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Erev Shabat – Víspera de Shabat: Preparativos 

«El sexto día, cuando preparen lo que van a llevar» (Éxodol6:5). Fuimos
ordenados a aprontarnos para Shabat y preparar todo aquello que
necesitemos antes de su comienzo.
Debemos recordar que erev  Shabat es el sexto día, con la llegada de la noche
deja de ser vísperas de Shabat y pasa a ser la noche del Shabat propiamente
dicha. En la mayoría absoluta de las naciones y las culturas, el día cambia a
la medianoche, pero para el judaísmo el nuevo día nace con la llegada de la
noche: «y hubo tarde y hubo mañana: Un día» (Génesis 1:5). El comienzo del
día se produce al inicio del anochecer y comprende la noche y toda la
jornada hasta el nuevo ocaso del sol.

En el libro de Éxodo 16:5 se basa en el episodio del maná que nuestros


antepasados comieron en el desierto. Cada mañana salían a recolectar la
medida de un omer (aproximadamente dos kilos por individuo) Para no tener que
buscar comida para Shabat, el sexto día caía lejem mishné – pan doble
– dos omarim 
y de esta manera recibían en la víspera también la porción que irían a
consumir en Shabat. De aquí aprendemos la importancia de hacer los
preparativos para Shabat.
Para honrar el shabat la halajá (ley judía)  nos obliga a prepararnos: bañamos,
peinarnos, cortarnos las uñas, vestirnos con prendas agradables y
especiales. La casa deberá brillar, la mesa puesta con el mantel y los
utensilios más bonitos y cada familia, según sus posibilidades, deberá
honrar la mesa con comidas adecuadas y especiales más que los otros días
de la semana: «Y llamarás al Shabat placer» (Isaías 58:13), es el mandato
para el que tenemos que laborar.

ENCENDIDO DE VELAS

El hogar judío recibe al Shabat con el encendido de velas y este precepto


pertenece a la mujer. Se deben encender las velas media hora antes del
ocaso y por eso se deben observar los horarios del encendido que difieren de
ciudad en ciudad.
El encendido de velas es uno de los tres preceptos específicos de la mujer. Si
la mujer no se encuentra en la casa, el esposo u otro miembro de la familia
debe prender las velas en su lugar.

Este precepto es específico de la mujer por el motivo que la mujer se


encuentra en el hogar relativamente más tiempo. Otra razón se refiere
al Shalom Bait –  la armonía en el seno del hogar –. Nuestros sabios desearon
enaltecer a la mujer, pilar del hogar y por ello le adjudicaron el honor de
traer la santidad del Shabat a la casa.

Nuestros sabios también aportaron otro motivo: el encendido de las velas es


una especie de reparación y expiación del pecado de Eva, la madre de todas
las criaturas, que comió del árbol prohibido de la sabiduría y, además,
alimentó con esos frutos a Adán.
¿Cuál es la relación entre el pecado original y el encendido de velas?
Como resultado de este pecado fue dicho «del polvo vienes y al polvo
retornarás». Es decir, con el hecho de haber comido del árbol de la sabiduría
Java, apagó la «luz del mundo» (como dice el versículo: «la luz de Di-s es el
alma del hombre» en Proverbios 20:27) y por el hecho de haberla apagado,
expía cada víspera de Shabat su falta, con el encendido de velas.
¿Cuántas velas se deben encender?
Contamos con dos costumbres principales acerca de la cantidad de velas,
que se deben encender en la víspera de Shabat: la. Dos velas – una
por «Recordad» y otra por «Cuidad»– son los dos conceptos que
complementan la santidad de Shabat.
Una mujer casada habitualmente enciende dos velas y puede agregar una
adicional por cada uno de sus hijos. Las mujeres solteras encienden una
vela.
En cuanto una niña pueda comprender la idea de Shabat puede recitar la
bendición (aproximadamente 3 años de edad), su madre debe
proporcionarle un candelabro y debe enseñarle a encender las velas de
Shabat.
Las niñas deben encender antes que su madre en caso de que necesiten de
su ayuda. Es costumbre poner unas monedas en una «pushke» (alcancía
para Tzedaká)
La bendición de las velas en Shabat es pronunciada luego de ser realizada, es
decir, después del encendido. Porque con la pronunciación de la bendición,
la ama de casa recibió al   Shabat.   Desde   ese   momento   en   adelante  
todas las prohibiciones de labores de Shabat recaen sobre ella – y una es
la prohibición de encender fuego. Es por eso que primero deberá encender
las velas y sólo después bendecir. De aquí nace la costumbre de cubrirse el
rostro con las manos en el momento   de  pronunciar   la  bendición  y  mirar 
las velas encendidas sólo al acabarla, ya que de esta manera cumplieron con
el precepto  como si  hubiera sido pronunciada antes del encendido.
Bendición:

Barúj ata A-do-nái E-lo-héinu mélej haolámashér kidshánu bemitzvotáv


vetzivánu lehadlik ner shel Shabat KodeshBendito eres Tú, Di-s, nuestro Señor,
Rey del Universo, Quien nos santificó con Sus preceptos y nos ordenó encender
las velas del sagrado Shabat

KABALAT SHABAT: Dando la bienvenida al Shabat

Después del encendido de velas los miembros de la familia van la sinagoga


para las oraciones de minjá, Kabalat Shabat 
y mariv  de Shabat.
Seis capítulos de Salmos dan comienzo al Kabalat Shabat 
en la mayoría de los rituales, cantidad que representa a  los días de la
Creación. Al concluir los seis capítulos se dice leja dodi likrat cala, penei Shabat
nekablá – Ven mi bien amado, al encuentro de la novia,  el  Shabat está
llegando, vamos a recibirlo – que fue compuesto por Rabí Shlomó Alkabetz.
El último párrafo, Boi Beshalom  bienvenida seas -, se dice de pie y girando los
cuerpos y los rostros hacia la entrada de la sinagoga (casi siempre para el
lado oeste, opuesto al arón hakodesh – arca sagrada – que se encuentra en el
este), como si esperáramos la llegada de la novia, que es la reina de Shabat.
El Kabalat  Shabat culmina con dos salmos: el 92 – mizmor shir leiom
hashabat – salmo y cántico para el día de Shabat- y  el 93 – Hashem malaj gueut
lavesh  –  el Eterno rey está vestido de Majestad – Luego: kadish iatom.
En arvit: shemá  y sus respectivas bendiciones y el final de hashkivenu  luego de
que el oficiante recita el kadish, 
se lee la amida, compuesta por siete bendiciones en lugar de las diecinueve
de los días de la semana. Las tres primeras bendiciones y las tres últimas son
iguales a las de todos los días, pero en el centro se encuentra una bendición
especial, que resume el contenido del Shabat. Esta bendición difiere en cada
una de las cuatro oraciones de amida que se recitan en Shabat (en arvit,
shajarit, musaf  y minja). 
La bendición central en la oración de la noche de Shabat está consagrada a
la idea que el Shabat es un testimonio de la creación del mundo por manos
de Di-s.
Luego de la amida  el oficiante y la congregación dicen juntos, en voz alta y de
pie, los tres versículos «y así fueron acabados el cielo y la tierra», etc., con
estos versículos testimoniamos que D’s creó el mundo en seis días de
creación, «Él y no otro». Según la Tora un testimonio se presta de pie y no tiene valor
el testimonio de uno solo, entonces toda la congregación junta y de pie confirma
su veracidad. 

Tan pronto como el oficiante recita una corta bendición que evoca a
nuestros patriarcas, la congregación dice: Maguen avot bidvaró –protector de
nuestros antepasados por Su verbo-, que resume las siete bendiciones, que
fueron ya dichas en silencio en la amida y el oficiante la repite en voz alta.
Después de que el oficiante recita kadish titkabel  se acostumbra a decir el
capítulo 23 de Salmos. Luego el oficiante dice jatzí kadish  y repite Barjú et H’
hamevoraj – 
bendecid al Eterno que es bendito- y la congregación responde: Baruj H’
hamevoraj leolam vaed – 
Bendito sea el Eterno, que es bendito siempre.
Al pronunciar la oración de aleinu leshabeaj –  es nuestro deber alabar a D’s –
y kadish iatom  concluye la oración de arvit 
de Shabat.
Shalom Aleijem, Malajei Hasharet – La paz esté con vosotros, ángeles de la
paz
En la comida de la noche del Shabat, la familia y los invitados se sientan
alrededor de la mesa (es una costumbre antigua y muy valiosa ser
hospitalarios e invitar a los necesitados a compartir la mesa festiva de
manera que nadie quede excluido).
Los comensales comienzan a cantar shalom aleijem, malajei hasharet –  la paz
esté con vosotros, ángeles de la paz compuesta por cuatro estrofas, cada
una de las cuales se repite tres veces. Este cántico está basado en la leyenda
del Talmud según la que en la noche del Shabat cada persona regresa de la
sinagoga acompañado por dos ángeles: uno bueno y el otro malo. Cuando los
dos encuentran la casa preparada para Shabat, el ángel bueno desea que «el
Shabat entrante sea así» y el malo debe obligatoriamente responder amén.
Si de lo contrario, no se encuentra la santidad del Shabat, el ángel desea
«que el Shabat venidero también sea así» y el ángel bueno no tiene otra
alternativa que responder amén.  El Shalom Aleijem:
Shalom aleijem malajei ha-shareit malajei elyon, mi-melej maljei ha-melajim Ha-
Kadosh Baruj Hu. (Se entona tres veces)
Bo’ajem le-shalom malajei ha-shalom malajei elyon, mi-melej maljei ha-
melajim Ha-Kadosh Baruj Hu. (Se entona tres veces)

Barjuni le-shalom malajei ha-shalom malajei elyon, mi-melej maljei ha-melajim


Ha-Kadosh Baruj Hu. (Se entona tres veces)
Tzeit’jem le-shalom malajei ha-shalom malajei elyon, mi-melej malajei ha-
melachim Ha-Kadosh Baruj Hu. (Se entona tres veces)
Traducción:
La Paz sea con vosotros, Ángeles Ministros, mensajeros del Altísimo, del
Supremo Rey de reyes, el Santo, bendito sea Él.       (Se entona tres veces)
Que vuestra venida sea en la Paz, Ángeles de la Paz, mensajeros del Altísimo,
del supremo Rey de reyes, el Santo, bendito sea.
(Se entona tres veces)
Bendecidme con la Paz, Ángeles de la Paz, mensajeros del Altísimo, del
supremo Rey de reyes, el Santo, bendito sea.
(Se entona tres veces)
Que vuestra partida sea en la Paz, Ángeles de la Paz. Mensajeros del
Altísimo, del supremo Rey de reyes, el Santo, bendito sea.
(Se recita tres veces)
Mujer virtuosa – Eshet Jail
Al concluir el Shalom aleijem entonamos la melodía del Eshet Jail -mujer virtuosa.
Este cántico que está compuesto en forma de acróstico abecedario, alaba a
la mujer. Su aporte educativo es muy significativo, ya que es parte del
reconocimiento que los miembros de la familia deben rendir a la mujer que
se esforzó con todas las tareas y trabajos que debe realizar durante toda la
semana y por sus esfuerzos especiales de la víspera para preparar la casa en
honor al Shabat.
Eshet jail mi imtza verajok mepeninim mijrah. Bataj bah leb balah veshalal lo
iejsar. Guemaltehu tob velo ra kol ieme jaiea. Daresha tsemer ufishtim vataas
vejefets kapea. Haieta kaoniot sojer mimerjak tabi lajmah. Vatakom veod laila
vatiten teref lebetáh vejok lenaarotea. Zamema sade vatikajehu miperi japea
natea karem. Jogra beoz motnea vateametz zerootea. Taama ki tob sajráh lo
ijbe balaila nerah. Iadea shileja bakishor vejapea tamju falej. Kapah parsa leani
veiadea shileja laebion. Lo tira lebetah mishaleg ki jol betah lebush shanim.
Marbadim asta lah shesh veargaman lebushah. Noda bashearim balah beshibto
im zikne aretz. Sadin asta vatimkor vajagor natena lakenaani. Oz vehadar
lebushah vatisjak leiom ajaron. Pia patja bejojma vetorat jesed al leshonah.
Tzofia alijot betah velejem atzlut lo tojel. Kamu banea vaiasherua balah
vaialelah. Rabot banot asu jail veat alit al culana. Sheker hajen vehebel haiofi
isha irat A-do-nai hi tithalal. Tenu lah miperi iadea vihalelu bashearim maasea.A
una mujer virtuosa, ¿quién puede hallar? Es más preciosa que las perlas. El
corazón de su esposo confía en ella; nada le faltará a él. Ella le prodiga el bien y
no el mal, todos los días de su vida. Ella se procura la lana y el lino, con gusto
hace las labores de sus manos. Se asemeja a nave de mercaderes, que desde
lejos buscan su sustento. Se levanta cuando aún es de noche, proporciona
sustento para su familia y alimento a sus mozas. Lo pensó y compró un campo,
con el fruto de su trabajo plantó una vid. La fortaleza es su ceñido, el esfuerzo
dirige sus brazos. Percibe que su labor es compensadora, entonces ni de noche
apaga su luz. La rueca ocupa sus manos, con ellas maneja el huso. Extiende su
mano hacia el pobre, sus manos abre al menesteroso. Su casa no teme al frío de
la nieve, pues toda su familia esta vestida de grana. Ella hace sus tapices, sus
vestidos son de lino y púrpura. Renombrado es su esposo en la ciudad cuando se
sienta entre los ancianos del lugar. Teje una tela y la vende, un ceñidor vende al
mercader. La fuerza y la dignidad son su ropaje. Mira con confianza el porvenir.
Abre su boca con sabiduría. En su lengua esta la ley de la bondad. Vela siempre
por la marcha de su hogar, y no come el pan de la pereza. Sus hijos crecen y la
hacen feliz. Su esposo también la loa: «muchas mozas han procedido con virtud,
mas tú a todas sobrepasaste». Engañosa es la gracia, vana la bella, pues la
mujer temerosa de D»s es digna de elogios, séanle concedidos los frutos de su
trabajo. Puedan sus obras loarla en las ciudades.
Kidush – Santificación
«Recuerda el séptimo día para santificarlo» nuestros sabios explicaron:  
«recuérdenlo con el vino».   Es   por   eso   que destacamos el comienzo
del Shabat con el kidush 
santificación  por medio del vino – y su culminación con havdalá, 
también con vino.
El kidush  de la noche del Shabat se debe realizar con un vaso de vino o jugo
de uvas. Sólo en el caso que no podamos conseguir un vino casher  de
cualquier clase o tengamos prohibido beber vino por razones de salud, es
permitido hacer el kidush  sobre las dos jalot, que se encuentran sobre la mesa
como lejem mishné.
El que recita el kidush debe – y con él todos los que se encuentran en la mesa
– estar de pie para decir los versículos de vaijulu. 
Como hemos explicado, estos versículos representan testimonio de la
creación del mundo por medio de D’s y es por eso que se dicen de pie, como
es la ley para prestar testimonio.
Los miembros de la familia cumplen con la obligación del kidush al oírlo y
responder amén a las dos bendiciones. El que bendice da a todos los
presentes a probar del vino. Hay familias en las que los niños (mayores de
trece años) también bendicen.
La bendición de kidush  tiene dos elementos fundamentales: zikaron lemaase
bereshit – recuerdo de la creación del mundo-  y zejer leietziat
mitzraim – recuerdo de la salida de Egipto. Existe una especie de
agradecimiento a D’s, que nos eligió para tener el mérito de cuidar el Shabat,
que destaca lo principal del la Creación, su universalidad. Por otra parte el
recuerdo del milagro de la salida de Egipto es nuestra base nacional, ya que
» – porque Tú nos elegiste y   nos santificaste entre todos los pueblos y tu
sagrado Shabat  con amor y agrado nos diste en herencia -«.
Se toma la copa con la mano derecha, y tras recitar el Kidush se bebe
inmediatamente, y se da a probar al resto de los comensales.  Iom hashishi.
Vaijulu hashamaim vehaarets vejol tsebaam. Vaijl E-lo-him baiom hashebii melajto asher
asa vaishbot baiom hashebii mikol melajto asher asa. Vaibarej E-lo-him et iom hashebii
vaikadesh oto ki bo Shabat mikol melajto asher bara E-lo-him laasot.Sabre maranan.
Baruj Ata A-do-nai E-lo-henu Melej haolam bore peri haguefen (Amen). Baruj Ata A-do-nai
E-lo-henu Melej haolam asher kideshanu bemitsvotav veratsa banu veshabat kodsho
veahaba ubratson hinjilanu zikaron lemaase bereshit tejila lemikrae kodesh zejer litsiat
Mitsraim veShabat kodsheja beahaba ubratson hinjaltanu. Baruj Ata A-do-nai mekadesh
haShabat (Amen).
Netilat Iadaim y Hamotzi
Antes de comer pan, se procede al lavado de manos, Netilat Iadaim. No sólo
es una medida higiénica, sino también una purificación espiritual para
comer, concientizándonos que todos nuestros actos deben tener un fin
espiritual. Fue impuesto por el Rey Salomón para comer los Korbanot –
sacrificios– en el Bet HaMikdash –Gran Templo-. Tras la destrucción de este,
los sabios enseñaron a continuar con este precepto, en señal de espera de la
pronta reconstrucción del Templo.
Se toma un recipiente con agua y se vierte tres veces en la mano derecha, y
tres veces en la izquierda, se levantan ambas manos y se dice la siguiente
bendición.
Baruj Ata A-do-nai E-lo-henu Melej haolam asher kideshanu bemitsvotav
vetsivanu al netilat iadaim.Bendito eres Tú, A-do-nai, D»s nuestro, Rey del
Universo, que nos has santificado con Tus preceptos y nos has ordenado el
lavado de manos. El padre de familia se lava las manos primero y en orden
hasta el más joven de los niños último. El padre de familia retira el cobertor
de las jalot, 
coloca las manos sobre los panes, indica con el cuchillo el lugar donde va a
cortarlo, bendice en voz alta hamotzí 
y corta la jala  en el lugar indicado. Apoya levemente la primera rodaja de
pan en sal y come de ella. Luego reparte rebanadas a todos los miembros de
la familia. Ellos no están obligados, a bendecir hamotzí,  ya que han cumplido
con su obligación al escucharla y han contestado amén
¿A qué se debe el lejem mishné?
A que D’s proporcionó, shnei omarim – dos medidas de maná – 
por cada individuo en honor al Shabat.
¿Y por qué acostumbramos a cubrirlas?
Conocemos dos explicaciones: La primera: considerando que el maná  estaba
«dentro de una especie de caja» y estaba protegido arriba y abajo por rocío
celestial, colocamos el lejem mishné sobre un mantel y el cobertor de jalot  las
cubre. La segunda  explicación   está  relacionada  con   bircat  hanehenim.
Según  este orden debemos bendecir  primero sobre aquello que está
elaborado con trigo y sólo después, sobre la fruta de la viña  (recordemos
que en el versículo que enumera las siete especies, el trigo aparece antes
que la vid).
Está prohibido probar bocado antes del kidush, es por eso que tapamos
las jalot, en un ejemplo educativo muy valioso, para no ofenderlas, y
bendecimos sobre el vino pronunciando el kidush, 
antes que hacerlo sobre las jalot: hamotzí lejem min haaretz
La obligación de lejem mishné  recae sobre las tres comidas del Shabat.
La Cena de la Noche del Shabat
Se debe honrar la comida con porciones suculentas de acuerdo a las
posibilidades y es preferible incluir comidas de pescado y carne, para
cumplir con la obligación «y llamarás al Shabat deleite«. Nuestros sabios han
enfatizado comer comidas abundantes, ya que los alimentos se deciden
desde Rosh Hashaná hasta lom Kipur para todo el año entrante -excluyendo
los gastos de dinero que están previstos para el Shabat, días festivos y
también los gastos de estudio de Tora  para los niños, «¡Si agregas – te
agregan!». Estos gastos – para las necesidades del Shabat y educación para
los niños – están excluidos  del  presupuesto  anual  que  fue decidido
celestialmente.
Además de las comidas hay que enfatizar especialmente el contenido
espiritual del día de dos maneras: con canciones y palabras. Las zemirot  de la
noche de Shabat, se encuentran en los sidurim y  en compilaciones especiales,
son una selección de la poesía litúrgica de los escritores judíos de la Cabala y
de los grandes poetas de la Edad Media. Cada comunidad tiene sus himnos,
su rito y sus melodías.
Entre los platos, se estudian y se discuten las interpretaciones de los
fragmentos de la Tora,  que se leen esa semana. Es importante también, que
los niños participen diciendo y escuchando las palabras de la Tora.
Luego de cantar el Salmo 126: «Cántico de las ascensiones, Cuando trajo el
Eterno a los que volvieron a Sión, éramos como gente que sueña», se recita
el bircat hamazón – Bendición de Gracias por la Comida-. Si se encuentran alrededor
de la mesa tres hombres que superan la edad de bar mitzva – trece años -, se
debe bendecir con zimún. 
Sefardíes incluyen* jóvenes desde los 8 años para el zimún.
En Shabat se agrega al bircat hamazón de todos los días el párrafo retzé – que te
sea agradable -, que se recita en la tercer bendición, antes del final de uvné
lerushalaim ir hakodesh 
reconstruye Jerusalén la ciudad santa -. También se agrega otro
párrafo: Harajaman hu ianjilenu iom shekuló Shabat umenujá lejaiei haolamim – 
que el Misericordioso nos haga heredar el día que es eternamente Shabat y
reposo en la vida eterna. ¡Shabat Shalom!

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