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AVISO
CAPITULO I: El ejercicio del luchador .............................. 14
Ejercicios abdominales
CAPITULO II
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POSICION DE EN GUARDIA
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inclinado o está situado en un equilibrio inestable —lejos de la ba-
se del apoyo— debes ser capaz de continuar y recuperar el
En la fotografía A, Lee se retira
un buen equilibrio,
CAPITULO III
DESPLAZAMIENTOS
Desplazamientos
El arte de la movilidad es la
esencia de la lucha.
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se lanza hacia adelante por el ímpetu proporcionado re-
trasado. Tu talón retrasado
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indica fotografía (a
pájaro) y lateral). Cuando tus muñecas to-
can tu como indica el dibujo A, pon tensión sufi-
ciente en tus manos para hacer girar tus brazos. En las siguientes
fotografías, de 1 la 6, Lee demuestra cómo deben de girar los
brazos. En cada fotografía se indican unas flechas para ilustrar el
movimiento de las manos. Las posiciones de los codos están muy
próximas a sus cuerpos cuando hacen girar sus brazos constante y
suavemente.
Este movimiento de giro no es la esencia del «chi sao». Lo que
es importante es el fluir de tus brazos. La idea en los primeros mo-
mentos no es de luchar contra la fuerza del contrario, sino en con-
centrarse para obtener una percepción de esta energía. Si tú in-
tentas empujar a tu contrario hacia atrás, no estarás entendiendo
todo el propósito del «chi sao». Este movimiento de fuerza tensará
tus brazos y, por consiguiente, tus hombros se pondrán rígidos.
Perderás tu equilibrio y comenzarás a confiar en la fuerza bruta
en lugar de en la energía fluyente.
La energía debe fluir desde tu bajo vientre, en lugar de tus
hombros. Al hacer esto, imagínate que hay agua a través de tus
brazos como si fueran mangueras, siendo alimentadas desde el
centro de tu cuerpo, aproximadamente desde el ombligo. Esto pro-
duce que la parte inferior de tus brazos se vuelva más pesada.
Mantén tus dedos sueltos y estirados, ya que el agua tiene que
manar de tus dedos pequeños.
Si ambos compañeros emiten el mismo grado de energía a lo
largo de sus brazos, ninguno de ellos penetrará dentro del otro. El
movimiento debe ser constante, regular y rítmico. Cada partici-
pante debe notar los brazos del otro ligeros, pero firmes. Los bra-
zos parecen débiles, pero son muy potentes. Tus codos deben que-
dar inmóviles —no pueden quedar apretados contra tu cuerpo—.
Tus brazos plegables pueden moverse hacia un lado y otro, pero no
hacia tu cuerpo. Cuando ya lo hagas mejor, la circunferencia de tu
movimiento giro se hace cada vez más pequeño, como si el agua
que fluye largo de tus brazos está ahora tratando de penetrar
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CAPITULO V
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No se necesita potencia en esta técnica, porque tú apuntas
los ojos de tu enemigo. En lugar de ello, condiciones im-
portantes son la velocidad.
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de velocidad, como indica la fotografía A. El saco, colgado del techo
por una cuerda una maroma al suelo, se sus-
pende a la altura de los hombros. Para utilizar adecuadamente
saco tienes que ser rápido con las manos. Tienes que golpear el
blanco perfectamente de forma que el saco rebote directamente
hacia ti, y necesitas una buena sincronización con tus manos.
Al principio utiliza ambas manos para golpear al saco y man-
tén ambos pies paralelos, pero separados cómodamente. Golpea el
saco en recto, utilizando tu nariz como punto de guía. La caracte-
rística de más valor del saco es que te obliga a golpear directa y
bruscamente y no a empujar, porque sino no volvería bruscamente
hacia ti. Pero una vez que ya has cogido el truco de golpearlo des-
pués de varias prácticas puedes estar en la posición de en guardia
y emplear la combinación puño y codo. Golpea con tu puño y para
o golpea con tu codo y antebrazo como indica la fotografía B.
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