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‘Cómo ajustar y alinear componentes de la carrocería’

Es frecuente que los distintos componentes de una carrocería sean


desmontados y vueltos a montar para efectuar determinadas
reparaciones, o sustituidos por otros nuevos cuando han sufrido una
colisión de cierta envergadura.

Es por ello que, cuando se procede al montaje de la pieza desmontada o


del recambio nuevo, éstos deben encajar y ajustar perfectamente en su
hueco para lograr el mejor acabado estético y evitar defectos tales como
ruidos.

Para conseguir el mejor resultado, debemos conocer qué variables debe


tener en cuenta en cada momento para obtener un correcto alineado entre
piezas, así como que elementos de ajuste le van a permitir conseguirlo.

Variables que influyen en el ajuste y alineado de los


componentes de la carrocería.
Al montar o sustituir un elemento de la carrocería, el profesional del taller
dispone de varios factores que debe tener en cuenta para comprobar y
verificar que el repuesto montado encaja correctamente sobre su
alojamiento y con sus piezas colindantes. A continuación, se analizan
todos ellos.
1. Comprobación de las cotas de posición.

2. Verificación de la continuidad entre líneas y nervios.

3. Comprobación del paralelismo entre piezas.

4. Revisión de la holgura entre piezas.

5. Comprobación de cierres y aperturas suaves.

1. Comprobación de las cotas de posición


Este tipo de comprobación suele emplearse en aquellas situaciones de
trabajo en las cuales el daño ocurrido es grave y el vehículo ha sido subido,
generalmente, a la bancada. Una vez subido, se puede comprobar la
posición de las piezas con los propios componentes de la misma o
utilizando medidores específicos como los compases de varas.

En otras ocasiones, puede haber un desplazamiento de la carrocería que


no es perceptible a simple vista, con lo cual en lugar de subir el vehículo a
la bancada es puesto en altura a través de un elevador para efectuar una
comprobación inicial con un compás de varas.

Sea cual sea el sistema de medición empleado, siempre se debe trabajar


con las medidas aportadas por el fabricante en su manual de reparación,
para que, una vez reparado el daño, la comprobación de medidas esté
dentro de las tolerancias estipuladas.

2. Verificación de la continuidad entre líneas y nervios


Las líneas y los nervios de una carrocería forman parte de la estética del
vehículo, con lo cual al montar o sustituir un elemento de la carrocería es
fundamental asegurar la posición de la pieza para que cualquier contorno
de pieza, línea o nervio de un componente concreto quede perfectamente
alineado con su continuación en las piezas contiguas.

La falta de continuidad entre líneas y nervios provoca un defecto visual


fácilmente perceptible por el cliente que puede llevar a futuras
reclamaciones. Así pues, es necesario mostrar una especial atención a
este aspecto sencillo de evitar pero que, en ocasiones, por falta de
atención o por las prisas de la reparación se pasa por alto.

3. Comprobación del paralelismo entre piezas


Otro de los aspectos fundamentales a tener en cuenta en el alineado de
piezas de carrocerías es el paralelismo entre las mismas. Esta
comprobación consiste en verificar que, tras el montaje, el contorno del
repuesto queda enrasado con sus componentes periféricos, es decir, que
queda a la misma altura y cuando se pasa la mano por la transición de
ambas no se aprecian escalones.

Un paralelismo inadecuado afecta a la estética de la reparación, pero


también puede generar ruidos molestos durante la marcha. Un ejemplo de
ello es cuando el paralelismo entre la aleta y puerta delantera es
inadecuado. Durante la marcha, el aire tiende a introducirse por la holgura
formada entre ambas piezas provocando turbulencias en el interior que se
traducen en ruidos.
4. Revisión de la holgura entre piezas
La carrocería es un conjunto de piezas unidas entre sí a través de
distintos sistemas de fijación. En lo que se refiere a los componentes de
revestimiento, la mayoría de ellos están colocados uno a continuación del
otro de forma que entre ellos existe un pequeño espacio denominado
holgura o junta.

Tras el montaje de la pieza nueva, también hay que prestar atención a este
aspecto para evitar un defecto estético importante que también será
fácilmente localizable por el cliente. Cada holgura concreta entre piezas
tiene una medida determinada y unas tolerancias aceptadas por el
fabricante.

Por tanto, para conocer estos datos hay que consultar el manual del
fabricante, aunque si no se dispone de este documento o uno análogo,
siempre se puede recurrir a la medición de la holgura del lado contrario al
de la reparación. Para efectuar la medición, se utilizan las orejetas o
mordazas específicas para medición de interiores de un calibre o pie de
rey.

5. Comprobación de cierres y aperturas suaves


Algunos elementos de piel articulados de la carrocería como capós,
puertas o portones se abren de forma continua. Esto hace que, cuando
una de estas piezas es desmontada o sustituida, además de haber
verificado las variables mencionadas en apartados anteriores, sea
fundamental comprobar que su apertura y cierre se desarrolla con
suavidad.
Un cierre que requiere dar un portazo, o una abertura que muestra
resistencia y al abrirse empuja la puerta con cierta brusquedad, son
síntomas muy molestos para el dueño del vehículo, con lo cual es un error
que bajo ningún concepto se debe pasar por alto.

Elementos que permiten el ajuste y el alineado entre


piezas
El número de elementos de ajuste que permiten que una pieza pueda ser
alineada dependen fundamentalmente del tipo de componente y de las
opciones que haya decidido integrar el fabricante. De este modo,
componentes como los capós dispones de varios elementos que facilitan
su ajuste, y otros como los elementos soldados de ninguno.

A continuación, se detallan los elementos de ajuste más comunes que


pueden ser utilizados en cada grupo de piezas según sea su sistema de
fijación y anclaje, sin entrar en detalles en prácticas de ajuste poco
ortodoxas.

1. Elementos de ajuste sobre componentes articulados:


capós, puertas, portones y tapas de maletero
El primer elemento presente en todos estos componentes que permite el
ajuste de estas piezas son las bisagras. Dependiendo de su estructura y
posición de montaje, al actuar sobre los tornillos que fijan la bisagra al
bastidor del componente y al elemento estructural, se consigue ajustar la
posición y/o el paralelismo de la pieza.
Otros elementos comunes a todos ellos son la cerradura y el resbalón, los
cuales pueden estar integrados sobre la misma pieza o sobre el
componente estructural sobre el cual encajan. Modificando su posición, se
puede corregir la posición y las holguras de la pieza tras el cierre, ajustar
el paralelismo, y obtener cierres y aperturas suaves. En el caso de las
cerraduras de las puertas, las opciones de ajuste que posibilitan son
prácticamente nulas.

Para favorecer cierres y aperturas suaves, el profesional del taller puede


valerse de grasas blancas de silicona de alto rendimiento. .

Finalmente, existe otro elemento que facilita el ajuste del paralelismo,


aunque en este caso únicamente sobre capós, portones o tapas de
maletero. Se trata de los topes de regulación de goma que incorporan una
rosca y suelen estar integrados en el mismo componente o sobre el
elemento estructural sobre el que se asientan. A pesar de ello, no en todas
las ocasiones disponen de regulación, ya que simplemente actúan como
elemento limitador de la profundidad de cierre.

2. Ajuste sobre componentes atornillados no articulados


Elementos como las aletas delanteras o los paragolpes van fijados a la
carrocería mediante tornillos, y en el caso de los paragolpes, la fijación se
complementa con soportes de fijación. Así pues, la posición, el paralelismo
y las holguras van a depender del sobredimensionamiento que haya dado
el fabricante a los orificios pasantes destinados a albergar el tornillo de
fijación.
Por otro lado, las aletas delanteras suelen llevar selladores en su asiento
sobre los pilares, con lo cual una mala eliminación de los mismos al retirar
la pieza dañada puede hacer que el recambio asiente sobre estos restos
y, por tanto, quede ligeramente sobreelevado sin posibilidad de corregir el
paralelismo.

En relación a los paragolpes, un mal estado de los soportes de fijación que


permiten su encaje sobre la aleta puede hacer que no queden bien
retenidos y, por tanto, se pierda el paralelismo.

3. Ajuste sobre elementos soldados


El ajuste y alineado de estos componentes depende fundamentalmente de
la posición de la pieza. Por un lado, los elementos internos estructurales
soldados requieren de un proceso de medición muy exhaustivo que se
apoye con los útiles mencionados anteriormente.

Por el contrario, los elementos soldados de piel dependen en gran medida


de la buena preparación del soporte que se haya efectuado: alineado,
aplanado y eliminación restos de metal y adhesivos sobre las pestañas de
asiento, preparación de juntas de unión simétricas, y comprobación
minuciosa de las variables que afectan al alineado entre piezas.

Conclusión final
El alineado entre piezas es una tarea de especial importancia cuando un
componente de la carrocería es desmontado y vuelto a montar o sustituido.

No tener en cuenta las variables mencionadas o desconocer las


posibilidades de regulación que los distintos componentes conlleva una
pérdida de calidad en la reparación que, además, afecta al aspecto visual
de la actuación efectuada y, en consecuencia, a la satisfacción del cliente.

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