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ARROZ

Prof. Yadira Flores


Monocotiledónea de la familia de las
gramíneas.
Raíces delgadas, fibrosas.
Tallo erguido, cilíndrico, nudoso, de 60 a 120
cm.
Hojas alternas envainadoras.

Flores de color verde blanquecino


dispuestas en espiguillas cuyo conjunto
constituye una panoja grande, terminal,
estrecha, colgante después de la floración.

Cada espiguilla es uniflora y está provista


de una gluma con dos valvas pequeñas, algo
cóncavas.

El fruto es en cariópside.


Adaptación del arroz a los suelos inundados

Los suelos inundados ofrecen un ambiente único para el


crecimiento y nutrición del arroz, pues la zona que rodea al
sistema radicular, se caracteriza por la falta de oxígeno. Por
tanto para evitar la asfixia radicular, la planta de arroz posee
unos tejidos especiales, unos espacios de aire bien
desarrollados en la lámina de la hoja, en la vaina, en el tallo y
en las raíces, que forman un sistema muy eficiente para el
paso de aire.
Adaptación del arroz a los suelos inundados

El aire se introduce en la planta a través de los estomas y de las vainas


de las hojas, desplazándose hacia la base de la planta.
El oxígeno es suministrado a los tejidos junto con el paso del aire,
moviéndose hacia el interior de las raíces, donde es utilizado en la
respiración.
Finalmente, el aire sale de las raíces y se difunde en el suelo que las
rodea, creando una interfase de oxidación-reducción.
REQUERIMIENTOS EDAFOCLIMÁTICOS

Clima.

cultivo tropical y subtropical,


El cultivo se extiende desde los 49-50º de latitud norte
a los 35º de latitud sur.
Altitud: desde el nivel del mar hasta los 2.500 m.
 Las precipitaciones condicionan el sistema y las
técnicas de cultivo, sobre todo cuando se cultivan en
tierras altas, donde están más influenciadas por la
variabilidad de las mismas. 
Temperatura.
Germinación: mínimo de 10 a 13ºC, óptimo entre 30 y 35 ºC.
El crecimiento del tallo, hojas y raíces tiene un mínimo de 7º C,
óptimo en los 23 ºC.
 Con temperaturas superiores a ésta, las plantas crecen más
rápidamente, pero los tejidos se hacen demasiado blandos, siendo más
susceptibles a los ataques de enfermedades.
 El espigado está influido por la temperatura y por la disminución de la
duración de los días.
Suelo.
El cultivo tiene lugar en una amplia gama de suelos, variando la textura
desde arenosa a arcillosa.
Se suele cultivar en suelos de textura fina y media, propias del proceso
de sedimentación en las amplias llanuras inundadas y deltas de los ríos.
Los suelos de textura fina dificultan las labores, pero son más fértiles al
tener mayor contenido de arcilla, materia orgánica y suministrar más
nutrientes.
Por tanto la textura del suelo juega un papel importante en el manejo
del riego y de los fertilizantes.
pH.
La mayoría de los suelos tienden a cambiar su pH hacia la neutralidad
pocas semanas después de la inundación.
El pH de los suelos ácidos aumenta con la inundación, mientras que para
suelos alcalinos ocurre lo contrario.
 pH óptimo= 6.6, pues con este valor la liberación microbiana de
nitrógeno y fósforo de la materia orgánica, y la disponibilidad de fósforo
son altas y además las concentraciones de sustancias que interfieren la
absorción de nutrientes, tales como aluminio, manganeso, hierro,
dióxido de carbono y ácidos orgánicos están por debajo del nivel tóxico.
La fase vegetativa 
55 a 60 días en las variedades de período
intermedio. Y comprende desde la germinación
de la semilla, emergencia, macollamiento
(ahijamiento), hasta la diferenciación del
primordio floral

La fase reproductiva: incluye el período


desde la formación del primordio floral,
embuchamiento (14-7 días antes de la
emergencia de la panícula), hasta la
emergencia de la panícula (floración). Esta
fase dura entre 35 y 40 días.
La fase de madurez:
Desde la emergencia de la panícula
(floración), el llenado y desarrollo de
los granos (estado lechoso y pastoso)
hasta la cosecha (madurez del grano)
y dura de 30 a 40 días.
En general el ciclo vegetativo y
reproductivo de las variedades de
arroz que se cultivan actualmente,
varía de 120 a 140 días desde la
germinación hasta a la cosecha del
grano aunque actualmente se
encuentran variedades de arroz con
105 días a la cosecha con
rendimientos aceptables.
PREPARACIÓN DEL TERRENO
El terreno debe nivelarse muy bien, con pendientes que no deben sobrepasar el
uno por mil, e incluso es preferible nivelar a cero, lo que permite hacer tablas
hasta de 15 ha.
Al final del invierno se realiza la labor de alzar con el arado de vertedera o con
cultivador de ganchos. Con el fin de dejar el terreno lo suficientemente
disgregado puede ser necesario dar dos pases dobles cruzados de escarificador.
Según algunos agricultores, no conviene dar la labor de fangueo, porque en la
siembra directa parece que se dificulta la nascencia, aunque se va imponiendo,
como más práctico, en la mayoría de los casos, dar un ligero pase de fangueo.
Este pase se da con tractor provisto de ruedas de jaula, sin dar solape entre las
pasadas, como se hacía anteriormente.
 
La nivelación de tierra

Consiste en modificar el microrrelieve natural o modificado,


uniformizándolo o alisándolo, manteniendo la pendiente o
cambiándola.
Objetivo:
Mejorar y facilitar el establecimiento del cultivo bajo riego,
Manejo agronómico y desarrollo posterior.
Manejo del agua en métodos de riego superficial o por gravedad,
Facilitar el drenaje del campo en las siembras
En el cultivo de arroz , debido al uso de métodos de riego por
gravedad con inundación continua con lámina fija o variable, se
procura, con la labor de nivelación de tierra, reducir la pendiente
inicial del terreno, a modificarla a mínima pendiente con el objetivo
de permitir un manejo adecuado de la profundidad de la lámina de
inundación.
No obstante, los volúmenes y profundidad de corte son mayores a
medida que se acerca a cero pendiente, lo cual produce un
incremento en el consumo de energía y maquinarias, y por ende, de
los costos directos de la operación.
La nivelación de suelo produce un conjunto de ventajas que
favorecen la producción de arroz bajo riego:
propician una mayor eficiencia en las operaciones de preparación
de suelo y siembra
 permiten el manejo agronómico más preciso del cultivo
 potencian la eficiencia de aplicación de insumos y la respuesta
del cultivo
contribuyen al control de malezas, plagas y enfermedades
manejo del riego con economía del agua y ahorro de tiempo y
facilitan las labores de cosecha, entre otros.
La nivelación contribuye a:
 Reducir el tiempo de llenado por inundación y a reducir las pérdidas
de agua, con lo que se aumenta la capacidad de riego de mayor cantidad
de hectáreas cuando la fuente de agua proviene de pozos profundos u
otra fuente con limitado caudal.
 Asimismo, se ha comprobado que coadyuva en la eficiencia y eficacia
de otras prácticas agronómicas asociadas, a una mejor emergencia y
establecimiento inicial de las plantas y su desarrollo posterior
Reducción de uso de algunos de los insumos y al incremento en más
de 1.000 kg/ha en los rendimientos en arroz paddy.
Preparación del terreno

Convencional: Suelo con baja humedad (abril-mayo)


Rastra pesada (Big-rome)
Rastra liviana
Nivelación con Land plain o Laser Plain

Fangueo o batido de barro


Campos inundados con laminas de agua alrededor de 20 cm de prof.
Tractores de doble tracción (120 HP) con un implemento llamado
batibarro que halado por el tractor mezcla el horizonte superficial del
suelo, destruyendo los restos de la cosecha y las malezas
Manejo del agua de inundación

Drenar el terreno entre pase y pase de batibarro para:


Airear el suelo
Provocar la germinación de semillas de malezas
Cuando el productor considere que se han destruido la
mayor cantidad de malezas y el suelo este listo para la
siembra, lo deja inundado para que ocurra una nueva
infestación del campo con malezas, lo drena e
inmediatamente siembra semilla pregerminada.
Siembra

Voleo
 mano
máquina
avión.
La siembra debe hacerse cuando el agua se encuentra clara y se hayan
depositado los lodos en el fondo.
La cantidad de semilla empleada debe dar lugar a un cierto número de
tallos/m2, después del ahijamiento, que sea el óptimo productivo para
cada variedad, y que produzcan espigas que maduren lo más
uniformemente posible.
Siembra

Para las variedades de panícula corta a densa y tallo más bien grueso el
número de tallos/m2 más conveniente puede cifrarse en 250-300
mientras que en variedades de panícula larga y abierta, de tallo fino,
este número debe estar comprendido entre 300-350 tallos/ m2.
El mayor número de tallos principales produce una mayor sensibilidad
al encamado, pero asegura una maduración más homogénea de las
espigas.
En todo caso siempre es aconsejable aumentar algo la dosis de semilla,
especialmente en siembras tempranas y con variedades de gran
ahijamiento.
La dosis media de siembra sería de 140-180 kg de semilla por ha.
La siembra debe hacerse con el terreno inundado con unos 5 cm de
altura.
Inmediatamente después de la siembra, sin nacer el arroz, se suele
aumentar el nivel de agua a 10 ó 15 cm, lo que perjudica el
desarrollo del Panicum.
Esta subida del nivel le va mal al arroz, porque al nacer se ahíla,
pudiendo incluso perderse parcelas enteras.
Cuando la siembra se hace con avión, éste no debe volar muy alto,
pues en dicho caso penetra demasiado la semilla y no nace.
El avión debe sembrar cuando no hay viento.
La semilla pregerminada se obtiene sumergiéndola en agua durante
un lapso de 24 a 36 horas y manteniéndola a la sombra de 12 a 24
horas, antes de la siembra.
Es recomendable sembrarla sobre suelo húmedo

El macollamiento se da entre los 15 y 25 días.


Para que sea un buen macollamiento es recomendable que no haya
lámina continua de agua, sino que el suelo esté apenas húmedo.
Manteniendo el suelo con la humedad suficiente para que este no
se raje, se produce un estrés en la planta por falta de agua y se
consigue que la planta macolle.
LABORES CULTURALES
Una vez implantado el cultivo, las labores a realizar se redicen al
riego y a la aplicación de herbicidas y pesticidas en su caso.
En el riego hay que cuidar que el nivel del agua tenga la altura debida
en relación con el desarrollo de la planta. En los primeros días, el
nivel ha de ser alto, para proteger del frío a la plántula, entorpecer el
desarrollo de las malas hierbas, impedir que el movimiento
superficial del agua por el viento arranque a las jóvenes plantitas, aún
no arraigadas, y si se usan determinados herbicidas, impedir su
degradación.
Según la planta crece conviene rebajar estos niveles para permitir un
mejor desarrollo y respiración de las hojas, que deben “puntear” por
encima del agua.
Una vez implantado el cultivo se mantiene el nivel de agua con
ligeras variaciones, siendo conveniente la renovación de la misma
para conseguir la mejor oxigenación y temperatura.
Debe resaltarse la práctica de la seca, que tiene notable influencia en
los resultados de la cosecha. La operación consiste en cortar la
entrada de agua y dejar que el suelo llegue a secarse en mayor o
menor grado, lo que se realiza desde finales del ahijado hasta el
comienzo de la formación de la panícula, a finales de junio y julio,
pues si se hace en el ahijado se disminuye éste.
Los fines perseguidos con la seca son controlar el desarrollo
vegetativo cuando éste es necesario, evitando riesgos de encame,
y preparar la planta para el período de fructificación, así como es
una forma de defenderse contra las numerosas algas que se crían
al amparo de la planta de arroz, que dificultan la circulación del
agua y llegan a molestar a la planta.
La seca se suele aprovechar para la aplicación de los herbicidas
de contacto, que precisan mojar a la planta, ya que al mismo
tiempo la seca provoca una eclosión de malas hierbas que se
encontraban frenadas por la lámina de agua.
Fertilización 
   La aplicación de fertilizantes al cultivo de arroz manifiesta respuestas
altamente positivas. Al respecto, se estima que en el caso particular del
nitrógeno puede lograrse un incremento en la producción de arroz
paddy de 20  y  40 kg por cada kilo que se aplique del elemento.
   En línea  generales, lo requisitos de nitrógenos, fósforo y potasio para 
la región  centrooccidental pueden  ubicarse en:
80  a 100 Kg  de n
  50  a 60 Kg de p
  50 Kg de potasio.
   
Los fertilizantes que se aplican en el arroz se disuelven fácilmente en el
agua, es decir que tienen alta solubilidad. Debido a esto, la aplicación de
fertilizante en lámina de agua es poco eficiente porque el fertilizante se
lava hacia capas más profundas del suelo donde las plantas no lo
pueden aprovechar.
También se lavan por escorrentía al drenar la parcela y terminan
contaminando los ríos y humedales.
Además, al volear abono sobre una lámina de agua donde existen
condiciones de falta de oxígeno, se producen fenómenos químicos que
favorecen la pérdida de nutrientes a través de la evaporación en forma
de gas.
Para que las plantas aprovechen mejor el fertilizante, se debe
fertilizar sin lámina de agua, solo con suelo húmedo y
mantenerlo así por un período de unos dos días antes de
iniciar el riego.
En el caso concreto de los elementos fósforo y potasio se mantiene la
recomendación de aplicarlos en el momento de la siembra.
La incorporación posterior a esta labor, alrededor de 15 a 18 días
después, también ofrece respuestas positivas de significación. 
En cuanto al nitrógeno, se ratifica la idea de que su aplicación
fraccionada en dos partes debe coincidir con la máxima expresión de
macollamiento y con el momento previo al inicio interno de la
formación de la panícula; aspectos que corresponden, aproximada y
respectivamente, con los 25 y 50 días de edad del cultivo. 
   
Control de malezas
 

Las malezas constituyen el mayor o el principal problema en el cultivo de arroz.


Se estima que en el país el 70 % de las pérdidas de la producción de arroz se debe a la
competencia causada por las malezas a la plantación.
Por eso es importante que el productor planifique y efectúe un buen control de malezas
en su cultivo.
En general se reconocen 5 métodos para el control de malezas en el cultivo del arroz.
-        Control manual (sacar las malezas a mano).
-        Control mecánico (cultivadoras).
-        Control químico (utilización de herbicidas).
-      Control cultural (preparación de suelos, inundación, quema, rotaciones, cultivos de
cobertura, semilla de buena calidad, etc.).
-        Control integrado (utilización de dos o más métodos de los anteriores).
Para realizar un adecuado manejo de las malezas es conveniente tener
en cuenta los siguientes aspectos:
¿Cuándo se Deben Controlar las Malezas?
❉ Antes de la siembra: Quemas químicas.
❉ Antes de la emergencia: Con herbicidas pre-emergentes
❉ Cuando tengan un máximo de 1 – 2 hojas: Con postemergentes
Recordemos que debemos tener limpio nuestro cultivo en los primeros
30 días de edad para evitar pérdidas en los rendimientos.
Recordemos que debemos tener limpio nuestro cultivo en los primeros
30 días de edad para evitar pérdidas en los rendimientos.
¿Cuándo las Malezas son Más Resistentes a los Herbicidas?
❉ Cuando tienen más de dos hojas
❉ Cuando inician la etapa de macollamiento
❉ Cuando han completado su etapa de macollamiento
¿Cuándo son Más Susceptibles?
❉ En los estados tempranos como plántula
❉ En la etapa de floración pero ya han competido con el cultivo
❉ En el estado de emergencia cuando inician su germinación
 Control Químico: 
Los productores en su mayoría conocen los herbicidas recomendados para el control de
malezas en el cultivo del arroz, sin embargo, el mayor problema consiste en que se
tiene poco conocimiento en el manejo y aplicación de estos herbicidas, resultando en un
control deficiente de las malezas que afectan la plantación de arroz.
El herbicida a aplicar o la combinación de éstos y la época de aplicación, se decide
partiendo de las especies o la clase de malezas y de la densidad de población de éstas.
O sea que, para tomar una decisión de que herbicida o mezcla de herbicidas utilizar, el
productor debe de verificar la densidad de población y la clase de malezas a combatir
en la plantación.
Siempre es importante reconocer que los mejores controles de malezas con herbicidas,
se obtienen cuando las malezas no sobrepasan el estado de 2-3 hojas y que estas
estén en activo crecimiento, es decir que haya suficiente humedad en el suelo.
 Pyricularia grizae
Es la enfermedad más importante en el cultivo de
arroz.
Hojas, entrenudos del tallo y mas importante en la
panícula (cuello, pedúnculo y los granos). Las
lesiones de la piricularia en el follaje, varían desde
pequeños puntos de color café hasta lesiones en
forma de rombo o diamantes grandes, usualmente
estas lesiones presentan un centro grisáceo con o
sin bordes de color café-rojizo, mientras que las
manchas pequeñas, son consideradas como una
reacción de una tolerancia moderada de la planta.
El control curativo de la pirircularia, se debe
efectuar cuando haya entre 4 y 5 % del área foliar
afectada. Aunque también las aplicaciones de
funguicidas entre los 10 días antes y los cinco días
después de la floración protegen satisfactoriamente
el cultivo.
hongo Cochliobolus mirabeanus y en su
estado conidial por el hongo
Helminthosporium oryzae 
plántulas y plantas adultas.
Asocia con suelos deficientes en
nutrientes y también con escasez de
humedad (sequía) en el suelo.

 variedades tolerantes
 manejo apropiado del cultivo:
1. buena preparación de suelos
2. adecuada fertilización
3. buen de manejo del agua cuando se
dispone de riego.
   RECOLECCIÓN
Tiene mucha importancia en el precio del arroz el porcentaje de
granos enteros sobre el total de lo cosechado, siendo éste un valor
importante a la hora de elegir una variedad, pero también es
determinante en el momento de la recolección, y lo es porque si se
siega el arroz muy verde hay que manipularlo mucho en el secadero,
con el resultado de una disminución en dicho porcentaje.
Después de la recolección normalmente se quema el rastrojo y se
realiza la labor de “tangueo”, que consiste en mover el barro con unas
ruedas especiales.
 
 
La recolección se hace con cosechadora provista de orugas.
Cuando el arroz comienza a granar se suspende el riego. La madurez
del arroz se prueba por la dureza del grano al diente, que debe ofrecer
resistencia suficiente que impida cortarlo.
El arroz puede presentar después del trillado una humedad del 25 al
30%, por lo que debe secarse hasta alcanzar un grado de humedad
inferior al 14%. El secado puede efectuarse al sol o mediante
secaderos térmicos.

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