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Rima IV de Bécquer (página del libro 210, versión recortada ): lectura de la poesía

https://www.youtube.com/watch?v=nKcGzH0K-KY

Sempre ci sarà poesia


GUSTAVO ADOLFO BECQUER

RIMA IV

Non dite che esaurendo il suo tesoro,


di argomenti priva, ammutolì la lira;
potranno non esserci poeti; ma sempre
ci sarà poesia.

Finché le onde al bacio della luce (parte mancante nel nostro libro)
palpiteranno ardenti,
finché il sole le frastagliate nuvole
con fuoco e oro visiterà,
finché l’aria nel suo grembo porterà
profumi e armonie,
finché nel mondo ci saranno primavere,
ci sarà poesia!

Finché l’umana scienza non scoprirà


le sorgenti della vita,
e nel mare o nel cielo ci sarà un abisso
che al calcolo resista,
finché l’umanità sempre in cammino
non saprà dove sta andando,
finché ci sarà un mistero per l’uomo,
ci sarà poesia!

Finché si sentirà ridere l’anima,


senza che le labbra ridano;
finché si piangerà, senza che il pianto arrivi
a rannuvolare la pupilla;
finché il cuore e la testa
continueranno la loro battaglia,
finché ci saranno speranze e ricordi,
ci sarà poesia!

Comentario a la Rima IV

Estamos ante un poema sorprendente y posromántico. Bécquer reflexiona, argumenta y


defiende, a la manera poética, la prevalencia y pervivencia de la poesía. Ésta es vista
como un modo de entender la realidad (metonimizado en la naturaleza y la primavera),
como un instrumento de comprensión del hombre, o como un procedimiento de
aprender la esencia del sentimiento amoroso. De modo que el poema no sólo expresa la
fe en la poesía, sino que razona persuasivamente en pro de su permanencia eterna.
Como en muchas ocasiones en Bécquer, el yo poético establece un diálogo en sordina
con los propios lectores. Queda claro en el primer verso: “No digáis que agotado…”,
en el que apela a un vosotros, que somos nosotros, lectores y compañeros de viaje de la
existencia y de la afición a la poesía. La primera estrofa posee un carácter apodíctico,
casi reivindicativo. Los dos últimos versos de la estrofa nos lo recuerda: “Podrá no
haber poetas; pero siempre / habrá poesía”. Precisamente, el último verso funcionará
como estribillo de todo el poema, cerrando cada una de las estrofas; es un modo de
reivindicar la continuidad de la poesía.

¿Y por qué la poesía siempre permanecerá? En cada una de las estrofas aporta una
razón: por ejemplo nos recuerda la belleza y variedad de la naturaleza, no fácilmente
entendible por los sentidos.

Construcción del poema, como siempre es cuidada, delicada, aparentemente sencilla y


comunicativamente eficaz: cinco estrofas de ocho versos en una combinación de
endecasílabos y heptasílabos, con rima asonante en los pares (romanceada, por tanto).

Los procedimientos paralelísticos (la anáfora inicial con “Mientras” al principio del
primer verso de cada estrofa y después en el verso cinco (lo que nos recuerda el célebre
poema gongorino) imprimen una cadencia melodiosa. Las metonimias juegan un papel
de primer orden; así, en presentación sucesiva encontramos en cada estrofa: la propia
poesía (“lira”), elementos de la naturaleza (“sol, nubes, aire”), componentes del
razonamiento (“ciencia, cálculo, misterio”), reacciones emocionales inexplicables
(ríen, lloran, corazón, cabeza”), e indicadores del amor (“ojos, labio, alma, mujer”).

Otro elemento importante es el metaliterario, porque a lo largo de todo el poema se


subraya y habla de la importancia de la poesía. El poeta subraya como a través de la
poesía se puede entender la naturaleza, la vida, el amor y otros sentimientos y
elementos que nos acercan al misterio mismo de la existencia.

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