haciendo zapping por esos canales de ilustrado televisión y oía que se hablaba no de un Decimonónico, cerebral, todo un workaholic literato sino de un luchador concienzudo de la escritura, por muchas razones he por la libertad, un opositor rotundo a toda creído encontrar más vitalidad en dos dictadura, un ejemplo de resistencia, por páginas de Salinger, Oquendo de Amat, allí algún papanatas tituló su documental: Scorza, que en los laboriosos tomos que “Vargas Llosa, el indomable”, parecía que constituyen la mayoría de sus novelas. se hablaba de Malcolm X, de Marcos, que Ahora, cuando planteo el título el imbécil me parta un rayo, cualquiera pensaría en ilustrado para hablar de Marito, no creo ser Mandela. Pero no. Todos se referían a este injusto. En el fanzine número 2 de “La mimadísimo redactor de opiniones Escuela Moderna”, Carlos Alonso Romero, conservadoras, un hombre que jamás ha refiriéndose a Vargas Llosa, Fernando puesto en riesgo nada. En su discurso Savater, Carlos Fuentes, entre otros, define elogio de la literatura y la ficción, Vargas al imbécil ilustrado como: La mayor basura Llosa se metió, no sé por qué, en temas intelectual, el más grande residuo de la políticos, sea como fuere, lo que dijo fue irracionalidad. Aquél que atesora para olvidar, sólo le faltó gritar consignas numerosos conocimientos pero es incapaz como: ¡larga vida al capitalismo! de sostener la conexión de estos con lo que acontece afuera, en la calle, más allá Se sostiene que MVLL es un opositor a las de su puerta y de su círculo de conocidos. dictaduras porque critica a Fidel, Chávez, Creo que Vargas Llosa cabe perfectamente Fujimori, los regímenes de Myanmar y en esta definición. Algunos argumentan China, etc. Cualquier hombre sensato que el escritor pasó por el colegio Militar y criticaría estas cosas, ¿eso le convierte en la Universidad de San Marcos, espacios un “luchador”? es natural y hasta un donde pudo conocer la diversidad de gente, mínimo gesto de espíritu antiautoritario y las profundas desigualdades de la oponerse a Chávez como a Alan García, realidad local. Creo que acumular distintos pero esperen, ¡si este segundo es su gran perfiles o arquetipos sociales no es amigo! suficiente para aprehender íntimamente el latido de los barrios, me parece que MVLL Cuando MVLL habló sobre Perú, señaló no pasó de una fase superficial de que aunque imperfecta se vivía una época observador de la precariedad que le de evidente democracia. En este punto rodeaba, como un niño que se asombra entendí de qué lado juega el cangrejo éste, cuando visita por primera vez un zoológico. para él los hechos de Bagua, Espinar, etc. no evidencian despotismo, un hombre A raíz del premio Nobel los medios asesinado por el Estado, por estorbar los difundieron mesas redondas o programas proyectos de monopolios privados, es un especiales sobre Vargas Llosa. Esa asunto de poca monta. Pero este irresponsable no sólo elude selectivamente ciertos sucesos bochornosos, cuando se anima a pronunciarse sobre ellos, justifica masacres imperdonables. En “Diario de Irak”, miente sobre chiítas y kurdos, una cosa es oponerse a un tirano execrable como Sadam Hussein y otra muy distinta defender abiertamente la invasión del genocida George Bush, planteándola como necesaria y decisiva para la democracia global, ¿alguno cree que es por puro candor que ignora el interés de Occidente por controlar el petróleo de esa región?
MVLL defiende la libertad de los grandes
grupos económicos para optimizar sus ganancias e imponer un ritmo suicida de producción, esa es la seudo-libertad que le interesa. MVLL critica al dictador Chávez porque se opone a los monopolios públicos, no a los privados, mientras ese dogma no sea perturbado, estará feliz y satisfecho, limándose las uñas mientras sueña con Flaubert o es condecorado por el asesino y ladrón Alan García. MVLL, como muchos imbéciles ilustrados, tuvo su “época loca de juventud comunista”. Defiende la normalidad, lo normal es lo instaurado, defender las instituciones y la relaciones humanas del modo tal cual rigen, pretendiendo que el problema son las gestiones de turno y no el conjunto de normas del sistema. Esta clase de farsantes pretende que el capitalismo borre las cicatrices de sus abusos para hacerlo lucir aceptable. Para ellos los principios de autonomía y autoorganización son utopías infantiles, su conformismo y sumisión lejos de reflejar al disidente, se suma al rebaño.