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UNIVERSIDAD DE CHICLAYO

UDCH
TEMA : Patrimonio familiar , Tutela , curatela y consejo
de familia.

FACULTAD : Derecho

CURSO : Derecho de Familia

CATEDRATICO : Dr.

CICLO : V

GRUPO : N°07

INTEGRANTES :
 CAMPOS ALEGRIA, Gilmer.
 LICHAN HERRERA, Fanny.
 RIOS DAMIAN, Fiorella Carola.
 SANCHEZ CELIS, Mirtha.
 TUCUNANGO VASQUEZ , Fanny
 VILLALOBOS BUSTAMANTE, Telmo.

CHICLAYO – 2017
INDICE

CAPITULO I
PATRIMONIO FAMILIAR
1.1 DENOMINACIÓN
1.2 ANTECEDENTES DE LA INSTITUCION EN EL PERÚ
1.3 DEFINICIÓN
1.4 NATURALEZA JURÍDICA
1.5 CARACTER DEL PATRIMONIO FAMILIAR
1.6 FINALIDAD
1.7 BASE LEGAL
1.8 ELEMENTOS
1.9 PRINCIPIOS QUE INSPIRAN EL PATRIMONIO FAMILIAR

1.10 CONSTITUCION DE PATRIMONIO FAMILIAR

1.10.1 EFECTOS DE LA CONSTITUCION DEL PATRIMONIO FAMILIAR

1.10.2 PERSONAS QUE PUEDEN CONSTITUIR PATRIMONIO FAMILIAR


1.10.3 LIMITACIÓN PARA CONSTITUIR UN PATRIMONIO FAMILIAR

1.10.4 REQUISITOS PARA CONSTITUIR PATRIMONIO FAMILIAR

1.11 ADMINISTRACIÓN DEL PATRIMONIO FAMILIAR

1.12 CESE DE LA CONDICIÓN DE BENEFICIARIO

1.13 CAUSALES DE EXTINCIÓN DEL PATRIMONIO FAMILIAR

1.14 DECLARACIÓN E INSCRIPCIÓN DE LA EXTINCIÓN DEL PATRIMONIO FAMILIAR

1.15 MODIFICACIÓN DEL PATRIMONIO FAMILIAR

CAPITULO II

LA TUTELA Y LA CURATELA

2.1.- LA TUTELA
2.1.1- CONCEPTO
2.1.2. CLASES DE TUTELA
2.1.3.-REQUISITOS PARA EL EJERCICIO DE LA TUTELA
2.1.4.-FACULTADES PARA NOMBRAR TUTOR
2.1.5.-IMPEDIMENTOS DE SER TUTORES ART.515 CC.
2.1.6.-OBLIGACIONES O DEBERES DEL TUTOR.
2.1.7.-EXTINCIÓN DE LA TUTELA.
2.1.8.-CESE DEL CARGO DEL TUTOR.
2.2 - LA CURATELA
2.2.1. Reseña histórica
2.2.2. Concepto
2.2.3. Caracteres jurídicos
2.2.4. Clases de curatela
2.2.5. Funciones del curador
2.2.6. Funciones del curador especia
2.2.7. Curador designado por el Consejo de familia
2.2.8. Extensión y límites sobre la curatela

CAPITULO III
EL CONSEJO DE FAMILIA
3.1.- DEFINICIÓN
3.2.- NATURALEZA JURÍDICA
3.3.- CARACTERÍSTICAS DEL CONSEJO DE FAMILIA
3.4.- COMPOSICIÓN DEL CONSEJO DE FAMILIA
3.5.- FORMALIDADES PARA LA FORMACIÓN DEL CONSEJO DE FAMILIA
3.6.- ATRIBUCIONES DEL CONSEJO DE FAMILIA
3.7.- CLASIFICACIÓN DEL CONSEJO DE FAMILIA
3.8.- NORMA COMPETENTE
3.9.- IMPEDIMENTOS DE LOS MIEMBROS DEL CONSEJO DE FAMILIA
3.10.- TERMINACIÓN DEL CARGO

CAPITULO IV

CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFIA
INTRODUCCION

El propósito del presente trabajo es retomar las figuras jurídicas del patrimonio
de familia, tutela, curatela y consejo de familia que nuestro código civil lo
contempla.
El patrimonio familiar que a pesar de tener efectos positivos al ser una garantía
mediante la cual protege la seguridad de un bien que es propiedad de la familia
contra embargos en el presente y futuro y también contra miembros de la
misma que pretendan despilfarrar los bienes afectos a la misma, su uso es casi
nula o nula ya que ningún jefe de familia ha acudido a provocar la actividad
jurisdiccional con el motivo de constituir el patrimonio de familia ya sea de
manera voluntaria o en su defecto de manera forzosa.
Sin embargo el gran interés del Estado por proteger a la familia se evidencia en
el amparo y garantía de la patria potestad que los padres van a ejercer para
proteger la persona y bienes de sus hijos, actuando en su representación
durante su minoría de edad, y aun cuando mayores, si adolecieran de alguna
incapacidad; pero, en ciertas ocasiones esta patria potestad podría verse
limitada o extinguida, ante lo cual será necesaria la suplencia de las funciones
que debían desempeñar los padres, ya sea mediante el nombramiento de un
tutor, un curador o con la conformación de un consejo de familia.
En ese sentido no sería correcto decir que el consejo de familia es una
institución supletoria de amparo familiar, sino más bien un instituto de control y
de vigilancia de las que si son instituciones supletorias de amparo familiar, esto
es, la tutela y curatela.
CAPITULO I

PATRIMONIO FAMILIAR

1.1 DENOMINACIÓN

Es conocida con las siguientes denominaciones: Bien de familia, hogar de


familia, asilo de familia, homestead (Derecho Anglosajon), finca de familia.

1.2 ANTECEDENTES DE LA INSTITUCION EN EL PERÚ

El 14 de noviembre de 1900 se dictó una ley autorizando la venta de


inmuebles por mensualidades en cuyo artículo 9 expresa “no es materia de
embargo la suma que por amortización del precio del inmueble hubiese
pagado el comprador, salvo el caso de responsabilidad criminal. Tampoco
lo será el inmueble una vez pagado totalmente su precio durante la vida del
comprador, de su cónyuge e hijos menores de edad o mujeres no casadas,
a menos de que se trate de créditos contraídos para reparar o mejorar el
inmueble mismo.

Luego se disto la Ley 3022, del 28 de diciembre de 1918, sobre venta a


plazos de casas para obreros y empleados públicos con sueldos menores
de s/. 150.00 mensuales. En ella se establece que no podrá ser vendida la
casa en tanto no hubiera sido pagada declarándose el mismo privilegio de
inembargabilidad concedido por la ley 1990.

El código civil de 1936 en el libro de Derecho de Familia, en la parte que se


ocupa de las relaciones de parentesco (artículos 461 al 471) incorpora a
esta institución jurídica que aparece con el nombre de hogar de familia,
facultándose al jefe de familia a destinar un bien inmueble con tal calidad.
El bien inmueble no solo podía ser la casa-habitación sino también aquellos
predios destinados a la agricultura, a la industria, con la única limitación
que este bien no excediera económicamente de lo necesario para el
sustento o morada del grupo familiar a favor de quien estatuía.

La constitución de 1993 no trata respecto al patrimonio familia. Pero ,


presente debemos tener el hecho de que los tratados internacionales , en
general , protegen la vivienda de la familia (Declaración Universal de los
Derechos Humanos, Declaración Americana de los Derechos del Hombre ,
Pacto Internacional de Derechos Económicos , Sociales y Culturales ,
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención
Americana sobre Derechos Humanos)

1.3 DEFINICIÓN

El patrimonio familiar es una institución jurídica del derecho de familia, de


amparo familiar, protectora del bien inmueble más importante para
vivienda, sustento, permanencia y desarrollo de la familia. Este bien puede
ser urbano o rural, terreno o construcción, donde viva la familia o donde
viva la familia o donde desarrolle sus actividades económicas sean estas
agrícolas, artesanales, industriales o comerciales.

1.4 NATURALEZA JURÍDICA

Respecto de la naturaleza jurídica del patrimonio familiar, se lo considera


como una institución del derecho real ubicada dentro del derecho de familia
orientado hacia el amparo familiar, que se instituye a favor de determinados
bienes que constituyen el patrimonio de una unidad familiar con la finalidad
de su preservación , desarrollo y protección socioeconómica.
Está dirigida a la afectación de un bien en beneficio de ciertas personas. El
patrimonio familiar no es un patrimonio autónomo, es un patrimonio
afectado con un gravamen.
Para Cadoche “Solo las cosas inmuebles, de ubicación indistinta urbana o
rural, que sirven de techo para la familia o que sean la producción de los
recursos necesarios para el sustento familiar, son susceptibles de ser
afectados a este régimen especial de protección.
Méndez costa, diferencia en cuanto a la naturaleza jurídica del inmueble y
la de los derechos de los beneficiarios y del constituyente. El inmueble
queda fuera del comercio. En cuanto a los derechos de los sujetos, estos
son derechos subjetivos ubicados dentro de los derechos de familia
patrimonial.
1.5 CARACTER DEL PATRIMONIO FAMILIAR
En nuestro país, de acuerdo al Artículo 488° del Código Civil, se regulan las
características y efectos jurídicos del patrimonio familiar.
El patrimonio familiar tiene un carácter inembargable, inalienable y
transmisible por herencia.
a.- Inembargable.- implica la imposibilidad de sometimiento del bien al
gravamen. Al ser considerado el patrimonio familiar un mínimum su
inembargabilidad o imposibilidad de sometimiento a gravamen, lo
distinguen e identifican frente a otras instituciones civiles permitiendo a sus
beneficiarios estabilidad y seguridad jurídica.
Tanto el bien inmueble como sus frutos son inembargables.
La inembargabilidad no es absoluta. Los frutos que produzca el patrimonio
familiar pueden ser gravados dentro de sus dos terceras partes siempre
que sirvan para asegurar deudas resultantes de condenas penales, de
tributos referidos al bien y de cobros judiciales derivados de pensiones
alimenticias.
El ordenamiento jurídico peruano no admite otras excepciones de la
inembargabilidad, tales como el referente al exceso del valor del hogar
sobre el que sirvió de base a su constitución, a los honorarios de médicos,
salarios de obreros y domésticos, créditos de proveedores, etc. Así como la
relativa al saldo de precio del mismo inmueble que este adeudando el
propietario.
b.- Inalienabilidad.- la inalienabilidad implica la imposibilidad de enajenar
el bien. Esta expresamente prohibido que el bien constituido como
patrimonio familiar sea transferido a título oneroso o gratuito,
individualmente o en su totalidad. no puede ser objeto de venta , donación ,
permita , dación en pago , renuncia , legado ni mejora testamentaria.
Esta prohibición tiene como fundamento su propia naturaleza.
Al haber sido constituido a favor de ciertos beneficiarios no podrá ser
transferible, tampoco dado en garantía.
Las excepciones previstas por nuestra legislación son:
b.1.- Urgente necesidad.- se presenta en los casos de expropiación
forzosa del inmueble por el estado o por circunstancias inmediatas que
hacen ineludibles, para el provecho de los beneficiarios, la venta del bien
afectado.
b.2.- Manifiesta Utilidad.- cuando el bien sobre el cual ha sido constituido
adquiere una mayor plusvalía, su venta puede resultar beneficiosa para los
interesados.
c.- Transmisible.- el artículo 488 del código civil, repitiendo el artículo 5 de
la constitución de 1979, señala que el patrimonio familiares transmisible por
herencia. La constitución de 1993 obvia esta institución.
El carácter de la transmisibilidad sucesoral se refiere a que en el caso que
el constituyente del patrimonio familiar fallezca, se dará paso a su sucesión
respecto al bien afectado, por lo que el patrimonio familiar no se extinguirá
en la medida que sus beneficiarios continúen siéndolo, implicando ello una
suspensión en el derecho de los herederos a la partición del bien afecto.
La transmisión hereditaria no se refiere al bien que está afecto al
patrimonio familiar (que en su momento y con las normas del derecho
sucesorio se producirá a favor de los herederos) sino a la condición legal
que recae sobre el mismo, objeto del patrimonio familiar, y que como
sabemos entraña prerrogativas y facultades a favor de los beneficiarios,
quienes podrán seguir usándolo y disfrutándolo sin el riesgo y/o temor de
que pueda ser embargado, rematado o transferido. Si en vida del
constituyente, éste, libre y voluntariamente, afectó un bien en patrimonio
familiar, producido su deceso, opera automáticamente la transmisión de
esa condición legal, que no es otra que la de ser inalienable, en tanto los
beneficiarios continúen siéndolo.

1.6 FINALIDAD
El patrimonio familiar tiene la finalidad de coadyuvar al amparo familiar.
Se orienta a brindar protección jurídica a los miembros de la familia mediante
la afectación de determinados bienes del instituyente.
Esta institución está orientada a garantizar al núcleo domestico contra el
riesgo de desamparo, de quedar privado de lo más elemental de sus medios
de subsistencia: un techo o una fuente de recursos para subsistir. Estos
bienes permiten el sustento y satisfacer las necesidades básicas de
habitación y alimentación del grupo familiar a favor de los cuales se instituye
los bienes sobre los cuales se constituyen son inmuebles, rurales, urbanos,
siempre deberán estar destinados a dar albergue o en su caso, servir como
sustento económico en la familia.

1.7 BASE LEGAL


La institución del patrimonio familiar está regulada en el código civil
peruano en la sección cuarta – amparo familiar , Título I – Alimentos y
Bienes de Familia , Capitulo segundo – Patrimonio Familiar , artículos 488
al 501 , en el código procesal civil artículos 795 al 801 y en la ley de
procedimientos notariales no contenciosos.

1.8 ELEMENTOS
Entre los elementos del patrimonio familiar tenemos a los sujetos y a los
objetos.
- Sujetos.- son personas naturales que intervienen. se pueden distinguir a
los sujetos constituyentes (personas naturales que como propietarias de
un bien pueden afectar o constituir un patrimonio familiar) y sujetos
beneficiarios (son necesariamente personas naturales con vínculos de
familia, en especial con vínculos conyugales, de parentesco ascendente
en estado de necesidad o descendente menores o incapaces y los
parientes consanguíneos en línea colateral del segundo grado menores
o incapaces). Según el artículo 495 del código civil peruano.

- Objeto.- el objeto del patrimonio familiar está referido al bien inmueble


que pueden ser constituidos como tal. Pueden ser afectados como
patrimonio familiar , de acuerdo al artículo 489 del código civil :

 La – habitación familia de la familia.


 Un predio destinado a la agricultura, la artesanía, la industria o el
comercio. Los bienes afectarse deben:
Corresponder al instituyente, ser de su propiedad.
No deben tener carga, limitación a situación que restrinja o limite
su propiedad.
1.9 PRINCIPIOS QUE INSPIRAN EL PATRIMONIO FAMILIAR

a.- Principio de preservación.


La finalidad de este principio es que el bien constituido sirva a la familia
de vivienda, así como para el sostenimiento y crianza de los hijos o que
sea una fuente de recursos para asegurar la subsistencia de la familia y
la proteja del desamparo. Para esto es necesario que el patrimonio
familiar se mantenga indiviso durante la vida del constituyente y mientras
subsista la situación de necesidad de las personas a favor de las cuales
se ha instituido.
b.- Principio de dignidad.
El principio de la dignidad está basado en la premisa que “todo ser
humano ha sido creado con iguales derechos y esos derechos son
inalienables.
Este principio comprende los derechos a la vida, a la libertad y la
búsqueda del bienestar espiritual y material del ser humano quien es de
un orden superior con respecto al de los demás seres del cosmos. y a
ese valor le denominamos “dignidad humana”.
Aplicado a la institución del patrimonio familiar podemos concluir que
este se hace presente como un respeto a la familia en general y a sus
integrantes en particular, teniendo en cuenta lo que esta representa para
la sociedad por lo que merece una protección económica y jurídica
especial.
c.- Principio de protección a la familia.
El patrimonio familiar está orientado a brindar a la familia en casos de
estado de necesidad a través de la asignación de un bien suficiente que
le permita vivir o trabajar apropiadamente a sus integrantes. Se inspira
en la necesidad de proteger a la familia, brindar la seguridad jurídica a
los beneficiarios, garantizándoles que contaran con un bien que les
permita asegurar su supervivencia, el cual no podrá ser afectado por
terceros.
d.- Principio de necesariedad.
Constituye un principio fundamental al proteger las necesidades
primarias de la familia, esto es vivienda, amparando de esta manera a
los miembros de la familia de las necesidades primarias y protegiéndolas
ante un eventual desamparo que pudiera producirse tanto a los menores
como a los mayores de edad que requieren para trabajar para sustentar
a los primeros, ambos en su calidad de miembros integrantes de la
familia.
e.- Principio de solidaridad.
Deriva de la dignidad humana del ser humano.
Al tener la institución del patrimonio familiar como sujetos beneficiarios a
los familiares del constituyente en estado de incapacidad o de
necesidad, se advierte que la afectación de un bien se realiza por el
instituyente con la intención de proteger a favor de quien está en
desamparo. La solidaridad debe entenderse como la voluntad de una
persona que está dispuesta a afectar un bien que no excede de lo
necesario para la morada, con la finalidad de garantizar la seguridad y
protección de otra persona.

1.10 CONSTITUCION DE PATRIMONIO FAMILIAR

El patrimonio familiar es la afectación de un inmueble para que sirva de


casa habitación a miembros de una familia o para que esté destinado a
la agricultura, la artesanía, la industria o el comercio como fuente de
recursos que asegure su sustento.

El patrimonio familiar, no puede exceder de lo necesario para la morada


o el sustento de los beneficiarios. Es inembargable, inalienable y
trasmisible por herencia.

La constitución del patrimonio familiar no transfiere la propiedad de los


bienes del que lo constituye a los beneficiarios, quienes adquieren solo
el derecho de disfrutar de aquellos.

Para construir un patrimonio familiar es requisito esencial no tener


deudas cuyo pago sea perjudicado por su constitución.

1.10.1 EFECTOS DE LA CONSTITUCION DEL PATRIMONIO FAMILIAR

1. El objeto del Patrimonio Familiar (generalmente un bien inmueble) no


puedes ser hipotecado, dado en anticrético ni embargado.
2. Como el fin del Patrimonio Familiar es la vivienda, éste puede ser
alquilado, pero los frutos aun gozan de la Inembargabilidad.

3. La administración del Patrimonio Familiar corresponde al titular y nada


más que a él.

4. El Patrimonio Familiar no puede dividirse a no ser que se haya


extinguido ese estado del inmueble, excepto cuando fallece el cónyuge
constituyente.

5. En caso de expropiación del Patrimonio Familiar el dinero o terreno


recibido se destinara a la adquisición de otro bien inmueble para
constituirlo con el mismo fin.

1.10.2 PERSONAS QUE PUEDEN CONSTITUIR PATRIMONIO FAMILIAR


Aquella persona casada o soltera, que tiene familia. A quién se le conoce
como Constituyente ,
a. cualquiera de los cónyuges, sobre bienes de su propiedad.
b. Los cónyuges de común acuerdo sobre bienes de la sociedad conyugal.
c. El padre o madre que haya enviudado o se haya divorciado, sobre sus
bienes propios.
d. El padre o madre soltero (a) sobre bienes de su propiedad.
e. Cualquier persona dentro de los límites en que puede donar o disponer
libremente en testamento.
Es preciso dejar aclarado que:
 Los concubinos constituyen el patrimonio familiar, como solteros, a
favor de sus hijos.
 El usufructuario, el arrendatario, o el concubino no poseen
facultades para constituir patrimonio familiar.
 La posibilidad que los concubinos puedan constituir patrimonio
familiar se encuentra excluida, en nuestra legislación.

Las personas que pueden pedir la constitución son:

A. Los cónyuges o uno solo de ellos para incapaces o para los hijos
menores, si los hay.
B. Padre o madre separados o divorciados para sí o para el otro o para
los hijos menores.
C. Padre o madre viudos para sí o para hijo menor.
D. Ascendiente o colaterales para sí o hijo menor.

1.10.3 LIMITACIÓN PARA CONSTITUIR UN PATRIMONIO FAMILIAR

La principal limitación es que uno no puede constituir un Patrimonio


Familiar si es que tiene deudas cuyo pago sean perjudicados por dicho
patrimonio familiar.
Esta limitación es entendible dado que la idea no es perjudicar a los
acreedores o sino fácilmente los podría burlar creando un patrimonio
familiar que luego no podrían embargar.
Es importante por eso constituir el Patrimonio Familiar antes de entrar
en una situación de riesgo con los acreedores.

1.10.4 REQUISITOS PARA CONSTITUIR PATRIMONIO FAMILIAR

Según el Art°496 del C.C. Para la constitución del patrimonio familiar se


requiere:

1- Que el constituyente formalice solicitud ante el juez, en la que debe


precisar su nombre y apellidos, edad, estado civil y domicilio;
individualizar el predio que propone afectar; aportar la prueba
instrumental de no hallarse el predio sujeto a hipoteca, anticresis o
embargo registrado; y señalar a los beneficiarios con precisión del
vínculo familiar que lo une a ellos.

2.- Que se acompañe a la solicitud, la minuta de constitución del


patrimonio cuya autorización pide.

3.- Que se publique un extracto de la solicitud por dos días interdiarios


en el período donde lo hubiese o por aviso en el local del juzgado donde
no lo hubiere.

4.- Que sea aprobada por el juez, conforme a lo dispuesto para el


proceso no contencioso.
5.- Que la minuta sea elevada a escritura pública.

6.- Que sea inscrita en el registro respectivo.

En los casos de constitución, modificación o extinción del patrimonio


familiar, el juez oirá la opinión del Ministerio Público antes de expedir
resolución.

El Código al referirse a los requisitos para constituir patrimonio familiar,


se refiero tanto a la forma como se manifiesta la declaración de voluntad
del constituyente, como también a los requisitos procedimentales para
su constitución.

En el derecho comparado surgen diferentes sistemas sobre la forma que


adopta la constitución de patrimonio familiar. Es así que tenemos:

a) El sistema libre; según el cual, no se exige el cumplimiento de formas


rigurosas para la constitución del hogar de familia, bastando en muchos
casos que la familia ocupe una casa y en otros se hace indispensable la
publicidad y notificación para oponer derechos frente a terceros. Éste es
el sistema que se sigue en EE.UU. y que puede variar de un estado a
otro.

Hay que tener en consideración que el origen contemporáneo del


patrimonio familiar se encuentra en las leyes federales de Estados
Unidos y que a partir del ejemplo norteamericano de patrimonio familiar,
llamado homestead, se ha incorporado en las diversas legislaciones.

b) El sistema restringido; que pide una forma determinada de constituir el


patrimonio de familia, mediante el cumplimiento de ciertas formalidades
que varían de una legislación a otra.

Así tenemos en Francia, la forma varía según que el patrimonio familiar


se establezca en provecho del constituyente en este caso se necesita
una declaración ante notario; y o de un tercero en el que se rige por las
reglas de las donaciones, pudiendo hacerse por acta notarial o por
testamento. Incluyéndose los requisitos de publicidad e inscripción.
En la legislación del Brasil, la institución del patrimonio familiar debe
constar en escritura pública y exige inscripción registral y publicación.

Para la Ley colombiana, la constitución se hace por acto testamentario o


inter vivos.

En el Uruguay se exige testamento o escritura pública, publicidad y


trámite judicial.

En el Código de México prescribe solicitud. Trámites y aprobación del


juez e inscripción en el Registro.

c) El sistema aún más restringido; que exige escritura pública,


inscripción registral y publicidad como ocurre en nuestra legislación.

El Código Civil de 1936 establecía que el hogar de familia podía


constituirse de dos maneras: por escritura pública o por testamento en
cualquiera de sus formas. Pero, además, había que hacer que el hogar
de familia sea aprobado judicialmente e inscrito en el registro de la
propiedad correspondiente.

El actual Código Civil y antes de la dación de la Ley N° 26662 -Ley de


Competencia Notarial en Asuntos No Contenciosos, disponía que la
constitución de patrimonio familiar sea llevada a cabo a nivel judicial, por
lo que los requisitos que señala el presente artículo son de cumplimiento
obligatorio si el procedimiento es efectuado en sede judicial.

Conviene resaltar que con la Ley de Competencia Notarial en Asuntos


No Contenciosos, los notarios son competentes para conocer los
procesos de constitución de patrimonio familiar. Además los requisitos y
el procedimiento se encuentran regulados en esta ley. Sin embargo, es
de recalcar que este procedimiento así como todos los que regulan esta
ley, están condicionados a que no exista alguna controversia durante el
procedimiento, si esto sucediera el notario deberá inhibirse y remitir todo
lo actuado al órgano jurisdiccional para que dirima. El fundamento de
ello es que el notario no tiene facultad jurisdiccional.
El artículo 25 de la Ley de Competencia Notarial en Asuntos No
Contenciosos señala que el proceso se inicia mediante un pedido por
escrito del constituyente, solicitud que debe cumplir con los requisitos
señalados en el artículo 496 inc. 1) del Código Civil.

Es así que el procedimiento notarial se inicia con la presentación de una


minuta a la que se anexarán los siguientes documentos, según lo
señalado en el artículo 25 de la Ley de Competencia Notarial en Asuntos
no Contenciosos:

a) Declaración de no tener deudas pendientes. Se entiende que esta


declaración puede estar inmersa dentro de la misma minuta o puede
presentarse en documento aparte, lógicamente, firmada por el o los
constituyentes. La ley no señala que las firmas deban estar legalizadas.

b) Partidas que acrediten el vínculo con los beneficiados. Estos


instrumentos deberán presentarse en original y en copias certificadas
actualizadas.

c) Certificado de gravámenes del predio. El inc. 1 del artículo 496


establece que se debe aportar prueba instrumental de no hallarse el
predio sujeto a hipoteca, anticresis o embargo registrado. La prueba
instrumental idónea para poder acreditar que el bien se encuentra
realengo es el certificado de gravamen. La Ley N° 26662 da una mayor
precisión al establecer cuál es esa "prueba instrumental" que se necesita
para acreditar lo requerido por el Código Civil. Esta precisión es bastante
saludable puesto que los Registros Públicos expiden, en relación a la
situación registral de los predios, diversos certificados.

Una vez recepcionada la minuta en el despacho notarial y verificándose


que cumpla con los requisitos mencionados en el párrafo anterior, el
notario mandará publicar un extracto de la solicitud en el Diario Oficial El
Peruano y en otro diario de mayor circulación.

Deberán transcurrir 10 días contados desde el último aviso para que el


notario proceda a extender la escritura pública respectiva. Durante estos
10 días los acreedores podrán plantear alguna oposición al trámite.
En caso de existir oposición el notario, como se ha mencionado
anteriormente, deberá paralizar el procedimiento y remitir todo el
expediente al juez para que éste resuelva.

De los seis casos contemplados en la Ley de Competencia Notarial en


Asuntos No Contenciosos, tres de ellos concluyen con una escritura
pública, dentro del cual se encuentra la constitución de patrimonio
familiar. En la escritura pública siempre hay una manifestación de
voluntad, siendo ello así, la escritura pública de constitución de
patrimonio familiar debe ser suscrita por el o los solicitantes.

Finalmente, teniendo en cuenta que el patrimonio familiar es un acto


constitutivo de derecho, debe inscribirse en el registro respectivo para
que se le tenga por constituido. La inscripción se efectuará en el
Registro de la Propiedad Inmueble o en el Registro Predial Urbano, para
ello el notario cursará el respectivo parte notarial. En este caso, el
registrador también efectuará una calificación legal del título.

1.11 ADMINISTRACIÓN DEL PATRIMONIO FAMILIAR

Según el Art° 497 del C.C. La administración del patrimonio familiar


corresponde al constituyente o a la persona quo este designe.

Se conceptúa al patrimonio familiar como una cantidad limitada de bienes


de cierta naturaleza, adscrita al sostenimiento de la familia explotada
directamente por la misma que, en razón de su propia adscripción y
finalidad, se declara por ley inembargable e inalienable y se somete a
determinadas reglas de transmisión, dentro del grupo familiar a que
pertenece.
La afectación de un inmueble para la constitución de patrimonio familiar
se sustenta en la voluntad de proteger el sustento y la continuidad de la
familia. Los beneficiarios adquieren el derecho de usar y disfrutar del
mismo. Éstas son las razones por las cuales se justifican estas dos
características de inembargable e inalienable.
Pero el patrimonio familiar no significa patrimonio perteneciente a la
familia, ni significa patrimonio en copropiedad familiar de los cónyuges y
los hijos, ni constituye una persona autónoma como si fuese una
fundación; constituye un conjunto de bienes pertenecientes al titular de
ellos, que se distingue del resto del patrimonio por su función y por las
normas que la ley dicta en su protección.

Sin embargo, el patrimonio familiar debe ser administrado correctamente


a fin de que cumpla con dicho objetivo.

La administración del patrimonio familiar es la acción encaminada a cuidar


de los bienes y buscar su aplicación más conveniente para asegurar la
normal productividad del bien y, de esta manera, proveer la habitación y el
sustento de la familia.

El constituyente puede ser:

a) Uno de los cónyuges o ambos a la vez, según se trate de un bien


propio o de la sociedad,

b) El padre o la madre que se haya divorciado o enviudado,

c) Así como el padre o la madre solteros sobre los bienes de su


propiedad.

En lo que se refiere a la persona que el constituyente designe para la


administración del bien sobre el cual recae el patrimonio familiar, cabe
precisar que en este caso se presenta la figura de la representación.

Otro aspecto a considerar es el Hecho de que durante la vigencia del


patrimonio familiar puede presentarse las siguientes situaciones:

a) Si el cónyuge no está en condiciones de atender convenientemente la


administración en los casos del artículo 294 del Código Civil.

El primer inciso contempla el caso de la interdicción; es así que la


administración de los bienes, propios o sociales, del cónyuge interdicto
recaerá sobre el otro cónyuge.
También se considera el caso de la desaparición de uno de los cónyuges,
lo que nos pondría frente a una cúratela interina de los bienes del
cónyuge desaparecido.

No podríamos contemplar dentro de la administración del bien sobre el


cual se constituyó patrimonio familiar aquellos bienes del cónyuge
declarado judicialmente ausente, por cuanto ésta ocasiona el
fenecimiento de la sociedad de gananciales y el establecimiento de la
separación de patrimonios (artículo 318, inc. 4 del Código Civil).

b) Si se descuida proveer con los frutos de sus bienes a los intereses de


la familia, en este caso el otro cónyuge puede pedir que el patrimonio
familiar constituido pase a la administración del otro, conforme al artículo
305 del Código Civil.

c) Por mala gestión en la administración.

Por otro lado, disuelto el matrimonio sea por divorcio o muerte de uno de
los cónyuges, se presentan los siguientes casos:

a) Si el cónyuge supérstite o cuyo matrimonio ha sido disuelto por divorcio


o haya sido invalidado, siendo beneficiario y propietario al mismo tiempo
del bien, continuará en la administración.

b) Si el cónyuge no es el propietario del bien, la administración recaerá en


la persona que designó el constituyente para que administre dicho
patrimonio.

c) Si faltan ambos cónyuges y no se ha hecho designación alguna por el


constituyente o por el cónyuge supérstite, la administración corresponde
al hijo mayor.

d) En cualquier otro caso, el juez designará al administrador.

La institución del patrimonio familiar busca proteger al grupo familiar,


asegurándole el uso y disfrute del bien destinado a morada, o el bien que
sirve como fuente de ingreso familiar, por lo que el constituyente o la
persona que éste designe no podrá enajenar ni gravar dicho bien aun
cuando éste sea el propietario.

1.12 CESE DE LA CONDICIÓN DE BENEFICIARIO

Dejan de ser beneficiarios del patrimonio familiar, según el Art°:498 del


C.C.

1.- Los cónyuges cuando dejan de serlo o mueren.

2.- Los hijos menores o incapaces y los hermanos menores o Incapaces,


cuando mueren o llegan a la mayoría de edad o desaparece la
incapacidad.

3.- Los padres y otros ascendientes cuando mueren o desaparece el


estado de necesidad.

Según Sharon Alvis btjoque, el presente artículo regula los casos en que
las personas a favor de quién se constituyó el patrimonio familiar dejan
de tener dicha condición.

Es conveniente señalar que el artículo 495 del Código Civil precisa los
miembros de la familia que pueden ser beneficiados con el patrimonio
familiar; sin embargo, la enumeración de éstos no es excluyente. Es
decir, deja a éste en la libertad de decidir quiénes de dichos familiares o
si todos ellos habrán de acogerse al amparo del patrimonio familiar.

Siendo ello así se entiende que si uno de los beneficiarios pierde tal
condición el patrimonio familiar se extinguirá respecto de él y no de los
demás beneficiarios, y éste sólo se extinguirá definitivamente cuando el
último de los beneficiarios deje de serlo.

Teniendo en consideración que el objeto del patrimonio familiar es


proteger a los miembros de la familia, esta institución debe mantenerse
hasta que el último de dichos miembros obtenga la mayoría de edad o
haya desaparecido la incapacidad de la prole.

Sin embargo, puede darse el caso de que dentro de la familia existan


miembros incapaces no por minoría sino por otras causas, entonces el
hogar de familia se mantendrá durante todo el tiempo que dure la
incapacidad de aquél o, en su caso, por toda la vida de éste.

El cese de la condición de beneficiario, como hemos mencionado


anteriormente, no afecta el derecho de los demás beneficiarios;
entendiéndose que el patrimonio familiar subsiste respecto de ellos sin
que se requiera algún tipo de procedimiento de ratificación de sus
derechos.

1.13 CAUSALES DE EXTINCIÓN DEL PATRIMONIO FAMILIAR

El Art.° 499 del C.C. dice, el patrimonio familiar se extingue:

1-Cuando todos sus beneficiarios dejan de serlo conforme al artículo


498.

2.- Cuando, sin autorización del juez, los beneficiarios dejan de habitar
en la vivienda o de trabajar el predio durante un año continuo.

3.- Cuando, habiendo necesidad o mediado causa grave, el juez, a


pedido de los beneficiarios, lo declara extinguido.

4.- Cuando el inmueble sobre el cual recae fuere expropiado. En este


caso, el producto de la expropiación debe ser depositado en una
institución de crédito para constituir un nuevo patrimonio familiar.
Durante un año, el justiprecio depositado será inembargable. Cualquiera
de los beneficiarios puede exigir dentro de los seis primeros meses, que
se constituya el nuevo patrimonio. Si al término del año mencionado no
se hubiere constituido o promovido la constitución de un nuevo
patrimonio, el dinero será entregado al propietario de los bienes
expropiados.

Las mismas reglas son de aplicación en los casos de destrucción del


inmueble cuando ella genera una indemnización.

En la doctrina no hay unanimidad de criterios para determinar la


duración del patrimonio familiar.
Considerando que su finalidad es proteger; a la familia, lógicamente, la
figura llegará a su término cuando haya cumplido íntegramente el objeto
de su constitución o cuando hayan desaparecido los requisitos y
exigencias en que se sustentaba o sobrevienen hechos o se se
producen actos ajenos que la hacen Imposible.

También se dice que los mismos beneficiarios pueden solicitar la


extinción del patrimonio familiar siempre y cuando acrediten una causa
grave

Un punto que no regula este artículo es la extinción del patrimonio


familiar por muerte del constituyente.

El constituyente del patrimonio familiar es el propietario del bien afecto al


mismo, por lo tanto, al producirse su fallecimiento debería extinguirse el
patrimonio familiar para dar paso a la sucesión del causante y la
transmisión de ese bien y otros que pudieran existir en favor de sus
causahabientes, según lo señalado en el artículo 660 del Código Civil;
sin embargo, ello no es así, ya que las normas sobre patrimonio familiar
señalan que en la medida en que los beneficiarios continúen siéndolo, el
patrimonio familiar no se extingue pese a la muerte del constituyente,
sino que su condición legal seguirá vigente a favor de estos
beneficiarios, implicando ello una suspensión en el derecho de los
herederos a la partición del bien.

En los casos señalados por el Código Civil pueden presentarse varias


situaciones:

a. Que se produzca la muerte del constituyente y le sobreviven viuda e


hijos menores; en este caso, el patrimonio familiar subsiste teniendo en
cuenta que todavía hay beneficiarios que continúan siéndolo y la
vigencia de la institución es por mandato legal.

b. Que se produzca la muerte del constituyente y le sobreviven viuda e


hijos menores y mayores de edad; lógicamente el patrimonio familiar
subsistirá respecto a aquellos hijos menores de edad y a la cónyuge
supérstite. Pero este supuesto implica suspender el derecho de partición
de los herederos mayores de edad hasta que el último beneficiario deje
de serlo.

c. Que se produzca la muerte del constituyente y le sobreviven viuda e


hijos mayores de edad; en este caso el cónyuge sobreviviente podría
solicitar el derecho de habitación vitalicia sobre el inmueble en el que
recae el patrimonio familiar, quedando el derecho de partición de los
herederos suspendido hasta que se extinga el derecho de habitación.

d. Que se produzca la muerte del constituyente y le sobreviven hijos


menores de edad matrimoniales e hijos menores de edad
extramatrimoniales; en este caso primero debemos señalar que todos
los hijos tienen los mismos derechos y por lo tanto el mismo derecho de
gozar del patrimonio familiar, y éste subsistirá hasta la mayoría del
último de los menores; sin embargo, si los hijos extramatrimoniales no
fueron considerados como beneficiarios por el constituyente, en la
práctica no usufructúan el bien.

Finalmente, hay que preguntarnos si es posible extinguir el patrimonio


familiar constituido en favor de hijos menores de edad y éstos aún
siguen siéndolo al momento de solicitar su extinción.

El artículo bajo comentario señala que se extingue el patrimonio familiar


cuando sus beneficiarios dejan de serlo, de conformidad con el artículo
498. El inciso 2 de este artículo señala que dejan de ser beneficiados los
hijos menores de edad cuando alcanzan la mayoría.

Por lo tanto, consideramos que no es posible extinguir el patrimonio


familiar constituido a favor de hijos menores de edad cuando éstos aún
no han alcanzado la mayoría de edad, debido a que la finalidad de esta
institución es garantizar el sustento y la continuidad de la familia; en este
caso de la prole.

1.14 DECLARACIÓN E INSCRIPCIÓN DE LA EXTINCIÓN DEL PATRIMONIO


FAMILIAR

Según el Art° 500 del C.C.


Como ya se comentó en el punto anterior existen casos por la cual
queda extinguido el patrimonio familiar, esta extinción del patrimonio
familiar debe ser declarada por el juez y se inscribe en los registros
públicos.

Este artículo establece quo la extinción del que la extinción del


patrimonio familiar debe ser declarada, siguiéndose el mismo trámite que
para su constitución. El Art° 28 de la Ley de Competencia Notarial en
Asuntos No Contencioso; contempla que el procedimiento para la
extinción del patrimonio familiar es el mismo que para su constitución.

Es conveniente resaltar que no existe ninguna prohibición o limitación


legal para quo la extinción de un patrimonio familiar constituido
judicialmente pueda seguirse notarial mente o viceversa.

El procedimiento de extinción del patrimonio familiar concluye con una


declaración, sea ésta del juez o del notario, dependiendo de la sede ante
la cual ha sido tramitada.

A nivel notarial este procedimiento concluye con la respectiva escritura


pública, la misma que debe ser firmada por el solicitante. En este caso,
la función del notario consiste en verificar que, efectivamente, los
beneficiados hayan dejado de serlo; debiendo insertar en la escritura
pública los respectivos instrumentos públicos que acrediten este hecho.
Una vez acreditadas las causales de extinción, el notario declarará la
extinción; la declaración estará contenida en la escritura pública que
origine este trámite.

Finalmente, el artículo 500 señala que la extinción debe ser inscrita en


los Registros Públicos; por lo tanto, en el caso de no ser trasladado de
inmediato a folio correspondiente al inmueble, se considerará registrado
desde la fecha de su presentación.

En los casos en que se haya constituido patrimonio familiar a favor de


hijos menores de edad o incapaces, hermanos menores o incapaces, y
éstos hayan perdido la calidad de beneficiarios por haber alcanzado la
mayoría de edad o haber cesado la incapacidad, debería extenderse un
asiento registral de extinción, en base a la presentación del título que
contenga el procedimiento seguido a nivel notarial o registra o
simplemente se debería extender un asiento de cancelación.

Por lo tanto, en principio no procede inscripción si no existe solicitud del


interesado, y no puede haber asiento registral si no existe título de
donde emanen los derechos que se pretenden inscribir.

De otro lado, el artículo 91 del Reglamento General de los Registros


Públicos precisa que las inscripciones se extinguen respecto de terceros
desde que se cancela el asiento respectivo. Asimismo, el artículo 94 en
su inciso a) establece que opera la cancelación total de las inscripciones
cuando se extingue totalmente el bien, la persona jurídica o el derecho
inscrito. Para acreditar la extinción del derecho inscrito basta la
presentación de título suficiente.

Cuando los beneficiarios adquieren la mayoría de edad o haya cesado


su incapacidad se extingue respecto de ellos el patrimonio familiar. En
estos casos consideramos que no es necesario seguir un procedimiento
-bien notarial o judicial- para que se declare extinguido el patrimonio
familiar y de esta manera proceder con su inscripción registral.

En estos casos bastará con presentar la partida de nacimiento o la


declaración judicial respectiva para acreditar la extinción del derecho
inscrito (artículo 98 del Reglamento General de los Registros Públicos), y
de esta manera se podrá obtener la cancelación del asiento registral de
patrimonio familiar respecto de estos beneficiarios. Hay que dejar a salvo
que la cancelación tendrá efecto solo respecto de los beneficiarios que
han dejado de serlo, no afectando el derecho de los que pudiesen seguir
siendo beneficiarios.

Sin embargo, la legislación civil así como nuestro sistema registral


adoptan la posición de requerir un trámite previo, igual al seguido para la
constitución del patrimonio familiar, para que surta efecto la extinción de
esta institución. Consecuentemente, es el constituyente el que solicita la
extinción del patrimonio familiar; siendo éste quien firma la minuta y
posterior escritura pública. Por lo tanto, la extinción del patrimonio
familiar no opera de pleno derecho con la sola acreditación de las
causales para su extinción contempladas en el artículo 499, sino que
debe ser solicitada, declarada por el juez o el notario e inscrita en los
Registros Públicos.

Finalmente, debemos mencionar que en lo que se refiere a la solicitud


de extinción de patrimonio familiar por parte de los mismos beneficiarios,
este procedimiento deberá llevarse a cabo en sede judicial, por cuanto
se tendrá que acreditar la necesidad o la causa grave que ha mediado
para ello a través de documentos sustentatorios que serán debidamente
valorados por el órgano jurisdiccional.

1.15 MODIFICACIÓN DEL PATRIMONIO FAMILIAR

El patrimonio familiar puede ser modificado según las circunstancia,


observándose el mismo procedimiento que para su constitución

Cuando se produce el cese de la condición de beneficiario de patrimonio


familiar y éste solo afecta a uno de los demás beneficiarios, deberá
tramitarse la respectiva modificación del patrimonio familiar a fin de que
quede constancia de la extinción de él respecto del beneficiario que ha
dejado de serlo.

Sin embargo, también existe la posibilidad de que el solicitante incluya a


nuevos beneficiarios luego de haberse constituido el patrimonio familiar
o que excluya a algunos; en estos casos también deberá seguirse un
procedimiento de modificación del mismo.

Para la modificación del patrimonio familiar se sigue el mismo


procedimiento que el señalado para su constitución -artículo 496-. Este
procedimiento podrá llevarse a cabo a nivel judicial o notarial.
Resaltando que si la constitución del patrimonio familiar ha sido
efectuada a través de trámite judicial, esto no impide que su modificación
pueda ser hecha a nivel notarial.
CAPITULO II
LA TUTELA Y LA CURATELA

2.1.- LA TUTELA

2.1.1- CONCEPTO

La tutela es un poder sustituto que entra solamente en función a falta


de la autoridad paterna es decir, cuando no se encuentra presente el
ejercicio de la patria potestad por parte de los padres frente a sus hijos
menores de edad, en cuyo caso aquella será sustituida por una
persona con el título de tutor, quien se encargará del cuidado de su
persona y de la administración de sus bienes.
Otra definición sobre la tutela es aquella que la califica como un
conjunto de derechos y deberes que el ordenamiento jurídico otorga a
una persona para que se encuentre pendiente de la protección y
formación de un menor de edad que no está sujeto al ejercicio de la
patria potestad. En sí puede señalarse a la tutela como aquella
institución supletoria de amparo familiar que, ante la pérdida de la
patria potestad, cobra vigencia para no desamparar al menor de edad,
en lo que atañe al cuidado de su persona y, si fuera el caso, en la
administración de sus bienes.
El CC. regula la tutela en su art. 502, señalando que es tutor aquella
persona que debe encargarse de la representación exclusiva de los
menores de edad, ser responsable del cuidado de su persona, así
como velar por la correcta administración de sus bienes, debido a la
ausencia del ejercicio de la patria potestad correspondiente a los
padres. Al respecto, Plácido Vilcachagua considera que la figura de la
tutela como institución supletoria de amparo familiar es diferente
cuando se trata de comparar con la relación paterna filial, por las
facultades que se les otorga a los padres del menor de edad, y que son
de una naturaleza más compleja, debido a que el ordenamiento jurídico
reconoce sus derechos y deberes a raíz del derecho natural, pero con
el carácter de obligatorio cumplimiento, pero el tutor solo se encarga de
cubrir el vacío dejado por los padres, por lo que las funciones que
cumplen éstos no son iguales, pero sí análogas.

2.1.2. CLASES DE TUTELA

a.- Tutela legítima.- Es la que resulta impuesta por ministerio de la ley


cuando no haya tutor testamentario, tiene su origen en la ley y el
llamamiento legal solo rige para el caso en que el padre o la madre
no hubiere designado otro tutor, porque en defecto de los padres se
presume que ejercerán mejor el cargo los parientes, particulares, los
ascendientes y los hermanos.
Por excepción se conoce una especie de tutela legal, cuando el
menor es encargado además de los abuelos, al hermano, tío y hasta
un extraño, lo que ocurre en caso de separación de cuerpos o
divorcio.
Es la que impone la ley a los abuelos y demás ascendientes,
prefiriéndoles para el desempeño del cargo al más próximo, y, en
caso de igualdad de grado, se optara por el más idóneo, siendo el
juez quien decida oyendo al consejo de familia. La tutela legal es
procedente tanto a favor de los hijos matrimoniales como de los
extramatrimoniales, para este último caso el juez tiene que
confirmarlo.

b.- Tutela testamentaria.- Es aquella que se origina en una disposición de


última voluntad del padre o de la madre del menor, por la cual se
instituye tutor para que cuide de la persona y los bienes del mismo.
También se le considera como tal a la determinada por escritura
pública
Es aquella donde el tutor es designado mediante un testamento o
una escritura pública, la cual debe ser firmada por:
· El padre o la madre sobreviviente para los hijos que estén bajo su
patria potestad, pero si uno de los padres fuera incapaz tendrá valor
el nombramiento del tutor que hiciere el otro, aunque éste muera
primero.-El abuelo o abuela para los nietos que estén bajo su tutela
legitima, y
· Cualquier testador, para el que instituya heredero legatario, si este
careciera de tutor nombrado por el padre o la madre, y el tutor
legítimo y la cuantía de la herencia o del legado bastare para los
alimentos del menor.

c.- Tutela dativa.- La ley confiere al consejo de familia la facultad de


designar tutor a una persona residente en el lugar del domicilio del
menor a falta de tutor testamentario y de tutor legítimo, se advierte
que este tipo de tutela es de carácter supletoria de las dos
anteriores.
Este tipo de tutela surte efecto ante la falta de tutela testamentaria y
legal, el tutor dativo es nombrado por el consejo de familia, y debe
residir en el lugar del domicilio del menor.

d.- Tutela estatal.- Es la que ejerce el Estado sobre los incapaces


menores de edad a falta de tutor testamentario o escriturario,
legitimo o dativo. Estas funciones tutelares corresponden al deber
del Estado de proveer de asistencia a quienes lo necesitan desde el
primer momento: atención personal, seguridad patrimonial.
Es aquella que recae sobre los expósitos (desamparados), menores
en situación irregular, moral o materialmente abandonados, menores
en peligro moral. Este tipo de tutela es ejercida por los superiores de
los establecimientos correspondientes (albergues, orfanatos,…,
etc.).

e.- Tutela oficiosa.- Es llamada también tutela irregular, es aquella


en la que no existe propiamente designación legal, testamentaria ni
dativa, de modo que persona que hace sus veces, sin haber
cumplido con los requisitos exigidos por ley, y solo movido por
sentimientos de piedad o designios inconfesables ejerce de hecho el
cargo de tutor en un menor determinado, cuidando de su persona y
asumiendo el manejo de su bienes.
Es por ello que, para que alguien pueda desempeñarse como tutor,
el ordenamiento exige la concurrencia de requisitos previos, los que
se encuentran previstos en el CC. art. 520°.

2.1.3.-Requisitos para el ejercicio de la tutela.

1.- La facción de inventario judicial de los bienes del menor, con


intervención de este si tiene dieciséis años cumplidos. Hasta que se
realice esta diligencia, los bienes quedan en depósito.
2.- La constitución de garantía hipotecaria o prendaria, o de fianza si le es
imposible al tutor dar alguna de aquéllas, para asegurar la
responsabilidad de su gestión. Tratándose del tutor legítimo, se estará
a lo dispuesto en el art. 426°
3.- El discernimiento del cargo. El tutor, en el discernimiento del cargo,
está obligado a prometer que guardará fielmente la persona y bienes
del menor, así como a declarar si es su acreedor y en el monto de su
crédito bajo sanción de perderlo o si es su deudor o fiador del deudor.
Como puede observarse, un requisito transcendental para realizar el
ejercicio de la tutela, es el discernimiento del tutor, es decir ser titular
de su capacidad de ejercicio, pues se entiende que para cumplir con su
obligación de representación del menor de edad se hace necesario que
el tutor cuente con la capacidad necesaria para ejercer dicha función.
Se habla del discernimiento en la tutela como un acto jurídico familiar,
donde una vez cumplidas con las exigencias legales, el tutor es
judicialmente puesto en posesión del cargo.
Una vez cumplidos los requisitos, el tutor debe además ser elegido por
testamento o escritura pública, tal como lo señala el art. 503° del CC. y
esta posibilidad de elección es otorgada a los padres, o abuelos para
que ellos mismos decidan a la persona que dirigirá la representación
del menor incapaz.
2.1.4.-Facultades para nombrar tutor:
Art. 503 del Código Civil en su dicción literal: “Tiene facultad de nombrar
tutor, en testamento o por escritura pública:
1. El padre o la madre sobreviviente para los hijos que estén bajo su
patria potestad.
2. El abuelo o la abuela, para los nietos que estén sujetos a su tutela
legítima.
3. Cualquier testador, para el que instituya heredero o legatario, si éste
careciera de tutor nombrado por el padre o la madre y de tutor legítimo
y la cuantía de la herencia o del legado bastare para los alimentos del
menor”.
Llegado a este punto, para que el menor incapaz no se vea afectado en
su representación, el cuidado de su persona, o la administración de sus
bienes, el ordenamiento jurídico peruano ha considerado pertinente
determinar ciertas causales que van actuar como impedimentos para
el ejercicio de la tutela.

2.1.5.-Impedimentos de ser tutores art.515 CC.


1.- Los menores de edad. Así fueran nombrados en testamento o por
escritura pública, estos ejercerán el cargo cuando lleguen a la mayoría
de edad. Como se sabe el Estado ha regulado que una persona
obtiene su mayoría de edad recién a los dieciocho años, y es a esta
edad cuando las personas obtienen su capacidad de ejercicio y puede
ser nombrado como tutor de un menor de edad.
2.- Los sujetos a curatela
. Como se ha venido señalando un requisito para ser nombrado como
tutor, es la capacidad de ejercicio, pues así la persona puede cumplir a
plenitud con las funciones que le encarga el Estado; y aquella persona
que se encuentra sujeta a curatela, debido a la falta de dicha
capacidad, no podrá desarrollar dichas funciones.
3.- Los deudores o acreedores del menor, por cantidades de
consideración, ni los fiadores de los primeros, a no ser que los padres
los hubiesen nombrado sabiendo esta circunstancia. Quienes tengan
algún tipo de deudas con el menor de edad, y que sean por montos
considerables, no podrán ser nombrados como tutor, por motivo de que
existe la posibilidad de algún tipo de aprovechamiento, indebido con
respecto a la administración de los bienes del menor, o incluso en la
representación del mismo.
Esto mismo sucede cuando se habla de acreedores; sin embargo como
en toda regla existe una excepción, en este caso sería que los padres
otorguen su aprobación a través de testamento o escritura pública,
para que estas personas se encarguen de la representación de su hijo.
4.- Los que tengan en un pleito propio, o de sus ascendentes,
descendientes o cónyuge, interés contrario al del menor, a menos que
con conocimiento de ello hubiesen sido nombrados por los padres. Las
personas que tengan algún tipo de conflicto con el incapaz, o este
involucre a sus descendientes, ascendientes, o cónyuge, y que
generen otros interés que no sean el cuidado de su persona o la buena
administración de sus bienes no podrán ser nombrados como tutores.
En este caso la excepción al igual que en el párrafo anterior es su
nombramiento de estas personas como tutores por parte de sus padres
con su conocimiento.
5.- Los enemigos del menor o de sus ascendentes o hermanos. El tutor
en lo que respecta al cumplimiento de sus funciones, deben de buscar
su bienestar de su representado en virtud de ello es que los enemigos
de éste, se encuentran impedidos de ejercer la tutela, y también se
encontraran impedidos los enemigos de sus ascendientes, y hermanos
del menor de edad, pues ello implicaría un puesto peligro para el
representado.
6.- Los excluidos expresamente de la tutela por el padre o por la madre.
En este caso como se encuentra permitida la posibilidad que los padres
nombren un tutor a sabiendas de las deudas que tiene frente al menor,
o quizá también cuando tienen conocimiento de la existencia de un
pleito con el menor sus ascendentes o hermanos, también se
encuentran en la posibilidad de excluirlos del ejercicio de la tutela
cuando lo crean pertinente.
7.- Los quebrados y quienes están sujetos a un procedimiento de quiebra.
Esta causal se debe a una seguridad en cuanto se refiere a la
administración de los bienes del menor de edad, pues se entiende que
las personas que se encuentran en quiebra, o están propensos a ello,
va existir una gran posibilidad que lleguen aprovecharse de la
representación o la administración de los bienes del menor de edad.
8.-Los condenados por homicidio, lesiones dolosas, aborto, exposición o
abandono de personas en peligro, supresión o alteración del estado
civil, o por delitos contra el patrimonio o contra las buenas costumbres.
Una persona que ha sido condenado por un delito cuya causa objetiva
es la afectación física o patrimonial de otra persona, no puede ser
considerada como tutor de un menor de edad, pues evidente la puesta
en peligro en la que se puede encontrar.
9.- Las personas de mala conducta notaria o que no tuvieren manera de
vivir conocida. Sería un peligro dejar ejercer la tutela a una persona
cuya conducta es totalmente desaprobada ante el ordenamiento
jurídico, y las buenas costumbres de la sociedad, pues ello llevaría
automáticamente a una puesta en peligro al menor, y además una
vulneración al principio del interés superior del niño.
10.- Los que fueron destituidos de la patria potestad. Se supone que la
persona que ha sido sustituida del ejercicio de la patria potestad, es
porque ha cometido alguna de las causales que se encuentran
expuestas en el código civil, y en base a ello también quedaría
restringida su posibilidad para ejercer la tutela.
11.- Los que fueron removidos de otra tutela. Está por demás decir que la
persona que ha sido removida de otra tutela, es porque su función la ha
desarrollado de manera incorrecta, y con el propósito de que no se
vuelva a repetir la mala representación, el ordenamiento jurídico
peruano ha considerado pertinente impedirlo de que vuelva a ejercer la
tutela con otro menor de edad.

2.1.6.-Obligaciones o deberes del tutor.


La legislación civil es clara en establecer, en su art. 526 cuáles son los
deberes que debe cumplir el tutor, frente a su representado, para que de
este modo no padezca ninguna necesidad esencial, o se ponga en peligro
el cuidado de su persona o la administración de sus bienes, en ese
sentido una de sus principales funciones respecto del menor de edad, es
la alimentación, y el cuidado del mismo.
Un punto esencial a considerar son las actividades del tutor y que deben
ser supervisadas y dirigidas por el consejo de familia, es decir, la propia
legislación civil, considera que el consejo de familia debe de estar atento
a las actividades que desarrolla el tutor para la satisfacción de las
necesidades de los menores de edad.
Entonces el orden jurídico deja la puerta abierta para pensar en dos
posibilidades.
La primera de ellas es que, si en un caso concreto pudieran existir dos
instituciones de amparo familiar, como sería la vigencia de un tutor, y la
formación de un consejo de familia; el primero se encontraría bajo la
supervisión del segundo, y esto nos llevaría a la otra posibilidad, que el
consejo de familia no fuera en verdad una institución supletoria de amparo
familiar, sino más bien una institución de control de la tutela.
Al tutor se le prohíbe la realización de ciertos actos, por ejemplo:
Art. 526 del Código Civil: “El tutor debe alimentar y educar al menor de
acuerdo a la condición de éste y proteger y defender su persona.
Estos deberes se rigen por las disposiciones relativas a la patria
potestad, bajo la vigencia del consejo de familia.
Cuando el menor carezca de bienes o éstos no sean suficientes, el tutor
demandará el pago de una pensión alimenticia.”.

-Comprar o tomar en arrendamiento los bienes del menor. Claro está, que
los bienes que se le ha otorgado en custodia al tutor, para una buena
administración, no pueden ser arrendados, ni mucho menos vendidos al
propio administrador, pues ello conduciría a un enriquecimiento indebido
por parte del tutor, debido a que existe la posibilidad que el valor del bien
a comprar o arrendar no sea el verdadero de la tasación. En este
sentido, es que el representante del menor se encuentra prohibido de
ejercer por sí mismo la compraventa o el arrendamiento de los bienes
que se le han sido puesto en custodia.

Ejercer cualquier derecho o acción contra el menor. Al tutor se le


encomienda la función de velar por el cuidado de la persona, es decir,
estar pendiente de la satisfacción de sus necesidades, lo que involucra
que se encuentra prohibido de realizar alguna acción que podría
atentar contra el cuidado o la dignidad de su representado.

Disponer de los bienes del menor a título gratuito. El ordenamiento


jurídico peruano, ha reconocido a la tutela como una institución de
amparo familiar con la finalidad de que las funciones que deberían re
alizar los padres del menor, sean ejecutadas por sus representantes y
es virtud a ello, que el tutor, en su función de administrador de los
bienes del menor se encuentra obligado a incrementar el patrimonio
otorgado; de esta forma el disponer de una manera gratuita de los
bienes del menor sería una acción que no ayudaría en su objetivo,
puesto que no generaría utilidad alguna aunque pudiera ser utilizada en
beneficio del menor.

Arrendar por más de tres años los bienes del menor. Este impedimento
es otorgado por el ordenamiento jurídico peruano como medida de
garantía de la debida administración de los bienes del menor, en el
sentido que puedan verse afectados jurídicamente, o que el precio del
arrendamiento no sea realmente el adecuado.
Los artículos 549° y 550° del Cc.69 señalan cuáles son las causales de
la extinción y el cese del ejercicio de la tutela; esto, a efecto de señalar
que la vigencia del tutor no es para siempre, sino que en algunas
ocasiones su participación como representante del menor puede
terminar cuando se presenten cualquiera de las causales que se
encuentran establecidas en nuestra legislación. Se puede llegar la

extinción o cese del ejercicio de la tutela, y de igual forma a la remoción


del cargo, por realizar conductas como: los impedimentos del art. 515°
del C.C. O cuando se cause perjuicio al menor en su persona o
intereses.
Con respecto a la extinción del ejercicio de la tutela, tenemos las
siguientes causales: por la muerte del menor, por llegar el menor a los
dieciocho años, por cesar la incapacidad del menor conforme al art.46°,
por cesar la incapacidad del padre o de la madre en el caso del art.
580°, y por reanudarse la patria potestad.
Con relación a la primera causal, un elemento esencial para el
desarrollo de la tutela es la existencia del menor, pues en beneficio de
él es que se ha regulado esta institución supletoria de amparo familiar,
y queda claro que sin su existencia la actividad del tutor no tendría
razón de ser.
Sobre la segunda causal, es decir, cuando se alcanza la mayoría de
edad, el ordenamiento jurídico peruano considera que esta se obtiene a
los dieciocho años

2.1.7.-Extinción de la tutela.
El art. 549 del Código Civil dice: “La tutela se acaba:
1. Por la muerte del menor.
2. Por llegar el menor a los dieciocho años.
3. Por cesar la incapacidad del menor conforme artículo 46°.
4. Por cesar la incapacidad del padre o de la madre en el caso en el caso
del artículo 580.
5. Por ingresar el menor bajo la patria potestad.”.
2.1.8.-Cese del cargo del tutor.
Por su parte, con relación al cese de la tutela, el artículo 550 del mismo
código expresa: “El cargo del tutor cesa:
1. Por muerte del tutor.
2. Por la aceptación de su renuncia.
3. Por la declaración de quiebra.
4. Por la no ratificación.
5. Por su remoción.
y desde este momento la persona se puede hacer responsable de los
actos que realiza, debido a que adquiere la capacidad de ejercicio.
La tercera causal se presenta ante el cese de la incapacidad del menor
conforme al art. 46°. El cese de incapacidad a la que hace mención esta
causal es para los menores de dieciséis años, los cuales pueden actuar
por sí solos cuando contraen matrimonio o adquieren un título
profesional que les permite desarrollarse por sí mismos.
La cuarta causal es la del cese de la incapacidad del padre o de la
madre en el caso del art. 580°, ya sea porque el padre o la madre del
menor de edad recuperan su capacidad de ejercicio, en cuyo caso se
puede recobrar el ejercicio de la patria potestad frente a los hijos, debido
a que el único impedimento para ejercer dicha función ya ha sido
resuelta.
La quinta y última causal se presenta cuando el menor vuelve a estar
sometido bajo la patria potestad. Esta causal se encuentra vigente
cuando ha cesado el motivo por el que el padre o la madre de familia
fueron impedidos de ejercer la patria potestad, por lo cual se vuelve
obtener dicha facultad, terminando por ello la función del tutor.

2.2 - LA CURATELA
2.2.1. Reseña histórica

La Institución de La Curatela fue conocida en Atenas, pero donde se le


reconoce como parte del ius civiles es en Roma, figurando en La Ley
de las XII Tablas. En esa época se sometía a curatela a una persona
que devenía en incapaz; colocándose por tanto bajo curatela a los
"furiosos y pródigos". En primer término comprendía a los dementes; se
amplió luego los locos, imbéciles e incapacitados perpetuamente, más
adelante se comprendió a los insensatos, sordos, mudos, etc. que no
podían desempeñar sus negocios.

El pródigo era la persona que habiendo sucedido al padre intestado,


disipaba los bienes paternos.

Al no existir la legislación referente a los hijos menores instituidos por


testamento del padre y los emancipados, obligó a los pretores a
nombrarles curadores, en caso de disipación. Hubo así curadores
legítimos dados a lo agnados que procedían de las XII Tablas, y
curadores honorarios dados por el pretor.

La Curatela en Roma surge como una necesidad de cuidar la persona


y los bienes de los mayores de edad incapaces y de los púberes y las
mujeres hasta los 25 años, los que por su edad no podían defender sus
intereses.

Durante La Edad Media desaparece la institución de la curatela,


dejando en la orfandad a las personas incapaces para hacer valer sus
derechos, así como a los enfermos mentales que eran encerrados junto
con los delincuentes.

Sin embargo en las partidas de Alfonso El sabio han de figurar un


conjunto de disposiciones tutelares a favor de los incapaces,
denominándose "curatores" a "aquellos que dan por guardadores a los
mayores de 14 años y menores de 25 años, cayendo en su acuerdo
aun los que fueren mayores siendo locos o desmemoriados".

En la época moderna se sistematiza la curatela, teniendo en cuenta


gran similitud con la patria potestad y la tutela, ya que la finalidad
perseguida es la protección del incapaz.

En nuestros Códigos Civiles de 1852, 1936 y en el actual se mantiene


la separación de la tutela y la curatela, con rasgos singulares. Régimen
titular vigente en el Derecho Civil peruano Cuatro son las figuras que
integran el régimen civil peruano para la protección de los incapaces:
La Patria potestad que es figura principal; la tutela y la curatela que son
subsidiarias respecto a ellas, y el consejo de familia que actúa como
órgano tuitivo de supervisión.

2.2.2. Concepto

La Curatela es, según nuestra legislación, una institución supletoria de


amparo familiar. Etimológicamente algunos señalan que proviene del
latín curo que significa "cuidar" o "cuidador", y por tanto tiene otros
significados como cuidar, administrar, dirigir, etc.

Guillermo Borda, tratadista argentino "se llama curatela a la


representación legal de los incapaces mayores de edad, tratase de
dementes, sordomudos que no saben darse a entender por escrito o
penados; y a la administración de cierto bienes abandonados o
vacantes".

El jurista Arturo Yungano indica que "la curatela es inherente a la


incapacidad de mayores de edad; y se da curador al mayor de edad
incapaz de administrar sus bienes; agregando que son incapaces de
administrarlos el demente, aunque tenga intervalos lúcidos, y el
sordomudo que no sabe leer ni escribir.

Héctor Cornejo Chávez sostiene que "la curatela es una figura


protectora del incapaz no amparado, en general o para determinado
caso, por la patria potestad ni por la curatela, o de la persona capaz
circunstancialmente impedida, en cuya virtud se provee a la custodia y
manejo de los bienes o intereses de dicha persona y eventualmente a
la defensa de dicha persona y al restablecimiento de su salud o
normalidad".

La definición del maestro Cornejo Chávez es interesante ya que


actualmente la curatela no solamente protege a la persona y a los
bienes de los incapaces mayores de edad, sino también administra los
bienes de menores de edad sujetos a la patria potestad, cuyos padres
tienen intereses contrarios a los de los hijos o éstos adquieren bienes
cuya administración de los bienes de los hijos. También la curatela
procede en el caso de los menores sujetos a tutela.

2.2.3. Caracteres jurídicos

La curatela se caracteriza porque constituye una institución supletoria


de amparo familiar

Es una función personalísima e intransferible

Es obligatoria y permanente.

Es una institución orgánica y publica.

La función es casi siempre remunerada.

2.2.4. Clases de curatela


A. Curatela Típica.- Es aquella instituida exclusivamente para
incapaces mayores de edad y que atribuye al curador funciones
relativas al cuidado de la persona y el patrimonio del curado, con
mayor o menor acento en una u otra función. Comprende tres
grupos:

a) Curatela de personas que se encuentran privadas de


discernimiento o que sufren retardo o deterioro mental, así como
sordomudos, ciegos ,sordos y ciegomudos que no saben
expresarse de manera indubitable.

b) Curatela de pródigos, malos gestores, ebrios habituales y también


toxicómanos.

c) Curatela de condenados a pena que lleva anexa la interdicción


civil.

B. Curatela Atípica.- llamada también recortada o curatela por


extensión, debido a que está dirigida a finalidades específicas y, por
excepción, a los incapaces mayores y menores de edad. A su vez
comprende los grupos siguientes:

a) Curatela de bienes, cuya esencia es la custodia y el manejo de un


patrimonio, que por circunstancias especiales carece de titular
expedito, pero que en ningún caso confiere atribuciones relativas
a la persona propietaria de dicho patrimonio. La curatela de
bienes se limita a la custodia de la administración de un
patrimonio y no se extiende a determinadas atribuciones que son
exclusivas a la persona del incapaz.

b) Curatelas especiales, que han sido creadas para asuntos


concretos y específicos, que por extensión puede incluir
atribuciones referentes a las personas como se verá más
adelante. Las curatelas especiales abarcan un interminable
número de temas concretos, unas veces referidos a la persona y
otros a los bienes de la misma.
C. Posición de Código.- la curatela se instituye para:

a) Los incapaces mayores de edad.

La curatela para los incapaces mayores de edad acaba por la


declaración judicial que levante su interdicción. Su rehabilitación
solo se concede cuando el juez de familia compruebe,
directamente o por medio de un examen pericial, que desapareció
el motivo.

b) La administración de bienes; en nuestro código civil se


contemplan los siguientes casos:

Bienes del ausente o desaparecido. Art. 47 CC se proveerá a la


curatela interina de sus bienes; la que corresponde, en primer
lugar, a los curadores legales señalados en el artículo 569 y, a
falta de ellos, al curador dativo que designe el consejo de familia,
de acuerdo con el artículo 573 del Código Civil. A falta de los
curadores legales o dativos, ejercerá la curatela la persona que
designe el juez.

La administración de los bienes del concebido. A pedido de


cualquier interesado o del Ministerio Público, los bienes que han
de corresponder al que está por nacer, serán encargados a un
curador si el padre muere estando la madre destituida de la patria
potestad. Esta curatela incumbe a la persona designada por el
padre para la tutela del hijo o la curatela de sus bienes, y en su
defecto, a la persona nombrada por el juez, a no ser que la madre
hubiera sido declarada incapaz, caso en el que su curador lo será
también de los bienes del concebido.

La administración de los bienes cuyo cuidado no incumbe a nadie.


El juez de primera instancia, de oficio o a pedido del Ministerio
Público o de cualquier persona que tenga legítimo interés, deberá
proveer la administración de los bienes cuyo cuidado no incumbe
a nadie, e instituir una curatela, especialmente: 1) cuando los
derechos sucesorios son inciertos; 2) cuando por cualquier causa,
la asociación o el comité no puedan seguir funcionando, sin
haberse previsto solución alguna en el estatuto respetivo; y, 3)
cuando una persona sea incapaz de administrar por sí misma sus
bienes o de escoger mandatario, sin que proceda el
nombramiento de curador.

La administración de los bienes dados en usufructo. Cuando el


usufructuario no preste las garantías a que está obligado,
conforme al artículo 1007 del código Civil, el juez, a pedido del
propietario, nombrará un curador de los bienes dados en
usufructo.

La curatela de bienes es instituida por el juez del lugar donde se


encuentren todos o la mayor parte de los bienes; pudiendo ser
varios los curadores, si así lo exige la administración de ellos.

En general, el curador de bienes no puede ejecutar otros actos


administrativos que los de custodia y conservación, y los
necesarios para el cobro de créditos y pago de las deudas. Sin
embargo, los actos que le son prohibidos será válidos si,
justificada su necesidad o utilidad, los autoriza el juez, previa
audiencia del consejo de familia. Asimismo, corresponde al
curador de bienes la representación en juicio; pudiendo, las
personas que tengan créditos contra los bienes reclamarlos del
respectivo curador. Sin perjuicio de estas prescripciones, el juez
que nombra el curador puede señalarse sus facultades y
obligaciones, regulándolas, según las circunstancias, por lo que
está previsto para los tutores.

La curatela de los bienes cesa por la extinción de éstos o por


haber desaparecido los motivos que la determinaron. Así, la
curatela de los bienes del desaparecido cesa cuando reaparece o
cuando se le declara ausente o presuntamente muerto. Asimismo,
la curatela de los bienes del concebido cesa por su nacimiento o
por su muerte.
c) Para asuntos determinados procede cuando:

Los intereses de los hijos estén en oposición a los de sus padres


que ejerzan la patria potestad.

Los hijos adquieran bienes cuya administración no corresponda a


sus padres.

Los padres pierdan la administración de los bienes de sus hijos.

Los intereses de los sujetos a tutela o a curatela estén en


oposición a los de sus tutores o curadores, o a los de otros
menores o incapaces que con ellos se hallen bajo un tutor o
curador común.

Los menores o incapaces tengan bienes lejos de su domicilio que


no puedan ser convenientemente administrados por el tutor o
curador.

Haya negocios que exijan conocimientos especiales que no


tengan el tutor o curador, o una administración separada de la que
desempeña aquél.

Los que estando bajo tutela o curatela adquieran bienes con la


cláusula de no ser administrados por su tutor o curador general.

El representante legal esté impedido de ejercer sus funciones.

Una persona capaz no pueda intervenir en un asunto urgente no


designar apoderado.

Los curadores especialmente nombrados para determinados


bienes se encargarán de la administración de estos en el tiempo y
forma señalados por el testador o el donante que los designo.

Las curatelas especiales acaban cuando concluyen los asuntos


que la determinaron.

2.2.5. Funciones del curador


Ocuparse de la persona del incapaz y de administrar sus bienes, pero,
además y fundamentalmente, "La obligación principal del curador del
incapaz será cuidar que recobre su capacidad, y a este objeto se han
de aplicar con preferencia las rentas de sus bienes" (artículo 481)

Como algunas causas de interdicción pueden ser superadas con


adecuados tratamientos médicos, es posible obtener la recuperación
del enfermo, y a tal fin el curador deberá destinar todos sus esfuerzos
personales y también económicos que resulten de la administración de
los bienes del incapaz.

Las funciones de la persona instituida como curador son las siguientes:

1. Protección al incapaz: entendida como los cuidados que se brindan


al incapaz mayor de edad durante el periodo de incapacidad.

2. proveer en lo posible al restablecimiento del incapaz: implica tomar


las medidas o decisiones pertinentes para lograr el restablecimiento
del incapaz mayor de edad.

3. colocar al incapaz en un establecimiento adecuado: en caso de que


sea necesario puede internarlo en algún establecimiento adecuado
para lograr el restablecimiento del incapaz.

4. Representar y asistir al incapaz en sus negocios dependiendo del


grado de incapacidad: lo que implica una gran responsabilidad
porque puede beneficiar o afectar el patrimonio del incapaz mayor
de edad.

Ahora, de la revisión del ordenamiento civil no encontramos ninguna


norma que establezca las condiciones o requisitos que debe reunir la
persona instituida como curador, lo cual nos parece desacertado y
necesario porque consideramos que la designación del curador debe
estar en relación con el grado de incapacidad que presente la
persona sometida a curatela: por lo que, con la finalidad de sustentar
nuestra posición mencionaremos los siguientes ejemplos:
a) si la incapacidad de la persona le impide movilizarse entonces
resultaría adecuado nombrar como curador a un hermano joven
que se encuentre apto físicamente para ayudarlo a desplazarse y
no a un padre anciano.

b) Si el grado de incapacidad no permite al incapaz mayor de edad


decidir sobre su tratamiento médico o su internamiento en un
centro especializado, entonces el nombramiento del curador
debería recaer sobre una persona con cierto grado de cultura para
tomar una decisión correcta.

c) Si el incapaz mayor de edad está impedido de tomar decisiones


respecto a sus empresas, entonces requiere el nombramiento de
una persona con conocimiento mínimos en los quehaceres
empresariales para no afectarse su patrimonio.

Sin embargo, es menester señalar la solución parcial establecida


en el inciso 6 del artículo 606 del Código Civil vigente: "Se
nombrará curador especial cuando: Haya negocios que exijan
conocimientos especiales que no tenga el tutor o curador, o una
administración separada de la que desempeña aquel", aclarando
que consideramos incompleta esta alternativa porque se refiere
solamente a determinados negocios, sin tener en consideración
que cualquier negocio o empresa requiere de conocimientos
mínimos.

d incapaz mayor de edad que no puede decidir sobre su vida o su


restablecimiento pero tampoco tiene ningún patrimonio que
proteger, nombrándosele como curador a su joven hermano,
quien se desempeña como albañil; sin embargo, durante el
periodo de incapacidad y en pleno ejercicio de la curatela, se
enteran que un tío le ha cedido en su testamento un porcentaje de
acciones en una empresa inmobiliaria, entonces ¿puedo remover
al curador nombrado para proteger el patrimonio del
incapaz?¿Quién podría pedir la remoción del curador?
El artículo 566 del código civil de 1936 prescribió lo siguiente "el
curador protege al incapaz, lo asisten en sus negocios y, en caso
necesario provee a que sea colocado en un establecimiento"
verificándose que no se refería en lo absoluto al restablecimiento
del incapaz como tampoco a la posibilidad de representación en
sus negocios; de igual modo tampoco se establecían requisitos
mínimos que debía reunir la persona que sería nombrada como
curador, lo cual como hemos explicado precedentemente se
mantiene en el código civil vigente.

2.2.6. Funciones del curador especial

El Consejo de familia y los padres, el tutor o el curador general según


el caso deben controlar que la administración se cumpla conforme en lo
dispuesto por el testador o donante; en caso de no proceder acorde el
curador especial se debe solicitar al juez su remoción y la designación
de otro que asuma con la debida diligencia para que el incapaz no
resulte perjudicado.

2.2.7. Curador designado por el Consejo de familia

Curador legítimo: son las personas a quienes la ley reconoce


prevalencia frente a las demás para proteger al incapaz y proveer en lo
posible a su restablecimiento, pero estableciéndose un orden de
prelación; así, según el artículo 569 del código civil son curadores
legítimos:

a) El cónyuge no separado judicialmente.

b) Los padres.

c) Los descendientes, refiriéndose el más próximo al más remoto en


igualdad de grado, al más idóneo. La preferencia la decidirá el juez,
oyendo al consejo de Familia.

d) Los abuelos y demás descendientes, regulándose la designación


conforme al literal anterior.
e) Los hermanos.

2.2.8. Extensión y límites sobre la curatela

En primer lugar teniendo claro que "…la curatela es una figura


protectora del incapaz no amparado en general o para determinado
caso por la patria potestad ni por tutela, o de la persona capaz
circunstancialmente impedida, en cuya virtud se provee a la custodia y
manejo de los bienes o intereses de dicha persona y eventualmente a
la defensa de la misma, así como al restablecimiento de su salud o
normalidad., debemos también mencionar que esta institución no
puede ser ejercida en forma arbitraria o al libre albedrío del curador,
por ello la extensión y los límites de la curatela estarán en función del
grado de incapacidad.

Al momento de declarar de la interdicción se fijará la extensión y límites


de la curatela, por ello resulta oportuno indicar que se denomina
interdicción al acto de prohibir o vedar, por consiguiente la interdicción
civil es a privación de los derechos que establece la ley.

En un sentido más amplio, podrían decirse que la interdicción civil es el


estado de la persona a quien se declara total o parcialmente incapaz
para ejercer los actos de la vida civil, por lo que se le priva del manejo
o administración de sus bienes, nombrándose un curador.

Ahora es oportuno identificar quienes pueden solicitar legalmente la


interdicción judicial, para ello debemos remitirnos a lo dispuesto en el
artículo 583 del Código civil que establece: "Pueden pedir la
interdicción del incapaz su cónyuge, sus parientes y el Ministerio
Público".

.Asimismo, la norma comentada establece que el juez es la única


persona autorizada o facultada para aclarar cualquier duda respecto a
los límites de la curatela, como también es el único que puede extender
sus alcances en caso necesario, lo cual implica una garantía o control
en el ejercicio de la curatela; sin embargo, consideramos atendible la
posibilidad de que se permita al curador desarrollar cualquier acción
que resulte necesaria y urgente, con cargo a dar cuenta al juzgador de
las razones que tuvo para ejercer dicha facultad, pero en caso de que
haya abusado de esta posibilidad o sus explicaciones resulten poco
convincentes, sería denunciado por la comisión del delito de concusión,
previsto y penado en el artículo 382 del Código Penal vigente.

Termina el cargo del curador:

Cuando fallece

Al declarársele en quiebra; y

Por remoción (procedente al no renunciar el curador cuando estable


obligado a hacerlo, y por causar perjuicios económicos al incapaz,
derivados del desempeño del cargo).
CAPITULO III

EL CONSEJO DE FAMILIA

3.1.- DEFINICIÓN

Para la doctrina, el consejo de familia debe ser entendido como aquel


organismo que ejerce una función de control de quienes realizan la tutela,
la curatela y, excepcionalmente, también de quienes efectúan la patria
potestad, todo ello con el objetivo de velar por los derechos e intereses del
incapaz. Es decir, el consejo de familia aparece como aquella asociación
de personas que van a tener como función la supervisión del desarrollo de
las actividades del tutor, del curador y, en algunos casos, de los padres del
menor o mayor incapaz.
Desde una perspectiva más institucional, también podría definirse al
consejo de familia como aquella institución de amparo familiar que se va a
constituir con el fin de velar por la persona e intereses de los menores de
edad y los mayores incapaces, en caso que los padres de estos hubieran
fallecido.
De igual manera, se apunta que el consejo de familia es aquel conjunto de
personas que son nombradas por cualquiera de los padres, e incluso por la
propia ley, que tienen por funciones la atención de las personas y los
bienes de los menores o los incapacitados, vigilar la administración del
tutor, realizar actos de disposición, entre otras. Esto quiere decir, entonces,
que el consejo de familia puede estar conformado por aquellos sujetos que
los padres del incapaz señalen para tal efecto o, en todo caso, por las
personas que designe la ley, teniendo como intermediador al juez.
Calixto Valverde, también citado por AGULAR LLANOS, refiere que
consejo de familia es aquella organización de potestad ejecutiva,
conformada por cinco o más personas, elegidas por el padre, la madre o la
ley, para supervisar el cumplimiento de las funciones del tutor. Como puede
verse, en esta definición se habla de la cantidad de miembros que pueden
conformar el consejo de familia, y se pone como tope mínimo a cinco
personas.

El consejo de familia puede ser, así mismo, definido como aquella


institución perteneciente al Derecho de familia, que actúa como un sistema
consultivo destinado a proteger la persona de los menores o mayores
incapaces, que no cuenten con sus padres o, aun cuando estos tuviesen
vivos, para los casos que determine la ley.

Otra definición del consejo de familia es aquella organización consultiva, y


a veces ejecutiva, que vigila a los que ejercen las funciones de la tutela o la
curatela, y de manera excepcional a los padres, para proteger los derechos
e intereses del incapaz, y que se encuentra conformada por los miembros
de la propia familia de los incapaces. Aquí se habla de que el consejo de
familia cumple básicamente dos roles: el primero de ellos es el consultivo,
donde el tutor o el curador deben acudir a él para las decisiones que se
disponen a tomar; el segundo rol es el ejecutivo, respecto al cumplimiento
de las actuaciones del tutor y del curador.

No está de más acotar que en Argentina el consejo de familia es


denominado «Consejo Nacional del Menor y la Familia », que tiene como
función brindar una completa protección a los menores de edad y de los
discapacitados, lo cual es desarrollado por el Estado a través del Ministerio
de Salud y Acción Social.

Atendiendo a todo lo antes mencionado, en síntesis, se puede decir que el


consejo de familia suele ser considerado como aquella institución supletoria
de control familiar que tiene como función la supervisión de las funciones
de quien ejerce la tutela o la curatela, con la finalidad de velar por el
adecuado cuidado de la persona y la buena administración de sus bienes,
sea que se trate de menores de edad o mayores incapaces, según sea el
caso.
El art. 619 del CC.: nos dice que con el propósito de no desamparar a los
menores de edad, como a los mayores incapaces, quienes no pueden
valerse por sí solos, el Estado ha creado la institución del consejo de
familia y de esta manera brindar una protección a sus representados. Algo
que debe tenerse en claro es que la constitución de esta institución se
puede dar con la presencia o ausencia de los padres.

3.2.- NATURALEZA JURÍDICA

El consejo de familia, desde la perspectiva de su regulación en el Cc. Suele


ser definido como una institución supletoria de amparo familiar. Frente a
esta definición común, existen otras para las cuales dicha institución de
amparo familiar seria “un organismo deliberante y a veces consultivo,
propio del derecho de familia, que ejerce el control sobre los tutores y los
curadores, y a veces también sobre los padres en ejercicio de sus
atribuciones, para velar los derechos de los incapaces menores o mayores,
y, defenderlos”. En esta definición, el consejo de familia es considerado
como un organismo consultivo y de control, en donde la principal finalidad
de su constitución es velar por el cumplimiento de las funciones del tutor
como del curador, según sea el caso. Y estos –el tutor y el curador– serán
los encargados del cuidado directo del incapaz –menor de edad o mayor
incapaz– y de la buena administración de su patrimonio.

En ese sentido, el consejo de familia tiene una naturaleza jurídica de


órgano de control respecto de las funciones que ejercen el tutor y el
curador, pues como ha quedado demostrado esta institución no es
supletoria de amparo familiar en el sentido que no suple las funciones de la
familia, sino por el contrario se encarga de supervisar las actuaciones de
quienes sí suplen estas funciones, es decir, del tutor y del curador, para así
evitar que tanto los menores de edad como los mayores incapaces
pudiesen verse afectados a causa del ejercicio ilimitado de las atribuciones
que detentan sus representantes legales.
Si bien es cierto el ordenamiento jurídico peruano busca proteger la
persona de los incapaces, así como también sus intereses patrimoniales, el
consejo de familia controla las funciones de los representantes para que
dicha finalidad se desarrolle de la mejor manera posible. Basándose en
ello, la tutela y la curatela serían las verdaderas instituciones supletorias de
amparo familiar, más el consejo de familia sería aquel organismo de control
de estas instituciones supletorias de amparo.
La función del cuidado de la persona y la administración de los bienes de
los incapaces recae sobre el tutor o el curador, según sea el caso, pero
para asegurar el verdadero cumplimiento de estas funciones debe haber un
órgano que los supervise, y ello es función del consejo de familia, que
actúa como un órgano de control.

Con todo lo señalado hasta el momento, vemos que la institución del


consejo de familia no resultaría siendo supletoria como lo determina el Cc.,
y ello es respaldado por la manera en como diferentes autores lo definen:
el jurista español Clemente de Diego la describe “como una reunión de
personas nombradas por el padre o la madre o en su defecto llamadas por
ley, que provee el nombramiento del tutor, delibera sobre la exclusión o
remoción, dicta medidas necesarias para atender a las personas y bienes
de los menores o incapacitados, vigila la administración del tutor, autoriza
ciertos actos de disposición y examina y censura la rendición de cuentas
del tutor”.

De igual manera, Calixto Valverde y Valverde señala que el consejo de


familia “es un cuerpo de potestad ejecutiva, compuesta de cinco o más
personas designadas por el padre o la madre, y en su defecto llamado por
ley, para procurar el exacto cumplimiento de los deberes del tutor, resolver
los asuntos de la tutela de más importancia y ejercer la alta inspección
sobre la misma”.
Por otro lado, Aguilar Llanos lo denomina al consejo de familia, definiéndola
como “la reunión de parientes del incapaz para velar por sus intereses, en
cuanto a su persona y patrimonio, y en esa medida es fiscalizador de los
guardadores, sean estos tutores, curadores e incluso padres en el ejercicio
de la patria potestad”. Es el citado autor quien también señala que ante la
muerte de los padres, suspensión o extinción del ejercicio de la patria
potestad se hace necesaria la figura de la tutela, la cual si no ha sido
convocada de manera testamentaria por los padres y no hubiera
ascendientes, será el consejo de familia el encargado de designar un tutor
dativo; e inclusive si tal designación se encontrara establecida, es el
consejo de familia quien deberá vigilar la labor de este guardador, todo esto
es con respecto al menor de edad.

En lo referente al mayor de edad incapaz, señala que estos se encuentran


al cuidado de un curador quien se encuentra supervisado por la institución
del consejo de familia, la cual también se encarga de nombrar al curador
cuando No existen los llamados a la curatela legitima, ni tampoco existe la
designación por parte de los padres vía testamento o escritura pública.

Queda claro, entonces que el consejo de familia, si bien es una institución


familiar en el sentido de que supervisa las funciones del tutor y del curador,
y así el menor o mayor incapaz pueda ser representado de una manera
correcta, no debe ser considerada como supletoria, puesto que sus
integrantes no suplen las funciones de los padres o de la familia, pues ello
es función del representante del incapaz, sino por el contrario se encarga
de controlar las actividades del tutor o curador.

Sin duda, el consejo de familia tiene como fundamento la necesidad de


vigilar al tutor o curador, e incluso también a los padres en el cumplimiento
de sus funciones, como garantía de los derechos de sus representados, es
decir, esta institución cobra valor en el sentido que supervisa y controla las
actividades del tutor y curador con respecto a su representado, y no
necesariamente nace para suplir las funciones de la familia como es el
caso de la tutela y de la curatela.

3.3.- CARACTERÍSTICAS DEL CONSEJO DE FAMILIA

El consejo de familia tiene las características jurídicas siguientes:


 Es una institución tuitiva o de protección no solo de los niños y
adolescentes, sino también de incapaces mayores de edad, así como de
cuidado y protección del patrimonio de estos. Tiene su cimiento en el
principio del amparo familiar manifestado en la ley que habrá un consejo
para velar por las personas e intereses de los incapaces tanto de los niños y
adolescentes, como de los mayores de edad.
 El consejo de familia es una institución supletoria de amparo familiar por
que funciona generalmente en defecto de los padres y para supervisar la
labor del tutor y curador, excepcionalmente, cuando extiendo al padre o
madre es necesario cautelar sus intereses por razones de incompatibilidad.

 El consejo de familia es un cuerpo deliberante familiar o asamblea, formada


especialmente por parientes consanguíneos y también por terceras
personas. Esta asamblea observa cuidadosamente funciones ejecutivas y
deliberativas; la anterior no bien definida en la teoría es de mucha
importancia aunque eso no ocurre desde un punto de vista práctico.

 El consejo de familia tiene igualmente un carácter de ser una entidad de


supervisión del curador y tutor y en determinadas circunstancias de los
mismos padres de familia de los sujetos a guarda. La supervisión es una
labor altamente compleja que comprende no solo a los actos efectuados por
el tutor o curador, sino también principalmente a las situaciones
comprendidas con el patrimonio de los sujetos incapaces, niños o
adolescentes y mayores de edad.

 El consejo de familia tiene como característica de ser una función gratuita e


inexcusable, aunque onerosa en ciertos casos y excusable en otros. El
cargo es personalísimo, salvo que el juez autorice por causa justificada la
representación por medio de un apoderado. Este no podrá encarnar a más
de un miembro del mencionado consejo.

3.4.- COMPOSICIÓN DEL CONSEJO DE FAMILIA


El consejo de familia se compone de los familiares que hayan sido
designadas por testamento o escritura pública por el último de los padres
que tuvo al hijo bajo su patria potestad o su curatela; y, en su defecto, por
las personas designadas por el último de los abuelos o abuelas que hubiera
tenido al menor o incapaz bajo su tutela o curatela. A falta de las personas
mencionadas, forman el consejo de familia los abuelos y abuelas, tíos y
tías, hermanos y hermanas del menor o del incapaz. (art 623cc)

3.5.- FORMALIDADES PARA LA FORMACIÓN DEL CONSEJO DE FAMILIA

El proceso para llevarse a cabo la formación de un consejo de familia es la


siguiente:
La persona que solicita (tutor testamentario o escriturario, los ascendientes
llamados a la tutela legitima tiene la obligación de hacer de conocimiento del
juez la necesidad de formación del consejo) la formación del consejo debe
precisar los nombres de quienes deben formarlo. El juez ordenará publicar la
solicitud y los nombres por periódico o carteles.
Durante los diez días siguientes a la publicación, cualquier interesado puede
observar la inclusión o exclusión indebida. El juez resolverá dentro del plazo de
cinco días teniendo a la vista de las pruebas acompañadas.

La reclamación no impide que el consejo se inicie o prosiga sus funciones, a


menos que el juez disponga lo contrario.

Si en caso el peticionario ignora los nombres de las personas que deben


integrar el consejo, al aviso se limitará a llamar a quienes se crean con
derecho. El juez dispondrá la publicación de los nombres de quienes se
presenten.

3.6.- ATRIBUCIONES DEL CONSEJO DE FAMILIA

Una vez que se encuentra conformado el consejo, este cuenta con una
serie de atribuciones, las que señalan a continuación:
1. Nombrar tutores dativos o curadores dativos generales y especiales,
conforme a este código. Como el consejo familia se encarga de ejercer el
control del tutor, o curador, pueden nombrar cuando lo consideren
necesario representantes dativos o especiales.

2. Admitir o no la excusa o la renuncia de los tutores y curadores dativos que


nombre. Tiene la facultad de aceptar o no renuncias del tutor o curador.

3. Declarar la incapacidad de los tutores y curadores dativos que nombre,


removerlos a su juicio. En beneficio del menor o mayor incapaz puede el
consejo de familia, declarar la incapacidad de los mismos, y removerlos
del cargo.

4. Provocar la remoción judicial de los tutores y curadores legítimos, de los


testamentarios o escriturarios y de los nombrados por el juez. Puede a
través del administrador de justicia pedir remover del cargo a los tutores o
curadores, así hayan sido nombrados por testamento siempre y cuando
tengan una causal importante

5. Decidir, en vista del inventario, la parte de rentas o productos que deberá


invertirse en los alimentos del menor o del incapaz, en su caso, y en la
administración de sus bienes, si los padres no la hubieran fijado.

6. Aceptar la donación, la herencia o el legado sujeto a cargas, dejados al


menor, o en su caso, al incapaz.

7. Autorizar al tutor o curador a contratar bajo su responsabilidad, uno o más


administradores especiales, cuando ello sea absolutamente necesario y lo
apruebe el juez.

8. Determinar la suma desde la cual comienza para el tutor o curador, según


el caso, la obligación de colocar el sobrante de la rentas o productos del
menor o incapaz.

9. Indicar los bienes que deben ser vendidos en caso de necesidad o por
causa de utilidad manifiesta.

10. Ejercer las demás atribuciones que le conceden este código y el de


procedimientos civiles.
3.7.- CLASIFICACIÓN DEL CONSEJO DE FAMILIA

El Consejo de Familia puede ser de diversas clases, la doctrina considera


que pueden ser:

 Consejo de Familia Testamentario o Escriturario:


Solo pueden ser designados en testamentos o en escritura pública por los
padres. Esta clase está reconocida en todas aquellas legislaciones de tutela
familiar, nuestro Código Civil también lo reconoce, cuando en su artículo
623 dice:" El consejo se compone de las personas que haya designado por
testamento o escritura pública el último de los padres que tuvo al hijo bajo
su patria potestad o su curatela, y en su defecto, por las personas
designadas por el último de los abuelos o abuelas que hubiera tenido al
menor o incapaz bajo su tutela o curatela."

A falta de las personas mencionadas, forman el consejo los abuelos y


abuelas, tíos y tías, hermanos y hermanas del menor o incapaz.
Los hijos del mayor incapaz, que no sean sus curadores son miembros
natos del consejo que se forme para él.

 Consejo de Familia Legal o Legitimo:


Es constituido en defecto del Consejo testamentario, con las personas
designadas por la ley, en este caso el segundo párrafo del artículo 623° del
Código Civil. Si no hay ninguna persona designada, forman el Consejo los
abuelos, tíos y hermanos (siempre que sean capaces, independientemente
de su condición) del menor o incapaz. Miembros natos, son los hijos del
incapaz, que no sean sus curadores.

Es aquel conformado a falta de las personas indicadas en el párrafo


anterior, por quienes se encuentran comprendidas en el artículo 623,
segundo párrafo del Código Civil, es decir por los abuelos y abuelas, tíos y
tías, hermanos y hermanas del menor o del incapaz. El número de
miembros de este Consejo de Familia puede incrementarse,
excepcionalmente, en los casos que el incapaz tiene hijos ya capaces, y
también cuando son miembros natos del consejo los padres al no tener
la administración de los bienes de los hijos.

 Consejo de Familia Dativo:


Es aquel que se integra con otros parientes consanguíneos (primos,
sobrinos) cuando no hay al menos 4 miembros natos para constituir el
Consejo. En defecto del número necesario de miembros del Consejo, este
no se constituye, siendo ejercidas sus atribuciones por el juez (artículo
626°).
Al tratarse del Consejo testamentario, sus componentes vienen
individualizados, pero el problema surge en los Consejos legítimos y
dativos. En estos últimos, se trata de saber cómo individualizar a los demás
parientes. Tampoco existe un máximo de miembros en el Consejo
testamentario y legítimo, mientras que el dativo tiene un número cerrado de
4 miembros.
Se conforma por otros parientes consanguíneos en los casos en que no
haya ningún miembro nato como sobrinos y primos hermanos, de
conformidad a lo establecido por el artículo 626, segundo párrafo del Código
Civil vigente.
Respecto a la formación del Consejo de Familia o el de Paz, en su caso,
pueden decretar la constitución del Consejo, de oficio o a petición de parte o
del Ministerio Publico, según lo prescrito en el artículo 622 del Código Civil.

Están obligados el tutor testamentario o escriturario, los ascendientes


llamados a la tutela legal y los miembros natos del Consejo, a poner
en conocimiento de la autoridad judicial que corresponda, el hecho que
amerite la constitución del Consejo de Familia de acuerdo al artículo 621 del
Código Civil.

Cuando se solicite la formación del Consejo de Familia se indicara los


nombres de los parientes que deben conformarlo. Dicha solicitud debe ser
publicada en el diario de los avisos judiciales o, en su defecto por carteles.
En los diez días posteriores a la publicación cualquier interesado puede
observar la inclusión o exclusión indebida, debiendo el Juez resolver dentro
de los cinco días de hecha la objeción.

Una vez que se instale, será convocado en Consejo de Familia para


reunirse, siempre que sea necesario al interés del menor o del incapaz
mayor de edad. Es el Juez quien convoca, preside y ejecuta los acuerdos
del consejo. La asistencia de los miembros al consejo es obligatoria, bajo
sanción de nulidad, siendo el quorum de tres miembros. Las resoluciones
se deciden por mayoría de votos. En caso de empate, el Juez tiene un voto
dirimente. Esta impedido de votar en una sesión algún miembro que tenga
interés directo en el asunto que deba tratarse, también estarán si tiene
interés su cónyuge, ascendiente o descendiente, pero podrá ser oído. El
tutor y el curador no tienen derecho a voto. Todo cuanto sucede en la
sesión deberá constar en un acta que se extenderá para tal efecto.

 Consejo de familia Mixto:


Cuando en su constitución se combina algunas de las formas ya
estudiadas. Esta forma está reconocida en nuestra legislación y
equivocadamente se llama dativo. El texto del artículo 626 consagra tal
modalidad.
Cuando una de las formas anteriores resulta incompleta, debe completarse,
entonces en este caso se da un consejo de familia mixto.

3.8.- NORMA COMPETENTE

 Código Civil.
El Código Civil peruano, promulgado en 1984, dedica al Consejo de
Familia, el Capítulo III del Título II (Instituciones Supletorias de Amparo)
de la Sección Cuarta (Amparo Familiar) del Libro III (Derecho de Familia),
específicamente los artículos 619° a 659°.

 Código de los Niños y Adolescentes


El actual Código de los Niños y Adolescentes fue aprobado en julio de 2000,
por Ley Nº 27337, siendo promulgado en agosto del mismo año. Siguiendo
la Convención Internacional de Derechos del Niño, la Convención de La
Haya y el Código de los Niños y Adolescentes derogado, el actual CNA
consagra el Interés Superior del Niño y la Subsidiariedad de
la Adopción Internacional, pero además establece la des judicialización
parcial de las investigaciones tutelares, transfiriendo al Ministerio de
la Mujer y Desarrollo Social la competencia para la realización de todas las
diligencias previas a la declaratoria de abandono de una niña, niño o
adolescente. En lo referente al Consejo de Familia, el CNA le dedica sólo 3
artículos del Capítulo V (Tutela y Consejo de Familia) del Título I (La Familia
y los adultos responsables de los niños y adolescentes) del Libro Tercero
(Instituciones Familiares).
 Artículo 101°: Habrá Consejo de Familia para velar por la persona e
intereses del niño o del adolescente que no tenga padre ni madre o que se
encuentre incapacitado conforme lo dispone el Artículo 619° del Código
Civil.
 Artículo 102°: El adolescente participará en las reuniones del Consejo de
Familia con derecho a voz y voto. El niño será escuchado con las
restricciones propias de su edad.
 Artículo 103°: La tramitación de todo lo concerniente al Consejo de Familia
se rige por lo dispuesto en el Artículo 634° del Código Civil y lo señalado en
el presente Código.

3.9.- IMPEDIMENTOS DE LOS MIEMBROS DEL CONSEJO DE FAMILIA

La obligatoriedad del cargo no implica que todos los llamados deban aceptar y
ejercer el cargo. Sólo deben hacerlo quienes no estén inmersos en alguna
causal de impedimento. Estas causales están enumeradas en el artículo 632°
del Código Civil:

No pueden ser miembros del consejo:


1) El tutor ni el curador.
2) Los que están impedidos para ser tutores o curadores.
3) Las personas a quienes el padre o la madre, el abuelo o la abuela hubiesen
excluido de este cargo en su testamento o por escritura pública.
4) Los hijos de la persona que por abuso de la patria potestad de lugar a su
formación.
5) Los padres, en caso que el consejo se forme en vida de ellos, salvo lo
dispuesto en el artículo 624.

Regularmente, asumen la responsabilidad de formar parte del consejo de


familia los designados por el último de los padres que tuvo al hijo bajo su patria
potestad o curatela mediante testamento o escritura pública, o los designados
por el último de los abuelos que hubiera tenido al menor o mayor incapaz bajo
su cuidado.
En el código civil, además de haberse esmerado en enunciar quienes formaran
parte del consejo de familia a conformarse, se ha detenido también a
mencionar que personas están impedidas de hacerlo en esta lista han sido
considerados:
a) El tutor o curador:
Por obvias razones el tutor o el curador, se encuentran impedidos de formar
parte del consejo de familia.
El consejo de familia se conforma con el propósito de velar por la persona y
bienes del menor o mayor incapaz, teniendo la función principal de vigilar el
buen cumplimiento de las funciones asumidas por el tutor del menor o el
curador del mayor incapaz.
b) Los que están impedidos para ser tutores o curadores:
Son todos aquellos que están mencionados en el artículo 515 del Código Civil
prescribe que no pueden ser tutores o curadores por remisión al artículo 568
que dispone para la curatela la aplicación supletoria de la normatividad atinente
a la tutela.

No pueden ser tutores:


1) Los menores de edad. Si fueran nombrados en testamento o por escritura
pública, ejercerán el cargo cuando lleguen a la mayoría.
2) Los sujetos a curatela.
3) Los deudores o acreedores del menor, por cantidades de consideración, ni
los fiadores de los primeros, a no ser que los padres los hubiesen nombrado
sabiendo esta circunstancia.
4) Los que tengan en un pleito propio, o de sus ascendientes, descendientes o
cónyuge, interés contrario al del menor, a menos que con conocimiento de
ello hubiesen sido nombrados por los padres.
5) Los enemigos del menor o de sus ascendientes o hermanos.
6) Los excluidos expresamente de la tutela por el padre o por la madre.
7) Los quebrados y quienes están sujetos a un procedimiento de quiebra.
8) Los condenados por homicidio, lesiones dolosas, riña, aborto, exposición o
abandono de personas en peligro, supresión o alteración del estado civil, o
por delitos contra el patrimonio o contra las buenas costumbres.
9) Las personas de mala conducta notoria o que no tuvieren manera de vivir
conocida.
10) Los que fueron destituidos de la patria potestad.
11) Los que fueron removidos de otra tutela.

3.10.- TERMINACIÓN DEL CARGO


El cargo de miembro del Consejo de Familia, asumido obligatoriamente
por quien estaba expedito para ello según la ley, sólo puede terminar si se
produce alguna de las situaciones previstas concretamente en la propia
ley. Así, conforme al artículo 657°, el cargo de miembro del Consejo de
Familia termina "por muerte, declaración de quiebra o remoción". También
termina por renuncia fundada en impedimento legal.
 Fin al Consejo de Familia
Según el artículo 658°, el Consejo de Familia cesa en los mismos casos que
la tutela o la curatela, es decir:

a) Por muerte del menor (artículo 549°, inciso 1).


b) Por haber llegado el menor a los 18 años (artículo 549°, inciso 2).
c) Por cesar la incapacidad del menor o del padre o madre (artículo 549°,
incisos 3 y 4)
d) Por ingresar el menor bajo la patria potestad (artículo 549°, inciso 5).
e) Por declaración judicial que levante la interdicción (artículo 610°).
f) Por liberación del condenado a pena que implique la interdicción civil (art.
611°).
g) Por extinción de los bienes o desaparición de los motivos que determinaron
el Consejo (artículo 615°).
h) Por reaparecer el desaparecido titular de los bienes, o cuando se declara su
ausencia o su muerte presunta (artículo 616°).
i) Por el nacimiento o muerte del concebido titular de los bienes (artículo 617°).
j) Por la conclusión de los asuntos que lo determinaron (artículo 618°).

CAPITULO IV
CONCLUSIONES

1.- Resulta necesario dar a conocer la existencia de la figura jurídica del


patrimonio familiar; ya que es una de las formas de dar certeza a la seguridad
de la familia desde el punto de vista jurídico de garantizar un bien contra
embargos en el presente y futuro y también contra miembros de la misma que
pretendan despilfarrar los bienes afectos a la misma.

2.- Se caracteriza por ser un órgano de actuación no habitual, puesto que la


intervención del curador sólo tiene lugar en determinados actos de especial
trascendencia para la persona o bienes de la persona, que no tiene la
capacidad de tomar y comunicar decisiones importantes sobre sus asuntos
personales y financieros queda sometida a ella. Precisamente en este carácter
no habitual de la intervención del curador se encuentra la diferencia
fundamental con la tutela.

3.- Los casos en los que se hace necesario la conformación y presencia del
consejo de familia son: para el nombramiento de un tutor o curador legítimo;
para determinar funciones específicas al tutor o curador; para decidir sobre la
remoción de los representantes; para el nombramiento del tutor o curador
especial.
BIBLIOGRAFIA
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Gaceta Jurídica , 1998.
2.- CORNEJO CHÁVEZ, Héctor. Derecho Familiar Peruano. 2 Tomos. Lima,
Gaceta Jurídica, 1998

3.- TORRES VASQUEZ, Aníbal, Código Civil Tomo I - GACETA JURIDICA,


Código Civil Comentado Tomo III

4.- LLANOS, Benjamín - Foro Jurídico, Patrimonio Familiar- Gaceta Jurídica,


CÓDIGO CIVIL COMENTADO Tomo III Derecho De Familia.

5.- SCHEREIBER PEZET, Max Arias EXEGESIS CIVIL PERUANO DE 1984.


Tomo III Derecho de Familia. Lima-Perú 2006.

6.- PERALTA ANCHA, Javier Rolando, DERECHO DE FAMILIA EN EL


CÓDIGO CIVIL. 2° Edición. Lima-Perú 1996

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Lima-Perú.

8.- AGUILAR LLANOS, Benjamín. La Familia en el Código Civil Peruano, Lima,


Ediciones Legales, 2010, pp. 595-596.

9.- BAUTISTA TOMA, Pedro y HERRERO PONS, Jorge. Ob. cit., pp. 331-332.

10.-CALIXTO VALVERDE Y VALVERDE. citado por AGUILAR LLANOS,


Benjamín. Persona y Familia. Revista del instituto de la familia, Lima, 2012, p.

11.- CLEMENTE DE DIEGO, citado por AGUILAR LLANOS, Benjamín.


Persona y Familia. Revista del instituto de la familia, Lima, 2012, p. 14.

12.- ROSMAN (Dir.). Los Derechos del Niño en la Familia, la convención sobre
los Derechos del Niño, Derechos Personalísimos –la infancia abandonada, el
interés Superior del Niño - Derecho a la identidad, Relación con ambos padres
- niño discapacitado, la opinión del niño y defensa de sus Derechos, Buenos
Aires, Editorial Universidad, 1998, pp. 236-237
13.- MALLQUI REYNOSO, Max “Derecho de Familia” Tomo II – Editorial San
Marcos – Primera Edición 2002 – Lima. Pág. 1233, 1234.

14.- PERALTA ANDIA, Javier Rolando “Derecho de Familia en el Código Civil”–


Editorial IDEMSA – Tercera Edición 2008 – Lima. Pág. 609

15.-VASQUEZ GARCIA, Yolanda “Derecho de Familia” Teórico – Práctico


Tomo II. Editorial Huallaga – Junio 1998 – Lima. Pág. 402.

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