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Partes del Cerebro

El cerebro es el órgano clave y central del cuerpo humano, regulador de


las funciones vitales y eje de nuestra conciencia. El cerebro está
localizado en la cabeza del ser humano, y protegido por el cráneo. Es el
órgano más complejo y probablemente el sistema más complejo que
conoce la humanidad. Se trata del centro de una extensa y complicada
red de comunicaciones que busca y recoge sin cesar información sobre
el resto del cuerpo y del mundo exterior.

Al interpretar esta información el cerebro genera experiencias (visiones,


sonidos, emociones y pensamientos) y sus miles de millones de
neuronas se envían continuamente señales unas a otras en una
interconexión que crea nuestra mente.

El cerebro está constituido por células nerviosas que a través del


sistema nervioso y la médula espinal interactúa con el resto del
cuerpo. La función principal del cerebro es regular las funciones y
producir cambios en el cuerpo, desde los más básicos para la vida (como
las contracciones regulares del corazón) hasta las acciones complejas
que constituyen el comportamiento. Gracias a las modernas técnicas de
neuroimagen, actualmente se conoce la estructura del cerebro con
muchos detalles.

Corteza cerebral
La corteza cerebral es una delgada capa o porción de tejido nervioso
(materia gris) que cubre la superficie de los dos hemisferios cerebrales.
Cada área de la corteza cerebral está involucrada en diferentes
funciones comportamentales y cognitivas. La corteza cerebral es la parte
integradora de la información aferente (que es captada por los
receptores del organismo proveniente de estímulos internos y externos) y
de la información eferente (son las señales que envía el mismo
cerebro).

La corteza es prácticamente simétrica y se divide en los dos


hemisferios cerebrales, y en los lóbulos frontal, parietal, occipital y
temporal. Esto no significa que la corteza esté dividida en forma real de
esta manera por su estructura, sino que se trata del nombre de los
huesos del cráneo que su cobertura protege. La única zona de excepción
se da entre los lóbulos frontal y parietal, que están separados por el
surco central, es decir por un pliegue que une la corteza motora y la
corteza somatosensorial.

La corteza cerebral es la parte del cerebro en la que ocurre la


imaginación, la percepción, el juicio, el pensamiento y la decisión. Se
trata de una capa delgada de materia gris sobre una colección amplia de
vías de materia blanca.

Hemisferios
El cerebro tiene dos hemisferios que funcionan en conjunto como una
estructura simétrica, de cuyo tronco cerebral emergen dos lóbulos, con
zonas motoras y sensoriales en ambos. Los hemisferios manejan los
recursos energéticos del ser humano, y están compuestos por
millones de neuronas que tienen distintas especializaciones: las del
hemisferio derecho y del hemisferio izquierdo. Ambos hemisferios están
conectados por una estructura llamada cuerpo calloso.

Los hemisferios cerebrales tienen la función de dirigir las conductas


aprendidas. Los fenómenos complejos como la inteligencia, la memoria,
la conciencia, la interpretación de las sensaciones y el discernimiento
tienen su base fisiológica en la actividad de las neuronas de los
hemisferios cerebrales.

Cada hemisferio está encargado de controlar la parte del cuerpo


contraria, por lo cual en caso de suceder un accidente cerebrovascular
(ACV) en el hemisferio derecho, se verán afectadas las zonas del cuerpo
de lado izquierdo; y a la inversa cuando el afectado es el hemisferio
izquierdo la zona perjudicada será la del lado derecho del cuerpo.

Hemisferio cerebral izquierdo


El hemisferio izquierdo es el más predominante en la mayoría de las
personas y está vinculado con la parte verbal y el razonamiento
lógico. Es el que comprende y produce los sonidos del lenguaje, los
gestos de la mano derecha y el control de los movimientos, por eso si se
daña el hemisferio cerebral izquierdo, la persona se verá con dificultades
o imposibilitada para escribir y para hablar.

También podría presentar problemas para expresarse y para la


comprensión del lenguaje en una conversación. Entre otras funciones
cabe mencionar la capacidad de análisis, la resolución de problemas
numéricos, el pensamiento abstracto, entre otros.

El hemisferio cerebral derecho


El hemisferio derecho está relacionado con las expresiones no
verbales, por ejemplo la intuición, el reconocimiento de melodías, de
rostros y voces. Los pensamientos y los recuerdos se manifiestan en
este hemisferio a través de imágenes. El hemisferio cerebral derecho es
el que se ocupa de la percepción de los sonidos que no están
relacionados con el lenguaje (como el llanto, la música, los ruidos), de la
percepción táctil, emocional, artística y de la localización de los objetos
en el espacio.

Lóbulos
Cada uno de los dos hemisferios cerebrales se dividen en 4 lóbulos: el
frontal, el parietal, el temporal y el occipital.

Lóbulo frontal
El lóbulo frontal es el lugar donde se da el procesamiento del
pensamiento consciente, donde son resueltos los problemas. El lóbulo
frontal está relacionado con la inteligencia, el lenguaje y la personalidad.
Además, es la parte en la que está localizada la corteza motora, es decir
las neuronas que rigen los movimientos voluntarios de los músculos del
cuerpo.

Lóbulo parietal
El lóbulo parietal está asociado con el equilibrio, el movimiento, el
cálculo y con la percepción de los estímulos relacionados con el
sentido del tacto, la temperatura, el dolor y la presión. Una lesión en esta
zona produce impedimentos para realizar las tareas más sencillas de la
vida cotidiana. En el parietal se encuentran:

o El córtex motor, que está localizado en la parte superior media del


cerebro, permitiendo que éste controle los movimientos del cuerpo.
o El córtex sensorial está ubicado en la zona frontal del lóbulo
parietal. Recibe información directa de la médula espinal acerca de
la posición de varias zonas del cuerpo y de cómo se mueven. Es
una región que también transmite información de los estímulos
recibidos por el sentido del tacto como dolor o presión.

Lóbulo temporal
El lóbulo temporal es el que gobierna la percepción, la memoria
auditiva y visual, la comprensión del habla, el reconocimiento de los
estímulos auditivos y visuales. Incluye las áreas que ayuden a controlar
la capacidad de escucha y habla, el comportamiento y el lenguaje.

Lóbulo occipital
El lóbulo occipital se ubica en la parte posterior de la
cabeza, controlando la visión. En el lóbulo occipital se recepciona y se
analiza todo tipo de información visual, por lo que una lesión en esta
región podría provocar problemas para leer.

Diencéfalo
El diencéfalo es una estructura que está situada en la parte central
interna de los hemisferios cerebrales. El diencéfalo se ubica entre los
hemisferios sobre el tronco del encéfalo, pasando a través de él la
mayoría de las fibras que se direccionan hacia la corteza cerebral. El
diencéfalo está compuesto de:

Tálamo
El tálamo es la sustancia gris que constituye la mayor parte del
diencéfalo, conformándose como un centro de enlace de todos los
impulsos nerviosos. El tálamo es una región de alta importancia funcional
que sirve de estación celular a los principales sistemas sensitivos con
excepción de la vía olfatoria.

Hipotálamo
El hipotálamo se sitúa por debajo del tálamo en la línea media de la base
del cerebro, y está formado por diferentes núcleos y áreas. El
hipotálamo es la parte relacionada con los impulsos que provienen de los
lóbulos frontales integrados al sistema límbico. En el hipotálamo se
regula el funcionamiento de la producción de hormonas a través de la
glándula hipofisaria.

La principal función del hipotálamo es la regulación de los


comportamientos relacionados con la alimentación. También controla
las conductas que tienden a mantener constante la temperatura corporal
como ponerse o quitarse ropa, correrse del sol hacia la sombra o
encender la calefacción.

Por otra parte, el hipotálamo es responsable de los cambios que se


producen en el cuerpo en situaciones de peligro, de ejercicio físico, y es
vital para mantener la coordinación de cuerpo-mente.

Subtálamo
Ubicado delante del tálamo y a un costado del hipotálamo, el
subtálamo cumple una función relacionada con el movimiento
corporal. Lo atraviesan vías neuronales que van hacia el tálamo, los
ganglios basales y el cerebelo. El núcleo subtalámico tiene forma de
lente biconvexo, y está conectado con el cuerpo estriado interviniendo en
el control de la actividad muscular.
Epitálamo
El epitálamo está compuesto por la glándula pineal y los núcleos
habenulares con sus conexiones.

Cuerpo estriado
El cuerpo estriado se ubica en las paredes de ambos hemisferios
cerebrales. En el cuerpo estriado se encuentran los centros de
coordinación y de correlación que regulan el ritmo del movimiento y
las expresiones faciales que se manifiestan en el transcurso de una
comunicación.

Sistema límbico
El sistema límbico se sitúa en la parte central del encéfalo, y en él se
inicia una buena parte de las respuestas hormonales del cuerpo. El
sistema límbico está vinculado a la memoria, los instintos sexuales,
la atención, el control y procesamiento de las emociones, la
personalidad y la conducta. Dentro del sistema límbico está ubicada
una estructura denominada «amígdala», encargada de procesar,
controlar y almacenar las reacciones emocionales.

Hipocampo
El hipocampo es la parte que se ocupa del control de la sed, la
agresividad, el hambre y las emociones en general. Su función principal
es el aprendizaje y la conversión de la memoria a corto plazo en memoria
de largo plazo.

Tronco del encéfalo


El tallo encefálico está ubicado en la base del cerebro, y es el encargado
de controlar funciones vitales como la digestión, el ritmo cardíaco,
la presión arterial y la respiración. Además tiene la función de conectar
o comunicar al cerebro con el resto del cuerpo a través de la médula
espinal. El tallo encefálico comprende el bulbo raquídeo, la protuberancia
y el mesencéfalo.

Cerebelo
En la parte inferior del cerebro, ubicado por encima del tallo cerebral. El
cerebelo se encarga de procesar la información que proviene del tallo
cerebral y de la corteza, controlando la coordinación y precisión de los
movimientos ordenados por el cerebro. Permite mantener el equilibrio y
la postura.

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