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Los Negritos de Huánuco es una danza tradicional del Perú que se ha practicado durante

siglos en la región de Huánuco, en la sierra central del país. Esta danza es una
representación de la diversidad cultural y étnica del Perú, ya que combina elementos de la
cultura afroperuana con influencias indígenas y españolas.

La historia de los Negritos de Huánuco se remonta a la época colonial en el Perú, cuando


los esclavos africanos llegaron al país como parte del comercio de esclavos. Los africanos
y sus descendientes aportaron significativamente a la riqueza cultural peruana con sus
tradiciones musicales, de danza y religiosas. La danza de los Negritos de Huánuco es un
ejemplo de cómo estas influencias se mezclaron con las tradiciones locales.

La danza de los Negritos de Huánuco se lleva a cabo durante las festividades religiosas y
cívicas en la región, como la Fiesta de San Juan, la Fiesta de Santiago y otras
celebraciones locales. Los bailarines visten trajes coloridos y máscaras que representan a
los negros africanos. Los trajes suelen incluir ropa brillante, lentejuelas y adornos que
reflejan la influencia española. La música que acompaña la danza es interpretada con
instrumentos tradicionales, como cajones, quijadas, guitarras y flautas.

La coreografía de la danza de los Negritos de Huánuco es alegre y enérgica, con


movimientos rápidos de los pies y saltos. Los bailarines a menudo interactúan con el
público y realizan pasos y giros elaborados. La danza es una representación alegre y
festiva de la cultura y la historia de la región.

A lo largo de los años, los Negritos de Huánuco se han convertido en una parte
importante de la identidad cultural de la región y siguen siendo una expresión viva de la
diversidad étnica y cultural del Perú. Esta danza es un recordatorio de la contribución de
los africanos y sus descendientes a la riqueza cultural del país y una celebración de la
herencia multicultural del Perú
El baile de los Negritos, una de las danzas más populares del centro peruano – Huánuco
-, nos habla con ironía del rigor de la colonia, aquel tiempo en que los esclavos cultivaban
caña en las haciendas huanuqueñas. Sin embargo, por esos curiosos quiebres que dan
las tradiciones, ha pasado a ser un festivo modo de expresar cariño al Niño Jesús. Las
cofradías de los «negritos» salen a recorrer la ciudad, luciendo sus máscaras y sus
mejores galas. En el elenco de danzantes destacan los corochanos, personajes que
representan a los caballeros españoles, pero con aires bufonescos.

Sus inicios se pierden en el año de la colonia cuando los hombres de color fueron traídos
al Perú desde Cafre y otros pueblos del África para los trabajos en las haciendas, la
minería y los conventos. Es muy importante señalar el Decreto promulgado por Ramón
Castilla sobre la libertad de los negros el 13 de diciembre de 1854. A partir de esta fecha,
conjugando el nacimiento del Niño Dios, las cofradías nombre que proviene del lugar de
origen desde donde fueron traídos, organizados con muchas limitaciones en las
haciendas, hicieron su aparición en las calles. Los danzantes al son afroide del bombo
visitaban los nacimientos y las iglesias. Allí bailaban y bebían. Los dueños de los
nacimientos en recompensa les invitaban huarapo, shacta, años después el locro. Así lo
hicieron los años sucesivos y de esta manera se institucionalizó el baile y Danza de los
Negritos. Con el correr de los años los hombres de color fueron exterminándose, por lo
que tuvieron que ser reemplazados por los mestizos y luego por lo blancos. Como la
danza era de los negritos, éstos tuvieron que confeccionarse máscaras.

ORIGENEl 15 de noviembre de 1820, en Huánuco, se realizo la juramentación de la Independencia


del Perú. Años antes y posteriormente a la fecha citada, el pueblo huanuqueño jugó un papel
preponderante, en la lucha por la emancipación. En 1812, en la provincia de Ambo, se enfrentaron
de Tres a Cuatro Mil hombres al ejército español, librándose una batalla en la que fueron
derrotados los patriotas. Los caudillos condenados a muerte y sus bienes confiscados. Años
después, lucharon en las batallas de Junín y Ayacucho, siendo Huánuco el lugar de
aprovisionamiento al ejército, gracias a su estratégica posición geográfica. De 1821 a 1824,
actuaron las guerrillas campesinas, entre Huánuco y Yauli, con participación del pueblo indígena
para mantener la independencia, incluso la comunidad de Huacar, cedió sus tierras al Estado para
ayudar económicamente al ejército peruano comandado por Bolívar. El 3 de noviembre de 1854,
el Mariscal Ramón Castilla, promulga la Ley de Libertad a los esclavos negros. Estos, en multitud
se retornaron a sus lugares de origen. Esta ley dio origen, al nacimiento de una danza, que se
propagó a los lugares muy apartados del Perú. Actualmente, es bailada por hombres de
ascendencia indígena, pero con el mismo contenido histórico – social. Relatando sus penurias y la
liberación de los esclavos negros, como recuerdo de su descendencia. Se baila en muchos pueblos
del Perú, bajo diferentes nombres: Morenada, Negrería, Pachawuara, Negros viejos, Rey Moreno,
Negritos, etc. Esteban Pavletich, sostiene que la danza “Los Negritos de Huánuco” tuvo su origen,
en los galpones de los esclavos. Salió a las calles, cuando llegó de Huancayo la noticia de la
liberación de los negros. Por ellos, se celebra en los últimos días de diciembre, coincidiendo con la
fiesta de Navidad. La danza de “Los Negritos de Huánuco“, que representa diversos pasajes de la
vida de los esclavos negros, desde su llegada en el siglo XVI y durante la Colonia, hasta su
liberación, se baila desde el 24 de diciembre hasta el 6 de enero en homenaje al niño Jesús.

Mientras tanto, José Varallanos (1987) afirma que la Danza de los Negritos, nació en la Colonia “en
las ciudades y villas de encomenderos y acaudalados propietarios de esclavos”. Porque los negros,
mulatos imitaban los bailes, danzas y música de sus amos, practicando en los galpones, corrales y
las plazas públicas. En la época de la Colonia los nobles, daban libertad provisional a sus esclavos
durante los días de Navidad. Éstos, para ganarse el sustento, recorrían calles visitando
Nacimientos en las casas de los nobles y, vestidos de gala, con ropa en desuso que les regalaban
los amos, bailaban y cantaban ante el Niño Jesús, a cambio de la comida y bebida que les ofrecían
los señores. Los Caporales y Pampas, nacieron en los fundos. Pero la escenificación de la danza
misma, era una simulación al problema de la esclavitud por la masa indígena, que se identificaba
con los negros. Por la similitud de sus problemas y, como también sufrían castigos y
humillaciones, la danza, les serviría como válvula de escape, para manifestar su descontento y
protesta ante el yugo español. Como quiera que, en el imperio de los incas la iniciación de los
príncipes, se celebró con fiestas y regalos, desde la Colonia hasta nuestros días, se rinde
homenaje al Niño Jesús . Representado por una bella imagen de madera tallada y policromada,
con evidente ascendencia española. Lujosamente vestida, con ropajes de terciopelo, bordados
con hilos de oro y plata, a través de la danza. Actualmente la de “Los Negritos de Huánuco”, ha
sufrido numerosos cambios desde su origen. Se ha enriquecido con los acontecimientos históricos
locales, como iremos viendo en el estudio del vestuario de los personajes que forman la cuadrilla.
Los Negritos de Huánuco es una danza tradicional que se origina en la región de
Huánuco, Perú. Esta danza es una representación cultural que combina elementos
indígenas, africanos y españoles, y tiene una rica historia que refleja la diversidad étnica y
cultural de la región.

La danza de Los Negritos se realiza durante festivales y celebraciones, especialmente en


honor a la Virgen del Carmen. Los participantes se visten con trajes coloridos que
incluyen máscaras de madera decoradas con rasgos exagerados, como grandes labios y
ojos, que evocan a los esclavos africanos traídos a América durante la época de la
colonia. Estas máscaras se asemejan a las máscaras africanas tradicionales y son una
característica distintiva de la danza.

La coreografía de Los Negritos es enérgica y alegre, con movimientos que imitan la danza
y el trabajo de los esclavos africanos. Los bailarines golpean palmas y zapatean al ritmo
de la música, que generalmente incluye tambores y otros instrumentos tradicionales.

La danza de Los Negritos es un ejemplo de la influencia cultural y la mezcla de tradiciones


que caracterizan a muchas danzas peruanas. A lo largo de los años, ha evolucionado y se
ha adaptado, pero sigue siendo una parte importante de la identidad cultural de Huánuco
y una forma de preservar y celebrar la herencia africana en la región.

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