TRABAJO ESCRITO INDIVIDUAL – EPISTEMOLOGÍA 2019 – IFD ROCHA
El texto de Robert Wiener (1894-1964, matemático estadounidense) fue
extraído de “Cibernética o el control y comunicación en animales y máquinas”.
Comienza posicionando al hombre en un estado de sumergimiento, “El
hombre se encuentra sumergido en un mundo que percibe mediante sus sentidos”, dando cuenta de que el hombre se encuentra cercado por el medio y no puede escapar de éste, no puede desprenderse de lo que es, está condicionado. Y en lo que a esto refiere, Ernest Cassirer (1874-1945, filósofo prusiano) señalaba en su texto “El hombre como animal simbólico”: “(...), no le queda más remedio que adoptar las condiciones de su propia vida”.
El hombre, definido por Aristóteles como animal racional, procesa los
informes que recibe mediante el cerebro y el sistema nervioso, éstos luego actúan sobre el mundo exterior, denotando el proceso mental que se produce en contacto con la “realidad” o bien, con la realidad interpretada (que no podemos confundir con verdad); digamos que “habla consigo mismo”. La información que esta interacción produce, siguiendo el texto: “contenido de lo que es objeto de intercambio con el mundo exterior, mientras nos ajustamos a él y hacemos que se acomode a nosotros”, refiere a la mediación del hombre con el medio, a la transformación, como también a la construcción que éste hace: el hombre nace en un mundo ya transformado y sigue construyendo infinitamente (se adapta, conoce, y transforma el mundo como a sí mismo). Y en lo que remite a esta interacción que se produce entre el medio y el hombre, Cassirer afirma: “El organismo no podría sobrevivir sin la cooperación y equilibrio de estos dos sistemas. El receptor por el cual una especie biológica recibe los estímulos externos y el efector por el cual reacciona ante los mismos”, retomando la situación de hombre limitado por pertenecer a la especie. A su vez, la interacción del hombre con el medio, está sujeta a la interpretación qué este hace, una interpretación subjetiva, ya que ésta es propia de cada ser humano (“podemos percibir el mundo de tantas maneras/formas como hombres haya”). Lo que percibe, pasa a ser, como ya se menciono antes, una realidad interpretada; y es lo que Cassirer define como el “carácter simbólico”, es decir, un término que se define en una “consciencia subjetiva”.
Por último, el texto señala: “vivir de manera efectiva significa poseer la
información adecuada”, siendo la prensa, los museos, los laboratorios científicos, las universidades, las bibliotecas y los libros, los encargados de satisfacer ésta demanda de la vida moderna. Estas formas de obtener información, mediante la comunicación, suponen lo que Cassirer planteaba como los “hilos que tejen la red simbólica”, el hombre no puede ver ni conocer nada sino a través de la interposición de este medio artificial; no puede “ver la realidad cara a cara”, esta vivencia simbólica avanza. Y es en estos medios de comunicación donde aparece implícito el lenguaje, Weiner: “la comunicación y la regulación constituyen la vida interior del hombre, como de su vida social”; la comunicación es lenguaje, resaltando la importancia de éste en la vida del hombre, y es que, ¿nada es sin antes ser comunicable?, a través de este el sujeto interpreta y a su vez expresa lo interpretado; pero, ¿hay información que se pierde o se “mal” interpreta? Si bien el lenguaje puede darle forma al pensamiento, ¿es “realmente” posible traducir en palabras un pensamiento? En conclusión, el hombre está condicionado, por pertenecer a la especie, por su capacidad racional, por el medio, por la subjetividad de la consciencia, por los medios de comunicación, por el lenguaje, por este mundo simbólico que el mismo ha creado, por esta realidad que no es verdad.