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Tema I.

Digitalización del Sistema Financiero

I.I Introducción a los cambios digitales en el Sistema Financiero


Antecedentes históricos
Los registros de la primera moneda utilizada como medio de transacción y
producto de atesoramiento se encuentran en el Reino de Lidia (siglo VII a.C.), situado
en el extremo oeste de la Península de Anatolia (actual Turquía), lugar en que
convergen las aguas del Mar Negro, Egeo y Mediterráneo. Aquella moneda
estaba compuesta por una aleación de oro y plata, su peso no superaba los 5 gramos,
y llevaba por nombre estatero (denominación adoptada por naciones griegas y de la
región mediterránea durante varios siglos, hasta la expansión de Roma y la llegada del
denario) poseyendo en sus inicios una vista poco simétrica debido a su artesanal
acuñación.
En el caso de México, durante periodo prehispánico el cacao solía utilizarse como
medida de intercambio comercial, la primera casa de moneda en el territorio
fue 1535 ya durante el período colonial, siendo la primer moneda acuñada el real
de 8, la cual sería difundida y aceptada en territorios españoles a lo largo del Continente
Americano, así como en algunos centros comerciales localizados en la región Asia
Pacífico.
Desde aquellas épocas en las que a
menudo los hechos se confunden con las
leyendas, el dinero y las transacciones
han evolucionado a fin de facilitar los
flujos comerciales, mejorar la
portabilidad y estandarizar las
transacciones. En los últimos años,
nuevas formas de pago han
emergido de la mano de la
digitalización del sistema financiero
de acuerdo a las dinámicas aceleradas
de desarrollo y de inclusión tecnológica
en torno a todas las partes de la vida,
así como del manejo de los
recursos. La adopción de tecnologías
para facilitar y hacer más seguras las
transacciones es un fenómeno añejo, que sin embargo, se mantiene en movimiento
y continúa generando expectativas.
El avance vertiginoso de las tecnologías ha hecho posible la expansión
económica y la inclusión financiera sistemática y generacional a través de la
implementación de mecanismos que permiten realizar transacciones de dinero de
forma, rápida, segura, sin necesidad de estar en una sucursal bancaria o de
intermediarios, sin importar la distancias entre remitentes y destinatarios, las
fronteras o los husos horarios, todo al alcance de la palma de la mano, siempre y cuando
se cuente con conexión a internet.

Las Tecnologías Adaptadas a las Finanzas (Finance Technology - FinTech), son


un espejo del desarrollo tecnológico
en el mundo y son resultado de la
competencia en el marco de la
innovación de distintas compañías
distribuidas en todo el planeta;
la innovación ha sido siempre el
lenguaje del desarrollo, la
interminable búsqueda por parte de
financieras y bancos ha entrado en un
sendero en el cual la única dirección es encontrar nuevos productos, formas de
pago y otras novedades derivadas del avance tecnológico.
Entre las principales innovaciones que han ganado terreno a medida que han
llegado a más países y han acumulado un mayor número de usuarios, el uso
de “wereables”, que pueden tener la forma de una pulsera o cualquier accesorio de
vestir que funciona como un dispositivo de pago, eliminando así la necesidad de
llevar consigo una cartera o dinero en efectivo de tal forma que previene olvidos,
pérdidas y robos de objetos de valor.

Por otro lado, los pagos automáticos se han convertido en una herramienta cada
vez más popular, aquellos Usuarios que se encuentren familiarizados con las nuevas
aplicaciones de transporte de pasajeros, saben que no es necesario hacer uso de una
tarjeta o efectivo, simplemente se les aplica el cargo y posteriormente a la
contratación del servicio, se refleja con algún tipo de notificación. Próximamente, este
sistema podría emigrar a todo tipo de establecimientos como restaurantes, cafeterías o
cualquier establecimiento, de tal forma que la gente ya no requerirá realizar pagos,
podrá levantarse e irse del local y posteriormente recibir la notificación del cargo por
el consumo realizado en su dispositivo móvil.
La tendencia del uso del efectivo en el
mundo se mantiene a la baja, tras la
masificación del uso de dispositivos
conectados a redes móviles o incluso
fijas ha sido un punto de quiebre en la
forma de comprender los sistemas de
pago y representan también una
oportunidad para elevar los indicadores
de inclusión financiera.

En México el Sistema de

Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI), desde su


presentación ha tenido una gran aceptación entre el
público en general, año con año ha incrementado el
número de transacciones, pues el sistema ha logrado
superar la barrera a de la desconfianza al brindar un
sistema capaz de procesar transferencias de forma
inmediata, 24 horas al día, 365 días al año, sin
necesidad de efectivo o tarjeta bancaria, de forma
confiable.
Más recientemente surgió el CoDi como una extensión
del SPEI, añadiendo la lectura de códigos QR
(Quickly Response) y la tecnología NFC (Near-
field Communication), que permite que las transacciones se realicen con la
aproximación física del dispositivo móvil al Punto de Venta, igualmente
prescindiendo del efectivo o tarjeta.

El Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI), ha tenido una gran


aceptación, brinda un sistema capaz de procesar transferencias de forma
inmediata, 24 horas al día, 365 días al año.

El CoDi surge como una extensión del SPEI, este sistema implementa la lectura de
códigos QR (Quickly Response) y la tecnología NFC (Near-field Communication),
esto permite que las transacciones se realicen con la aproximación física del
dispositivo móvil al Punto de venta.
Ambos medios de pago serán tratados con
mayor detalle más adelante.
La competencia entre las compañías en
torno a la innovación ha creado un escenario
en el que los usuarios del sistema
financiero serán beneficiados, en pocos
años estarán disponibles nuevas formas
de pago, encaminados a
proveer comodidad y seguridad.

La circunstancia de México respecto al mundo en cuanto a los avances en la


digitalización de los medios de pago, de la operación bancaria y financiera en general,
así como del desarrollo y aplicación de los términos regulatorios, es de rezago, lo cual
es también resultado de predisposiciones históricas por lo menos derivado de tres
factores fundamentales:
● El primero es un historial de bajos
porcentajes de inclusión financiera y
por supuesto de resistencia o recelo
sistémico al uso de nuevos
mecanismos y herramientas digitales
para gestionar los recursos por medio
de herramientas tecnológicas.
● El segundo punto corresponde a
procesos regulatorios deficientes y
● El tercero a la falta de incentivos
para la adopción, por parte de los
Usuarios, para realizar o recibir
transacciones, lo cual también, en parte,
es un efecto colateral de los bajos índices que se reportan en el ámbito de la
Educación Financiera vistos en el Módulo I.

I.II Panorama actual del Sistema Financiero digital


En los últimos años el fenómeno de la globalización e interdependencia económica
ha sido catalizado por la revolución en las comunicaciones y en la forma en la que
estas han modificado las interacciones entre individuos y las instituciones o incluso
las interacciones de estos dentro de la aldea global.
Las nuevas dinámicas sociales han provocado la adopción de nuevas tendencias en
los flujos económicos, cambiando el consumo y los métodos de producción. El
viraje a las tecnologías y a la digitalización en los servicios financieros ha sido
un fenómeno de doble filo, por un lado, representa una ventana de
oportunidad para consolidar programas de inclusión financiera y bancarización
de la población; por otro lado, sugiere la aparición de nuevos riesgos.

Estos riesgos pueden provenir principalmente de dos frentes, el primero se relaciona


a la exposición de una mayoría poblacional carente de nociones financieras, con
fuente en el desconocimiento de elementos básicos del sistema, que permitirían
elaborar comparaciones en la oferta bancaria, conocer las conveniencias de la
inclusión financiera o simplemente tomar mejores decisiones en relación al gasto
realizado o en el ahorro; el segundo, es la aparición de nuevos delitos en un
contexto en el que la población es altamente vulnerable por la misma
desinformación, circunstancia que puede prestarse para la aparición de abusos del
propio sistema financiero.

No basta con ofrecer los contenidos educativos y actualizados sobre el sistema


financiero al alcance de la población, las políticas públicas que se tracen deben
estar orientadas a superar las brechas del aprendizaje que puedan existir en cada
segmento de la población; en el caso de las clases medias pueden enfocarse a
mejorar el manejo de las finanzas personales; en las personas de bajos ingresos
en que participen en el sistema financiero. El conocimiento empodera a las
sociedades en una economía nacional necesitada de generar capacidades que
aporten a la estabilidad económica nacional, lo cual obtiene mayor relevancia
cuando el contexto económico y político internacional se encuentra poblado de
incertidumbres.
La bancarización es una preocupación que involucra a todos los actores implicados en
el ecosistema económico, por lo que se deben estudiar y desarrollar soluciones
realistas en ejecución, orientadas a corresponder necesidades de la población,
relacionadas al desarrollo económico y social, así como garantizar que éstas se ciñan
a la normatividad vigente.

La Educación Financiera permite a los individuos mejorar la comprensión de


conceptos, productos y servicios, lo que puede prevenir el fraude o problemáticas
y malos entendidos con las instituciones financieras. Una mayor Educación
Financiera permite tomar decisiones más informadas según las circunstancias,
evitando así situaciones indeseables derivadas del endeudamiento o de
posiciones de riesgo que pudieron ser evitadas y que pueden llegar a
comprometer patrimonios o el aseguramiento de las necesidades básicas.
Es por ello que la Educación
Financiera debe crecer y
diversificarse con la misma velocidad
con la que las tecnologías han sido
adoptadas como vehículos de los
servicios financieros, la transformación
productiva demanda una mayor
participación de la
población, el sanear las finanzas
individuales con capacidades y
conocimientos que brinden mejores
oportunidades individualmente, es
un objetivo cuya consecución sumará
a la salud macroeconómica, lo cual es
un reto observable a nivel global.

Las dificultades económicas son una realidad constante en el sistema financiero, las
incertidumbres de orden global se reflejan en las actividades económicas en todos
los sectores productivos, en las fluctuaciones cambiarias, en la inflación, entre otros
elementos que afectan positiva o negativamente la vida de las personas. A veces las
afectaciones pasan desapercibidas como es el caso de las variables económicas
estacionales y en otras ocasiones son bastante perceptibles, el mejor referente de ello
es la crisis inmobiliaria y financiera de 2008 y las recesiones que derivó, hechos que
han demostrado la importancia de la conciencia sobre las finanzas personales, que
hacen que nos replanteemos ¿qué pudo ser distinto? ¿La conciencia colectiva del
sistema financiero pudo prevenir o aminorar los efectos nocivos de la recesión?
La Educación Financiera permite a los individuos mejorar la comprensión de
conceptos, productos y servicios, lo que puede prevenir problemáticas y malos
entendidos con las instituciones financieras. Una mayor Educación Financiera
permite tomar decisiones informadas según las circunstancias, evitando así
situaciones indeseables derivadas del endeudamiento o de posiciones de riesgo
que pudieron ser evitadas y que pueden llegar a comprometer el patrimonio,
incluso el garantizar la cobertura de las necesidades básicas.

Tras la independencia de las 13 Colonias americanas en 1787, John Adams (1735-1826)


comentaba que una de las causas de la compleja situación económica era “la ignorancia
sobre la naturaleza y circulación de la moneda, así como del crédito”, en la actualidad el
desconocimiento generalizado en México como en otros países, continúa siendo una
problemática con una fuerte y negativa incidencia en la economía del país, sin
embargo, la Educación Financiera puede abordarse desde dos lentes, el primero
referente a una respuesta a las crisis sociales en el presente y el segundo corresponde
a la prevención, en el que la inclusión financiera puede concebirse como un
generador de certidumbre económica para el futuro, en el entendido de que
una mayor bancarización representa a grandes rasgos una mejor distribución del
egreso y un mayor bienestar económico en la población, acciones que pueden verse
fortalecidas exponencialmente gracias a la inclusión tecnológica en la era de las
comunicaciones.

¿En dónde estamos?

La actualidad se vincula a un momento de cambio respecto de las naturalidades y los


vicios capitalistas que se consolidaron
globalmente al final de la Guerra Fría, en
gran medida propiciado por el rechazo
social y político de las ciudadanías del
mundo a las malas prácticas que
aumentaron la desigualdad y
determinaron a grandes sectores
poblacionales, distanciarse de las
posibilidades de contar con condiciones
para mejorar su nivel de vida, siendo
estas situaciones especialmente graves
en países en vías de desarrollo, como el
caso de México y de Latinoamérica.

Algunos datos de la CONDUSEF


reportados en enero de 2019 y de la
Oficina de Información Científica y Tecnológica para el Congreso de la Unión en julio
de 2018 son útiles para plantear un análisis general de la situación en México:
▪ Únicamente el 32% de los adultos tiene cultura básica en materia financiera.

Diseño El 100% del pastel solo se toma 32% cultura básica Educación Financiera
▪ Los jóvenes tienen mayor acceso a servicios y productos financieros gracias a
las tecnologías digitales.
▪ Acceso a los servicios y productos financieros
▪ 16.4% de los mexicanos maneja un crédito formal.
▪ 52.4% de los mexicanos no tenía cuenta de ahorro para el retiro AFORE.
▪ 50% de los mexicanos no sabe a qué instancia acudir para presentar
quejas con relación a productos financieros.
▪ 90.4% de los casos, los padres fueron quienes enseñaron el ahorro, contra
7.8% de las escuelas o los profesores.
▪ Sólo el 44.4% de los mexicanos puede afrontar imprevistos con sus ahorros.
▪ 9 de cada 10 mexicanos utilizan el efectivo para efectuar pagos, aun cuando
tengan tarjeta de nómina.
▪ El 16.2% de los cuentahabientes tiene contratados servicios de banca por
internet.
▪ 1 de cada 10 mexicanos cuenta con el servicio de banca por celular.

Para mejorar estos indicadores, la estrategia de bancarización debe tener tres focos de
atención:

● El primero de ellos reside en aumentar la inclusión al sistema financiero a


fin de incrementar la proporción de la población con acceso a los servicios
financieros, promoviendo en este segmento poblacional la generación de
mejores hábitos

● El segundo refiere
a incrementar los conocimientos de
quienes ya cuentan con estos
servicios, de manera que sea posible
aprovechar de mejor forma los servicios
disponibles, generando en ambos casos
cultura de planeación y administración
de recursos,
● El tercero representa
el aprovechamiento de la
infraestructura así como de las
tecnologías disponibles, proveyendo
también a esta vertiente de regulaciones
pero también de incentivos.
Si las restricciones financieras afectan a un sector de la población rezagado
económicamente, la reducción de éstas podría generar el acceso de estos grupos a
mejores oportunidades de inclusión y crecimiento.

Solo 16.4% de los mexicanos maneja un crédito formal y el 52.4% de los


mexicanos no tenía cuenta de ahorro para el retiro AFORE, además que el 50%
de la población encuestada no sabe a qué instancia acudir para presentar quejas
en relación con productos o servicios financieros. En el 90.4% de los casos, los
padres fueron quienes enseñaron a ahorrar, el 7.8% aprendió a ahorrar en las
escuelas o de los profesores.

Problemáticas

La principal razón para delimitar las políticas públicas en materia de educación


financiera, parte de focalizarse en una implementación prevista para el corto plazo y
la obtención de resultados en largo plazo; para este cometido, no existen atajos cuando
el objetivo es lograr la estabilidad financiera y una mayor inclusión.

Los nuevos esfuerzos para fomentar la bancarización deben tener como columna
vertebral la difusión de información, ya sea a través de talleres en segmentos
poblacionales más vulnerables, en campañas publicitarias y la invitación a la oferta
bancaria para que estudie sus modelos de operación a fin de que esté en posibilidades
de ofrecer servicios y productos más accesibles.

Evitándose en todos los casos las políticas que promuevan o generen la obligatoriedad
de contratación de algún servicio, la libre voluntad y el acercamiento de la población
debe prevalecer como el motor de la bancarización; de lo contrario la brecha de la
desconfianza en los servicios financieros y más aún en los mecanismos digitales como
las bancas por internet, será más grande.
Se debe tomar en cuenta
que muchas de las
fórmulas encontradas en
las buenas prácticas
internacionales
relacionadas a la
bancarización son
importantes, pues
reflejan la realidad de un
contexto más amplio, las
características
socioeconómicas de la
población mexicana
impiden que sea posible
igualar esas prácticas.

La diversidad del país


sugiere la
implementación de
políticas públicas locales
para incrementar los
efectos positivos, por lo
cual es imprescindible contar con la cooperación de gobiernos y autoridades locales, los
cuales desempeñan un papel importante en la fase de estudios y de análisis de las
necesidades de una población específica, que cuenta con una oferta bancaria y acceso a
infraestructura o servicios relacionados con características particulares y
probablemente irrepetibles.

Para lograr la estabilidad financiera y una mayor inclusión se deben focalizar las
políticas públicas en materia de Educación Financiera.

El ensayo, “La bancarización y los determinantes de la disponibilidad de servicios


bancarios en Argentina”, menciona que en la mayoría de los países existen sectores
sociales y regiones geográficas que enfrentan más restricciones para acceder a los
servicios bancarios que otros. Esto podría relacionarse con los diferenciales de costos
y posibilidades de ingreso que las entidades encuentran al intentar proveer sus
servicios. Áreas con mayor nivel de ingreso y densidad poblacional serán claramente
mercados más atractivos para la provisión de servicios.

La bancarización en localidades que no cuentan con disponibilidad de servicios


representan el mayor reto para la inclusión, las carencias de infraestructura bancaria
formal y suficiente es el mayor freno para la implementación de políticas públicas en
materia de educación financiera pues imposibilitan la afiliación o el seguimiento al
sistema financiero. La ausencia de servicios financieros en algunas localidades del país
es también un indicador que muestra las asimetrías en el desarrollo económico, siendo
la principal restricción para fomentar la oferta los altos costos operativos de las
instituciones bancarias para extender sus servicios a perfiles de bajo ingresos.

El mayor reto de la bancarización se encuentra en las localidades que no cuentan


con los servicios de comunicación o de transporte. A su vez, las carencias de
infraestructura bancaria formal representa el mayor freno para la
implementación de políticas públicas en materia de Educación Financiera, pues
imposibilitan el uso del Sistema Financiero.

Condutips:
Adquirir conocimientos en Educación Financiera permite:
Elaborar comparaciones en la oferta bancaria
Tomar decisiones en relación al gasto o en el ahorro
Disminuir la posibilidad de ser víctima de fraudes o de abusos de las
instituciones financieras
I.III Buenas prácticas para la inclusión digital

Gran parte de los objetivos relacionados con la bancarización recaen


determinantemente en las instituciones bancarias. En el caso Chino descrito en los
Lineamientos para impulsar el proceso de bancarización en Uruguay, se concluye que
el proceso de penetración financiera en las provincias de Degryse y Cheng se dio
principalmente a través de la banca y no de las Instituciones Financieras no Bancarias
(IFNB), puesto que el impacto de la banca en el crecimiento de las provincias más
rezagadas es más relevante que el de las IFNB; por otro lado en Bangladesh, las IFNB
jugaron un rol muy importante en el inicio, con el sentido de atraer a la población, sin
embargo, el crecimiento se vio afectado cuando el tamaño y cantidad de las operaciones
se hizo insostenible, en este sentido la participación de las instituciones ocupan un rol
de agente regulatorio y de prevención, mientras que según los resultados de las
prácticas internacionales debe ser la oferta bancaria el agente esencialmente encargado
de proveer los servicios, la infraestructura y las atenciones a la población en todos sus
segmentos.

En el caso de la bancarización española se puede destacar el uso y el aprovechamiento


del crecimiento de la industria telefónica móvil, de la adopción del uso de celulares
inteligentes para poner a disponibilidad de la población mayoritariamente joven,
servicios y productos financieros.

La telefonía resultó ser un


catalizador y una puerta
sencilla a los servicios
bancarios que hizo
accesible la inserción al
sistema financiero a un
sector poblacional con
potencial económico a
futuro y que motivó la
generación de
fluctuaciones económicas
facilitando también las
compras, a su vez
fomentando el
crecimiento de las
empresas, muchas de
ellas consideradas
pequeñas y medianas.

A pesar de que en México


en las zonas urbanas los
teléfonos móviles han
tenido una rápida aceptación, son pocas las personas que manejan estas herramientas
digitales para hacer uso de plataformas y aplicaciones financieras, en gran medida por
la desconfianza o la desinformación que existe en torno a ellas.

A pesar de que en México, en las zonas urbanas los teléfonos móviles han tenido
una rápida aceptación, son pocas las personas que manejan herramientas
digitales como las aplicaciones de banca móvil o formas de pago electrónicas.

En Colombia la evolución de la bancarización ha estado ligada al microcrédito como un


sistema de financiamiento que se destina a las pequeñas empresas; esta evolución no
ha sido consistente con la profundización de otros servicios financieros dirigidos a
satisfacer las necesidades de la población de bajos ingresos y microempresas, como son
los servicios de pagos, las transferencias de fondos, el ahorro y los seguros, por lo que
resulta importante, diversificar los servicios que se ofrecen, allanando el camino para
facilitar el acceso a las poblaciones de menores ingresos a estos servicios, en este caso
las herramientas digitales no son concebidas como un instrumento de introducción
sino de reforzamiento en una segunda etapa.

Por el lado de las IFNB existen dos objetivos claves, el de conducir las políticas a fin de
informar a las poblaciones los beneficios y actualizaciones del sistema financiero, así
como el de regular a los agentes bancarios en defensa de los acreedores, para ambos
objetivos, la digitalización juega un papel trascendental, puesto que disminuye costos y
facilita la operación.
Es imprescindible
atender ambos aspectos
al mismo tiempo; el
desbalance en el
crecimiento de ambos
puede traer efectos
adversos, por ejemplo, si
un amplio porcentaje de
la población con
desconocimiento sobre el
sistema financiero se
precipita a una
bancarización acelerada,
provocaría que esa
población quede expuesta
a acciones predatorias
relacionadas a la falta de
ética por parte de las
instituciones bancarias, o
bien, a provocar un
endeudamiento excesivo
debido a la carencia de
conocimientos sobre el manejo del crédito, convirtiéndose la esperada bancarización
en una problemática posiblemente mayor que la derivada de la no inclusión.

El gobierno no puede deslindarse, si bien la experiencia internacional en Latinoamérica


y en Asia coincide en que la inversión privada es el actor que asumirá el mayor esfuerzo
para proveer los servicios financieros digitales, los agentes regulatorios deben actuar
para compensar los efectos negativos que pudieran ocasionar las acciones bancarias en
la sociedad, instrumentando programas de fomento a la cultura financiera, a fin de que
los usuarios o sujetos susceptibles a la bancarización tengan nociones que les permitan
mejorar la toma de decisiones.
Otra acción relevante es,
sin duda, la escolarización
de la Educación
Financiera; su posible
alcance puede
representar un cambio
estructural de largo
aliento y de efectos
multiplicadores positivos,
la posibilidad de lograrla
en México abre grandes
expectativas de
desarrollo para el sector
financiero en su conjunto.

En otro sentido, ofrecer


incentivos fiscales con
miras a fomentar el uso de
medios bancarios
electrónicos –por ejemplo
disminuir el costo del IVA
en ciertas operaciones
llevadas a cabo por banca por internet- así como implementar cuentas de afiliación
automática y de bajo costo, son usos que pueden motivar a los usuarios para acercarse
a los productos financieros, los beneficios fáciles de asimilar y de observar en el corto
plazo son incentivos suficientes para crear posibilidades de bancarización.

Es importante tomar en cuenta que no es posible delimitar una política a nivel país, cada
región presenta características que imposibilitan ese tipo de trazo, por lo que deben
evaluarse las necesidades por región, comenzando con aquellas que cuenten con los
mayores niveles de rezago económico, por ejemplo, en los Estados del sudeste de la
República. El mayor acceso a los servicios financieros permitirá mayor información
para que los hogares y pequeñas empresas, la cual se potencializa con el acceso al
crédito.

Para ambos objetivos, tanto para la regulación de los servicios como para la
bancarización, es deseable aumentar las vías digitales como medio para el desarrollo
de las políticas que se implementen, si bien las telecomunicaciones y los niveles
socioeconómicos juegan un papel en contra en muchas poblaciones que no cuentan con
acceso a redes de telecomunicaciones, son la vía plausible en zonas urbanas, la
bancarización española demostró el potencial para conllevar un aumento de
competencia en el sector financiero a través del desarrollo de redes de distribución o
de aceptación de medios de pago electrónicos, lo cual motivó la aparición de nuevos
productos y que estos pudieran encontrarse en la palma de los usuarios.
Independientemente de las prácticas que se pongan en marcha después del proceso de
diseño e implementación de políticas públicas, continúa la labor del gobierno a través
de sus instancias para medir y evaluar los resultados de las mismas y realizar las
correcciones necesarias, ya sea para proteger a los usuarios en el camino a la inclusión
financiera, fomentar la competencia entre las instituciones bancarias y evitar que
existan prácticas relacionadas al asistencialismo, las cuales desencadenarían
problemáticas relacionadas con la sostenibilidad del proyecto.

Se debe tener presente que no es posible delimitar una política a nivel país,
puesto que cada región presenta características diferentes y las necesidades por
región requieren de diferentes atenciones.

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