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EL CODIGO DE JUSTINIANO

Justiniano, sucesor de su tío Justino y emperador del trono del oriente, conocido como el imperio
bizantino, se propone restaurar la unidad del imperio romano en los aspectos político, religioso y
jurídico.

Según el emperador su labor venía determinada por una doble vertiente. En primer lugar restituir
al Imperio las antiguas fronteras y en segundo lugar reunir toda la legislación romana en un cuerpo
único.

En definitiva todo un vasto plan que comprendía los principios que presidían todo el discurso
ideológico-político y que se conoce con el nombre de Renovatio Imperio, el sueño de la
restauración de la antigua grandeza del imperio regido desde un centro glorioso, cuya capital sería
Constantinopla.

A nivel jurídico en el año 528 D.C decide realizar una obra de recopilación de todo el Derecho que
había hasta ese momento y que se encontraba muy disperso, aunque su principal colaborador fue
Triboniano,i en aquellos momentos, que fue, en definitiva, quien llevó a cabo la magna obra del
Código.

PROBLEMÁTICA NORMATIVO ANTES DEL CODIGO DE JUSTINIANO

La falta de un sistema de publicación que pusiese a disposición de los tribunales y de los súbditos
todas las constituciones que promulgaban los emperadores, así como la dificultad que entrañaba
distinguir los rescriptos de carácter general de aquellos que sólo tenían valor para un caso
concreto y la falta de coordinación entre las normas nuevas y las antiguas, que en muchas
ocasiones se contradecían, dieron lugar a una gran incertidumbre que en la época diocleciana se
intentó solucionar con la colección o compilación de las leges. Se hizo fundamentalmente con la
doble finalidad de poder utilizarse ante los tribunales y para la enseñanza.

ANTECEDENTES DEL CODIGO JUSTINIANO

Fue en Oriente donde se produjeron las primeras compilaciones de las constituciones imperiales,
primero en dos obras de carácter privado, los Códigos Gregoriano y Hermogeniano y después una
obra salida de la propia cancillería imperial, el Código Teodosiano.

El Codex Gregorianus fue redactado por un autor desconocido en Oriente, quizás en Nicomedia,
en el reinado de Diocleciano y en él se recogen constituciones dictadas entre los años 196 y 295.
Constaba de 15 libros divididos en títulos.

El Codex Hermogenianus funciona como un apéndice del anterior. Fue también una recopilación
privada de finales del siglo III o inicios del IV hecha por un tal Hermógenes o bien por el jurista
Hermogeniano. Está formado por un solo libro, dividido en títulos y recoge leyes promulgadas
entre los años 291 y 324.

Por el contrario el Codex Theodosianus es la primera compilación oficial, ordenada por el


emperador Teodosio II con una constitución el 15 de febrero del año 438 y que entró en vigor el 1
de enero del año 439. En Occidente fue promulgado por Valentiniano III. Consta de dieciséis libros
repartidos en títulos y recoge las leges generales desde Constantino a Teodosio II, que
cronológicamente van desde 313 hasta 437. Sigue esencialmente el orden del Código Gregoriano,
sin embargo predomina en él el derecho público

REDACCION DEL CODIGO DE JUSTINIANO

El Código de Justiniano es una recopilación de constituciones imperiales promulgada por el


emperador Justiniano, en una primera versión, en el año 529, y en una segunda, el año de 534.
Este último forma parte del denominado Corpus Iuris Civilis.

El "primer" Código de Justiniano, fue la primera obra elaborada dentro del proceso recopilador de
Derecho romano justiniano. Esta obra no se ha conservado, salvo por un fragmento del índice. Fue
preparado por una comisión de juristas, presidida por Triboniano, comenzando sus labores en el
año de 528. Los comisionados debían recopilar las constituciones imperiales vigentes en la época,
pudiendo utilizar obras anteriores como el Código Teodosiano del año 438, de carácter oficial, y el
Código Gregoriano de 293 y Hermogeniano, de carácter privado. Con la promulgación de este
código se dejó sin efecto los anteriores. Debido a las reformas efectuadas por Justiniano fue
necesario actualizarlo hacia el año 533.

Una comisión presidida nuevamente por Triboniano debió agregar todas las nuevas constituciones
imperiales dictadas por Justiniano al "primer" Código, recibiendo la facultad de interpolarlas o
modificarlas, para su adecuada incorporación.

En el año 534 se promulgó el "segundo" Código de Justiniano, quedando derogado el anterior y


prohibida su alegación. Está estructurado en 12 libros, divididos en títulos, que contienen las
constituciones imperiales.

PORQUE EL CODIGO JUSTINIANO FUE EXITOSO EN COMPARACION CON LOS ANTERIORES


INTENTOS DE RECOPILACION DE DERECHO ROMANO

Se deba al cambio de mentalidad, pero sobre todo también a la influencia de Triboniano y sobre
todo la concepción cristiana de Justiniano

Nos referimos al hecho de que Teodosio recoge en su Código sólo las leyes a partir de Constantino,
y aparta por completo todo lo que tenga que ver con el paganismo a pesar de recoger los aportes
de emperadores paganos. Quizá así se podría explicar el hecho de que no se llevara a cabo la
recopilación de un iura totalmente pagano.

Como dicen todos los autores fue Triboniano el principal impulsor del Digesto

ESTRUCTURA Y FUENTE DEL CODIGO DE JUSTINIANO

El Código está dividido en 12 libros y éstos a su vez en títulos

Los libros están divididos en constituciones por orden cronológico, acompañadas cada una por su
inscriptio, en la que figura el nombre del emperador que la promulgó así como la indicación del
particular o la autoridad a la que va destinada y una suscriptio en la que figuran la fecha y el lugar
de promulgación de la ley. Normalmente presentan la división escolástica en principio y párrafos.

El primero de los libros (el más importante) se ocupa de las fuentes del Derecho así como de los
officia de las autoridades imperiales, pero a ellos se antepone toda la legislación referente a las
relaciones entre Iglesia y Estado. Ésta es una de las grandes diferencias con respecto a la
compilación teodosiana.

De los libros segundo al octavo se tratan temas referentes al derecho privado, otra diferencia
fundamental frente al teodosiano mayoritariamente de derecho público, sobre todo por la
incorporación de los códigos anteriores al Teodosiano.

El libro noveno está dedicado al derecho penal y los tres últimos al derecho financiero y al
administrativo

COSMOVISIÓN RELIGIOSA DE JUSTINIANO

La legislación religiosa justinianea, parte esencialmente de dos planteamientos.

El primero se explica por la situación de los emperadores, desde Constantino, en la Iglesia cristiana
que no difiere esencialmente de la de los emperadores paganos en la religión pagana. El
cristianismo se eleva a Iglesia de Estado. Y así se hace parte integrante de la vida y de la función de
éste. Este primer móvil de la legislación eclesiástica es puramente político y tiene por objeto la
reglamentación legislativa de los asuntos de la iglesia que constituyen una manifestación
importante de la vida pública.

El segundo planteamiento, también político, pero con un carácter más especial se explicaría por la
concepción dominante de la supremacía de la autoridad del Estado

La legislación religiosa del emperador Justiniano denota un sentimiento profundamente religioso y


una viva conciencia eclesiástica que guían al emperador en la redacción de las leyes para la
consecución de sus fines, y uno de los principales es la unidad de la fe.

El propio emperador nos informa en algunas novelas que escribió obras de teología y ordenó
decretos para defender la verdadera fe. La preocupación por la llamada «paz de la Iglesia» era un
asunto que obsesionaba a los emperadores de finales del siglo V y del siglo VI. Esta paz de la Iglesia
era perfectamente identificable con la paz del Imperio.

FUNDAMENTOS Y FUENTES DEL PODER IMPERIAL

Con la adopción del cristianismo la idea del carácter divino del emperador no deja de estar
presente sino que se va a ver vinculada al pensamiento cristiano según el cual el soberano recogía
la tradición de los apóstoles. Esta combinación de los poderes real y sacerdotal será la principal
característica de la posición del emperador y que tendrá su más claro exponente en Justiniano-
Durante el siglo V los emperadores romanos adoptan una posición más propia de gobernantes
cristianos al considerarse emperadores Dei gratia, lógico además por la estrecha relación con la
entonces corriente denominación de los obispos. Este hecho da lugar a la idea de que el imperio y
su gobierno ha sido delegado, es decir confiado por Dios, al emperador.

FUENTES DEL DERECHO EN EL CÓDIGO

La correspondencia de estos títulos con los del Código Teodosiano

 LA COSTUMBRE
Se mantiene dentro de la jerarquía de las fuentes del derecho pero en un lugar
secundario. Justiniano acentúa su carácter subsidiario con respecto a la ley
 LOS CÁNONES COMO FUENTE DE LA LEGISLACIÓN
Aunque no figuran en el Código como un título específico, su aparición a lo largo de
diversas constituciones hace que sea un tema interesante y digno de estudio. Realmente
es un tema a caballo entre la legislación religiosa y las fuentes del derecho. Intentaremos
ver las relaciones entre leyes y cánones bajo el aspecto formal. Muchísimos cánones han
sido traducidos en leyes,
 EL EMPERADOR ÚNICO CREADOR E INTÉRPRETE DE LAS LEYES
Justiniano interpreta cuando él aplica su criterio a un problema particular, pero él también
utiliza este poder interpretativo cuando toma decisiones concernientes a la compilación
del Código.
Cuando él recoge leyes del Código de Teodosio y las coloca en su propio Código, en
diferentes títulos y libros de los que ocupaban en otro. esto puede ser definido
propiamente como un aspecto más del poder interpretativo del emperador como fuente
del derecho

RENOVACIÓN ADMINISTRATIVA DEL IMPERIO

La organización administrativa en el siglo VI d.C. descendía en gran parte de las reformas de la


época del Dominado, y seguía manteniendo la estructura de una monarquía absoluta.

Los elementos decisivos de la estructura del gobierno siguen siendo la Corte, con la figura
suprema del emperador, la administración civil y el ejército, también con su aparato
administrativo.

Como base de todo lo anterior existía un sistema financiero que debía recaudar lo suficiente para
hacer frente a los gastos de la Corte y el gobierno imperial.

La administración, cuya meta principal era llevar hasta el último confín del Imperio la voluntad
imperial, estaba sumamente organizada y centralizada a la vez que profesionalizada. Existía una
profunda reglamentación de todas y cada una de las funciones administrativas

En el Código, en el libro primero esta todo lo relativo al officium, es decir, el conjunto de


funcionarios de la administración y por otro, en el libro duodécimo, la dignitas, es decir los títulos
honoríficos que correspondían a cada funcionario según su rango.

Toda la organización administrativa está dominada por el palacio del emperador; todo oficio
público está ligado al palacio y todos los funcionarios civiles o militares tienen antepuesta a la
mención de su cargo una dignidad palatina Los cargos a veces sólo son títulos honoríficos y,
análogamente, los oficios domésticos a veces se convierten en cargos públicos

EL ESTADO Y EL INDIVIDUO. LOS ESCLAVOS, LIBERTOS Y COLONOS

Dentro del Corpus Iuris Civilis fue en las Instituciones en donde se elaboró la doctrina más
sistemática en cuanto a lo que había llegado a ser la condición de las personas en relación con el
concepto libertas en el siglo VI.

En el libro primero, en su título 3 se habla sobre el derecho de las personas, de iure personarum.
La primera división que se hace es entre libres y esclavos. Por un lado la libertad, de donde viene
también la denominación de libres, que es la facultad natural de hacer lo que uno quiera siempre
que no lo impida la fuerza del derecho y por otro la esclavitud que es una institución del Derecho
de gentes por la que, contra lo natural, un hombre queda sujeto al dominio de otro.

En la ley romana los hombres se clasifican, en una primera división, en libres y esclavos. En la
compilación de Justiniano figura la esclavitud, por supuesto, como una institución vigente, pero
mientras en el Digesto ocupa buena parte, sin embargo en el Codex las escasas constituciones
imperiales sobre la esclavitud confirman su decadencia y Justiniano va a tratar de cerrar un ciclo
histórico en el sentido de intentar, al menos teóricamente, facilitar jurídicamente que todos sus
súbditos estén igualados en cuanto a la libertad. Y para ello aparte de suprimir antiguas
situaciones que con el paso de los siglos ya no tenían sentido ninguno intenta con una legislación
novedosa que puedan «promocionar» a la libertad el mayor número de personas ( manumisión)

La concepción de Justiniano respecto a este asunto se puede observar en la siguiente recopilación


de textos:

«Así pues como hallamos que por nuestro derecho se introdujo que si alguno hubiere dejado sin la
libertad tutor de sus hijos a su esclavo, se presuma que por la misma dación de la tutela de le
concedió también la libertad en favor de los pupilos, ¿por qué no hemos de introducir esto con
más humanidad y en favor de la libertad también tratándose de la herencia, de suerte que si
alguno hubiere instituido sin la libertad heredero a su esclavo se haga de todos modos ciudadano
romano?»

«Y en el mismo derecho hay si habiéndose impuesto entre vivos la manumisión, se hubiere hecho
por última voluntad la concesión del patronato, pero esto de suerte que en todas prevalezcan las
restituciones de los derechos de nacimiento, en virtud de las que casi únicamente les compete a
los libertos la mera ingenuidad, lo mismo que si fueran dominantes en nuestra República, porque
es nuestro anhelo que esté poblada más bien por hombres ingenuos que por libertos llamó en
plural, lleguen sin embargo todos desde el primer momento a la libertad, puesto que en los casos
dudosos, y mayormente tratándose de la libertad, es preferible que se acepte en favor de ésta el
sentido más equitativo».

«Pues es bastante impío que los herederos difieran las disposiciones del testador, sobre todo
cuando se refieren a la libertad».

«Y en tal disyuntiva nosotros que somos fomentadores de la libertad, interpretamos la ambigua


voluntad del testador como si hubiere querido hacerle donación de la libertad en cuanto a su
parte”

A partir de Justiniano y a diferencia de las épocas anteriores la manumisión significaba la completa


adquisición de la libertad y la ciudadanía. Para ello necesitó derogar algunas leyes que habían
estado en vigor durante siglos y que eran restrictivas para la manumisión. Todas las restricciones
venían arrastradas desde la época de Augusto, el cual por razones eminentemente políticas y
morales puso trabas a estas acciones

Tres son las leyes que parcial o totalmente fueron derogadas entre los años 528 y 531 y en las que
Justiniano suprimió las diversas categorías de libertos y dieron lugar a que toda liberación
produjera de pleno derecho: la lex Fufia Caninia del año 2 d.C. derogada en el 528; la lex Aelia
Sentia del año 4 d.C. derogada parcialmente en el año 530 y por último la lex Iunia derogada en el
531.
Así los antiguos esclavos pasaron en su mayor parte a ser los colonos que trabajaban las tierras de
los patronos, que aunque vivían miserablemente conservaban mayores derechos.

LA REPRESIÓN PENAL EN ÉPOCA DE JUSTINIANO

Justiniano para llevar a cabo sus reformas debía tener a su disposición un aparato represor que le
diera la posibilidad de castigar a todos aquellos que transgredieran las normas emanadas de la
cancillería imperial. Recursos que en gran parte fueron heredados o recogidos de la legislación
imperial anterior pero también otros respondían a novedades introducidas por él, y sus
comisarios fundamentalmente en lo que se refiere al derecho penal sustancial puesto que en
cuanto al procedimiento no se innovó en relación a la época tedosiana.

El magistrado judicial supremo era el emperador, aunque ordinariamente no ejercía la jurisdicción


por sí mismo, sino que toda la justicia se administraba en nombre suyo a través de sus
representantes.

En tiempos del reinado de Justiniano el proceso de los publica iudicia (proceso que se iniciaba
con la acusación pública de un particular contra un magistrado o funcionario que comprobaba la
validez de la acusación) había desaparecido por completo y sólo permanecieron, como restos de
las leyes que los habían organizado, las penas.

En los primeros años de Justiniano y coincidiendo con la época de las grandes compilaciones,
sobre todo en el año 529, se intenta regular en mayor medida las fases iniciales del proceso penal.
Hay una serie de constituciones que tratan sobre la detención preventiva y la duración máxima
según el tipo de proceso penal. El título 9.5 confirma la prohibición de las cárceles privadas. Estas
dos leyes junto con otras forman parte de una disposición única y muy amplia diseminada por
distintas rúbricas del Código. La producción en derecho penal sustancial no es muy numerosa en
este libro noveno sino que aparece a lo largo de todo el Código.

La pena de muerte aparece con bastante frecuencia; no se hallan muy definidas y difundidas las
penas restrictivas de la libertad personal. Las sanciones corporales plantean algunos problemas ya
que no sabemos si se refieren a mutilación o fustigación.

Las penas pecuniarias y, en particular, la confiscación, así como la deportación son numerosísimas.
Es de destacar la notable articulación de las multas que van desde 1 a 100 libras de oro (son
excepción las multas que mencionan la plata) y que se establecen, en su mayor parte, para los
departamentos administrativos negligentes y para sus dirigentes, aunque también son aplicadas a
particulares.

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