridad, y me
pregunto: ‘¿Qué hago ahora?’ Por lo que decidí intentar de nuevo por el vehículo. Entro, giro las
llaves, y ¡arrancó!,’ ¿Qué pasó, qué esto es?’, me dije. Y me subí, y vine para mi casa.

Pero sin embargo al día siguiente, sale en los periódicos, no sé en cuál de ellos (tratando de
rememorar), La Tribuna, que se yo. Pero salió, decía…, ‘Quedó incomunicada la aviación’, eso
te puedo asegurar cien por ciento”, concluía vehementemente.

64 Ykua Cadete: “Fuente del Cadete”, conformada por la voz en guaraní “Ykua”, agua, fuente.

163
Primeramente conviene mencionar que el Sr. González desconocía de ante mano los
avistamientos argentinos, y menos imaginaba que su testimonio constituiría un eslabón de una
extensa cadena de personas.

De forma vaga pero con marcada probidad el testigo refirió a un documento periodístico,
suficiente para remover las entrañas de la curiosidad que se proyectó en una minuciosa
búsqueda entre pilas de vetustas hojas, que ganaban progresivamente volumen y entre más lo
hacían, vacua se sentía aquella labor, hasta que de improviso “El País” del Dr. Emilio Saguier
Aceval, correspondiente al 27 de junio de 1967 en su Pág. 3, exhibe un título poco frecuente:
“El Misterio de los Platos Voladores”, un reguero de especulaciones a la sombra de un tiempo
en que el hombre aún tenía sueños selenitas:

“Lo que parecía un sueño se torna realidad. Hay embriaguez de optimismo en los astronautas que
creen poder llegar a la Luna. Hay gastos millonarios en la fabricación de máquinas destinadas a
hurgar el infinito. Acompañando a tales ajetreos, el odio omnipresente e injustificable entre pueblos
hermanos. La avidez del oro, ocultando los experimentos y desatando la guerra. Una soberbia
creciente, en los inventos y descubrimientos. Entre los variados hallazgos de la ciencia, flota la
interrogante sobre lo que se ha dado en llamar ‘los platos voladores’”.

Rezando en la última columna:

“Este tipo de potencia insospechada está inserta en la visión que en la Capital de la República se
tuvo el sábado. Lo mismo ocurrió en varias ciudades y pueblos del interior del país. No ya un
aparato solitario, raudo como una estrella fugaz con su cola brillante, sino toda una escuadrilla
de máquinas que sin ruido se desplazaron de sur a norte, en medio de secretas influencias en las
comunicaciones alámbricas, telefónicas y radiales cuyo funcionamiento sufrió bruscas e
inexplicables suspensiones mientras duró el apasionante fenómeno. Un secreto en el cosmos,
percibido continuamente en todas partes, y sobre todo, en el territorio de países próximos al
Paraguay. Este encuentro con el misterio no es ciertamente un engaño colectivo, ni un
espejismo o sugestión. Solo realismo absoluto y fantástico”.

Indudablemente el texto apuntaba al día sábado, que en aquel entonces se trataba del 24 de
junio de 1967, confirmándose de esta forma el testimonio del entonces lozano chofer, que
habría sufrido así como otros tantos al parecer, los inexplicables impulsos electromagnéticos
que ocasionaron la suspensión de su motor, a raíz de una flotilla de objetos de procedencia
desconocida.

Transcurrieron 12 meses para enlazar otro cabo más, de la mano del Sr. José Insfrán (65),
constructor, un hombre serio y trabajador que narraría lo siguiente:

- Insfrán: “Esto fue una noche en la Fiesta de San Juan, cuando habíamos ido todos con la
familia, mi señora, mis dos hijitas y yo. A una la llevaba en la mano, y la otra iba en el regazo de
mi señora. De repente a eso de las 21:00, aparecieron unas luces sobre el lugar, eran así
(esbozando con manos abiertas encontradas) casi redondas, como platos, cinco o seis, pasaron
por la cancha 24”.

164
- Maidana: “¿Sobre la cancha 24 de junio?”.

- Insfrán: “Encima de la cancha, bajito”.

- Maidana: “¿A qué altura más o menos?”.

- Insfrán: “De 20 a 30 metros de altura. Algunas personas miraron, y se preguntaban ¿Qué era
eso? Otras corrían, gritaban, ya que había juegos en la fiesta también”.

- Maidana: “¿Estaba despejado?”.

- Insfrán: “Totalmente despejado, no había ninguna nube”.

- Maidana: “¿Recuerda si la Luna estaba en el cielo?”.

- Insfrán: “Sí, estaba. En cuanto a los objetos, eran así de redondos (estima en unos 60 cm),
rotando, uno detrás de otro, pero volando se iban, muy rápido se desplazaban. Ya les había
visto desde mucha distancia cuando venían, y cuando se acercaban, bajaban un poquitito y
subían otra vez. Venían hacia Asunción, y se iban hacia el Sur”.

- Maidana: “¿Cuál fue el color de los objetos?”.

- Insfrán: “Eran amarillos, muy amarillos. No cambiaban de color, y estos eran muy brillantes,
por eso toda la gente los miraba”.

- Maidana: “¿Notó algún efecto en el ambiente mientras Ud., observaba esos objetos?”.

- Insfrán: “No, porque no podía mirarle a los objetos por largo tiempo, ya que estos te
encandilaban, una mirada nomás uno le hacía, después tenía que mirar a otro lado, para volver a
observarlo. Pero observé bien, que uno se escondía detrás del otro, y se iban apagando uno
detrás de otro”.

- Maidana: “¿Algún efecto eléctrico a su paso?”.

- Insfrán: “Algunos dijeron que en una parte, no recuerdo bien, en Sapucaí se apagaron las luces,
a esa misma hora”.

- Maidana: “¿Publicó algo la prensa?”.

- Insfrán: “¿En la prensa? No, parece que no salió. No recuerdo eso. Pero lo que sí puedo
afirmar, es que en la cancha mucha gente lo vio. Todo esto duró algo así, como unos 30
segundos, no llegaba al minuto. A mi señora primeramente le dije, ‘¿Viste eso? Parece un
‘platillo volador’, cuando se acercó mucho a nosotros en una de esas bajadas que hacía, fue ahí
cuando me asusté un poco”.

165
Realizando una recreación astronómica por ordenador, se verifica sin dilación alguna, que la
Luna estaba presente en el firmamento a una escasa altura de unos 15° respecto al horizonte,
elevándose por el ESTE y con una magnitud65 de unos -12,02, Luna Llena (Véase Imagen 93).

Algunas cuantificaciones merecen


expresarse, como que el primer
testigo se hallaba en el Barrio Villa
Aurelia (Asunción), próxima al Club
Nueva Estrella, distanciado a unos 7
km del segundo testigo del Barrio
Las Mercedes (Asunción), sorpresa-
vamente misma distancia (7 Km)
separaba al primer testigo del
Aeropuerto Internacional Silvio
Pettirossi, quien precisó que las
anomalías voladoras desde el ESTE
se dirigían al NORTE.
Imagen 93
Cualquier detalle brindado por el testigo es necesario someterlo a
Es sabido que en muchos casos de
prueba. En la imagen se constata la presencia de la Luna en el cielo
OVNIs una escasa distancia a estos
gracias a una reconstrucción del cielo del 24 de junio de 1967 de
afecta directamente al
acuerdo a la altura y coordenadas geográficas correspondientes.
funcionamiento de motores de
vehículos y aviones, como también interferencias en teletipos, sistemas de navegación aérea
(ADF), radio, luces, cámaras filmadoras y fotográficas e incluso ojivas nucleares, que incitan
fuertemente en la existencia de un campo magnético.

Muchos argumentarían un “principio de atribución


de casualidad”, basado en las continuas
correlaciones que ejerce nuestro cerebro a veces
sobre hechos inconexos, donde X no es igual a Y,
sin embargo filtrando y digiriendo aquellos casos
donde convergen el tiempo, espacio, así como
otras constantes, pareciera no ser una simple
jugarreta de la mente.

Un matiz de teorías se conjetura sobre estas


extrañas luces, como el expresado por el Dr. Paul
R. Hill, quien insistía en que cualquier físico se
Imagen 94 daría cuenta que estas manifestaciones encajan
Ionización del aire resultado de una fuerte carga perfectamente en un conocido estado de la
eléctrica materia, el plasma.

65 Magnitud astronómica: Es la medida del brillo de una estrella, es aparente y está sujeta a las descomposiciones de la atmósfera terrestre.
El valor numérico cuanto más positivo, menos brillante, contrariamente al valor negativo, siendo este más refulgente en la escala.

166
Según su tesis, estas luces pulsátiles o cambiantes de color, se reducen a estados plasmáticos
debido a la excitación de las moléculas del aire, que bombardeadas por una alta carga eléctrica
produce una ionización (Véase Imagen 94), sin embargo ¿Qué los produce?

Para comprender esto basta señalar que un átomo en su estado fundamental posee carga
neutra, al ganar electrones se vuelve negativo (-), denominándose “anión” y en caso de perder
electrones se vuelve positivo (+), convirtiéndose en un “catión”.

Dentro de este marco nos hallamos en la física, específicamente en el llamado “principio


fotoeléctrico”, que nos dice que dependiendo de la carga eléctrica del electrón que imparta a
un fotón66, producirá una longitud de onda que exhibirá un determinado color, siendo las de
menor carga energética a tonos rojos en oposición a los azules, producidas por altas dosis de
energía.

Apartándonos de disquisiciones científicas especulativas, concierne presentar otro testigo, el Sr.


Florentino Romero (54), comerciante, formal y metódico, que a sus tiernos 8 años atisbó una
rara formación de objetos:

“Fue en el año 1967, era un niño, recuerdo perfectamente, incluso puedo dibujarte ese
momento, todo lo que había y no a mi alrededor.

En aquel entonces, vivía en la casa de mis abuelos, situado hasta ahora en las calles Monseñor
Bogarín y Souza, en el Barrio Villa Morra, me encontraba en el patio, parado entre dos árboles
de mango, hacia el crepúsculo.

Parado allí, mirando hacia el Norte (ubicándose mentalmente), he visto que venían objetos,
unas 6 a 8 bolas de luz que volaban en perfecta formación.

Los vi pasar, pero… en esa época aviones a esa hora no volaban, solamente a la mañana,
helicópteros ni existían en aquel entonces, que yo sepa por lo menos.

No sé qué fue lo que he visto, pero ciertamente eran luces redondas similares al de un
alumbrado público, de un naranja rojizo de intensidad media”.

- Maidana: “¿Titilaban? ¿Cambiaban de color?”

- Romero: “No, absolutamente. Tampoco percibí ningún sonido, y justamente por ello, en
aquella época no oír ningún sonido, es algo increíble, apenas existían vehículos, buses urbanos, y
precisamente esa hora se destacaba por un silencio total.

66 Fotón: Consiste en la cantidad ínfima de energía de una luz, o alguna clase de radiación electromagnética. La luz posee una dualidad de
estado, comportándose a veces como una onda y en otras circunstancias como una partícula, la cual es denominada fotón.

167
En cuanto a la formación tiene una cierta semejanza con los aviones actuales, igual a un desfile
aéreo, ligeramente curvo, sin ser una V, no rompieron formación en ningún momento, excepto
por uno que venía muy detrás, de igual tamaño y altitud que el resto. Pasaron estos siete
primeros, y luego de 10 segundos le seguía este último, una sola luz fue, eran bien redondos, de
aproximadamente 20 cm de diámetro, se percibían como solo luces, ladeándome hacia la
dirección Sur, por detrás de mí, volteándome para seguir observándolos”.

- Maidana: “¿Existían otras personas a parte de Usted?”.

- Romero: “Nadie, al menos a mi alrededor. Por supuesto que eso me lo guardé, porque los
niños siempre saben ocultar algo y termina allí, lo consideré tal vez algo sin importancia,
excepto alguna que otra vez lo conté a mi señora, porque al 90% de las personas no le importa
un bledo cuando le cuentas este tipo de cosas, y ni siquiera te toman en serio.

Y por supuesto en aquellos días, ni siquiera leía el diario y la radio, para decir que me lo inventé
en base a otros relatos. Para mí, fue una experiencia muy personal, muy particular”, nostalgia
conjugada con alegría, proyectaba los ojos del testigo al finalizar su relato.

“Ñandé67” aporta su granito de arena durante Junio de 1967, en una sección caratulada
“Explicando lo inexplicable”, “Una máquina increíble”, Pág. 9, redactado por el desaparecido
locutor, dramaturgo y periodista, Lionel Enrique Lara:

“La noche de San Juan se engalanó con un sorprendente derroche de fuegos artificiales que nadie
sabía de donde aparecieron. Objetos Voladores No Identificados (OVNIS) pasaron por Asunción. ¿Hay
alguna forma de explicar esa cosa inexplicable? Ese fenómeno que muchos afirman haber visto, en
todas partes del mundo. ¿Ocurrió en realidad?”.

Por si fuera poco, el periódico canadiense “Star” de Ontario (Canadá) transmitía “Equipo
espacial examinando área del Brasil” (Space Teams examining Brazil Area), el 27 de junio de
1967, Pág. 26:

“Visitantes del espacio exterior se han fijado bien en Sudamérica durante el fin de semana, a juzgar
por los periódicos locales.

Observadores de platillos volantes en Argentina, sur del Brasil y el Paraguay reportaron escuadrones
enteros de misteriosos objetos cercanos a través de los cielos.

Los observadores argentinos reportaron un escuadrón de objetos voladores no identificados avistados


en seis provincias el sábado a la noche. Volando a velocidades mayores a las 3700 millas por hora,
fueron divisados por los residentes, pilotos y torres de control del aeropuerto.

67 Ñandé: “Nosotros”, en lengua guaraní.

168
En Paraguay al mismo tiempo, seis objetos volaron silenciosamente en formación siendo vistos sobre
la capital, Asunción, por alrededor de 10 minutos. El aeropuerto dijo que las comunicaciones fueron
completamente interrumpidas mientras los OVNIs estaban en lo alto”.

También informaba el mítico Boletín de la APRO68, pionera organización civil de investigación


internacional fundada por el matrimonio Jim y Coral Lorenzen, en su portada de Julio de 1967:
“Flap begins in Earnest – Fleets over South America” (La Oleada comienza en el Sureste – Flotillas
sobre Sudamérica).

Bosquejando la oleada sudamericana reportada por investigadores extranjeros como el Dr.


Olavo Fontes (Brasil), el Dr. Óscar Galíndez (Argentina) y Richard Greenwell (Perú), Pág.4:

“La Argentina ha observado, también sobre Asunción, Paraguay. Fueron divisados por residentes y
periodistas, uno de los más recientes editoriales: -Los platillos- han sido una profunda y gran
marcada cuestión para los científicos. La gente (quien no los ve) lo ridiculiza, pero los sabios han
comenzado a estudiar el fenómeno. Es una actitud infantil el negar la existencia de los OVNIs”.

Rememorando tiempo después en el boletín de septiembre de 1967, pág. 11:

“Después de centenares avistamientos de extraños objetos aerotransportados vistos desde Argentina,


Uruguay y Paraguay, el 24 de junio, los avistamientos han comenzado a ascender sobre continente
Sudamericano”.

Guiado por el citado texto, previsiblemente en 2 días estas manifestaciones prosiguieron antes
que expirar como patenta “La Tribuna” el miércoles 28 de junio, en una concisa columna:
“Extraño Objeto fue avistado”, mencionando que en el aeropuerto de Junín, a 200 kilómetros al
OESTE de la ciudad de Buenos Aires (Argentina), los funcionarios de la torre de control
sufrieron perturbaciones radioeléctricas en las comunicaciones, coincidiendo con testimonios
sobre un platillo volador.

Previo a los eventos del 24 de junio, desde la Caleta de Mancora (Perú) empleados aduaneros
contemplaron el vuelo de un platillo volador, a tan sólo 300 metros, destellando un tono azul y
rojo desplazándose desde el NORTE al SUR, informaba la agencia de noticias italiana ANSA69,
reproduciéndolo posteriormente “La Tribuna” el 14 de junio de 1967.

Al retrotraernos se descubre un posible antecedente de data 8 de junio, en Buenos Aires


(Argentina), donde aparecieron cigarros aéreos en formación, sin emitir luz ni sonido alguno
ante el desconcierto de los ciudadanos.

68 APRO: Acrónimo de “Aerial Phenomena Research Organization” (Organización de Investigación de Fenómenos Aéreos), fundada en enero
de 1952 en Tucson, Arizona (USA), caracterizado por sus informes de rigor, ejerciendo sus funciones hasta 1969, año en que gran parte
de sus miembros conformarían el actual MUFON (Mutual Ufo Network).
69 ANSA: Siglas de “Agenzia Nazionale Stampa Associata” (Agencia de Noticias Italiana), creado el 15 de enero de 1945, aglutina 36 socios
comprendiendo a los principales medios itálicos.

169
En tanto ¿Qué sucedía al otro lado del globo? Si nos atenemos a lo expuesto por “El País” el 27
de junio de 1967, pareciera que los británicos emprendieron una vigilia de sus cielos
(skywatching70), al comunicar un portavoz de la BUFORAM (Asociación Británica de
Investigaciones sobre Objetos Volantes No identificados), al cubrir una porción significativa del
firmamento, gracias a unos 100 colaboradores distribuidos en 23 países, que coordinarían sus
esfuerzos mediante radio a las 19:00 Hs de Gran Bretaña, justificando el emprendimiento de la
siguiente manera:

“Esos testimonios alcanzan un número no verificado que es generalmente más importante hacia
fines de año, se señalan objetos en forma de cigarro, ovalados y en forma de cúpula. Igualmente se
nos informa acerca de discos y platillos volantes”.

¿Representaría esto el primer movimiento skywatching en el mundo?, ¿Qué fueron aquellos


objetos desemejantes a un avión y a fenómenos naturales conocidos?, ¿Por qué no volvieron a
presentarse con la misma intensidad como frecuencia desde 1967? Y por último ¿Fenómenos
aislados, concomitantes o semejantes?

70 Skywatching: Inglés. Palabra compuesta por “sky”, cielo y “watching”, viendo, observando. En ufología, se denomina a la práctica de buscar
azarosamente OVNIs en el cielo, mediante observación directa o acompañada de instrumentos ópticos que documentarían eventualmente
un fenómeno aéreo.

170
Faltando 40 minutos para que finalizase el 03 de octubre de 1991, cuando múltiples personas
observaron una bola luminosa que raudamente surcó los cielos, exhibiendo al final una
maniobra insólita, ante los atónitos ojos de transeúntes y las oportunas cámaras de televisión del
Canal 7, perteneciente al SNT (Sistema Nacional de Televisión) de la ciudad de Pilar.

La ciudad de Pilar constituye la capital de Ñeembucú, distante a unos 358 Km de Asunción,


ubicándose casi a la mitad de su perímetro el extenso “Arroyo Ñeembucú”, que desemboca en
el Río Paraguay hacia el oeste, sirviéndose este como un límite natural con el vecino país de la
Argentina.

Una tranquila y turística ciudad, que supo sobrellevar el aislamiento por mucho tiempo,
construyendo a pesar de ello una de las fábricas textiles más importantes del Paraguay,
“Manufactura Pilar S.A” que se halla en los márgenes mismos del río Paraguay.

A las 23:20 Hs, “Cerca de la fábrica textil unas personas estaban en la zona, vieron algo así
como una gran bola de fuego que se desplazaba por el cielo, y aparentemente en órbita
descendente hacia un banco de arena en el río. Cuando estaba por producirse el descenso,
repentinamente cambió de rumbo y volvió a elevarse con una velocidad impresionante,
perdiéndose de vista rápidamente, por lo que los testigos creen que se trataría de una nave
espacial”, publicaba el diario Ultima Hora, el 4 octubre de 1991.

Un marinero de la Prefectura Naval, así como pobladores que se esparcían en la “Plaza Soldado
Paraguayo” narraron lo mismo, lo interesante es que fortuitamente se hallaba un camarógrafo
del SNT, así como reporteros de “Telenoticias Pilar”, que registraron al tanto que atestiguaban
el insólito y fugaz evento, que fue posteriormente emitida en el Noticiero.

La filmación solo recogió unos pocos segundos antes de perderse de vista el objeto, ya que este
solo consiguió manifestarse en un intervalo de tiempo inferior a un minuto.

Esto conmocionó a todo el pueblo, disparándose la idea de que lo observado constituyó un


objeto volador no identificado.

¿Un meteoro que ingresó a la atmósfera? Imposible. Los meteoros “no pueden volver a
ascender”, pero se podría conjeturar en algún tipo de chatarra espacial, que realizó una
reentrada para luego regresar a su inestable órbita, es probable sin embargo esta idea presenta
varios problemas.

La basura espacial (space junk, en inglés) o restos espaciales (space debris), consiste en
fragmentos de objetos artificiales que alguna vez formaron parte de satélites o naves, tales

171
como tanques de combustible, cohetes, tornillos, guantes, paneles, así como cientos de
escombros resultantes de impactos entre satélites averiados, todo esto permanece allí, a
merced de la deriva gravitacional, estimándose en más de 16.863 de estos restos, que significan
un verdadero peligro a las misiones espaciales, así como el reingreso de estos a la atmósfera,
como sucedió en muchos casos, tales como el refulgente “meteoro” que fue divisado el 28 de
diciembre del 2014, en gran parte del departamento Central, así como parte del Chaco
paraguayo alrededor de las 01:30 Hs de la madrugada.

Un objeto de un blanco intenso con tonos verdeazulados, que desprendía material


incandescente a su paso, resultando ser en realidad un tanque que llegó a impactar en una finca,
situada en “Campo Grande”, Brasil, produciéndose un brillo intenso seguido de un sonido de
explosión, cuando el Sr. Marcelo Gulart, halló una pieza de unos 1,70 metros con un peso de 50
Kg, totalmente carbonizada.

Sin embargo hurgando en los catálogos de basura espacial, incluso consultando el “Reporte
Técnico sobre Residuos Espaciales de las Naciones Unidas”, (Technical Report on Space Debris;
United Nations, 1999), no se encuentra referencia alguna sobre alguna chatarra espacial
recuperada hacia octubre de 1991.

¿Se trató pues de algún fenómeno eléctrico o plasmático desconocido en la atmósfera? O ¿Algo
artificial? La hesitación sigue vigente.

172
Guarambaré, una ciudad ubicada a unos 28 Km de la capital, fundada en el año 1538 por el
explorador español Domingo Martínez de Irala, identificada por sus ingenios azucareros,
extensos cañaverales, casas antiguas del siglo XIX, que convergen en una exquisita mixtura de
modernidad con ecos del pasado, adornados de numerosos árboles que hallamos en el centro
mismo, constituyéndose además en cuna de innumerables artistas, poetas y escritores, entre
ellos el legendario Emiliano R. Fernández71.

Sin embargo aquella urbe, fue tapiz de manifestaciones de objetos voladores no identificados
que se presentaron de formas insólitas, causando un profundo asombro, a sus apacibles
moradores.
Corría el día sábado 25 de febrero de 1995, cuando unas cuatro personas, de distintas edades e
intereses, observaron como un objeto se materializó fugazmente, en la madrugada,
evolucionando por espacio de una hora, en el sosegado cielo estrellado.

El diario Popular reveló una interesante nota, el 28 de febrero de 1995, Pág. 3, que abarcó una
hoja entera, con un enorme título en negrita y rojo, “Aparecen OVNIs en Guarambaré”.

Entre los testigos de aquella madrugada se encontraban, Jacqueline Benítez Torres,


farmacéutica, quien se encontraba en compañía de su marido, Víctor y sus dos hijos, además de
las vecinas, Mirta G., Nancy.

Jacqueline Benítez, se refirió al objeto de la siguiente manera:

“Era como una nebulosa, como ráfagas de luz pero moviéndose a gran velocidad”.

Por su parte, Mirta G, declaró: “Daba vueltas en forma circular, hacía como el número ocho
(8). Yo sé que no era un avión porque después de algunos minutos efectivamente pasó un
avión, y era totalmente diferente”.

Las testigos se hallaban sentadas fuera de la casa, disfrutando de la noche, que con una
temperatura agradable invitaba al esparcimiento, razón por la cual divisaron el extraño
fenómeno.

“Yo miré nomás de repente hacia arriba, en dirección donde siempre sale el Sol, ‘che
mopirimbaité’ (traducido del guaraní, ‘me dio escalofríos’) cuando vi como una especie de
relámpago. Miré mejor y me di cuenta enseguida de que no era algo normal, porque si era un
avión iba a tener las luces titilando. No, definitivamente no era un avión. Entonces le dije a

71 Emiliano R. Fernández: Pseudónimo de Emiliano Fernández Rivarola (1894-1949), fue un músico y notable poeta del Paraguay,
considerado uno de los más prolíficos en la poesía popular y polka paraguaya.

173
Nancy, mira ¿Qué es eso? Allí también ya miró mi amiga Mirta, y lo que vio junto con nosotras
le puso los pelos de punta.

Era como algo redondo que daba vueltas en círculo, como una nebulosa y despedía varios
colores”, relató Jacqueline Benítez.

Fue por medio de un conocido médico naturista de Guarambaré, el Prof. Diosnel, que los
cronistas accedieron a este caso, argumentando que no constituiría la primera vez que se
manifiesta un fenómeno de esta naturaleza y que existían varios vecinos que habrían observado
lo mismo, pero callan por temor al ridículo.

Los testigos alegan que el fenómeno se manifestó por espacio de 1 hora, tiempo por demás
excesivo para el simple vuelo de algún tipo de aerodino, dentro de una región específica, como
ingenua la suposición de algún fenómeno astronómico del tipo meteoro, por la razón elemental
que los meteoros, “no pueden corregir su rumbo” y menos aún “ejecutar trayectorias
perfectamente definidas, como en este caso símil a un 8, por espacio de unos 60 minutos”,
incuestionablemente no existe en toda la historia de la ciencia un fenómeno celeste con
semejante parangón.

El objeto es reducido a palabras tales como “nebulosa”, en un intento por describir algo
totalmente extraño. En la “jerga popular” que se presenta en personas ajenas a la literatura
astronómica, generalmente tienden a confundir el concepto de “nebulosa” con “galaxia”, pero
ambos elementos refieren a una estructura difusa, y específicamente una galaxia normalmente
posee una morfología espiralada, por lo que el uso de esta expresión, tal vez devele la forma en
que se arreglaba al rotar el objeto disipando las haces de luz.

La coherencia apreciable y la inexistencia de términos como “platillo volador” o “nave


extraterrestre”, desbancan cualquier tipo de sugestión cultural, arrojando por tierra la hipótesis
de algo elaborado, así como el prejuicio del temor al ridículo tan presente en estos casos.

Subrayo, si estos objetos fuesen el efecto de algún tipo de imaginería, ¿Cómo se explica que
existan reportes de personas ajenas a esta cuestión? Así como, al dimensionar que los
fenómenos de OVNIs son un elemento foráneo a la cultura paraguaya, paradójicamente he
hallado evidencia testimonial de esta naturaleza en las páginas de la historia, que se van
acumulando como meras anécdotas que en conjunto final, conforman un panorama nuevo, del
que poco o nada sabemos a ciencia cierta.

174
Una fuerte sensación siempre me ha acompañado en todo este tiempo… el vago
presentimiento de que sucesos desconcertantes se dieron cita en el Paraguay, pero
permanecen acalladas, encerradas entre los capítulos de la historia que se desarrolla
eternamente.

Tan presente acorazonada transmutó en hecho, debido a un gran investigador argentino, el Dr.
Andrés Salvador, abogado y profesor de Ciencias Jurídicas, quien está profundamente
interesado en el pensamiento mitológico, folklórico, y su relación con la fenomenología de los
OVNIs, abordándolo desde un punto de vista social y antropológico.

El Dr. Salvador me reproduciría taxativamente una sección que dedicara al Paraguay, el


recordado investigador español Antonio Ribera, en su obra “OVNIs sobre Iberoamérica y
España”, editado en 1980.

Antonio Ribera (1920-2001), considerado el padre de la ufología española, fue un investigador,


escritor y submarinista, autor de una gran cantidad de libros así como artículos sobre OVNIs.

Actualmente conseguir un material en buen estado de Ribera se ha vuelto una labor casi
arqueológica así como otros tantos libros pretéritos sobre OVNIs, debido a que no se han
reeditado en décadas, puntualmente “OVNIs sobre Iberoamérica y España”, lo busqué
infructuosamente por mucho tiempo.

En la página 353 del citado libro, Antonio Ribera escribió:

“Tenemos una observación del mes de marzo de este año (1966), sin fecha.

Un objeto luminoso de color variable fue visto desde la terraza del Ministerio de Defensa,
donde también se halla instalado el Observatorio Meteorológico de Asunción.

Este objeto, primero rojo, adquirió después un color anaranjado. Tenía forma elíptica y los
testigos creyeron distinguir una silueta de apariencia humana que se movía en su interior.

La noticia fue difundida por un comunicado del Servicio Meteorológico del Paraguay”.

Extraordinario relato que atrapaba fijamente en su primera lectura, ¿Un objeto aéreo
desconocido conteniendo una entidad, observado desde la terraza del Ministerio de Defensa?
Tal aseveración debía ser corroborada de inmediato.

175
Antonio Ribera aparentemente se habría enterado debido a una publicación conocida como
“Ouest France”, del 23 de julio de 1966, así como el “Paris Jour” de misma fecha, siendo la última
recogida por el francés Jean Vuillequez.

Realizando una investigación en la hemeroteca “Carlos Antonio López” dependiente de la


Biblioteca Nacional, fundada el 21 de septiembre de 1887, situada en la capital, y revisando
pacientemente todas las publicaciones correspondientes al mes de marzo de 1966, descubriría
con enorme deleite en el pretérito diario “El País” del 30 de marzo de 1966, en la portada
misma un artículo enmarcado como “Un extraño suceso”.

“Los que muy pronto no apagaron las luces para descansar pudieron ver anteanoche (Nota del
autor: 28 de marzo), un extraño cuerpo volador en el firmamento. Hasta ahora todo cuanto se
puede decir sobre el fenómeno avistado alrededor de las 21:15 no serán sino conjeturas y es
preciso incorporarlo entre lo que se ha convenido en llamar ‘OVNI’.

Lo cierto es que la aparición del extraño artefacto volador llamó la atención de muchas
personas y cobró rápidamente estado público a través de las primeras noticias divulgadas al
respecto por Radio Paraguay.

Se trataba de un luminoso cuerpo no confundible con los satélites artificiales, ya que se


desplazaba en el firmamento o permanecía por momentos inmóvil, dejando margen de tiempo
a la observación.

El señor Carlos Gastón, con domicilio en Manuel Domínguez 1070, y otros miembros de su
familia lo vieron como otras muchas personas.

También desde el Observatorio Meteorológico, instalado en la terraza del Ministerio de


Defensa Nacional lo siguieron con el telescopio a cargo del Sargento ayudante Andrés Arnaldo
Arias.

El elemento al parecer, permitió descubrir que el ambiente interior del ‘OVNI’ se hallaba
iluminado, dejando la impresión de que estuviese tripulado. Sin embargo no se dio ningún
anuncio oficial al respecto.

Algunas personas atestiguaron que el extraño cuerpo celeste volvió a aparecer alrededor de las
1:45 de la madrugada de ayer”.

Esto se desarrollaba en una época en la que el hombre daba sus primeros pataleos en el
espacio, o más bien de animales con los perros “Brisa” y “Brasa” que habían sido enviados por
unos 22 días a bordo del “Cosmos 110” como parte de un experimento ruso para comprender
a cabalidad los efectos de las radiaciones cósmicas en un organismo, para eventualmente
perfeccionar los revestimientos de las cápsulas espaciales.

176
Lo acaecido y publicado en el Paraguay no constituye un hecho aislado, el 23 de marzo de 1966,
“El País” informaba, “Otra vez aparecen los platillos voladores”, relatando el avistamiento de
OVNIs en la región de Michigan (USA), durante más de una semana atestiguados por
numerosas personas entre ellas varios agentes policiales.

“Según los testigos, tales artefactos poseen una superficie erizada de asperezas en la que se
descubren varios ojos de buey, de los que se desprende una rojiza luminaria, así como varias
luces parpadeantes rojas y verdes.

Aparentemente los platillos voladores tienden a descubrir círculos en torno a los testigos que
les miran evolucionar elevándose después verticalmente cuando estos últimos se aproximan”,
publicaba “El País”.

Lo interesante de esta crónica es la inevitable comparación que surge tras un análisis, mientras
que la prensa estadounidense hacía uso del término platillo volador, en el Paraguay se esgrimía
la expresión OVNI, más neutral, genérica y adecuada para estos asuntos, ya que en el caso del
objeto visto en Asunción no poseía forma de platillo según las descripciones, despojando alguna
interpretación a priori.

177
Definitivamente el año 2012 fue un año intenso, apasionante, cargado de sucesos sobre OVNIs,
que se manifestaron tanto en el escenario internacional como nacional, más allá de cualquier
hipotético nexo entre estos, es de menester conocer estos casos que desafían todo lo
conocido, y producen una huella impresionable en la percepción tanto del testigo, como del
investigador.

Existen casos en los que al llegar al lugar de los hechos, se percibe que algo fuera de lo común
acabó de acontecer, como alguna vez escribió el más grande investigador de OVNIs, el
científico francés Jacques Vallée:

“Vamos pisándole los talones; la atmósfera aún vibra de excitación, y el olor a azufre aún flota en el
aire cuando registramos la historia”.

El caso que se desarrollará a continuación se ajusta a esa definición, fue lo más cerca que estuve
a una de las aristas de estos fenómenos, y no olvidaré jamás la sensación al llegar con un grupo
de reporteros, al contemplar esa extraña quietud, y temor producida en varios pobladores de
una humilde vecindad, que debatían lo que habían observado durante dos días seguidos.

Durante el mediodía del 08 de agosto del 2012, en el segmento de “Paravisión Noticias” del
Canal 5, se emitía un flash informativo, “¿Ovnis en Ñemby y Emboscada?”, exhibiendo
brevemente el relato de unos moradores que describían haber observado un objeto muy
luminoso de color rojo, así como otros aportaban en un posible descenso, señalando hacia un
campo baldío cubierto de árboles, alegando que al llegar allí, no pudo divisarse más el objeto.
Inmediatamente comienzo a grabar con la computadora lo que se emitía en el noticiero para
documentarlo.

La reportera del Canal 5, Viviana Insfrán narraba lo siguiente:

“No es la primera vez que escuchamos un testimonio así, pero lo cierto es que OVNIs
decidieron sobrevolar nuestros cielos, y por unos instantes alojarse en la noche paraguaya del
martes 07 de agosto”.

Al rato mostraban a una señora de unos cuarenta y tantos años, de pelo largo enrulado, que
declaraba:

“Para mí es un OVNI, no es la primera vez, ahora estamos muy sorprendidos. Porque mi hijo
venía de la despensa, y me dijo: ‘¡Mamá vení un poco, en el cielo hay unas luces!’, parecían que
se iban y volvían, uno nomás era, se daba la vuelta, y después ya apareció otro, parecía que se
iban a chocar, dándose la vuelta. Algunos dijeron que podrían ser luces de alguna discoteca o
algo así. Eran unas luces blancas y rojas, pero me dieron miedo”.

178
Apareciendo dos mujeres más que declaraban haber observado el extraño fenómeno alertado
por el grito de los vecinos.

La polémica estaba servida, ¿Quiénes eran estos moradores, y en qué región de Ñemby se
había producido?

Increíblemente apenas iba a iniciar la pesquisa, me telefonea coincidentemente la entonces


productora del Noticiero “Paravisión Noticias”, Laura Sosa Mendoza, invitándome a realizar
una investigación con el equipo del Canal sobre lo que se había visto en la zona de Ñemby,
específicamente en el asentamiento denominado Mbocayaty72.

La investigación conjunta se efectuó al transcurrir tres días de aquella emisión, el sábado 11 de


agosto del 2012 a las 20:00 Hs, en compañía de la conductora del noticiero Amalia Cutillo, y el
camarógrafo Marcelo, quienes amablemente me buscaron en el móvil del Canal,
desplazándonos rápidamente hacia la ciudad de Ñemby, distante a unos 20 Km de Asunción.

Entre charlas y debates varios dentro del vehículo, noté que nos dirigíamos a un oscuro lugar
que se hallaba próxima a una colina, una zona barrial, de casas humildes, que poseían como vía
de acceso un camino terraplenado de tierra roja, cuando en un momento nos detenemos,
porque el camarógrafo me explica que aquella antena de comunicaciones que se encontraba
hacia nuestra derecha, casi fue embestida por el objeto volador según la versión de los
pobladores, efectuando unas tomas fotográficas mientras me seguía explicando.

Al llegar preparo cámara y filmadora en mano, así como un bloc de notas, portando un
binocular en la cintura si fuere necesario. Pero al bajar del automóvil, pisando la polvorienta
tierra roja, constaté un panorama absolutamente distinto del reflejado en el noticiero, se
dibujaba otra realidad, un vecindario de casas construidas algunas de madera con partes de
cartones y chapas, otras simplemente de madera, existiendo unas pocas de material, con un
improvisado sistema eléctrico que alimentaba algunos pocos focos públicos que se extendían a
lo largo de la calle principal polvorienta, rodeado de muchos árboles de diversas especies, que
conseguían un grado de oscuridad tal en algunos casos, así como un gigantesco barranco
transversal de varios metros de profundidad, un canal que se hallaba escondido hacia el patio
trasero de las casas, que parecía más un túnel que otra cosa, todo ello hacia nuestra derecha.

A lo lejos, el horizonte contaminado por cientos de minúsculos puntos difusos de luz artificial,
proveniente de numerosas actividades humanas, pero en el oscuro llano de varios kilómetros
que se cernía en aquel sector, descarté rotundamente la idea de luces de discoteca, una tesis
imposible e irrisoria debido a las circunstancias y la inexistencia de un lugar nocturno.

El primer poblador en acercarse a nosotros fue el Sr. César Benítez, de unos 40 años
aproximadamente, quien comentó el recorrido que realizó el objeto según los vecinos,

72 Mbocayaty: Del guaraní significa “territorio poblado por cocoteros”.

179
invitándonos conjuntamente con el camarógrafo Marcelo, a pasar hacia el patio de su casa,
donde nos enseñó la depresión existente en la zona hacia el ESTE.

- César Benítez: “Este era el famoso carretera López. Por el Mcal. López. Mirando en Google
esta franja se va y sale en Ypané, observando la foto satelital. Hay lugares donde se está
desbarrancando, porque se está sacando la arena”.

- Maidana: “¿Cuál es el nombre del barrio?”.

- César Benítez: “Asentamiento Mbocayaty, esto se fundó hace unos 6 años nada más”, aseveró
con una característica voz ronca.

Inquirí sobre quién fue el primero en notar la presencia del extraño objeto, a lo que el Sr.
Benítez nos conduce con la intención de responder esa pregunta.

Casi enfrente de su hogar, se hallaba la humilde morada de quien sería aparentemente la testigo
principal de los sucesos, la Srta. Fabiola Beatriz Ortiz Acosta (21), quien salió acompañada de su
pequeño hijo de alrededor dos años de edad.

Una jovencita de tez morena, bajita, de profesión ama de casa, a quien interrogué:

- Maidana: “Al parecer Ud. ha visto algo en el cielo. ¿Será que puede describir que fue lo que
observó?”.

- Ortiz: “Era redondo… tenía lucecitas, tipo ventanitas, cuadras, pero eran de un rojo
intenso…”, relataba emocionada.

- Maidana: “¿Te encandilaba la vista?”.

- Ortiz: “Sí, era fuerte. Sentía calor, como si fuera (piensa) un caño de escape te esté soplando,
y el sonido del… no sé qué cosa era, pero tenía un zumbido tipo avispa. Así… zummm…
zummm… zummm… (recreando el sonido) y te trabajaba mentalmente, tu corazón se
aceleraba todo, en ese instante no te sentís, parece como si te vas a desvanecer”.

- Maidana: “¿Qué estaba haciendo Ud. antes de ver el objeto?”.

- Ortiz: “Yo estaba durmiendo ya, eran las 21:00 Hs, como esta hora. Salí para orinar, y vi que
algo rojo estaba viniendo para este lado (señala hacia el SUR-ESTE) parecía que se iba a bajar
prácticamente sobre la casa de mi hermana (indicando el inmueble que se encontraba
enfrente). Y al mirar ahí, empiezo a gritar como loca, miro a otro lado, vuelvo a mirar, me doy
cuenta de que no es avión, era algo raro… entonces grito a mis hermanas”, gesticulando al
rememorar, con cierto tono de vergüenza.

- Maidana: “¿A qué altura más o menos viste eso?”.

180
- Ortiz: “Donde está ese árbol, un
poquitito más arriba nomás estaba. Un
metro por ahí de aquel árbol”, apuntando
con el dedo, hacia el árbol que se hallaba
detrás de la casa de su hermana, que está
frente a su hogar (Véase Imagen 95).

- Maidana: “Dígame, ¿esto estaba muy


cerca?”.

- Ortiz: “Sí, muy cerca”.

- Maidana: “¿Percibió si parte del árbol se


iluminó?”.

- Ortiz: “Sí, sí se iluminó. Porque parecía


que estaba lejos y a la vez cerca. Tu vista te
engañaba, a la vez que nde kangy (en
Imagen 95 guaraní, “te pone débil”), no podes hacer
Montaje por ordenador del posible aspecto del OVNI nada”, bajando los brazos simulando
basado en el boceto original del testigo
languidez.

- Maidana: “¿Sentiste que te desvanecías?”.

- Ortiz: “Sí, yo apenas me movía. Esa noche refrescaba un poco, y ese calor inmenso después
parecía que estaba en mi pieza, 24 Hs duró”, gesticulando calor en el cuerpo.

“Al salir y ver mis hermanas, también se asustaron. Empezó a girar así (movimiento rotatorio
sentido anti-horario), giraba y giraba, se dio toda la vuelta una manzana, pero se fue allá, parece
que se bajó allí”.

- Maidana: “¿Descendió o proyectó una luz?”.

- Ortiz: “No, bajó luego”, sin vacilar respondió. “Graben, graben dijo mi sobrina, pero yo no
podía porque en ese momento te desconcentra totalmente”, con cierta frustración comentó.

- Maidana: “¿Cuánto tiempo estimas que viste?”.

- Ortiz: “Todo fue rápido, pero como te puedo explicar… al instante en que vos ves, hay una
energía que te impide hablar o reaccionar. Un calor inmenso se siente. No sé si por escuchar
ese sonido, o por qué”.

- Maidana: “¿Notaste algún efecto en las luces eléctricas, se apagaban o algo?”.

181
- Ortiz: “No, pero continuamente giraba. Aquí debajo tenía estas ventanitas, pero chiquitas
eran, y al girar, esto se prendía intensamente, no se apaga su luz, cada vez era más fuerte. Y el
ruido era impresionante, primera vez que vi así. Pero en navidad, creo que una vez vimos,
pasando, pero cuando eso estaba muy alto. Sin embargo en esta ocasión demasiado grande me
asusté… Justamente a mi sobrinito Matías, le dije ‘¡mira un poco eso!’, él me dice ‘¿Eso qué es?
No es avión’ y ‘no’ le dije. Empezó a gritar él, ‘¡Nderakore pe’a piko mba’e!’ (Del guaraní: ‘¡por tu
concha! ¿Qué es eso?’), y grite a todos para que salgan afuera. Ese sonido que parecía un
zumbido de avispa, te hacía algo por tu cuerpo, che mopirimba (Guaraní, ‘me da escalofríos’)”, al
recordar pude observar que efectivamente se le erizaba los pelos de su brazo, esto me dejó
sorprendido.

- Maidana: “¿Pero es la primera vez que vio algo así o no?”.

- Ortiz: “Y eso es lo que te digo, cuando tenía ocho años, en navidad vimos, pero estaba alto
(probablemente se refiere a diciembre de 1999). Era el mismo objeto”.

- Maidana: “Y en estos 6 años que estás viviendo aquí, ¿Alguien te comentó alguna historia
similar?”.

- Ortiz: “No, no. En esta ocasión vimos dos veces. Primero fue el lunes y el martes. En esta
ocasión salí con mi novio hasta allá, para que tome el colectivo, y estaba viniendo de este lado
ya (mostrando el NOR-OESTE), empecé a llorar ya, diciéndole que eso era. Me dijo algo
probablemente para que me tranquilice, ‘no vaya a llorar, eso es un avión nomás, y ándate ya’,
empecé a temblar viniendo rápido con mi criatura (niño), le dije a Matías ‘ahí está lo que vimos’,
y ahora si vieron todos en el barrio, porque ellos decían antes que yo mentía. No me creyeron,
pero después de ver, sí”.

- Maidana: “¿Pero cómo es el calor que se siente?, ¿Es igual a cuando te acercas a un horno? O
¿Qué?”.

- Ortiz: “No, es más fuerte. Nunca antes estuve cerca de un avión, pero me imagino como la
turbina más o menos…”.

Sorprendentes declaraciones, mientras la entrevistaba atendía un poco a su niño que se


encontraba indispuesto en ese momento. La primera pregunta que resonaba en mi mente era,
¿qué ganaba ella con inventar semejante historia?, y lo que más asombra es la descripción del
sonido que producía el objeto a su paso, ella ignora que en la casuística ufológica está presente
esta característica en un porcentaje de los casos.

Por ejemplo en el libro “Autores de lo Imposible” de Jeffrey J. Kripal73, pág. 454, se cita lo
expuesto:

73 Jeffrey John Kripal: Profesor de filosofía y religión. Escritor de varias obras comparativas de religión y creencias místicas.

182
“Los encuentros con los ovnis han sido a menudo acompañados de un sonido parecido al
"zumbido de abejas”.

Como parangón, citemos el caso acaecido el 20 de diciembre de 1978 en la localidad de Gral.


Paz (Caá Catí), Corrientes, Argentina, en la que un hombre de campo, el Sr. Valeriano Galarza
habría divisado un OVNI, percibiendo un sonido que identificó como “un panal de abejas”
(zumbido), o el caso del presunto aterrizaje de un OVNI en el Patio del Colegio Nacional de la
Capital, el 3 de febrero de 1963, atestiguado por el joven Atanasio Leiva, quien oyó un fuerte
zumbido mientras observaba el objeto (Véase Cap. “Visitantes en el Colegio”, Pág. 101), o el
avistamiento de un potente OVNI luminoso sobre el Arroyo Yhaguy, atestiguado por Darío
Bareiro Fariña, el 9 de noviembre de 1981, quien sintió un fuerte zumbido (léase Cap.
“¡Cuidado! ¡Casi al agua!”, Pág. 55).

Todo ello sin mencionar un caso que aparece en un libro del astrofísico Ph.D Jacques Vallée,
“UFOs: The Psychic Solution – Ufo influences on the human race” (“OVNIs: La solución psíquica –
Influencia de los OVNIs en la raza humana”), pág. 25, un hombre observó un inusual objeto en
una noche de febrero de 1972, próximo a la cordillera de la costa de California, cerca de Menlo
Park, USA, atraído por un zumbido que lo comparó como un “enjambre de unas abejas”,
siendo más claro este sonido, luego de bajar de su automóvil y acercarse a un objeto de color
rojo intenso que se encontraba suspendido en el cielo, observación que fuera efectuada en
compañía de un amigo. Ambos coincidieron en que el brillo era de tal magnitud, que se
asemejaba a un sol, y podría continuar citando casos que reúnan esta característica.

La pregunta que inevitablemente debemos formularnos es, ¿Cómo es posible que una persona
humilde y ajena al conocimiento de estos casos, pueda describirlo en términos similares? Dudo
que fuera un invento, y menos aún, simple coincidencia.

Existe una realidad humana invisible al más profundo escéptico. Durante la entrevista a la
testigo principal, su pequeño hijo se encontraba indispuesto dándose algunas breves
interrupciones, porque este recibía atenciones por parte de su madre, ¿Qué ventaja obtenía de
esta historia? Por lo que observé, investigué, y sentí, absolutamente nada.

Similares situaciones constituyen tan solo la punta del iceberg, de una multiplicidad de testigos
que se encuentran absortos, portando una experiencia única que generalmente lo guardan
como un preciado tesauro, a causa de una sociedad prejuiciosa, vertiginosa, que se aferra
fuertemente a débiles paradigmas que en estos casos se disuelven por completo, acabando por
modificar su sistema de creencias.

Intenté infructuosamente entablar contacto con un menor del vecindario, quien se encontró
presente durante el suceso, sin embargo su madre nos impidió realizarle una entrevista porque
el niño se había quedado con miedo, y no quería exponerlo a la prensa.

En el asentamiento Mbocayaty de Ñemby, existieron más de 12 testigos que coinciden en sus


declaraciones, presentándose leves divergencias de acuerdo a la percepción y la terminología

183
utilizadas, por lo que se concluye que el día 06 de agosto del 2012 a las 21:00 Hs, y el 07 de
agosto a las 19:00 Hs, se presentó aparentemente un mismo objeto de similares característica,
(pudiendo ser el mismo, no se descarta esto), en cambio en el día 07 durante la trayectoria que
exhibió, se cruzó con otro objeto igual que casi consigue colisionar, llevando a este último a
acercarse peligrosamente a una antena de comunicaciones ubicada a menos de 200 metros del
predio.

Se rumoreó sobre la existencia de una filmación efectuada desde un teléfono móvil, que
registró los últimos segundos antes de perderse el objeto, en la que se apreciaba un objeto
rojizo luminoso, no pudiendo confirmar y observar dicho material, por lo que se mantiene
como un rumor.

¿Qué produjo esa parálisis temporal a Fabiola Ortiz? ¿Tal vez el intenso pavor? O ¿Fue producto
del sonido que emitía el extraño objeto? Evitemos las especulaciones en este sentido, por lo
pronto me limito a presentar los datos en crudo, aguardando más detalles y posibles respuestas
que pudieran surgir de este u otro caso.

184
185
186
“Todos los hechos OVNI sin excepción,
tanto los complejos y ricos en situaciones paradójicas y anormales, como los más simples,
comunican al investigador la misma impresión y el mismo interrogante básico:
la sorprendente constatación empírica de algo que,
no pudiendo ocurrir ocurre”.

Juan Vicente Ballester Olmos


(Los OVNIs y la Ciencia, 1989)

El Río Paraguay, un fructífero río que divide al territorio paraguayo en dos mitades (Occidental
y Oriental), nace desde el Brasil en una región conocida como Sete Lagoas74, proyectándose por
unos 2.425 Km con escasa profundidad y tramos franqueables, convirtiéndose en una vía
comercial, turística, sustento de innumerables familias, además de ser el corazón de complejos
ecosistemas acuáticos.

Aparentemente el Río Paraguay no presentaría solo estas características, sino esconde un rostro
que se revela ocasionalmente ante el completo absorto de navegantes, que acceden por
momentos, a sus más profundos secretos.

Un evento conspicuo por su alta extrañeza y la impecable credibilidad de los testigos, situado en
uno de los parajes más remotos de la navegación territorial, en la Ciudad de Bahía Negra o
Puerto Bahía Negra, en el Departamento de Alto Paraguay (Región Occidental), a unos 800 Km
al Norte de la capital, fronterizo con Bolivia y Brasil, foco de otrora disputas territoriales, de
una biodiversidad única en el planeta existente merced a las crecientes del Río Paraguay.

El suelo de Bahía Negra no es óptimo para el cultivo por lo que las prácticas agrícolas no son
precisamente las usuales, sino más en la caza, específicamente la de yacarés y la pesca.

La energía eléctrica es un bien aún inaccesible en muchos puntos, y prácticamente no existía


aquel servicio hace 30 años, salvaguardándose por un generador eléctrico a gasoil instalado en la
base de la Marina Paraguaya.

También se halla en la región colonias indígenas ribereñas a 3 km de la Bahía, “Chamacocos”


(los autodenominados Yshyr75 Ybytoso, y el subgrupo Yshyr Tomaraho), hábiles cazadores,
recolectores, agricultores natos sin romper el frágil equilibrio de la naturaleza.

74 Traducido del portugués, “Siete Lagunas”.


75 Yshyr: “Hombre, ser humano” en lengua nativa.

187
Atracado76 hacia la ribera de la Base Naval estaba el buque de la Armada Nacional el “M3”
(Minador 3, “Teniente Fariña”. Ver Imagen 96), posicionado en el canal principal del Río, frente
a dos pequeños bancos de arena (islas) a unos 100 metros, utilizadas por la marina como
huertas provisorias en la época de bajada, y hacia el ESTE el camalotal.

Imagen 96
El navío militar M3 (Minador 3) “Tte. Fariña”
navegando por el río Paraguay en Bahía Negra. Circa 1977
El M3 constaba de 12 marineros, 2 Guardiamarinas, y 4 Sub-Oficiales a bordo, que ejecutaban
un sistema periódico de guardia, donde el oficial vigía cedía su puesto a un marinero apto, quien
custodiaba el perímetro hasta las 6:00 AM, rotando turnos cada dos días.

Las próximas líneas componen el resultado de la búsqueda de los


protagonistas luego de unos 34 años, substrayendo del campo
meramente anecdótico para documentarlo fielmente, sin
interpretaciones subjetivas por parte del autor.

El entonces Guardiamarina Vidal Villalba Vega (Véase Imagen 97),


quien alcanzó años después el rango de Vice-Almirante de la
Marina, fungiendo como Comandante de la Armada, un hombre
serio y metódico, se hallaba en septiembre de 1977 a bordo del
M3, descansando en su camarote77luego de cumplir la guardia.

Pasada la medianoche el marinero centinela golpea


vehementemente la puerta donde reposaba el oficial.
- “¡Señor, Señor!, ¡Ape ko oi hendypa!” (En guaraní: “Aquí hay algo Imagen 97
que se prende todo!”). En 1977 el Guardiamarina Vidal
Villalba prestaba servicio en el M3

76Atracado: Embarcación arrimada a tierra.


77 Camarote: Compartimiento del barco, destinado a colocarse camas o literas.

188
En este punto el Vice-Almirante Vidal Villalba señala en la entrevista:

“Lógicamente, sorprendido por la información, me levanto rápidamente, me acerco hacia el


lado del río. Miro del lado donde estaba el objeto donde me indicó el marinero, y veo una luz.
Una luz muy potente, muy potente, que prácticamente no se podía dilucidar que era, porque te
encandilaba los ojos.

Al principio uno piensa, un helicóptero. Pero sin embargo no había ningún sonido, y además el
helicóptero se ve perfectamente cuando este prende las luces”.

Descartada la hipótesis del helicóptero, sobrevino la incertidumbre y una arrebatadora sorpresa


que lo inquietó en tal grado, resolviendo despertar a toda la tripulación.

- Valte. Vidal Villalba: “Si mañana yo cuento esto a la tripulación, me van a decir realmente que
estoy loco. Entonces voy, y despierto a todos… ¡Levántense, levántense rápido!

Todos consiguieron ver el mismo objeto, pero nadie pudo dilucidar qué era eso”.

Aquella resplandeciente luz cándida se atinaba a tan solo 80 metros de la embarcación, sobre
aquella isla en medio del canal, quieta, silenciosa, a unos 20 metros de altitud, bañando su luz
sobre el banco de arena como a las aguas circundantes (Ver Imagen 98).

Imagen 98
Posición de la luz respecto a la embarcación

Otro castrense partícipe del momento fue el Sub-Oficial 1ro Leopoldo Elli Giménez (Véase
Imagen 99), experimentado hombre de navegación, sereno, de buena memoria, fue a quien
primeramente recurrió el marinero de guardia.

- “¿Ve aquella luz? Apuntaba el marinero.

- “Sí, un pescador, una canoa”, profirió rápidamente el Suboficial Elli.

189
- “No, no es un pescador eso Señor”.

El marinero explica que notó que aquella misteriosa luz surgió


debajo del navío iluminando el casco desplazándose hasta la isla
donde permanecía.

Inicialmente el Suboficial sospechó de algún tipo de embarcación,


pero no comprendía como aquello permanecía inmóvil a pesar
de afincarse en un sector donde la corriente es fuerte y se
hallaba opuesta a esta, por lo que fue deshaciéndose de esa idea:

-Sub. Oficial Elli: “Normalmente una embarcación con la


correntada del río, va cayendo, lo va llevando, y uno debe
Imagen 99
realizar un esfuerzo para contener su trayectoria. Pero sin Sub-Oficial 1ro Leopoldo Elli
embargo este no. Cualquiera a primera impresión podría pensar
que se trataba de alguna embarcación”.

La luz iniciaba un lento desplazamiento hacia el pantanal,


cuando el Sub-Oficial interroga al centinela:
- “¿Por qué no realiza un disparo entonces?”
A lo que el marinero responde:

- “No… no… ¡¿Qué voy a hacer?!”, con mucho pavor.


Sintió que el subalterno no inició fuego ante aquel objeto
volador por temor a que obtuviera una respuesta hostil de
este.

Aparece otro testigo importante, el Guardiamarina Pablo


Villalba (Ver Imagen 100), actual Capitán de Navío D.E.M,
retirado, hombre preciso en sus palabras, quien dormía
apaciblemente bajo un toldo en la popa78 hasta que lo
Imagen 100 despierta el Guardiamarina Vidal Villalba, percibiendo una
Cap. de Nav. D.E.M Pablo Villalba, barahúnda en la cubierta entre el sopor, atisbando algo
quien en septiembre de 1977 se desconocido a unos 80 metros:
desempeñaba como Guardiamarina
en el M3 - Cap. Pablo Villalba: “Todo abombado aún ya que me había
despertado de golpe, miro así, (gesticulando) y veo en la
punta de la isla algo extraño, una luz muy grande. No sé si se habrán dado cuenta realmente, o
entendían esa gente que estaban ahí, que era eso…. Y se alejaba, se alejaba. Realmente no se
sabía que era aquello.”, rememora el Capitán.

Sobre el paso de embarcaciones por la región, explicaría lo siguiente:

78 Parte posterior de un navío.

190
- Cap. Pablo Villalba: “Muy raras veces se mueven embarcaciones en esa zona. Las pocas veces
que aparecían barcos, eran de pasajeros (civiles), que consistían en dos paraguayos, trayendo
víveres, y a su vuelta transportaban pieles de yacaré, de Concepción, provenían… Pero son
embarcaciones pequeñas, que tienen de 10 a 12 metros y de ancho 5 metros, transportaban
víveres, bebidas, combustibles y otras cosas”.

Interrogo al capitán si la luz se comparaba al faro de una embarcación civil o militar, profiriendo:

- Cap. Pablo Villalba: “Tenía más luces. Las luces de los buques de guerra, normalmente tienen
lo necesario, justamente para eso, para que se no se los vea, por eso es que tienen el color del
agua, gris, para que no se vea tanto el buque que esta por ahí. No es como un buque civil, que
es colorido para llamar la atención, no es así. Sin embargo, este (sorprendido) demasiado
exagerado ya tenía las luces.”, enfatizó.

- Maidana: “¿Pero eran, una o varias luces?”.

- Cap. Pablo Villalba: “¡Varias luces!, igual a como se presentan en ciertos juguetes de luces
incandescentes”.

- Maidana: “¿Era solo una luz?”.

- Cap. Pablo Villalba: “No, no… (Agitando la cabeza)”.

- Maidana: “¿Usaron alguna señal luminosa?”.

- Cap. Pablo Villalba: “No, nada de luz. Nuestro barco ni luz poseía. Hubo un tiempo que se
abastecía de energía por un generador, pero cuando eso ni siquiera el generador funcionaba. Y
el buque recibe energía desde tierra en la Base Naval, y las luces se prenden solo hasta las 8:00
de la noche.

Por supuesto al día siguiente surgieron los comentarios, y en medio de esto, se me acerca el
Guardiamarina Vidal Villalba y me dice: ‘¡Arma!, ¡Arma!79…, vos sabes que yo agarré el fúsil, y le
iba a tirar, pero enseguida pensé, recapacité’.

Según el Capitán, el Valte. Vidal Villalba fue uno de los mejores tiradores de la marina,
representando a la institución en ciertos eventos, información confirmada al conversar con
otros oficiales retirados.

Pero ¿Se trataba de una luz o varias? El Capitán Pablo Villalba describió potentes luces que en su
conjunto dieron la impresión de uno, probablemente a su ángulo visual que facilitó el
discernimiento (Véase Imagen 101).

Todos coinciden en estimar unos 10 minutos la duración del fenómeno, y su dirección final
hacia el pantanal brasilero lentamente hasta perderse de vista.

79 Arma: Jerga popular utilizada en la milicia para referirse a un camarada.

191
Paralelamente al norte mismo del Brasil, en una región denominada “Isla Colares”, Estado do
Pará, se producía la más intensa oleada de OVNIs jamás registrada en el país vecino,
desencadenándose la famosa “Operaçao Prato” (Traducido del portugués, “Operación Platillo”),
el mayor operativo militar referido a OVNIs en el mundo y el mejor documentado en la
historia.

Imagen 101
Ilustración del artista Alejandro Espinosa recreando el refulgente fenómeno,
apoyándose en los testimonios

Una considerable fracción de sus habitantes constituidos por pescadores alertaron casi
periódicamente sobre inexplicables luces rojas, blancas, amarillas, pulsátiles o no, que aparecían
casi al ras del río, o en lo alto de los cielos, otras se embebían entre nubes, produciendo una
cantidad significativa de testigos que crecía exponencialmente.

El Hospital Regional se vició de pacientes con extrañas quemaduras, heridas que los aldeanos
atribuyeron a las misteriosas luces, forzando a la Dra. Wellaide Carvalho, directora del
nosocomio, a tomar medidas comunicando a periodistas del diario “O Estado do Pará”.

La información despertó una inquietud en el seno militar, enviando al lugar efectivos de la


Fuerza Aérea Brasilera (FAB) dependientes de la COMAR80, encabezados por el Cap. Uyrangě
Bolívar Soares Nogueira de Hollanda Lima

Se instalaron en medio de la espesa selva amazónica con el objetivo de cerciorarse que grado
de certeza existía en dichas afirmaciones, y si tales acontecimientos significarían un potencial
riesgo para la seguridad nacional. Cabe señalar que lo tomaron en serio, ya que inteligencia
manejaba por aquel entonces el rumor de que probablemente, efectivos de la FARC81, estarían
apostados en aquellos lares, y querrían comprobar si eventualmente estas luces se tratarían de
algún tipo de arma experimental que estarían utilizándolos deliberadamente en la población.

80 COMAR: Siglas de Comando Aéreo Regional.


81 FARC: Abreviatura de “Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia”, grupo guerrillero colombiano de tinte izquierdista, famoso por
sus métodos de secuestros tanto a civiles como a militares. Utilizan el terrorismo como medio para conseguir sus objetivos políticos.

192
Durante tres meses los militares estuvieron instalados en la Región de Colares, equipados con
una multitud de cámaras fotográficas profesionales, filmadoras, prismáticos y telescopios. El
operativo se ejecutó dentro de un margen de absoluta reserva.

Hermetismo cual, fue quebrantado gracias a las presiones civiles ejercidas por ufólogos
brasileros, entre ellas por parte del investigador y editor de la revista brasilera “UFO”, el Sr.
Ademar Gevaerd, revista a la cual me han designado como corresponsal internacional.

Gevaerd, Marco Petit y una lista de investigadores, adicionada por un cúmulo de entusiastas al
fenómeno OVNI, colectaron firmas para presionar la desclasificación de los archivos
concernientes a la Operación Platillo.

El resultado de dicha desclasificación fue una magna colección de datos que dejaría
desconcertado a más de uno. Cientos de hojas bien detalladas, en la que figuran registros de los
testimonios, con sus respectivas coordenadas geográficas, datos temporales, bocetos de los
objetos vistos por parte de los testigos civiles y militares, y un banco de fotografías anexas de
estas. En total son más de 200 hojas, y constituiría solo un fragmento de los documentos de la
Operación. Además sin aludir, que los militares habrían documentado todo el operativo en un
material de por lo menos 18 horas de grabación, en la que se apreciaría como prueba los
citados OVNIs. El cual lastimosamente hasta la fecha no se ha conseguido revelar al público.

Del arreglo de datos, cabe citar estos de especial interés para la investigación:

Fecha: 26/09/1977
Hora: 05:15
Lugar: Colares

“Cuerpo luminoso a altitud media, SW/E a gran velocidad, con destellos azulados”.

En esta observación en particular por parte de los militares, se deduce que vislumbraron un
objeto refulgente que provendría del SUR-OESTE con dirección al Este.

Otra anotación interesante:

Fecha: 28/09/1977
Hora: 19:15
Lugar: Colares

“Cuerpo luminoso, mediana altura (3.000 m), SW/NE”.

Fecha: 28/09/1977
Hora: 19:20
Lugar: Colares

193
“Cuerpo luminoso, mediana altura (3.000 m), SW/NE, se apagó (?). Nada que relatar hasta el
final del periodo”.

Esto es solo una minúscula muestra de una cantidad de anotaciones que se refieren a extraños
cuerpos luminosos que provendrían del SUR-OESTE, sumergirse detenidamente en todos los
detalles es trazar una ruta de estos objetos, que en aquel entonces vendrían de varios puntos
cardinales, y constituyen un claro patrón típico de una oleada.

Si se trazase una línea recta desde Bahía Negra hasta la Región de Colares, se evidencia una
diagonal ascendente que proviene del SUR-OESTE (SW), hacia el NORTE (N).

Creo que a estas alturas sería algo lógico suponer que el incidente de Bahía Negra no ha sido un
caso aislado, y la hipótesis que presento es que probablemente algunas de estas anomalías
aéreas hayan provenido del Paraguay.

Es más que factible que países vecinos también estuvieran embebidos en la oleada Colares.

194
Entre los meses de septiembre y octubre del año 2009, un extraño objeto volador se
presentaba puntualmente en el mismo lugar y hora, próximo a un Puesto de Control de la
Aduana82, situado en Hernandarias, Alto Paraná, desde donde personal policial tanto como civil,
observaban atónitos a mitad de la madrugada una misteriosa esfera, del cual jamás pudieron
tratar de dilucidar de qué se trataba.

La ciudad de Hernandarias, distante a unos 335 Km de Asunción, también apodada “La Capital
de la Energía”, porque en ella se encuentran las represas hidroeléctricas de Itaipú y Acaray,
siendo la de Itaipú una de las más grandes en el mundo, ostentando tal denominación gracias a
quien fue el primer gobernador criollo de la antigua “Provincia Gigante de las Indias”, Hernando
Arias de Saavedra83.

Interesante caso que fue proporcionado por el Sr. Carlos Cáceres, quien trabajaba en el citado
“Puesto de Control Anti-Contrabando de la Aduana”, dispuesto a unos 60 Km del “Aeropuerto
Internacional Guaraní”, a una altura de unos 36 Km de la denominada “Supercarretera”, y a 7
Km de la ciudad misma de Hernandarias, camino a Saltos del Guairá.

Durante una entrevista efectuada en su residencia, explicó claramente los pormenores de aquel
avistamiento:

- Carlos Cáceres: “Nosotros divisábamos una luz que no era una estrella, no era la luz de un
avión, ni tampoco de la Luna. Eran las 01:00 de la mañana aproximadamente, siendo el
diámetro de la luz, de unos 8 a 10 metros, pero a una gran altura, teniendo destellos, eso fue lo
que nos llamó la atención, porque los destellos eran del mismo color. Se contraían (los
destellos), y salían de color celeste. Esto sucedió durante los meses de septiembre, octubre del
2009 y al año siguiente volvimos a ver el mismo fenómeno, y en la misma fecha.

Siempre nosotros solíamos mirar el cielo, para ver el clima. Pero cuando llegaba la 01:00 Hs de
la mañana, nosotros ya le buscábamos a “nuestro acompañante” (refiriéndose al fenómeno),
‘eso’ duraba más o menos de 15 a 20 minutos, y generalmente ‘eso’, posteriormente se
desplazaba a gran velocidad hacia el poniente (entiéndase el OESTE). Siempre iba hacia el
poniente. No sé, que era. Nosotros pensábamos que era un ‘globo sonda’ del Aeropuerto
Guaraní generalmente. Y después llegamos a la conclusión de que eran ‘visitantes’, ‘esos que
supuestamente no existen’. No sabíamos que eran”, enfatizó.

El funcionario de la Aduana, el Sr. Cáceres, una persona respetada, seria y metódica,


proseguiría aportando más detalles de estos curiosos eventos:

82 Aduana: Oficina estatal encargada del control de todas las mercancías que se importan y exportan. Se hallan en puertos, aeropuertos o
lugares fronterizos donde se recauda un arancel por estos.
83 Hernando Arias de Saavedra: Fue un paraguayo descendiente de la nobleza, explorador militar, administrador, conquistador, más
conocido como “Hernandarias” (1561-1634).

195
- Carlos Cáceres: “Generalmente en las guardias nocturnas, solíamos divisar. Estábamos
acompañados de policías y compañeros de trabajo. No es que solamente yo, lo había visto”.

- Maidana: “¿Entre cuántos más o menos estaban?”.

- Carlos Cáceres: “De 6 a 7 personas, todos veíamos. Algunos compañeros lo ignoraban, no le


daban importancia. Con otros que sí les llamaba la atención, nos sentábamos a observar para
ver hasta donde terminaba. Pero siempre se desplazaba hacia el poniente, pero a una gran
velocidad… y no fue una sola noche, en varias oportunidades más lo vimos también, en la
misma zona”.

- Maidana: “¿Escuchó algún sonido?”.

- Carlos Cáceres: “Nada”.

- Maidana: “¿Notó algún efecto en la atmósfera o algo?”.

- Carlos Cáceres: “No, nada de nada. Solamente los destellos, y el desplazamiento después a
gran velocidad, pero en fracción de segundos se perdía en el infinito”.

- Maidana: “¿La luz parecía una chispa, o tenía ‘apariencia de luz sólida’?”.

- Carlos Cáceres: “Era un destello como cuando uno está soldando, pero se contraía otra vez.
De un color amarillo opaco, siendo el segundo destello celeste, como cuando prende la cocina
a gas. Estos destellos tenían una cierta frecuencia, pero el núcleo en sí, la bola de luz grande, era
lo única que no variaba. Realmente era una esfera”.

- Maidana: “¿Qué existe en la zona?”.

- Carlos Cáceres: “Esa es una zona de cultivo agrícola a gran escala”, prosiguió… “Nunca
tuvimos una definición exacta de que era eso. El policía que estaba de guardia era Amado
Caballero, hasta ahora presta servicios en el puesto de control”.

- Maidana: “¿Cuántas veces se repitió el fenómeno?”.

- Carlos Cáceres: “Nosotros lo vimos en 6 o 7 oportunidades, en diferentes días de la semana.


Siempre aparecía en el mismo lugar, pero nunca vimos cuando venía, aparecía nomás allí. El
desplazamiento de ida, era similar a una estrella fugaz, pero sin la cola, se manifestaba a unos 10
Km aproximadamente de donde estábamos”, alzando las manos señalando la altura en el cielo,
que estimé en unos 80°.

- Maidana: “¿Dejaba una estela al irse?”.

- Carlos Cáceres: “No, simplemente se iba… zas! y se perdió”.

196
- Maidana: “¿La primera vez, que ve algo así?”.

- Carlos Cáceres: “Sí la primera vez, nunca observe algo así…”.

Así culminaba esta interesante entrevista, que documentaba sobre la presencia de una esfera
luminosa pulsante de unos 10 metros de diámetro, que se mantenía quieta, silenciosa en el
cielo, por unos 30 minutos, para luego desplazarse fugazmente hacia el OESTE. ¿Qué hacía esa
esfera allí?, ¿Por qué siempre a la misma hora y lugar aparecía?, y lo más significativo, ¿Qué era
aquello?...

197
198
199
200
“Cuando un científico distinguido pero de edad avanzada afirma que algo es posible,
casi con toda seguridad está en lo cierto.
Cuando afirma que algo es imposible,
muy probablemente se equivoca”

Arthur C. Clarke
(Perfiles del futuro, 1962)

En nuestros cielos existe una intrincada y compleja red de rutas aéreas invisibles a nuestros
ojos, creadas con el fin de ordenar y dirigir a la inmensidad de aeronaves que se desplazan por
los aires.

Hay distancias establecidas entre una aeronave u otra a fin de evitar percances aéreos, sin
embargo ¿Qué hacer ante imprevisibilidades altamente inusuales? Cuando artefactos
desconocidos o fenómenos aéreos usurpan repentinamente una ruta aérea que no les
corresponde, acercándose riesgosamente a los aviones, cometiéndose un “incidente aéreo”,
donde la integridad física de los tripulantes como los pasajeros se encuentran en jaque, peor aún
son aquellos en los que se producen interferencias en los instrumentos de navegación.

Existen vastos tratados de rigor que desglosan esta reyerta aeronáutica, discriminada por los
prejuicios que lastimosamente contienen, por la estigmatización de los pilotos hacia sus propios
pares testigos de estos fenómenos, víctimas de un extenso pensamiento medievalista instalado
radicularmente en las entrañas mismas de la sociedad actual, creándose un sendero pedregoso
para una investigación donde muchas veces basta conformarse con fragmentos de algo mayor.
La importancia que revisten estos casos, queda patente en las palabras del PhD. Richard Haines,
ex asesor científico de la NASA y director científico del NARCAP84 (Reporte Nacional de
Aviación sobre Fenómenos Anómalos), en su trabajo “56 avistamientos aéreos por pilotos que
involucran efectos electromagnéticos”85:

“El tema de los informes de los pilotos de fenómenos aéreos anómalos ha sido de gran interés
para mí por más de 15 años por varias razones. (1) Los pilotos poseen un alto nivel de
formación y motivaciones personales para hacer observaciones cuidadosas. (2) Su (por lo
general) alto nivel de experiencia en vuelo les ayuda a tomar las evaluaciones rápidas y precisas
de las situaciones a menudo ambiguas. (3) Su capacidad de radio para ayuda inmediata o
confirmación de eventos (por ejemplo, radar de tierra, etc.) a menudo proporciona datos
corolarios. (4) Su capacidad de volar en diferentes direcciones y altitudes les ofrece la
oportunidad de obtener una mejor visión de los fenómenos anómalos u objetos (5) El

84 NARCAP: Siglas del Inglés “National Aviation Reporting Center on Anomalous Phenomena”. Una organización virtual que investiga los
reportes de pilotos civiles, militares y personal de tráfico áereo involucrado en avistamientos de UAPs (Fenómenos Aéreos No
Identificados), cuyo director es Ted Roe.
85 Informe original en ingles “Fifty-six aircraft pilot sightings involving electromagnetic effects”, Richard F. Haines, Ph.D – 1992.

201
mantenimiento de su reputación profesional es importante para ellos, por lo que en general van
a considerar todas las explicaciones alternativas antes de hacer un informe final de un objeto
desconocido. Por último, (6) sus aviones a menudo poseen equipos electrónicos sensibles que a
veces detectan diversos aspectos del fenómeno. En resumen, los pilotos suelen ser muy buenos
observadores cuyos informes contienen información valiosa para el investigador”.

El Dr. Haines presenta seis grandes argumentos difíciles de ignorar, y más aún cuando se ha
dedicado por más de 15 años a estudiarlos, recopilando más de 3.400 casos aeronáuticos.

Ahora bien ¿Qué es un incidente aéreo? Si nos atenemos al concepto concebido por la OACI
(Organización de Aviación Civil Internacional), “es todo suceso relacionado con la utilización de
una aeronave que no llegue a ser un accidente, que afecte o pueda afectar la seguridad de las
operaciones”.

Y el primer incidente aéreo paraguayo de naturaleza desconocida, se descubre al ahondar en la


historia, durante una siesta del 29 de abril de 1966 (Véase Cap. “Incertidumbre en el
Beechcraft”, Pág.207 ).

202
Un magnífico y desconocido suceso que bien pudiere oficiar de musa para alguna producción
cinematográfica, acontecía en una serena noche otoñal de un distante abril de 1964.

El sintético pero exquisito capítulo que un reconocido hispano investigador, experto


submarinista, pionero en muchos sentidos, Don Antonio Ribera (1920-2001), dedicara al
Paraguay, en su obra “OVNIs sobre Iberoamérica y España” (ed. Plaza & Janes, Esplugas de
Llobregat – Barcelona, 1980), fue la traza que condujo a este extraordinario suceso mudo e
ignorado por el paso del tiempo, ahogado en un cosmos de noticias pretéritas.

Agradecido por la transcripción que hiciere el Dr. Andrés Salvador, investigador argentino,
abogado y profesor de Ciencias Jurídicas, que contribuyó en el acercamiento a las referencias
de este, tanto como otro caso desarrollado, véase el Capítulo “Desde el Observatorio
Meteorológico del Ministerio de Defensa”, Pág. 175, fue el puntapié inicial para desempolvar
este incidente aeronáutico.

Don Antonio Ribera consideró este el primer caso paraguayo basado en la escasa pero
interesante información que dispuso:

“La primera observación paraguaya se remonta a 1964. El periódico “El País” que se publica en
Asunción, publicó en su número del 14 de abril de 1964 que el sábado anterior por la noche y
en San Fernando, localidad situada al norte del país, numerosos testigos vieron un disco volante
cerca de la pista del campo de aviación. En aquellos momentos se hallaba despegando un piloto
llamado John Green, el cual persiguió el OVNI, que poco después desapareció en dirección a las
salvajes regiones del Chaco”.

De la bibliografía se deduce que Antonio Ribera consultó a la mítica publicación inglesa, “Flying
Saucer Review”, una revista trimestral activa desde 1955, conformada por más de 60 expertos y
especialistas de Gran Bretaña así como otros países, que en su N° 2, Volumen II, en la sección
denominada “World round-up of news and comment about recent sightings” (Resumen mundial de
noticias y comentarios sobre avistamientos recientes), pág. 9, dedicaba una pequeña columna al
Paraguay, “Piloto persigue platillo”, una cápsula informativa que Ribera afortunadamente
encontró de interés traduciéndolo al castellano (Ver Imagen 102).

Dos fuentes aludiendo mismo suceso, la emoción y curiosidad conspiraron fuertemente para
emprender un pequeño viaje a la antigua hemeroteca “Carlos Antonio López”, situada en la
capital.

Con fecha en mano, y tras conseguir la colección del desaparecido “El País”, un diario de gran
porte, desacostumbrado tamaño para los actuales, del cual hojeara con la sutileza que amerita

203
estos añejos materiales pero con la férrea convicción de encontrar algo, aparecía efectivamente
en su sexta página, del martes 14 de abril de 1964, en una sepia hoja vestigio del tiempo, un
enorme titular que en nada podía ignorarse.

Imagen 102
Cubierta de la mítica publicación Flying Saucer Review correspondiente a Marzo y Abril de 1965
(Izquierda), narrando la persecución emprendida por un piloto hacia un OVNI en cielo paraguayo
(Derecha).

“Observaron un plato volador – Se registró el fenómeno en el Norte del País”.

Me remito al documento original, transcribiéndolo taxativamente:

“En la localidad norteña de San Fernando, cinco personas observaron el sábado pasado, en
horas de la noche, la aparición de un plato volador.

Según las informaciones obtenidas por El PAIS en fuentes responsables, los observadores
creyeron, en principio, que se trataba de un avión incendiado que estaba a punto de caer a
tierra, ya que el extraño artefacto parecía una gran bola de fuego.

Visualizaron el objeto más o menos diez segundos y quedaron por ello fuertemente
impresionados.

El aparato se desplazaba a una gran velocidad, rumbo a la cabecera de una pista de aterrizaje,
en medio de un vivo resplandor.

204
No pudo establecerse si estaba tripulado o no; pero posteriormente esta creencia se hizo
fuerte, cuando un piloto llamado John Green, que en su avión iniciaba el decolaje desde la pista
de la ciudad de Concepción, persiguió al mismo plato volador que había tomado rumbo hacia el
Chaco (Ver Imagen 103).

La persecución se realizó hasta la Estancia


Ledesma, en cuyo punto el aparato
perseguido se perdió entre las malezas
próximas a baja altura, sin poder ser de
nuevo ubicado.

Hasta aquí los hechos. Se trata sin duda de un


fenómeno sensacional, repetido con harta
frecuencia, como para que no se dude de sus
características. En nuestro país, es la cuarta
vez que personas de entera probidad,
Imagen 103 aseguran haber visto de cerca uno de esos
La infografía recrea la batida del piloto inglés sobre el artefactos misteriosos cruzando nuestro
Chaco al flamígero objeto escurridizo cielo, en rauda aparición.

Lo que cabe deducir de este nuevo testimonio de la existencia de los llamados platos voladores,
es que la coincidencia en los datos e informes proporcionados por personas serias, anulan la
sospecha de un espejismo o superchería.

Queda por aclarar el caso ante los centros especializados, que sobre el particular no han
pronunciado hasta ahora la ‘última palabra’, negando o asintiendo el fenómeno.

Sea de ello lo que fuese, lo que parece indudable es que en nuestro país se producen
continuamente observaciones de este tipo, algunas de las cuales quedan sin reveladas por los
testigos ya sea por restarles importancia o simplemente por falta de voluntad”.

Probidad define certeramente a la coletilla expuesta por esta nota, sus reflexiones sobre el
“desconocimiento de casos” ha dado simplemente en la diana.

Ello aparecía en una época donde el “sueño marciano” producto de las erróneas
interpretaciones de un entusiasta de la astronomía italiano, Percival Lowell86, quien anunció en
el año 1877, haber descubierto “canales” por todo el planeta Marte, elucubrando sobre la
naturaleza artificial de estas atribuyéndolas a una presunta civilización extraterrestre,
comenzaba a destruirse con los datos que las sondas espaciales iban revelando, tal como
informaba el extinto diario “Patria” del 5 de abril de 1964, “No hay vida en Marte”.

“Marte es un planeta deshabitado. En su superficie no hay más oxígeno que en las más altas
regiones montañosas de la Tierra”, concluía el Profesor soviético Vassili Kessarev.

86 Percival Lowell: (1855-1916) Fue un millonario aficionado a la astronomía, fundador del “Observatorio Lowell”.

205
Estados Unidos enviaría la sonda “Mariner 4”, revelando tiempo después, un planeta totalmente
desolado, yermo, sin obras de ingeniería extraterrestre alguna, poniendo fin a décadas de
especulación, y de imaginación sobre la parafernalia de los “marcianos”, deshaciéndonos de esa
conexión caduca de platillos voladores y estos inexistentes habitantes de Marte.

Regresando a nuestro plano, lo incontrovertible es que algo sobrevoló aquel sábado 11 de abril
de 1964 como para que un piloto civil se haya aventurado presto a perseguirlo sin vacilación
alguna.

¿Qué fue ese objeto? La investigación continúa abierta, como un paciente espeleólogo que va
estudiando una caverna…

206
Carlos Giúdice oriundo de Posadas (Argentina), pilotaba a unos 3.000 metros (3 Km) su ligera
“Beechcraft Bonanza”, una avioneta de matrícula “LV-HDN”, (“LV”, identificador de aeronaves
comerciales argentinas), durante la siesta del 29 de abril de 1966, hasta que de las nubes
emergió, una formidable máquina desconocida que lo persiguió, enfundándole el más profundo
estupor.

La primera pieza de este peculiar encuentro aéreo, lo hallé en el catálogo del desaparecido
NICAP87 (Comité Nacional de Investigaciones de Fenómenos Aéreos), fundado el 24 de
octubre de 1956 por el Cnel. Donald Keyhoe, piloto naval de la Infantería de Marina de EEUU,
ícono de la ufología de los 50’s y 60’s, conocido por sus acusaciones respecto a una política de
encubrimiento gubernamental entorno al fenómeno y principal promotor de la HET (Hipótesis
Extraterrestre) de los OVNIs.

“Abril 29, 1966 – Asunción, Paraguay.

3:55 PM. El piloto de una Beechcraft Bonanza en ruta a Posadas, Argentina, vio un objeto plateado
como un plato invertido, uno encima del otro, con ventanas, con un aparente tubo de escape
emitiendo”.

Un platillo volador con una hilera de ventanas se desprende de la rúbrica del NICAP, basándose
en dos fuentes, por un lado la revista francesa “Lumiéres Dans La Nuit88” N° 125 de Mayo de
1973, y acullá un material denominado “Fenómeno Aéreo No Identificado – 18 Años de
Avistamientos de Pilotos – Catálogo de Avistamientos por Militares, Pilotos de Pasajeros,
Pilotos privados desde 1916 al 2000” del investigador francés Dominique F. Weinstein, Asesor
Técnico de la NARCAP.

Conocer la información expuesta en Lumiéres Dans La Nuit #125 revestía capital importancia, y
para ello entablé contacto con el mismo Weinstein, impulsado por una acorazonada, si
Dominique Weinstein confeccionó el catálogo debía poseer una copia de la revista, quien
afortunadamente no solo respondería aportando detalles, sino brindó sin dilación alguna, el
preciado material de 1973.

“Paraguay”, este modesto título se exhibía en la Pág. 18, dándose a conocer por medio del
informante M. D. Geissenhoffer (Ex Secretario de la Embajada Francesa en Paraguay, quien
posee una interesante anécdota. Véase Cap. “Las fantásticas pinturas de Ysanne Gayet”,335),
extractando tres episodios paraguayos próximos en el tiempo, revelándose la fuente del suceso
del piloto Giúdice en “La Voz” del 12 de septiembre de 1969, antiguo material del que conseguí

87 NICAP: National Investigations Committee on Aerial Phenomena


88 Lumiéres Dans La Nuit: Del francés “Luces Danzantes en la Noche”, antigua publicación sobre OVNIs creada por Raymond Veillith en
1958, editándose hasta la fecha.

207
acceder al original, confirmándose todo lo expuesto sin decepción alguna en su portada misma,
“Casos de OVNIS en el Paraguay”.

“Iba pilotando uno de mis aviones particulares, un Bonanza LV AON, cuando a la hora ya
mencionada pude observar a poca distancia algo brilloso que supuse lógicamente era el ala de
un avión dejada al descubierto por una nube que cubría el resto del aparato. Yo viajaba solo y
como realizo con frecuencia estos viajes, puse mi experiencia en práctica y rápidamente tomé
distancia elevándome sin que el percance me alterara mayormente. Cuando me creía libre de
todo peligro, observé con inquietud que el otro aparato se hallaba sobre el mío y tomaba mi
dirección. ¿Qué se proponía el piloto?, ¿Qué quería? Francamente sorprendido procuré mirar
bien y aquí fue donde me quedé frío. No era un avión…

Como un plato sopero vuelto hacia abajo de aspecto


gris y con remaches. Poseía ventanillas y unos tubos
de escape. Es decir un plato volador”, reparó el
piloto (Véase Imagen 104).

El objeto efectuaría sucesivas aproximaciones


riesgosas, mientras Giúdice intentaba comunicarse
por radio con el personal de la Torre de Control del
entonces “Aeropuerto Pdte. Stroessner”, quienes
desde allí aconsejaron guardara calma y prosiga con
su rumbo al sobrevolar una zona de esterales, donde
un intento de aterrizaje se traduciría en un accidente
fatal.

El investigador Héctor P. Anganuzzi dedicó unas


líneas en su obra “Historia de los Platos Voladores en
Imagen 104
Un disco sólido emergió de las nubes la Argentina” (1974), Pág. 79:
aproximándose riesgosamente al aerodino
“Y desde la Torre de Control del Aeropuerto de
Asunción debió tranquilizarse al piloto Horacio Giúdice, su avión Bonanza procedente de
Posadas fue estremecido por una extraña máquina plateada con forma de plato”.

“Ñandé” en su edición N° 159, Año VIII, publicaba una histórica fotografía donde aparecía
Carlos Giúdice posando con su avioneta en la pista del Aeropuerto Pdte. Stroessner, caratulado
“Perseguido por un Plato Volador” (Véase Imagen 105), un reportaje del reconocido Gerardo
Halley Mora, periodista, escritor y locutor radial, ahondando en el percance sobre el Río
Tebicuary, gracias a las palabras del protagonista:

208
Imagen 105
El piloto Carlos Giúdice junto a su avión Beechcraft
con el cual fue hostigado por un platillo volador

“¿Se imaginan Uds., lo que es estar a diez metros de distancia y en pleno vuelo, de un aparato
nunca visto, venido de quien sabe dónde, y tripulado vaya a saberse porque fantasmones?

… La parte de arriba tiene unas ventanitas desde donde tengo la seguridad de que me estaban
espiando. La parte inferior es más oscura y se mueve con gran facilidad a cualquier kilometraje.
Por momentos hasta parece que no se mueve y por momento toma, de golpe, una velocidad
que yo creo que no me equivoco mucho, es superior tres veces a la velocidad de los aviones a
chorro”.

Sobre las maniobras del objeto declaró:

“Resulta que después de haber subido sobre mi aparato, comenzó a evolucionar alrededor mío
como si se tratara de alguien que tuviera interés en observarme detenidamente”. (Ver Imagen
106).

La secuela del caso se evidencia luego de 12 años en el diario “Hoy” del 7 de noviembre de
1978, “El Caso de los OVNI que sobrevolaron el Paraguay”, redactado por el Ing. S. Von
Wurmb.

Wurmb consiguió más detalles del intento de comunicación por parte de Giúdice con la Torre
de Control:

209
Imagen 106
El piloto tuvo la sensación de ser observado, al maniobrar el objeto cerca suyo,
como manifestando interés debido a su presencia
“Cuando recuperé la calma y cuando pensé que el objeto, que tan pertinazmente me perseguía,
no me iría a atacar, tomé el rumbo a Asunción y aproveché la oportunidad para ponerme en
contacto radial, cosa que antes no pude hacer, debido a la fuerte impresión.

Respondieron a mi llamada las Torres de Control de Posadas, un avión de la empresa “Navajas


Centeno”, incluso algunos otros aviones en vuelo, cuyos pilotos me decían que me tratara de
serenarme y otras palabras de aliento que me hicieron sentir más tranquilo”.

Las descripciones del objeto volador se tornaban inusuales al señalar que, “Despedía ciertos
gases por una hilera de toberas ubicadas en su parte inferior. En la aceleración, cada tobera
despedía una columna de gases precedida de una luz brillante, como si tratara de un reactor.
Todos los chorros funcionan simultáneamente, pero con cierta oblicuidad respecto a la base
inferior”.

La duración del hostigamiento aéreo sería de 3 a 4 minutos hasta que el objeto se apartó
dirigiéndose a un banco de nubes encima del avión.

Subsecuentemente el 14 de noviembre de 1978, el periódico “Hoy” volvería a retratar el


incidente con “Un Piloto paraguayo refiere su experiencia con los OVNIs”, en esta edición el
Ing. Wurmb plasmó la declaración de Giúdice sobre el funcionamiento del aerodino:

“En mi caso, la extraña aparición no me produjo dificultades para controlar mi avión, ni los
instrumentos tuvieron variación alguna, mucho menos en el sistema radioeléctrico. Creo, que
puede tratarse de la primera vez, en que uno de estos objetos es observado con tanta
proximidad y claridad”.

210
Cometía un inocente error el autor al referirse como paraguayo a Giúdice cuando francamente
era argentino, sin embargo importa ¿Qué tan grande fue el objeto volador? Según la
descripción oscilaba entre los 12 metros de diámetro por 3 de alto.

Es hora de traer a colación un concepto desarrollado por el Capitán y Piloto de la Brigada Aérea
del Ejército de Chile, Rodrigo Bravo Garrido, miembro del CEFAA (Comité de Estudios de
Fenómenos Aéreos Anómalos89), desarrollada conjuntamente con Juan Castillo Cornejo en
“Ufología Aeronáutica – Un nuevo concepto en el estudio de los OVNIs” (Octubre, 2010),
proponiendo una interesante adaptación a la conocida “Clasificación de Hynek” designándolos
como “Encuentros Aéreos”, enunciándose:

Encuentros Aéreos del Primer Tipo: Episodios de avistamientos de objetos o luces no


identificadas por pilotos, pasajeros o Controladores del Tráfico Aéreo (ATC).

Encuentros Aéreos del Segundo Tipo: Sucesos donde aparte de un contacto visual vienen
apoyados por trazas de radar (tierra o de aire) que confirman el testimonio.

Encuentros Aéreos del Tercer Tipo: Casos en que la cercanía del fenómeno provoca el mal
funcionamiento de los instrumentos del avión.

Encuentros Aéreos del Cuarto Tipo: Situaciones donde el piloto se ve forzado a maniobrar por
la presencia del objeto volador.

Encuentros Aéreos del Quinto Tipo: Este apartado corresponde a circunstancias en la que el
piloto debe abrir fuego contra el objeto volador.

Según esta clasificación la persecución sobre el Río Tebicuary es un “Encuentro Aéreo del
Cuarto Tipo”, al realizarse maniobras evasivas (palancazos) por la escasa distancia que
presentaba el OVNI.

Inquieto es la palabra que define al distante abril de 1966, justificado claramente en “Ñandé” N°
159 del viernes 29 de abril de 1966, donde César Espínola escribía:

“El viernes por la noche, un clima primaveral, y un cielo bastante claro era una invitación para
pasear o quedarse a conversar familiarmente en la calle o en el patio. Precisamente por eso
mismo, que al filo de las 22 horas, una gran cantidad de personas se encontraban en el patio o
fuera de sus viviendas.

Y en medio de ese pasar apacible, y cuando nada lo hacía presumir, la sorpresa de las gentes no
tuvo límites. Un objeto o un disco volador causaban conmoción en los vecinos de la capital. Este
cruzó el firmamento y volvió a perderse a los pocos segundos dando la impresión, en la
distancia, de caer o posarse en algún punto no lejos de la Capital”.

89 CEFAA: Comité de Estudios de Fenómenos Aéreos Anómalos. Fundada en el año 1997, organización chilena, dependiente de la Dirección
General de Aeronáutica Civil (DGAC). Tiene por objetivo documentar, y analizar exhaustivamente los informes de FANIs (Fenómenos
Aéreos No Identificados).

211
Uno de estos testigos fue un técnico radial de transmisiones deportivas, resguardado bajo las
iniciales “J. C.” por el cronista.

Hallándose también relatos de transeúntes capitalinos que habrían atisbado al Sur un refulgente
objeto azulado-verdoso exhibiendo una cola, desplazándose con celeridad hacia la Iglesia de la
Encarnación, punto en el que se perdió de vista a las 18 horas del jueves 28 de abril de 1966.

En tanto a unos 300 Km de Asunción, en el distrito de Hernandarias, se presenciaba un cuerpo


luminoso produciendo una fuerte explosión, interpretado por muchos como un OVNI, sin
embargo el análisis racional de sendos eventos nos conduce incontrovertiblemente a un cuerpo
celeste común, un bólido, esta pieza del cosmos que consiguió encender el firmamento y las
especulaciones de los hombres de aquel tiempo.

La inquietud celeste de las postrimerías de abril de 1966 volvió a entintarse con “La Voz” del 12
de septiembre de 1969, “Y de pronto… Un show de OVNIS sobre Asunción…”:

“A las seis de la tarde, el claro cielo de Asunción se vio cruzado por unos raudos puntos
luminosos. Llamadas telefónicas a las emisoras. Gente que salía a mirar desde las terrazas. La
aparición duró breves minutos. Pero era nomás el primer acto, pues esa misma noche, a las 22,
el cielo claro y límpido de la ciudad vio cruzar, ante los ojos acostumbrados de millares de
asuncenos, una verdadera escuadrilla de objetos luminosos que finalmente se perdió a lo lejos,
luego de estar a la vista largos minutos. Fue un espectáculo asombroso. Algunas emisoras de
radio sufrieron extrañas interferencias e inconvenientes. Las señales de radio del aeropuerto
también experimentaron una especie de influencia electromagnética, según declararon algunos
funcionarios. Un piloto civil calentaba los motores de un Curtiss en la cabecera de la pista,
cuando aquellos pararon bruscamente. Solamente después de un largo rato pudo arrancar de
nuevo cuando ya el show de OVNIs había finalizado.

Millares de testigos paraguayos sabían ahora que los misteriosos objetos voladores, existían…”.

Con este fragmento periodístico una tenue luz dispersaba la sombra del tiempo, exponiéndose
tres eventos coetáneos antagónicos, primeramente las dos visualizaciones de bólidos, en
segunda instancia, el tránsito de objetos luminosos que perturbaron electromagnéticamente, y
por último, el incidente aéreo de Giúdice.

Objetos luminosos que nos exhortan a cuestionarnos si ¿Un meteoro es capaz de interferir
electromagnéticamente? Francamente es altamente improbable, contradiciendo severamente la
duración de los avistamientos, ¿Podría ser una lluvia de estrellas fugaces?

Temo informar que la única lluvia de meteoros denominada las “Líridas”, se inicia cada año un
21 de abril hasta el día 25, esto es 12 días antes de los reportes, sin agregar su escasa
visualización debido a la frecuencia de unos 15 meteoros por hora, empeorada por la
contaminación lumínica de las ciudades.

212
Su nombre debe a la constelación de “Lira”, su radiante o el punto desde donde aparecen estas
diminutas partículas de polvo y roca, residuos del cometa Thatcher (C/1861G1) que ingresan a
nuestra atmósfera terrestre, produciéndose esos fulgores.

Por si fuera poco, el público se manifestó al enviar cartas al director de un conocido medio, tal
como realizó el asunceno Nicanor Chavez Duré:

“No debe tratarse de hacer creer a la fuerza los descreídos, ni con argumentos, eso sí debe
dársele todos los elementos de juicio para que elabore su propia convicción al respecto, pues
considero que no hay periodismo en el mundo capaz de hacer variar de parecer al incrédulo.
Esto lo sostengo por propia experiencia, pues era uno de los que se burlaban de los famosos
platos, repetía como loro lo que leía al respecto, y tenía la palabra llena de palabrejas como
sugestión colectiva, histeria, sicosis fantasiosa, etc… Hasta que VI un plato volador, cuando
manejaba cerca de Puerto Presidente Stroessner. Y no me vengan con cuentos, no era un globo
sonda, ni la imagen de Venus, ni un avión volando, ni un fenómeno óptico producido por las
nubes bajas. No. Era una cosa metálica esférica, iluminada y que primeramente, sobrevoló
lentamente la copa de los árboles a cien metros de mí, y luego salió disparando hacia arriba, a
una velocidad fantástica, hasta convertirse en un puntito en el cielo. Yo, repito, VI ese plato,
observé algunos detalles y OÍ el ruido que hacía. Lastimosamente no puedo decir que se me
paró el motor del coche, ni que perdí el conocimiento, ni que ahora estoy enfermo de
radiación. Pero si VI y OÍ aquello, y por lo que sé soy tan sano de juicio como para no ser
objeto de fantasía alguna. Además dicen son víctimas de alucinación los que CREEN
apasionadamente en algo, y hasta ese momento en que VI y OI, yo NO CREIA en absoluto en
tales artefactos” (“La Voz”, 8 de agosto de 1969).

La paráfrasis “El que busca, lo encuentra” se materializaría al encontrar a la artista paraguaya,


Myriam Careaga, quien en su infancia, con inocentes ojos contempló un raro desfile de objetos
en el firmamento, en su añorada ciudad de Caraguatay, Departamento de Cordillera, dos meses
antes de los sucesos de abril.

Profesora de artes plásticas exponente del arte espacial (Space art) luego de pertenecer al Club
de Astrofísica del Paraguay, recreando atrapantes escenarios que envuelven estrellas y
fenómenos astronómicos, como los que aparecen en el libro, “Almanaque Astronómico – 2012
- Edición Bicentenario de la República del Paraguay”, de Waldemar Villamayor Venialbo.

A pesar de residir en la ciudad de Lambaré, su infancia transcurrió en el pueblo de Caraguatay a


unos 91 Km de la capital, una de las localidades más antiguas del país.

Desde la casa de su abuela a pocos pasos de la “Iglesia Virgen de las Mercedes”, durante la
tórrida noche de febrero de 1966, observaron perplejos un inquietante fenómeno que
evolucionó alrededor de las 21:00 Hs.

213
- Careaga: “En aquella época la electricidad era limitada, cortándose como alrededor de las diez
de la noche. Todo el mundo salía a las calles por el calor, y era la ocasión ideal para mirar al
cielo.

Me acuerdo que nos fuimos con mi abuela hasta la esquina de su casa, y ahí vi un objeto circular
que estaba quieto, con una especie de luz alrededor. Recuerdo bien que la palabra que me vino
a la mente fue… ‘huevo frito’ (risas)”, aludiendo a su forma.

- Careaga: “La gente estaba murmurando y decían: ‘Wow! ¿Pea piko la OVNI, hina?’ (En guaraní,
‘¿Ese es el OVNI, verdad?’). Estábamos entre veinte, y al rato apareció una navecita más chica,
¡con una rapidez!”.

- Maidana: “¿Por qué refiere como una navecita?, ¿Cuál era su apariencia?”.

- Careaga: “Tenía una apariencia perfectamente sólida, metálica. Primero vino una, y después
aparecieron otras, no sé si eran dos o tres más, en la misma dirección del lado de Vapor Cué. Y
ahí, hicieron una formación en V, desaparecieron raudamente” (Véase Imagen 107).

Imagen 107
Esbozo original de la artista Myriam Careaga sobre lo atisbado en Caraguatay

- Maidana: “¿Estas luces daban la impresión de que salían y entraban del objeto que estaba
ahí?”.

- Careaga: “Sí, sí”, afirmando rotundamente. “Para mí, que la primera nave que apareció, la
chiquita, entró y salió de la más grande, y después se puso en posición, de la que estaba en el
medio”.

- Maidana: “¿Y la que estaba en el medio, qué forma tenía?”.

214
- Careaga: “Era así tipo como esos trompos, así circular, fue la más grande también y las otras
pequeñas. Recuerdo la impresión que me daba, porque con los ojos de niña me parecía que esa
nave más grande le esperaba a las más chiquitas, parecía como si le estaba comandando”.

- Maidana: “¿Se podía ver perfectamente?, ¿O tenían que aguzar la vista?”.

- Careaga: “No. Se veía perfectamente”.

- Maidana: “¿Percibió algún sonido?”.

- Careaga: “No, ninguno”.

- Maidana: “¿Cuántas personas estaban aproximadamente?”.

- Careaga: “Bueno, estaba mi abuela, mi bisabuela que vivía cuando eso, mis hermanos,
hermana -un año menor- que tiene algunas pizcas de recuerdo, no recuerda muy bien, y yo.
Había más de 10 personas con los que estaban en las esquinas. Nos quedamos todos y nos
pusimos a mirar”, esbozando pormenores de una época en que los pobladores utilizaban aún
velas y lámparas a querosene”.

- Maidana: “¿Cuál fue su primera impresión?”.

- Careaga: “Yo estaba fascinada. Realmente me fascinó, era un poco de resquemor pero
también fascinada. Lo único que te puedo decir que eso que estábamos viendo era algo real, no
era algo que estábamos soñando. Todo era muy calmo, estaba flotando allí, no hacía ruido,
nada, me impresionó la nube alrededor”, razón de su comparación con el huevo frito.

- Maidana: “¿La nube era densa? ¿De qué color?”.

- Careaga: “Blanca, densa al principio. Pero creo que en un momento se dispersó más, porque
al hacer la formación en V, ya no había nube”.

El avistamiento duró alrededor de cinco minutos, suficiente para distinguir detalles e


impregnarse en la mente de los testigos a pesar de los años.

- Maidana: “El objeto que estaba en el centro, ¿Giraba o estaba estático?”.

- Careaga: “Estaba estático”.

- Maidana: “¿El comportamiento de estos objetos era similar a los insectos?”.

- Careaga: “Los más pequeñitos, si parecían como insectos, ya que se movían muy rápido por
momentos. Lo que si recuerdo bien, es que todo estaba muy calmo, estaba flotando ahí”.

Señalando sobre un mapa finaliza explicando que se agruparon en “V” alejándose hacia el
OESTE.

215
Este fantástico y peculiar avistamiento encontraría su apoyo testimonial, a más de 80 Km,
gracias a la Sra. Graciela Martínez Gastón (66), personal de salud del Hospital Materno Infantil
de Loma Pytá, apasionada a la antropología.

Acompañada de su pareja en el añorado cine “El Óscar” del Barrio Jara en Asunción,
aguardaban impacientemente la proyección sobre un gran telón situado al OESTE, en una
noche de febrero de 1966.

En las décadas de los 60’s, 70’s y 80’s existieron un considerable número de cines que se
extinguieron, habiendo prácticamente uno por cada barrio de la capital.

La proyección se inició próxima a las 20:00 Hs, durando hora y media, interrumpiéndose por un
momento debido a un extraordinario imprevisto.

Retirados en un apacible lugar, sobre unos barriles que sostenían unos tablones agolpados por
una muralla que daba de cara al telón, se encontraba la pareja, cuando inesperadamente surgió
una flotilla de objetos voladores hacia el NORESTE que sin prisa alguna, surcaban entre las
estrellas.

- Martínez: “Fue un espectáculo hermoso, tenía un brillo intenso, llamaba la atención. De


repente pasó de naranja a un blanco intenso, y después, las navecitas redondas entre una estela,
a los costados del objeto central, haciendo fila, tipo esas filas militares, tres de un costado, tres
del otro. Y esto estaba arriba mismo de nosotros, lo vimos bien. Se deslizaban detrás de la
nodriza.

Ahora tímidamente hablo de esto, porque anteriormente dirían por una que eras loca”.

- Maidana: “¿Habías dicho que había una luz, o eran luces?”.

- Martínez: “No eran luces, la luz tenía el objeto principal, una intensa luz, que tenía una forma
circular, y unas estelas, viéndose perfectamente las pequeñas naves grises que no tenían luces.
Tres en cada fila, en dos filas”, (Ver Imagen 108).

- Maidana: “¿Si no tenían luces, como pudo


verlas?”.

- Martínez: “Por la luz de la nave principal, le


iluminaba a las demás, porque ¿Cómo vas a poder
ver de noche esa estela? Porque para decir que
había Luna, no había”.
Imagen 108
- Maidana: “¿Escuchó algún ruido?”. Graciela Martínez dibuja el insólito objeto que fue
escoltado por otros más pequeños

216
- Martínez: “Nada, ningún ruido. Nosotros lo único que escuchamos fue que explotó el foco del
proyector de cine. ¿Qué te parece? Y nos quedamos sin luz”.

- Maidana: “En el caso del objeto principal, ¿Este era del diámetro de la Luna o más pequeño?”.

- Martínez: “No, menos que el de la Luna llena. Era una cosa impresionante, no sé con qué
compararte porque la Luna no tiene esa luz, mucho más que la Luna brillaba. Nosotros nos
hallábamos a 5 Km de la zona de Zevallos Cué, Loma Pytá y Aeropuerto, solamente volteamos
un poco la cabeza para observarlos, sin embargo mi hermano pudo verlo encima suyo”.

Comentó que su hermano Alberto Martínez Gastón, pescaba con su padre en el Río Paraguay
frente a la Villa San Francisco, observando la cuadrilla de misteriosas máquinas, sin saber que
uno miraba lo mismo que el otro.

Esto supo al regresar a su hogar, cuando su hermano con incontenible emoción, narró con su
padre como esos objetos lentamente siguieron su curso hacia el Aeropuerto, donde según
comentarios en la radio, se apagaron las luces.

Otro dato curioso refiere a dos monjas que en su viaje de excursión hacia las Cataratas de
Iguazú, sobre la Ruta N° 2 próximo a Puerto Pdte. Stroessner (actual Ciudad del Este) divisaron
unos OVNIs evolucionando a baja altura sobre las copas de los árboles linderas del asfalto, una
extraña visión que sacudió las opiniones en los programas radiales.

217
Emociona descubrir personas que guardan relación con figuras del escenario histórico
paraguayo, hayan sido testigos de fenómenos aéreos no identificados.

Precisamente este es el caso y a pesar que no se ha dado en los cielos paraguayos, ello no resta
interés y mucho menos importancia, al ser atestiguado por pilotos paraguayos que pilotaban un
avión carguero “DC-8” de la extinta y entrañable “LAP” (Líneas Aéreas Paraguayas).

Uno de estos pilotos sería el desaparecido Cnel. Manuel Insaurralde (Véase Imagen 109), quien
llegó a ser piloto del famoso dictador paraguayo, el Ex Presidente Alfredo Stroessner.

El Cnel. Insaurralde voló por más de 40 años


alrededor de todo el mundo, a bordo de LAP,
y rememoró cuando aún vivía, un episodio que
jamás pudo explicarse, él tanto como el
copiloto, ingeniero de vuelo, y comisario de a
bordo presentes en aquella ocasión.

Su testimonio fue recogido y documentado por


el reconocido erudito historiador aeronáutico
Antonio Luis Sapienza Fracchia, quien se ha
Imagen 109 dedicado por más de 20 años a la investigación
Momento en que el Cnel. Manuel Insaurralde es
de la aviación civil, militar y comercial del
condecorado
Paraguay, escribiendo varios libros sobre la
materia y artículos para revistas internacionales especializadas.

Amablemente se dispuso a recibirme en su oficina, relatándome que recordaba la ocasión en el


que el Cnel. Insaurralde le comentó su experiencia de avistamiento de OVNIs, en uno de sus
vuelos, y debido a la seriedad de quien lo manifestaba, decidió incluirlo en su libro “La Historia
de Líneas Aéreas Paraguayas” (2004), Pág. 251.

Taxativamente dice así:

“El Coronel Manuel Insaurralde, Comandante de aeronave con casi 20.000 horas de vuelo,
recuerda que en un vuelo carguero con el N810BN de Asunción a Miami iba con el Coronel
Genaro Núñez como copiloto, el Sub Oficial Principal Feliciano Maciel como ingeniero de vuelo
y Rolando Gigglberger como comisario de a bordo. El vuelo se estaba desarrollando con toda
normalidad y estaban volando en pleno Caribe, entre Jamaica y Cuba. Alrededor de las tres de
la mañana, el copiloto Núñez avisó al Comandante sobre objetos extraños en el cielo: una
formación perfecta de diez objetos voladores luminosos que estarían volando a gran velocidad a
unos 50.000 pies. Tanto Maciel como Gigglberger también divisaron lo mismo, y en la soledad
de la madrugada aquella visión los sobrecogió profundamente. Poseían una luz semi-verdosa,

218
parecían redondos y estaban dentro de la atmósfera puesto que dejaban una estela de
condensación a su paso.

El cielo estaba limpio y ellos se dirigían de norte a sur. Bajo ningún punto de vista podían ser
consideradas aeronaves, ya que las luces no eran intermitentes y no se parecían a ningún objeto
conocido.

El avistamiento duró unos tres o cuatro minutos y luego desaparecieron. Reportaron lo


sucedido al control de tráfico aéreo de Cuba y ellos contestaron que varias aeronaves habían
informado lo mismo que aquella madrugada”.

Insaurralde comentaba sobre el mismo lo siguiente: “Lo anecdótico del caso es que siempre
que cuento esta historia, la gente se sonríe, pero a todos les digo lo mismo: Mi tripulación y yo
vimos, creemos en lo que vimos y no necesitamos que nos crean...”.

Inquiriendo sobre alguna publicación que narre este avistamiento, descubrí un artículo del diario
ABC Color, del 04 de febrero de 2009, “OVNIs desde LAP”, en la que de una manera muy
condensada se describía el testimonio del veterano piloto.

La rúbrica aduce que las aerolíneas que habían confirmado el avistamiento fueron pilotos de
VARIG y Aerolíneas Argentinas, además del detalle de la presencia de Luna Llena aquella noche,
que no se mencionaba en el libro de Fracchia.

¿Qué interés puede despertar la presencia o no de Luna Llena? El interés estriba


primordialmente en el hecho de que la obscuridad representa un gran filtro y un factor que
impide discernir con claridad un objeto durante la noche, más cuando se encuentra en el aire.

Cualquiera que haya intentado realizar observaciones astronómicas en noche de Luna Llena,
sabe perfectamente que es el peor día por la intensa contaminación lumínica que realiza
impidiendo observar objetos lábiles, de luz tenue, esto se debe a que la Luna Llena equivale a
una luminosidad de 1 lux, esto nos faculta por ejemplo a poder leer un libro sin dificultad alguna
en un bosque obscuro aunque no portemos candelabro o linterna.

Pues bien, esto contribuyó enormemente a la constatación de la existencia de “estelas” debido


a la luminancia, durante el paso de estos anómalos objetos, así como en el discernimiento de
que “no se trataban de objetos conocidos”, y más rememorando que el cielo se encontraba
perfectamente despejado.

La altura que estimó el Cnel. Insaurralde a estos OVNIs es de unos 50.000 pies, equivalente a
15,24 Km esto es el doble de la altura del Everest. La mayoría de los aviones comerciales
poseen un “techo de vuelo” (altura máxima alcanzada por el avión) de unos 12.800 metros
(42.000 pies), solo algunos jets alcanzan los 52.000 pies. Este record de altura es burlado por el
MIG-25 ruso, cuyo techo de vuelo es de unos 86.000 pies, descartando de esta forma un avión
comercial.

219
El artículo de ABC Color, culminaba de esta forma: “Otra experiencia similar la tuvo en
Formosa, pero esta vez lo vieron los del aeropuerto, aunque él no lo pudo divisar”,
probablemente lo habrá oído por radio y por ello tuvo conocimiento.

La historia de Líneas Aéreas Paraguayas (LAP) no solo se mide en números de vuelos realizados
o destinos alcanzados, sino también en anécdotas ocultas y fascinantes que nos trasladan a
horizontes inexplorados de la aeronáutica, los OVNIs.

220
Existen sucesos que logran destruir los paradigmas erigidos por años de enseñanza académica y
de la experiencia forjada por la cotidianeidad en nuestras vidas.

Uno de estos acontecimientos anómalos, de los tantos que hemos estado revelando a lo largo
del presente libro, se desarrolló el 8 de junio del año 1991, durante una parsimoniosa noche
fría, que aun así consiguió despertar el resquemor de un piloto civil que se hallaba en vuelo
desde la ciudad de Concepción rumbo a la capital, tanto como el asombro de la tripulación de
un Boeing 707 de Líneas Aéreas Paraguayas, rumbo a Miami, y por último el conturbo del
personal de guardia del Aeropuerto Silvio Pettirossi.

El presente caso reviste interés por la calidad y cantidad de testigos, el tiempo en el que se
manifestó el objeto, probables efectos electromagnéticos al avión, número de aviones
involucrados, confirmación visual en pantalla de radar, avistamiento aire-aire y desde tierra
tanto a ojo desnudo con binoculares, así como un ulterior informe archivado en el Ministerio de
Defensa.

Fue investigado en su tiempo por el ex ufólogo,


y fundador del APRA (Asociación Paraguaya
Racionalista)90, Jorge Alfonso Ramírez (Véase
Imagen 110) un empresario paraguayo que
desde una temprana edad se intrigó en la lectura
e investigación de fenómenos paranormales y
relacionados a los OVNIs, colaboró con varias
revistas extranjeras entre estas Año Cero y
Enigmas (España), UFO (Brasil), siendo
representante de la MUFON91 (Red Mutual de
Imagen 110
OVNIs) en el Paraguay, alejado por más de 15 El entonces ufólogo Jorge Alfonso interrogando al
años a la investigación ufológica y centrado más Cmte. Fariña. Foto gentileza Alfonso Salazar.
bien en combatir cualquier tipo de doctrina
religiosa.

El Sr. Alfonso conducía un programa de radio denominado “Contacto” en la que narraba casos
de la ufología mundial, así como debates abiertos con la audiencia. Sin embargo en una noche
de emisión, llegaba una noticia…

En términos del propio Jorge Alfonso:

90 APRA: Asociación Paraguaya Racionalista, una entidad sin fines de lucro que difunde el pensamiento racionalista, buscando promover el
interés por el pensamiento crítico a través de charlas y programas en medios de comunicación.
91 MUFON: Siglas de Mutual Ufo Network (Red Mutual de OVNIs), organización estadounidense sin fines de lucro, encargada de recibir e
investigar informes de OVNIs. Posee una red de investigadores a nivel mundial. Fundada el 30 de mayo de 1969 por Walter H. Andrus y el
Ing. Espacial John Schuessler.

221
“El relato me fue pasado un día que por coincidencia entrevistaba a un representante del
Centro de Estudios de OVNIs (CUFOS en inglés) de los EEUU. Aprovechábamos para
conversar informalmente mientras los comerciales estaban en el aire cuando noté del otro lado
del vidrio de la cabina de locución, al operador intentando llamar mi atención, pues había una
llamada telefónica urgente.

Pensé que se trataría de una llamada más, que atiendo normalmente durante la programación
de personas interesadas en participar del programa o hacer preguntas sobre OVNIs. La persona
que me llamó, un hombre afirmó tener informaciones interesantísimas para pasarme, sin
embargo quería conversar particularmente.

Cuando fue a visitarme en mi oficina, aclaró que las informaciones no eran completas, sin
embargo se referían a un avistamiento de un OVNI recientemente registrado en el Aeropuerto
Internacional Silvio Pettirossi de la capital paraguaya.

Con excepciones rarísimas las personas nos informan, después o durante los programas de
radio sobre hechos pasados hace mucho tiempo, cinco, diez años atrás. Todos los que trabajan
en ufología tienen conciencia de cómo es difícil mostrar o probar alguna cosa ocurrida hace
tanto tiempo si deseamos realizar una investigación seria y minuciosa. Para comenzar, es más
probable que el testigo haya cambiado de dirección o ciudad, muerto o simplemente no
recuerde bien el incidente. Sin embargo en esta ocasión, era verdaderamente reciente. Realicé
las primeras indagaciones a través de contactos con militares paraguayos cosa que no es muy
simple”.

Culminaba de esta forma la explicación del cómo había llegado a oídos del entonces
investigador Jorge Alfonso, en un artículo que había descubierto, de su autoría en la revista UFO
(Brasil), de Octubre de 1993, Pág. 27, titulado “OVNI es visto por dos aviones en el Paraguay y
autoridades confirman el hecho”.

El informe se iniciaba con una interesante reflexión digna de mención:

“Por primera vez en la historia de la poco conocida ufología paraguaya, un OVNI es visto
simultáneamente por dos aviones, captado por radar y encima sobrevuela un aeropuerto
internacional”.

Menciona el desconocimiento de la casuística paraguaya de tinte aeronáutico, sin embargo el


presente libro recoge las investigaciones que he realizado y desbancan esta reflexión al existir
varios casos que si obtuvieron registros de radar, y fueron atestiguados tanto por personal de
tráfico aéreo como de pilotos civiles o militares se tratare.

Retomando el caso; uno de los testigos clave durante el crepúsculo del 8 de junio de 1991, fue
el piloto civil César Escobar, quien transportaba dos pasajeros extranjeros en una avioneta
“Cessna Modelo 210”, que había partido desde una granja situada próxima a Concepción,
distanciada a unos 210 Km de la capital, sector norte de la región oriental.

222
En la entrevista realizada por el Sr. Alfonso, César Escobar declararía lo siguiente:

“Eran más o menos las dieciocho horas cuando despegué con el Cessna de una granja localizada
a pocos kilómetros de Concepción, llevando dos gringos (alemanes). Uno de ellos era el dueño
de una granja del cual fui su piloto por algunos años.

Yo acostumbraba a sintonizar la radio en la frecuencia utilizada por el aeropuerto todo el


tiempo, para oír la comunicación de todos los aviones que estaban volando. No sé exactamente
cuánto tiempo transcurrió desde que sintonicé esa frecuencia, mas mientras conversaba con los
pasajeros comencé a prestar atención en la comunicación entre un avión de Líneas Aéreas
Paraguayas (LAP) y el operador de tráfico aéreo de Asunción.

Al comienzo de la conversación transcurría normalmente sin embargo el Comandante de LAP


comenzó a alterarse su voz, porque se estaba poniendo nervioso…

Primeramente pensé que se trataba de un avión perdido en su ruta, sin embargo ahí oí que el
operador de la torre de control preguntó al piloto de LAP si aún podía ver el objeto a corta
distancia, a lo que respondió afirmativamente y agitadamente, dijo: -Lo veo bien enfrente mío”.

César Escobar continuó profiriendo sobre la comunicación radial que estaba interceptando:

“Recuerdo perfectamente que en un determinado momento el piloto relató a la torre de


control que el objeto se movía violentamente en dirección izquierda, de repente el objeto subió
un poco por lo que pude deducir, porque el comandante estaba diciendo que estaba a diez
horas en aquel momento (encima y a la izquierda).
Después de eso, el objeto descendió nuevamente, sin embargo por poco tiempo, al tanto que
el comandante preguntaba si aquello era del infierno o qué, una luz fuerte cercano a él, según el
comentario suyo a la torre. Todo eso era muy extraño”.

Según el reporte, la comunicación del


comandante de LAP del “vuelo N° 202”
(Véase Imagen 111) con la torre de
control, se extendió por un buen tiempo
hasta que el mismo objeto motivo del
alboroto, se presenta en dirección
convergente al Cessna 210, pilotado por
César Escobar.

Localicé una edición del “Diario Popular”


del 17 de agosto del 2010, en la que
Imagen 111 presentaba el texto “Brasileros
El avión de Líneas Aéreas Paraguayas desde donde fue Protocolizan procedimiento para
observado el OVNI reportar avistamientos de OVNIs”, y en
este se presentaba de una manera extremadamente breve el referido incidente, entrevistando a
César Escobar, pero encubriendo su nombre tras sus iniciales “C.E”.

223
“Veinte minutos antes de verlo, ya escuché por radio como el piloto se discutía con la torre de
control porque ellos no le creían al principio. El comandante dijo que el OVNI jugaba con él.
Pasaba de arriba y debajo de la nave. La discusión con la torre explotó cuando el comandante
dijo: -Na ore tavýi, rohechango hína (En guaraní, ‘No estamos locos. Lo estamos viendo’). Como
dije, 20 minutos después de eso apareció a la derecha de mi avión, a unos 5 Km”.

Planeando a una altitud de unos 2 Km (2000 metros), su suerte se transformaría


sustancialmente al pasar de radio escucha a testigo directo del veloz OVNI.

“Aconteció tan rápidamente que no tuve tiempo de entender nada, no podía creer que el
objeto a mi lado era el mismo que pasó por el avión de LAP”.

El piloto se esmeró en no cundir el pánico a los pasajeros que transportaba, al intentar esquivar
al intruso aéreo que lo escoltaba en riesgosas distancias de modo que no sintieran las maniobras
evasivas.

Durante la entrevista realizada por Jorge Alfonso a Escobar, describiría este fatídico momento
de la siguiente manera:

“Me comencé a preocupar cuando los pasajeros preguntaban sobre que era aquel objeto y por
qué estaba volando tan cerca nuestro, y no sabía que responderles. Estaban agitados y
comenzaron a ponerse nerviosos. En aquel momento recibí un mensaje del operador de radar
del aeropuerto de Asunción preguntándome si había tráfico aéreo hacia mi derecha. Mi
respuesta fue afirmativa, en tanto me pedían una descripción de lo que observaba. Respondí
que no conseguía observarlo bien todavía”.

El tiempo en que el intruso aéreo escoltaba al Cessna 210, fue de unos 25 minutos, tiempo
suficiente como para intentar observar lo más que se pueda al OVNI.

César Escobar precisó que se trataría aparentemente de un objeto oval, situado a unos 400
metros de distancia suyo, que a medida que transcurría el tiempo más se acercaba a él, durante
el acercamiento comenzó a notar desperfectos en los instrumentos de vuelo.

“Hubo momentos en que me desesperé porque el objeto se aproximaba más y más, y todos los
instrumentos quedaban locos. Estaba especialmente concentrado en el visor de dirección
automática (ADF), que se movía descontroladamente sin especificar dirección alguna. Si
continuaba de esta forma, tendría serios problemas para saber dónde me estaba yendo”.

Cabe mencionar al personal de guardia de aquella noche en la Torre de Control del Aeropuerto
Silvio Pettirossi, se trataban del Sr. José Chávez, operador del radar y el ATC (Controlador de
Tráfico Aéreo) y piloto civil, Aníbal Gabigan.

Veintiún años después realizo una “re-investigación” del “Caso Luque de 1991”, con el afán de
corroborar alguna modificación en el relato de los testigos basándome en las precedentes

224
investigaciones de Alfonso, esto cobró una vital importancia al comprobar
incontrovertiblemente que algo sucedió, no siendo el producto de algún tipo de imaginería con
algún objetivo mediático, y lo que suscita un interés aún mayor, el aporte de detalles inéditos
que completaban el panorama de aquel fascinante y extraño suceso aeronáutico.

Conseguí localizar y contactar al Sr. Aníbal


Gabigan (Véase Imagen 112), reconocido
profesional en el Aeropuerto Silvio Pettirossi,
quien se especializó en Controlador de Tráfico
Aéreo en la ciudad de Sao Paulo (Brasil), siendo
instructor de otros futuros controladores.

Para ello me dirigí una noche hacia la ciudad de


Luque donde Gabigan me recibiría en la
comodidad de su hogar de la manera más
amable y cordial posible.
Imagen 112
El piloto y Controlador Aéreo (ATC) Aníbal Gabigan
Allí descubriría una persona seria, objetiva, durante la entrevista
tranquila, del que se percibía los conocimientos y
experiencias que manaban tras la entrevista que duró aproximadamente unos sesenta minutos.

- Maidana: “¿Recuerda lo que sucedió aquella noche?”.

- Gabigan: “Era una noche fría de otoño donde no había ninguna nube, era una noche clarísima.
Normalmente las noches frías son muy calmadas… no hay turbulencia no hay nada (realizando
una breve mirada perdida, pero fija en su memoria), y me llamó un compañero que estaba en la
sala de radar, que hacía el control de ruta, me dijo que esté atento porque estaba viniendo una
aeronave del norte del país, y había reportado que un objeto extraño no identificado con unas
luces que no eran las de un avión, porque un avión tiene las luces bien identificadas, tiene una
luz blanca, roja, y una verde, no correspondía a estos.

El señor reportaba que el objeto venía muy pegado a él, que hacía muchísimo tiempo que le
seguía. Sentía el temor que en algún momento el objeto tenga algún contacto con él
(refiriéndose al avión) y sufriera un accidente, el nombre del piloto es César Escobar”,
asintiendo con la cabeza.

El Controlador de Tráfico Aéreo, recordó un detalle muy substancial:

- Gabigan: “Llamativamente cuando hice el curso de pilotaje, César Escobar fue mi compañero
de piloto. Le conocía yo, y sabía que es una persona seria, responsable y un profesional de
primerísimo nivel, quien hasta ahora sigue volando. Si él manifestaba esa preocupación, era por
algo”, concluyó.

Lo observo fijamente preguntándolo.

- Maidana: “¿A qué distancia se manifestó el objeto según el piloto?”.

225
- Gabigan: “Él decía que era una distancia mínima de 20 metros y una distancia máxima de 30
metros, según su apreciación. Hay que tener en cuenta que el ojo sufre unas ciertas alteraciones
en la visión nocturna, no es lo mismo ver un objeto de día que de noche, en términos
aeronáuticos. Uno de noche, muchas veces cree que el objeto está muy lejos, sin embargo está
muy cerca, y viceversa. Pero así en una apreciación de entre 20 y 30 metros es imposible de
que haya un error. El error sí se puede dar entre 100 metros, pero menor a 30 no…

La apreciación para mi criterio, era real. Yo creo que él, justificadamente decía ‘está muy cerca’,
y ‘temo que se me acerque’, porque según él se acercaba más y se volvía a alejar, inclusive las
personas que venían con él, porque él estaba acompañado”, observándome y asintiendo con la
cabeza.

- Maidana: “¿Esa proximidad como se interpreta dentro del Protocolo de Aeronáutica?”.

- Gabigan: “En una aplicación de la norma aeronáutica, eso es considerado un ‘incidente’. La


diferencia entre accidente e incidente, es que en el incidente hay una distancia mínima hasta
donde pueda acercarse otra aeronave, en tierra o en el aire, si la aeronave trasgrede esa mínima
distancia, ya hubo un riesgo de colisión. En cambio en el ‘accidente’ ya hubo un contacto físico,
que normalmente conlleva a un accidente grave.

Si se trataba de una aeronave esa proximidad de 20 o 30 metros era muy grave, porque hay
distancias longitudinales así en distancias, y también separaciones verticales en diferencias de
nivel. Ninguna separación longitudinal te permite 20 o 30 metros de proximidad, eso es
categórico”, sentenció al tanto se acomodaba en su silla.

- Gabigan: “Si es que vamos a hurgar así a profundidad, en los reglamentos. Una separación
mínima sería de 3 millas náuticas y media, que son 5 Km, es lo mínimo que una aeronave puede
pasar de otro a un mismo nivel, y tienen que ser 2 aeronaves del mismo porte, que lleven la
misma velocidad. Salvo las aeronaves militares que vuelan en escuadrilla, que cabe en otro
ámbito regulatorio”.

- Maidana: “En estas cuadrillas militares, ¿Qué proximidad puede darse entre ellas?”.

- Gabigan: “Y depende del ejercicio que hagan, existen algunos ejercicios que son así,
(gesticulando con las manos) de una distancia de 50 o 60 cm de punta de ala a otra, pero eso
escapa al ámbito de la aeronáutica civil. Y el piloto que vuela así, está preparado, no a cualquiera
le llevan ellos para hacer eso. Tiene que tener una preparación avanzadísima para volar en
escuadrilla”.

- Maidana: “¿Qué realizaba usted aquella noche en la Torre de Control?”.

- Gabigan: “Yo estaba de guardia en la torre de control, el Sr. Chávez estaba de guardia en
Aproximación y Ruta que es ACC-APP.

226
El radio de la torre de control tiene un alcance de 4,3 millas náuticas de radio, y todo lo que
entra desde el suelo hasta 2.000 pies que son 600 metros es responsabilidad del controlador de
torre, separar las aeronaves que salen, entre sí, y las aeronaves que llegan.

Y normalmente la separación nocturna es más riesgosa y requiere mucha más atención del
controlador, es un trabajo coordinado.

No debe existir la mínima duda de que los aviones que se cruzan deben pasar respetando los
mínimos de separación que está reglamentado hasta el último detalle”.

Indago sobre si apareció algo en el radar.

- Maidana: “¿Aparecieron trazas en el radar?”.

- Gabigan: “Resultase que el radar es un sistema analógico no es digital. El primario es analógico,


y normalmente cuando vuela una escuadrilla, el radar te trae una sola traza como si fuera una
sola aeronave. Y en una distancia de unos 20 a 30 metros es imposible que un radar te de 2
trazas. Aparece como una traza, ese es un problema técnico, mucha gente no sabe eso.
El radar secundario lo que si hace es, enviar una señal y el avión envía una respuesta a través de
un dispositivo que se llama ‘transponder’.

Una aeronave que no tiene transponder no puede responder la señal, si hay dos aeronaves que
tienen dos transponder, codificados en forma diferente, sí en una distancia de 20 metros, podes
tener dos señales. Pero para ello deben estar los transponder prendidos y con un código
seleccionado, en este caso yo tengo entendido que además del radar primario, y el radar
secundario que el Sr. Escobar tenía en su avión y estaba prendido, pero por la proximidad era
imposible que haya otra traza primaria.

Encima si hay dos objetos muy próximos, el radar primario siempre te saca la traza del que
tiene mayor volumen, en este caso el avión, pero el acompañamiento que sufrió el Sr. Escobar
fue de mucho tiempo.

Él dice que disimuladamente como estaba a su derecha (el objeto) hacia un viraje imperceptible
hacia su izquierda, notó que el ‘otro’ mantenía la separación, no se alejaba. Más cuando el
controlador del radar le dijo que no tenía otra aeronave volando en la zona, ahí se percató que
le venía acompañando a él”.

- Maidana: “¿Cómo describió el objeto, el piloto?”.

- Gabigan: “Resultase como él decía. Uno, la aeronave tiene dos faros, uno de estos está en el
tren de nariz, aterrizaje, y el otro tiene en el lado derecho del ala. De manera a que el lugar
donde se encuentra el haz de luz, del ala que está inclinado hacia el eje del avión, un poquito
hacia abajo, se encuentra con el haz de luz del tren de aterrizaje, eso indica al piloto el punto
donde tiene que tocar la pista…

227
Bien, habíamos hechos comentarios después como éramos compañeros fuera de todo
protocolo, no creo que esto se haya registrado, ni dicho a la persona que investigó inclusive (se
refiere a Jorge Alfonso), es que él decía, primeramente por el ángulo que el mantenía (el
OVNI), estaba a mi derecha un poquito en el frente, era imposible que mi luz le alumbre, si ‘yo
prendía la luz podría ver que era’. Él veía que era una cosa redonda que giraba y tenía varios
colores las luces”, girando con las manos, profiriendo lo que le había dicho el piloto.

- Maidana: “¿De qué color eran las luces?, ¿Esto le comentó durante la comunicación por
radio?”.

- Gabigan: “En ese momento él no me comentó si las luces son de tal o cual color, eso fue una
conversación posterior.

Decía que había un verde claro, oscuro, un color rojo tirando a fucsia claro y obscuro, por
ultimo un rosado de igual tono oscuro y claro. No había amarillo, ni había blanco, según lo que
él comento.

Hay que tener en cuenta la condición psicológica del piloto que viene volando de noche, con
una cosa en frente que en cualquier momento se le puede cruzar y colisionar. No es para estar
recordando con detalles”, colocándose en la situación del piloto.

- Gabigan: “Pero me dijo que:


‘1) Me di cuenta de si aún prendía la luz no lo iba a ver’ y 2) él tenía el temor de que si prendía
la luz y le enfocase eso genere una reacción negativa, considerándolo a Escobar como un
agresor y le ataque”.

Sorprendido por los detalles inéditos que revelaba el ATC Aníbal Gabigan, continúe inquiriendo
sobre cualquier mínimo detalle esclarecedor.

- Maidana: “¿Quiere decir que el piloto consideró que el objeto estaba bajo un cierto control
inteligente?”.

- Gabigan: “Si, consideró la posibilidad de agresión si prendía su luz, evaluó eso. Por lo menos
mantenía su distancia, no había ninguna interferencia en el sistema de comunicación. Por ello él
me dijo, ‘mejor me quedo en el molde, y sigo. Si me dejan llegar hasta mi punto de destino, en
hora buena’, que fue lo que posteriormente ocurrió.

Me dijo, ‘Ponte en mi lugar, ¿Vos qué harías?’. Porque sabía que era piloto. Haría lo mismo,
quedarme en el molde, no interfería con mi vuelo, sigo. Porque comentó, ‘en ningún momento
me obligaron a desviar, disminuir la velocidad, simplemente vinieron’. ¿Vaya a saber que estaban
estudiando por mí?

El compañero de abajo me informó, por medio de un comunicador directo que tenemos,


porque son áreas de control específicas diferentes, hasta una cierta distancia corresponde a mi
colega guiarle al piloto, luego quedo yo responsable hasta hacerlo aterrizar.

228
Me sugirió que saliese de la torre en el techo, ya que él tenía una traza en el radar, y el piloto
insistía en que le seguía un objeto. Insistió que salga con mis binoculares y verifique a simple
vista lo que estaba ocurriendo.

Estaba con mi compañero Pedro Álvarez, quien realizaba sus primeros controles dentro de la
torre, porque en aquel entonces fui su instructor, acompañándole hasta que considere
necesario que lo podría realizar solo.

Le pedí a él que atendiera, mientras subía por el techo de la torre por una escalera, y di la
orden de que se apaguen todas las luces del aeropuerto.

Guiándome por las luces de navegación del avión para tomar posiciones, posteriormente le pedí
que vuelva a prender la luz de la pista, y luz de aproximación del ALS, que es una señal visual
que ayuda al piloto, a situarse en el eje de pista, a una distancia de 5 a 7 km.

Cuando le había pedido que apague, se formó una obscuridad que buscaba, porque el binocular
cuando entra un haz de luz por él, te ciega. Entonces allí yo miré, las luces de navegación del
avión y de acuerdo a lo que escuchaba en la frecuencia 128.4, orienté mi binocular donde decía
Escobar se encontraba el objeto, y evidentemente había algo que tenía las luces giratorias,
(Véase Imagen 113).

Pero que no se veía con mucha


nitidez, porque era de noche”, con
expresión de sorpresa relató.
- Maidana: “¿A qué distancia se
encontraba el avión en aquel
momento?”.
- Gabigan: “A unos 10 o 11 Km de
distancia de la cabecera de pista.

Así mismo como dijo el piloto


estaba, a su derecha”.
Imagen 113
Boceto del ATC Gabigan del cuerpo del artefacto volador que a - Maidana: “¿El objeto llegaba a
pesar de la dificultad visual, consiguió divisar gracias a un iluminar parte del fuselaje del
prismático. En la gráfica se aprecia la dimensión respecto al avión avión?”.

- Gabigan: “Sí, veía la nariz del avión por el reflejo de las luces de colores que giraban. Era como
un tubo metálico así (moviendo dedos circularmente), más abultado en el medio, girando. Era
imposible precisar las dimensiones”.

- Maidana: “¿Fue una aeronave?”.

- Gabigan: “No, una aeronave no era. Eso sí que estoy seguro. Entonces me bajé luego de ver,
le comenté a Chavez que vi el objeto, le informé que me iba a subir de nuevo, es que esperaba

229
que al estar más cerca pueda apreciar mejor con el binocular. Y como el piloto ya tenía que
aterrizar, le pedí al compañero que prenda las luces pero ponga en el mínimo que es de un 3%,
que pregunte al piloto si podía ver las luces de pista. Este respondió que si podía ver la pista de
aterrizaje, para no interferir con mi intención de seguir mirando el objeto. Y cuando el avión
estaba más o menos a unos 3 Km de la cabecera, el objeto se fue hacia el oeste.

Dejó como una estela luminosa, como que alguien con un lápiz trazó esa recta y se esfumó,
quedando visible por unos cuantos segundos, esto pude verlo cuando noté que se movió, y deje
de usar el binocular para apreciar que iba a pasar”.

- Maidana: “¿Escuchó un sonido, algún ‘boom sónico’?”.

- Gabigan: “No, nada. Silencio total. Cuando le pregunté a Escobar si oyó algo, me dijo que no
notó nada, sino más el alivio que sintió cuando eso se fue. Gritó en la cabina con sus pasajeros
de la emoción. Cuando comenzó a aterrizar, ahí el objeto se fue”.

- Maidana: “¿Alguna vez vio algo similar a eso?”.

- Gabigan: “No, después de eso tomé como costumbre apagar todas las luces, subirme con mis
prismáticos y mirar, por mucho tiempo. Pero nunca volví a ver”, con desilusión notable en su
voz.

Prosiguió:

- Gabigan: “Seguía mirando porque eso es considerado ‘interferencia ilícita’, y aparte nosotros
tenemos por reglamentación, la obligación de asentar eso en el libro, para deslindar
responsabilidades. Hice eso, asenté en el ‘libro de novedades’, inmediatamente lo que había
pasado. Y el controlador del radar vio, cuando hubo una separación (refiriendo al avión y el
OVNI), se desvaneció.

Hay que recordar que el radar tiene un alcance de unos 256 Km, en un segundo salió de esa
cobertura. Determinar qué velocidad tenía era todo un tema”.

- Maidana: “¿Usted como entendido en la materia, que velocidad se podría traducir, Mach 1, 2,
3?” (Nota: Mach 1 equivale a la velocidad del sonido, 343 m/s).

- Gabigan: “No, mínimo Mach 7. Calculo haciendo un ‘grosso’ aproximadamente unos 11000
Km/h, las aeronaves comerciales vuelan a 0,84 Mach que son 958 Km/h”.

- Maidana: “¿Y en aquella época existían aeronaves que puedan volar a tal velocidad?”.

- Gabigan: (Risas) “No, hasta ahora no existe una aeronave que conozca que se mueva así. Y
conste que soy un estudioso de los aerodinos. Pero para que una aeronave alcance una
velocidad en un segundo, o mejor dicho recorra 256 Km en un segundo, es mucho”.

230
- Maidana: “¿Usted cree que el objeto este tripulado, o no?”.

Se reclina en su silla, pensando profundamente a lo que atina decir, “¿Quién comanda?... y si no


está comandado ¿por qué mantenía una distancia regular de la aeronave durante tanto tiempo?,
si no estaba tripulado, tenía un sensor, que se yo.

Volviendo al tema de la velocidad, el cuerpo humano a Mach 2, necesita una ropa especial, de
cuero, porque los factores de gravedad de carga negativa, hace que la sangre se vaya hacia los
pies. Y no hay un cuerpo humano que te aguante más de Mach 3”.

- Maidana: “Entonces todo esto está perfectamente documentado…”.

- Gabigan: “Sí, así es, me obligan a hacer eso (Véase Imagen 114). Por mi parte estoy dispuesto
a dar información a cualquiera que investigue, sin ningún interés económico, no me anima a
sacar ninguna ventaja económica”.

Imagen 114
Facsímil del informe dirigido a la Dirección General de Aeronáutica Civil y documentado en el Ministerio de
Defensa

231
Concluyendo la entrevista, indago en su conclusión sobre algo que concierne fuertemente en la
investigación ufológica en el ámbito aeronáutico.

Maidana: “¿Por qué usted cree que hay cierta reticencia a que los pilotos informen este tipo de
casos?”.

Gabigan: “Creo que por desconocimiento, y por falta de apertura mental”.

Lo expresado anteriormente no puede ignorarse fácilmente, son detalles capitales que


atestiguan un objeto no convencional y muy probablemente ajeno a todo lo conocido, más allá
de la reticencia que muchos tendrían al enfrentarse con datos como estos, lo sensato es
asimilarlos y seguir investigando, citando al desaparecido astrónomo y precursor de la ufología
científica, el Dr. Joseph Allen Hynek, “Ningún científico debería descartar datos simplemente
porque no le gustan”.

Sin embargo ¿Qué hay de los pilotos del vuelo N° 202 de LAP, de aquella noche? Entre estos
encontramos el testimonio del copiloto el Cnel. Ángel David Fariña, quien aporta algunos datos
significativos en el artículo de Jorge Alfonso, en la Revista UFO de octubre de 1993.

Por su parte aclaró que el Comandante de vuelo, el Cnel. Maciel al principio no pudo avistar el
objeto porque había ido al sanitario, sin embargo a su regreso él (Cnel. Fariña) tanto como el
ingeniero, rápidamente lo pusieron al tanto, por lo que el Comandante tomando el plano de
vuelo, confirmó la posición en la que obtuvieron contacto visual con el OVNI, sobre la ciudad
de Filadelfia, Chaco Paraguayo, distante a unos 408 Km de la capital.

El Cnel. Fariña (Véase Imagen 115) reafirma una vez


más los colores del objeto y su forma
aparentemente oval, así como su escasa proximidad
al Boeing 707, así como un detalle meteorológico, la
temperatura fuera del avión fue de unos -45°C.

Recordemos el timbre de voz perturbado del piloto


de LAP que Escobar había escuchado en la
frecuencia de radio, el Cnel. Fariña relató a Alfonso
lo siguiente: Imagen 115
Posando el Cnel. Fariña dentro de la cabina de
“Fue apenas una exaltación del momento”, vuelo
probablemente en un intento por mantener cierta postura, se deduce del texto, quizás este sea
un signo de renuencia del que Gabigan había mentado durante la entrevista.

Durante el intenso rastreo que he realizado sobre este caso, encontré una referencia a este en
el Catálogo de Casos del “NICAP” de USA, específicamente en el Archivo de “Entradas de
Categoría 9”, que reúne a nivel mundial casos de avistamientos aeronáuticos, en la Pág. 11,
reposa sobre una fila.

232
El entonces investigador Jorge Alfonso, plasmó su investigación en sendas revistas,
primeramente en la señalada “Revista UFO”, de Octubre de 1993, en tanto un año después
aparece en “UFO Journal” de la MUFON (USA), en su N° 310, de Febrero de 1994, con ligeras
variaciones, pero en una impecable investigación.

Una vez confeccionados ambos reportes, esto sirvió como un apoyo bibliográfico para el libro
“Objetos Voladores No Identificados – Documento Informativo – La mejor evidencia
disponible” (Diciembre – 1995), escrito por Don Berliner92, en colaboración con los
investigadores Marie Galbraith y Antonio Huneeus.

En la Pág. 93, dentro del segmento “1991-1994 Casos Recientes”, aparece el caso paraguayo
compendiado en dos párrafos.

Aquel misterioso objeto de luces rotatorias, se paseó impunemente por nuestro espacio aéreo
sin que nadie supiera determinar de qué se trataba y menos aún que fueron de sus designios,
por lo pronto un OVNI con todas sus luces, añadiéndose al anecdotario de pilotos y
controladores aéreos que tuvieron la ventura de observar algo insostenible para el paradigma
actual.

92 Don Berliner: Fundador del UFO Research Aviation (Investigación OVNI de Aviación), autor de libros y artículos sobre historia de la
aviación.

233
Pasajeros tanto como el piloto de un avión perteneciente a la extinta ARPA93 (Aerolíneas
Paraguayas), atisbaron un raudo objeto que se tradujo en un resquemor en un vuelo
proveniente de Ciudad del Este, rumbo a la capital.

A mis manos había llegado un archivo periodístico original del discontinuado “Noticias El
Diario” en su ejemplar del lunes 6 de noviembre de 1995, publicaba en letras grandes, orondas
y negritas, “Raro objeto volador sorprendió a piloto en pleno vuelo”.

Recuerdo haber leído en mi infancia este caso cuando tenía escasos 10 años, pero desde aquel
tiempo jamás lo volví a encontrar, teniendo como único dato, un vago recuerdo.

Por ventura este hecho mutó, y tuve el placer de releerlo no con ojos inocentes, sino con ojos
críticos, que encontró en este, un interesante y arrinconado incidente, acaecido el sábado 4 de
noviembre de 1995.

“El vuelo Ciudad del Este-Asunción se


presentaba tranquilo hasta que
aproximadamente a las 19:45, del sábado, un
raro objeto volador no identificado se cruzó
como una ráfaga frente a los atónitos ojos del
piloto Víctor González (Ver Imagen 116),
quien operaba en ese momento un avión al
servicio de Aerolíneas Paraguayas. El pánico
de algunos de los pasajeros, y la llamada
desde el control de tierra solicitando datos
del objeto, le dieron la confirmación de que
realmente algo inusual estaba pasando”. Imagen 116
El piloto Víctor González reportó un tráfico desconocido
Según la crónica el objeto era inidentificado, que se cruzó con celeridad frente suyo
no poseía absolutamente ninguna luz de navegación, ni las de anticolisión (beacon).

Conviene recordar al lector que el objetivo de las citadas luces, es facilitar una indicación visual
del avión en cuanto a su posición y dirección de vuelo, para prevenir algunas contingencias de
accidente. La utilización de estas luces es obligatoria desde el atardecer hasta el amanecer.

Estas “luces de navegación” están configuradas por una “lámpara roja” que la hallamos en la
punta del ala (plano) izquierdo, más una “lámpara verde” situada en la punta del ala (plano)
derecho, como una “lámpara blanca” que se observa en la cola del avión, y por último la

93 ARPA: Acrónimo de Aerolíneas Paraguayas. Fue fundado en el año 1994, utilizó como base de operaciones al Aeropuerto Silvio Pettirossi
(Luque), realizando vuelos regulares Ciudad del Este – Asunción. Hacia el año 2002, ARPA desaparece al fusionarse con la conocida TAM
Airlines.

234
“beacon”, una potente luz estroboscópica (giratoria) que realiza 60 a 90 destellos por minuto,
revelando la posición del avión para evitar una colisión.

Aparentemente no se registraron trazas en el radar del Aeropuerto como en el radar del avión.

Lo cierto es que el piloto Víctor González señaló al objeto como una intensísima luz que pudo
observarse por un lapso de pocos minutos, desapareciendo abruptamente de la misma forma
en que había aparecido, tal celeridad se manifestaba durante su vuelo, que le fue imposible
determinar la velocidad en la que éste iba.

“Así como apareció de repente, desapareció en poco tiempo”, relató el piloto González al
cronista del Diario Noticias.

Lo curioso es que la nota cierra de la siguiente forma:

“Tanto el piloto como los pasajeros y el control de tierra dijeron que la confirmación del paso
de alguna nave extraterrestre queda en manos de los ‘ovniólogos94’, pero el tema fue muy
comentado y quedó para la anécdota”.

“Voladores refulgentes” han deambulado a sus anchas a través de los cielos paraguayos, mucho
antes al caso aeronáutico del piloto civil Víctor González tanto como el colectivo de pasajeros
desconcertados.

El siguiente “incidente aeronáutico” es una prueba irrebatible de la reflexión expuesta.

94 Ovniólogo: Estudioso de los OVNIs (Objetos Voladores No Identificados), el término es la castellanización de “ufólogo”, proveniente del
inglés, UFO (Unidentified Flying Object).

235
Durante el transcurso de las indagaciones que efectuaba embebido en el marco de “casos de
OVNIs aeronáuticos”, seducido por el cúmulo de detalles que aportan añadiendo alta
credibilidad y por el carácter cualitativo de los testigos, en un momento me llega por medio de
un contacto, la información que un respetado y conocido personal de la aviación civil, se
encontró presente en medio de la materialización de un OVNI cercano al sector de Remanso
(Mariano Roque Alonso), distante a unos 17,9 Km del centro capitalino.

El protagonista puntual de este interesante y detallado incidente, proviene del testimonio del Sr.
Nelson García, Controlador de Tránsito Aéreo (ATC), Perito Aeronáutico y Espacial,
desempeñándose como especialista en el CIPAA (Centro de Investigación y Prevención de
Accidentes Aeronáuticos), quien trabaja en las dependencias de la DINAC (Dirección Nacional
de Aeronáutica Civil) situado en el Ministerio de Defensa.

Posterior a unas breves charlas telefónicas, obtuve luz verde para la entrevista y el recabo de
datos que tanto anhelaba.

Una vez alcanzado el suelo del Ministerio de Defensa, posterior a una fuerte política de
seguridad, consistente en la revisión de bolsos, así como objetos personales y
subsiguientemente a un breve interrogatorio, fui escoltado por un militar quien me acercó hasta
la puerta del despacho del Sr. García (Véase Imagen 117).

Imagen 117
El Perito aeronáutico Nelson García (Derecha) junto al autor (Izquierda).

El perito aeronáutico de una manera muy amable me recibió en su ordenada oficina, adornada
por cuadros de aviones e insignias de aviación, así como lockers que guardaban probablemente
notas y registros concernientes al departamento.

236
El Sr. García comunicaba un profundo conocimiento y experiencia en materia aeronáutica,
percibiendo en él, una personalidad seria, metódica y responsable.

Durante la charla me entrega un informe con terminologías técnicas utilizadas en aeronáutica,


taxativamente transcribo:

“En los años 80, que exactamente no puedo precisar, pero debió ser entre 1986 y 1989,
ocurrió un suceso estando de Guardia en la Torre de Control del Aeropuerto Internacional
Silvio Pettirossi.

Si bien no recuerdo la fecha exacta, sí tengo en mente que era, una tarde noche clara, teniendo
yo tres tránsitos en mi circuito de los cuales dos estaban en procedimientos de aproximación
final mientras, y una en órbita de espera hacia sector remanso aguardando turno para continuar
a una básica e incorporarse a la final de la pista 20; paralelamente una aeronave comercial
chilena aún con la oficina de aproximación realiza un circuito de espera sobre el VOR-ASU para
iniciar el procedimiento de precesión ILS a la pista 20.

En un momento dado, se comunica conmigo el coordinador de aproximación, solicitando


información sobre un tráfico desconocido sector bahía de Asunción, con cambio constantes de
rumbos, temiendo que se tratase de una aeronave perdida tratando de llegar al aeropuerto. La
detección estaba siendo realizada por Radar primario haciendo esta salvedad que en ese
entonces el sistema era primario y secundario. Ante esta situación habilité la frecuencia de
aproximación para escucha y solicite que la aeronave que yo tenía en espera me diese posición
y altitud ya a las otras dos la tenía a la vista secuenciada una tras otras para aterrizaje.

Asimismo tomé los binoculares y tratando de divisar algo sabiendo que sería muy difícil percibir
una aeronave que estuviese solo con las luces de posición encendidas, esto por el
deslumbramiento que se tiene por las luces de la ciudad.

La aeronave en mi circuito me respondió su posición algo más al sur de remanso a 2000 ft en


circuito de espera; le pedí si divisaba un tráfico sector bahía sin determinación de altitud porque
aproximación temía sea una aeronave con problemas. El piloto, que tenía un alto cargo del
gobierno en ese entonces, y una persona muy seria, con amabilidad se ofreció dirigirse más al
sur, y pasar de nuevo con Aproximación para coordinar el tráfico en informar directamente.
Habiendo transferido de nuevo a eso Control, me concentro en mi tráfico que estaba
aterrizando, mientras sigo a la escucha de la frecuencia de Aproximación, cuando escucho que
la aeronave chilena reporta tráfico en forma de luces fuertes hacia lo que sería, según mis
cálculos, Clorinda, Argentina, en ese momento Aproximación, al momento de pasar la
información a la aeronave particular además de pasarle una vectorización, esta informa que
tiene a la vista el tráfico de luces muy fuertes, pasión 8 horas 2000 pies, por lo que informa que
hará un viraje por derecha para ver bien el tráfico.

Unos minutos más tarde informa tener el tráfico a la vista 3000 pies aproximadamente y
segundos más, manifiesta: ‘Aproximación, el tráfico desapareció frente mío y ya no lo tengo a la

237
vista. ¿Lo tiene en el Radar?’ ‘Negativo señor, desapareció también de la pantalla’ – ‘Eran unas
luces muy, muy fuertes y desapareció teniéndolo yo a las 12 horas, unas 2 millas’, ‘Agradecido
por todo, pase de nuevo con la Torre de Control para aterrizaje’.

Recuerdo en ese momento quedar atónito y luego de dar las instrucciones para el aterrizaje,
detrás de la aeronave chilena y de reiterar los agradecimientos que ya había dado
Aproximación, me llama el colega de este control y me dice: ‘Ya escuchaste’, y le respondo, ‘Sí,
una más para el anecdotario’.

Este caso se sumó a otro, pero no fueron considerados de mucha importancia, lo que sí deseo
dejar claro es que el piloto que nos reportó tenerlo cerca, que por respeto no voy a mencionar
nombre ni ex cargo, es una persona totalmente confiable, piloto con años de oficio y que jamás
tomaría en broma, una situación en donde el Control de Tránsito Aéreo solicita una verificación
por un posible caso de aeronave perdida”.

238
Por ventura existen organismos estatales que abrazan estos acontecimientos con la seriedad y
responsabilidad necesarias, deshaciéndose de esa incomprensible renuencia que evidencia en
primer término un misoneísmo, así como otros prejuicios banales.

Considero propicio señalar lo que el eminente psiquiatra suizo Carl Gustav Jung refería en su
exquisita obra “El Hombre y sus Símbolos”, 1964:

“Misoneísmo, un miedo profundo y supersticioso a la novedad. Los primitivos manifiestan todas las
reacciones del animal salvaje contra los sucesos funestos. Pero el hombre civilizado reacciona de una
forma muy parecida ante las ideas nuevas, levanta barreras psicológicas para protegerse de la
conmoción que le produce enfrentarse con algo nuevo”.

Esto constituye la reyerta que golpea continuamente a la espina dorsal de la investigación, así
como otras concepciones igual de equívocas, que entorpecen enormemente la de por sí
escabrosa labor de avocarse a estas tareas.

Hurgando me tropecé con un interesante documento desclasificado correspondiente al


Ministerio de Aeronáutica del Brasil, que porta como slogan “Primer Centro Integrado de
Defensa Aérea y Control de Tráfico Aéreo”, redactado el 15 de julio de 1985 anexando un
cuestionario de reporte sobre OVNIs, efectuado hacia el Sargento 3° Antonio Jerónimo dos
Santos, ATC (Controlador de Tráfico Aéreo), por parte del Tte. 1° ESP CTA João Carlos
Mazzini, quien recibió un telegrama del Sgto. Antonio dos Santos a las 11:50 AM, desde la Torre
de Control del Aeropuerto de Foz de Iguazú95 (Brasil), informando sobre el avistamiento de un
objeto volador inusual próximo a las instalaciones, el 22 de agosto de 1985.

La morfología del objeto se equiparaba a un plato con una suerte de cola, y en la sección
superior se advertía dos antenas, no pudiéndose precisar con exactitud su tamaño, de un color
naranja, moviéndose y estacionándose por momentos, no apreciándose sonido, ni dejando tras
sí rastro de algún tipo.

El Sgto. 1° Joao dos Santos utilizó unos binoculares para aguzar la observación, así como
constató la visualización del objeto por parte de los ciudadanos que miraban para el cielo a ojo
desnudo.

También hizo su parte el Tte. Bernadini, Jefe de la Torre del Aeropuerto Foz de Iguazú, quien
notificó los relatos de las aeronaves “SC 902” y “TR 463”.

95 Foz de Iguazú: Ciudad brasileña ubicada en la frontera con el Paraguay y la Argentina, denominada “Triple Frontera”. Famosa por sus
cataratas. Proviene de los vocablos “Foz”, boca, e “Iguazú” en guaraní, “agua grande”.

239
El “SC 902” despegó con destino a Asunción a unos “FL 22200” (Nota: “FL”, son siglas de
“Flight Level” o “Nivel de Vuelo”, correspondiente a la altura desde el suelo medida en pies),
esto es a unos 6,76 Km de altitud, cuando atisbó un objeto metálico aparentemente esférico
situado a unos “FL 220/280”, entiéndase de 67 a 85 metros de altura, solicitando permiso para
situarse a los 85 mts, con la intención de divisarlo mejor. No obstante el cuerpo exhibió una
vertiginosa ascensión arruinando la intención. Por ventura el vuelo “TR 463”, apartada a unos
111 Km del aeropuerto, relató que el objeto se hallaba más allá de los 152 metros en vertical.

A las 3:57 PM comunicaba la aeronave “TR 463” que el objeto se disponía a unos 13,71 Km de
altitud, retirada a unos 31,41 Km de la pista, en tanto la aeronave realizó un viraje de unos 360°,
instalándose el objeto hacia su derecha.

El Sargento Pacheco reportó novedades a las 3:40 PM, de las aeronaves “RG 161”, el “PT LFT”
(consistente en un Learjet 2596), tanto como el “TR 463”, que evidenciaban una cierta
maniobrabilidad del objeto aéreo, declarando en el expediente lo siguiente:

“Durante la curva permanece a su derecha, después de eso se desplazó a una velocidad mucho
mayor que su aeronave (TR 463)”.

Según el militar, el objeto aún podía divisarse a simple vista.

Otro de los protagonistas de este extraño incidente aeronáutico constituye el Comandante


Carlos Meirelles, ingeniero de vuelo en “Cruzeiro do Sul97”, quien relató lo siguiente:

“El vuelo salía de Río de Janeiro, São Paulo, Foz de Iguazú, Asunción. Estábamos entre cinco los
que operábamos el avión, todos pilotos, yo era el ingeniero de vuelo, haciendo una parte del
pilotaje también.

Cuando nos aproximábamos hacia Foz de Iguazú, la torre nos preguntó si estábamos
observando un objeto volador no identificado en la vertical del campo.

A punto de aterrizar di una ojeada encima y allí estaba el objeto, tenía un color plateado, forma
de balón de fútbol americano, y una cosa de color naranja en el medio como una cinta que
parecía una falda.

Se desplazaba muy rápido. No hemos olvidado el objeto.

En Asunción nos detuvimos casi dos horas y nos dijeron que ese objeto había pasado por allí.
Nos enteramos de que en Resistencia (Argentina) también fue visto”.

96 Learjet 25: Avión birreactor con capacidad para unos 10 pasajeros. Es utilizado en el ámbito civil tanto como militar.
97 Cruzeiro do Sul: Voz portuguesa de “Cruz del Sur”. Una desaparecida compañía aérea brasilera que operó desde el año 1927.

240
Interesantes afirmaciones del Cmte. Meirelles, en un capítulo denominado “OVNIs y Testigos
de Elite”, en la segunda temporada de “Contacto Extraterrestre”, una serie documental de la
History Channel.

Según Meirelles el objeto llegó a acompañar el vuelo por alrededor de unos 15 a 20 minutos,
desplazándose a unos 480 Km/h, y por momentos se situaba frente a ellos hasta que fue
disminuyendo en velocidad aparentemente, razón por la cual lo dejaron hacia atrás, hasta no
divisarlo más.

Pilotos de otra aerolínea actualmente desaparecida, la “TransBrasil98”, comentaron que trataron


de aproximarse al objeto sin embargo este los evadía.

Algunos arguyeron que lo presenciado por pilotos de Cruzeiro do Sul, TransBrasil, militares, así
como Controladores Aéreos del Paraguay, Brasil y la Argentina, obedeció a una gran confusión
sincrónica con un prosaico globo sonda… (sic)

98 TransBrasil: Aerolínea brasileña fundada en 1955, operó hasta el año 2001.

241
242
243
244
"Cuando el evento no sólo es raro sino discreto,
y cuando los testigos son, en cada evento, un número reducido,
se abre la puerta a la suspicacia.
A esta categoría pertenecen los objetos voladores no identificados,
los OVNIS."
Profesor Andre Lebeau
(Ex Pdte. Centro Nacional de Estudios Espaciales – CNES - Francia)

Dentro de la casuística ufológica mundial, existe un tipo de OVNI que es única en sus
características, ya que posee una morfología que rememora al de un puro o cigarro.

Estos objetos se distinguen por su tamaño, desde unos pocos metros hasta más de 100 metros.
Se los ha descripto en un sinfín de informes, de colores opacos, obscuros, y en ocasiones
cubiertos de una sutil o densa niebla que consiguen soltarlo, desvaneciéndose en ellas,
dependiendo del caso.

Otro gran rasgo de estos “cigarros voladores”, reside en el hecho de que múltiples informes
señalan la existencia de pequeños objetos o luces que salen del interior de estos, cual “objeto
transportador”, de allí el título de “nave nodriza”, esto por supuesto, si teorizamos en su
naturaleza artificial y exógena.

Los avistamientos de cigarros volantes, revisten un interés para el investigador de fenómenos


aéreos anómalos, ya que demuestran un indicio fuerte de que “no estamos ante un fenómeno
natural alguno”, y por el comportamiento inteligente que subyacen en sus manifestaciones, no
siendo resultado de una elucubración subjetiva alguna, sino de la lógica descripta tras estos
reportes.

Informes de objetos en forma de cigarro existen mucho antes de la época moderna de


avistamientos de OVNIs, en pleno siglo XIX, prueba de ello reposa en el testimonio de un
reconocido botánico francés M. Trecul, miembro de la Academia Francesa de Ciencias
(Académie Française), quien a pleno día observó un objeto en forma de cigarro de un tono
blanco-dorado que terminaba en puntas, declarando que de este objeto se separaron dos
pequeños cuerpos en forma de disco, el 20 de agosto de 1880, o el caso del aterrizaje de un
extraño objeto oblongo, el 12 de abril de 1897 a las 14:30, a plena luz del día William Street,
Franklin Metcalf y Edward Teeples, informaron que un objeto realmente desconocido se posó
en el suelo de la finca perteneciente al Sr. Z. Thacker, situado en Milwood (Illinois, USA). Antes
que los tres testigos llegaran donde el objeto, este comenzó a elevarse con bastante lentitud
hacia el Norte.

245
Como colofón histórico es de sumo valor aludir al masivo avistamiento de “cigarros voladores”
que se dieron en Francia en el año 1954, que terminaron por infundir cierto temor en un
pequeño pueblo conocido como Châteauneuf-du-Pape, en la que existen varios viñedos (Véase
Imagen 118).

Un 28 de octubre de 1954, el
Alcalde decretó una resolución
histórica, por su carácter bastante
peculiar, que enunciaba lo siguiente:

Artículo 1. El despegue, vuelo y


aterrizaje de las aeronaves
conocidas como platillos voladores
o puros voladores, cualquiera que
sea su nacionalidad, están
prohibidas en el territorio de la
comuna.

Artículo 2. Cualquier de tales


platillos voladores o puros voladores
que aterricen en el territorio de la
Imagen 118
comuna será inmediatamente Ilustración de un colosal OVNI tipo cigarro sobrevolando los viñedos
confiscado. de Châteauneuf-du-Pape (Francia).

Artículo 3. El oficial de policía de la aldea y el oficial de policía urbana, en sus respectivas


jurisdicciones, son responsables de hacer cumplir este decreto.

Más allá de la cuestionable “practicidad” de estas resoluciones, y lo curioso que resultó este
hecho, es de menester aludirlo, para demostrar que el pánico suscitado por aquellas fechas, fue
de características insospechadas.

Ahora bien ¿Existen casos de avistamientos de OVNIs en forma de Cigarro en el Paraguay? La


respuesta aunque desconocida históricamente, es afirmativa.

246
El caso más antiguo que atiné durante mis investigaciones, refiere a un episodio de un viejo
colectivo (autobús) con un enorme y singular cilindro que se estacionó en el aire a pocos
metros del carruaje para la conturbación de sus pasajeros.

Una tarde de febrero de 1960, un ómnibus que transitaba en una polvorienta senda que se
hallaba en el interior del país, durante un día bastante caluroso, sufre un desperfecto, varándose
en el camino.

El ayudante del chofer, baja inmediatamente a observar el problema, y encontrar si la ventura lo


permite, la posible causa de este, habiendo descubierto el problema que consistió en el
sobrecalentamiento de los radiadores, se dirige hasta un arroyo cercano provisto de un balde,
en el que trae agua fresca para poder utilizarlo en el radiador, mientras ello sucedía los
pasajeros bajan para distenderse un poco, estirando por ejemplo las piernas.

Sin embargo ante la mirada atónita de los 20 pasajeros, el chofer de iniciales, “J. L.” (Quien
profirió a los cronistas, preferir el anonimato al ridículo) atisbó en el cielo un enorme objeto en
forma de cilindro que se aproximaba raudamente.

En la edición del extinto semanario “La Voz” del viernes 12 de septiembre de 1969, se recoge
el testimonio del chofer.

“Como un avión sin alas”, fue la descripción del atónito chofer, rememorando el
desconcertante suceso, que causó pánico y estupor en los pasajeros. “Una mujer se puso a
sollozar”, relató.

¿Pero qué fue lo que vieron?


Un gran objeto cilíndrico que
descendió a tan solo 30
metros de altura del
ómnibus, que poseía unos 40
metros de largo por 10
metros diámetro, según la
descripción (Ver Imagen
119).

El chofer comentó que no


pudo proferir palabra alguna
aun cuando este enorme y
perturbador objeto comenzó
a retirarse silenciosamente, Imagen 119
Recreación del momento en que el objeto tipo cigarro se dirige al bus,
desapareciendo ante la vista
presentando este último un desperfecto mecánico
de todos en tan solo
segundos.

247
Los periodistas del semanario La Voz, tuvieron conocimiento del hecho nueve años antes de su
publicación, justificando que no informaron ante la naturaleza asombrosa de tal experiencia.
Esto se deduce palmariamente en este segmento de la rúbrica:

“El Señor J. L. temía al ridículo y las burlas. Nosotros también y preferimos perder una
información sensacional”.

Una vez más la renuencia aparece como un obstáculo para el conocimiento de estos
fenómenos.

Algo importante referido al suceso del “Autobús de 1960”, es que he hurgado minuciosamente
en muchas publicaciones de la época sin resultados positivos, al parecer el único que se animó a
publicarlo fue “La Voz”, resta señalar que no se puede descartar la especulación posible de que
el hecho pudo haber despertado algún debate o reseña del mismo, en algún medio radial.

248
Por aquellas casualidades del destino conocí a una gran pareja de investigadores de la hermana
república Argentina, Eduardo Grosso y Liliana Flotta, ambos avocados en aquel tiempo a la
tarea de documentar y estudiar exhaustivamente casos de “visitantes de dormitorio” y
supuestos episodios de “abducciones” en la Argentina, todo con el rigor crítico amparado con
análisis laboratoriales que mandaban realizar a los presuntos abducidos con el fin de hallar un
patrón en estos, gracias a un médico que se alió en tan interesante labor.

El día domingo 9 de diciembre del 2012 me hallaba disertando sobre “Casos Asombrosos de
OVNIs en el Paraguay”, en una magna conferencia internacional que se celebró en Foz de
Yguazú, Brasil, denominado “UFOZ 2012”, organizado por el investigador Ademar Gevaerd,
editor de la Revista UFO, cuando al termino de mi palestra se me acerca la pareja de
investigadores.

Con una gran amabilidad y sin interés alguno, me comentaron que hace unos 23 años habían
investigado un caso paraguayo que los impactó mucho, que se había dado en un lugar conocido
como Piribebuy, el protagonista, un conocido futbolista del popular club Cerro Porteño en
compañía de su suegro, que habrían observado un OVNI a pocos metros, hallándose
posteriormente presuntas huellas donde aterrizó.

Varias semanas después llega a mi buzón un sobre color sepia, que contenía unas copias del
informe que habían escrito la pareja Grosso-Flotta para la revista “Más allá de la Cuarta
Dimensión” de 1989, propiedad del famoso ufólogo uruguayo, Fabio Zerpa. Tres fojas que
narraban un suceso increíble y fascinante.

El caso fue investigado el 2 de abril de 1989 por los citados investigadores. Sin embargo el
suceso se dio hacia el interior de nuestro país, en Piribebuy (Departamento de Cordillera),
ubicada a 73 Km de Asunción.

Una noche del 21 de agosto de 1976, siendo las 23:50 hs el entonces futbolista argentino Carlos
Veloto (contaba con 22 años), jugaba para el Club Cerro Porteño (Asunción), se encontraba de
vacaciones, decidiendo salir de caza en compañía de su suegro, el Sr. Lorenzo Ávalos (45 años).
Armados con escopetas con la intención de cazar zorros dentro del espeso monte que se
cierne sobre esa región, portando además machetes que los ayudaba a abrir camino entre la
densa mata, que se hallaba en medio de la obscuridad reinante a unos 2 Km de distancia del
hogar del Sr. Lorenzo, de donde habían partido.

Luego de 45 minutos de ardua caminata, y de haber ascendido dificultosamente una cima que
los conduciría tierra abajo con el fin de alcanzar a un sector donde se encuentran zorros,
cercano a un arroyo seco y a un cruce ferroviario, no imaginaban los intrépidos cazadores lo
que les deparaba aquella noche fría y estrellada de Piribebuy.

249
En el informe de Grosso-Flotta, el propio futbolista narra los hechos:

- Veloto: “La noche era estrellada y hacía un poco de frío. Caminábamos en silencio tratando de
no hacer ruido con la intención de que nuestra presencia no alertara a los animales.

Íbamos subiendo a través de la cuesta, cuando de pronto vimos una gran luminosidad por
encima del cerro, terrible, celeste, dibujada como una pantalla, parecía un gran televisor”.

Continúa su relato:

- Veloto: “La luz se cortaba a los costados. Con Lorenzo, medio asustados corrimos hacia la
cima y vimos esa cosa ahí abajo. Bajamos oblicuamente y nos ocultamos detrás de unos
arbustos”.

La pareja argentina Grosso-Flotta, lo interroga: ¿Era una hondonada grande?”.

- Veloto: “Sí entre cerro y cerro había más o menos 300 metros. Esto estaba ahí, no puedo
decir si estaba o no posado sobre el terreno.”

- Grosso-Flotta: “¿Te dejaba ver la luz?”.

- Veloto: “Poco. Me dejaba ver la ventana de los costados, en el medio y debajo no se veía. Se
apreciaba muy bien el color, la luz era celeste, adentro por las ventanas se veía todo blanco y en
el medio y debajo había una especie de niebla, por eso no pude apreciar si estaba o no posado.
Con Lorenzo nos mirábamos y nos veíamos azules. Todo estaba azul, la vegetación también, el
verde se había perdido.”

El tiempo estimado de observación del objeto fue de aproximadamente unos 5 minutos. Los
investigadores prosiguieron con el interrogatorio:

- Grosso-Flotta: “¿Por las ventanas pudiste apreciar algún detalle?”.

- Veloto: “Nada, era todo blanco pero no salía hacia afuera, era como un vidrio blanco. El
fuselaje del OVNI era de color gris plomo, como el color del lomo de una ballena, con un borde
superior muy definido. Sobre la parte superior del aparato aparecía nítidamente recortada una
especie de pantalla cinematográfica color azul, gigantesca, cuyo ancho era igual de la longitud de
la nave y no pude calcular su altura. La parte inferior no pude definirla a causa como dije antes,
de esa especie de niebla, todo estaba bañado de esa luminosidad celeste.

Eso estaba quieto, no hacía ruido, no se escuchaba nada, ni siquiera un animal y yo no sentía
nada por dentro, era mi cara y mis ojos, no sentía el cuerpo”.

- Grosso-Flotta: “¿Cómo a qué distancia te encontrabas del objeto?”.

- Veloto: “Como a 70 metros en mi nivel”.

250
- Grosso-Flota: “¿Qué medidas calculas que tenía el OVNI?”.

- Veloto: “Comprobamos con posteridad que era de 150 metros”.

- Grosso-Flota: “¿Qué sucedió después?”.

- Veloto: “La pantalla que estaba encima del aparato desaparece, el OVNI comienza a elevarse
emitiendo un sonido muy penetrante, entonces pude ver bien la forma. Estaba cortado a los
costados, como un cigarro. Sube 100 metros, hace un ángulo de 90° y se para verticalmente, ya
sin emitir sonido. Las ventanitas pude verlas todas menos en el centro del fuselaje donde se
interrumpían. Después de tomar esa posición se elevó a una velocidad increíble”.

Según el futbolista del club Cerro Porteño, volvió a los cinco días al sitio donde se desarrolló el
hecho, pero esta vez acompañado de un periodista del diario “ABC Color”, de Asunción.

Ambos habrían descubierto unas extrañas huellas aparentemente ocasionadas por el OVNI, días
atrás que se hallaban de forma transversal al arroyo seco, del cual se había hecho mención.

La huella consistía en pastos quemados y piedras calcinadas hacia el fondo, realizando una
medición de estos elementos chamuscados se estimó un rango de extensión de unos 50
metros.

Carlos Veloto narra a los investigadores argentinos, que posteriormente a este suceso, él
comenzó a experimentar una repentina pérdida de peso sin motivo aparente. Tal fue la
gravedad del asunto, que lo obligó a despedirse del fútbol, regresando a su país natal, Argentina.

Su caso médico (según el informe), fue debidamente registrado en el “Hospital de Tigre”,


localizado en la Provincia de Buenos Aires, Argentina.

Durante unos cuatro años fue aquejado por este incomprensible padecimiento, del cual los
galenos no hallaban etiología alguna (causa o causas de la enfermedad).

Agregando que algunas noches era aquejado por incomprensibles escenas oníricas, en la que
aparecían extraños seres ataviados con trajes negros y algo que lo describió como escafandras
(cascos). Estos sueños duraron el tiempo en que la enfermedad se manifestaba.

Los investigadores Eduardo Grosso y Liliana Flotta concluyeron, “Creemos estar ante un hecho
sumamente interesante. Existen determinadas pautas de comportamiento y hechos que
parecían confirmar la veracidad del suceso”.

Eduardo Grosso en una misiva, me había aclarado, cómo se habían enterado de tan fascinante y
extraño caso en suelo paraguayo.

251
- Grosso: “Si hoy hiciéramos la investigación, seguramente le hubiéramos preguntado otras
cosas al protagonista. Tal vez sobre esos sueños que hoy resultan tan significativos.

Tampoco le mandamos hacer análisis médicos como hacemos hoy en día. Pero
bueno….tampoco sabíamos muchas cosas.

Te cuento que a Carlos lo conocí porque ambos trabajábamos para el mismo patrón, llamado
Geremías Iezzi. Yo manejaba un campo de él llamado “La Valerosa” y Carlos era el Jardinero de
su mansión.

Sabiendo Geremías Iezzi de mi afición, siempre me insistía de entrevistar a Veloto porque él


sabía que le había pasado algo (se lo había confesado en confianza).

Cuando muere Geremías, y al no aparecer un misterioso testamento, por orden del juez
interviniente, lamentablemente tuve que encargarme de hacer las liquidaciones por despido a
todo el personal doméstico de la casa, incluido Carlos Veloto. Esos fueron los últimos días en
que lo vi. No sé qué habrá sido de su vida”.

Mientras tanto, el “Caso Veloto-Ávalos”, es un intrigante suceso que sigue abierto, del cual
seguiré buscando elementos que aporten más detalles, para que este no permanezca enterrada
en aquella fría noche estrellada de 1976.

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254
“La controversia en torno a los OVNIs siempre ha sido polarizado
en dos puntos de vista extremos: que todo son patrañas
o que los objetos son extraterrestres.
Quizá la verdadera explicación resulte más extraña
de lo que hoy creemos"

Jacques Vallée

Cuando los informes de observaciones de OVNIs van acompañados de evidencia fotográfica,


estas adquieren una notoriedad inmediata, al poseer sustancia el cuerpo del hecho que en
principio resultó una constelación de datos abstractos, que posibilitan analizar bajo otra lente
pronta y objetiva, lo que el testigo presenció, descartando posibles errores de interpretación, o
impudicia de alguna clase al manipularse las fotografías, sin embargo una fracción de estos
permanecen sin explicarse, apilándose como un clamor gráfico de que existen fenómenos y
objetos incognoscibles al hombre.

Uno de estos casos que se ajustan a lo indicado, compone el protagonizado por el Ing. Forestal
Antonio Spiridonoff.

El Ing. Spiridonoff, una persona extremadamente culta, crítica, que posee una formidable
experiencia recorriendo el Paraguay, acostumbrado a observar la naturaleza y sus distintos
fenómenos, divisó un OVNI desde el patio de su hogar, que se encontraba girando allí en lo alto
de la bóveda celeste, cándido, solitario, a poca distancia de la Luna, durante una tardecita, que
aún prevalecía perfectamente la claridad del día, de aquel 3 de marzo del 2012, a las 18:52.

Con cámara en mano, una profesional “Panasonic DMC-ZS1”, se dispuso en el patio de su casa,
ubicado entre las calles Viuda de las Llanas c/ General José María Delgado, próximo al Barrio
Botánico, donde se halla el Jardín Botánico y Zoológico de la ciudad de Asunción, con la
intención de fotografiar el cielo, más específicamente la Luna, al descubrir días anteriores que su
cámara podía captar los cráteres lunares, por lo que se sitúa en el claro, donde se hallaba a una
altura considerable, y en diagonal suyo (hacia el ESTE), la Luna, lábil, azulada, debido al cielo
azul que presenta este color por un fenómeno óptico de la luz solar, conocida como
“Dispersión de Rayleigh”.

Cuando advirtió un objeto blanco, como una esfera, que giraba sobre sí misma, vibrando, dando
la sensación de multi-imagen, no trasladándose por el espacio, sino quieta allí, rotando. Por lo
que prontamente apunta con su cámara al sector donde se encontraba, realizando el máximo
zoom para conseguir distinguir de que se trataba, pero al colocar en modo vídeo se estropeaba
la imagen, por lo que decidió fotografiarlo, en una secuencia de 4 fotografías de una alta nitidez,
que se inició con una que tomó a la Luna como marco de referencia, para apreciarse la
ubicación del objeto respecto a esta, y las restantes mostraban la trayectoria que tomó
posteriormente el curioso fenómeno. Fue el Ing. Antonio Spiridonoff, quien me buscó a través
de la Internet, para compartir su interesante experiencia.

255
Durante la entrevista que se desarrolló en el lugar de los hechos, describió una gran cantidad de
detalles que no pueden ser ignorados.

- Ing. Spiridonoff: “Esto fue aquí. Hace poco empecé a sacarle fotos a la Luna con este,
(apuntando su cámara), porque fotografié poco para probar, y vi que esta cámara con un
máximo zoom, capta los cráteres, ‘¡Fantástico, se ven los cráteres!’, encima saco sin trípode99,
porque sin eso, tengo una micro vibración (por el pulso) al hacer zoom, pero no salió así, voy a
probar. Entonces comencé a fotografiar, escogiendo las que mejor se veían, empecé a mirar las
fotos, encontrando lugares que pude reconocer al estudiar un poco la geografía lunar. Por
ejemplo en una de las fotos, le saqué al pico más alto de la Luna, que está había sido está en la
cara visible de la Luna, y como esta estaba creciente, se veía todavía en la parte que todavía
todo iluminada, pero el pico ya estaba iluminada por el Sol, entonces sale como un pequeño
apéndice ahí, y dije ‘¡Wow, se ve!’, siempre solía mirar la Luna.

Sin embargo en una de esas tardes, noté que el cielo estaba tan azul, tan despejado porque
hubo una llovizna o algo así el día anterior, era un azul intenso, totalmente despejado, entonces
dije ahora se va a ver bien la Luna, porque no había vapor ni gases alrededor, y a eso de las
18:52, llego y había muy buena luz, tomo la cámara, la Luna estaba ahí, le apunto, máximo
Zoom, y con el zoom veo ahí, un objeto –con expresión de sorpresa visiblemente en su rostro-,
miro a un lado, vuelvo a observar mejor, pero así a simple vista, sin mucho esfuerzo, veo que
había un objeto, redondo, blanco, que no era una nube, estaba allí, observando mejor, tenía una
apariencia como si se diera la vuelta, como una moneda que gira sobre sí misma en un punto,
no era incandescente” (Véase Imagen 120).

Imagen 120
La primera toma recoge nítidamente un cuerpo extraño, suspendido a pocos grados respecto a la Luna en el
firmamento

99 Trípode: Armazón de tres pies, generalmente articulados y plegables, que sirve para sostener ciertos instrumentos o aparatos.

256
- Maidana: “¿Y la luz del objeto, más bien parecía que lo tenía por parte del Sol?”.

- Ing. Spiridonoff: “No (moviendo la cabeza). Porque era totalmente distinto al reflejo de un
avión por ejemplo”.

- Maidana: “¿Y el tamaño del objeto era como una canica, cómo?”.

- Ing. Spiridonoff: “Por eso me gustó mucho esa foto, porque se veía la Luna, y al objeto, no es
una composición. Es una sola fotografía. Con el zoom se veía al lado de la Luna, a su lado me
refiero en el espectro visual.

Cuando veo al objeto, estaba ahí a su lado, le saco una foto, y después de un tiempo se
desplazó en forma diagonal descendente, hasta situarse por debajo de la Luna, ahí vuelve a
quedarse, vuelvo a fotografiarlo, pero al intentar plasmarle con la Luna, tenía que disminuir el
zoom, y ahí no se veía más al objeto, el tiempo que tomó en ir de un lugar a otro fue de 4
minutos, pero de allí (bajo la Luna), asciende hasta colocarse a mitad de altura del otro extremo
donde apareció, pero un poco más alejado, formando una trayectoria en V, ahí le saqué otra
foto (Ver Imagen 121).

2 3

4 Zoom
Imagen 121
Secuencia completa de las evoluciones del extraño objeto. La última es un Zoom al mismo. Debido una cuestión
de encuadre por el ángulo visual, la Luna no se aprecia, sin embargo esta se encuentra por encima del objeto.

257
Estaba mirando donde estaba, y ahí se desvaneció…”.

- Maidana: “¿Esto estaba más allá de los 500 metros de altura?”.

- Ing. Spiridonoff: “Sí, porque por los aviones


veo las distancias (Véase Imagen 122). Un
avión crucero sé, que va a 10 u 11 Km de
altura, a veces puedo distinguir si es un
cuatrimotor o es un Boeing 707”.

- Maidana: “¿Alguna vez, viste globos


meteorológicos?”.

- Ing. Spiridonoff: “No, no sabría identificar,


nunca vi. Aunque si conozco por películas,
documentales, pero aquí sé, que nadie lanza
globos meteorológicos. A no ser que haya Imagen 122
sido, uno que haya venido volando descarriado El Ing. Spiridonoff señalando el punto exacto donde
de otro país”, mentando en esa posibilidad vislumbró el OVNI
interesante, luego investigué a fondo.

Satisfecho con los datos proporcionados, y por la sinceridad que se percibía, me marché con la
tarea de investigar que podría ser aquello.

Una vez analizada la foto con herramientas informáticas, que demuestran los “meta datos” de
una imagen, que consiste en una colección de datos ocultas que se registran cada vez que
fotografiamos, revelando el modelo de la cámara, fecha y hora exactas, distancia focal, si se usó
flash o no, así como el tiempo de exposición, etc.

Obtuve los siguientes datos:

Modelo de la Cámara: Panasonic “DMC-ZS1”


Tiempo de exposición: 10/2000 s
Flash: No se usó
Distancia focal: 49 mm
ISO: 100
Modo de exposición: Auto exposición
Balance de blancos: Manual

Pero lo más importante, se daba al final del reporte que arrojó lo siguiente:

Una cámara con lente del tipo “Leica”, concordando con el modelo de la cámara. En el caso de
las fotografías adulteradas por computadora, cuando se añaden objetos, efectos, al momento de
grabarlas, se añade también el programa con el que fue retocado, pudiendo aparecer

258
programas conocidos como “Photoshop100”, entre otros, pero este no fue el caso, eran
fotografías auténticas.

La primera fotografía se efectuó a las “18:52:41”, culminando con la cuarta, “18:55:25”,


comprobando efectivamente que el avistamiento duró unos 4 minutos.

Realizando una simulación virtual del cielo


de aquel momento, mediante un software
de astronomía, concuerda la existencia de
la Luna, hallándose a unos 40° de altitud,
existiendo el tránsito de un satélite de
radio comunicaciones amateur, “CO-55”,
el cual “no fue visible en aquel momento y
lugar”, además de poseer una trayectoria
distinta del objeto visto (Véase Imagen
123).

Faltaba dilucidar si se trataba de un posible


globo meteorológico. Estos consisten en
unos globos de látex, que son cargados con
Imagen 123
helio o hidrógeno, siendo estos gases más
Trayectoria descripta por la esfera, bosquejado por el
livianos que el aire, producen que el globo
testigo. Todo el recorrido se efectuó sin sonido alguno,
girando sobre sí mismo.
ascienda, transportando algo que se
denomina “radio sonda”, que se encuentra suspendida desde el globo, llevando instrumentos
meteorológicos capaces de medir, la humedad del sitio donde se encuentra volando, así como
la dirección del viento, presión atmosférica, y por supuesto la temperatura, normalmente
poseen un sistema de GPS a bordo, para poder detectar su posición, entonces al momento de
caer estos globos, el equipo que los soltó pueda recuperar los instrumentos y leer las
mediciones (Véase Imagen 124).

Los globos se van expandiendo a medida que transcurre el tiempo, debido al calentamiento del
gas interior, que en un determinado momento explotan al no poder ceder más el material, y
caen. Pueden alcanzar la considerable altura de unos 40 Km dependiendo de varios factores.

100 Photoshop: Versátil editor de fotografías, propiedad de la compañía de software, Adobe.

259
Imagen 124
Esquema comparativo. (Esquina Superior Izquierda) Un globo sonda o de alta altitud. (Superior Derecha)
Visualización de uno de estos ingenios en el cielo, se aprecia claramente la deformación oblonga producida
por la dilatación del látex. (Esquina Inferior Izquierda) El objeto inidentificado en escala de grises.
Exhibiendo un cuerpo absolutamente disímil, esférico constatable al modificar los atributos de imagen
como el brillo, contraste, gamma y perfilado (Inferior Derecha).

Para descartar este punto, consulté primeramente con un meteorólogo paraguayo, que trabaja
en la “Dirección de Meteorología e Hidrología del Paraguay”, Ricardo Villarroel.

Durante una conversación telefónica, explicaría que normalmente los globos alcanzan una altura
de unos 20 Km, desplazándose otros 12 Km, luego explotan, descendiendo gracias a un
paracaídas que portan, y luego se procede al rescate de la radiosonda, como ya hemos
mencionado.

Al mismo tiempo deseaba descubrir si no fue realmente un globo sonda extranjero que se
desplazó hasta nuestro territorio, por lo que me pongo en contacto con el personal del INMET
(Instituto Nacional de Meteorología) del Brasil, quienes con un profesionalismo digno de
mención y en un tiempo récord me respondieron revelando datos impresionantes.

En un mail el meteorólogo brasileño Alaor Moacyr Dall'Antonia, Jr, Coordinador General de


Meteorología Aplicada, escribiría lo siguiente:

“En atención a su solicitud, participo en responderle a Ud., que consideramos poco probable
que la radiosonda de Foz de Yguazú, se haya desplazado para el territorio paraguayo,
atendiendo las proximidades de Asunción y observando los análisis de ‘campo de viento’ (líneas

260
de corriente), en el modelo MBAR 10 Km, que indican en las altitudes de 850 HPa, 700 HPa101,
500 HPa y 200 HPa (anexo mapas), que la circulación era de NE o E, lo que llevaría a la
radiosonda apenas moverse del territorio brasileño”.

Recordemos que el objeto fue visto sobre Asunción, dirección NE y se halla a más de 300 Km
de distancia de Foz Yguazú, imposible de ver un globo que poseen los brasileños, y más cuando
los meteorólogos me confirmaban que el viento de aquel día y hora, no arrastraría ningún globo
brasileño hacia el Paraguay.

El INMET del Brasil, me facilitó como evidencia 13 mapas que demostraban las corrientes de
viento de todo aquel día 3 de marzo (Véase Imagen 125).

Imagen 125
Modelo de Líneas de Corriente de Viento, proporcionadas por el Instituto Nacional de Meteorología del Brasil,
evidenciando la improbable incursión de un globo sonda brasilero en territorio paraguayo.

No contento con ello me apersoné en la “Dirección de Meteorología e Hidrología del


Paraguay”, con la intención de mostrarles las fotografías, para que los meteorólogos paraguayos
pudieran darme algún veredicto.

Dentro de una oficina principal donde se recogen los datos, destacándose una enorme pantalla
plana que muestra fotos de un satélite, se hallaban varios meteorólogos, los cuales observaron
con mucha curiosidad las fotografías, escuchando detrás de mí, algunos comentarios como ‘eso
no es un globo’, ‘no puede ser’, entre otras discusiones.

Entrevisto al reconocido meteorólogo Víctor Álvarez, quien suele anunciar el pronóstico del
tiempo en varios medios de TV, quien amablemente y demostrando gran profesionalismo,
explicó varios puntos clave.

101 HPa: Siglas de hectopascal. Es una unidad de medida de la presión del viento. Se define como la fuerza de 1 N (Newton) sobre un 1 m2 de
aire.

261
Mostrando la pantalla de un computador donde aparecía el mapa de Sudamérica, se
esquematizaba líneas de corrientes de viento.

- Met. Álvarez: “Bueno este es un modelo


diferente del que te dieron los brasileros. Es un
modelo numérico que hace una animación de la
circulación del aire en la atmósfera. Exactamente
dice lo mismo. Que el viento en los niveles altos
de la atmósfera, de 9.000 a 10.000 metros es
totalmente del OESTE, así que todo el flujo se
mueve desde el Norte de Chile, Norte de
Argentina, hacia el Paraguay. Si eventualmente un
globo meteorológico fue lanzado, en el
aeropuerto de Salta, lugares donde se lanzaban
globos sonda, si fueron lanzados desde las 3 de la
tarde, pudo haber llegado a territorio Imagen 126
El meteorólogo Víctor Álvarez desde la Dirección
paraguayo…”, reflexionaba con lapicera en mano,
de Hidrología y Meteorología del Paraguay.
observando las gráficas de la computadora (Véase
Imagen 126).

- Maidana: “¿Desde Paraguay, no se han lanzado globos?”.

- Met. Álvarez: “No, desde Paraguay no se hacen lanzamiento de globos, desde hace tiempo,
años, 5 años”.

- Maidana: “¿Y por qué eso, falta de presupuesto?”.

- Met. Álvarez: “Sí, presupuesto. Sí señor así es…”.

- Maidana: “Ahora bien, el testigo dijo que aparte que realizó esa trayectoria, en V, despacito,
giraba el objeto sobre sí mismo. O daba la apariencia de que giraba…”.

- Met. Álvarez: “No, un globo sonda no gira”, sentenció.

- Maidana: “¿Pero no será que alguna corriente de aire, hace que gire?”.

- Met. Álvarez: “No…”, negando con la cabeza.


Faltaba contactar con algún meteorólogo argentino, dadas las cartas sobre la mesa, para
confirmar o desbaratar la “hipótesis de un globo sonda”.

Para tal fin localizo al Sub-Oficial de la Fuerza Aérea Argentina, Miguel T. Amaya, especialista en
meteorología, radiosondeísta (lanzar globos meteorológicos), quien llegó a cumplir sus
funciones en la Base de San Martín en la Antártida, (Véase Imagen 127).

262
Indudablemente su cuantiosa experiencia se percibió en su
email, que resolvió muchos de los entresijos que faltaban por
cerrar:

“Con respecto a sus preguntas le comento que en mi


especialidad meteorología también fui durante varios años
Radiosondeísta, y le puedo decir por propia experiencia aquí
en Resistencia Prov. de Chaco, que un globo meteorológico
que porta un radiosonda muy difícil es que pase los 27 o
28.000 m de altura, aunque hemos podido lograr mediciones
a 32.000 m (Raras veces), el globo no es muy grande aunque
a medida que sube se va expandiendo y su volumen es tres a
cuatro veces el original en su altura máxima, después de
5.000 m a simple vista no se ve, también por el
desplazamiento en sentido horizontal es muy posible que se
aleje varios km. En nuestro País la Estación Met. de Salta
hacia ese estudio en la atmósfera, pero debido al estrecho Imagen 127
presupuesto de parte de este gobierno no realizan más radio Sub-Oficial de la Fuerza Aérea
sondeos, y aquí en el Chaco se realiza uno diario que se larga Argentina, Miguel T. Amaya,
a las 08:10 Hs de la mañana. Hace muchos años se realizaban meteorólogo y radiosondeísta
muy de vez en cuando y en distintos lugares, un lanzamiento
de un globo bastante grande con un material científico muy voluminoso, pero con el
advenimiento de los satélites meteorológicos eso ya no se realizan más, creo que en ningún
país, y también como lo explica mi colega brasileño (el Sr Silva) todos los sistemas atraviesan la
Argentina de SSW a NNE, con esto digo que un posible objeto que se lance desde la zona de
Salta es muy difícil que atraviese Paraguay.

Y para comentario, el aparato de radiosonda es un instrumento que debe pesar 250 gr y se


destruye al chocar con el suelo, es muy pequeño, es decir son descartables”.

El Sub. Ofic. Miguel Amaya, desbarató completamente la tesitura de un globo, al confirmar que
lanzamientos desde Salta ya no se hacían, argumentando claramente las razones de ello, entre
otras cuestiones que demostraban poco probable que lo fotografiado por el Ing. Spiridonoff, se
haya tratado de un prosaico globo extranjero descarriado, como ha quedado patente que un
globo sonda paraguayo sería imposible porque no se hacen más lanzamientos desde años.

Afortunadamente existió una cámara que capturó el momento, y un hombre que rompió el
silencio, por los prejuicios que conllevan este tema, para demostrar la existencia de los
OVNIs…

263
Entre correspondencias que mantenía con el investigador español Juan Vicente Ballester Olmos,
miembro de la Society for Scientific Exploration102, J.A. Hynek Center for UFO Studies103, así como
asesor en las revistas Cuadernos de Ufología 104y Anomalía105, con el afán de conseguir datos
referidos a casos paraguayos, en su famoso proyecto FOTOCAT, que consiste en un gigantesco
catálogo de casos de OVNIs fotográficos a nivel mundial, que posee más de 10.500 casos, y
sigue ampliándose.

Un catálogo que cuenta con documentación física, en papeles y por la otra en un enorme
archivo de Excel, donde se apuntan las entradas de estos.
Juan Ballester en una misiva, me escribía:

“Actualmente, el catálogo tiene más de 10.500 casos, pero SÓLO CONOZCO UN CASO EN
PARAGUAY. Le adjunto la línea correspondiente del catálogo”.

Anexando un documento de la base de datos del FOTOCAT, en ella se apreciaba la línea


mencionada:

“Fecha: 14/10/1975 Hora: 20:15


Descripción: OVNI Lugar/País: Asunción (Paraguay)
Código del País: PRY Foto/ Film/Video: PHOTO
Fotógrafo: Homero Solalinde
Características especiales de la foto: No fue visto por el fotógrafo
Referencias/Fuentes: ABC (Madrid), Octubre 16, 1975. Octubre 14, 1975”

Esto refuerza la tesitura del desconocimiento de casos ufológicos paraguayos en el extranjero,


siendo el objetivo primordial de este libro, demostrar lo contrario.

Con los datos aportados, realicé una fascinante investigación hemerográfica, que concluyó con
la entrevista del mencionado fotógrafo, Homero Solalinde, quien posee una interesante historia
detrás.

El 16 de octubre de 1975, el diario ABC Color de Paraguay, presentaba en la portada misma,


una llamativa fotografía en blanco y negro, bien grande, donde se apreciaba “aparentemente”
un enorme objeto discoidal luminoso, que proyectaba haces de luz para arriba así como abajo,

102 Society for Scientific Exploration: “Sociedad para la Exploración Científica”. Es una organización conformada por científicos y estudiosos
de fenómenos inusuales, que traspasan las fronteras del conocimiento científico tradicionales. Publica una revista conocida como “Journal
of Scientific Exploration”.
103 J.A. Hynek Center for UFO Studies: También denominado CUFOS, “Centro de Estudios OVNI”, fundada en 1973, por el astrónomo Joseph
Allen Hynek, padre de la ufología científica. Con sede en Chicago, Illinois, USA.
104 Cuadernos de Ufología: Fue una revista especializada en investigaciones sobre OVNIs, fundada por el español José Ruesga, en 1983,
conformado por varios ufólogos que colaboraban en los artículos, hasta el 2012.
105 Anomalía: Fundación sin ánimo de lucro, que posee como objetivo el estudio racional de los OVNIs. En el 2010, fue cambiado por el
nombre de “Fundación Íkaros”.

264
(dependiendo de la imaginación, podría tratarse de alguna estela también), aparecía allí como
trasladándose al cielo, sobre un céntrico y nocturno centro de Asunción, conformado por
edificios (Véase Imagen 128).

“Presencia de un OVNI en el cielo de Asunción”, fue el título que enmarcaba de gran manera, y
se iniciaba este interesante caso.

“Homero Solalinde fue a tomar fotos de


una reunión de prensa que tuvo lugar el
martes 14 en el edificio ‘Cristal’ ubicado en
14 de Mayo entre Benjamín Constant y el
Paraguayo Independiente. A las 20:15 Hs
puso la cámara en posición mirando hacia
el parque Carlos Antonio López y al solo
efecto de lograr una vista original de la
ciudad. No le llamó la atención nada
extraño. Una vez en la redacción, dejó el
rollo para el día siguiente ya que se trataba
de fotos de rutina. Ayer, al ser revelado el
rollo se pudo notar la extraña luminosidad
en el negativo. Las copias fotográficas
fueron analizadas en distintos niveles”. Ver
Imagen 129).

Imagen 128
Un inusual y sugestivo objeto destellante, aparece
sorpresivamente sobre la capital, al revelarse una toma del
reportero gráfico Homero Solalinde en 1975.

Imagen 129
La toma completa en una vista panorámica donde se vislumbra el objeto de controversia, que disparó
las más avivadas discusiones
265
De esta forma explicaba el diario ABC Color, la extraña
fotografía obtenida por su reportero gráfico, Homero Solalinde.

El aparato fotográfico utilizado por Homero Solalinde aquella


noche, fue una “Rolleiflex” con doble objetivo de unos 80 mm
(Ver Imagen 130), utilizando una película fotográfica de “120” de
400 asas (esto equivale al ISO actual en las cámaras fotográficas),
con un diafragma de 8, dejando fotografiar el paisaje, en “toma
de exposición” de unos 3 minutos.

Imagen 130 La fotografía que mostraba un OVNI sobre Asunción fue motivo
Una Rolleiflex de doble objetivo de controversia por varios días, granjeando opiniones dispares
de unos 80 mm, fue la cámara desde distintas ópticas y disciplinas, de acuerdo a los distintos
utilizada. profesionales que fueron consultados en su momento.

Uno de ellos fue el Cnel. Ing. Emilio Meza Guerrero, quien se desempeñaba como catedrático
de “Astronomía Geodésica” en la UNA (Universidad Nacional de Asunción):

“Nosotros con el teodolito, sabemos cómo se refleja un planeta o una estrella. La estrella se
presenta como un punto luminoso, a veces de color verde, amatista, etc. Los planetas se ven
como un pequeño disco, pero ni uno ni otro, en la forma en que se presenta el objeto captado
por cámara de ustedes. Esto no es un planeta, ni una estrella. Puede haber sido un reflejo, pero
mire, difícil por su forma. Es sumamente extraño. El objeto parece estar girando. Además, si la
película de la cámara fue impresionada es porque hubo una fuerza lumínica. Me llama la
atención esta especie de eje que tiene el objeto, parece de rotación. Puedo decir que se trata
de la foto más curiosa que he visto hasta el momento sobre objetos no identificados”.

Por otra parte se recogió la opinión del Dr. Honorario Campuzano, quien se desempeñaba
como oculista:
“Difícil de responder con precisión a la pregunta de si la cámara puede captar lo que no capta el
ojo humano, porque la capacidad visual de una persona depende de muchos factores como luz,
estado de refracción del ojo, tiempo de exposición de la imagen ante el ojo, sensibilidad
retiniana y otros fenómenos que forman parte del complejo mecanismo visual. También hay
que considerar en cuanto a la cámara, la calidad de la lente, su potencia”.

Otro oculista de la década de 1970 se manifestó al respecto, el Dr. Néstor Sánchez Insfrán:
“De qué se trata este cuerpo aparece en la fotografía es poco menos que imposible decir nada
con certeza. Ahora, en cuanto a si la cámara puede registrar cosas que el ojo humano no ve,
evidentemente que sí puede hacerlo. Además el hombre que está en una ciudad no tiene lo que
se llama “visión nocturna”, a causa de la luz artificial. Así si se levanta la vista, por la noche, en
plena calle no vemos el cielo.

El ojo humano sólo reacciona ante las ondas luminosas que están entre 4.000 y 8.000 unidades
Angstrom. Y la visión depende del contraste, la superficie y de la luminosidad de un objeto.

266
Un factor importante, que interviene en el mecanismo de adaptación son las variaciones del
diámetro pupilar, las cuales oscilan de 1,5 y 8 mm, esta variación no es capaz, por si sola de
compensar los grandes cambios de la iluminación del ambiente, lo que hace necesario el
mecanismo retiniano de adaptación.

Sin embargo, en la máquina fotográfica con los nuevos aditamentos que ella posee, esa
adaptación es automática e instantánea”.

Fascinante explicación desde el punto de vista de la ciencia oftalmológica, que demuestra que
en las fotografías pueden aparecer algunos “elementos que pasaron desapercibidos” debido a
diversos factores ópticos para él camarógrafo, pero “no significa que la cámara fotografíe cosas
invisibles”, a no ser que esté diseñado para observar en otras longitudes de onda, como por
ejemplo los visores nocturnos (night vision), pero este no fue el caso.

Como una piedra arrojada en un lago, en la que las ondas producidas en el agua seguían
expandiéndose, de esta forma proseguía el impacto mediático del suceso, ya que las opiniones
no cesaban, espesando la lista de explicaciones.

Al día siguiente, el viernes 17 de octubre de 1975, ABC Color, ofrecía una expansión del caso
fotográfico de Solalinde, “OVNIS: variadas versiones buscan explicar imagen captada en la
noche del martes”, Pág. 9, Sección, “Información”.

Revisten importancia los siguientes expuestos:

Ing. Donald Organ (norteamericano, asistente de fotogrametría en el Instituto Geográfico


Militar): “Creo que es un reflejo del lente, por causa de las luces de la calle entrando en cierto
ángulo. Es algo similar a lo que suele ocurrir en el cine, cuando por efecto del sol puede verse el
reflejo de todos los lentes de la cámara. Lo único raro es el ángulo en que se encuentra el
objeto. De acuerdo con la luz y el lugar en que se tomó la foto, me parece que debió haber
estado al otro lado.

Es difícil mantener un objeto en el aire por tres minutos, que fue el tiempo de exposición, sin
que haya distorsiones. Y en este caso, las líneas del objeto están muy bien definidas. Además la
forma es parecida a la de una lente. Ahora bien no podría dar una razón exacta de las colas que
se ven. La superior podría ser la distancia entre los lentes. El otro lente no aparece y podría
estar fuera del negativo…”

Ing. Donald Organ: “Si hubiere existido algo en el espacio, el que tomó la fotografía lo hubiera
visto. No pudo haber sido algo no captable por el ojo humano pero, sí por una fotografía, pues
se utilizó una película ‘panchromatic’, que es común, que capta igual que el ojo”, sentenció en la
nota.

En tanto para el Gral. Dr. Stephan Vysokolan, catedrático en Ciencias Exactas por la
Universidad de Praga, la imagen probablemente podría tratarse de un satélite que orbitaba la
tierra. Agregando que es absurda la posibilidad, de que pueda tratarse de una nave de otro
mundo de alguna parte de nuestro sistema solar, ya que las sondas enviadas por el hombre,
demostraron las condiciones estériles de los planetas del sistema solar, sin embargo

267
actualmente la exobiología106 considera muy factible la existencia de “vida extraterrestre
microbiana” en algunos lugares de nuestro sistema solar, como podría ser en una de las lunas de
Júpiter, “Europa”, o en la luna del planeta Saturno, “Encelado”, así como en nuestro planeta
vecino Marte, que se especula en la existencia de vida bacteriana enterrada en su superficie.

La opinión pública no se hizo esperar, disparando un abanico de especulaciones que abarcaban


desde un posible fraude, hasta un verdadero platillo volador, como por ejemplo este curioso
comentario que realizó un transeúnte, que el cronista de ABC Color recogió:

“Creo que se trataba de nave con carga radiactiva invisible, pero impresionable para una
película fotográfica. Es lo que ocurre con cualquier material radiactivo. Se lo pone en un cuarto
oscuro junto a una película fotográfica y esta registrará la radiación”, (sic).

La tesis de un reflejo cobró más fuerza al pronunciarse sobre el hecho, el Sr. Rodolfo Loewen,
técnico en máquinas fotográficas, quien realizó una especialización en la fábrica misma de Rollei,
situado en Alemania Federal, para él la imagen constituía un mero reflejo, así declaraba y
explicaba en la edición del sábado 18 de octubre de 1975, en el periódico ABC Color.
Sin embargo para sorpresa de muchos, el diario ABC Color no se limitó simplemente a exponer
análisis de diversos especialistas, sino que “reprodujo las circunstancias en la que se realizó la
fotografía” para poder determinar si se trató de un reflejo de la lente, o un “lens flare” como se
lo conoce técnicamente (Véase Imagen 131).

Imagen 131
Típicos ejemplos de lens flare o destellos de lente. (Izquierda) La mancha luminosa que aparece
volando en el cielo azul no es más que el reflejo del Sol, esto se comprueba
al realizar unas líneas que revelan el foco de origen. Por otra parte, el punto negro
que se observa en el sector del Sol (Sun) se debe a una saturación del sensor óptico
por el exceso de luz incapaz de representar el tono correspondiente.
(Derecha) Dos figuras romboidales difusas sobre las casas que solo aparecen
en la fotografía, por las luces del alumbrado público que destellan en la lente.
En todos los casos, estos pretendidos OVNIs siempre poseen tonos del arcoíris,
efecto de la descomposición lumínica.

106 Exobiología: Rama de las ciencias biológicas que estudia el origen, existencia y evolución de la vida en el Universo. Busca otras formas de
vida fuera del planeta Tierra. Etimológicamente proviene del griego, “exo”, afuera, “bios”, vida, “logos”, tratado o estudio, traduciéndose
como “Estudio de la vida exterior”.

268
“Ante la posibilidad que la mancha en cuestión fuera un reflejo óptico, efecto de una ‘luz
parásita’ o fruto de una ‘aberración óptica’, posibilidades que se plantearon en la redacción de
este diario en el primer análisis de la fotografía en cuestión, veinticuatro horas después, el
miércoles a la noche, fue tomada esta fotografía en las mismas condiciones que la anterior”.

Lo sorprendente del hecho es que no apareció absolutamente nada extraño, y se constata que
la cámara fue puesta en el mismo lugar, apuntando al mismo sector sin resultado alguno, tal
como puede apreciarse en las fotografías de comparación, véase Imagen 132, que fueron
publicadas en la tapa misma del diario en un intento por desvelar la cuestión.

Imagen 132
Con la intención de disipar dudas sobre una anomalía óptica, el Diario ABC Color efectúa una fotografía con la
misma cámara y circunstancias cuando apareció el objeto (Derecha). Sin embargo no apareció nada a pesar de
visualizarse las mismas luces en la ciudad (Izquierda).
Sin embargo esto conmovió a más de uno, despertando el interés por observar el cielo en los
ciudadanos quienes denunciaron un fenómeno luminoso, que fue reportado por el diario Ultima
Hora, el lunes 20 de octubre de 1975, en una brevísima nota:

“Al promediar la mañana un objeto volador no identificado apareció sobre la ciudad en forma
de pequeño objeto color blanco, apenas visible. El hecho citó el interés de numerosas personas.
Algunos afirmaron que se trataba simplemente del planeta Venus que en esta época del año,
suele ser visible en días como de hoy. OVNI o no, planeta u objeto, se ha podido ver. Y lo que
es más importante, lo podremos contar los que a los otros que menos afortunados no pudieron
hacerlo”.

Durante el proceso investigativo, conseguí entrevistar al ex reportero gráfico de ABC Color,


Homero Solalinde, reconocido y respetado profesional en la prensa nacional.

269
- Solalinde: “Mucha gente me llamó en ese entonces, incluso de revistas extranjeras
preguntándome sobre la fotografía del OVNI…”, comentaba emocionado al recordar aquellos
días.

- Maidana: “¿Pero cómo sucedió todo esto, podrías relatarlo?”.

- Solalinde: “Bueno cuando eso buscaba alguna noticia, algo que publicar. Hay que recordar que
en aquel tiempo, las noticias escaseaban, no había Internet, hoy en día hay un exceso de
información, antes no era así, debías recorrer, sudar para conseguir noticias interesantes que
publicar. Y bien, cuando eso nos fuimos con un compañero a cubrir una reunión que se realizó
en el edificio del Zodiac, y tuve la idea de querer hacer una vista panorámica de la ciudad
nocturna, viendo que estábamos en una altura considerable. Subimos, coloco mi cámara
mirando hacia el sector donde estaba la antena del Canal 9, realizo una toma de exposición, en
la que el obturador se queda abierto por un cierto tiempo, y la cámara va captando de a poco,
toda la luz del ambiente, va fotografiando.

En eso me retiro de allí, mirando para otro lado, enciendo un cigarrillo, conversando con mi
compañero periodista sobre varias cuestiones, dejé por unos 3 minutos más o menos, al
regresar agarro la cámara, guardo el trípode. Y nos retiramos de allí. Pero al día siguiente al
revelar, ahí apareció esa cosa rara”.

- Maidana: “¿Entonces Ud. no vio nada?”.

- Solalinde: “No, nada. Solo lo descubrimos posteriormente al revelarlo”.

Conversando distendidamente por casi 40 minutos, comentaría una anécdota fascinante que es
digna de mención, que brilla por su curiosidad histórica y no podía dejar de mencionarlo
brevemente.

El Sr. Homero Solalinde me confesó, que en la década de


1977 fue el único periodista que consiguió ver y fotografiar,
el cadáver en Paraguay de uno de los nazis más buscados,
por varios crímenes cometidos durante la Segunda Guerra
Mundial, en los famosos campos de concentración, donde se
torturaban salvajemente a miles de judíos, nos referimos al
famoso Eduard Roschmann (1908-1977), apodado el
“carnicero de Riga” (Ver Imagen 133).

Quien se desempeñó como comandante en el “Campo de


Concentración de Kaiserwald”, es responsable de la muerte Imagen 133
de más de 40.000 judíos. Homero Solalinde además fotografió
el cadáver del legendario nazi Eduard
Al acabar la guerra huyó hacia Sudamérica, cambiando el Roschmann en la morgue del antiguo
nombre a “Federico Wagner” o “Federico Wegener”, sin Hospital de Clínicas en 1977.

270
embargo muy pocos conocen que este nazi sanguinario, se refugió en el Paraguay portando esa
identidad falsa, y que en agosto de 1977, falleció en el conocido nosocomio público, el “Hospital
de Clínicas”, donde un informante filtró el dato al reportero gráfico Solalinde, quien
inmediatamente se dirigió hasta allí, acompañado de otro periodista, con cámara en mano, y
tras sobornar al guardia con una botella de vino, consiguieron acceder a la morgue, y constatar
que se trataba del legendario Eduard Roschmann, fotografiando Solalinde el cuerpo inerte,
publicándose al día siguiente en el diario ABC Color, convirtiéndose en una foto histórica y de
peso, que demostraba indudablemente que existieron nazis prófugos en nuestro país.

Sin embargo retomando el tema que nos atañe, la fotografía del 14 de octubre de 1975, dados
todos los argumentos presentados, y analizando cada uno de estos, bien pudiera tratarse de un
simple efecto “lens flare”, destello de la lente, pero flota allí en el aire la siguiente hesitación,
¿De ser un reflejo, por qué no volvió a manifestarse al recrear la misma circunstancia en la que
se obtuvo la fotografía? Esto estaría sujeto a una combinación de varios factores físicos u
ópticos, que por lo pronto, podemos argüir en una anomalía óptica, descartando un OVNI.

271
Argüir que lo manifestado solo se debió a errores de interpretación, sería un gran crimen a la
verdad, incurriendo en el error de cientos de investigadores que jamás salieron de sus
escritorios.

Durante la mañana del 26 de marzo del 2010, el portal digital del diario Ultima Hora, divulgaba
“Supuesto OVNI en Luque”:

“Pobladores de la ciudad de Luque observaron un extraño objeto luminoso a altas horas de la


noche. Rápidamente se propaló que era un OVNI. Sorprendidos relataron lo ocurrido y
mostraron la grabación”.

Esto constituyó el puntapié inicial de una breve nota que describía a un voluminoso objeto
luminoso multicolor, cambiando constantemente de tonos.

Raúl Torres y su hermana Selva serían los testigos principales de este caso interesante Luqueño.

“Una estrella cualquiera no era, se movía y luego se quedó quieto. El destello que largaba, nos
impresionó a todos, muchos estábamos viendo acá”, relató Selva Torres.

En la página web de la noticia, se embebía un video que fue emitido por el noticiero “Meridiano
Informativo”, del Canal 4 “Telefuturo”, miembro de la misma cadena que el diario Ultima Hora,
en la que el periodista Fredy Valenzuela, entrevistaba a los moradores próximo al Estadio
Feliciano Cáceres de Luque, exhibiéndose a la par la filmación efectuada, en la que se apreciaba
claramente un objeto multicolor que a intervalos parecía desprender otros cuerpos que volvían
a unirse al original (Véase Imagen 134), sin embargo al constituir un “flash informativo”, era
evidente que el material genuino debió editarse, recortándose por motivos de tiempo en la
televisión.

272
Imagen 134
Secuencia de las maniobras exhibidas por el objeto volador. Por momentos el cuerpo principal se separaba en
tres partes (aparentemente regulares) que sobrevolaban guardando distancia del centro de origen, para luego
fusionarse de vuelta. Esta característica se presentó durante todo el avistaje al tanto que rotaban sobre sus
ejes, mudando de color.

Varios testigos, una filmación de buena calidad, la prontitud con la que se informó en los medios
de comunicación a tan solo pocas horas de haber sucedido, hicieron de este caso, una
oportunidad magnífica para recabar datos frescos, e investigar con escrutinio lo sucedido.

Con nombres a mano y en compañía del colega Gustavo Sanabria, nos dirigimos a la famosa
ciudad de Luque, reconocida por su elaboración de guitarras, tanto por sus obras de artesanía
en plata y oro, además de haber constituido la capital del Paraguay provisoriamente durante la
Guerra Grande.

Teníamos dos nombres, y un sector donde se presenció el fenómeno, nada más, sin embargo la
ventura estaba de nuestro lado, al indagar en algunas casas aledañas al Estadio Feliciano
Cáceres, sobre el Sr. Raúl Torres (71), quien resultó ser alguien ampliamente conocido en la
comunidad, propietario de una playa de Venta de Vehículos, músico de profesión, integró
recordadas bandas rockeras como “Los Tommys” (década de los 70’s y 80’s), conformados en

273
su tiempo por Bruno Massi, Dany Durand, entre otros, posteriormente estuvo con el grupo
“Los Rodeos” de Luque, y un sinfín de aportaciones en distantes conformaciones musicales.

Entre tranquilos pasos, debatiendo sobre varios temas. Hallamos para nuestra sorpresa al
mismo Sr. Raúl Torres, sentado allí en la vereda de su casa, contemplando el firmamento,
descansando.

Una vez presentados, y corroborado que indudablemente se trataba de quien observó en la


madrugada el objeto misterioso en el cielo, y quien denunció a la prensa inmediatamente, nos
recibió en su casa con toda la amabilidad posible, sorprendido ante nuestra visita, en carácter
investigativo.

De esta forma se inició la entrevista en la residencia del testigo.

- Raúl Torres: “Anoche estábamos cenando en la casa de mi hermana que está ahí en frente,
donde está aquella pizzería. Estábamos cenando, de pronto un sobrino mío vino y miró hacia el
SUR-ESTE, miraba hacia arriba, y observó algo que ‘tintineaba’ ahí en el cielo. No parecía una
estrella común, así no se ve una estrella. Era la 01:00 Hs de la mañana”.

- Maidana: “¿Había nubes? ¿Estaba despejado? ¿Había Luna?”.

- Raúl Torres: “No, totalmente despejado estaba. La Luna ya estaba entrando. Salimos entonces
afuera a mirar, y eso empezaba a ‘tintinear’, ¡vos sabes los colores que daba!, rojo, azul, verde y
se quedaba ahí. Por lo que mi sobrino sacó su cámara, y empezó a filmar. Filmó por 20 minutos
por ahí. Y después de filmar todo, miramos nosotros la cámara, y vimos que la ‘estrella’
supuestamente no se quedaba. ¿Sabes que daba la vuelta así? (Gesticulando con sus manos un
movimiento rotatorio), y de repente se esparcía, parecía que se rompía todo. Se esparcía, y se
juntaba todo de vuelta. .. Pero a simple vista no se ve así, en la cámara se vio bien”, relató
emocionado y extrañado por lo que estaba describiendo.

- Raúl Torres: “Se movía, se esparcía… de repente uno se iba aquí, otro allá, y en un momento
se juntaban todos, empezando a dar la vuelta otra vez. Tirando chispas, parecía”.

- Maidana: “¿Ud., escuchó algún sonido?”.

- Raúl Torres: “No, ningún sonido”.

- Maidana: “¿Qué sintió en ese momento?”.

- Raúl Torres: “Me daba la sensación de que era una cosa rara, parecía una estrella, pero no se
movía normal. Entonces yo le llamé a Óscar Acosta, periodista de Telefuturo que es muy amigo
mío y le expliqué. Me dijo ‘ahora mismo voy a enviar a los cronistas’, entre ellos estaba un
pelado, que se llamaba Fredy Valenzuela, y una rubita del noticiero del Canal 13.

274
Cuando vinieron, les mostramos ahí en la pantalla de la cámara, en ese momento se
sorprendieron todos, porque no se quedaba ni un momento, el objeto. Imagínate”.

- Maidana: “¿Cuál es el nombre de su sobrino que realizó la filmación?”.

- Raúl Torres: “Se llama, ‘Lucho’ Maldonado. Le mostró al camarógrafo y le dijo, mira un poco
esto es algo raro. Vamos a grabar le dijo, conecto por su computadora, y comenzaron a copiar
el material, en la pantalla de la computadora enorme se veía. Para mí, no era una cosa normal…

En una hora se habrá movido así… (Demarcando con las manos un espacio de unos 50 cm) en
3 horas más o menos se subió donde pudimos ver a simple vista. Pero no sé a qué cantidad de
Km debe estar moviéndose, por ejemplo si fuera un ‘aerostático’, lógicamente se iba a anunciar
en los periódicos, alguna estación de meteorológica hubiera avisado”.

- Maidana: “¿Alguna ruta de vuelo por aquí?”.

- Raúl Torres: “No… avión no puede ser. Primero porque el avión iba a desaparecer en 10
minutos…”, reflexionaba acomodándose en su silla de cable.

- Maidana: “¿Ustedes cobraron por el material al pasarle al periodista?”.

- Raúl Torres: “No, no nada de eso”.

- Maidana: “¿Y su sobrino que opina de esto?”.

- Raúl Torres: “Para él es un objeto volador no identificado. Es algo anormal”, recalcó.

- Maidana: “¿Su señora vio el objeto con Ud.?”.

- Raúl Torres: “No, ella no. Mi hija sí estaba con nosotros… Gloria Torres, ella tiene 23 años”,
rememorando.

Así concluía esta entrevista con el apacible hombre de negocios y ex músico, que nos prometió
avisar si eventualmente volvía a manifestarse en aquel barrio de Luque.

Frente a su residencia, vivía su sobrino “Lucho” Maldonado, quien confirmó los detalles
aportados por su tío Raúl Torres, así como Selva Torres a quien entrevistamos posterior y
separadamente, con el fin de evitar contaminaciones en las versiones.

Gustavo Sanabria inquirió sobre la filmación, a lo que Maldonado prontamente ingresa en su


casa, regresando con filmadora en mano, mostrándonos el polémico material en la pantalla LCD
de la cámara HD que portaba. Allí se corroboró la duración del video que fue de unos 20 min, y
efectivamente a intervalos el objeto parecía desprender otros tres o cuatro pequeños cuerpos,
que rotaban y sobrevolaban al igual que el primigenio, para luego adentrarse en él.

275
Momentos antes de llegar a la residencia del Sr. Torres, se constató la existencia de una ruta
aérea que se hallaba sobre el mismo Estadio Feliciano Cáceres, distante a dos cuadras de la
residencia del Sr. Torres, observándose una aerolínea comercial, el GOL107 con destino al Perú,
que sobrevoló a las 14:00 Hs dirección SUROESTE rumbo SURESTE, es decir en dirección
contraria al OVNI que se movió desde el SURESTE rumbo NORTE (Ver Imagen 135).

No faltaría quien argumente que lo filmado solo se trató de un simple aerodino, para ello nos
dirigimos minutos después al mismo Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, distante a unos 5
Km de allí.

Imagen 135
Esquema fiel del punto donde se manifestó el fenómeno basado las referencias geográficas, descartándose
aeronaves al no existir ruta aérea en el sector avistado.

Una vez presentados en la Oficina de Informes del Aeropuerto, indagamos sobre todas las
posibles rutas aéreas que se encontraban en la región, y los horarios de vuelos que
correspondían el paso por la zona divisada. Esta fue la única ocasión de todas las investigaciones
posteriores, donde se sembró una duda sobre el cometido de la investigación, argumentando
que podríamos ser unos terroristas del EPP108 (Ejército del Pueblo Paraguayo) que buscábamos
información con la posible intención de secuestrar un avión, cosa totalmente absurda como
comprobará el lector, pero que lo vivimos en carne propia al apersonarse un Encargado de
Seguridad del Aeropuerto, que evitó en todo momento ser fotografiado por nosotros, un hecho
que demostró fehacientemente la paranoia sobre ese tema en aquel momento.

107 GOL: Compañía brasileña de aerolíneas. Siendo la segunda más importante del Brasil.
108 EPP: Ejército del Pueblo Paraguayo. Grupo guerrillero armado, de tendencia marxista-leninista, que opera hacia el norte del país,
escondidos entre los montes.

276
Más allá de lo jocoso que pudiera resultar este hecho, lo importante es que una vez demostrado
el propósito de obtener esa información, se comprobó indudablemente que no existía ningún
vuelo a las 01:00 de la madrugada del 26 de marzo, próximo a el Estadio Feliciano Cáceres,
agregando y confirmando lo que ya constatamos visualmente con el vuelo del GOL hacia la
tardecita.

La filmación era auténtica, no hubo fraude digital ni óptico alguno, además se verificó la
existencia de una antena que aparecía en la filmación, que se encontraba sobre el techo de un
departamento lindando a la residencia del Sr. Torres, estimando su altura en unos 50° de
altitud.

Realizando una reconstrucción virtual del cielo según las coordenadas geográficas se demuestra
que efectivamente que en el cielo se hallaba presente la Luna, desciendo tal como precisó el
testigo y a unos escasos 23° de altitud hacia el sector OESTE.

Consultando los registros meteorológicos con fecha del 26 de marzo del 2010, se encuentra
una agradable temperatura de unos 23°C, totalmente despejado con una óptima visibilidad de
unos 11,4 Km, a causa de la atmósfera diáfana, lo que evidencia ningún tipo de obstáculo
atmosférico que pudiere “distorsionar” la visión humana, así como la lente de la cámara.

Por otra parte se ha comprobado que no se realizan más lanzamientos de globos aerostáticos
en el Paraguay (véase Cap. "El Ingeniero que capturó un OVNI bajo la Luna”, pág. 255), así
como es pueril suponer que fuera uno, ya que no existen globos sondas rotatorios multicolores
que desprenden otros cuerpos para volverse a componer, como aeronaves terrestres
conocidas, ¿Qué es? Por disquisición un verdadero OVNI.

Transcurrieron varios meses cuando intenté infructuosamente entablar contacto con el Sr. Raúl
Torres para conseguir otros detalles, porque se había internado por motivos cardiacos, hasta
que un día resuelvo ir de sorpresa hasta su residencia, recibiéndome su nieto y comentándome
que lastimosamente había fallecido.

Este capítulo va dedicado a su memoria…

277
Discurría reposadamente el mes de octubre del 2011, cuando ciudadanos que se distendían en
un agradable parque denominado popularmente “El Portal”, en el Barrio Loma Pytá,
observaron atónitos las evoluciones de unas 4 esferas luminosas intensas que describían figuras
en el firmamento a escasísima altura, derivando en la interrupción abrupta de las actividades de
una escuela de fútbol, de la que el principal testigo lo conformaba, tratándose de un hábil joven,
que realizó lo más acertado, documentar el insólito suceso con una cámara, para demostrar
incontrovertiblemente que lo atestiguado no fue un invento y mucho menos una sugestión.

Ulises González Paniagua, fue quien se apersonó para brindarme detalles de lo que había
acontecido recientemente por aquel entonces. Un muchacho observador, inteligente, de hábil
memoria, reveló un juego de 3 fotografías en la que se apreciaban claramente unas 4 potentes
luces rojas, que realizaban una formación en el cielo sobre una de las casas circundantes del
mencionado parque, el día 06 de octubre del 2011 cerca de las 20:00 Hs. (Véase Imagen 136 e
Imagen 137).

Imagen 136
(Izquierda) Sin producirse sonido alguno, unas extrañas esferas luminosas comenzaron a aparecer a pocos
metros del suelo, organizándose de tal forma que evoca una letra “L” acostada. La fotografía se obtuvo desde un
banco en la plaza El Portal a unos 60 metros del fenómeno. (Derecha) En el segundo disparo, se realizó un zoom y
el testigo se aproximó a menos de 30 metros de los objetos.

Imagen 137
Tercera instantánea con el zoom al máximo por la cámara del teléfono. En esta ocasión una posible euforia del
momento conllevó a crear esa ligera trepidación en la imagen.

278
Lo primero que efectué ha sido un análisis
forense de las fotografías, hurgando en los
metadatos109, como un intento por hallar algún
signo o firma digital de cualquier software de
procesamiento de imágenes para descartar
algún tipo de montaje, sin embargo esto no se
encontró. Las fotografías resultaron auténticas
(Ver Imagen 138), evidenciándose el teléfono
utilizado que resultó ser un “Nokia modelo
5130c”, insatisfecho con estos pocos datos, se
ha efectuado una simulación por computadora
del cielo mediante un software astronómico,
Imagen 138
que demostró la inexistencia de cualquier
Segmento que recoge los datos claves de la imagen
fenómeno astronómico en aquel sector y
momento señalado (Véase Imagen 139).

Imagen 139
La ausencia de fenómenos astronómicos notorios y del tránsito de satélites de considerable magnitud se
vislumbra en esta simulación por computadora del cielo de aquella noche.

Paso siguiente consistía en una inspección del terreno en horas de la noche, donde dizque se
había presenciado aquellas esferas luminosas (desconociendo esta acción el informante), todo
ello previo a la entrevista citada con el testigo, Ulises González.

El antedicho parque “EL Portal” se halla ubicado entre las calles Máxima Lugo y Fernando Oca
del Valle, detrás del Shopping que porta el mismo nombre, siendo esta probablemente la razón
de su posible designación.

Durante el recorrido efectuado desde un automóvil, a escasa velocidad con la intención de


apreciar cualquier detalle significativo que develara la naturaleza de las luces que se apreciaban
en la fotografía, que a prima facie se argüiría en luces de una antena, las cuales son utilizadas
como una señalización para evitar una posible colisión por parte de alguna aeronave que se
encuentre volando a escasa altura durante la profunda noche.

109 Metadatos: Grupos de datos que se hallan en un recurso normalmente ocultas.

279
Sin embargo todo el tramo recorrido exhibió un panorama absolutamente disímil, no hallándose
presencia alguna estructura que porte luces, así como algún hangar o taller del que se podría
haber lanzado aquellos objetos. El paisaje estaba configurado prácticamente por casas humildes,
ajenas a cualquier tipo de experimentación aeronáutica, en medio de una densa vegetación que
se lucía hacia el horizonte, más allá del sitio clave. (Compruébese Imagen 140).

Imagen 140
El panorama de los alrededores. No se aprecia taller o algún edilicio del tipo aeronáutico.
Limitándose al descubrimiento de unas débiles luces de antena de transmisión radial, propiedad
de la Comisaría N° 22 Loma Pytá (ubicada sobre la ruta Transchaco), siendo solo observable
dicha antena hacia el sector SUR desde el parque en cuestión, en una dirección totalmente
opuesta donde se han manifestado las luces (hacia el OESTE).

Como prueba ello se anexa la magnitud del brillo de las luces de esta antena durante la noche
(Imagen 141), así como un mapa con su posición correspondiente para una mayor comprensión
(Imagen 142).

Imagen 141
Fotografía nocturna de las luces correspondientes a la antena de radio de la Comisaría cercana. Como se ha podido
constatar es absolutamente incompatible con lo fotografiado por el testigo.

280
Imagen 142
La ficha (CASO ULISES) indica el punto exacto donde fueron observadas las esferas luminosas (OESTE), en una
dirección completamente distinta al de las débiles luces de la antena de la Comisaría (SUR).

Posterior a estas indagaciones iniciales, al día siguiente, se concretaba la entrevista con el


testigo, sentados ambos observando la abigarrada multitud que ignoraba el escenario nocturno
insólito.

- Maidana: “¿Qué estabas haciendo Ulises?”.

- Ulises González: “Estábamos jugando partido -fútbol- con los amigos, de repente al darnos la
vuelta, vimos dos luces raras. Al principio dos, apareciendo de la nada, luego cuando estas se
encontraban ahí, se presentan otras dos, detrás de las primeras. La que estaba primera hace
como una “L”, por decirlo así, retrocediendo, dejando a una en el frente, como si los otros tres
estuvieran siguiéndole a la cuarta luz”, declaraba entusiasmado.

- Maidana: “¿A qué hora fue aproximadamente esto?”.

- Ulises González: “Fue a eso de las 19:30 por ahí, estando entre 5 en aquel momento los que
jugábamos… Es la primera vez que veo algo así realmente”.

- Maidana: “¿Qué tamaño tenían relativamente?”.

- Ulises González: “Desde nuestro punto de vista era redondo. No sabría decirte el tamaño
verdad, por la lejanía. Dos aparecieron ahí (señalando el punto encima de la casa, que se aprecia

281
en la Imagen 136) van directo, apareciendo otros dos luego de unos 10 a 15 segundos respecto
a los primeros, sobre la misma dirección. Solamente que una estaba más arriba de las demás”.

- Maidana: “¿El color?”.

- Ulises González: “Rojo (sin titubear), pero no era centellante, muy intenso, no titilaba, no
cambiaba de color, no giraban ni nada de eso pero movieron su curso hacia atrás”.

- Maidana: “¿Estos objetos eran luces o daban la impresión que tenían luces?”.

- Ulises González: “Eran luces realmente…”.

- Maidana: “¿Escuchaste algo?”.

- Ulises González: “No, ningún sonido. Totalmente silencioso, lo único que se sentía era la brisa
del viento, nada más”.

- Maidana: “¿A qué altura más o menos haz visto?”.

- Ulises González: “Bueno, podríamos decir que desde el suelo como un ejemplo, más o menos
unos 70 u 80 metros. De aquel árbol unos 10 metros más arriba”, con estos datos pude calcular
unos 25° de elevación.

- Ulises González: “Todas se movían, no tan rápido ni tan lento. Formaban una “L” pero
acostada.

- Maidana: “¿Cuánto tiempo estimas el periodo de observación?”.

- Ulises González: “Pues menor a 1 minuto, unos 40 o 50 segundos debieron de haber estado,
dirigiéndose hacia el horizonte donde se perdieron”.

- Maidana: “¿Al ver esto, que pensaste?”.

- Ulises González: “Primeramente pensamos que eran globos caseros aerostáticos. Pero estos
globos no tienen esa luz tan potente como estos, luego también se pensó en luces de bengala,
pero las bengalas no mantienen su luz a esa potencia, va bajando hasta desaparecer. Estos
objetos sin embargo mantenían su brillo intenso, y al pasar el mango aún se podía percibir eso,
luego de perderlos de vista. Aparte también que se movían e hicieron esa formación…”,
cavilaba el muchacho sentado en un banco.

- Maidana: “¿Qué te impulsó a fotografiar?”.

282
- Ulises González: “Quería registrar el momento, porque normalmente en muchos programas
que he visto, o en relatos de conocidos te dicen: ‘Yo he visto’, pero no tienen ninguna evidencia
para demostrar a los demás que viste. Para que me crean saqué esas 3 fotos”.

Declaraba perplejo y fascinado como sintiéndose afortunado por haber contemplado algo así,
por otra parte, la cronología de esta forma comenzaba a configurar un cuerpo, reflejando lo
siguiente:

a) Ulises González se encontraba con otras 5 personas jugando al fútbol, cuando su sobrinita de
unos 4 años le alertaba sobre unas extrañas luces en el cielo, a lo que todos voltearon para
observarlas.

b) El autor de las fotografías, rememora que portaba en su mochila su teléfono con cámara,
razón por la que corre raudamente hasta un banco que se situaba a unos 60 metros del sector
de donde se hallaban estas potentes luces. Presto desde allí apoyado por el banco (para evitar
trepidaciones) efectúa el primer disparo. Obsérvese el diagrama en la Imagen 143,
correspondiente a la situación de la “Foto 1”.

Imagen 143
Diagrama del avistamiento recreando el punto exacto donde fue ejecutada la primera fotografía con su
distancia correspondiente.
c) Con el objetivo de observar mejor el fenómeno, se arrima hasta el final del parque, distante a
unos 10 metros de la casa de dónde por cuestiones de perspectiva, aparentemente se
manifestaban los objetos, allí efectúa máximo zoom con su cámara, momento en el que
consigue dos fotografías más (Foto 2 y 3) de las que se aprecia desplazamiento por parte de las
luces. Obsérvese el poste de teléfono como un marco de referencia (Véase Fig. Imagen 136 e
Imagen 137).

283
Lastimosamente la última imagen presenta una ligera distorsión, debido a las vibraciones por el
pulso (trepidación), probables por la emoción incontinente que produjo esto en el testigo o
simplemente a la agitación del momento (Foto 3).

Para dilucidar si se trataba de algún ingenio aéreo


convencional, consulté al historiador aeronáutico Lic.
Antonio Luis Sapienza, mostrando las fotografías y los
detalles de este suceso (Ver Imagen 144).

Observando fijamente emitió una opinión criteriosa sobre


el asunto, atendiendo primeramente que las luces no
correspondían a los exhibidos por los estándares de la
aviación.

- Lic. Sapienza: “No son luces standard de aviación, Imagen 144


inclusive los globos o dirigibles que hacen navegación Lic. Antonio Luis Sapienza analizando las
deben tener las luces reglamentarias. Un zeppelín por fotografías desde su despacho.
ejemplo, que es un globo alargado, debe tener las luces rojas, verde-azuladas, y blancas,
exigidas por la “Organización Internacional de Aviación Civil”, todo objeto que vuele o navegue
debe tener esas luces”.

- Maidana: “¿Algún tipo de avioncito a control remoto (RC110)?”.

- Lic. Sapienza: “Haría mucho ruido, estos tienen unos motores que hacen mucho ruido. A no
ser que sean uno de esos de juguete que tengan luces, pero aun así no he visto uno igual a este,
es más harían ruido. Sin embargo los testigos dijeron que no hubo ruido. Por la distancia en la
que sacó la foto, vas a escuchar algo, aunque sea un zumbido si son esos avioncitos”.

- Maidana: “¿Y qué podría ser según su opinión?”.

- Lic. Sapienza: “No tengo la menor idea. Son interesantes las fotografías, ya que obviamente no
se tratan de ‘luces normales’, en el sentido de iluminación, y aparte que el testigo dijo que esas
luces se desplazaron, como para ser aviones de vigilancia, que muchos países utilizan, pero aún
ese tipo de aeronave si van a hacer vuelos nocturnos, tendrían que tener las luces
convencionales, no pueden tener otro sistema de luces”.

- Maidana: “¿Quiere decir que las aeronaves no tripuladas deben contar igual con esas luces?”.

- Lic. Sapienza: “A no ser que sean aeronaves espías, pero aun así, si fueren aeronaves espías
tampoco tendrían este tipo de luces, que revelarían su posición. Pero de repente hay este tipo
de aeronave no tripulada que se utiliza para vigilancia de la frontera, vuelos ilegales, etc.”.

- Maidana: “¿Y Ud. vería lógico un vuelo de estas aeronaves sobre Loma Pytá?”.

110 RC: Siglas de “Remote Controller”, control remoto en inglés.

284
- Lic. Sapienza: “Y podría ser, pero por la altura y el color de las luces, no parecen que sean una
aeronave”.

- Maidana: “¿Alguna vez observó objetos similares al que se presentan en la fotografía?”.

- Lic. Sapienza: “No, sinceramente no. He visto luces nocturnas, que puedo identificar
fácilmente como aeronaves, inclusive las que vuelan a mucha altura, donde no se escucha el
ruido de los motores, pero por la posición de las luces, se pueden detectar de que se tratan”,
sentenció.

¿Las luces representaban un fenómeno atmosférico? Para dilucidar esta inquietante pregunta,
me desplazo hasta las oficinas de la Dirección de Meteorología e Hidrología (DMH), situadas en
el Barrio Sajonia de la capital.

Allí me recibiría cumplidamente el Meteorólogo


Óscar Rodríguez (Véase Imagen 145), de unos 37
años de experiencia, quien en todo momento
exhibió un gran profesionalismo, efectuando un
paciente análisis en torno al caso, libre de prejuicio
alguno.

- Met. Rodríguez: “Bueno he visto las fotos, pero


antes al escuchar tu comentario, estaba teniendo la
idea que podría ser algún tipo de fotometeoro,
entiéndase una descomposición de la luz solar por
Imagen 145 los cristales de hielo que forman las nubes, pero
El meteorólogo Óscar Rodríguez descartó
fenómenos meteorológicos conocidos
una vez al observar las luces en las fotografías y
atendiendo el grado de intensidad que tienen las
mismas, más aún el comentario del testigo principal, no creo que sean fotometeoros, a parte
que por definición los fotometeoros son totalmente otra cosa, normalmente se dan a grandes
alturas, sobre todo en nuestra área son muy específicas, halo solar, halo lunar, el famoso
arcoíris, entonces no es algo relacionado al fenómeno de los fotometeoros, qué es algo que está
dentro del área de competencia de la meteorología.

No sabría darle una explicación, habrá que encontrar otra explicación en otra área…. También
estuve mirando un cierto grado de proximidad al eje de pistas del punto donde se encontraba el
testigo principal, como unos 2,7 Km en línea recta al eje de pistas, y no sé si será algún tipo de
aeronave que estuviera realizando alguna aproximación o naves de entrenamiento militar, algún
experto en el campo de la aeronáutica podría aportar algo, por mi parte no tengo más nada que
señalar…”, reflexionaba cavilando sobre el caso.

- Maidana: “¿En un momento comentó sobre una cierta restricción de alguna aeronave que esté
realizando una aproximación sobre aquel punto?”.

285
- Met. Rodríguez: “Bueno no sé si prohibida, pero pasa que como es un área poblado, sería raro
que estuvieran haciendo cosas ahí. A no ser que sea una situación de ejercicios programados”

Lo cierto y concreto es que aquellos jóvenes contemplaron una anomalía aérea que se
materializó sobre el cielo, dejando tras sí una coletilla de preguntas tales como ¿Qué tipo de
ejercicios militares o civiles se desarrollarían en un sitio prácticamente prohibido o ajeno a estos
fines? ¿Qué interés estratégico podría despertar un área sin ningún valor militar o de defensa?
¿Qué clase de aeronave posee una forma esferoide, con una intensa luz que no corresponde a
los estándares aeronáuticos? Así como ¿Por qué esa proximidad al eje de pistas del aeropuerto?
¿Cómo se explica la ausencia de sonido? Y la formación exhibida ¿Qué es, y para qué sirve?

De haber proseguido ininterrumpidamente con su trayectoria hacia el OESTE, suposición


confirmada en parte hasta que el horizonte siguió permitiendo su contemplación, teóricamente
debieron sobrevolar la zona de Falcón, Chaco Paraguayo, y más allá, el territorio argentino de
Clorinda.

Sin embargo ante la falta actual de testigos ajenos al perímetro de Loma Pytá no se puede
esclarecer este punto.

286
En una región próxima a las ciudades de Mariano Roque Alonso y Limpio (Departamento
Central), durante varias noches hizo presencia un extraño orbe luminoso que en vuelo sigiloso,
exhibiendo un comportamiento sumamente extraño, no pasó desapercibido para más de 8
moradores del Barrio “Costa Azul”, cercano a la urbanización y casa de campo “Surubi’i111”.

Costa Azul se halla a menos 5 Km del Río Paraguay, lindando a la urbanización Surubi’i, que
contiene un enorme campo de golf profesional, así como una belleza natural irradiada por sus
árboles y arroyo que fluyen por su territorio, otrora primera estancia de todo el Río de la Plata
hacia el año 1571, llegando a pertenecer a Inocencia López, hija de uno de los más grandes
estadistas y presidentes del Paraguay, Don Carlos Antonio López.

El viernes 6 de abril del 2012, así como el día Lunes 9 del mismo mes, el Sr. Mauro Riveros,
hombre de negocios se encontraba apaciblemente en su domicilio, cuando observó algo fuera
de lo usual desde el sector NORTE rumbo al SUR en el cielo.

- Mauro Riveros: “Era una cosa luminosa de color anaranjado, que se proyectaba desde el
Norte hacia el Sur, y en cada tanto iba desprendiendo algo que parecía como que se derretía, a
cada tantos metros iba cayendo ‘eso’, llegando hasta un lugar donde la cosa esta se detuvo, y
explosionó”.

- Maidana: “¿Cuánto tiempo viste el objeto?”.

- Mauro Riveros: “Aproximadamente de 3 a 4 minutos, a las 20:30 Hs.”.

- Maidana: “¿Qué estaba haciendo anteriormente?”.

- Mauro Riveros: “Justo estábamos con mi señora (Patricia Sanguina) sentados ahí en el patio de
mi casa, tomando tereré112, hablando, cuando apareció y vimos”.

- Maidana: “El objeto, ¿Qué tan rápido o lento se movía?”.

- Mauro Riveros: “Era prácticamente como el movimiento de un avión Cessna, no tan rápido, ni
lento, lineal. El tamaño era como la Luna Llena, tampoco se veía tan alto, más o menos 1000
metros (estima), de un anaranjado incandescente, parecía el color del foco”.

- Maidana: “¿Opaco o te encandilaba un poco los ojos?”.

- Mauro Riveros: “Sí, encandilaba”.

111 Surubi’i: Dícese de un surubí pequeño. Es una especie de pez, del genero siluriformes o pez gato (Pseudoplatystoma).
112 Tereré: Bebida tradicional a base de yerba mate (Ilex paraguariensis), agua y hielo.

287
- Maidana: “¿Qué parecía eso que soltaba cada cierto intervalo de tiempo?”.

- Mauro Riveros: “La verdad que no sé qué puede ser eso, desprendía algo la esfera. Se
quedaba, desprendía un cuerpo, y avanzaba otra vez. Parecía un metal fundido, llegando a soltar
esto por 3 o 4 veces, llegando hasta un punto donde hubo algo que parecía una explosión,
desapareciendo totalmente”.

- Maidana: “¿Cómo puede describir el sonido?”.

- Mauro Riveros: “Como un eco, algo que reventó en el espacio, rompiendo la barrera del
sonido, así sonaba”.

- Maidana: “¿Estaba despejado?”.

- Mauro Riveros: “Sí, totalmente. Estaba estrellado el cielo. Hacía calor cuando eso”.

- Maidana: “¿Algún sonido percibió antes de esa explosión?”.

- Mauro Riveros: “No, ningún sonido”.

- Maidana: “¿Entre cuántos estaban cuando vieron el objeto?”.

- Mauro Riveros: “Unos 4 de mi familia, y los vecinos al lado de mi casa, 8 aproximadamente”.

- Maidana: “¿Alguna vez escuchó alguna historia análoga a la suya?”.

- Mauro Riveros: “No, nunca”.

- Maidana: “¿Su primera impresión al ver el objeto?”.

- Mauro Riveros: “Primero pensé un avión, pero no escuché ningún sonido, luego supuse que
fue un globo aerostático, pero muy extraño, la forma lineal que iba, además que no puede hacer
ese estallido y ese desprendimiento de material extraño. Más o menos hacia Surubi’i
desapareció”.

La entrevista fue realizada al día siguiente del avistamiento del día lunes 9 de abril del 2012, en
el trabajo del testigo, una persona seria, objetiva, que me informó de lo sucedido a sabiendas de
mi dedicación a estas investigaciones.

Al conversar con la Sra. Patricia Sanguina, esposa del Sr. Mauro, confirmaría la misma versión,
rescatando el término utilizado, “parecía que lagrimeaba en el cielo, y se volvía a mover”,
enfatizó sorprendida.

288
Nos desplazamos hasta la residencia de los testigos ubicada en Limpio, Costa Azul, en compañía
del Sr. Arturo Benítez, quien poseía un equipo de visión nocturna, por el cual conectábamos
por mi ordenador, para realizar vigilias en el cielo, con la intención de documentar lo mejor
posible si se manifestaba el fenómeno aéreo.

En una noche tranquila, nublada, donde se apreciaba la tranquilidad de la vecindad, irrumpida


por el hermoso canto de los grillos, característico de aquella temporada, montamos el equipo
de vigilancia en el patio del testigo, apuntando hacia el sector donde solía aparecer.

Una vez in situ, efectué mediciones,


estimando que la altura en que aparecía
la esfera luminosa fue de unos 30°,
desde el Norte hacia el Sur, realizando
una recreación posterior (Véase Imagen
146) hasta el lugar donde solía
“descargarse”, oyéndose una explosión
y desapareciendo detrás del árbol (SUR-
OESTE) que se aprecia en la fotografía,
sector aparente de Surubi’i.

Formalizando la pesquisa corres-


pondiente, se logró interrogar a otro
testigo, el vecino, Enrique Zárate (22),
técnico hidráulico, quien atestiguó
Imagen 146
exactamente lo mismo, no pudiendo Infografía de la trayectoria del anómalo objeto hasta el punto
explicarse lo atisbado. en que desapareció.

- Zárate: “Antes de Semana Santa sucedió, fue una luz que se movía sin prisa, quedándose en un
lugar, encendiéndose con más intensidad, hasta que luego caía una chispa, y de donde caía eso,
se observaba una proyección luminosa donde soltaba, encendiéndose y luego desaparecía. ‘La
luz’ volvió a desplazar, quedándose, echando de vuelta la misma chispa, al soltar la última vez,
explosionó como una bomba, desapareciendo”, cabe resaltar la terminología aplicada “chispa”,
con “metal fundido”, indudablemente algo soltaba el objeto.

- Maidana: “¿Y de qué color fue el objeto?”.

- Zárate: “De un naranja fuerte, similar al sol del atardecer. No escuché ningún sonido,
solamente al desaparecer. Del objeto que caía la chispa le digo yo, se veía la raya, el camino por
donde caía, digámosle vulgarmente así, tipo como un láser así, recto”.

- Maidana: “¿Te impactó esto?”.

- Zárate: “¡Sí claro!”, sin titubear.

- Maidana: “¿Qué pensaste?”.

289
- Zárate: “Pues al grano luego me fui, para mí fue un OVNI. Primeramente vi cuando escuché
que mis vecinos me dijeron que veían algo, salí afuera y vi (de su casa), la segunda vez vi solo, y
ahí avisé a mis vecinos para compartir esa experiencia, en aquella primera vez estaba en
compañía de mi mamá y una tía, así como la familia Riveros. El objeto calculo que se movió a
una altura menor al de las nubes”.

- Maidana: “¿En algún momento titiló o giró el objeto?”.

- Zárate: “No, tampoco dejaba ninguna estela”.

- Maidana: “¿Y qué hay más allá de donde desapareció?”.

- Zárate: “Hay un campo de golf del Club Centenario, pero se le llama Surubi’i”.

El objeto divisado es curiosamente análoga a uno que documentó el astrónomo


norteamericano, el Dr. Joseph Allen Hynek en su obra “The UFO Experience – A Scientific
Inquiry” de 1972, (“La Experiencia OVNI – Una investigación científica”), fotografiado por un
periodista, Bob Campbell, el 2 de agosto de 1965 (semanas después de avistarse OVNIs en el
Chaco Paraguayo, Véase Pág. 156), quien solía rastrear las conversaciones de los policías por
radio, cuando a las 3:00 de la madrugada, escuchó algo extraño, observó hacia el cielo y
constató la presencia de un insólito objeto, que consiguió fotografiarlo. El caso fue investigado
por el Dr. Hynek in situ, no encontrando signo de fraude alguno. En las tomas se observan una
esfera luminosa, que parece desprender un material. (Ver Imagen 147).

Aquel martes 10 de abril (al día


siguiente de los sucesos), durante
la vigilia mencionada desde la
casa de la familia Riveros, no
observamos nada extraño con el
visor nocturno, a pesar de
quedarnos hasta altas horas de la
noche, de hecho no volvió a
manifestarse en muchos meses,
hasta que el 11 de septiembre
del 2012, a las 20:13 volvió a
surcar ese intruso luminoso.
Imagen 147
Homólogo objeto fue fotografiado el 2 de agosto de 1965 en EEUU por el
La Srta. Fiorella Riveros, hija del reportero Bob Campbell.
matrimonio citado, comentó:

“Mi hermana y yo vimos algo muy raro en el cielo… era eso que habíamos visto ya hace unos
meses atrás, te cuento que parecía un globo luminoso, una bengala o algo así, se iba súper
rápido. Estaba mirando y de repente se partió en dos parece, desapareciendo uno, y el otro se
iba cada vez más rápido hasta llegar a un cierto punto (sobre mi casa), desde ahí empezó a tirar

290
algo que parecía fuego, desintegrándose eso que soltaba, luego de unos pocos segundos explotó
muy fuerte, demasiado en realidad. Parecía que cuando explotó el ruido que hizo se fue
esparciendo, como una onda. Mis vecinos estaban en su casa y escucharon también, creyeron
que una garrafa explotó en una de las casas”.

Siendo la última manifestación de este extraño objeto el 31 de diciembre del 2012, a las 23:21,
sí durante la llamada “Noche vieja”, víspera de “Año Nuevo”, en esta ocasión sobrevoló por
unos pocos segundos a una altura considerable, que no pudo registrar adecuadamente por el
teléfono móvil del Sr. Mauro, quien realizó una fotografía como prueba de lo presentado.

El teléfono con cámara utilizado fue un Nokia C3, no detectándose fraude digital alguno, (Véase
Imagen 148), apreciándose lábilmente algunas estrellas de considerable magnitud como para ser
captadas por el sensor óptico de la cámara, al realizar una renderización en 3D (tres
dimensiones) del objeto, aparece la siguiente forma: Ver Imagen 149.

Imagen 148
Otro OVNI se presentó el 31 de diciembre del 2012 en la misma zona, en esta ocasión fue fotografiado.

Imagen 149
Renderización en 3D a partir de la fotografía para descubrir la morfología del objeto.

291
La toma fotográfica es similar a una efectuada por el Sr. Ricardo Chaves, de São João Batista Do
Glória, Minas Gerais, Brasil, quien suele avistar luces anómalas en la región citada, como la que
captó el 23 de enero del 2013, a las 22:44 Hs, (véase Imagen 151), siendo esta bastante similar
a la fotografiada por el Sr. Mauro Riveros. No obstante, no sería la única ocasión que divisa este
peculiar fenómeno, como por ejemplo el 02 de septiembre del 2014, acompañado de su hijo se
encontraban en la orilla del río cuando vislumbró una luz extraña estacionaria, que se prendía y
apagaba a intervalos, cuando en un momento salió disparado a alta velocidad (Véase Imagen
150), siendo ambas fotografías auténticas, y descartándose algún cuerpo celeste durante el
análisis.

Imagen 151
Imagen 150

292
Un caso paradigmático sobre el conflicto, la emoción y la impotencia que experimentan los
testigos cuando divisan algo que no pueden explicar en el cielo.

Cómo bien ha precisado el testigo, “Nuestra cultura no está preparada para este tipo de cosas”,
una reflexión clave que engloba el asunto.

En una de las hojas del “Diario Popular”, del 04 de noviembre del 2009 aparecía: “¡Vio y
fotografió un OVNI en Asunción!”, relatando como el Sr. David Candia acompañado de su
esposa, la Sra. Iracema Acosta, habían atestiguado desde su residencia en el Barrio San Vicente
(Asunción), un inusual objeto luminoso volador, que se presentó sigilosamente alrededor de las
20:00 hs, despertando el asombro de ambos.

Según la nota, una repentina aparición celeste quebrantó el descanso del Sr. Candia, quien se
hallaba en su patio fumando luego de un viaje al interior del país, con la intención de
documentar la experiencia, busca raudamente su cámara, obteniendo algunas fotografías.

“De que era una nave, era una nave. Llamé a mi señora, a la tía y otras personas… apenas pude
captar algunas tomas cuando el objeto se iba”, comentó.

En un segmento el periodista indaga sobre el propósito de las imágenes.

“¿Qué piensas hacer con las fotos que tomaste?

- Voy a difundirlas por Internet, me gustaría que estudiosos de estas cosas vean y digan que lo que
es, a ver si podemos contribuir con algún estudio científico o algo así. Yo no puedo decir qué es y
lastimosamente, no soy fotógrafo profesional, espero que le valga a alguien”.

Y no se equivocó. Acompañado de mi amigo Gustavo Sanabria, nos dirigimos hasta el lugar de


trabajo del Sr. Candia.

El Sr. David Candia, es un empresario que acerva conocimientos de docencia no ejerciéndolo,


debido a su entrega al mundo de los negocios.

- Candia: “Nosotros estábamos en el patio con mi señora (Iracema Acosta), después de un viaje
a las 8 de la noche, escuchamos un sonido extraño en el cielo, vibratorio era un sonido
envolvente, parecía una avioneta y vimos algo que se iba como un cohete, hacia arriba.

La luna estaba de este lado, iba para ahí, luego retomó hacia Lambaré más o menos, porque
estamos en una zona cercana hacia el Cerro Lambaré.

293
Y ahí sí, la luminosidad del objeto era extraña de un color azulado, no era un avión, entonces le
llamé a toda la familia, mientras buscaba mi cámara.

Primero filmé, pero como parecía que no se veía nada, resolví disparar fotos nomás. Esta es la
mejor foto que se pudo lograr (Véase Imagen 152).

Imagen 152
(Izquierda) En el círculo se encuentra el extraño objeto próximo al humo del cigarro que se aprecia en la
fotografía. (Derecha) Una ampliación del sector revela un punto de luz azulado, que no corresponde a una
anomalía óptica alguna, y menos aún una estrella.
Ahora como le dije al periodista de Popular, no puedo saber si trata de alguna especie de
satélite o una cosa así”, reflexiona.

- Maidana: “¿Ud. ya ha visto un satélite en el cielo nocturno?”.

- Candia: “No, sinceramente no. Ahora sobre las foto que publicó el diario era cualquier cosa, el
que veía iba a decir que no era nada”.

- Maidana: “¿Quiénes eran los demás testigos?”.

- Candia: “Estaba la tía de mi señora, Pablina Valdés, Juan María Villalba y otros”.

- Maidana: “¿Suele leer textos sobre OVNIs?”.

- Candia: “A partir de ahí, sí. El problema de aquí es que lo toman del lado que uno puede estar
loco o cosas así. Uno quiere aportar, y te toman en burla, para mí fue algo interesante, por más
que no sea un OVNI, me llamó la atención en el cielo.

En el momento uno se emociona, quiere compartir con la gente, pero luego pasado eso, ya no
querés porque sabes que no te tomaran en serio”.

294
Tras un posterior análisis riguroso a las 5 fotografías, se descubrió que la cámara utilizada fue
una “Olympus” modelo “FE330”, efectuándose el primer disparo realmente a las 20:52:01,
transcurriendo tan solo 1 minuto entre esta y la última fotografía obtenida.

No se hallaron vestigios de manipulación digital alguna.

Recreaciones del cielo mediante programas astronómicos de computador, confirmaron que en


la noche del 01 de noviembre del 2009, efectivamente había Luna Llena, situándose hacia el
ESTE, por lo que el objeto de estudio se desplazó en aquel sector.

El boceto del desplazamiento del objeto luminoso


realizado por el testigo (Ver Imagen 153),
demuestra una trayectoria continua oblicua bajo la
Luna desde nuestra perspectiva, existiendo un
satélite a la hora señalada que describió idéntico
tránsito en el cielo (Véase Imagen 154), el “NOAA-
17”, un antiguo satélite meteorológico
norteamericano perteneciente a la NOAA113
(Administración Nacional Oceánica y Atmosférica),
equipado con sensibles instrumentos capaces de
Imagen 153 medir las bandas de microondas de nuestra
Boceto del objeto y su trayectoria realizados atmósfera para calcular los niveles de temperatura y
por el testigo humedad, así como la observación en otras bandas
espectrales.

Lanzado el 24 de junio del 2002, se ubicó en una


órbita heliosíncrona (sincronizada con el Sol) a unos
824 Km de la superficie terrestre, transmitiendo
una vastedad de datos significativos sobre los
fenómenos climáticos hasta el 10 de abril del 2013,
año en que fue desactivado.

Una idea emergió repentinamente con estos datos,


¿Se trataba pues de una confusión con dos eventos
no relacionados?

Supuse que la percepción de los testigos sufrió una


distorsión durante una asociación, que se habría
dado por el paso de una hipotética avioneta sobre Imagen 154
la zona, distinguiéndose su sonido gracias al El satélite NOAA-17
denominado “Efecto Doppler”, en la que aumenta o

113 NOAA: Acrónimo de National Oceanic and Atmospheric Administration (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica), un organismo
científico dependiente del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, encargado del estudio de la atmósfera terrestre y sus
océanos.

295
disminuye la frecuencia de una onda sonora cuando su fuente se aleja o se aproxima respecto a
un receptor, por ello a veces escuchamos el sonido grave de un avión pero no lo encontramos
en el cielo, como un vestigio de su paso. Esto podría explicar el “sonido vibratorio o ambiental”
presente durante el avistamiento.

Mientras el sonido se manifestaba aparecía en el cielo el NOAA-17, trasladándose


parabólicamente como un punto reluciente. Sin embargo existe un gran detalle… El NOAA-17
a las 20:52, hora en que se efectuó la primera fotografía, se encontraba a tan solo 7° 3’ sobre el
horizonte, entiéndase una altitud menor a tu dedo pulgar sobre la superficie terrestre, por lo
que resulta imposible su visibilidad.

Cualquiera pensaría que lo divisado por el Sr. Candia fue un satélite artificial terrestre, al
confesar que jamás había visto tal cosa.

Por otra parte, ¿Cuándo se ha visto el brillo de un satélite azulado? Normalmente son blancos o
en algunos casos tornasolados, debido a la reflexión de la luz solar en el ángulo en el que se
encuentran en el espacio.

¿Tratase entonces de algún Iridium Flare? Existe una red de satélites de comunicaciones
denominado “Iridium” que contienen 3 antenas rectangulares dispuestas como pétalos
produciendo el reflejo de la luz solar de brillo considerable por unos pocos segundos, llegando a
alcanzar una magnitud de “-9,5”, superando el resplandor de Venus que es de solo “-3,8”.

Se manifiesta como una estrella repentina muy brillante en el cielo nocturno que luego va
apagándose paulatinamente hasta extinguirse, debido a que el satélite ingresa en sector de
sombra producida por la Tierra.

El problema radica en el tiempo de observación del fenómeno, los testigos estimaron en unos
4-5 minutos, en tanto un iridium Flare dura menos que eso, no daría tiempo suficiente para
contemplar, avisar a otros, buscar una cámara, filmar por unos 11 segundos, para luego disparar
otras 5 fotografías, todo eso en su conjunto no. Ello sin mencionar que todos los iridium flares
presentan un tono blanco, no azulado.

Al consultar los registros se descubre otro artefacto espacial, el “HTV-1”, una nave espacial de
carga japonesa que se desintegró en la atmósfera el 1 de noviembre ¡pero a las 12:34 del
mediodía! (16:34 UTC)

Otro misterioso objeto luminoso que carece de explicación.

296
297
298
“Cuantas cosas han sido negadas un día,
solo para convertirse en realidades el siguiente”

Julio Verne

En las ajetreadas ciudades son escasas las interrupciones, aquellas que consiguen por un
momento suspenderlo todo, tal vez esta sea la magia de la diosa Nix114, un apagón eléctrico que
transporta a todo un país a la más profunda noche, devolviéndonos la visión otrora de la vida en
otros tiempos donde el espectáculo no se exhibía en una pantalla fosforescente sino en las
interminables cuencas refulgentes del cielo.

Un blackout (gran apagón eléctrico) se producía durante la noche del 10 de noviembre de 2009,
a las 21:13 Hs hora local, sumergiendo al 90% del territorio paraguayo, así como un 40% del
Brasil a una obscuridad total, que abarcó los estados de Acre, Bahía, Goiás, Matto Grosso,
Matto Grosso do Sul, Minas Gerais, Pernambuco, Paraná, Sāo Paulo, y la lista prosigue.

Las razones del blackout jamás se esclarecieron del todo, lo cierto es que se extendió por más
de 3 horas dependiendo del sitio, restableciéndose el servicio eléctrico a la mañana
subsecuente.

El problema aquejó a una de las represas hidroeléctricas más grandes de todo el mundo,
“Itaipú” (Del guaraní, “piedra que suena”), instalado en las márgenes del Río Paraná, entre la
frontera de la ciudad paraguaya de Hernandarias.

Itaipú constituye una maravilla de la ingeniería, ostentando un vasto murallón de hormigón, roca
y tierra que se encuentra a unos 14 Km al norte del Puente de la Amistad, así como unas 20
turbinas generadoras de 700 MW (Mega Watts), que en un año alcanzan la increíble producción
energética de unos 98.630 GWh (Giga Watts/hora).

La disensión se produjo cuando el Ministro de Minas y Energía del Brasil, Edison Lobāo atribuyó
el problema a la inclemencia del tiempo, la nefasta combinación de rayos, lluvia y vientos fuertes
que se dieron sobre Itaberá (Sāo Paulo), produjo un cortocircuito en las líneas de transmisión
importantes de la Represa de Itaipú, sin embargo la ABRATE (Asociación Brasilera de Grandes
Empresas de Transmisión de Energía Eléctrica) sostenía que esto era improbable ya que
siempre se dan tormentas sin problemas de esta naturaleza, descartando que la ionización de la
atmósfera por parte de los rayos alteraría las líneas de transmisión y postulando que
probablemente el problema se dio en un disyuntor que produjo un efecto dominó en el
sistema.

114 Nix: Deidad primordial de la noche en la mitología griega, conocida también como Nicte, Nox o Nyx.

299
En tanto, algunos medios de comunicación atribuyeron el incidente a un ataque de hackers
(piratas informáticos) quienes consiguieron sabotear las computadoras que controlaban el
sistema, versión posteriormente desmentida por un comunicado oficial del gobierno brasilero.

Sin embargo muchos ignoran, que a pocos minutos de haberse producido el gran apagón, en
nuestro país se manifestaron OVNIs que se desplazaron sigilosamente sobre varios puntos en
medio de una fosca de quietud.

Investigando daría con uno de los testigos de aquella noche, el ATC (Air Traffic Controller),
Christian Javier DelValle Avinagaldi, un hombre ducho en materia de aeronáutica,
acostumbrado a la compleja dirección y coordinación de las rutas aéreas, en el Aeropuerto
Internacional Silvio Pettirossi, emplazado en la ciudad de Luque (Ver Imagen 155).

Puntualmente su testimonio interesa y mucho al


poseer una sólida formación en estos menesteres,
por lo que su criterio al momento de discernir si
un objeto volador resulta conocido o no, atiende a
su completa competencia debido a la experiencia
de observar y controlar los cielos, divisando una
multiplicidad de aeronaves en diversas condiciones
atmosféricas y momentos del día.

Luego de varios años de haber oído rumores sobre


avistamientos de luces extrañas durante el
blackout, por fin había un nombre y un lugar donde
Imagen 155 empezar a investigar.
Sentado frente al radar de la Torre de Control del
Aeropuerto Silvio Pettirossi, el ATC Christian
Para ello me dirigí al Aeropuerto Internacional
Javier Delvalle Silvio Pettirossi, donde conseguí el permiso
correspondiente para poder llegar a la Sala de Control que se halla en la Torre, luego de una
rigurosa revisión por parte del personal de seguridad, quienes me acompañaron hasta el
ascensor que conduce al punto más alto donde se controla todo el cielo.

La torre tenía una vista panorámica envidiable, albergando escritorios, mapas, hojas, pantallas
de radar, donde varios operarios por medio de la radio daban instrucciones a los diversos
pilotos que se encontraban sobrevolando a millas de distancia.

Allí me recibiría el Operario de Radar, Christian DelValle quien se mostró entusiasmado.

- DelValle: “Prácticamente todo el Paraguay, quedó a obscuras. Me levanté de allí (señalando su


escritorio), cuando he visto un primer objeto, que luego fueron dos. Y no fui el único que vio.
Tomé mi móvil de muy baja calidad, para sacarle una foto, y al hacerlo, no obtenía una imagen
clara, entonces dejé, y me dediqué a disfrutar de la vista, porque era algo muy raro, sobrevoló
de Luque para Asunción… era una inmensa pelota roja, una pelota roja que iba de Luque a
Asunción (señalando con las manos el sitio donde se manifestó a través del paisaje que era
visible por el ventanal de la torre, Véase Imagen 156).

300
Imagen 156
El Controlador Aéreo DelValle apuntando la altura y lugar en que apareció el fenómeno aéreo no identificado

No podía quitarle una foto, para registrar el momento. Lentamente iba, no existía ninguna sola
aeronave en ese momento en el aire, fue aproximadamente a las 21:30 de la noche cuando
ocurrió”.

- Maidana: “¿Apareció un blip en la pantalla del radar?”.

- DelValle: “No, en ese momento no teníamos radar aún. Este radar es nuevito”.

Se percibía una cierta frustración por no haber podido fotografiarlo, ahora bien, las razones de
la inexistencia de radar por aquella época obedecen aparentemente a cierta impudicia que
escapa al objetivo de este libro, pero basta señalar que nuestro país careció de radar por unos
¡20 años!, sin embargo esto no representó un problema para los Controladores de Tráfico
Aéreo que se desenvolvían tranquilamente sin aquel artilugio.

DelValle prosiguió explicando que por las noches siempre están los bomberos de guardia en su
unidad ante cualquier eventualidad, no siendo aquella noche la excepción, sin embargo él
ignoraba que el cuerpo de bomberos estaba divisando el fenómeno hasta que lo llaman por
radio.
- Unidad de Bomberos: “Torre de Control, entiendo que están observando un objeto raro que
está pasando ahora mismo sobre el edificio de TAM (Transporte Aéreo del Mercosur)”.

- DelValle: “Ellos me estaban hablando de un segundo objeto había sido, porque yo estaba
fijando mi mirada en el que estaba pasando por aquí, y estaba Proa-Asunción, en el ESTE. A una
altura aproximada de unos 1.000 pies, como unos 300 metros de altura. Efectivamente,
observo y verifico que había un objeto que se dirige hacia aquí, sobrevolando el edificio de
TAM, y se trataba de otro objeto.

Y estaba allí, era una enorme esfera roja, esa desapareció primero, de la nada desapareció. El
otro objeto desapareció prácticamente sobre el Parque Ñu Guazú”.

301
- Maidana: “¿La luz es similar a una bengala?”.

- DelValle: “Sí, pero sin estela, era estrictamente redonda. Además que se desplaza muy lento,
no es una aeronave, no es un helicóptero. Nosotros conocemos por las luces, por el tipo de
luces que tienen los aviones, una luz roja, y una luz amarilla a cada lado del ala, y esta era una
esfera roja.

Apareció por la aerovía ‘UNIFORM


ROMANCE 554’, que viene de Santiago de
Chile. Cómo pensé que se podría tratar de un
sobrevuelo, verifico que no existía ninguna
“estima” de aeronave alguna que debía estar
llegando. Entonces desde otro departamento,
el que estaba de guardia me dice que no tenía
absolutamente ningún vuelo en ese sector, y
era una luz enorme sobre Asunción”,
señalando en la pantalla del radar la posición
Imagen 157 que debió tener. (Ver Imagen 157)
La ruta aérea que usurpó el objeto en la pantalla del
radar
Distanciado a unos 15 Km, en la ciudad de
Lambaré, a pocas cuadras de la concurrida “Plaza Alicia Lynch”, se situaba otro testigo, el Sr.
Alfredo Pavón (Véase Imagen 158), funcionario de la “Cooperativa Lambaré LTDA”, quien
divisó una extraña luz en el firmamento de aquella calurosa noche.

- Pavón: “En esos días hubo un apagón muy grande.


Comentaron en la radio, que probablemente cayó
un rayo en una turbina (de Itaipú), mi familia estaba
durmiendo en la sala, había salido afuera con un
amigo de nombre Sebastián, porque no podíamos
dormir a causa del calor, así que nos quedamos
mirando el cielo hasta que nos diera sueño o algo.
Hablando, hablando de pronto nos fijamos que en
el cielo empezó a aparecer una luz, que estaba muy
alto, azul, realizando un movimiento de zigzag
como de un pulso, subía y bajaba, incluso estaba
Imagen 158
dando la impresión de que estaba bajando. Era de
Otro de los testigos de aquella noche, el Sr.
un color azul medio metalizado, más o menos
Alfredo Pavón quien visualizó algo inusual desde
intermitente pero lento. El avistamiento duró unos Lambaré
30 segundos aproximadamente, pasando la media
noche. No era un satélite, porque suelo observarlos”.

El anómalo objeto luminoso provino del NORTE dirigiéndose hacia el SUR, coincidentemente el
Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi se sitúa en el sector NORTE respecto a la ciudad de
Lambaré.

302
- Maidana: “¿Se enteró si otras personas han visto lo mismo que Ud?”.

- Pavón: “Sí, leí comentarios que algunas personas vieron luces pequeñas, pero nada más que
eso”.

Hurgando en la casuística, descubrí que los elementos siguientes, “luces, apagones, Itaipú”
aparentemente poseen un factor en común, prueba de ello reposa en la publicación “Jornal de
Itaipú”, revista oficial de la entidad, en su edición de enero de 1998, pág. 16, “Un OVNI sobre
el Lago de Itaipú”.

Recogiendo el interesante caso del avistamiento de un OVNI sobre el lago Itaipú (Brasil), el 16
de diciembre de 1997, a las 4:48 de la madrugada.

En aquel paraje se hallaban los agentes de


seguros, Joao Burilli Filho, Carlos Filipiak y
Nélcio Witt Klippel, cuando divisaron una bola
de luz roja con una dimensión de un balón de
fútbol, sobrevolar encima del lago a una
distancia de tan solo 30 metros (Ver Imagen
159).

La esfera luminosa a por momentos, soltaba o


desprendía un poco de material
incandescente. Burrilli y Klippel se
encontraban en servicio cuidando las represas,
cercano al Sector de Recursos Humanos.
Imagen 159
Recreación del suceso en el Lago de Itaipú del 16 de
diciembre de 1997 “Estaba conversando con Klippel, cuando vi
para los lados una bola de luz. Ella se
trasladaba horizontalmente, a alta velocidad en la dirección de Paraguay. La bola brillaba mucho,
era de un color bien vivo, como el fuego, y soltaba pequeñas centellas”.

Del testimonio se desprende la imposibilidad del raudo paso de un meteoro, así como el
sostenido y tranquilo tránsito de un satélite, dada su escasa altura tanto por la morfología y
coloración descripta, que si bien a pesar de distanciarse en el tiempo (1997), recuerda al objeto
aéreo divisado por el Controlador Aéreo en el Aeropuerto Silvio Pettirossi en el 2009.

La curiosa relación de OVNIs y apagones eléctricos, ha sido estudiada y cotejada por el


desaparecido Dr. James Edward McDonald, físico del Instituto de Física Atmosférica de Arizona,
quien se avocó al estudio de los no identificados durante la década de los 60.

El Dr. McDonald, elaboró un interesante diagrama, en la que se simboliza hacia la derecha, el


número de avistamientos de OVNIs comprendidos entre los años 1954-1969, confrontándose
con la columna izquierda que reúne el número de apagones eléctricos informados por el FPC

303
(Federal Power Commission), observándose una convergencia en los años correspondientes a
1954 y 1969 (Ver Imagen 160), esto aparentemente no obedece al azar.

Imagen 160
Estudio comparativo por el Dr. James E. McDonald correlacionando apagones registrados por el
Federal Power Commission de EEUU y reportes de OVNIs de la Fuerza Aérea norteamericana.

Regresando al caso de los OVNIs observados durante el gran blackout de noviembre de 2009,
no sería el único de su tipo, componiendo tan solo la punta del atalaya en la que me encuentro
investigando.

304
305
306
"Una vez descartado lo imposible,
lo que queda, por improbable que parezca,
debe ser la verdad."

Sir Arthur Conan Doyle

Pocos distritos ostentan tantas denominaciones como el de “Campo 9”, otrora “Maracaná”,
“Colonia General Stroessner”, “Zanja Pypuku115”, y el oficial “Dr. Juan Eulogio Estigarribia”, de
todos sus designes la primera encierra sus orígenes, donde los descendientes del cacique
“Maracaná” del departamento del Guairá se afincaron en aquella región unos dos siglos antes de
la llegada del hombre blanco.

Ubicada a unos 213 Km de la capital “Dr. Juan Eulogio Estigarribia” o “Campo 9” del
departamento de Caaguazú, congrega varios ingenios industriales con igual número de culturas,
en las que se encuentran paraguayos, brasileños, alemanes e indígenas Mby’a.

No obstante el sosegado aire caliente de una noche de enero del 2009, se rasgó abruptamente
por el tránsito de un pequeño artefacto desconocido.

Uno de los observadores de aquel intrigante aparato volador, es un estudiante de Veterinaria,


Danilo Agustín Candia Lugo (24), quien acompañado de su madre y su pequeño hermano,
disfrutaban de la refrescante brisa desde el patio de su casa, cuando en torno a las 20:00 Hs:

- Danilo Candia: “Estábamos sentados frente a mi casa, como lo hacíamos con los amigos, o con
la familia, un domingo por la noche. Y bien estando allí de la nada aparece una cosa redonda
negra con una luz en el medio mismo, yendo de un lado para el otro, desapareciendo otra vez
de la nada. El objeto era bien grande con una luz mediana que se hallaba en el medio de este”.

- Maidana: “Haciendo una comparación, ¿igual o más grande que la Luna?”.

- Danilo Candia: “La mitad de una Luna llena aproximadamente”.

- Maidana: “¿Qué detalle recuerda sobre la luz del medio?”.

- Danilo Candia: “Era una luz que se proyectaba, de color blanco. Cuando eso le dije a mamá,
‘¡Mirá!, ¡Mirá!, ¿Qué es eso?” Ella también lo vio perfectamente”, rememora.

- Maidana: “¿Escuchaste algo?”.

115 Pypuku: Vocablo guaraní, “pie largo”

307
- Danilo Candia: “No ningún sonido hizo, sorprendido me quedé eso sí, quedándome mudo por
unos instantes al no creer lo que vimos”.

- Maidana: “¿A qué altura sobrevoló este objeto?”.

- Danilo Candia: “Sobre la copa de los árboles se movió. No dejó ninguna estela, ni nada de eso;
además muchos vecinos se quedaron sorprendidos, gritaron, ‘¡Ha’í! ¡Mirá! conmocionados”.

Una posibilidad primaria que emerge del semillero de la razón, es la que versa sobre el vuelo de
algún aerodino, sin embargo esta idea se ahoga en parte, debido a la ausencia de complejos
aeronáuticos civiles tanto como militares en las proximidades, ello sin mencionar la divergencia
absoluta en las formas convencionales de los aviones con el objeto divisado.

Otra acuciante conjetura en qué razonar, sería presumible en un VANT (Vehículo Aéreo No
Tripulado) o bien UAV (Siglas en inglés de Unmanned Aircraft Vehicle), más conocido como
“dron” en la jerga popular.

Consiste en un artefacto aéreo comandado remotamente mediante señales de radio que es


operado mediante una persona o una computadora. Posee una gran maniobrabilidad y
estabilidad gracias a unas hélices equidistantes dispuestas en los extremos de la estructura,
consiguiendo un despegue vertical y giros de 360° sobre sí mismo.

Gracias a su estabilidad, el dron es capaz de permanecer por un tiempo en el mismo punto sin
vacilar, por lo que se lo utiliza normalmente para tomas aéreas, abriéndose el abanico posibles
usos que van desde misiones de reconocimiento hasta el transporte de pequeños objetos.

El artefacto volador manifiesto en Campo 9 presentaba un cuerpo esférico con una potente luz
blanca en su centro que se proyectaba, discrepándose con los modelos de drones existentes en
el mercado.

¿Tratase pues de un dron de reconocimiento secreto? Lo dudo mucho, en las aeronaves


destinadas para espionaje, normalmente “carecen de luces llamativas”, ya que esto revelaría su
posición así como su presencia, resultando en un fracaso en una misión furtiva.

Recordemos que los “drones” emiten un fuerte sonido proveniente de las hélices que los hace
perceptibles a una distancia considerable de varios metros, contrariamente al caso del “objeto
obscuro”.

Ahondando esta tentativa explicativa, se descubre que la única empresa que poseía drones en el
2009, fue “Aero Imagen” con el eslogan “Sistemas UAV Paraguay”, quienes ofrecían servicios de
fotografía aérea de alta calidad, ideal para catastros y planificación urbana, aprovechamiento del
suelo, control de obras, etc. Sin embargo al contactar con la mencionada empresa, descartaron
vuelos en la zona de nuestro interés.

308
El dron que utilizaba “Aero Imagen” una vez más es disímil al artefacto volador de Campo 9,
pero se empareja al UAV adquirido por la Pdta. del Brasil, Dilma Rousseff, quien importó del
medio oriente con el fin de vigilar de cerca posibles actividades clandestinas tales como el
tráfico de armas o drogas hacia la región de la triple frontera en el año 2010.

Con una duración de unos 20 segundos, esta enigmática esfera negra consiguió estampar un
recuerdo indeleble en los testigos, y despertar la suficiente extrañeza como para dedicarle estas
líneas.

309
Una epifanía que se manifestó por escasos segundos, pero a pesar de ello, suficientes para
infundir un profundo pavor en el testigo, quien preservó este recuerdo por muchos años al igual
que su familia.

La Sra. Ana Beatriz Insfrán Rolón (43), residente en el Barrio Loma Pytá116 de la capital,
Asunción, fue quien protagonizó el suceso.

Loma Pytá es un barrio de unos 3,29 Km2 que va experimentando un vertiginoso ritmo de
crecimiento, distanciándose de sus humildes orígenes, que de antiguo perteneció al Barrio
Trinidad, efectuándose los primeros asentamientos hacia el año 1943 por familias de distintos
puntos del país, en su mayoría de Arroyos y Esteros (Departamento de Cordillera), que
consiguieron adquirir terrenos de propiedad militar, actualmente conjugada en un gran
porcentaje por hogares, y algunos importantes centros comerciales, que podrían inducirnos a
creer que allí nunca sucedió nada, cuando no obstante se manifestaron interesantes fenómenos
aéreos anómalos, que han sido investigados por el autor (Véase Cap. “Enigmas celestes en la
noche de San Juan”, 161; “Flotilla de esferas luminosas en Loma Pytá”, 278; “Un experimento
en el cielo”,324; “¿OVNI o cohete ruso? en 1971”,329).

Tuve conocimiento de este caso, por medio de José David Insfrán, hijo de la Sra. Ana Insfrán,
quien se acercó a mi trabajo, posteriormente al verme aparecer como invitado en un programa
de TV denominado “Marque el 13”, del Canal 13, con la conducción a cargo de “Pitu” Willis 117,
comentando que su madre tenía algo interesante que confesar sobre el tema de los OVNIs.

Con toda la amabilidad me recibieron en su residencia, donde revelarían una experiencia que le
habría sucedido a la Sra. Ana Insfrán durante su juventud, restringiéndose la divulgación de esta
experiencia dentro del seno familiar.

Hacia el año 1993, durante la época de invierno, (lastimosamente no se ha podido descubrir la


fecha exacta, porque la testigo no tomó en cuenta este detalle), Ana Beatriz Insfrán Rolón,
contando con 21 años, retornaba a su casa luego de un día de trabajo cuando:

- Ana Rolón: “Regresaba, cuando alrededor de las 18:30 Hs, justo acaba de llover y como cesó
la lluvia, salí… Pero a unas 4 cuadras saliendo ya de mi trabajo, entré de pronto en una cuadra,
creyendo que podría llegar más rápido por ahí a casa.

En un momento observé una nube gris, ovalada, que tenía luces extrañas arriba, y como el cielo
se estaba despejando porque acababa de lloviznar, estando a tres cuadras de mi casa, antes de

116 Loma Pytá: Traducido del guaraní, “loma roja”.


117 Pitu Willis: Nombre de pila del conductor, “José Roberto Willis”.

310
llegar a la entrada del ‘Club Juventud’, hacia la mano derecha, en su esquina mismo existe otra
calle que va hacia la izquierda, y antes de acercarme ahí, fue cuando empecé a ver ‘eso’.

Realmente no era una nube, porque una nube no tiene esa forma tan definida, tenue, oblicua,
de un gris oscuro”, sorprendida con una mirada retrospectiva.

- Maidana: “¿Percibió algún sonido, sintió calor?”

- Ana Rolón: “No… nada de eso. Solamente he visto la ‘nube’, porque las demás se movían, y
sin embargo esa nube estaba estática ahí, con la luz de arriba. Calculando los pasos que di y al
observar, fueron como 4 segundos. Porque de frente he visto, no vi de costado, estaba encima
mío el objeto este, en ese momento pensé, ‘un avión no es… porque no tiene ruido’, ‘¿Qué
será? Porque un satélite es imposible, no tiene sentido eso’, cuando llegué a estar debajo,
mirando con la boca abierta, me moví como arrastrada por ello, porque me quedé
impresionada, no dándome cuenta que estaba pisando un charco de agua, resbalándome ahí.
Pero al levantar la cabeza, para ver otra vez lo que estaba viendo, desapareció… No he visto
más, ¿Dónde se fue? No hizo ruido, se esfumó.

Su forma era como un plato, las luces que tenía no eran muy fuertes, siendo de diferentes
colores, rojo, verde, amarillo, pero giraban mucho, arriba mismo de esta nube, tenía como un
techito, y ahí estaban estas luces giratorias”, profirió con una emoción que no podía contener,
observando fijamente a la cámara.

- Maidana: “¿Su primera impresión al ver esto?”.

- Ana Rolón: “Primeramente no pensé en nada, solamente quería saber que era, dije ‘¡Qué es
esto!’, pero al desparecer y faltando pocos minutos para llegar a mi casa, ahí si me asusté ya, fue
el susto de mi vida. Después tuve pánico para salir, pero luego nunca más he visto nada”.

- Maidana: “¿A quién se lo comentó?”.

- Ana Rolón: “Solamente a mi familia y a nadie más. Porque en esa época, ¿Quién te va a creer?
Te van a jactar de loca, todas esas cosas negativas, pero hoy en día sí, la gente habla más de esas
cosas”.

Su madre, una persona tranquila y seria, sentada en un cómodo sofá, recordó detalles de
aquella tarde:

“Recuerdo, que en el momento en que ella vio, se asustó porque me dijo a mí, ‘parecía que me
estaba siguiendo mamá’, y por eso se cayó en el charco, en ese momento cuando levantó ella la
cabeza, ‘ahí desapareció’, así me dijo, era como si ‘me quería llevar, absorber’ algo así me
expresó mi hija en aquel tiempo”.

311
Lo curioso de todo esto, es que existen casos similares, como el que ha sido descripto en la
obra “Confrontations – A scientist’s search for alien contact” (“Confrontaciones – La búsqueda de
un científico por el contacto alienígena”), del Ph.D. Jacques Vallée, en la que se narra un
inexplicable acontecimiento que involucra a una “anómala nube”, hacia el norte de California,
durante el 23 de abril de 1976.

La testigo principal, Jean Kirk, comentó al investigador Jacques Vallée, que alrededor de las
18:50 Hs se encontraba en su hogar, observando un programa en la TV, “Name that tune”
(“Nombra esa melodía”), cuando fue abruptamente interrumpido por un sonido de estática,
mostrando el televisor puntos y ruidos aleatorios, con la intención de averiguar el posible
desperfecto en la señal, salió hacia el patio donde observó a una distancia de unos 300 pies, una
extraña nube perfectamente definida que se acercaba hacia ella, provocando el ladrido de los
perros del barrio, sin embargo la Sra. Kirk no sintió viento alguno, pero sí se había dado una
breve lluvia en las proximidades. La extraña nube fue volando hasta llegar por detrás de un
árbol, donde se perdió.

En el lugar donde se manifestó primeramente la nube en el cielo, se hallaban dos luces intensas,
una de color rojo y la otra verde, que revoloteaban, produciendo un inmenso temor en la
testigo.

Al día siguiente la Sra. Kirk, descubrió un crecimiento anormal en el pasto hacia el sector donde
se había perdido la nube.

Elementos comunes: lluvia, nube extraña de contornos definidos, presencia de luces, rojas y
verdes, intensas o giratorias, además del miedo en el testigo en sendos casos, ¿Mera
coincidencia?

Dentro de la clasificación de las nubes, existe una denominada “nube lenticular” (altocumulus
lenticularis), en virtud a su morfología de “plato” o “lenticular”, siendo nubes estacionarias, que
podrían permanecer incluso horas en el mismo sitio, a pesar del movimiento de las demás
nubes en el cielo. Su curiosa forma de “platillo volador” ha conllevado un sinfín de reportes a
causa de la confusión y el desconocimiento de este fenómeno meteorológico.

Las nubes lenticulares se manifiestan en un rango de altura que va desde los 2 a 7 Km


dependiendo de los factores climáticos, pudiendo alcanzar también un tamaño vertical que va
desde los 0,2 a 0,8 Km de altitud. Normalmente se generan en zonas montañosas y su aparición
es signo de tormenta.

A pesar que el Paraguay no presenta una característica orográfica montañosa, se ha presentado


en muy raras ocasiones estas nubes lenticulares en los últimos tiempos, debiéndose tal vez al
fenómeno del cambio climático (Véase Imagen 162, Imagen 163, Imagen 161, Imagen 164)
como una señal del calamitoso estado del clima.

Pero definitivamente ambos casos ni se aproximan a una nube lenticular, constituyen una rareza
que no encaja con los fenómenos naturales conocidos.

312
Imagen 161
Nubes lenticulares del 16 de Abril del 2015.

Imagen 163
Una colosal nube lenticular se materializó sobre Asunción, como si de un gigante platillo volador se
tratase un 7 de noviembre del 2014. (Izquierda) La formación lenticular sobre el Palacio de Gobierno.

Imagen 162
Nube lenticular - Moisés Bertoni, Caazapá, Paraguay
(Septiembre 2013)

313
Imagen 164
En el alboreo del 16 de abril del 2015, extravagantes y fascinantes nubes lenticulares
se manifestaron en el cielo

314
315
316
“No basta decir solamente la verdad,
más conviene mostrar la causa de la falsedad”

Aristóteles

¿Podría Ud. creer si alguien le dijese que en el Paraguay existen pirámides? Pues créalo, existen
y se encuentran erigidas a unos 40 Km de la capital, en la ciudad de Emboscada, departamento
de Cordillera.

Cual réplica menor de las legendarias pirámides egipcias de Keops, Kefrén y Micerino, pero en
una versión simplificada y mística en tierra guaraní.

La ciudad de Emboscada, fundada en el año 1740, antiguamente denominada “San Agustín de las
Emboscadas”, porque en aquellos lares se efectuaban emboscadas o redadas por parte de los
indígenas “Guaycurú”, hacia la tribu de los “Carios”, mucho antes de la llegada de los españoles,
se destacó por la extracción de piedras de las canteras por parte de sus pobladores.

Sin embargo en el año 1988, se construyeron unas tres pirámides a pocos metros de la
Municipalidad y de la ruta principal cordillerana, exhibiendo símbolos y colores que encierran un
significado místico-curativo, por iniciativa e ingenio del desaparecido Prof. Carlos Adolfo Candia
Rojas, quien apoyado por especialistas provenientes del Brasil, levantaron esas curiosas
estructuras en un predio de unas 10 hectáreas, que lleva el nombre de “Ara Sy Róga Renda” (Del
guaraní, “Casa de la Madre del Cielo”), pero popularmente conocido como “Parque de las
Pirámides”, declarados “Patrimonio Municipal”.

Los colores que exhiben son el amarillo, rojo, verde, lila y el azul, para quienes creen que estas
estructuras captan energías y de acuerdo a la coloración que presentan, tendrían distintos
efectos, estos se interpretarían de la siguiente manera: el rojo es favorable para la estimulación
así como para elevar la energía, el verde se lo relaciona con la salud, o el azul es un tono
espiritual, en cambio el amarillo representa la paz. Pero en el predio no solo se encuentran las
pirámides de distintos tamaños y colores, también se hallan otras estructuras piramidales de
metal, así como una gruta con la imagen de la Virgen María, además de abundantes árboles y
una preciosa vista que invita a observar la lejanía, y la paz que exhibe el lugar (Ver Imagen 165).

317
Imagen 165
Las curiosas pirámides de Emboscada

El Prof. Carlos Candia, luego de un minucioso análisis y tras haber recorrido los sitios de Pirayú,
Altos, Atyrá, y Paraguarí, escogió la ciudad de Emboscada por la ubicación, en la que las
pirámides podían seguir a la constelación de Orión, dirigidas hacia el ESTE, el ORIENTE, como
un hecho curioso que he descubierto, es que al realizar una recta desde la posición de las
pirámides de Emboscada, llegan exactamente al otro lado del mundo, hacia donde se hallan las
pirámides egipcias (Ver Imagen 166), ¿Será mera coincidencia o fue un factor a la hora de la
selección?

Imagen 166
¿Azar o planificación? Las pirámides de Emboscada se alinean con las egipcias al trazar una línea que recorre el
globo terrestre

¿Pero qué relación guarda esto con los OVNIs? La respuesta lo hallamos en una publicación del
diario Popular, del 1 de noviembre del 2008, “Pirámides de emboscada, recibirán ‘visitantes’”,
aludiendo a supuestas apariciones de OVNIs e incluso seres extraterrestres que estarían
presentándose en la zona.

318
Un artículo redactado por los enviados especiales Lourdes Rolón, Milciades Castillo, Gelio
Mendoza, que exhibía el relato del Sr. Andrés Ortiz, alias “Karai Po’ito” (“Señor Po’ito”),
encargado del Parque de Las Pirámides, quien en compañía de otras personas más, divisaron un
supuesto OVNI que sobrevoló las pirámides.

Según la crónica del diario Popular, el Sr. Andrés Ortiz explicó:

“Tenía forma circular, era muy brillosa y multicolor, no tenía ruido y era muy veloz. Apareció
alrededor de las dos de la tarde en un día soleado”, hablando en lengua guaraní.

La nota expone que el supuesto objeto volador aterrizó sobre una pequeña laguna, que al
despegar absorbió todo el agua que contenía, a lo que “Karai Po’ito” profirió, “Opyta secovera
(“Quedó totalmente seco”), estábamos entre seis, nos asustamos todos porque creímos que
era una tormenta”.

El encargado del predio, añadió que esto no constituye un evento aislado, y que en realidad
mucha gente ha visto cosas similares e incluso extraterrestres en la zona, concertando una
multitud, que van desde curiosos, estudiantes, turistas, grupos esotéricos, hasta quienes realizan
prácticas de magia y satanismo, resultando en un concurrido sitio con intereses diversos.

Semejantes declaraciones necesitan un análisis riguroso y una investigación in situ, que


demuestre lo que realmente estaba aconteciendo hacia las pirámides de Emboscada.

Acompañado de Enrique Pereira Schulze, compañero en algunas investigaciones y viajes, fijamos


como derrotero a las Pirámides de Emboscada, portando cámaras para documentar el
testimonio de los vecinos, y del mismo Andrés Ortiz, para confirmar los rumores o
desenmascarar las historias.

Guiados por un mapa, llegamos fácilmente al predio que se encontraba cerrado por un
portoncito de tejido metálico, cercando un hermoso predio verde, extenso, evidenciándose las
pirámides que se yerguen en medio de la foresta.

Una vez dentro, hallamos piedras dispuestas a modo de bancos, de forma circular, pistas de
piedras con extrañas figuras en el suelo, y unas estructuras metálicas consistentes en un
armazón piramidal del tamaño de una persona, probablemente para el ingreso de alguien. Así
por supuesto de la inspección de cada una de las pirámides, construidas con bloques de piedras
sin pulir, untadas con cemento, que en su conjunto configuraban las pirámides, que dejaban
observar su interior al carecer de puertas.

Dentro de cada pirámide, bajo el estrecho techo, allí donde convergen sus aristas, se sitúa un
banco de piedra diseñado con la intención de quien ingrese, pueda acostarse para observar a su
vez un pequeño orificio cuadrado en la pared, que oficia de ventana, pudiendo ingresar por ese
tramo la luz del sol o la luna, dependiendo de la situación.

319
Lo primero que se realizó fue entrevistar a los pocos vecinos que se encontraban cerca del
Parque de las Pirámides, para ello recogimos el testimonio de la Sra. Leandra, antigua moradora
del vecindario, quien reveló detalles inéditos sobre la cuestión.

Con cámara escondida nos acercamos, cambiando nuestra perspectiva sobre el testigo
principal, y la posible historia que se entretejió.

- Enrique Pereira: “¿Conoce Ud. a Karai Po’ito?”.

- Leandra: “Sí, pero muy poco sé. Es el encargado de ese lugar, un señor muy malo es”.

- Enrique Pereira: “¿Por qué señora?”, interrogó mi amigo.

- Leandra: “Porque el nomás puede meter sus animales ahí, y nadie más” (refiriéndose a las
vacas que se encontraban).

- Enrique Pereira: “¿Karai Po’ito fue quien construyó las pirámides?”.

- Leandra: “No, un señor de Asunción. El Prof. Carlos Candia hace tiempo ya”.

- Maidana: “¿Y por qué construyeron esto aquí?”.

- Leandra: “No sé, pero tengo algo que les puede ayudar”.

Cortésmente nos obsequió un folleto titulado, “La Pirámide y su aplicación”, donde se exponía
el poder curativo de las pirámides y su utilización, pero sembró la duda sobre la persona a quien
intentaríamos entrevistar más adelante.

Caminando entre senderos de tierra colorada, rodeado de numerosos lotes baldíos, salpicado
por escasas casas, nos embarcamos en una búsqueda de testimonios sobre OVNIs, palmeando
casa por casa, que en nuestro transitar, se dibujaba un panorama distante a los rumores iniciales
que nos condujeron hasta allí, más si añadimos el dato que muchas personas se negaban a hablar
del asunto.

Por ejemplo, en una manzana localizamos unos niños que jugaban al fútbol, interrumpimos
brevemente su juego preguntando si tenían conocimiento de alguna historia sobre luces cerca
de las pirámides, a lo que un niño moreno de unos 12 años, Elder Augusto, con tímida voz
comentó que su madre la Sra. Laura Emilce, observó una luz muy brillante arriba de un árbol,
en torno a las 18:00 Hs. El niño no pudo brindar más referencias, notándose una actitud
perceptiblemente confusa, que pudiere resultar de dos factores, primero la madre comentó al
chico lo divisado vagamente, o en un segundo factor, es una artimaña, una clara señal de lo que
se avizoraba.

320
Regresamos al sector donde se hallaba el “Parque de las Pirámides”, pero esta vez intentamos
contactar con un vecino, en la que el frente de su casa daba a las mismas pirámides, abarcando
gran parte del “Ara Sy Róga Renda”; de ser verdaderos los rumores, ellos tendrían que haber
notado algo.

Con cámara a mano, de manera amable y con cierta curiosidad, la Sra. Nancy (33), se mostró
interesada en nuestra labor, aportando una cantidad significativa de datos, que ponían en seria
incertidumbre lo publicado en el periódico, así como los rumores de luces extrañas y supuestos
extraterrestres.

A continuación la transcripción de la entrevista realizada sin censura alguna, que cambiará la


visión a más de uno, o podría incomodar a otros.

Inquiriendo primeramente sobre el Sr. Karai Po’ito, la señora nos respondió:

- Sra. Nancy: “¿Uds. no hablaron con él todavía?”, a lo que expresamos que estábamos tratando
de ubicarlo.

- Sra. Nancy: “El siempre suele estar por aquí (refiriéndose al parque de las pirámides)… a la
mañana o sino a la tarde”.

- Maidana: “Me dedico a la investigación de luces extrañas, y hemos venido para saber que de
cierto hay detrás de todo esto…”.

- Sra. Nancy: “Y sí, se dice…”.

- Maidana: “Supuestamente la Sra. Laura es una de las que vio…”, (para comprobar esto
simultáneamente)

- Sra. Nancy: “¿Quién te dijo eso?”.

- Maidana: “Su hijo”.

- Sra. Nancy: (Risas) “No… mentira es todo eso. Por ejemplo eso que sale en los diarios, que
nosotros escuchamos duendes, que hay extraterrestres, todo es mentira. A lo que viene la
gente es para ‘practicar brujería, para drogarse’, para eso vienen aquí (señalando las pirámides),
se usa para ‘reservado”… nada más para eso está ahí, aunque tiene su significado. Aunque más
vienen estudiantes”, reclamando varios puntos invisibles a la opinión pública.

- Pereira: “Casi nadie no quiere hablar…”, agregó sorprendido.

- Sra. Nancy: “Y sí, porque es mentira pues. Muchas veces ya llamamos a la comisaría para que
vengan (por lo expresado anteriormente). Antes esto era todo yuyal, se limpió todo esto,
antiguamente nosotros nomás estábamos aquí, hace años vivimos en la zona.

321
Los colores que tienen las pirámides tienen su significado, a qué hora tienes que entrar, dicen
que es bueno para el estudio, para el cuerpo, para relajarse, solamente que yo no sé…”.

- Maidana: “Entonces podría ser, una mentira para atraer turistas”.

- Sra. Nancy: “Sí así mismo, es para atraer turistas. Pero si le encuentran a Po’ito, les va a decir
una cantidad de mentiras…”.

Todo lo expresado no puede tomarse a la ligera en lo absoluto, y advertidos nos dirigimos a la


residencia de Andrés Ortiz, “Karai Po’ito”.

Una vez apersonados en su residencia, no tan distante del predio de las pirámides, fuimos
recibidos educadamente por su hija, quien nos acomodó en sillas mientras aguardábamos a su
padre.

Luego de unos minutos se presenta un hombre portando un sombrero pirí118, sorprendido por
nuestra presencia, presentándose como el Sr. Ortiz.

Primeramente aclaró que nos contaría brevemente lo sucedido, pero no hacía falta que
grabásemos su testimonio, ya que no tenía tiempo, debiendo salir a hacer unos trabajos.

Comentó exactamente lo que decía el periódico Popular, añadiendo que en ese momento había
dicho todo lo necesario, a lo que expongo que lo mío no es una nota periodística, es una
investigación seria sobre estos asuntos, que es de valor conocer los detalles, el lugar exacto, la
altura en que divisó la luz, que colores, etc.

En un momento de la charla, pregunto sobre los demás testigos a lo que Andrés Ortiz responde
que ya han fallecido todos.

Sin embargo rescato una reseña importante, sería este hombre quien ayudó a edificar las
pirámides, ejerciendo de albañil durante las obras, por lo que posterior a la muerte del Prof.
Carlos Candia, Andrés Ortiz (Karai Po’ito) quedó como el celador de las pirámides.

Ni entrado los 10 minutos de conversación, se levantó de su silla, como queriendo cortar la


entrevista informal que se estaba desarrollando.

- Karai Po’ito: “¿Por qué no vienen otro día y les comento más cosas, si?”.

A lo que amablemente accedimos, pero no sin antes conseguir alguna forma de contactar con
él.

118 Sombrero pirí: Capota tradicional hecha de hojas de la palmera del ‘caranday’ (Copernicia Alba).

322
Luego de retirarnos, con la sensación de que quería engañarnos de algún modo, pasamos
casualmente cerca de la casa, comprobando que el Sr. Ortiz, simplemente se hallaba cortando
algunas ramas viejas de su patio.

Al día siguiente pregunto por teléfono, ¿Cuándo podríamos volver a visitarlo? A lo que alega un
jueves de mañana.

Sin embargo al presentarnos a la hora y día señalados, nos volvió a recibir brevemente, tan solo
limitándose a realizar otra invitación para otro día, porque tenía cosas que hacer. En ese
momento ya confirmábamos lo que se veía, el hombre escapa de una investigación, y evitaba
todo interrogatorio, más cuando lo hallamos en un bar sentado mirando la TV, minutos de
haber abandonado su casa.

¿Cree que es coincidencia? Me temo que no. Durante una entrevista que me realizaron en mi
casa reporteros del Canal 5, Paravisión, la reportera Viviana Insfrán, sorprendida por el
comentario que ofrecí tras cámaras sobre el caso de los supuestos OVNIs que se presentaban
en las pirámides de Emboscada, se limitó a decirme, “¿A vos también Karai Po’ito, te decía un
día para entrevistarlo, y luego nada?” Sin vacilación respondí afirmativamente.

Investigar este caso fue sumamente interesante y aleccionador, fue la excusa perfecta para
visitar un magnífico lugar, notable por sus pirámides que proveen un aire numinoso, pacifista,
natural, que llegó a ser manchado en un tiempo, por un invento, una espuria, en un afán por
captar la atención de los medios de comunicación, y por arrastre a ojos de cientos de curiosos,
que buscaron tal vez allí, algo que nunca existió…

323
Considerado en su tiempo como una de las oleadas de avistamientos de OVNIs más
memorables de los que se ha tenido constancia, un eco que se substanció en Sudamérica,
teniendo como foco a otra región del planeta, específicamente en Rusia, sembró el pasmo de
cientos de personas que durante la tranquila noche del 14 de noviembre de 1980, dirigieron sus
miradas ante un misterioso anillo luminoso que se paseó por diversos países, desfilando incluso
por el Paraguay, produciéndose una cantidad significativa de testimonios coincidentes, así como
otros hechos aislados aparentemente inconexos, que convergieron en una magnífica sincronía,
que hallarles una explicación positiva o negativa, resultaba una cuestión de tiempo.

El primer encuentro con este caso lo obtuve consultando entradas de la base de datos del UFO
DNA119, escrito en lengua nativa del autor (inglés) publicaba la siguiente descripción:

“14 de junio de 1980


Asunción, Paraguay

Anillo luminoso a gran altura. Se trasladaron del sur al norte.

Un objeto no identificado fue avistado por múltiples testigos independientes, pero con una
apariencia y comportamiento, que muy probablemente tendría una explicación convencional.
Un anillo se observó durante varios minutos”.

Referenciando a la
“Internacional UFO
Reporter” de la
CUFOS120. Por su parte el
sitio web denominado
“UFO INFO121” relataba
la existencia de unos 30
reportes de un extraño
anillo luminoso desde
Argentina, Uruguay, Chile,
Paraguay y Brasil.
Anexando un interesante
mapa que presentamos en
el libro, señalando los Imagen 167
diversos puntos donde se El mapa expresa los puntos desde donde se observó el mismo
produjeron las observa- fenómeno, la noche del 14 de junio de 1980
ciones de esta rareza
aérea. (Ver Imagen 167).

119 UFODNA: La Enciclopedia de avistamientos OVNI, cuyo slogan reza: “Rompiendo el código de los OVNIs desde 2006”, creado por Luke
Ford.
120 CUFOS: “Centro de Estudios OVNI”, fundada en 1973, por el astrónomo Joseph Allen Hynek, padre de la ufología científica. Con sede en
Chicago, Illinois, USA.
121 UFO INFO: “Información OVNI”. Resultado de la combinación de los términos “ufo” = ovni, con la contracción de “info” = información

324
Compendiando un caso del país vecino, la Argentina, en la que un orbe oscuro con puntos
luminosos estuvo próxima a un vehículo que transportaba a unas 5 personas, quienes
presentaron testimonio de como el citado objeto comenzó a descender del cielo hasta situarse
a tan solo 1 metro del suelo, dejando una estela de humo blanco.

La información expuesta durante una investigación posterior desgajó los datos y fuentes
originales.

Durante una investigación periodística descubrí una publicación del diario “Hoy” del lunes de 16
de junio de 1980, pág. 3, que rezaba “Sobrevolaron el Uruguay varios OVNIs”:

“Montevideo – Objetos voladores no identificados sobrevolaron anoche distintos puntos de la


capital e interior del país, revelaron aquí vespertinos locales.

Los contactos, que sólo fueron visuales, se verificaron en Punta del Este, principal balneario
uruguayo, en Durazno, a 190 Km de Montevideo, y en varios pequeños pueblos a las 19:00 Hs
locales (22:00 Hs GMT).

Los testigos del hecho coincidieron al afirmar que los OVNIs, de un metro de diámetro,
despedían una intensa luminosidad blanca-amarillenta”.

En un fragmento se aludía lo siguiente:

“Estos mismos grupos no vacilaron en relacionar los avistados aquí, con los que, a la misma
hora, sobrevolaron gran parte del territorio argentino”, concluía la pequeña pero interesante
columna.

Al siguiente día, el diario “Hoy” volvía a noticiar, “Un OVNI paseo por el cono sur”, en su
edición del martes 17 de junio de 1980, pág. 12:

“El objeto volador no identificado avistado el sábado último en países limítrofes, también fue
observado en Asunción. El fenómeno que causó comentarios de diversos tonos, en nuestro
medio no originó ninguna otra explicación, fuera de los relatos proporcionados por los casuales
espectadores.

El Objeto Volador No Identificado (OVNI), definición que desde varias décadas atrás se da a
fenómenos de singulares características, que son vistos en distintos puntos del planeta, causó
una extraña satisfacción y miedo a varias familias asentadas en Loma Pytá, uno de los barrios
ubicados en la periferia de la capital.

Un testigo, el señor Daniel Méndez, en un relato hecho a la radioemisora Chaco Boreal, en el


día de ayer, señaló haber visto un objeto volador ‘redondo, obscuro en el centro, que despedía
una luz de color amarillo’, que se dirigía hacia el Chaco, en una dirección sur-norte.

325
La aparición del fenómeno en el cielo paraguayo –de acuerdo a los relatos obtenidos- coincidió
con las observaciones de extraños fenómenos ocurridos en distintos lugares de la Argentina,
Uruguay y Brasil, todas más o menos en el mismo intervalo de tiempo.

Reveló el señor Méndez, que el objeto volador pareciera haber llevado una velocidad de unos
120 kilómetros por hora, habiendo tenido ocasión de presenciar su desplazamiento por espacio
de varios minutos, en compañía de su esposa e hijos, ‘Cuando salía del baño, miré al cielo y
observé algo que tenía la forma de una cubierta, entonces llamé a mi esposa para que también
viera, pero ella y mis hijos rápidamente tuvieron miedo’. El objeto fue avistado entre las 18:30 a
19:00”.

Los del Servicio Meteorológico Argentino apostaban a una explicación que consideraron
oportuna, la anomalía aérea se debió a unas simples capas de nubes cristalizadas que conseguían
refractar la luz solar, tal como sucede con el denominado “halo solar” en meteorología,
fenómeno óptico que exhibe un arcoíris en forma de disco encerrando al Sol o a la Luna,
dependiendo del momento del día en que se manifieste, formadas generalmente por nubes altas
“cirrus”, unas finas nubes que las hallamos a unos 5 Km de altitud, conformadas por minúsculas
partículas de hielo que se encuentran suspendidas en el aire, actuando de prismas debido a sus
formas geométricas que consiguen descomponer el espectro de la luz blanca en sus diferentes
longitudes de onda; sin embargo la respuesta residía más allá de las nubes.

Debieron interrumpirse el despegue de aviones en diversos aeropuertos argentinos, así como:

“Un piloto de Aerolíneas Argentinas que se dirigía al Aeropuerto de la Plata, dijo que el objeto
volador casi lo había chocado. El OVNI avistado a las 19:07 del día sábado, ‘parecía una argolla o
una voluta de humo de cigarrillo’”, todo ello sucedía minutos antes de que fuera divisado sobre
el territorio paraguayo.

Lo cierto es que el paso de este anillo luminoso que se extendió más allá de los 15 minutos
(dependiendo de la región), provocó tal histeria colectiva que dejó constancia en los medios
noticiosos extranjeros.

La teoría meteorológica que postulaba a las nubes como las responsables, se desplomó por
completo al no encajar con los hechos, al noticiar “Hoy” el día martes 17 de junio de 1980,
“Informe sobre OVNIs vistos en la Argentina”.

“El Servicio Meteorológico de la Fuerza Aérea Argentina descartó hoy que el múltiple
avistamiento de objetos voladores no identificados, registrado el sábado, respondiera a algún
fenómeno meteorológico conocido.

Refiriéndose a las versiones proporcionadas por testigos calificados, el informe oficial dijo que
‘de acuerdo a la nubosidad registrada por las estaciones meteorológicas (…) queda descartado
que el mismo se debió al desplazamiento de nubes formadas por cristales de hielo”,
continuando el reporte.

326
“No es que afirmemos que se trató de un objeto metálico con propulsión propia, simplemente
aclaramos que las apariciones no respondieron a ningún fenómeno meteorológico conocido”.

Fue precisamente en el aeropuerto Jorge Newbery (Argentina), donde se había producido la


conmoción mencionada, donde el encargado de control del aeropuerto Julio Cantero, declaró:

“Nos encontrábamos en la torre con una visibilidad muy buena, cuando vimos aparecer al ‘plato
volador’, el que se dirigía precisamente hacia donde se encontraban los aviones que se
aprestaban para operar”.

Se valoró la velocidad del objeto en unos 120 Km, rumbo al Río de la Plata. Ergo fue posible
divisarlo en la capital paraguaya.

¿Qué estaba sucediendo en realidad? Tuvo que transcurrir un cierto tiempo, así como la
investigación aislada de diversos hombres, para despojar del misterioso velo a aquel anillo
vaporoso luminoso.

Cuando un objeto es divisado simultáneamente desde distantes puntos, eso responde a un


importante factor, el cuerpo debe situarse a una altura lo suficientemente considerable como
para que sea observable a grandes distancias, por ello la Luna es apreciable en una gran
cantidad de países simultáneamente, en este caso en particular, el objeto debía de hallarse en el
espacio mismo, no en la atmósfera.

Por aquel entonces unos jóvenes investigadores argentinos conformados por Alejandro
Chionetti, Mario Morales, Juan Carlos Zabalgoitía, Adrián Legaspi y el periodista, e investigador
Alejandro Agostinelli122, todos miembros del entonces CEFANC (Centro de Estudios de
Fenómenos Aéreos No Convencionales), se movilizaron prontamente para recabar testimonios
así como evidencia fotográfica del suceso del sábado 14 de junio de 1980 (Véase Imagen 168),
efectuadas en Junín y Olavarría (Buenos Aires).

122 Alejandro César Agostinelli: Periodista, investigador y escritor argentino. Fue colaborador de una cantidad de publicaciones sobre ovnis
que van desde Año Cero, Revista UFO, Más Allá de la Ciencia, VSD, entre otros. En el año 2009, “Invasores. Historias reales de
extraterrestres en la Argentina” (Ed. Sudamericana). Actualmente dirige y edita el blog “Factor 302.4”, así como “Ciencia Bruja” de Yahoo!
Argentina.

327
Imagen 168
Estas fotografías auténticas efectuadas en Buenos Aires (Argentina) recogen el peculiar anillo luminoso divisado
también el territorio paraguayo.

Estimaron con algunos cálculos que el fenómeno debió presentarse a unos 200 Km de altitud,
descubriendo que el diámetro del anillo poseía unos aproximados 10 Km, presentando
posteriormente el resultado de sus hallazgos en un Congreso Internacional sobre ufología
celebrado en la ciudad de Mendoza, donde se hallaban presentes el Dr. Joseph Allen Hynek y el
investigador uruguayo Willy Smith, quienes demostraron un alto interés en las investigaciones
efectuadas llevándolo a los EEUU, donde gracias a esta acción, tomaría parte un periodista
experto en temas espaciales, James Oberg, quien halló el lanzamiento de un cohete desde el
entonces secreto Cosmódromo de Plesetsk (Rusia), para colocar en órbita el satélite “Kosmos
1188”, perteneciente al conjunto de satélites soviéticos para la detección de misiles, como un
sistema de alerta temprana.

Las suposiciones iniciales de los jóvenes investigadores argentinos resultaron correctas,


adquiriendo un cuerpo sólido gracias a los cálculos efectuados por James Oberg, quien aportó el
detalle incontrovertible de que el satélite Kosmos 1188 fue lanzado el 14 de junio de 1980, una
hora antes de que sea divisada sobre la región Sudamericana (sector donde pasaría
eventualmente el satélite).

Al parecer “el anillo luminoso” se trató en realidad del residuo de un “cohete vector” durante la
cuarta fase de este. Un vaho iluminado por el Sol a pesar de la oscuridad de la noche, debido a
la altura formidable en que la que el cohete dejó su rastro sobre los cielos sudamericanos,
visible entre ellos desde el Paraguay.

328
Escudriñando casos paraguayos, detectaría una vez más, una entrada llamativa en la base de
datos “UFO DNA123”, creado por Luke Ford, correspondiente al día domingo 20 de diciembre
de 1971, vislumbrándose un error geográfico al situar a la ciudad de Posadas, capital de la
Provincia de Misiones, Argentina, dentro del territorio paraguayo. Supongo que debido a la
proximidad con la ciudad fronteriza de Encarnación incurrieron en este yerro.

“20 de diciembre 1971 - A la tarde


Posadas, Paraguay

Ha sido observado un objeto. No se notaron efectos electromagnéticos. El objeto fue


observado por múltiples testigos”.

Luke Ford aparentemente se basó en la gacetilla especializada “UFO Nachrichten” (Traducido


del alemán, “Mensajes-OVNI”), una de las publicaciones más antiguas de toda Alemania, creada
por el matrimonio Karl y Anny Veit en el año 1956, publicándose hasta el presente bajo la
dirección de Werner L. Forster.

Hurgando la fuente radical de la sintética información transcripta, me toparía con una edición
del diario ABC Color del 20 de diciembre de 1971, pág. 39, Sección “Información”:

“El fugaz paso de un OVNI causó sensación en nuestro país”, cubriendo casi toda una hoja, en
seis columnas que codificaban el impacto inadvertido de un extraño fenómeno celeste,
producido por un anillo nuboso con un brillo en su centro semejante a una estrella que
mansamente se desplazó por el cielo.

Divisado desde Asunción, Lambaré, Ñemby, Tacumbú, Loma Pytá, Villa Guaraní, Panambí Retá,
Atyrá, Altos, San Antonio e incluso el Chaco Paraguayo, testigos dispersados por varios
kilómetros pero convergentes en sus relatos, lograron atestar la redacción del diario ABC,
animándose a publicar una de entre la multitud alegando que constituía “un destacado político,
célebre por su pragmatismo y sólido realismo”, protegido bajo el anonimato lastimosamente.

“Acabo de llegar de Itá, donde pude observar el desplazamiento de un objeto luminoso. Les
llamo por si ustedes no estén al tanto del fenómeno”, relató el burócrata al diario.

“El caso es que alrededor de las 19:30 Hs vi aparecer en el horizonte hacia el sur, al objeto
luminoso. Frené el coche y me detuve a observar más detenidamente el objeto, que tenía una
forma cilíndrica y era cuatro veces más grande que la luna, grosso modo y haciendo una
comparación a ojo de buen cubero”, sentenciaba en la nota.

Definitivamente acertó el diario en decantarse por la declaración de este político que supo
detallar el fenómeno:

123 UFO DNA: “La Enciclopedia de avistamientos OVNI, Rompiendo el código de los OVNIs desde 2006”, creado por Luke Ford.

329
“Tenía una luminosidad opaca y su color era casi blanco. Se desplazaba de sur a norte, a una
velocidad moderada. En un momento dado, al llegar prácticamente a la altura de mi cabeza, el
objeto pareció quedar un momento en suspenso. Pero esta es una impresión muy fugaz y no
puedo asegurar que efectivamente haya ocurrido. Inmediatamente siguió su desplazamiento
hacia el norte, y a medida que se alejaba iba alargándose, perdiendo su forma cilíndrica, hasta
perderse en la oscuridad.

Estoy completamente seguro de que es un OVNI. Ahí y anote de que el objeto tenía en su
centro una especie de estrella luminosa”.

La nota expuso que el testigo estimó en 7 minutos el tiempo de observación, lapso variable
dependiendo de las versiones.

Se barajaron múltiples hipótesis acerca de lo ocurrido, desde un platillo volador, nube luminosa,
así como un globo sonda lanzado por la Marina Argentina, explicación argüida por el director de
una radio.

De entre la barahúnda especulativa, los periodistas decidieron consultar a un profesional de la


Dirección Nacional de Meteorología, de quien extrajeron lo siguiente:

“El vocero afirmó que carecía de datos científicamente concretos, pues según todas las
características de la nube, esta escapa a las condiciones de un fenómeno meteorológico.

Parecía un cirrus124 según sus características de densidad. Sin embargo escapaba a esa condición
por el hecho de tener un objeto luminoso, semejante a una estrella en su centro. Nosotros
observamos la nube a las 20:05 Hs. La permanencia de la masa dentro de su forma redonda
llamaba poderosamente la atención. Del fenómeno tuvimos noticia a las 19:55 Hs, en que la
base de Misiones transmitió a esta central la comunicación. No puedo decirle nada más”.

Al día subsecuente el diario “La Tribuna” del 21 de diciembre de 1971 rubricaba, “Desconocen
fenómeno”.

“Con relación a un fenómeno celeste observado el domingo alrededor de las 20 horas en los
cielos de Asunción, hemos consultado ayer en la Dirección de Meteorología”, iniciaba el breve
recuento del suceso del cual transcribo este neurálgico segmento:

“No se trataría de un fenómeno atmosférico, sino extra atmosférico según las observaciones de
personas allegadas a la estación meteorológica. Estiman que podría ser un satélite artificial, pero
no dieron seguridades sobre la observación ni de la naturaleza del mismo”.

Al séptimo día, La Tribuna volvía a traer sobre la mesa detalles, “OVNI visto también en Fuerte
Olimpo”, titulaba un pequeño recuadro visible en la página 7, del lunes 27 de diciembre de
1971.

124 Cirrus: Tipo de nube fina compuesta por cristales de hielo, situadas a una altitud considerable por encima de los 5 Km.

330
Desde el antiguamente “Fuerte Bordón”, actual “Fuerte Olimpo” un recóndito distrito ubicado
a unos 480 Km de Asunción, punto de acceso hacia el pantanal, un corresponsal de la Tribuna
informaba:

“En la noche del 19 corriente a las 20 horas y estando por comenzar el cine parroquial de esta
ciudad, toda la concurrencia al espectáculo observó en el cielo un extraño círculo blanquecino.
El objeto iba en dirección Norte a la velocidad de un satélite artificial.

En un principio se creyó en una nube extrañamente redonda y que iba en contrario a la


dirección del fuerte viento Norte. Además parecía transparente por verse en medio una
estrella. Pero luego se observó que la ‘estrella’ acompañaba al objeto.

No solamente fue observado por la concurrencia al


espectáculo, sino que en el mismo momento muchas
personas habían salido de sus casas a la calle a observar el
extraño fenómeno.

El aparato sobrevoló el pueblo hasta perderse detrás del


cerro del Fuerte”, concluía la nota.

La conmoción de esta epifanía celestial lo encontramos


plasmado en un afiche publicitario del comercial
“Mbarete125”, pretéritamente ubicada en la calle Cerro Corá,
abarcando una hoja en que aparece un platillo volador
iluminando los precios con el slogan, “¡Desintegraron los
precios en Mbarete!” (Ver Imagen 169).

Imagen 169 La lógica que observé desprenderse de este cúmulo de datos


Pintoresca publicidad se observa en me condujo a una hipótesis que presentaré en un intento
una edición del diario ABC Color de por resolver este caso luego de 44 años de haber sucedido
diciembre de 1971
en nuestro país.

Tres elementos conspicuos hacen especular fuertemente en el lanzamiento de un cohete, como


deducirá el lector en el capítulo “Un experimento en el cielo”, véase Pág. 324.

Empecemos, puntualmente en este caso del 21 de diciembre de 1971, se informó del


avistamiento desde varios puntos alejados de una forma casi sincrónica, la razón de esto
obedece a que el fenómeno se presentó fuera de las capas atmosféricas, citemos la declaración
anteriormente expresada por el vocero de la Dirección de Meteorología, “No se trataría de un
fenómeno atmosférico, sino extra atmosférico según las observaciones de personas allegadas a la
estación meteorológica”, realizando un parangón con el avistamiento múltiple del 14 de junio de
1980, donde a partir de las 19:00 Hs se observó paralelamente desde tres países distintos, entre
ellos el Paraguay, idéntica característica encontramos en el caso de 1971.

125 Mbarete: Vocablo guaraní que significa “fuerte”.

331
Por otra parte, “el anillo luminoso como una nube” recuerda sospechosamente al ‘OVNI’ de
1980, en tanto la ‘estrella’ percibida en su centro podría corresponder al brillo de la propulsión
de un cohete, pero ¿Cuál? Es la pregunta.

Investigando meticulosamente descubriría un lanzamiento ruso desde el cosmódromo de


Plesetsk, sitio de lanzamiento “41”, perteneciente a la antigua USRR126, el 19 de diciembre de
1971, mismo día en que se vio el “OVNI” en diversas ciudades de nuestro territorio. Lanzado a
las 23:02 UTC, que correspondería a las 19:02 Hs de nuestro tiempo local. Las primeras
observaciones registradas datan de las 19:30 a 19:50 Hs, tiempo suficiente como para que este
cohete ruso se posicione sobre cielo sudamericano.

El cohete en cuestión correspondería a un “R-7 Semyorka”


(Ver Imagen 170), que transportó al satélite “Molniya 1-19”
(Véase Imagen 171), catalogado por el NORAD127 como “ID
5712”, con una masa de unos 1,600 Kg.

Desarrollado por la agencia “MOM”, fue un satélite de


comunicaciones militar, con una órbita geoestacionaria, esto
es, una órbita geosíncrona que sigue un punto específico de
la Tierra debido a la distancia en que se encuentra
desplazándose por su órbita a misma velocidad que la
Tierra. El “Molniya 1-19” se situó a unos 522 Km de la
superficie terrestre, distancia ideal para la transmisión de la
“Televisión Central de la Unión Soviética”, así como un
sistema de telefonía de largo alcance para los cuales fue Imagen 170
concebida, cesando sus funciones el 13 de abril de 1977. Cohete R-7 Semyorka

Resulta altamente factible que el objeto volador no


identificado atisbado como una “nube luminosa” del
tipo cirrus conteniendo un brillo en su centro,
emparejado a una estrella, pudo bien consistido en el
tránsito del “Molniya 1-19” impulsado por unos cohetes
“R-7 Semyorka”, cuerpo divisado por el político
anónimo quien refirió para ABC Color:

“siguió su desplazamiento hacia el norte, y a medida que


se alejaba iba alargándose, perdiendo su forma cilíndrica,
hasta perderse en la oscuridad”
Imagen 171
Satélite ruso Molniya 1-19
Eventualmente la silueta alargada del objeto no fue otra
cosa más que la estructura del cohete que se desvaneció en el firmamento, en una bóveda
celeste que empezaba a obscurecerse revelando las estrellas.

126 USRR: Unión Soviética, sigas en ruso CCCP. Estado federal comunista que abarcó parte de Europa y Asia, conformada por 15 repúblicas
soviéticas, Rusia, Ucrania, Ucrania, Bielorrusia, Azerbaiyán, Georgia, Turkmenistán, Uzbekistán, Tayikistán, Armenia, Kazajistán,
Kirguistán, Letonia, Lituania, Moldavia y Estonia, existió desde 1922 hasta 1991.
127 NORAD: Siglas de “North American Aerospace Defense Command”, traducido del inglés: Comando Norteamericano de Defensa
Aeroespacial.

332
333
334
“El arte no es una cosa, sino un camino”

Elbert Hubbard

Discurría el año 1996, tenía unos 11 años, sentado frente al televisor miraba atentamente el
añorado programa “Reportaje al País”, dirigida por la periodista María Evangelista Troche Soler
de Gallegos, más conocida como “Evanhy”, recorriendo cada rincón de nuestro bello país
revelando sus maravillas y verdades en cada derrotero.

En uno de los capítulos Evanhy entrevistó a una artista plástica que exponía orgullosa ante las
cámaras una pintura, que retrataba un vistoso cerro rodeado de objetos voladores, explicando
que le había inspirado los relatos de pobladores que dijeron haber observado luces extrañas en
el cielo en las proximidades del cerro, produciendo esos cuadros artísticos.

Luego unos 16 años decidí indagar sobre la artista, sus cuadros y las historias entorno a estas,
basándome tan solo en aquellos lábiles recuerdos, que concluyó revelando a una reconocida y
respetada artista dentro del ámbito nacional e internacional en el estilo naif128.

Durante los 90’s estaba en boga una línea de cuadernos de tapa dura pertenecientes a la marca
“Álamo”, cuya cubierta consistía en divertidas y coloridas pinturas de diferentes motivos, en las
que se apreciaban niños jugando al fútbol, indiecitos en la selva, fiestas tradicionales, con una
técnica de pintura que recordaba fuertemente a la artista que buscaba, con esta carta bajo la
manga contacto con los directivos de la empresa “Álamo”, quienes develaron que la artista en
cuestión se trataba de Ysanne Gayet, propietaria de un centro cultural a orillas del lago
Ypacaraí, en la capital del Departamento Central, Areguá.

Ysanne Daphne Christine Pearson, de nacionalidad inglesa, adoptaría el nombre artístico de


“Ysanne Gayet”, con el cual se dio a conocer en sus facetas de artista, escritora y acciones
filantrópicas.

Hija de un miembro de las Fuerzas Aéreas Británicas (RAF – Royal Air Force), se afincó en el
Paraguay hacia el año 1970, desde donde comienza a producir y exponer cuadros que lo
llevarían a distintos destinos como México, Francia, Uruguay, entre otros, fundando
posteriormente importantes Centros Culturales como ser el “Museo del Barro” en el año 1979
conjuntamente con el artista Carlos Colombino, o el “Centro Cultural del Lago” en la ciudad de
Areguá en el 2010.

Publicó varias obras literarias como “La Rivera Paraguaya”, “Las Tortugas de Chovoreca”,
“Cuentos del Lago Azul”, entre otros muchos más.

128 Naif: Un estilo de pintura en el que se utilizan vivos colores, emulando ciertos rasgos del arte infantil, en la que la perspectiva poco o nada
importa, sino más bien centrándose en los elementos que el artista desea denotar, todo ello gracias a un complejo trabajo cromático, que
en su conjunto consigue recrear una historia, una costumbre, o cualquier otro motivo espontáneo con mucha vida.

335
Un tramo de unos 29 km distancian de la capital a la mágica, rústica, colonial y bohemia ciudad
de Areguá, cuya toponimia encierra aparentemente una historia de rapto, cometido por los
primeros indígenas pre colombinos que se hallaban afincados en las riberas del lago, quienes
secuestraron a la hija de un cacique de otro grupo indígena que habitaban las colinas, conocidos
como “Areguá”.

Estos tomaron represalia desapareciendo a todos los moradores del lago, por lo que la
denominación de la ciudad correspondería al designe de este grupo vengador, según una
antigua leyenda.

A unas pocas cuadras del corazón de la ciudad, se sitúa el “Centro Cultural del Lago”
engalanado por diversas plantas, como los “bananitos” (Nombre científico, Canna glauca) con
sus bellas flores rojas que se alzan cual muro frontal con unas torres que ofician unas pequeñas
palmeras.

Si el exterior despertaba admiración, en su interior lo era aún más, diversos cuadros con vivos
colores, figuras de arcilla, máscaras, libros, jardines interiores con modestos arboles del cual
pendían móviles hechas de espejos con figuras de estrellas, en aquel edilicio se situaba el taller
donde se realizó la entrevista con la artista Ysanne Gayet.

- Gayet: “Fue en el año 1995, cuando escuché que había como un círculo quemado en la zona
de Acahay, esto lo tomé como un plato volador que dejó su rastro. Entonces me interesé
mucho por el tema, hablé con los lugareños, a raíz de eso hice una exposición que se llamaba
‘Los Volcanes de Acahay’, porque ahí donde nosotros estuvimos investigando, donde de hecho
tengo un terreno, dentro de un enorme cráter, porque el Acahay es un volcán extinto (Ver
Imagen 172 e Imagen 173).

Imagen 172
Obra “Los Volcanes de Acahay” de Ysanne Gayet (1997), acrílico.

336
Imagen 173
Sección del cuadro “Los Volcanes de Acahay”. Una horda de platillos voladores rojos sembrando el pánico en el
pueblito, pilotado por unos diablitos y otros por unos seres verdes.
Desde ahí había comenzado a preguntar a las personas si habían visto cosas extrañas, resultando
todos estos cuadros llenos de ‘platos voladores’ de una manera artística (Véase Imagen 174 e
Imagen 175).

Imagen 174
De vivos colores Gayet recrea situaciones imaginativas con
gran creatividad que envuelven a platillos voladores

337
Imagen 175
“Las Arcas de Noé”, obra de Ysanne Gayet (1997). Acrílico sobre duratex 74 cm x 78,5 cm.

Frente a estas cosas, estos fenómenos, estoy acostumbrada porque de niña, mi abuela, en la
“Isla de White”, una pequeña isla del sur de Inglaterra muy conocido por los conciertos de rock,
que hubo con Jimmy Hendrix, los Rolling Stones, etc. en la última parte de los años 60’s, yo vivía
por allí, y mi abuela todo lo que encontraba sobre fenómenos extraños, cosas de OVNIs o algo
en el cielo, ella recortaba de los diarios, entonces tenía mucha cantidad de recortes sobre el
tema. Entonces a mí desde niña, me interesó esto.

Bueno…, aquí en el Paraguay conozco algunas que otras personas que han visto cosas extrañas,
por ejemplo Daniel Geissenhoffer, era el Secretario de la Embajada de Francia en los años 70’s,
cuando recién vine al Paraguay, él sacó desde el techo de la Embajada de Francia, que estaba
sobre la Avda. España a la mano izquierda (en aquel entonces), una foto de un OVNI. (Nota del
autor: ¿Se trataría del mismo informante de la revista francesa ‘Lumiéres Dans La Nuit’?R Cap.
“Incertidumbre en el Beechcraft”,207).

Otra experiencia sobre esto (que yo no tuve), aparentemente los indígenas ayoreo del Chaco,
les pregunté ya que están todos los días bajo las estrellas allí si habían visto algo, diciéndome que
sí.

338
Ellos escucharon como un perro que aullaba, una cosa terrible percibieron, pero ¿De dónde
venía el ruido? Porque no había nada. Pero luego me comentaron que aparecieron como ‘dos
mosquiteros’ –así me explicaron- flotando en el cielo (Véase Imagen 176).

Imagen 176
Obras “Mirando hacia el cielo” de Ysanne Gayet (1996), acrílicos.

Los indígenas me relatan que al día siguiente mataron al perro de Marcos, porque Marcos era
un indígena que recién había perdido a su esposa, falleciendo de cáncer, pero su cuerpo está ahí
en Jesudi (Chaco Central), no sé si relacionaron con la señora enterrada o algo, pero sí mataron
al perro.

Rosita o “Rosa Pé”, la hija del jefe o cacique de ahí me dijo: ‘Sí Ysanne, hacia Campo Loro, todas
las noches durante un año, cerca de los 2 de la mañana, solían ver algo extraño en el
firmamento.

Ellos en Jesudi aparentemente no veían más, pero hacia Campo Loro, que no está muy lejos de
allí sí”, meditando concluyó.

- Maidana: “Entonces como artista, ¿Qué fue lo que la motivó a pintar un cuadro de este
relato?”.

- Gayet: “Bueno, yo pinté dos cosas, lo que comentaron los ayoreos, porque me parece
interesante, y la cuestión de los ‘Volcanes de Acahay’, todas esas historias, y la relación con el
fuego eso fue un boom, es difícil explicar el motivo simplemente lo sentís y comienzas a pintar
sin parar.

Siendo la primera vez que utilice en mis cuadros ese brillo, ‘tulip’ se llamaba en aquel entonces,
(comienza a hurgar en su taller, exhibiendo unas pinturas con brillo), después otros artistas
como Ricardo Migliorisi, utilizan en sus cuadros también (risas)…, lo utilizan porque para el
artista es algo muy divertido.

Bien, pinté este cuadro que es inmenso (Véase Imagen 172), que fue comprado por Robert y
Susy Pert.

339
Recreándose toda la historia de los lugareños del cráter de la Comunidad de Cerro Corá, por
ejemplo lo que comentaron los parientes de ‘Don Fretes’, un señor de edad, excombatiente de
la Guerra del Chaco, un día había enfermado muy grave y no podían quitarlo de ahí, vino una
lluvia que desbordó el arroyo, inundando todos los caminos, y su nieto, trataba de buscar ayuda,
el agua del camino arrastró a su caballo salvándose él.

También hay otras anécdotas como una


matanza de un jugador de fútbol, y muchos
más. Lo del círculo quemado fue en otra
comunidad (Ver Imagen 177), así como se
puede observar monos en los montes que
bajaban para robar el maíz que plantaban los
lugareños.

La gente de Acahay no me dijo nada sobre el


tema, lo que escuché fue por radio, luego lo
combiné en mi imaginación sobre el mismo
Imagen 177
terreno.

Ahora lo de los indígenas es otra cosa, porque concretamente me dijeron que vieron”.

Sorprendentemente “el mosquitero volador” relatado por


los ayoreos a Ysanne Gayet, presenta una increíble similitud
con el que aparece en la portada de la revista francesa
Lumiéres Dans La Nuit de marzo de 1981, N° 203 (Véase
Imagen 178), la controversia está servida.

Imagen 178
Portada de la revista francesa “Lumieres
Dans La Nuit” de marzo de 1981, N° 203.

340
La estampilla o sello postal corresponde a un pequeño afiche rectangular o cuadrada, que se
adhiere al sobre como un comprobante de que el envío ha sido pagado. Estos diminutos afiches
contienen una imagen de motivos casi inacabables, que van desde símbolos nacionales,
personajes ilustres, animales, sucesos, lugares, medios de transporte, creencias, música, poesía,
hasta extraterrestres como es el caso de unas rarísimas estampillas paraguayas de 1978.

Puntualmente unas dos estampillas exhibiendo un


escenario fantástico habitado por seres
extraterrestres alados verdinegros de rasgos insectiles,
con antenitas en la cabeza, que evocan aquellas
pretéritas elucubraciones marcianas de ciencia ficción,
en un mundo donde sus construcciones
arquitectónicas se hallan sobre el yermo suelo del
planeta así como en los cielos, tal como se aprecia en
la estampilla de 25 Gs (Guaraníes129), utilizado para el
servicio aéreo postal (Ver Imagen 179).

La siguiente imagen también del Servicio Aéreo Postal Imagen 179


(valuado en 10 Gs), se descifra como un grupo familiar de estos seres espaciales, donde los
críos se sostienen de sus alas resguardadas por otros entes similares que ¿Serían los padres?,
destacándose el pequeño alien del extremo derecho quien sostiene una suerte de clarinete o
trompeta, en una ciudad futurística que deja entrever sobre el horizonte un planeta símil a la
tierra en un cielo naranja (Ver Imagen 180).

Para muchos filatelistas (coleccionistas de


estampillas) estas imágenes son un ícono a la
extravagancia antes que una especulación científica,
de hecho así lo es, pero suspendamos el juicio crítico
por un instante y solo detengámonos a contemplar
las visiones imaginativas del artista.

Más allá de lo que pudieren sugerir estos cromos,


son una evidente contraposición a todo lo antes visto
dentro de la filatelia paraguaya, conformado en gran
parte por ilustraciones de paisajes, héroes militares,
costumbres, gastronomía, fauna y flora autóctonas,
Imagen 180 sucesos, música, convirtiéndose en “joyitas de
colección” para quien los desee o posea.

Pero ¿Cuál sería el origen de estos? Según la “Asesoría Filatélica del Paraguay”, me informarían
que las respectivas estampillas fueron impresas en Portugal por Jan Kobylański, no existiendo un

129 Guaraníes: Moneda oficial del Paraguay.

341
registro de las mismas, agregando un capital detalle sobre las denominadas “estampillas
oficiales”, cuales se empezaron a imprimir en el Paraguay recién hacia el año 1989, en los
“Talleres de Valores Fiscales” dependiente del Ministerio de Hacienda.

A prima facie cualquiera supondría lo contrario al observar en sendas estampillas el título de


“Paraguay”, pero esto sin embargo no arrebata su relación con el país.

Por otro lado resalta la interesante historia tras el responsable de las estampillas, Jan Kobylański,
un empresario polaco-paraguayo nacido en 1923, quien durante la Segunda Guerra Mundial,
estuvo cautivo por los nazis en el Campo de Concentración de Mauthausen en 1948.

Finalizada la conflagración se mudó a Italia, desde donde realizó diversas actividades


comerciales hasta 1952, año en que arriba al Paraguay gracias a un “Programa de Inmigración”
decretado en aquel momento por el Presidente Federico Chaves Careaga130.

Jan Kobylański crearía tiempo después, una de las más grandes compañías de impresiones de
estampillas y monedas en el mundo.

Las sorpresas apenas comienzan.

Otra rareza filatélica fascinante, es aquella donde aparece el rostro de uno de los padres de la
cohetería, el alemán Hermann Oberth (1894-1989), sobre un fondo espléndido de estrellas en
la que una nave intergaláctica se aproxima (Véase Imagen 181), emitida en 1979.

La palabra que compendia el espíritu de


Hermann Oberth es “visionario”, al igual que el
responsable de su pasión temprana e inagotable
por la exploración espacial, el escritor francés
Julio Verne (1828-1905), quien escribió como
otras tantas obras inmortales e imaginativas,
“De la Tierra a la Luna”, una novela adelantada a
su tiempo en la narraba cómo el hombre
cumplía un entrañable sueño, llegar a la Luna,
mediante naves propulsadas por cohetes.

Oberth profundamente maravillado, leería


Imagen 181 tantas veces aquella obra, que acabó por
sabérselo de memoria. Pero no fue un mero embriago literario, sino el empujón inicial para
llevarlo a la realidad.

En su adolescencia llegó a construir pequeños cohetes y a gestar avanzados conceptos como el


de “cohetes con múltiples etapas”.

130 Federico Chaves Careaga: Fue un militar y político (1882-1978), Presidente del Paraguay durante los años 1949-1954.

342
Durante la Primera Guerra Mundial ejerció como médico, abandonando esta práctica por el
estudio de la física, pero su trabajo de tesis para el doctorado fue rechazado por sus “ideas
utópicas”, a pesar de esto publicaría “Die Rakete zu den Planetenräumen” (Los cohetes hacia el
espacio interplanetario), así como otros trabajos, en la que se describía detalladamente modos
de vuelo para exploraciones espaciales.

Sus ideas conmovieron a otro gran personaje de la historia, Werner Von Braun (1912-1977), un
alumno suyo quien llevó a la práctica muchos de los conceptos de su maestro para la
construcción del primer misil de largo alcance y de vuelo suborbital, el V-2, desarrollado
durante la Segunda Guerra Mundial.

La mente inquieta de Hermann Oberth también apuntó para los OVNIs, tema sobre el que
insistía en su necesidad de un estudio científico.

En una de sus notas descubiertas, escribió lo siguiente:

“Hay alrededor de 50 observaciones conocidas desde tiempo antes de la Segunda Guerra Mundial. El
número de apariciones se incrementó; los aliados piensan que es un arma secreta alemán, y los
alemanes pensaron que era uno de los aliados Desde 1947, los informes de testigos oculares
aumentó considerablemente. Se dice por el Mariscal Inglés del Aire, Lord Dowding que ha habido
10.000 (informes) de 1953. ".

‘Las apariencias suelen describirse como discos, a veces como bolas o elipsoides. A veces sucede que
estos discos se colocan una sobre la otra, la más grande en el centro, el más pequeño hacia los
extremos, para formar un objeto con forma de cigarro, que luego se va volando a gran velocidad. En
ocasiones testigos vieron un cigarro (OVNI) detenerse y desunirse en discos separados’”.

Reeditándose otra estampilla con motivo del 90°


aniversario de nacimiento del Prof. Hermann
Oberth el 23 de junio de 1984 (Ver Imagen 182).

Un año antes de la emisión de las “cromos


extraterrestres” anteriormente presentados, el 28
de febrero de 1977 se imprimía otro sello postal de
la “República del Paraguay” con la frase “Conquista
futura de los planetas e investigación de la Vía Láctea
y sus constelaciones”, costando 25 Gs.

Imagen 182 Retratándose a Hera, en el preciso instante que


derrama su leche cuando Zeus (dios mayor y esposo
de esta) apartó al pequeño Hércules que se encontraba amamantando, dando origen a la “Vía
Láctea” según la mitología griega, advirtiéndose en el inferior de la estampilla, dos aeronaves, la
de la izquierda sospechosamente similar a las descripciones de algunos OVNIs de forma esférica
(Véase Imagen 183).

343
El 28 octubre de 1977, se presentaba una
estampilla con una vidriosa sugerencia, por un
lado dos viñetas con ilustraciones de naves
espaciales y por la otra, una fotografía de la
famosa “Tumba de Palenque”, en honor al Rey
Pakal o K'inich Janaab' Pakal, situada en “El
Templo de las Inscripciones”, una pirámide maya
en el Estado de Chiapas (México), ver Imagen
184.

A lo largo del tiempo, el grabado que aparece en


la lápida estuvo en el ojo de la tormenta
arqueológica debido a una controversial
interpretación que surge a raíz de una
Imagen 183 comparación moderna, donde pareciese que el
Rey Pakal se encuentra allí sentado maniobrando
un extraño artefacto evocando un cohete, del que incluso se aprecia el fuego por la su sistema
de propulsión hacia el borde derecho de la imagen.

Un evidente anacronismo que bautizó a esta


pieza con otro mote, “El Astronauta de
Palenque”, en cambio la explicación oficial
señala que solo se trataría de una
representación mitológica, en la que el Rey
Pakal va descendiendo al inframundo como uno
de los héroes del libro cosmogónico maya, el
Popol Vuh131.

La cinematografía también aportaría al arte


postal, específicamente las repercusiones de la
película de ciencia ficción de culto “2001: Una
Odisea en el Espacio” de Stanley Kubrick,
inspirado en el relato “El Centinela” (1948) del
escritor Arthur C. Clarke, donde se vislumbra la
colosal estación espacial con formato de rueda Imagen 184
que aparece en la película, en esta estampilla del
19 de octubre de 1970 (Ver Imagen 185).

131 Popol Vuh: Colección de antiquísimas narraciones sobre la creación del mundo, leyendas e historias del pueblo maya. Popol Vuh se podría
traducir como, “libro de la comunidad” o “reunión”.

344
Imagen 185

Toca el turno al más antiguo de todos, un curioso diseño del 04 de febrero de 1964, que
celebra el “Centenario de la Cruz Roja Internacional, ilustrándose con mucha imaginación un
hipotético puesto espacial de socorro del futuro de una estructura discoidal o tipo platillo
volador (Véase Imagen 186).

Imagen 186

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