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HISTORIA DE LA TOXICOLOGÍA

En 1966 inició sus actividades el Centro de Intoxicaciones en el servicio de urgencias


del Hospital de Pediatría del IMSS a cargo del Dr. Eduardo Picazo Michel.

En 1978 el Dr. Miguel Ángel Montoya Cabrera se hizo cargo del Centro de Intoxicados.

A causa del sismo de 1985, el centro dejó de funcionar en el Hospital de Pediatría


continuando sus funciones en el Hospital General del Centro Médico Nacional de la
Raza del IMSS a cargo del Dr. Gabriel López Martín.

En 1989 reinicia actividades el nuevo Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional
Siglo XXI y se organiza el Centro de Información Toxicológica (CIAT) a cargo del Dr.
Miguel Ángel Montoya Cabrera y de la Dra. Patricia Escalante Galindo hasta agosto de
2006.

En febrero de 2007, el Hospital Juárez de México abre el Servicio de Toxicología


Clínica, con características de un Centro de Información y Asistencia Toxicológica.

En 1991 se creó en México el Departamento de Toxicología cuya meta es generar los


recursos humanos capaces de:

 Caracterizar la exposición a contaminantes ambientales


 Identificar los efectos tóxicos causados por tales contaminantes
 Evaluar los mecanismos por los cuales estos contaminantes causan sus efectos
tóxicos

El Departamento de Toxicología creó el Laboratorio de Toxicología para realizar


servicios analíticos, estudios in vitro y preclínicos, así como la impartición de cursos en
temas de Toxicología (LISTO) que actualmente está consolidándose como un
laboratorio altamente competitivo y verificado en la evaluación toxicológica a la
exposición, el biomonitoreo y los efectos tempranos producidos por agentes químicos
en diferentes sistemas biológicos, en cumplimiento con la normatividad que establece
la regulación vigente

De acuerdo a los estudios realizados en el Departamento de Toxicología Cinvestav han


identificado que las partículas suspendidas, principalmente las de mayor tamaño, las
PM2.5 (micras) tienen la capacidad de ingresar a las vías respiratorias más profundas,
ocasionando un estado de inflamación que genera irritación y daño en los tejidos
pulmonares, debido a su reactividad oxidante y al hecho de que una vez que entran no
salen del organismo.
La exposición a estos contaminantes causan crisis agudas de salud, irritación de ojos,
nariz y vías respiratorias, mareos y dolor de cabeza, asma e hipertensión, siendo las
personas más vulnerables, los niños, mujeres embarazadas, adultos mayores y
personas con enfermedades preexistentes. La exposición continua a estas partículas
causa efectos en el sistema cardiovascular, nervioso, renal, entre otras funciones del
organismo

En este mismo sentido, cuando se está expuesto a contaminantes particulados y gases


irritantes como el ozono y óxidos de nitrógeno, los efectos pueden ser más intensos y
el organismo es incapaz de defenderse adecuadamente.

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