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El caso que se nos presenta se refiere a los antivalores: el interés por el dinero,

la indiscreción, la parcialidad, la falta de preparación y la búsqueda de


reconocimiento como interés máximo, por encima del interés del cliente. La
Abogacía es una profesión noble y digna, su propósito es contribuir a que
impere la justicia, defendiendo los derechos de las personas. En el ejercicio de
la profesión, el abogado, debe tener como valores: la justicia, la seguridad
jurídica, el bien común, la honestidad, la verdad, la imparcialidad, el secreto
profesional y la independencia. Este debe interiorizarlos, vivirlos, entenderlos,
defenderlos y promoverlos, rigen su actuación y constituyen su identidad,
marcan la diferencia con otra profesión.
-El valor de la justicia es el sentimiento de rectitud que gobierna la conducta y
hace acatar debidamente todo los derechos de los demás.
-La seguridad jurídica representa la seguridad de que se conoce o se puede
conocer lo previsto como prohibido, mandado y permitido por el poder público
respecto de uno para con los demás y de los demás para con uno.
-El valor del bien común, es el conjunto de condiciones de la vida social que
permiten que las asociaciones y cada uno de sus miembros alcancen de
manera más fácil e íntegra la perfección que les corresponde.

-El valor de la verdad abarca desde la honestidad, la buena fe y la sinceridad


en general, hasta el acuerdo de los conceptos con las cosas, los hechos o la
realidad en particular. Para ser honestos hace falta ser sinceros en todo lo que
decimos; fieles a las promesas que hacemos, en la actuación justa y en las
opiniones que damos respecto a los demás. El buen abogado dice la verdad.
Es realista, objetivo en el asesoramiento. No engaña. El abogado informa con
realismo sobre los pros y contras para ayudar al cliente a tomar decisiones
inteligentes. No crea falsas expectativas. Todos esperan de nosotros un
comportamiento serio, correcto, justo, desinteresado, con espíritu de servicio,
pues saben que siempre damos un poco más de lo esperado. ¿Qué busca un
juez sino la verdad para la aplicación del derecho?. Así mismo el cliente busca
que su abogado le hable con sinceridad. Lo contrario a la verdad es la mentira,
la hipocresía, la jactancia o la simulación. La indiscreción a la verdad, es decir
cuando no se guarda el secreto profesional, provoca el escándalo o la
difamación.

-La imparcialidad no significa el no ser parte. Es una especie determinada de


motivación, consistente en que la declaración o intención se orienta en el deseo
de decir la verdad, de discernir con exactitud, de resolver justamente una
situación. Lo contrario de la imparcialidad es la corrupción y si ésta se da por
dinero se denomina soborno.

-El Secreto Profesional y la Independencia: El primero se refiere a la


privacidad, se basa en la confianza máxima, garantiza al cliente, la
confidencialidad. La Independencia, se refiere a que el buen abogado no se
deja influenciar por terceros, su interés es el del cliente.

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