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Hegel
EL ARTE COMO EXPRESIÓN

LA ESTÉTICA DE HEGEL

EL SISTEMA FILOSÓFICO:

Durante sus trece años de profesor en la Universidad de Berlín mostró Hegel un


interés muy especial por la disciplina estética. Contrariamente a la actitud más bien pasiva
de Kant y, sobre todo de Fichte, hacia el arte, Hegel mantuvo siempre una profunda
inquietud por todo lo artístico. ... Aunque sus conocimientos de la historia del arte eran
ciertamente amplios, adolecían a veces de falta de rigor histórico y sentido crítico. Pero aún
así, su estética constituye un portentoso intento de validación de lo filosófico a través de un
constante recurrir al dato artístico. En su forma presente, la Estética de Hegel es el
resultado de una recopilación de las notas de los cursos impartidos los años 1820, 1823 y
1826.

Las “Lecciones sobre Estética” fueron publicadas de manera póstuma en 1838. El


no hizo entonces, ni la corrección, ni la compilación. Esto disculpa a la obra de ciertas
cuestiones que no quedan terminadas (inacabadas). Es la última obra, y el primer sistema
completo de Estética.

La Crítica del Juicio en Kant, surge de su sistema. En el caso de Hegel, si bien tiene
relación directa con su Lógica, se presenta autónoma, quedando colocada en un punto
tangencial. Si bien Hegel representa una exigencia metafísica luego de Kant, no significa
que en Kant no haya habido preocupación metafísica. Kant dice que no se pueden hallar
principios a priori que fundamenten a nivel del entendimiento la posibilidad de la
metafísica como ciencia, pero como reconoce la inquietud metafísica del hombre, desplaza
la pregunta metafísica a la razón práctica, o sea a la idea (al ámbito del noúmeno y no del
fenómeno), al ámbito de lo que no se puede conocer por conceptos. La estética trataría de
realizar en Kant una síntesis entre la necesidad del fenómeno y la libertad (en el ámbito del
noúmeno). Concilia en la Cr. Juicio la necesidad de la razón pura y la libertad de la moral
en el sentimiento estético que es universal y desinteresado. La facultad en la que consiste el
juicio estético, es el libre juego de las facultades; el sentimiento es para Kant una libre
armonización de las facultades del entendimiento y de la imaginación.

En Hegel, en cambio, en la Lógica afirma que es posible fundamentar la metafísica


como ciencia. Así afirmará la Estética como ciencia..
Hegel se aparta de los postulados sistemáticos de su obra. Es el primero que da este
nombre a la disciplina. En el siglo XVIII, Baumgarten escribe una Estética y la define
como “ciencia de la sensación”. Kant toma esta denominación pero la explicita como
ciencia del sentimiento, donde no sólo incorpora lo sensible, sino también las facultades
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intelectuales. Lo incorpora a la Crítica del Juicio y es decisivo el juego libre de las


facultades.

Quien fija la Estética como tal es Hegel, y con el se inicia como disciplina
filosófica.

Hegel representó una exigencia metafísica después de Kant. La Estética se ubica


dentro de la Fenomenología del Espíritu, que tiene como objeto “la idea fuera de sí”. La
Lógica tiene por objeto “la idea en sí”. Y en la Filosofía del Espíritu, esa idea se hace
consciente (la fuera de sí). La estética se da como la lucha entre la idea en sí y la idea fuera
de sí. Se ubica en el diálogo entre esas dos ideas, que es la dialéctica binaria.

[Tanto en Kant como en Hegel encontramos un común denominador que consiste en


la inmanentización de la divinidad. Herencia racionalista e influencia de la teología
luterana. En ésta el abismo entre Dios y el hombre es enorme (no hay participación).
Dios lejano que promueve como reacción traer a Dios de lo trascendente a lo
inmanente. Hegel verá como necesario que esa divinidad se haga cercana. La única
posibilidad es la inmanencia. La posibilidad que tiene el hombre de la cercanía de lo
divino, la expresa a través del Arte, Religión y Filosofía hasta llegar a una
identificación panteísta que implica negación del ser en particular.]

El punto de contacto entre la Lógica y la Estética, como nudo metafísico, está dado
por la dialéctica. Hay dos dialécticas: la ternaria, que es la idea fuera de sí.
la binaria, que se toca con el corazón de lo estético.

La dialéctica binaria es la que se da entre lo finito y lo infinito, entre ser finito y ser
genérico. Es una lucha en la cual lo finito queda absorbido por lo infinito. “En lo finito está
la propia infinitud, que hace desaparecer lo finito”. (Lógica I parte, cap. II).

1. Lo finito no existe, es un momento del devenir del espíritu. En el interior del finito está
su eliminarse a sí mismo.
2. Lo bello es la manifestación sensible de la idea. En la idea se pone de relieve esta lucha
entre finito e infinito.
3. En el tiempo, esta dialéctica binaria se manifiesta como ternaria. Lo infinito destruye lo
finito y se expresa a través de lo finito. Todo ser finito desaparece.

Lo infinito puro no existe fuera de lo finito. El individuo es un momento del todo.


El ser particular no existe, es sólo un momento del espíritu absoluto. Existe un espíritu
absoluto que se manifiesta en los particulares.

La dialéctica ternaria se da, entonces, en lo finito. El ámbito donde se da es


evolutivo, en el devenir histórico en el tiempo.

LA IDEA DE LO BELLO EN GENERAL, EN LA NATURALEZA Y EN EL ARTE.

Podemos distinguir en “Lecciones sobre Estética”, 3 partes:


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1. Acerca de la Idea de lo bello en general, lo bello como Ideal. Parte verdaderamente


filosófica. Lo que se juega es el tema de la dialéctica binaria.
2. Tipos de arte, según el devenir histórico del Ideal. (La segunda y tercera parte analiza
según la dialéctica ternaria la evolución histórica de lo bello).
3. Clasificación de las artes.

A) Acerca de la idea de LO BELLO EN GENERAL: . A partir de la visión


binaria, se presenta lo bello como la manifestación sensible de la idea. En esta primera
parte aparece el Hegel filósofo. Al considerar lo bello en general dice que es la
manifestación sensible de la idea, planteando una estética de contenido, distinto a una
estética de la forma (Kant). Para Hegel lo importante es la idea. Cuando la idea aparece en
una forma sensible, en la naturaleza como en el arte, Hegel la llama Ideal. Ideal es la
manera sensible como la idea aparece. Es la idea manifestada (resplandeciente, es un
aparecer con brillo) sensiblemente en una forma (idea fuera de sí). La idea en sí es
considerada en la Lógica. Desde cierto punto de vista, belleza y verdad se identifican.

“Cada fase del espíritu es una fase de la Idea. En la presente esfera a la


Idea se la llama IDEAL. El Ideal es esta forma especial de la Idea
aprehendida sensiblemente. Es la Idea, no en sí misma, sino
MANIFESTADA en el mundo sensible.”

[Belleza y verdad son lo mismo a nivel lógico, de la Idea en sí. Pero este
ámbito no es accesible para la inteligencia. Sin embargo lo bello debe ser
verdadero en sí mismo; cuando se particulariza se diferencia lo verdadero
y bello.]

B) LO BELLO EN LA NATURALEZA: La primera forma sensible en la que se


manifiesta la Idea y, por lo tanto, la primera forma de belleza es la NATURALEZA. La
idea no es aquí la Idea pura, sino más bien la Idea enterrada en un medio exterior y
sensible. Pero está signada por su límite que es la no -conciencia, carece de libertad y es
finita; poco puede manifestar de la Idea que es infinita. Es algo completamente exterior,
no tiene conciencia de sí. Sólo consigue belleza cuando se hace presente una conciencia
que la ve y contempla en su forma total, en la fuerza que al anima y en la armonía interna.
Para que la naturaleza se nos revele como bella, debe quedar expuesta a la contemplación.

Esto nos comprueba que lo finito sólo impropiamente puede denominarse bello. La
naturaleza tropieza con la imposibilidad de realizar la idea en su forma perfecta, igual a la
idea misma. Es por eso que el espíritu insatisfecho recurre al ARTE. Este surge como una
imperiosa necesidad, para alimentar las ansias y deseos del espíritu, hastiado de las
limitaciones y finitud de las cosas que le presenta la naturaleza. Surge, entonces, la
necesidad del arte, que se deduce de la imperfección de la naturaleza. El arte tiene como
misión expresar en forma sensible el desarrollo libre del espíritu. Sólo el arte es
absolutamente bello. La belleza de la naturaleza es inferior al espíritu; pues el arte es una
creación del espíritu.

C) LA BELLEZA DEL ARTE (ó lo bello en el Ideal): El arte es manifestación libre


de la Idea que sólo puede operarse desde el espíritu del hombre, que es consciente. Es
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consciente de que en el arte se manifiesta la Idea. La obra de arte será una manifestación
de lo general en lo particular sensible. Este será el límite del arte. El origen del arte
estaría dado por una necesidad de expresar de un modo libre, infinito y autoconciente la
Idea.

El artista tiene una misión suprema, como la de la religión y la filosofía que es la


manifestación de lo divino. Pues el Ideal en sí mismo es lo divino, centro de las
representaciones artísticas, concebido en sí mismo, en su unidad absoluta. Así, lo
distintivo de lo Ideal en el arte será la manifestación de lo divino. El artista tiene un
marcado origen divino. Con su libertad es el que hace irradiar a través de la forma finita,
la infinitud del Espíritu. Revela la Idea de una manera superior a la naturaleza, por su
libertad.

Hegel vio en el arte un puente de contacto que está “más allá”. El arte se define
desde el contenido, es una Estética de contenido y no de forma. La forma material no es
nada para Hegel porque entra en lucha con la expresión del Espíritu absoluto. Por eso
hablamos de ARTE COMO EXPRESIÓN. No es la subjetividad caprichosa de un
hombre. Expreso la autoconciencia de un Espíritu absoluto.

Toda obra de arte presentará dos aspectos (quebrantando así la lucha entre finito -
infinito): a) unidad dada por el alma de la obra. Puede llamarse en general el contenido
espiritual o simplemente el contenido de la obra. Pero esta unidad no permanece
encerrada en sí misma; se manifiesta b) en la pluralidad de las diferencias. Este es el
lado objetivo, sensible, material de la obra de arte y puede en general llamarse
“encarnación” material o “forma”. Estos dos aspectos no están separados sino unidos en
una unión perfecta.. Cuando tenemos la Idea completamente encarnada en una forma
material, tenemos la perfección del Ideal.

La OBRA DE ARTE debe ser infinita, libre y auto - determinada, excluirá de su


lado material todo aquello que exista en una pura externalidad y contingencia, todo
aquello que de hecho no pueda mostrarse como surgiendo enteramente de la unidad
interna o contenido.
 El arte no imita. No es mímesis.
 El arte no es símbolo, que se establece sobre la analogía.
 El arte tampoco puede estar determinado por ningún fin externo que no sea la Idea con
sus características.
 La obra de arte no es medio sino fin en sí misma. No se autodetermina desde fuera, sino
que tiene en sí la determinación y la libertad.

CARÁCTER UNIVERSAL: en el arte el Espíritu Absoluto aparece siempre como


universal. Este no aparece como universal abstracto, sino en la forma concreta, particular,
en la inmediatez emocional. Hegel hablará de emociones universales, pero esa
universalidad se apoya en la universalidad del Absoluto que manifiesta la obra de arte.
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OPOSICIÓN ENTRE IDEAL Y NATURALEZA: Lo artístico, en contraste con


lo natural, es superior en tanto que “ha recibido el bautismo del espíritu”. Todo lo que
pertenece al Espíritu es superior a lo que existe en estado natural. Lo bello natural es un
reflejo del espíritu; debe ser concebido como un modo incompleto del espíritu; lo bello
artístico es superior, pues es producto del espíritu.

Hegel rechaza el principio clásico de imitación de la naturaleza. Imitar a la


naturaleza es privar al arte de su libertad. “Las imitaciones son imperfectas en tanto que les
falta espiritualidad. En el arte la expresión de espiritualidad debe dominar todo”. “El
objetivo del arte consiste en hacer accesible a la intuición lo que existe en el espíritu
humano, la verdad que el hombre abriga en su espíritu, lo que conmueve al pecho humano
y agita al espíritu humano”.

No acepta la tesis de la estética clásica que consideraba a la naturaleza, por se obra


de Dios, como superior al arte, obra del hombre. “Dios es espíritu, y se deja reconocer
mejor en el espíritu que en la naturaleza...El espíritu es superior a la naturaleza, y
representan más honor para Dios las creaciones del espíritu que los productos de la
naturaleza....En el espíritu, lo divino se manifiesta bajo la forma de la conciencia y a través
de la conciencia...”. Introducción a la Estética, 35 s.

PROGRESO DEL IDEAL

En la segunda parte de la Estética desarrolla la evolución histórica del Ideal. El


Absoluto brilla en al forma sensible. Según la relación entre forma y contenido divide el
arte en tres:
1. La materia predomina sobre el espíritu (contenido). Aquí el contenido espiritual lucha
por encontrar su expresión adecuada pero fracasa. No logra brillar a través de ella; no
puede dominar el medio y se ve sobrepasado por la materia. Esto nos da el tipo
SIMBÓLICO de arte. (arquitectura es arte simbólico por excelencia).
2. Balance y unión perfectos entre el espíritu y la materia. Esto nos da el arte CLÁSICO.
(la escultura).
3. El espíritu predomina sobre la materia. Esto nos da el arte ROMÁNTICO. (la pintura, la
música y la poesía).

ARTE SIMBÓLICO: El Espíritu queda fuera. La materia ahoga el Espíritu que no


puede resplandecer. No es libre. Hay un comienzo de autoconciencia. “La mente humana
lucha por expresar sus ideas espirituales pero es incapaz de encontrar una encarnación o
forma adecuada, por lo tanto, adopta al símbolo como instrumento. La esencia del símbolo
es que sugiere un significado, pero no lo expresa...”. El arte simbólico para Hegel está
representado por el arte egipcio, el hindú, el hebreo y el persa.

ARTE CLÁSICO: Materia y espíritu se equilibran. El tipo es la escultura. Se


equilibran porque el contenido, el universal es concreto. El Espíritu se hace concreto. En el
tipo simbólico de arte el contenido espiritual no está en forma inmanente EN la
encarnación, permanece externo a ella....El fracaso del arte simbólico para combinar forma
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y contenido en una unidad real se origina en lo abstracto del contenido. En cambio en el


arte clásico el Espíritu se convierte en un universal concreto, porque se divide a sí mismo
en lo particular y así su universalidad se hace concreta. “Por tanto, si el arte quiere alcanzar
el Ideal, es decir, el acuerdo y equilibrio armoniosos entre el contenido y la forma, sólo
puede lograrlo si el contenido es concreto. El universal concreto, justamente por ser
concreto sale de sí mismo voluntariamente hacia lo particular y se constituye como
individuo...”.
El contenido espiritual no es ya una abstracción informe sino una individualidad
conformada, se combina bien con su encarnación sensible. “El concepto esencial del tipo
de Arte Clásico es que en él contenido y forma se encuentran en un equilibrio y un acuerdo
perfectos. El contenido no permanece exterior a la forma como en el arte simbólico, sino
que penetra en ella y le es inmanente...La forma exterior expresa perfectamente el
contenido interior, nada queda sin expresar...”. El arte logra en la forma clásica su
perfección, pues se realiza el acuerdo perfecto entre la idea, individualidad espiritual, y la
forma como realidad sensible y corporal.
Este es el paso que da el arte griego para Hegel. Para ellos lo divino ya no es el ser
vacío, la universalidad vacía, sino la individualidad espiritual. Al comprender que el
Absoluto es ser concreto, el griego se comprende a sí mismo como hombre concreto. El
antropormorfismo pasa a ser la nota dominante, el rasgo principal del arte clásico. Hegel
desde este antropomorfismo de los dioses griegos, ve que estos viven en un estado ideal de
beatitud, en el Olimpo.
El equilibrio se disuelve cuando el sujeto toma conciencia de la no libertad e
infinitud de estas divinidades, pues por encima de ellos está la Moira, el Destino. Y no son
infinitos, porque hay pluralidad.

ARTE ROMÁNTICO: El Espíritu encuentra que ninguna forma individual y


sensible es genuinamente adecuada para expresar su naturaleza, pues lo individual, al ser
simplemente uno entre muchos, es finito y no es libre. Y ya que ninguna forma individual
sensible es adecuada al espíritu, éste se retira ahora de su corporización sensible, se retira
en sí mismo, en su propia subjetividad. Entonces el Espíritu sobrepasa a la materia; no sólo
la impregna, sino que la sobrepasa. Es el tipo superior de arte, que así se convierte en pura
subjetividad espiritual.
El Arte Romántico comprende todo el arte cristiano desde Cristo hasta el siglo XIX,
porque desde la encarnación de Dios, es el Espíritu Absoluto que encontró la forma libre,
infinita.
El Espíritu sobrepasa la materia y esto termina en la muerte del arte. Lo esencial del
Arte Romántico es esta absoluta subjetividad, el yo. El Espíritu debe superar a su otro. En
el arte clásico ese otro era la naturaleza o el mundo de los sentidos en general, allí el
contenido espiritual se reconciliaba con su otro, es decir, con el medio sensible en el que
encontraba una acuerdo perfecto. Pero en el arte romántico es el espíritu el que se ha
retirado del muno sensible a su propio ámbito, por lo tanto, la división que éste debe
reconciliar es ahora DENTRO DE SI MISMO. Su otro no es lo sensible, sino un otro
espiritual. El conflicto interno del espíritu consigo mismo, su alienación de sí mismo y su
reconciliación final son el contenido del arte romántico. Por esto es que este arte tiende a
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representar el conflicto, la acción, el movimiento. El tema es el ALMA DESGARRADA,


el alma en conflicto consigo misma. Aparece también lo feo.
El arte romántico posee dentro de sí mismo el germen de su propia disolución. El
arte es, según su propia esencia, la unión de contenido espiritual y forma exterior. El arte
romántico, hasta cierto punto, ya ha dejado de ser arte en virtud del hecho que rompe el
acuerdo armonioso de esos dos lados presentes en el arte clásico. El A. R. implica que los
dos lados son, en realidad, incompatibles puesto que ahora el espíritu encuentra que no hay
ninguna encarnación sensible suficiente para él. Al separarse los dos aspectos, tenemos la
disolución completa del arte. El espíritu encuentra que el arte no es un medio verdadero ni
perfecto. Se requiere una nueva esfera que es la de la religión.

RESUMIENDO:
1. Arte Simbólico: el espíritu busca una forma apropiada que “lo salga de sí”.
2. Arte Clásico: el espíritu encuentra una forma adecuada.
3. Arte Romántico: el espíritu sobrepasa la forma. Adviene históricamente la desaparición
del arte. No es más arte como expresión de lo divino. Quedaría reducido a una pura
vivencia en la que el hombre experimenta la libertad.

ALGUNAS CONCLUSIONES:

Estética de contenido, contrariamente a Kant que plantea una Estética formalista.


Estética evolutivo - histórica, cuyo dinamismo último está en el Espíritu. El arte no
es juego libre, sino que es misión. La misión es expresar lo divino, hacer sensible el
espíritu absoluto.

Al no haber participación a nivel metafísico, no hay bellezas participadas porque lo


finito no existe; sólo hay una Belleza Absoluta expresada. Hay un dualismo que se resuelve
en un monismo. Hegel niega el símbolo trascendente.

La proporción no es un parámetro, porque el parámetro es la manifestación de la


Idea.

Brillo: Hegel habla de manifestación. Aquí no hay luz verdadera a través de luz
verdadera, porque no hay luz verdadera. Entonces no hay brillo que se manifieste en lo
finito.

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