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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTO UAPA

SANTO DOMINGO ZONA ORIENTAL

PARTICIPANTE
Nathalie Pérez de León

MATRICULA
15-0531

CARRERA
DERECHO

Facilitadora:

Francisco Vázquez
ASIGNATURA:

Derecho notarial

TEMA:
Tarea IV
Introducción

Desde siempre, los notarios han tenido atribuciones que son


exclusivas del notario público y los modos en que se puede
comprometer su responsabilidad en el ejercicio de sus funciones,
dando ejemplo de distintas situaciones jurídicas.
Facultades del notario público.

Los notarios están comprometidos con el fortalecimiento de la


seguridad jurídica. Sus actuaciones se caracterizan por la
imparcialidad, confiabilidad, eficiencia, eficacia y apego irrestricto a
las normas que integran el ordenamiento jurídico nacional.

El artículo 51 de la ley 140 dispone: “En los términos y alcances de


la presente ley se consideran asuntos comprendidos en la facultad
exclusiva del notario, mediante el ejercicio de su fe pública:
1) Todos aquellos en los que haya o no controversia judicial de
carácter privado y los interesados le soliciten que haga constar bajo
su fe y asesoría los acuerdos, hechos y situaciones de que se trate.

2) La instrumentación o levantamiento del acta de embargo de


cualquier naturaleza; dicha acta, además de las menciones propias,
contendrán las enunciaciones establecidas al respecto por el
Código de Procedimiento Civil;

También tienen que ver con La instrumentación o levantamiento del


proceso verbal relativo a los desalojos, lanzamientos de lugares,
protesto de cheques, fijación de sellos y puesta en posesión del
administrador judicial provisional.

Responsabilidad notaria

La responsabilidad del notario se fundamenta en dos


principios: 1) En relación directa con el estricto y fiel cumplimiento
del oficio notarial que debe desempeñar  el notario, cumpliendo con
todos los deberes generales que le impone la función y 2) en
referencia a la responsabilidad que debe tener el notario ante las
personas que le solicitan sus servicios, a quienes no puede
defraudar la confianza que en él hayan depositado; ya que en el
caso de defraudarla, la consecuencia es que se le hace
responsable por los daños y perjuicios provocados.

Esta responsabilidad obedece al deber de obrar conforme a las


normas propias de la función notarial.

Civil, penal y disciplinaria

Responsabilidad civil

La responsabilidad civil es la obligación de reparar y satisfacer por


sí o por otro, las consecuencias injustas de una conducta contraria
a derecho, o bien reparar un daño causado sin culpa, pero que la
ley pone a cargo del autor material de este daño.

También como la responsabilidad resultante de los daños y


perjuicios ocasionados a terceros por incumplimiento de la propia
Ley del Notariado, o la responsabilidad en que incurre el notario por
el mal desempeño de sus funciones, según dispongan las leyes
generales.

Tipos de responsabilidades civiles del notario:

1.- Tipo contractual.
2.- Tipo extracontractual.

Para que se dé una o la otra se tiene que combinar estos tres


elementos:

a)      Que haya antijurídica, es decir, la violación de un deber legal, por


acción u omisión del notario;

b)     Que haya culpa o negligencia de parte del notario; y

c)      Que se cause un perjuicio o daño.


Habrá responsabilidad civil cuando el notario, faltando a los deberes
propios de su actividad incumpla obligaciones que tengan origen
convencional o legal, por acción u omisión, culposo o doloso, y que
la misma produzca un daño que le sea imputable según las reglas
de la causalidad.

La responsabilidad civil en que incurre el notario, señala Pérez


Fernández del Castillo, nace de la abstención o actuación ilícita, con
culpa o no, que dé lugar a uno de los siguientes supuestos:

1.- Por causar daños y perjuicios al abstenerse, sin causa justa, de


autenticar por medio de un instrumento público un hecho o un acto
jurídico.

2.- Por provocar daños y perjuicios en virtud de una actuación


notarial morosa, negligente o falta de técnica notarial.

3.- Por causar daños y prejuicios por la declaración judicial de


nulidad o inexistencia de un acta o escritura pública.

4.- Por originar daños y perjuicios al no inscribir o inscribir


tardíamente en el Registro Público, una escritura pública o actas
que sean inscribibles, cuando haya recibido de su cliente para tal
efecto, los gastos y honorarios.

5.- Por el daño material o moral causado a la víctima o a su familia


en la comisión de un delito.

Los arts. 19, 20 y 59 de la Ley 301 del Notariado penalizan al


notario por los daños y perjuicios ocasionados por su violación,
pudiéndose actuar contra él por su incumplimiento del art. 9 de la
misma ley y, así mismo, de conformidad con la responsabilidad
común dentro de los términos de los arts. 1382 y siguientes del C.C.

Responsabilidad penal

La responsabilidad penal es la que asume el notario al redactar los


actos notariales incurre en falsedad y otros delitos conexos,
haciendo constar situaciones de derecho y de hecho que en
realidad no existen, o aprovechándose de su función en beneficio
propio o ajeno.
Este tipo de responsabilidad es la derivada de una actuación
delictuosa de parte del Notario durante el ejercicio propio de la
función notarial, puesto que, también, responderá a otras
actuaciones delictuales en su posición de simple ciudadano. Hay
que entender que el hecho de ser notario no entraña de por sí
ningún tratamiento distinto del común de las personas.

La responsabilidad penal está fundada en la necesidad de


sancionar una conducta contraria a derecho.

Las características de la responsabilidad penal de los notarios


puede tener una agravación especial en la penalidad, con
derogación de la regla “Non bis in idem”, pues además de la
sanción penal puede ser objeto de una penalidad corporativa, es
decir una sanción disciplinaria del Colegio de Notarios.

La razón de la agravación de la penalidad radica en que el Notario


delincuente, no sólo lesiona intereses públicos y particulares
directamente afectados, sino los de la institución que los agrupa o
Colegio de Notarios, que siempre quedan salvaguardados con
castigo penal, si el Notario condenado ha de seguir formando parte
de aquella. Por eso el gremio notarial reacciona, además, con su
penalidad disciplinaria llegando incluso a la expulsión o separación
del delincuente.

Algunas infracciones:

La falsedad en escritura pública o privada contemplada en los arts. 145


y siguientes del Código Penal y 239 y 240 del Código de
Procedimiento Civil;

La estafa o fraude sancionado por el art. 405 del Código Penal;

El abuso de confianza que penaliza el art. 406 del Código Penal.

Además, quedan comprendidos dentro de las violaciones que la ley


castiga como crimen o delito, las actuaciones notariales que
traspasen los límites de los arts. 6, 20, 24, 29, 39, 40, 53, 59 y 60 de
la Ley 301 sobre el Notariado.

Responsabilidad disciplinaria
Es la responsabilidad derivada del incumplimiento de la Ley del
Notariado o disposiciones que regulen la actuación propia del
notario y de la función notarial, es decir, cuando se falta a los
deberes de la profesión, a la ética profesional o se atenta en contra
del prestigio y decoro del oficio.

La reglamentación disciplinaria s la descripción legal de la ética y


los principios que debe observar quien ejerce una actividad o
profesión. Cuando dichos postulados son infringidos, se incurre en
responsabilidad disciplinaria, sin perjuicio que tales
comportamientos a la vez, pueden comprometer a su autor en otras
responsabilidades, como la penal y la civil.

Algunas violaciones disciplinarias:

Contravenir las prohibiciones e incompatibilidades de su ejercicio;

Desconocer el derecho y se extralimita en sus funciones;

Omitir el cumplimiento de los deberes ético-jurídicos establecidos en la


ley.

Según la intención del contraventor las faltas disciplinarias pueden


ser de dos tipos: dolosa o culposa.

Dolosa: Cuando se actúa con “una conducta deliberada, voluntaria,


intencional, para producir un resultado ilícito”.

Culposa: “La falta proviene de la imprudencia, la imprevisión, la


negligencia, la impericia o la violación de reglamentos e
instrucciones, por ejemplo, cuando el notario infractor omite el
cumplimiento de los requisitos formales o sustanciales previstos en
las normas legales, presta una asesoría descuidada o negligente,
no cumple con sus obligaciones civiles, comerciales, laborales o
administrativas, abandona injustificadamente el cargo, o viola
normas sobre prohibiciones, impedimentos o incompatibilidades.”

Sanción

Art. 8.- Los Notarios serán juzgados disciplinariamente por la


Suprema
Corte de Justicia constituida en Cámara Disciplinaria, pudiendo
aplicar como penas, multas que no excedan de Quinientos pesos
oro (RD$ 500.00) y suspensión temporal que no pase de dos años o
la destitución, según la gravedad del caso. Se entiende por falta
para los efectos del presente artículo todo hecho, actuación o
procedimiento que un Notario realice en el ejercicio de sus
funciones o con motivo de éste, o prevaliéndose de su condición de
Notario, no penados por ninguna otra ley, y que a juicio de la
Suprema Corte de Justicia y para la conservación de la moralidad
profesional, necesite ser corregida en interés del público.

Art. 61.- Los Notarios solo podrán ser destituidos por la Suprema


Corte de Justicia. La destitución se aplicará: 1ro. Por inconducta
notoria; 2do. Por faltas graves en el ejercicio de sus funciones que
no estén previstas en la presente Ley; 3ro. Cuando el Notario
hubiere sido condenado más de tres veces en un año, por
infracciones a la presente ley; 4to. Cuando la destitución es
pronunciada por la Ley

Asimismo, en la parte final del art. 24 de la Ley del Notariado se


previene al notario sobre la posibilidad de ser destituido cuando
ejecute en forma incorrecta la salvedad de las enmiendas o por
interlineados u otros defectos en la redacción de actos auténticos,
siempre  que sean como consecuencia de fraude; en caso contrario,
la amenaza de una pena de multa de cien pesos (RD$100.00) sería
suficiente.
Conclusión
En cuando que existe responsabilidad civil extracontractual Cuando
el notario por negligencia o por dolo haya dado a particulares; y es
responsabilidad civil contractual cuando el daño haya sido producto
de la omisión o negligencia ante los otorgantes y haya repercutido
en un daño
Finalmente vale específicamente que, para eximir de
responsabilidad civil al notario es necesario que la prueba debe ser
ofrecida por el propio notario: no basta la simple invocación del
artículo 55 decreto legislativo del notariado.

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