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INTRODUCCIÓN

La historia del algodón en el Perú, se remonta al periodo prehispánico, donde los productos
textiles y el desarrollo de fibras hasta el tratamiento, la transformación de estos en tejidos y
prendas de vestir, tienen una larga y antigua tradición en el Perú. A su vez, a comienzos del
siglo 20 se comenzó a producir la variedad Tangüis que trajo consigo un auge y dinamismo a
este sector productivo, conjuntamente con la introducción de fibras largas y extras largas en el
norte del país. El algodón y las industrias textiles algodoneras son esenciales para el
crecimiento económico de los países desarrollados y de los países en desarrollo; y contribuyen
a un desarrollo sostenible y socialmente responsable. El algodón es un producto agrícola no
alimentario de mayor intercambio comercial en el ámbito mundial; se produce y se consume
de manera generalizada y su fibra es utilizada universalmente como materia prima de la
industria textil.

CORRIJE ESTA
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Nombre Común: Algodón
Nombre Científico: Gossypium barbadense L.
Familia: Malvácea
Origen: América Tropical, Asia y África.
Regiones Naturales: Costa o Chala y Selva Alta o rupa rupa (entre
0 a 300 msnm).
Departamentos: Ica.
Variedades: Tangüis.
Periodo Vegetativo: dependiendo del linaje,
Precoces: 6-7 meses.
Tardío: 8 meses.
TEMPERATURA
El cultivo del algodón es típico de las zonas cálidas.

 La germinación de la semilla se produce cuando se alcanza una temperatura


no inferior a 14 ºC, siendo el óptimo de germinación de 20ºC.
 Para la floración se necesita una temperatura media de los 20 a 30ºC.
 Para la maduración de la cápsula se necesita una temperatura de entre 27 y 30
ºC.

Temperaturas menores de 15ºC causan lentitud en la germinación; temperaturas


próximas a los 30ºC una normal y rápida emergencia de plántulas cuando la
temperatura es mayor de 40ºC la germinación se ve un poco afectada; la temperatura
del suelo es obviamente diferente a la ambiental.
El desarrollo del cultivo es sensible a la temperatura. Las noches frías y las
temperaturas diurnas bajas se traducen en un crecimiento vegetativo con pocas ramas
que fructifiquen.
El cultivo de algodón requiere una estación mínima libre de heladas mayor de cuatro a
cinco meses y una temperatura medía de las máximas, en el semestre más cálido,
superior a 25ºC; se subdivide en dos: algodón más cálido (si la medía de las cálidas es
superior a 33.5ºC), y, algodón menos cálido (siempre que la medía de las mínimas del
mes más cálido sea superior a 20ºC), además que es necesario 14 a 15ºC para la
germinación, y que entre 15 y 45ºC la planta está constantemente creciendo.
En los extremos máximos de los 45ºC mencionados, con un largo periodo soportando
estas temperaturas la transpiración forzada hacía que la planta dedicara toda su
energía a esta función en detrimento de la fotosíntesis y, como consecuencia,
disminuía o no se formaban los hidratos de carbono como material de crecimiento.

HUMEDAD
Se requieren unos suelos profundos capaces de retener agua, como es el caso de los
suelos arcillosos.
Estos tipos de suelos mantienen la humedad durante todo el ciclo del cultivo. Los
suelos salinos son tolerados por el cultivo del algodón e incluso en cantidades
elevadas sin sufrir la planta ningún tipo de disminución en su rendimiento productivo.
La pendiente del terreno no debe ser superior al 10%. Rango óptimo de pH es de 6,1 a
7,8. Contenido de materia orgánica en el suelo debe ser alto (>4%).
Las lluvias intensas pueden ocasionar, sin embargo, la caída de las plantas. Una lluvia
continua durante la floración y la apertura de las capsula dificulta la polinización y
reduce la calidad de la fibra. Una lluvia intensa durante la floración ocasiona la caída
de las yemas florales y de las capsulas jóvenes.
El algodón es un cultivo exigente en agua, pues la planta tiene mucha cantidad de
hojas previstas de estomas por las que transpiran cuando hay un exceso de calor. Los
riesgos deben de aplicarse durante todo el desarrollo de la planta a una dosis de 4 500
y 6 500 m3/ha.
Esta es la labor más importante en el manejo del cultivo, ya que el éxito de la campaña
depende en gran medida de una labor de riego adecuada. Es conocido que el exceso
o la falta del recurso hídrico en los momentos indicados determinan uno de los
principales problemas por los que se da el fracaso del cultivo. Adicionalmente, los
sistemas de riego por surcos (los más comunes en el Perú) tienen el problema de que
las dosis de agua no son repartidas uniformemente, produciéndose encharcamientos
en el terreno debido a la alta cantidad de agua que circula por los surcos y a la mala
topografía. En este sentido, es ideal la utilización de sistemas de riego por goteo para
lograr los mejores rendimientos posibles. El primer riego se da luego de los 30 – 45
días de la siembra (etapa en la cual la planta ha iniciado la formación de los primeros
botones florales), siempre dependiendo de la calidad del suelo y de la preparación del
mismo previo a la siembra, ya que suelos bien preparados y mullidos con buena
capacidad de retención provocarán que se retarde al máximo el primer riego. Los
riegos siguientes se realizaran con intervalos de entre 10 a 30 días, siendo los últimos
riegos ligeros para evitar que se pudran las bellotas del tercio inferior de la planta.
El VIENTO
El viento es un factor que puede ocasionar pérdidas durante la fase de floración y
desarrollo de las cápsulas, produciendo caídas de éstas en elevado porcentaje.
Los vientos fuertes y/o fríos afectan gravemente a las plantitas jóvenes, que son
delicadas, y en la maduración separan y sacan la fibra de las cápsulas abiertas,
manchándose ésta con el polvo.
INSOLACIÓN

La humedad del suelo y la insolación son dos factores que dirigen la floración. El suelo húmedo
permite una buena transpiración y cumple un cometido termorregulador, las lluvias excesivas
impiden la fecundación en un 20 a 25% de las flores y producen caída de frutos jóvenes.

La insolación tiene influencia directa en la abertura de las flores. La polinización de una flor de
algodonero generalmente tiene lugar en el transcurso de la mañana del día en que se abre la
flor. La fecundación queda terminada en las 30 horas que siguen a la abertura de la flor, es
posible que algunos óvulos no Le alcancen su pleno desarrollo
Un sol brillante es también importante para asegurar el rápido crecimiento de las
plantas, así como una buena floración y fructificación.
La falta de insolación en la última etapa del cultivo impide la maduración de las
bellotas
Si se reduce la insolación debajo del follaje. Estas condiciones favorecen a numerosas
especies de insectos y enfermedades de las plantas. Entre los insectos se puede
mencionar a los áfidos y al Heliothis del algodonero; y entre las enfermedades a la
oidiosis de diversas plantas. Una buena insolación, lograda por el distanciamiento
adecuado y por la orientación de los surcos de este a oeste reduce la incidencia del
picudo peruano del algodonero. Por otro lado, una mayor y rápida cobertura del suelo
por el desarrollo del cultivo reduce la incidencia de malezas.
La temporada templada dura 3,3 meses, del 2 de enero al 12 de abril, y la temperatura máxima
promedio diaria es más de 27 °C. El día más caluroso del año es el 21 de febrero, con una
temperatura máxima promedio de 28 °C y una temperatura mínima promedio de 20 °C.

La temporada fresca dura 3,3 meses, del 6 de junio al 15 de septiembre, y la temperatura


máxima promedio diaria es menos de 24 °C. El día más frío del año es el 26 de julio, con una
temperatura mínima promedio de 15 °C y máxima promedio de 23 °C.

Exigencias de clima del cultivo de algodón


El algodón es un cultivo típico de las zonas cálidas. La germinación de la semilla se
produce cuando se alcanza una temperatura no inferior a los 14 ºC y el terreno tiene
humedad suficiente.
El rango de temperatura para los procesos metabólicos y bioquímicos del algodón es de
23,5 ºC a 35 ºC, siendo la temperatura óptima de 28 ºC.
Es un cultivo del algodoón es exigente en agua, siendo el mes anterior a la floración, el
periodo más sensible a la sequía. 
Exigencias de suelo del cultivo de algodón
Respecto a las exigencias edáficas, el cultivo del algodón requiere suelos profundos y
permeables para que las raíces se desarrollen sin dificultad.
Es bastante tolerante a la salinidad.
Un retraso de la floración y la formación de frutos puede ser debido a la compactación del
suelo, exceso de nitrógeno, temperaturas nocturnas bajas, etc

Requerimientos térmicos e hídricos del cultivo de algodón El desarrollo del cultivo es


sensible a la temperatura. Las noches frías y las temperaturas diurnas bajas se traducen
en un crecimiento vegetativo con pocas ramas que fructifiquen. El cultivo es muy
sensible a la helada, y necesita un minino de 200 días libres de helada. La duración del
periodo vegetativo total es de unos 150 a 180 días 10 El algodón es una planta de día
corto pero existen variedades neutrales en cuanto a la duración del día. Sin embargo, el
efecto de la duración del día sobre la floración viene influido por la temperatura. La
germinación es óptima con temperaturas de 20 a 30° C, con un mínimo de 16° C y un
máximo de 35° C. Para el desarrollo vegetativo inicial, la temperatura debe exceder de
los 20° C, siendo deseables los 30° C. Para una formación de yemas y una floración
apropiadas, la temperatura diurna debe ser superior a los 25° C y la temperatura
nocturna superior a los 20° C, pero no deben exceder de 35 a 27° C, respectivamente.
Las temperaturas entre 27 y 32° C son las mejores para el desarrollo y maduración de
las cápsulas, pero los rendimientos disminuyen por encima de los 35° C. Los vientos
fuertes y/o fríos afectan gravemente a las plantitas jóvenes, que son delicadas, y en la
maduración separan y sacan la fibra de las cápsulas abiertas, manchándose ésta con el
polvo. Las lluvias intensas pueden ocasionar, sin embargo, la caída de las plantas. Una
lluvia continua durante la floración y la apertura de las cápsula dificulta la polinización
y reduce la calidad de la fibra. Una lluvia intensa durante la floración ocasiona la caída
de las yemas florales y de las cápsulas jóvenes. El algodón es un cultivo exigente en
agua, pues la planta tiene mucha cantidad de hojas provistas de estomas por las que se
transpiran cuando hay un exceso de calor. Los riegos deben de aplicarse durante todo el
desarrollo de la planta a unas dosis de 4.500 y 6.500 m3 /ha.

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