EL CARNAVAL DE CANAS
EL FESTEJO
En la época colonial (1532-1821), los españoles trajeron al Perú a
los esclavos africanos, quienes crearon canciones, música y
danzas fusionando elementos culturales indígenas y españoles, en
las que narran sus costumbres, alegrías, penas y sufrimientos. De
esta manera, nace el festejo, danza representativa del mestizaje
negro en el folclore peruano. La base de todo festejo es el ritmo.
Originalmente, la música era interpretada por tambores de parche
sobre madera o botijas de arcilla, cencerro de madera y tablitas;
luego, se enriqueció con el cajón, la quijada de burro y la guitarra,
que se siguen utilizando hasta la actualidad. La vestimenta de los
hombres era una camisa y un pantalón con blondas en el botapié,
un pañuelo a la cintura, camisones de manga ancha y chaleco. Las
mujeres empleaban una pañoleta amarrada a la cabeza, vestido o
falda de colores y fustanes largos de color blanco. No usaban
calzado. En 1949, algunos descendientes afroperuanos inventaron
una coreografía grupal para esta danza; antes de ello, su
coreografía era libre y para solistas. Actualmente, se baila durante
las fiestas populares y en reuniones sociales, especialmente, en
Lima e Ica.
El carnaval surgió en la Europa medieval, probablemente en Niza
(Francia), entre los años 1100 a 1200 aproximadamente. Fue una
costumbre traída por los conquistadores españoles; pero en el Perú
ya existía, con elementos semejantes al carnaval europeo, una
tradición andina practicada por los incas: el puqllay, fiesta de
agradecimiento a la naturaleza, a los apus y a la Pachamama o Madre
Tierra, que provee los alimentos y la vida. Era un tiempo de
celebración, en el que se agradecía la llegada de las lluvias, el
florecimiento de las plantas, el apareamiento de los animales y el
emparejamiento de las jóvenes solteras y los jóvenes solteros.
Durante el Virreinato, el carnaval de origen europeo se fusionó con el
puqllay o carnaval indígena, lo que dio origen a danzas como el
carnaval de Canas, que se baila en la época de lluvias y de cosecha,
así como en las fiestas patronales de la provincia de Canas (Cusco).
En esta danza, las canciones tienen un contenido lleno de broma y
burla dentro de un contexto de cortejo y amor. Los jóvenes solteros
(waynas), al son de su charango o bandurria, cantan y expresan sus
sentimientos a las jóvenes solteras (p’asñas); mientras danzan, las
parejas se contagian su alegría. Su indumentaria colorida es propia de
la zona con elementos culturales provenientes de España. Es así que,
para la mujer, el vestuario de esta danza consiste en una pollera de
bayeta típica del lugar con bordado multicolor a máquina, ukhuna,
chaqueta, lliclla (manta pequeña), montera en forma de casco con
multicolores cintas colgadas, kandunga y ojotas. El hombre lleva un
pantalón negro de bayeta, un escarpín blanco, un poncho atado a la
cintura, una camisa blanca, un chaleco con adornos bordados, una
montera, unas ojotas y también un charango
La historia del Perú es una sola, pero, para fines de estudio, se ha
dividido en tres épocas:
a) Época prehispánica o de autonomía. Desde la llegada de los
primeros pobladores al Perú, hace aproximadamente 20 000 años,
hasta la conquista de los incas por los españoles en el año 1532.
En esta época, se desarrollaron las culturas originarias del Perú,
como caral, chavín, wari, mochica, tiahuanaco, inca, etc. La cultura
inca tuvo su auge desde el año 1200 hasta 1532.

b) Época del Virreinato o colonial. Desde la llegada de Francisco

Pizarro al continente americano y la conquista del Tahuantinsuyo
en el año 1532 hasta la proclamación de la independencia del Perú
en 1821.

c) Época republicana. Desde que el libertador don José de San

Martín proclama la independencia del Perú el 28 de julio de 1821 y
continúa hasta la actualidad (año 2020). El año 2021, cumpliremos
el bicentenario de nuestra independencia, es decir, 200 años.
 En los tiempos prehispánicos (época preínca y época inca), la
transferencia de conocimientos se realizaba de diversas formas,
entre ellas, las fiestas en que se danzaba y se representaban
historias como una manera de transmisión y preservación de la
cultura; es decir, se teatralizaban mitos y leyendas por medio del
canto y del baile. Una forma prehispánica que integraba todas las
artes era el taki, una representación conformada por canciones,
danzas, etc., que practicaban las culturas originarias del Perú en el
Tahuantinsuyo y en la época preincaica. Mediante dicha
representación, contaban historias, relataban mitos y celebraban
rituales a los apus y a la Pachamama, en las que pedían por la
reproducción de animales, la abundancia de las cosechas, entre
Martin
otros. Los takis se prohibieron en la época colonial bajo pena de
Vizcarra castigo (azotes, encierro y hasta la muerte), como medida para
acabar con la revolución de Túpac Amaru II (año 1781), quien se
sublevó contra los españoles. Muchas danzas modificaron sus
vestuarios, utilizando prendas de origen español. Varias danzas de
nuestros ancestros se siguen practicando hasta la actualidad en
fiestas costumbristas, recreando la música y vestimenta originaria
de la cultura inca, así como los aportes de otras culturas.