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ODA A UN RUISEÑOR

1. Contexto histórico – literario


Keats es uno de los representantes de la poesía romántica inglesa.
El Romanticismo es un movimiento ideológico y cultural del siglo XIX caracterizado por la
libertad artística. La Revolución Francesa (1789) sienta las bases de este movimiento con las
ideas de libertad, igualdad y fraternidad.
- El liberalismo se convertirá en la gran doctrina del siglo XIX.
- Exaltación de los valores nacionales durante el Romanticismo.
- El Romanticismo se caracteriza por aspectos como la libertad artística, el rechazo de toda
norma, la rebeldía, la evasión en el tiempo y en el espacio, el individualismo y subjetivismo, la
presencia de una naturaleza que refleja los sentimientos del poeta.
- Dentro de la poesía romántica inglesa podemos diferenciar:
• Los poetas de los lagos:
o Wordsworth, con una poesía que se centra en el análisis del yo, la meditación solitaria y
la emoción producida por la contemplación de la naturaleza.
o Coleridge, que destaca por su “Balada del viejo marinero”, que cuenta la historia de un
marinero que fue castigado por matar a un albatros con la muerte de toda su
tripulación.
• Poetas rebeldes o satánicos. A este grupo pertenecería Keats. También se encuentran:
o Lord Byron. Crea personajes marginados y rebeldes. Destaca su poema Caín, donde se
critica la injusticia divina por elegir a Abel y no a Caín.
o Percy B. Shelley, que compuso Adonais, que es una elegía por la muerte de Keats, en la
que hay una aceptación serena de la muerte.

2. Producción literaria de Keats


Keats pertenece al grupo de los poetas rebeldes o satánicos. El grupo fue llamado así porque sus
componentes hicieron de su vida y su obra un acto de rebeldía contra la sociedad y moral de la
época. Keats se caracteriza por su llamada “capacidad negativa”, que consiste en experimentar
sensaciones misteriosas, dudas e incertidumbres, sin buscar el hecho y la razón.
Entre sus composiciones destaca “Endimión”, en la que el protagonista busca a su amada Diana
(diosa de la luna). Endimión se enamora de una mujer terrenal, cometiendo así una especie de
infidelidad hacia la diosa, si bien acaba por descubrir que la diosa y la mujer eran la misma
persona.
También escribió “Hiperión”, que retrata la derrota de los Titanes y la llegada de los dioses
Olímpicos.
Sin embargo, Keats va a destacar por sus odas. En ellas sobresale el tema de la naturaleza, que se
considera un medio de expresión de los sentimientos del alma y del sentido trascendente de la
vida. El contraste entre la eternidad de la belleza y la fugacidad de la vida humana se convierte
en el tema central de sus odas.
“Oda a una urna griega”. Trata sobre el poder inmortalizador de la belleza, manifestado en las
producciones artísticas que elaboraron los antiguos griegos. Hay un contraste entre las cenizas
de los muertos que contienen las urnas y la estética inmortal de esas urnas.
“Oda a un ruiseñor”. Confronta el sufrimiento humano con la inmortalidad del canto del ruiseñor.
Todo ello expresado desde un estado de sueño, que nos recuerda al poema “Kubla Khan” de
Coleridge. El autor no siente envidia del ruiseñor pero sí admite su dolor cuando observa el
exceso de alegría que le infunde con su canto. Vemos aquí la relación paradójica entre el placer y
el dolor. El poeta quiere huir de la angustia humana, de las canas, de la tristeza. Pretende
conseguir el placer para buscar la belleza( el canto del ruiseñor). Quiere el vino de Hipocrene.
Keats se sitúa, en su fiel creencia: el ruiseñor, como la urna, son voces de la eternidad que buscan
«arrancamos del pensar».
“Oda a Psique”. Nos presenta un ambiente pastoril en el que tiene lugar la relación entre Psique y
Cupido. Nos hace reflexionar sobre el sufrimiento de los amantes, y su posterior unión en los
cielos tras un periodo de dolor y separación en este mundo.
“Oda al otoño”, en la que el otoño es visto no ya como estación de deterioro y muerte, sino como
un instante de plena madurez y esplendor.

3. Estructura y análisis de la obra


Esta Oda es resumen de la juventud feliz del poeta. Nos encontramos con numerosas referencias
al mundo griego.
Se caracteriza por un “yo” lírico, representado en los árboles, mientras que la palabra poética se
utiliza para reunirse con el ruiseñor que allí canta. Compara la naturaleza eterna y transcendental
de los ideales con la fugacidad del mundo físico.
La oda está compuesta de 8 estrofas compuestas cada una por 10 versos de arte mayor. La rima
es libre.

1ª estrofa: El poema comienza con la presencia de la 1ª persona, el yo lírico característico del


Romanticismo, que nos presenta una situación de gozo.
Acude a las comparaciones con el opiato y el Leteo (río del que se bebía para olvidar los dolores).
El corazón le duele por esa mezcla de sentimientos, en el que junta la vida con la muerte.
“(…) ligera dríade alada de los árboles, en algún melodioso lugar de verdes hayas e innumerables
sombras brota en el estío tu canto enajenado.”

2ª estrofa: El autor no siente envidia del ruiseñor, el cual, es libre e inmortal, pero sí admite su
dolor cuando observa el exceso de alegría que la difunde en su canto. Por eso, hay una relación
entre el placer y el dolor. Pretende buscar la belleza representada por el canto del ruiseñor. Para
conseguirlo, bebe el vino de la ruborosa Hipocrene.
“(…) la mismísima, ruborosa Hipocrene, ensartadas burbujas titilando en los bordes, purpúrea la
boca: si pudiera beber y abandonar el mundo inadvertido y junto a ti perderme por el oscuro
bosque!”
3ª estrofa: El poema adopta un tono diferente, ya no es todo placer, y además se observa la
dolorosa reflexión del autor sobre lo que ocurre en la vida real. Su deseo se opone a la realidad,
es decir, su deseo de mantenerse inmortal como el ruiseñor. Se opone a la realidad que es su
envejecimiento y que representa con metáforas como “tristes canas”.
Aparece la melancolía como tono general del poema.
4ª estrofa: Nos enseña que la única forma de unirse con el ruiseñor, se da gracias a la poesía,
como nos dice con la metáfora “poéticas alas”.

5ª estrofa: El autor hace referencia a la vida de la naturaleza, que cuando llega mayo florecen
los brotes.
“(…) pero en la embalsamada oscuridad presiento cada uno de los dones con los que la estación
dota a la hierba, los árboles silvestres, la espesura: (…) violetas recubiertas de hojas y el primer
nuevo brote de mediados de mayo,(…).”

6ª estrofa: La muerte ya tiene un sentido pleno. Nos muestra a lo largo de los 10 versos, que se
dirige hacia ella según pasa el tiempo, es decir, está en una fase de tránsito.
Utiliza una antítesis, “morir parece dulce”, en la que expresa la muerte como indolora.

7ª estrofa: Morir para el poeta es la plenitud.


De nuevo en esta estrofa, aparece un juego de contrarios entre lo mortal y la inmortalidad.
También nos muestra que el canto del ruiseñor que él oye, la noche esconde a todos los cantos del
ruiseñor pasados y futuros.
“¡No conoces la muerte, Pájaro inmortal! (…).”

8ª estrofa: El poeta, en esta última estrofa, siente que recae sobre sí mismo desvaneciéndose y,
por tanto, el canto del ruiseñor se va desvaneciendo como si hubiera sido un sueño, o como si
hubiera muerto...
Hay un paralelismo, porque utiliza palabras de despedida como “Olvidadas” y “Adiós” en los 5
primeros versos.

4. Contenido del fragmento y relacionarlo con la totalidad de la obra


Eternidad de la belleza
En ambos poemas destaca una idea principal, que es el contraste entre la inmortalidad de la
belleza y la caducidad de la vida humana. En una oda esa belleza está representada por la urna
griega y en la otra oda por el canto del ruiseñor.
En la “Oda a una urna griega” esa eternidad de la belleza se manifiesta en las representaciones
de la urna. Señala de hecho que las historias que puede plasmar la urna son más dulces que sus
propios versos.
Hay un contraste entre la eternidad de la urna y la mortalidad humana, una contraposición entre
la belleza inmortal del arte y la fugacidad de la vida humana. La urna sobrevivirá a las angustias
humanas. De hecho, la propia urna dice al final: “la belleza es verdad y la verdad belleza.”
En la “Oda a un ruiseñor” la eternidad de la belleza se manifiesta en el canto del ruiseñor. El
canto se ensalza desde el principio cuando manifiesta que tanta felicidad sonora le duele, no por
envidia sino por sobreabundancia de gozo. Como romántico, quiere alejarse del mundo y perderse
con el ruiseñor por el bosque en penumbra. El poeta quiere morir escuchando ese canto melodioso.
La caducidad humana contrasta con la inmortalidad del ruiseñor, cuyo canto es escuchado desde
los tiempos antiguos e incluso en tierras de leyenda ya olvidadas.
Naturaleza

- En ambos poemas aparece el tema de la naturaleza. En la “Oda a una urna griega” se habla de
hojas floreadas, de los valles de la Arcadia, y de varones y doncellas labrados junto a hierbas y
ramas.
- En la “Oda a un ruiseñor” la importancia de la naturaleza se manifiesta en los frondosos
abedules donde se esconde el ruiseñor, en su deseo de beber el vino que conserva el sabor de
praderas, o en el arroyo tranquilo donde se va diluyendo el canto del ruiseñor.
- El protagonismo de la naturaleza se da también en “Kubla Khan” de Coleridge.
Evasión romántica
En la “Oda a un ruiseñor” aparece el tema de la evasión romántica, ya que el poeta quiere alejarse
del mundo, quiere huir de la fiebre, del hastío, de la angustia, de los gemidos de los hombres, de
la juventud marchita, donde pensar significa tristeza y la Belleza pierde su esplendor.

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