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Ayudas técnicas y personas mayores

Terapeutas ocupacionales del Centro de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas (CEAPAT).

Correspondencia:
A. I. Pérez Moreno
R. Uyá Bastida
CEAPAT
Los Extremeños, 1
28018 Madrid

RESUMEN

Las ayudas técnicas representan una ayuda para realizar una actividad a aquellas personas que tienen alguna
limitación física, bien por una enfermedad congénita o adquirida en el transcurso de su vida. También las
ayudas técnicas pueden utilizarse por un período de tiempo o de por vida.

Según nuestros datos el mayor número de demandas corresponde a ayudas para personas adultas, y dentro de
éstas un buen porcentaje a ayudas para personas mayores. Las ayudas técnicas más solicitadas son las ayudas
a la movilidad seguidas del mobiliario doméstico.

PALABRAS CLAVE

Ayudas técnicas; Personas mayores; Autonomía personal; Actividades de la vida diaria (AVD);
Reentrenamiento; Capacidades residuales.

INTRODUCCIÓN

«El envejecimiento biológico, la senescencia, es un proceso de cambios del organismo que con el tiempo
disminuye la probabilidad de supervivencia y reduce la capacidad fisiológica de autorregulación, de
reparación y adaptación a las demandas ambientales». Birren y Zarit (1985)1.

Se puede contemplar la vejez o la ancianidad desde distintos puntos de vista (social, laboral, económico,
médico-asistencial, etc.), pero también desde los diferentes estadios que conducen de una vejez normal a una
vejez patológica (sin perder el nexo con las ayudas técnicas).

La intervención profesional será diferente en cada caso. Hay una actuación preventiva que está por encima de
cualquier categoría de vejez y una actuación terapéutica centrada en patologías concretas. También hay etapas
de transición entre un estado u otro de salud (tabla 1).

Tabla 1. Intervención profesional

Situación/actuación Fisioterapia Terapia ocupacional Enfermería y cuidados sanitarios Ayudas técnicas

Encamado Movilizaciones. Volteos, incorporación. Control postural y de tejidos. Colchones de prevención


UPP*, escalas, triángulos.
Sedestación Control postural. Control postural, transferencias, entrenamiento de AATT**. Control de
problemas de in-continencia e infecciones. Cojines de prevención UPP, sistemas de sedestación, sillas
especiales (trabajo, ruedas), grúas, esterillas.
Bipedestación Control del equilibrio, planos posturales. Simetría, control del equilibrio, entrenamiento en
AATT. — Bipedestadores (fijos, móviles), sillas de ruedas de bipedestación.
Movilidad, deambulación Paralelas, escalera y rampa. Manejo de aparatos. — Andadores, muletas, bastones,
trípodes.

* UPP (úlceras por presión). ** AATT (ayudas técnicas).

Los límites no son estrictos, la vejez normal conlleva cierto grado de deterioro y de discapacidad que hace
necesaria la intervención de los profesionales. Las diferencias entre las personas ancianas son aún más
marcadas que entre personas de otros grupos de edad.

Según sea la gravedad de sus deficiencias, la persona discapacitada deberá superar múltiples problemas para
organizar sus actividades cotidianas.

Para que la realización de todas estas actividades sea más cómoda, unas veces bastará con seleccionar los
útiles, herramientas, envases, etc. Otras veces será necesaria la provisión de elementos facilitadores o ayudas
técnicas.

El concepto de ayudas técnicas surge de la necesidad de independencia que demandan la sociedad (como
valor reconocido socialmente y que, además, se presupone en las personas que la componen al margen de sus
diferencias) y los individuos (para su desarrollo personal).

Las ayudas técnicas son dispositivos facilitadores para la realización de actividades o gestos determinados de
la vida cotidiana y profesional, sin los cuales, las personas con discapacidad no podrían realizarlos o los
harían empleando un esfuerzo muy superior. Es decir, proporcionan autonomía y comodidad.

CAMPOS DE APLICACIÓN

-- Valoración y diagnóstico. Muchas ayudas técnicas están concebidas para asistir y colaborar en el
diagnóstico de enfermedades asociadas a deficiencias o, para mostrar capacidades (habilidades) reales
motrices o intelectuales que la persona no puede realizar por su discapacidad (por ejemplo, problemas de
comunicación como la afasia).

-- Educación y rehabilitación. Potenciando las capacidades residuales de la persona que sufre una
discapacidad. Como complemento de otros métodos quirúrgicos y/o tratamientos fisioterapéuticos, dentro del
proceso de rehabilitación integral del individuo.

-- Integración laboral. Adaptando o modificando los puestos de trabajo y los útiles para desarrollar una labor
correcta, compensando así la discapacidad del sujeto. (En este campo hay que tener en cuenta otros
componentes como el espacio, la movilidad, el transporte y la accesibilidad.)

-- La autonomía y el desarrollo personal. Compensando las limitaciones físicas, psíquicas y sensoriales para
reducir o eliminar la dependencia hacia otras personas. Sobre todo en lo referente a la realización de
actividades de la vida diaria y en el reentrenamiento/reeducación de las mismas (tabla 2).

Tabla 2. Campos de aplicación de las AATT


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Valoración y diagnóstico Educación y rehabilitación Integración laboral Autonomía personal

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Comunicadores, adaptar herramientas. Andadores, ordenador y programas especiales. Sillas especiales,


atriles, máquinas adaptadas. Cubiertos especiales, calzamedias, abrochabotones.

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REQUISITOS QUE HA DE CUMPLIR

Demasiado a menudo la falta de una valoración de las capacidades, de una evaluación correcta de las
necesidades, el fallo en el reentrenamiento o en el seguimiento de su utilización, la elección de ayudas
inadecuadas y el rechazo o no aceptación por parte del usuario de éstas, significa que las necesidades de la
persona (para el cuidado personal) continúan insatisfechas y el dinero empleado para adquirir, proveer e
instalar las ayudas se desperdicia.

Los profesionales dedicados a la rehabilitación deberían resistirse a la prescripción fácil que desea la persona
discapacitada. A veces, en lugar de una ayuda, su labor podría consistir en el logro de unos objetivos,
señalando un método para realizar las actividades dando confianza y reduciendo el esfuerzo. Aunque no hay
que destacar su uso por principio y, además, el uso de ayudas en un momento dado no significa la utilización
de por vida. En todo caso, hay que considerar ciertos factores a la hora de prescribir una ayuda técnica.

Factores personales

-- Qué persona va a utilizarla, qué limitaciones tiene y si su problema es progresivo o degenerativo.

-- Si la utilización va a ser temporal o de por vida.

-- En el entorno en el que se va a utilizar (hogar, residencia, departamento de rehabilitación).

-- El entrenamiento para aprender a usarla.

Factores técnicos

-- Si la ayuda seleccionada puede ser restrictiva para el desarrollo personal.

-- Si puede estar contraindicada.

-- Que sea lo más sencilla posible.

-- Que exista una buena relación calidad-precio.

-- Que tenga un buen servicio técnico (en caso de avería).

CONDICIONES PARA LA PROVISIÓN DE AYUDAS TÉCNICAS

El proceso por el que se prescribe una ayuda técnica, suele comenzar con un período de rehabilitación y de
adiestramiento en actividades motrices comunes en la vida diaria, como realizar una transferencia, un cambio
postural, etc., valorándose las capacidades residuales del individuo y descubriéndose así la necesidad de la
ayuda.
Tras este proceso, el individuo sufre un período de adiestramiento (reentrenamiento) en las actividades de la
vida diaria en el manejo de la ayuda a la cual deberá adaptarse.

INDICACIONES Y CONTRAINDICACIONES

Existen ayudas que son demasiado sofisticadas con relación a la función que cumplen. Hay que agotar las
posibilidades de realización de la actividad de forma independiente (autosuficiente) por parte del usuario y, en
todo caso, una vez decidida su necesidad se intentará elegir una ayuda lo más simple posible, evitando la
complejidad.

Las ayudas técnicas deben siempre ajustarse a las necesidades individuales. Esto significa que en algunas
ocasiones la estándar, adquirible en el mercado, no es válida, siendo necesario modificarla o diseñar y fabricar
una nueva para cada caso en particular, y comprobar que posibilita la realización independiente de la
actividad de forma útil y segura.

Indicaciones

-- Cuando la actividad requiere un esfuerzo desmesurado.

-- La ayuda técnica constituye un medio preventivo (por ejemplo, artritis reumatoide).

-- En la fase rehabilitadora para la realización de una función determinada, retirándose una vez conseguida
ésta.

-- Dentro de la fase de valoración como un medio para ésta.

Contraindicaciones

-- No existe necesidad real de ellas.

-- Rechazo o no aceptación de la ayuda técnica por parte del usuario.

-- Cuando la complejidad de utilización es exagerada en relación con el grado de eficacia o de utilidad.

-- Cuando produzca deformidades o lesiones indeseadas.

ACTIVIDADES DE LA VIDA DIARIA (AVD)

La importancia que cobran las ayudas técnicas está ligada al ámbito en el que se emplean con preferencia: en
el entrenamiento en las actividades de la vida diaria (AVF), entendidas como aquéllas que surgen en el
desarrollo de un día cualquiera de la vida de una persona.

Es interesante la diferenciación entre AVD físicas (evacuación, micción, aseo, vestirse, comer y
deambulación) y las AVD instrumentales (cocinar, comprar, limpiar, lavar, telefonear, transportar, usar
transportes, medicarse y manejar dinero)2. Tampoco se han de olvidar las actividades de ocio y tiempo libre.

Dentro del proceso de rehabilitación integral del individuo, el entrenamiento en las AVD es un componente
fundamental y no siempre se le ha dado la importancia que tiene, puesto que el objetivo final es el logro de la
máxima independencia y autonomía personal, dentro de la discapacidad y posibilidades funcionales.

La autonomía personal es importante en cuanto mantiene o eleva la autoestima del individuo en una situación
y ambiente que propician la dependencia, la apatía o falta de motivación; me refiero al ámbito institucional
(centro asistencial, hospital, residencia, etc.). Es preciso un reconocimiento, por parte de los profesionales que
asisten a estas personas atendidas en una institución, de los esfuerzos y los logros del individuo en busca de
autonomía e independencia (recompensa afectiva).
La labor de los profesionales en este campo (esencialmente de las/los terapeutas ocupacionales) es detallada,
desde una valoración minuciosa, tanto de la discapacidad como de las capacidades residuales (amplitud
articular, potencia muscular, sensibilidad, etc.), así como el análisis de cada gesto que compone un
movimiento concreto y del conjunto de movimientos coordinados que llevan a la consecución de una
actividad determinada (Fig. 1).

Figura 1. Plan de trabajo.

En muchos casos es en este proceso de entrenamiento o reentrenamiento en las AVD cuand o surge la
necesidad de las ayudas técnicas.

El entrenamiento en el uso de ayudas técnicas, aunque en un principio exija una mayor dedicación de tiempo
por parte del profesional (o del asistente), a la larga supone un ahorro de tiempo y de energía al facilitar y, en
muchos casos, mejorar las actividades cotidianas a la vez que incrementa los niveles de autonomía y
autoestima del usuario (mejora la calidad de vida).

Por tanto, las ayudas técnicas suponen un beneficio tanto para la persona que asiste como para la persona
asistida.

DATOS ESTADÍSTICOS

Analizando los datos3 recogidos sobre los tipos de demandantes de nuestro Servicio, el 18% de las demandas
son consultas sobre ayudas infantiles y el 82% son consultas sobre ayudas para personas adultas, de las cuales
aproximadamente el 15% se refieren a ayudas para personas mayores.

Las informaciones demandadas sobre ayudas técnicas para la movilidad suponen un tercio del total; otro
grupo del que se solicita mucha información es el referido a mobiliario para la casa (tabla 3). Solamente estos
dos grupos ya suman un 53% del total de las demandas, lo que nos hace pensar si esto significa que: ¿son los
aspectos más importantes de la vida diaria o los más valorados?, ¿son los que aportan más autonomía al
individuo o al que ayuda?, ¿son los qué más conflictos causan tanto al individuo como a la familia?

Tabla 3. Información solicitada por grupos

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-- Movilidad: 31%.
-- Mobiliario: 22%.
-- Ayudas en general: 12%.
-- Higiene: 12%.
-- Adaptación de trabajo: 11%.
-- Vestido: 4%.
-- Alimentación: 3%.
-- Ocio-tiempo libre: 2%.

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En las ayudas para la movilidad el mayor número de demandas se refiere a consultas sobre sillas de ruedas
seguido de grúas; dentro del mobiliario se han introducido las demandas de información sobre ayudas para el
cuarto de baño, tales como asientos para la bañera o para el inodoro, que representan la mitad del porcentaje;
el otro porcentaje se refiere a consultas sobre camas, sillones y sillas especiales (tablas 4 y 5).

Tabla 4. Movilidad. Demandas de información

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-- Sillas de ruedas: 60%.


-- Grúas: 16%.
-- Andadores: 11%.
-- Muletas: 4%.
-- Otros: 8%.

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Tabla 5. Mobiliario. Demandas de información

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-- Ayudas para el baño: 36%.


-- Camas: 19%.
-- Otros: 44%.

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Nos resulta imposible escribir sobre todas las ayudas técnicas debido a motivos de espacio, por lo que nos
centraremos en aquéllas sobre las que se nos pide asesoramiento con más frecuencia:

-- Sillas de ruedas y cojines para la prevención de UPP.

-- Grúas.

-- Ayudas para el baño.

-- Camas y colchones para la prevención de UPP.

-- Sillones de descanso.
Sillas de ruedas. Puntos importantes

-- Las sillas de ruedas se utilizan por diferentes motivos, aunque siempre por motivos de pérdida de equilibrio
y problemas en la deambulación; tenemos que saber separar el uso de la silla, bien dentro del proceso de
rehabilitación o como herramienta para la movilidad.

-- Elegir una silla en la que los reposabrazos se puedan abatir o retirar al igual que los reposapiés, así como
que la silla sea plegable. Por supuesto, la talla de la silla debe ser la adecuada a las dimensiones del usuario.

-- Un asiento de lona no es lo más adecuado para estar mucho tiempo sentado; optar por un asiento rígido
pero acolchado o algún cojín que proporcione confort.

-- Las personas mayores que puedan propulsar una silla de ruedas se beneficiarían si la silla fuera ligera (peso
entre 12 y 14 kg). Esto también ayudará a la persona que tenga que empujar la silla cuando el usuario sea
dependiente.

-- Para favorecer los cambios posturales en aquellos usuarios que están muchas horas sentados, sería
recomendable que la silla pudiera reclinarse. Existen sillas que inclinan conjuntamente el asiento y respaldo
manteniendo el ángulo entre ellos; esto, además, ayuda a evitar las fuerzas de deslizamiento que pueden
comprometer la piel si únicamente reclinamos el respaldo.

-- Si el usuario no va a propulsar la silla de ruedas es mejor elegir una que tenga las ruedas traseras pequeñas
(en vez de las ruedas con aros), para que el ancho total de la silla no interfiera al pasar por las puertas.

-- Existen unos modelos especiales para usuarios con amputación de MMII para propulsar la silla con las
ruedas delanteras, para propulsarla con una sola mano, para propulsarla con una mano y un pie y para
propulsarla con los pies.

-- Si se utiliza una silla de ruedas eléctrica, además de los puntos anteriores, es importante conocer si la silla
tiene suficiente autonomía como para poder subir pequeños bordillos o pendientes pronunciadas; también
conocer qué nivel de batería tiene en todo momento; elegir el mando de conducción más adecuado, etc.

Cojines. Puntos importantes

-- El uso de cojines es importante como medida preventiva para evitar la aparición de UPP, pero es esencial
que la postura del usuario en la silla sea adecuada como paso previo:

* Situar la pelvis equilibradamente (evitar la retroversión, anteversión, inclinación).

* Apoyo de todo el muslo para mayor superficie de contacto y distribución de los puntos de presión.

* Apoyo de los pies.

* Apoyo de los brazos.

* Buen apoyo de la espalda con apoyo lumbar y si fuera necesario apoyo de cabeza.

-- Valorar si el usuario tiene necesidad de un cojín para prevenir UPP o si únicamente es para favorecer el
confort.

-- Si es un usuario que dispone de una silla de ruedas ligera es importante que el cojín elegido no incremente
el peso total del equipo, para ello sería mejor elegir cojines de aire o espuma.

-- Existen cojines de aire que están conectados con una bomba que alterna el inflado de las burbujas para
facilitar el cambio de los puntos de apoyo, pero este tipo de cojines precisan conectarse a la red eléctrica, por
lo que imposibilitan la movilidad durante su uso.
Grúas. Puntos importantes

-- Las grúas son dispositivos que se utilizan para evitar que la persona que asiste cargue con el peso de la
persona asistida, al realizar transferencias desde una superficie a otra, por ejemplo, al pasar desde la cama a la
silla de ruedas o a la bañera, etc.

-- Elegir el tipo de grúa adecuada según el ámbito de utilización y la persona que la usará y la que ayudará.
Puede optarse por grúas fijas o con ruedas, hidráulicas o eléctricas.

-- Existen diferentes tamaños que, en algún caso, puede limitar el peso que puede levantar la grúa.

-- Hay grúas cuyo arco de recorrido va desde el suelo y también elevan por encima de una cama hospitalaria
(estas camas son más altas que las normales).

-- Existen diferentes tipos de soportes corporales que se utilizan para sujetar al individuo cuando se utiliza la
grúa. Puede ser tipo hamaca, con soporte de cabeza; especiales para personas con amputación de MMII.
También existen diferentes materiales según el uso que se les vaya a dar: de algodón, sintéticos, con agujeros
(para facilitar el drenaje del agua). También existen diferentes tallas.

-- Es importante conocer que las grúas con base de ruedas, al utilizarse en el cuarto de baño y más
concretamente con la bañera, ésta debe elevarse para permitir que la base de la grúa pueda introducirse por
debajo para poder utilizarse.

Ayudas para el baño. Puntos importantes

-- El baño es uno de los lugares de la casa más peligroso, por lo que toda precaución es poca. A veces el uso
de sistemas de apoyo para la seguridad (barras) es suficiente para hacer de esta habitación un lugar seguro.

-- Utilizar la bañera por personas mayores resulta muy costoso, por ello se recomienda utilizar algún asiento
de bañera para realizar la higiene sentado y evitar posibles desequilibrios. Este asiento puede reducir la
profundidad de la bañera o puede girar para facilitar el uso de la bañera (entre otros sistemas).

-- Es más seguro utilizar un plato de ducha en el que se instale un asiento para realizar la higiene sentado.

-- Otro problema suele ser la incorporación del inodoro, y para esto se utilizan las alzas de inodoro que
pueden tener o no brazos.

-- También el bidé se puede elevar para evitar que esté demasiado bajo (sanitarios murales o poner un alza en
el pie).

Camas. Puntos importantes

-- Cuando una persona va permanecer por tiempo prolongado encamada y además padece limitaciones en la
movilidad, pueden surgir problemas de diferente índole: unos, a causa de esa inmovilidad, y otros, por la
propia patología (debilidad y pérdida de musculatura, retracciones, limitación articular, falta de oxigenación
tisular, disfunciones del sistema digestivo, respiratorio, cardíaco, etc.). Una consecuencia común es el riesgo
de úlceras por presión. Además de los cambios posturales, movilizaciones, etc., sería conveniente elegir una
cama articulada.

-- Las camas articuladas pueden tener tanto el cabecero como el piecero regulables por medio de mecanismos
manuales o automatizados; esta posibilidad proporciona mayor autonomía al usuario de la cama.

-- La incorporación del cabecero mejora la respiración, deglución, sistema cardiovascular y, por otra parte, la
interacción con el entorno al favorecer actividades varias como ver la TV, también facilita las transferencias
de decúbito a sedestación. La elevación del piecero favorece el drenaje evitando los edemas y mejora el
sistema circulatorio.

-- La regulación en altura también es importante, sobre todo para facilitar al personal asistencial y
rehabilitador las curas, el cambio de ropa, el aseo y las movilizaciones.

-- Existen algunas camas de volteo (cambian la posición de decúbito supino a lateral) y alguna con sensores
de presión que colabora en la prevención de las UPP.

-- A las camas se les pueden acoplar accesorios como barandillas, sistemas de transferencias (trapecios,
escalas de incorporación), topes para acortar la longitud de la cama, «jaulas» o soportes para evitar el peso de
la ropa de cama sobre los MMII, almohadillas poturales, sistemas de sujeción para que la persona no se
levante, pero permita cierto movimiento.

Colchones para la prevención de UPP. Puntos importantes

-- El complemento indispensable de una cama es su colchón. Las camas articuladas deben llevar un colchón
con articulaciones que se ajusten a las del somier o bien un colchón flexible (de espuma o de látex).

-- Además pueden llevar una colchoneta para la prevención de UPP, bien sea de piel de oveja natural, de fibra
siliconada, de aire (estático o dinámico), de agua, etc.

-- En casos de riesgo extremo (personas en coma, UVI, etc.) se emplean colchones de aire dinámicos con
alternancia de presión y zonas diferenciadas que ejercen mayor o menor resistencia. Suelen tener un sistema
de desinflado rápido para paradas cardíacas y sustituyen al colchón tradicional.

Sillones de reposo. Puntos importantes

-- El mobiliario diseñado para personas mayores, y en concreto los sillones de reposo, tiene en cuenta las
características antropométricas de las mismas.

-- Tienen una altura menor del asiento.

-- Dejan espacio libre bajo el asiento para facilitar la incorporación.

-- Los reposabrazos son más prolongados y más anchos y, en ocasiones, abatibles para posibilitar las
transferencias laterales.

-- El tapizado suele ser desenfundable e ignífugo, además de tener cierta dureza que impide que el usuario se
hunda.

-- El respaldo puede tener un apoyo lumbar y cabecero (con o sin orejeras). En algunos modelos se puede
abatir para facilitar al asistente el acceso por detrás al usuario y posicionarlo correctamente.

-- Deben reclinarse con algún mecanismo manual al alcance del usuario (tipo palanca) o bien con un sistema
eléctrico.

-- El reposapiés es un complemento indispensable; unas veces va incorporado al sillón y otras como elemento
independiente.

-- En algunos modelos se les puede acoplar un sistema de transporte con ruedas y empuñaduras de empuje y
reposapiés.

-- El asiento a veces se puede reclinar unos grados para estabilizar la pelvis evitando deslizamientos.
-- Pueden llevar un sistema de incorporación del asiento o asiento catapulta para facilitar el paso a la
bipedestación.

-- Por supuesto debe haber diferentes anchos y profundidades de asiento para que se ajusten lo más posible a
las dimensiones del usuario.

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BIBLIOGRAFÍA

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1 Carstensen LL, Edelstein BA. El envejecimiento y sus trastornos. Ed. Martínez Roca.

2 Carstensen LL, Edelstein BA. El envejecimiento y sus trastornos. Ed. Martínez Roca.
3 Datos de los últimos 3 años de trabajo del área de información y asesoramiento en ayudas técnicas para las
actividades de la vida diaria (excepto comunicación) en el Centro Estatal de Autonomía Personal y Ayudas
Técnicas (CEAPAT).

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