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Concepto
Es el convenio por el cual el deudor promete al acreedor una prestación, consistente por lo
general en dinero, para el caso de que deje de cumplir o no cumpla, sobre todo puntualmente una
obligación.
Ejemplo: El contratista se obliga a pagar una suma de dinero por cada día que retrase la entrega de
la obra que se obligó a construir.
La cláusula penal es también conocida como pena convencional y opera de dos modos:
En el artículo 708 del CC se encuentra la regulación el efecto que produce la cláusula penal, de lo
cual se extrae el concepto de esta institución, pues se señala que con ella se determina con
anticipación y a título de multa los daños y perjuicios debidos al acreedor, cuando el acreedor no
cumple con su obligación o lo hace de manera imperfecta.
1- Las partes la pueden establecer para el incumplimiento absoluto, en cuyo caso se hace
referencia a un pacto compensatorio.
2- Se puede establecer para el caso de incumplimiento relativo, entendido este como
incumplimiento tardío o defectuoso, en cuyo caso se hace referencia a un pacto punitorio
o sancionador de la mora.
La estipulación de la cláusula penal debe hacerse en el momento de contraerse la obligación, es
decir, en el periodo inicial de la relación jurídica, pero no hay nada que impida que se estipule
después del nacimiento de esta, lo que sí es conveniente determinar es que debe haberse pactado
antes de llegar a saberse si la obligación ha sido incumplida, porque si se pacta después del
incumplimiento se desvirtúa, por naturaleza, su función.
En el primer caso el acreedor solo está autorizado a reclamar una cosa: el cumplimiento de la
obligación o la pena convencional por ser excluyentes, ya que en el establecimiento de la cláusula
penal las partes toman en consideración el contenido patrimonial de la prestación, que viene a ser
el daño y le agregan el eventual perjuicio.
En dado caso que haya convenio de clausula penal por incumplimiento relativo y se produce el
incumplimiento absoluto, debe dejarse la cláusula penal sin ejecución y exigir la reparación de los
daños y perjuicios para lo cual el perjudicado debe demostrar la existencia de ellos y su
cuantificación.
Es acordada libremente por las partes, pero siempre sin infringir el límite de lo justo y para ello, la
ley señala que al indicar que cuando se produce un incumplimiento absoluto y se reclame la pena,
no puede ser mayor en valor a la obligación principal y cuando se refiere al incumplimiento
relativo y el acreedor reclame la obligación y la pena conjuntamente, esta última no puede
exceder la cuarta parte de la obligación principal.
De acuerdo con la función penalizadora y la función coercitiva de la cláusula penal, siempre debe
resultar más onerosa para el deudor, es decir, en una obligación con cláusula penal, en razón de
esta, el deudor estará comprometido al cumplimiento de la obligación.
El artículo 712 del cc limita erróneamente la cuantía de la pena al señalar que no se puede exceder
el valor de la obligación principal y además impide al acreedor que exija el cumplimiento de la
obligación y de la pena en el artículo 711. Lo cual es ilógico ya que, de acuerdo con la función
penalizadora y la función coercitiva de la cláusula penal, siempre debe resultar más onerosa para
el deudor, es decir, que en una obligación con cláusula penal el deudor siempre estará compelido
al cumplimiento de la obligación. De aceptarlo así, para el deudor seria indiferente cumplir con su
obligación o incumplirla y pagar la cláusula penal, con lo cual habría un evidente perjuicio para el
acreedor, quien deberá renunciar a ella para ejecutar forzosamente la obligación adecuada,
cuantificar y demostrar los daños y perjuicios.
Contenido de la pena
En principio, la reparación de daños y perjuicios se satisface con dinero, sin embargo, no se impide
que el deudor pueda garantizar el cumplimiento de la reparación establecida como clausula penal
con una obligación de dar o hacer.
Tampoco hay impedimento para que un tercero sea el encargado de llevar a cabo el cumplimiento
de la cláusula penal en favor del acreedor.
La cláusula penal dispensa al acreedor de tener que probar hasta donde llegan los daños y
perjuicios, porque la carga de la prueba es suya si no existiera la cláusula penal, pues le
correspondería a él demostrar la extensión del daño, lo que a veces se complica y hace que la
indemnización reclamada se dificulte, por la calidad que debe tener la prueba y porque a veces su
valoración por parte de los juzgadores no se hace con el debido apego a la justicia y equidad.
Estipulada la cláusula penal, no hay que probar o discutir sobre la extensión de los perjuicios que
están determinados por la convención de las partes, lo que significa que para cobrar la pena el
acreedor no está obligado a probar que ha sufrido perjuicio y tiene derecho lo estipulado.
Consiste en que el monto establecido por las partes como pena convencional no se puede variar ni
en favor del deudor o del acreedor. Según lo estipula el art 705 del CC.
O sea, el acreedor, al acepar el pago parcial de la obligación, está aceptando que la indemnización
sea sustituida con ese pago parcial del contenido de la prestación.
Cuando es en razón del incumplimiento absoluto no se podrán exigir ambas cosas, ya que la pena
convencional está constituida como una indemnización por el incumplimiento de la obligación
principal y en ese sentido es sustitutiva de dicha obligación.
Todo esto va a depender mucho de la suma en que se pacte la cláusula penal. Si se pacta en un
valor semejante o mayor al del contenido de la obligación, se entenderá que la pena ha sido
pactada en previsión del incumplimiento absoluto. (recordar ejemplo de la entrega de mil quilos
de arroz y su cláusula por mil colones que es relativa)
Como toda garantía, la cláusula penal es una obligación accesoria, la cual dependerá de una
obligación principal. Si se extingue la obligación principal, por pago, compensación, nulidad, entre
otros, se extingue también la cláusula penal.
Se produce cundo el acreedor prescinde de la cláusula penal por incumplimiento absoluto y exige
la ejecución forzosa junto con el reclamo de los daños y perjuicios ocasionados, entonces se atiene
a los daños y perjuicios que resalten de la tasación derivada de la prueba y no de los que se habían
anticipadamente había tasado con el deudor.
Cuando son varios deudores y la obligación es indivisible, la pena se aplica por el incumplimiento
de uno de los deudores.
En los artículos 426 al 428 del código de comercio se regula esta institución.