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ENFERMEDADES PROFESIONALES POR FACTORES DE RIESGOS

ERGONOMICOS
Las lesiones musculoesqueléticas constituyen un riesgo ergonómico clásico, susceptibles por lo
tanto de ser evaluados y demostrados los daños mediante un dictamen ergonómico. Con muchas
denominaciones y definiciones, son un problema cada vez más frecuente en el mundo laboral. Se
habla de lesiones por esfuerzos repetidos (LER), como un conjunto de enfermedades de los
tejidos blandos, caracterizados por molestia, debilidad, incapacidad para ejercer movimiento o
trabajo y dolor continuo. Son empleadas también otras definiciones como trastornos de los
miembros superiores ligados al trabajo (en ingles WRULD), como traumatismos acumulativos (en
ingles CTD) y mas comúnmente como microtraumatismos repetitivos (MTRS), lesiones atribuibles
al trabajo repetitivo (LATR). Otras variantes en español son las denominaciones como AME
(alteraciones musculoesqueleticas) o TMOLCE (trastornos musculoesqueleticos de origen laboral
del cuello y las extremidades superiores). La exclusión de la lesiones musculoesqueléticas por la
manipulación manual de cargas afectando a la columna vertebral puede ayudar a delimitar la
oferta de siglas.

Estas lesiones que afectan a los miembros superiores y que están incluidas en el cuadro de
enfermedades profesionales por agentes físicos (RD 1995 apartados 6. A, B. C. D. E) Las
enfermedades musculoesqueléticas han sufrido un especial incremento/reconocimiento en
nuestro país . Las razones que se citan en esta referencia señalan entre otras: la existencia de
factores de riesgo psicosociales como ritmos de trabajo más rápidos, trabajadores inexpertos o
deficientemente formados, etc. Resulta sin embargo altamente preocupante lo que sigue a
continuación en este documento “observándose una tendencia, aunque más moderada, a la
infradeclaración de enfermedades relacionadas con el trabajo incluso en el grupo de
enfermedades musculoesqueléticas, las cuales en algunas ocasiones, siguen considerándose como
enfermedad común”

En otro análisis de esta problemática se señala que la única causa que explica el incremento
global de las EEPP, son las patologías osteomusculares. Así, mientras que en 1989 estas
enfermedades representaron el 32% sobre el total, en 1998 este porcentaje creció hasta
representar el 76%. Representan por lo tanto un coste cada vez mayor para trabajadores
(dificultades de reconocimiento legal y económico, dolencia físicas y mentales, limitaciones
temporales permanentes en la actividad laboral, etc.), empresas y sociedad (costes directos e
indirectos). La variabilidad en la manifestación de estas patologías laborales hace que en algunos
casos sea considerados, pese a la “progresividad”, como accidentes de trabajo y en otros como
EEPP; también la ignorancia de quien padece estas enfermedades y las achaca a la edad o al
genero, no atribuyéndolas un origen laboral.

Aun cuando se pueda tener la impresión de estar ante una patología laboral nueva a la búsqueda
de un acróstico definitivo, la historiografía de la enfermedades relacionadas con el trabajo
encuentran en su más conocido referente, Bernardo Ramazzini, estudios de relación entre las
enfermedades musculoesqueléticas y factores de riesgo postural y de repetitividad en el trabajo
artesanal (citado por Llaneza, 1997,pp. 23).

Determinados sectores de actividad tienen mayor incidencia de estas patologías (mataderos y


centros de preparación de carnes, empresas textiles, fábricas de productos eléctricos y
electrónicos, sector de manufacturas, trabajos con pantallas de visualización , etc.).
Aunque su etiología no sea perfectamente conocida, la mayoría de los autores reconocen un
origen multifactorial. A los distintos factores de riesgo laborales, y ninguno es imprescindible, se
añaden a factores de riesgo extralaborales y las características y circunstancias personales.

Se puede afirmar que estas lesiones son el resultado de unas exigencias impuestas que superan
los limites fisiológicos y biomecánicos de las extremidades superiores, una sobreutilización que
sobrepasa la capacidad de recuperación del organismo. Es un proceso que como cualquier otra
EEPP evoluciona “lenta y paulatinamente”; tiene un desarrollo progresivo sin síntomas aparentes,
que se manifiesta de forma súbita y evoluciona rápidamente.

Existen determinadas situaciones laborales que se deben evitar para prevenir la aparición de
lesiones osteomusculares, son:

1 Tareas repetitivas
2 Trabajos que requieran esfuerzos prolongados
3 Posturas extremas de determinados segmentos corporales
4 Mantenimiento prolongado de cualquier postura
5 Manejo de herramientas no ergonómicas, pesadas y/o vibratorias
6 Exposición de ciertos segmentos corporales al frío o al contacto con superficies duras
7 Trabajos en los que se produzcan combinaciones de los factores anteriores
8 Condiciones ambientales (temperaturas extremas, el ruido, la humedad, la iluminación, la
organización del trabajo, etc.)

Influyen otros factores no ocupacionales, como los individuales:

Peso, talla, sexo, edad, desarrollo muscular, estado de salud, características genéticas,
adiestramiento, aptitud física para la ejecución de tareas específicas, acondicionamiento físico,
inadecuación de las prendas de trabajo o los equipos de protección.

Las etapas del desarrollo de esta patología laboral son:

· Síntomas de fatiga muscular y molestia moderada


· Dolor grave que acaba limitando el movimiento de las articulaciones afectadas
· Situación crónica de limitación funcional
· Absentismo, Incapacidad laboral

La actualización del listado de enfermedades profesionales ajustándola a la realidad


contemplando las patologías generadas por las nuevas formas de organización del trabajo no es
más urgente que el reconocimiento legal de estas enfermedades, desde la orientación del cuadro
legal, referida a las ocupaciones que pueden originarlas. Es decir la intervención del ergónomo
“autónomo”, para analizar la actividad de trabajo y relacionar factores de riesgo y daño, resulta
cada vez mas determinante, al margen que la profesión de los trabajadores no sea la de sastre,
ordeñador de vacas, herrero o minero. Las dificultades existentes para determinar con certeza
las causas especificas relacionadas con el trabajo, aunque existan otras no laborales, y luego
relacionarla directamente con una exposición laboral, son mayores sino se cuenta con el informe
de expertos imparciales y principalmente el del especialista en ergonomía. La tarea de lograr un
mayor reconocimiento jurídico y social de estas enfermedades pasa por una mayor ocupación de
expertos en ergonomía y psicosociología aplicada, junto con su inclusión dentro de los equipos de
valoración de incapacidades (EVIS) lo cual debería ser una practica habitual como lo es la de los
expertos en seguridad e higiene.

Descripción
Son lesiones de músculos, tendones, nervios y articulaciones que se localizan con más frecuencia en el
cuello, espalda, hombros, codos, puños y manos. El síntoma predominante es el dolor, asociado a
inflamación, pérdida de fuerzas y dificultad o imposibilidad para realizar algunos movimientos. Este
grupo de enfermedades se da con gran frecuencia en trabajos que requieren una actividad física
importante, pero también aparece en otros trabajos como consecuencia de malas posturas sostenidas
durante largos periodos de tiempo.

El uso del término «problemas musculoesqueléticos inespecíficos» implica que no se establece un


diagnóstico, puesto que el término incluye todas las afecciones dolorosas del sistema
musculoesquelético, lo que refleja la diversidad de opiniones y la falta de consenso en cuanto al origen
de un gran número de cuadros de este tipo.

Entre las personas en edad laboral, las afecciones músculoesqueléticas, especialmente el dolor de
espalda y los dolores no específicos en general, constituyen una causa corriente de absentismo laboral
y discapacidad laboral de larga duración y, por consiguiente, representan tanto un grave problema para
las personas afectadas, como enormes consecuencias económicas para la sociedad. Este tipo de
discapacidad física es más frecuente en las mujeres y en grupos de edad avanzada.

La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo  proporciona información sobre


buenas prácticas de seguridad y salud para prevenir los trastornos musculoesqueléticos de origen
laboral.

Se les puede dividir en dos grupos principales:

 Dolor y lesiones dorsolumbares:


o Tenosinovitis: inflamación de los tendones y de las vainas que los recubren.
o Bursitis: inflamación de una bolsa articular, la más común la subacromial en la
articulación del hombro.
o Miositis: inflamación de los músculos que puede ser primaria (polimiostitis) o
secundaria (mecánica-sobredistención muscular)
o Artritis: inflamación articular (artritis postraumática), enfermedad osteoarticular
degenerativa (osteoartritis) y artritis reumatoide.
 Lesiones causadas por esfuerzos repetitivos:
o Se relacionan con traumatismos acumulativos (sobre todo movimientos repetidos al
final de la acción con un componente de fuerza o vibratorio).
o Causan dolor e inflación aguda o crónica de los tendones, músculos, cápsulas o
nervios.
o Afecta principalmente las extremidades: mano, muñeca, codo, hombreo, o el tronco
(tensión el la parte baja de la espalda).

Pueden afectar tanto a las extremidades superiores como a las inferiores, y está demostrado que tienen
una estrecha relación. con el trabajo. Entre las causas físicas de estos trastornos, cabe citar: la
manipulación de cargas, las malas posturas y los movimientos forzados, los movimientos muy
repetitivos, los movimientos manuales enérgicos, la presión mecánica directa sobre los tejidos
corporales, las vibraciones o los entornos de trabajo a baja temperatura.

Causas y Factores de riesgo


Entre las causas relacionadas con la organización del trabajo cabe destacar el ritmo de trabajo, el
trabajo repetitivo, los horarios de trabajo, los sistemas de retribución, el trabajo monótono y algunos
factores de tipo psicosocial. Algunos tipos de trastornos están asociados a tareas u ocupaciones
concretas.

Factores de Riesgo
 Factores de riesgo físico
o manipulación manual de cargas,
o posturas forzadas,
o movimientos repetidos,
o aplicación de fuerzas excesivas,
o vibraciones
 Factores de organización del trabajo
o Ritmo alto de trabajo
o Falta de autonomía
o Falta de pausas
o Trabajo monótono y repetitivo
o Horarios
o Remuneración
 Factores del entorno del trabajo
o Temperatura, iluminación, etc.
o Mal diseño del puesto de trabajo
 Otros factores de riesgo: La doble jornada por el trabajo doméstico.

Movimientos repetidos
Se entiende por movimientos repetidos a un grupo de movimientos continuos, mantenidos durante un
trabajo que implica al mismo conjunto osteomuscular provocando en el mismo fatiga muscular,
sobrecarga, dolor y por último lesión. El trabajo se considera repetido cuando la duración del ciclo de
trabajo fundamental es menor de 30 segundos.

Criterios de aplicación

Hay una serie de trabajos que más sufren este tipo de movimientos repetidos de miembro superior:

 Mecanógrafos
 Tejedores.
 Pintores.
 Músicos.
 Carniceros, fileteros.
 Curtidores.
 Trabajadores del caucho y vulcanizado.
 Deportistas.
 Delineantes, dibujantes
 Peluqueros.
 Mecánicos montadores.
 Conserveras.
 Cajeras de supermercado.
 Trabajadores de la industria textil y confección.
 Otros.

Prevención y medidas para reducir el riesgo

 Evitar la exposición a movimientos repetidos.


 Si no se puede evitar, evaluar los riesgos y tomar las medidas preventivas necesarias para
reducir los riesgos.
 Formar e informar a los trabajadores sobre los riesgos y las medidas preventivas adoptadas.
 Investigar todo daño producido a la salud de los trabajadores, incluidos los Accidentes de
Trabajo por sobreesfuerzos y las Enfermedades Profesionales músculo-esqueléticas, y aplicar las
medidas correctoras necesarias.
 Realizar una vigilancia específica de la salud de los trabajadores expuestos a riesgo para
prevenir la aparición de lesiones.
Medidas para reducir el riesgo
Técnicas
 Automatización de determinadas tareas y/o utilización de ayudas mecánicas.
 Equipos y herramientas adecuados a la tarea y a los trabajadores.
 Optimizar el tamaño y la forma de los agarres.
 Evitar golpear o presionar con la mano, muñecas o con los dedos.
Organizativas
 Alargar el ciclo de trabajo y diversificar las tareas del puesto.
 Establecer un sistema de pausas adecuadas.
 Evitar primas y penalizaciones por productividad.
 Rotación de puestos.
 Control de la tarea por parte del trabajador.

La disminución en el entorno laboral de este tipo de lesiones es pues en definitiva una tarea que ha de
implicar a todos los sectores de la empresa, mediante el cumplimiento de las diferentes normativas en
cuanto a material y condiciones de trabajo; y la adecuada instrucción a los trabajadores sobre el trabajo
que realizan y los riesgos que este conlleva.

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