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Práctica espiritual y purificación para

reconocer la propia naturaleza búdica


(fragmentos de Thinley Norbu)
Budismo
El gran maestro Thinley Norbu Rinpoche sobre el reconocimiento de la naturaleza
búdica y la inspiración para la práctica
Autor: Cadena Áurea
febrero 22, 2017

Thinley Norbu Rinpoche, uno de los maestros tibetanos que lograron enseñar en
Occidente sin perder su esencia, a la vez que encontrando medios hábiles para transmitir
las enseñanzas budistas a la mentalidad occidental, escribió en White Sail: “la filosofía
budista es completamente espiritual. Su propósito es refutar las perspectivas de los dos
extremos de nihilismo y eternalismo a través de los medios hábiles de la sabiduría, y
lleva a todos los seres a la iluminación”.

Como tal, el budismo no puede reconciliarse con el materialismo; es una filosofía


espiritual, que sostiene que todos los fenómenos se originan de la mente. Pero incluso se
debe de tener cuidado y no reificar la mente, ya que la mente tampoco tiene sustancia y
existencia inherente. A continuación compartimos un pasaje del capítulo Cleaning
Deviations del libro White Sail, un clásico del dharma moderno. El capítulo enfatiza la
importancia de una visión espiritual para lograr avanzar en la práctica. La perspectiva
esencial del mahayana es que todos los seres sintientes tienen una naturaleza búdica y
sólo deben reconocerla. Para ello es necesario purificar la visión.

Para poder lograr el estado inmaculado de los campos búdicos, nuestros hábitos deben
purificarse. Esto sólo puede ocurrir si tenemos un punto de vista que reconoce la base
no-sustancial de la mente. En el día una persona puede limpiar su cuerpo, pero de noche
todavía puede soñar que está sucio. Los hábitos no son purificados por métodos
sustanciales. Son purificados por la práctica espiritual.  
Si creemos que la mente es la fuente de todo lo que
aparece, sustancial y no-sustancial, podemos decidir que la mente es ilimitada y creer en
nuestra propia naturaleza búdica, lo cual nos inspira a practicar. Entonces, al reconocer
siquiera una sola centella de la conciencia natural, esta centella puede convertirse en la
gran flama que incendia la jungla de la confusión de los hábitos dualistas, y es el origen
de la vasta y luminosa aparición del inconmensurable cielo de la iluminación.

Las enseñanzas budistas revelan que la mente es la base de la infinita variedad de


fenómenos, y nos alientan a influir nuestros propios fenómenos para que podamos
intentar crear energía positiva a través de una intención positiva y vayamos más allá de
nuestros hábitos y reconozcamos la conciencia natural…

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