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OBJETIVOS

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CONTENIDO SEMANAL

Los textos informativos


Seguramente, habrás leído textos en que te has dado cuenta de que estas
conociendo información, a este tipo de textos se les llama textos
informativos. Los hay de varios tipos, pero todos tienen algo en común: su
objetivo es comunicar hechos (recuerda que un hecho es algo que sucede
en la realidad y que todos podemos verificar).
Para comunicar estos hechos, el texto informativo tiene que usar un
lenguaje que todos puedan entender, por esto, el lenguaje debe ser claro
(fácil de entender) y formal (usar palabras relacionadas al tema y
educadas). También, estos textos tienen que mostrar la información de
manera precisa (en la cantidad justa) y objetiva. Esta última característica
es muy importante, porque significa que no se pueden usar expresiones que
muestren el sentir o pensar de quien las dice.
Los textos informativos, pueden tratar de muchos temas, por ejemplo,
científicos, deportivos, culturales, históricos, económicos, políticos, médicos,
o de lo que puedas pensar, se puede escribir un texto informativo. Lo
importante con los temas, es que tienen que ser actuales y de interés para
todos, en otras palabras, se escriben pensando en un público general que
no tiene por qué ser especialista en el tema.

Algunos ejemplos de textos informativos:


 La carta formal
 El Informe
 La noticia
Vamos por parte para que entiendas muy bien este contenido.

El lenguaje
Para aprender algo más acerca del texto informativo, vamos a empezar por
conocer cuáles son sus principales características para redactarlo bien.

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Estamos hablando de cómo tenemos que usar nuestro lenguaje. Vamos a
ver cómo se hace.
a. formalidad: en este tipo de textos, como ya lo vimos al principio de
esta guía, el lenguaje tiene que ser formal, esto quiere decir que se
usan palabras más especializadas o propias del tema, junto a un tono
de seriedad. Esta forma de expresión es diferente a la que usamos
para comunicarnos en situaciones diarias y familiares, pues tiene que
ser ejemplar, preciso y correcto.
Ahora te explicaremos qué significan cada una de estas 3
características del lenguaje formal.

Ejemplar: se trata de usar palabras que puedan comunicar muy bien


una idea, otra forma de explicar esto es decir que el lenguaje ejemplar
es aquel que usa palabras más “educadas”. Este tipo de lenguaje es
concreto y sencillo, es decir, las palabras que usa, aunque sean “más
educadas”, todos las entienden. Te vamos a dar un ejemplo para que
lo entiendas a la perfección:

“Amigo, necesito que me hagas una paleteada” → informal.


“Amigo, necesito que me hagas un favor” → formal.
¿Pudiste ver la diferencia? ¿Te diste cuenta cómo cambia el tono y el tipo
de palabras cuando se usa un lenguaje formal? Una manera fácil para
poder encontrar las palabras ejemplares es que te imagines en una
situación en que estás hablando con personas que no te conocen o que son
autoridades para ti, como, por ejemplo, el director o directora de tu colegio.
Piensa en qué palabras y que tono usarías para comunicarte con tus
autoridades.
b. Preciso: debe tener mucha claridad; nada de metáforas poéticas,
refranes populares, ni ningún otro elemento que pudiera producir
dobles interpretaciones ¡no lo olvides! El mensaje debe quedar
perfectamente claro para quien lee, ya que el objetivo que se debe
cumplir es informar, y un receptor confundido no estará informado.

c. Correcto: esto quiere decir que no debe tener errores de ortografía


(tildes, letras y puntuación), y que el orden de las palabras respete

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una estructura adecuada. Para que entiendas esto último, un ejemplo
sería que no se puede poner un artículo definido después del
sustantivo al que señala.
Te lo vamos a mostrar concretamente:
“Perro el salió a la calle” → incorrecto, porque el artículo “el” está
mostrándonos al sustantivo “perro”, por lo que tiene que escribirse antes.
“El perro salió a la calle” → correcto, porque el artículo “el” está
mostrándonos al sustantivo “perro”.
Entonces, escribir correctamente tiene que ver con usar una excelente
ortografía y también con poner en el orden adecuado las palabras para
que nuestras oraciones tengan sentido.

El párrafo
Además del lenguaje que se utiliza para escribir los párrafos que
compondrán el texto informativo, existen formas adecuadas para construir
dichos párrafos. Primero, tenemos que dejar muy claro qué es un párrafo:
“Es un conjunto de oraciones con un solo tema central o idea principal”.
En otras palabras, un párrafo es un texto corto que tiene solo una idea y
todo lo que se dice idea. Para partir escribiendo un párrafo, se usa una
sangría (espacio en blanco, que aleja la primera letra del margen de la
página), y termina con un punto aparte.
Pero, más que esto, lo que determina el cambio de párrafo siempre será el
tema central del que se escribe. Este tema central puede estar claramente
expresado en una de las oraciones, en tanto las demás sirven para dar
información complementaria; o bien, la idea principal puede no expresarse
claramente y es preciso inferirla de todas las oraciones que conforman el
párrafo.

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Estas oraciones, que componen el párrafo, pueden estar separadas por
medio de la puntuación correspondiente o estar conectadas a través de
conectores que ayudan a comprender la relación que existe entre las
distintas ideas. En este sentido hay que ser cuidadoso en emplear el
conector o nexo que corresponde.

La estructura
Para redactar un texto informativo también es preciso respetar la estructura
del texto. Estructura quiere decir la suma de las distintas partes que el texto
debe tener, y la distribución de dichas partes en el orden que corresponde.
Como hay gran variedad de textos informativos, cada uno tiene su propia
estructura; hay algunos textos que poseen una estructura más rígida, y
existen otros que no la tienen tan definida.

MATERIAL COMPLEMENTARIO

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