Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
García Sánchez, Jesús-Nicasio; Pacheco Sanz, Deilis-Ivonne; Díez González, Mª del Carmen; García- Martín,
Esther
LA METODOLOGÍA OBSERVACIONAL COMO DESARROLLO DE COMPETENCIAS EN EL APRENDIZAJE
International Journal of Developmental and Educational Psychology, vol. 3, núm. 1, 2010, pp. 211-217
Asociación Nacional de Psicología Evolutiva y Educativa de la Infancia, Adolescencia y Mayores
Badajoz, España
¿Cómo citar? Número completo Más información del artículo Página de la revista
www.redalyc.org
Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
PSICOLOGÍA POSITIVA: EDUCACIÓN Y DISCAPACIDAD
El estudio de la observación como algo fundamental en el campo del desarrollo psicológico, ya sea
como instrumento básico, sea como parte de un proceso más complejo. En este sentido, la observa-
ción puede convertirse en el método científico fundamental (metodología observacional) o puede usar-
se como una técnica (técnicas observacionales) al servicio de otros métodos. Por otra parte, la estra-
tegia que utilicemos al investigar ha de adecuarse al problema o al objetivo y no a la inversa y si asu-
mimos que la observación ha de ser considerada como método -igual que lo es el método experimen-
tal- posibilitado por la importancia creciente atribuida a la observación y la sofisticación de las técnicas
perfectamente podemos utilizarla para obtener datos de la realidad de modo que puedan ser compara-
bles y correlacionales. Finalmente, en lo que respecta a la aplicación de la observación en la formación
de maestros, se hace hincapié en el aprender a usar y en el adquirir “habilidades observacionales”.
Durante esta investigación, se han recibido fondos competitivos del MICINN (Ministerio de
Investigación, Ciencia e Innovación), del proyecto SEJ2007-66898-EDUC (2007-2010), y fondos FEDER
de la Unión Europea. Así como Fondos competitivos a Grupos de Excelencia con Fondos Europeos
2009-2010-2011 (BOCyL, 27 de Abril del 2009). Ambos concedidos al Grupo de Investigación de
Excelencia reconocido por la Junta de Castilla y León (GR259), dirigido por J. N. García.
INTRODUCCIÓN
La observación constituye el instrumento más básico e inicial en todo proceso científico (García, 1993;
1995).
Estudiar la conducta humana infantil en situaciones de enseñanza-aprendizaje supone, de una u
otra manera, el uso de la observación. El profesor, p.ej., no podrá conocer a sus alumnos, sus motiva-
ciones, intereses, las condiciones de enseñanza-aprendizaje, el contexto físico y social de aprendizaje,
si no utiliza, de alguna manera, la observación. En este sentido, la observación puede convertirse en el
método científico fundamental (metodología observacional) o puede usarse como una técnica (técnicas
observacionales) al servicio de otros métodos (como parte de la investigación experimental, como parte
del proceso psicodiagnóstico, o como parte de procesos de evaluación psicológica y educativa).
Se pretende dar una visión clara y concisa de lo que es la observación, su planificación y
componentes, haciendo hincapié no sólo en las estrategias observacionales más eficaces sino también
en el proceso de categorización como instrumento de medida en la investigación observacional y en las
técnicas de registro que proporcionan o dan garantía científica a la observación, permitiendo su
valoración para el desarrollo de habilidades observacionales en la formación de maestros.
Como quiera que nuestro interés esté en mejorar cada día la actividad docente y puesto que ense-
ñar es también una actividad investigadora, se pretende que los profesores adquieran competencias
específicas relacionadas con la metodología observacional y las posibilidades de su aplicación en el
ámbito escolar, podemos ver más detalle en la tabla 1.
La observación forma parte integral del quehacer científico de cualquier ciencia y con mayor justi-
ficación en Psicología y en el estudio del niño, donde los pioneros la utilizaron pródigamente. Es evi-
dente que los científicos “realizan observaciones”, es decir, obtienen información que permite medir los
fenómenos. Y si bien, hay muchas más cosas que la simple medición, el propósito fundamental de la
ciencia cuando observa un fenómeno es medirlo, lo que permitirá su relación con otras variables
(Kerlinger, 2004). Así, observar, en este sentido, es medir.
La observación se relaciona con la recogida de datos. Pero es evidente que forma parte de nuestra
vida cotidiana también facilitando determinados aprendizajes y por lo tanto “nuestra supervivencia en
el entorno natural”. Ello implica que ante un entorno cada vez más complicado hemos de aprender a
seleccionar los estímulos y a superar las distorsiones, es decir a diferenciar hechos y fantasías, lo que
exige interpretar. Esto es, cada observador seguiría una especie de “ciclo de descubrimiento” (Irwin &
Bushnell, 2006) cuyos componentes serían: reconocer ==> recoger ==> hipotetizar ==> interrogar ==>
teorizar ==> transformar.
PLANIFICACIÓN DE LA OBSERVACIÓN
Proceso implicado
Como toda metodología científica la observación ha de ser cuidadosamente planificada y diseñada.
En este sentido, la metodología observacional coincide con el método científico, y es por ello por lo que
conlleva y exige aspectos específicos y fases concretas en su planificación y desarrollo. Para Vasta
(2002) se han de contestar cuatro cuestiones generales previamente a la utilización de técnicas de
observación. Asi: ¿Qué se va a estudiar? ¿Cuándo se harán las observaciones? ¿Qué método de obser-
vación se utilizará? Y, ¿cómo se verificará la exactitud de dichas observaciones?
La respuesta a estas cuatro cuestiones debera ser concreta y precisa. Se basará en datos repre-
sentativos, implicará la estrategia más adecuada, eficaz y productiva; y asegurará las debidas garantí-
as científicas. Un esquema muy útil consiste en aglutinar todos los aspectos implicados en el proceso
de observación, recogiendo de manera sintética “toda” la problemática a considerar. En este sentido son
dignos de mención dos de estos esquemas, el de Anguera y Blanco (2006) y el de Fernández Ballesteros
(1992). Respecto al primero de los esquemas se distinguen cuatro grandes fases acordes con las del
método científico: (i) Delimitación de objetivos. (ii) Recogida de datos y su optimización. (iii) Análisis de
datos. (iiii) Interpretación de resultados. Estas cuatro fases permiten flexibilidad y adecuación al problema
concreto, al tiempo que presentan un carácter contínuo y progresivo (Anguera, et al., 2006).
Muestreo
Se establecen unidades de observación dada la imposibilidad de un registro contínuo y permanente,
asímismo, es imposible estudiar a todas las poblaciones en todos los lugares posibles, de ahí que haya
que decidir previamente sobre la estrategia de muestreo más adecuada (Anguera, 2005) o lo que es lo
mismo, habrá que responder a la cuestión de ¿cuándo y/o a quién observar? y que puede concretarse en
(Fernández Ballesteros, 1992): muestreo de tiempo; de situaciones; y, muestreo de sujetos. Muestreos que
se han concretado tras responder a cuestiones como: ¿cuánto durará la observación?; frecuencia de
observación; momentos de inicio y fin de períodos de observación; utilización o no de intérvalos de tiem-
po para observar; en qué situación se va a observar; y, la selección de un sujeto o varios. Lo que se per-
sigue con el muestreo es obtener datos representativos de las conductas estudiadas.
Kerlinger (2004) clasifica los métodos de observación de dos formas. Como manera de obtener
información de la gente lo cual se realiza preguntándoselo directamente (entrevista) o mediante res-
puestas a situaciones estructuradas (escalas y pruebas objetivas). En este sentido, Blanco y Anguera
(1991) desarrollan cuatro sistemas de signos que permiten codificar y registrar las conductas, los sis-
temas verbales, nominales, dimensionales y estructurales.
Estas garantías científicas plantean un sinnúmero de cuestiones y problemáticas que pueden resumir-
se en problemas de acuerdo entre observadores, fiabilidad, validez y de control de fuentes de error.
Análisis de datos
Si bien en el pasado se criticó a la metodología observacional y cualitativa por carecer de procedi-
mientos de análisis de datos y realizarse los mismos de manera impresionística, actualmente se ha avan-
zado considerablemente existiendo sofisticados procedimientos y paquetes estadísticos computrizados.
Anguera (2005) propone el análisis de datos en torno a un doble criterio taxonómico: Primer criterio o
dimensiones básicas, dicotomía idiográfico/nomotético, en relación con puntual/seguimiento. Segundo
criterio o tipos de datos (datos Tipo I,II,III,IV). Por el primer criterio podemos distinguir cuatro tipos de
estudios: (i) El seguimiento en un estudio ideográfico, en que se realiza la observación de un solo sujeto
a lo largo del tiempo. (ii) El estudio puntual de un solo sujeto -el diseño más discutible científicamente-.
(iii) El estudio puntual de un grupo de sujetos. (iiii) El seguimiento de un grupo de sujetos.
Por el segundo de los criterios se pueden distinguir cuatro tipos de datos. Dos criterios dicotómi-
cos han de considerarse de manera cruzada: (i) registros secuenciales/concurrentes; y, (ii) evento-
base/tiempo-base, ver más detalle en la tabla 5.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS