Posverdad2 o mentira emotiva es un neologismo3 que describe la distorsión deliberada de una
realidad en la que los hechos objetivos tienen menos influencia que las apelaciones a las emociones y a las creencias personales, con el fin de crear y modelar la opinión pública e influir en las actitudes sociales.45 En cultura política, se denomina política de la posverdad (o política posfactual)2 a aquella en la que el debate se enmarca en apelaciones a emociones desconectándose de los detalles de la política pública y por la reiterada afirmación de puntos de discusión en los cuales las réplicas fácticas ―los hechos― son ignoradas. La posverdad difiere de la tradicional disputa y falsificación de la verdad, dándole una importancia «secundaria». Se resume como la idea según la cual «el que algo aparente ser verdad es más importante que la propia verdad». 6 Para algunos autores la posverdad es sencillamente mentira (falsedad) o estafa encubiertas con el término políticamente correcto de «posverdad», expresión que ocultaría la tradicional propaganda política789 o el uso de las relaciones públicas como instrumento de manipulación.10
Origen e historia del término posverdad [editar]
Aunque la idea tras el concepto no es algo nuevo según algunos autores, 11 el origen contemporáneo del término se atribuye al bloguero David Roberts quien usó el concepto en 2010. 12 1314 David Roberts acuñó el término «política de la posverdad» en un blog para la revista electrónica Grist el 1 de abril de 2010, donde la definió como «una cultura política en la que la política (la opinión pública y la narrativa de los medios de comunicación) se han vuelto casi totalmente desconectadas de la política pública (la sustancia de lo que se legisla)». 1213 Algunos comentaristas políticos han identificado la política posverdad como ascendente en la política de algunos países, así como en otras áreas de debate, impulsadas por una combinación del ciclo de noticias de veinticuatro horas, de un falso equilibrio mediático, y la creciente ubicuidad de los medios sociales.1415161718 De acuerdo con el diccionario Oxford, el término «posverdad» fue usado por primera vez en un ensayo de 1992 por el dramaturgo serbio-estadounidense Steve Tesich en The Nation (de Nueva York). Tesich, escribiendo sobre el escándalo Watergate, el escándalo Irán–Contra y la Guerra del Golfo, expresó: «Nosotros, como pueblo libre, hemos decidido libremente que queremos vivir en algún mundo de posverdad».1920 En 2004, Ralph Keyes usó el concepto «era de la posverdad» en su libro The post-truth era: dishonesty and deception in contemporary life.21 El mismo año, el periodista estadounidense Eric Alterman habló de un «ambiente político de la posverdad» y acuñó el término «presidencia de la posverdad» en su análisis de las declaraciones engañosas o erróneas de la Presidencia de George W. Bush tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.22 En su libro de 2004 Post-democracy, Colin Crouch utilizó el concepto «posdemocracia» para dar cuenta de un modelo de política donde «las elecciones ciertamente existen y pueden cambiar los gobiernos» pero «el debate electoral público es un espectáculo estrechamente controlado, gestionado por equipos rivales de profesionales expertos en técnicas de persuasión, y considerando una pequeña gama de temas seleccionados por esos equipos.» Crouch atribuye directamente al «modelo de industria publicitaria» de la comunicación política la crisis de confianza y las acusaciones de deshonestidad que se asocian con la política posverdad. 23 El término se extendió fuertemente durante las campañas para la elección presidencial de 2016 en los Estados Unidos y el referéndum de 2016 sobre la permanencia en la Unión Europea en el Reino Unido.2425 El diccionario inglés Oxford declaró post-truth (posverdad) como la palabra internacional del año 2016, citando un aumento de 2 000 % en su uso en comparación con 2015. 326 Martín Caparrós considera el término un mero sinónimo del viejo uso de la propaganda, las relaciones públicas y la comunicación estratégica como instrumentos de manipulación y control social. Considera a Edward Bernays uno de los teóricos de la propaganda ―tanto política como comercial― que creó el término relaciones públicas para sustituir las connotaciones negativas del concepto de propaganda.10