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FALSIFICACIÔN DE DOCUMENTOS
EN GENERAL
1. CONCEPTOS PRELIMINARES
1033 FONTAN BALESTRA, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 943.
TITULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 583
1034 citado por SOLER, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 281.
1035 FONTAN BALESTRA, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 939.
1036 CORREDOR PARDO, M.; Falsedad documental:..., cit., p. 21.
1037 GARCiA DEL Rio, F.; Delitos contra Ia Fe püblica, cit., p. 6.
584 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: ToMo VI
3. LA DEFINICION DE LA <FALSEDAD
A partir de las primeras concepciones teOrica-conceptuales, lo falso
era identificado con su falta de correspondencia con Ia verdad, por lo que
cualquier declaración que contraviniera dicho valor epistemologico, habrIa
de ser reconducido a esta familia delictiva.
Lógicamente, al recaer Ia falsedad sobre un soporte material, que es el
documento, debe diferenciarse, su autenticidad con legitimidad, no es lo mis
mo, imitar Ia verdad, que sobre un documento leg itimo se altere Ia verdad.
Ahora bien, escribe SOLER, Ia falsedad de se juicio (documento esta
blece), puede depender de que se haya presentado un elemento aparer
temente dotado de las caracteristicas externas a las cuales Ia ley acuerda
valor probatorio en si mismas, 0 bien de que un documento efectivamente
dotado de esas cualidades refiera cosas inexactas. En el primer caso, hay
una imitaciOn de Ia verdad, pero con Ia palabra verdad se hace referencia
a Ia autenticidad, que es lo que en realidad ha sido imitado. En el segundo
caso, en cambio, bajo una forma a Ia cual el derecho acuerda valor, en si
(autenticidad) se ha introducido Ia atestaciOn de un hecho que, de ser cierto,
debe producir determinadas consecuencias1042.
AsI, en Ia doctrina especializada se argumenta que lo mutado en el
documento falso es el documento mismo en cuanto objeto del tráfico, en el
cual cumple una funciOn instrumental para el desarrollo de las relaciones so
ciales basadas en medios de prueba de esa naturaleza de prueba histórica
indirecta1043.
Entonces el objeto documental requiere para ostentar su condición de
falso que sobre éI recaiga una acción subsiguiente sobre Ia especie primitiva
e inicial para comunicarle un ser 0 modo de ser, distinto al que tuviera en su
formación original’044.
Entre los términos falsedad y falsificación tamblén se ha pretendido
dar una distinciôn, donde para unos, Ia falsificaciôn no es mas que una mo
dalidad o especie de Ia falsedad, mientras, que para otros, es un concepto
generico que exige Ia existencia anterior de un documento verdadero en el
que se opera Ia alteraciOn 0 modiflcaciôn de Ia verdad’°45.
A nuestro entender con el término falsedad viene a comprenderse un
término genérico, que viene a agrupar todas aquellas conductas que Ilevan
1045 ARROYO DE LAS HERAS, A.; Los delitos de estafa y falsedad documental, cit., p. 146.
TITULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 587
1060 CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 372.
1061 CORREDOR PARDO, M.; Falsedad documental:..., cit., p. 136.
1062 CASTILLO ALVA, J.L.; Falsedad Documental, 20.
cit., p.
1063 CARRARA, F.; Citado por FONTAN BALESTRA, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p.
942.
1064 MEZGER, E.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 300.
1065 GARCIA DEL Rio, F.; Delitos contra Ia fe publica, cit., p. 11.
592 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: TOMO VI
1066 ARROYO DE LAS HERAS, A.; Los delitos de estafa y falsedad documental, cit., p. 149.
1067 CASTILLO ALVA, J.L.; Falsedad Documental, cit., p. 35.
1068 CORREDOR PARDO, M.; La falsedad de los documentos, cit., p. 376.
1069 SOLER, S., Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 282.
TITULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE P{JBUCA 593
1072 CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 372.
1073 GARCiA DEL Rio, F.; Delitos contra Ia fe pUblica, cit., p. 14.
1074 GARCiA Rio, F.; Delitos contra Ia fa püblica, cit., p. 14.
DEL
5. CONCEPTO DE DOCUMENTO>
Es sabido, que nuestra lege lata no define de forma expresa al con
cepto de documento, por lo que debemos remitirnos a Ia doctrina a y to que
al respecto señalan otras codificaciones legales.
En camblo, el CP español en su articulo 26°, incorpora el concepto le
gal de documento a efectos penales, señalando lo siguiente (‘falsedad docu
mental”): como infracción que ataca ía capacidadprobatoria, para elproceso
o para las relaciones jurIdicas entre personas o entre éstas y Ia sociedad o
el Estado.
El destino del documento tiene en Derecho penal de falsedades una
virtualidad de tal trascendencia que hasta puede convertir ab initlo en docu
mentos cosas que intrmnsecamente no to son1086.
Documento es una atestaciOn escrita en palabras mediante las cuales
un sujeto expresa algo dotado de significacion jurIdica1087 (...) es documento
todo aquel que, con sign ificacion de constancia atinente a una relación jurI
dica, observa las formas requeridas por el orden juridico como presupuestos
para asignar valor de acreditaciOn del hecho o acto que le da vida, modifica
o extingu&°88.
Los documentos (acciOn documentadota) consiste en incorporar pen
samientos o actos de voluntad a un medio material, mediante Ia escritura1089.
La acepciOn que debemos entender por <documento>>, trasciende Ia
idea del soporte material, en el sentido, que el avance de Ia ciencia y Ia tec
nologla permite extender dicha condiciOn a estructuras inmateriales, imper
ceptibles, pero de igual forma susceptibles de contener una declaración de
voluntad; quiere decir, que dicho revestimiento categorial, se adquiere no por
1085 QUERALT, J.J.; La Falsedad Documental: una aporia casacional, cit., p. 289.
1086 QUINTANO RIPOLLES, A.; La Falsedad Documental, cit., p. 94.
1087 SOLER, S.; Derecho penal argentino, 1. V, cit., p. 322.
1088 CREus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 406.
1089 GARCiA DEL Rio, F.; Delitos contra Ia fe pôblica, cit., p. 18.
59 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: TOMO VI
1090 QUERALT, J.J.; La Falsedad Documental: una aporia casacional. En: Libro Homenaje al
profesor RaOI Peña Cabrera, T. II, cit., P. 282.
1091 CASTILLO ALVA, J.L.; Falsedad Documental, cit., P. 56.
1092 SERRA DOMINGUEZ, M.; Estudios de derecho probatorlo, cit., p. 211.
1093 SERRA DOM(NGUEZ, M.; Estudios de derecho probatorlo, cit., p. 212.
1094 SOLER, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., ps. 323-324.
TITULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 599
1101 CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p.407; CASTILLOALVA, J.L.; Falsedad
Documental, cit., p. 58.
1102 QUERALT, J.J.; La Falsedad Documental: una aporia casacional, cit., p. 285.
1103 QUERALT, J.J.; La Falsedad Documental: una aporia casacional, cit., p. 283.
1104 CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 408.
1105 QUERALT, J.J.; La Falsedad Documental: una aporia casacional. En: Libro Homenaje al
profesor RaOl Peña Cabrera, T. II, cit., p. 280.
1106 SOLER, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 324; CREUS, C.; Derecho Penal. Parte
Especial, T. II, cit., p. 409.
580 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: TOMO VI
1025 CORREDOR PARDO, M.; Falsedad documenta: ficción social de autor, cit., p. 18.
TITULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 581
2. ANTECEDENTES
Comportamientos como los que se glosan en el TItulo XIX del CP, no
son conducciones humanas que recién aparezcan en Ia modernidad o en Ia
instauraciôn de los incipientes Estados Nacionales, sino que datan de época
muy antigua, desde una posición reforzada de Ia autenticaciOn de ciertos
documentos por parte de los Estados, por lo que en principio, Ia acriminaciOn
de estas conductas, refieren a Ia falsificaciOn de documentos püblicos.
El primer antecedente legislativo que se recuerda de Ia falsedad docu
mental fue Ia lex Comelio testamentana et numana, que después se conoció
como lex Comello de Falsis, promulgada en el año 78 a. C., a propuesta del
dictador LUCIC CORNELIO SILA (I 38-78 a.C.), cuya importancia radica en
que fue Ia base de consideraciones de los jurisperitos romanos y medievales
para Ia antigua elaboraciôn conceptual de Ia falsedad y que dio pie, con el
transcurso del tiempo, a su estructuraciôn técnica en los cOdigos del centro de
Europa del 51gb XIX, además de ser un referente obligado hasta los tiempos
que corren en las legislaciones que se han mantenido fieles a su origen1027 1028
En el derecho romano el falsum viniera a ser denominador comün o
medio calificante de muy variadas acciones, y no propiamente el nombre de
un delito o de un grupo de delitos cuyo objeto comün permita hoy una clasi
ficaciOn sistemática1029.
En un principio, Ia penalidad asignada para el falsum fue Ia interdict
b aequa et igni que, mãs adelante, quedó reservada para las personas de
baja condiciôn, imponiéndose para los ciudadanos romanos Ia deportaciôn y
confiscaciôn. Es necesario poner de relieve que tanto en el Derecho romano
como el Derecho germanico no Ilegaron a distinguir entre Ia veracidad y legi
timidad de los documentos1030.
1107 CREIJS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 407.
602 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: TOMO VI
1108 SERRA DOM1NGUEZ, M.; Estudios de derecho pro batorb, cit., ps. 213-214.
1109 Citado por SERRA DOMiNGUEZ, M.; Estudios de derechosprobatorios, cit., p. 214.
1110 SOLER, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 325.
TiTu1o XIX: DELITOS CONTRA LA FE PI.JBLICA 603
entenderse como firma, puesto que se otorgarla a ésta una extensiOn ilimi
tada y amplia, que no se corresponde con su sentido genuino y auténtico,
cometiéndose un grave error que terminarla por perturbar Ia correcta funciOn
que ella cumple en el trãfico jurIdico1111.
Es de verse, que Ia falsedad de un documento, puede lograrse tam
bién, con Ia falsificaciOn de un signo, grafIa u simbolo, que identifique a Ia
persona de su titular, sin necesidad de que se manifieste en Ia firma. Empero,
Ia falsificaciOn de sellos o timbres oficiales, importa una conducta tIpica dis
tinta, prevista en los alcances normativos del articulo 434° del CP.
Estimamos, afirma SERRA DOMINGUEZ, que excepto en los supuestos
que Ia ley exija expresamente como solemnidad esencial del documento, en
cuyo caso Ia falta de firma no constituye un problema probatorio relativo al
documento, sino Ia misma existencia del acto juridico documentado; en los
restantes Ia firma constituye ciertamente un elemento muy importante para
determinar Ia autorla del documento que puede ser acreditada de forma dis
tinta, por ejemplo mediante Ia huella dactilar, que acredita simplemente Ia
presencia de Ia parte, pero no el conocimiento de su contenido, o el sello, que
se presta a mayores posibilidades de falsificaciOn o de utilización indebida1112.
En efecto, ciertos actos juridicos (civiles) o mercantiles, requieren de Ia firma,
como observancia de cumplimiento obligatoria, como son las Escrituras Pub
licas-1113: por este motivo, (...) no es documento una copia no firmada, una
mera reproducciOn gráfica de algo que originariamente no es documento1114.
La firma desempenarIa dos grandes funciones en el tráfico jurIdico:
una funciOn indicativa, en Ia medida que individualiza y senala el autor del
documento; y una funciOn declarativa, Ia que implica Ia asunción de Ia decla
raciOn documental por parte del firmante1115.
En Ia decision recaida en el Exp. N° 601-97, se expone lo siguien
te: “La falta de firma del Alcalde en Ia copia certificada y el original de una
partida de nacimiento constituye una irregulandad administrativa que puede
generarla nulidad del acta, pero no un delito”1116.
Elemento importante a saber, es el <<tenor>>, el <<objeto del document
o>>, en cuanto a Ia representaciOn de un acto de trascendencia social yjurIdi1
1122 QUERALT, J.J.; La Falsedad Documental: una aporia casacional, cit., PS. 288-289.
1123 CASTILLO ALVA, J.L.;
La Falsedad Documental, cit., P. 95.
1124 Academia de Ia MagiStratura, Serie de Jurisprudencia 1, cit., P. 454.
TITULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 607
bido a que son falsificados; ademâs conforme 10 establece el artIculo 237 del
Código Procesal Civil, que se aplica supletoriamente, Ia legalización o certifi
cación de un documento privado no lo con vierte en pUblico; en consecuencia
dicho contrato de compra yenta resulta ser un documento privado”1128.
Por otra parte, el funcionario püblico debe ser competente para elabo
rar, autenticar o fedatear el documento en cuestion; de ahI, que se postule
en Ia doctrina que solamente tienen el carácter de püblicos aquellos objetos
documentales que son expedidos bajo condiciones de formaciôn; por un ser
vidor püblico del Estado y necesariamente y solo asI, en el ejercicio de las
funciones püblicas propias del cargo. Es decir, Ia funciôn que lo forma es Ia
fuente que califica el documento como publico o privado, no Ia persona natu
ral en sentido estrict&129.
En Ia ejecutoria contenida en el Exp. N° 5407-97, se dice Ia siguiente:
“Se entiende por docurnento pUblico a todo aquel que ha sido formaliza
do segün los requisitos legalmente establecidos por un funcionarlo pUblico
que ejerza labor notarial o sea fedatario, contrano sensu se tendrá por do
cumento pnvado a todos aquel que no se encuentre cornprendido en este
concepto”1 130
La condiciOn de documento pUblico no depende de Ia finalidad ni del
destino que tiene el documento o de los efectos sociales del mismo, sino de
su origen y su intrinseca naturaleza1131.
La actuaciOn de las partes en procesos judiciales o procesos adminis
trativos, en cuanto a Ia interposiciOn de escritos, actas, protocolos asI como
toda clase de instrumentos, no le otorgan Ia calidad de pUblicos, pues para
ello necesitan ser confeccionados por funcionarios püblicos; sin embargo, al
momento de formar parte del expediente judicial yb administrativo, asumen
dicha caracterizaciOn, en tanto al estar integrados at mismo adquieren dicha
connotaciOn. En esta hipOtesis, Ia falsificación del documento püblico se con
siderará luego que el documento privado haya sido insertado o incorporado
en el expediente judicial o administrativo1132. Cuestión distinta, es Ia presen
tación de una solicitud (privada), a un ente de Ia Administración.
ORTS BERENGUER, propone una linea argumental importante sobre este
tema, analizando jurisprudencia de su pals, señalando que no es admisi1
1133 ORTS BERENGUER, E.; Comentarios a! COdigo Penal, Vol. IV, cit., p. 1742.
1134 QUINTERO OLIVARES, G.; Comentarios a ía Parte Especial del Derecho Penal, T. Ill, cit.,
p. 1512.
1135 CORREDOR PARDO, M.; Falsedad documental:..., cit., p. 334.
1136 CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 420.
TiTUI,o XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 613
normativo; asI, como las actas que se emiten en las Asambleas Legislativas,
los actos de gobierno, las providencias oficiales, las resolucionesjurisdiccio
nales (sentencias), los tItulos profesionales, etc. Máxime, cuando el Derecho
penal está obligado, en ciertos ámbitos cle Ia criminalidad, a elaborar sus
propios conceptos. Empero, Ia mayor traba aparece, en cuanto a los sujetos
que Ia elaboran, que en este caso son privados; el supuesto de Ia Escritura
Püblica, es distinto, en tanto su autenticacion es efectuada por un Notario
püblico, que formalmente no es un funcionario pUb11co1137.
Asi, tampoco meras declaraciones, manifiestos, discursos que toman
lugar en actos püblicos, proferidos por funcionarios püblicos, tienen dicha
cualidad categorial.
El artIculo 433°, contiene una normativa legal de equivalencia (exten
siôn del objeto material del delito), cuando señala que: “Para los efectos de
este CapItulo se equiparan a documento pUblico, los testamentos ológrafo y
cerrado, los tItulos-valores y los tItulos de credito transmisibles por endoso
o alportado?’.
El legislador ha equiparado también las letras de camblo con los do
cumentos püblicos. La razôn de estos reside en el hecho de que Ia Letra
de cambio es Ia fuente de un derecho autOnomo y está destinada a tener
una circulaciôn en el tráfico comercial en Ia que su veracidad y autenticidad
cumplen una función decisiva, pues es Ia creencia que puede depositarse en
éstos lo que posibilita que <la propiedad de las letras de cambio sea transfe
rible por endoso>1138.
Parece que Ia intenciôn del legislador es de otorgar una protección pu
nitiva reforzada, a documentos, que si bien manifiestan Ia voluntad y forma
ciOn de privados-, sus efectos en el tráfico jurIdico son trascendentales para
el reconocimiento de ciertos derechos subjetivos, como es el hereditario asI
como el dinamismo e intercambiabilidad (traspaso de una persona a otra),
que caracterizan a los tItulos valores.
1137 CASTILLO ALVA, asevera que estos pianteamientos (...), supone oividar de manera supina
a nociOn de documento complejo que se define como aquel documento que está
formado por documentos individuales que se encuentran unidos de manera iogica y
ordenada reflejando una declaración de pensamiento; La Falsedad Documental:..., cit.,
ps. 123-124; Cfr., al respecto, GARCIA DEL Rio, F.; Delitos contra Ia fe pUblica, cit., p.
32; QUINTERO OUVARES, escribe que Sigue siendo válida Ia distinciOn entre documentos
simples y documentos complejos, constituidos los primeros por un solo cuerpo material
es individualizado y los segundos por un conjunto de documentos parciales que,
sumados, arrojan Ia informaciOn completa de una materia (por ejemplo, el registro
inmobiliario de un territorio) o de un servicio pibiico (el registro civil de un pueblo o un
protocolo notarial); Comentarios a Ia Parte Especial, del Derecho Penal, cit., p. 1513.
1138 GARCIA DEL Rio, F.; Delitos contra Ia fe pUblica, cit., p. 31.
614 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: TOMO VI
El artIculo 6990 del CC, dispone que: ‘Las formalidades esenciales del
testamento cerrado son:
- Que el documento en que ha sido extendido esté firmado en cada una
de sus páginas por el testador, bastando que lo haga al final si estu
viera manuscrito por él mismo, y que sea colocado dentro de un sobre
debidamente cerrado o de una cubierta clausurada, de manera que no
pueda ser extraldo el testamento sin rotura 0 alteraciôn de Ia cubierta.
- Que el testador entregue personalmente al notario el referido docu
mento cerrado, ante dos testigos hábiles, manifestándole que contiene
su testamento. Si el testador es mudo o está imposibilitado de hablar,
esta manifestación Ia hará por escrito en Ia cubierta.
- Que el notario extienda en Ia cubierta del testamento un acta en que
conste su otorgamiento por el testador y su recepciOn por el notario, Ia
cual firmarán el testador, los testigos y el notario, quien Ia transcribirá
en su registro, firmándola las mismas personas.
- Que el cumplimiento de las formalidades indicadas en los incisos 2 y 3
se efectüe estando reunidos en un solo acto el testador, los testigos y
el notario, quien dará al testador copia certificada del acta.
Por su parte, el <<testamento olOgrafo>>, conforme lo que se describe en
el artIculo 707°, debe saberse lo siguiente:
“Son formalidades esenciales del testamento olOgrafo, que sea total
mente escrito, fechado y firmado por el propio testador.
Para que produzca efectos debe ser protocolizado, previa comproba
don judicial, dentro del plazo máximo de un año contado desde Ia muerte del
testador”.
La calidad de <<documento privado>, Ia tendrán por exclusiOn, todos
aquellos documentos que no pueden ser cobijados bajo Ia nomenclatura an
terior, mas con ello decimos muy poco.
Documento privado será todo aquel confeccionado, elaborado, forma
do por Ia voluntad de particulares, destinado a generar, modificar o extinguir
relaciones sociales de repercusiOn jurIdica, lo que no implica, que los funcio
narios y servidores publicos puedan formar documentos privados; como se
sostuvo, Ia naturaleza de “publica” se sostiene sobre el ejercicio del cargo y,
los sujetos püblicos también intervienen en Ia vida privada como cualquier
ciudadano. De manera que caben en ese concepto los documentos produ
cidos en el ejercicio de cualquiera rol de Ia vida social, bien como simple
persona privada sin una condiciOn especial en el mismo, o como profesor
o gerente, o como girador de cheques, como sacerdote, o padre de familia,
como anotador de planillas de ingreso de personal, como comerciante al
TiTULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE POBLICA 615
FALSEDAD MATERIAL
Art. 427.- “El que hace, en todo o enparte, un documentofalso o adultera
uno verdadero que pueda dar oriqen a derecho u oblqaciJn o serir para
probar un hecho, con elpropósito de utilizar el documento, será reprimido,
si de su uso puede resultar algán perjuicio, con pena privativa de libertad
no menor de dos ni mayor de diez añosy con freinta a noventa dIas-multa
si se trata de un documento piiblico, registro pi.iblico, tItulo auténtico o
1. FUNDAMENTOS DE INCRIMINACIÔN
El tráfico juridico importa un vertiginoso y dinámico universo, donde
con fluyen una gran cantidad de personas, de empresas, en büsqueda de
efectuar una serie de negociaciones, contrataciones y otras relaciones socio-
jurIdicas, indispensables para el desarrollo y progreso de todos los
ciudadanos.
A su vez el trâfico juridico expresa un ámbito muy particular, donde to-
man lugar relaciones de Ia más variada indole, es que los particulares, para
poder emprender sus más preciados proyectos, requieren hacer uso de una
serie de documentaciOn, es que no basta Ia palabra para poder dar fe a una
serie de actos juridicos.
Dicho lo anterior, el mercado fiduciario, se compone de una serie de
actores, quienes entablan relaciones socio-juridicas y, para poder garantizar
el cumplimiento de Ia voluntad que ellos manifiestan, se respaldan en los
documentos; objetos materiales yb inmateriales, que vienen a perpetuar di
chos pensamientos, de no ser asI, muchos podrIan verse perjudicados, pues
Ia otra parte, alegarla desconocer cualquier pacto en cuestiOn.
Vemos, entonces, que el sistema socio-jurIdico, tiene como platafor
ma fundamental, al tráfico fiduciario, entendido aquel, como aquella esfera
donde confluyen los ciudadanos (personas naturales y personas juridicas),
a efectos de suscribir una serie de compromisos. Compromisos que se plas
man y concretizan en estos soportes, que son los documentos, lo que a su
vez permite garantizar Ia materializaciOn de Ia declaración de voluntad.
Es asI, que el correcto y normal funcionamiento del tráfico juridico,
necesita de ciertos parãmetros de actuaciOn, de premunir a los documentos
que circulan en aquél, de las caracterlsticas fundamentales de: <<veracidad>>,
<(autenticidad>> y (degitimidad>>, como presupuestos indispensables, para ga
rantizar Ia confiabilidad del colectivo, es decir, todo aquel que interviene en
estos actos fiduciarios, presume Ia buena fe de los actores. Y, esta base de
confiabilidad, es bãsica para el propio sostenimiento del sistema, pues cuan
do se resquebraja dicha confianza, repercute en el propio desenvolvimiento
del sistema, propiciando una perturbaciôn del sistema, 10 que en nada abona
en Ia consolidacion de un ámbito de seguridad juridica.
TITULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PÜBLICA 617
1141 GARCiA DEL Rio, F., Delitos contra ía fe pUblica, cit., p. 27.
1142 FONTAN BALESTRA, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 976.
618 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: TOMO VI
1143 QUINTERO OLIVARES, C.; Comentarios a Ia Parte Especial del Derecho Penal, T. III, cit.,
p. 1513.
1144 QUINTERO OLIVARES, G.; Comentarios a Ia Parte Especial del Derecho Penal, T. III, cit.,
p. 1514.
1145 CORREDOR PARDO, M.; La falsedad de los documentos, cit., ps. 403-404.
TiTuLo XIX: DELITOS CONTRA LA FE PIJBLICA 619
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
b. Sujeto pasivo
c. Modalidades tIpicas:
c1. El que hace, en todo a en parte
146 SERRANO GOMEZ, A.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 696.
1147 SOLER, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 338,
1148 CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 424.
TiTu1o XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 621
tencia como tal documento sea inauténtico porque su elaboraciôn es, en tal
caso, simulada, al igual que Si aparece originado subjetivamente por persona
distinta de Ia que, en realidad, fue su autora, supuestos ambos de inautenti
cidad por su origen falso (...)h149.
Esto es, con Ia criminalizaciOn de Ia simulaciôn de documento no se
pretende proteger Ia veracidad intrInseca de Ia declaraciOn, sino Ia autenti
cidad de Ia misma. Deben separarse Ia veracidad y Ia autenticidad del do
cumento. El documento puede ser inauténtico a pesar de que contenga un
tenor que es objetivamente cierto y viceversa, será auténtico aunque incluya
manifestaciones que sean inveraces1150.
La materialidad de Ia acciOn puede recaer sobre un documento pUblico
o sobre un documento privado; de forma que pueden intervenir en su per
petración tanto los particulares como los funcionarios püblicos; en el primer
caso, no solo puede ser autor de este injusto, el particular, pues un funciona
rio püblico sin cierta autoridad, puede confeccionar un documento püblico, de
igual forma, el sujeto pUblico, puede ser quien elabore el documento privado.
Siguiendo Ia lInea argumental, tenemos que existe plena correspon
dencia entre el autor del documento con quien aparece como su titular, lo que
en realidad implicaria una adulteraciOn; asI, cuando el autor hace aparecer
luego, ya cuando el documento, ingreso al tráfico jurIdico una fecha o lugar
distinto, no se ataca por tanto, Ia autenticidad del mismo. Fundamental es
ello, pues que Ia simulaciOn documental, sOlo puede tomar lugar hasta antes
de que el documento haya ingresado al tráfico jurIdico; (...) y que todos atri
buyen a su autor, tanto Si se ha antedatado o postdatado, como si contiene
un negocio inexistente1151.
Puede ser un documento inexistente, es decir, aquel que nunca tuvo
formaciôn volitiva, como aquel que supone Ia imitaciOn de uno verdadero. La
conducta del falsif’icador no tiene por qué consistir en Ia imitaciOn de lo verda
dero, como lo sostienen algunos autores, y bien puede ser creadora, pueSto
que el documento totalmente falso lo es tanto en su contenido como en Ia
atribuciOn a un SupueSto autor1152. También abarca, como expone CREUS, Ia
imitaciOn de lo inexistente, es decir, Ia preSentaciôn como verdadero de un
documento que no copia 10 verdadero, sino que se ha formado para exhibirlo
mentirosamente como verdadero1153.
1149 ARROYO DE LAS HERAS, A.; El delito de falsedad documental, cit., p. 182.
1150 VILLACAMPA ESTIAR1-E, C.; La Falsedad Documental:..., cit., p. 470.
1151 VILLACAMPA ESTIARTE, C.; La Falsedad Documental:..., cit., p. 469.
1152 C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 978.
FONTAN BALESTRA,
1153 CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 424.
622 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: TOMO VI
1163 CRELJS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 425.
1164 CASTILLO ALVA, J.L.; La Falsedad Documental, cit., p. 146.
1165 AsI, CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 426.
1166 CASTILLO ALVA, J.L.; La Falsedad Documental, cit., p. 150.
1167 CALDERON CEREZO, A. y otro; Derecho Penal. Pafle Especial, T. II, cit., p. 473.
TiTULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 625
1168 FONTAN BALESTRA, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 978.
1169 En cambio para CASTILLO ALVA, siguiendo a LAJE ANAYA, Ia diferencia podria consistiren
que Ia creación parcial exige no tocar Ia declaraciOn contenida en el soporte
material, sino sOlo efectuar agregados o adiciones; La Falsedad Documental, cit., p.
151.
1170 SOLER, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 340.
1171 CORREDOR PARDO, M.; La falsedad de documentos, cit., p. 406.
626 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: ToMo VI
1172 PE1A CABRERA FREYRE, A.R.;Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p5. 363-364; AsI,
FONTAN BALESTRA, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., P. 978; SOLER, S.; Derecho
penal argentino, T. V, cit., P. 344.
1173 CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., P. 425.
1174 SOLER, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p.344.
TiTULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 627
1175 ARROYO DE LAS HERAS, A.; Eldelito de falsedad documental, cit., p. 178.
1176 CORREDOR PARDO, M.; La falsedad de documentos, cit., p. 405.
1177 SOLER, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p.338.
1178 FONTAN BALESTRA, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 979.
1179 CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 427.
628 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: ToMo VI
1190 AVALOS RODRIGUEZ, C.C./ ROBLES BRICEO, M.E.; Modernas tendencias dogmaticas en Ia
Jurisprudencia Penal de Ia Corte Suprema, cit. P. 309.
1191 Côdigo Penal. Jurista Editores, cit., P. 294.
1192 GARCIA DEL RIo, F.; Delitos contra Ia Fe POblica, cit., PS. 38-39.
634 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: TOMO VI
193 GARCiA DEL Rio, F.; Delitos contra/a Fe PUb//ca, cit., p. 39.
TiTULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 635
cion, sino que Ia respuesta punitiva —para ser racional y legitima-, debe ser
complementada con criterios de racionalidad. La pena debe ser siempre Ia
ültima opciOn, ante el fracaso evidente del resto de medios de control social.
A decir de SILVESTRONI, cuando no exista más remedio que habilitar Ia reac
ciOn punitiva, el Estadio no hace más que confesar su fracaso. Porque el
Estado existe para preservar los derechos de los ciudadanos, evitando que
ellos sean lesionados, e intentando un modo de reparaciOn frente a Ia lesiOn
ya ocurrida. Recurrir a una coerciOn irracional que no previene ni repara no
es más que una rendiciOn. No sOlo frente al delito sino, especialmente, frente
a quien pretende una reacción (venganza) de Indole punitiva. Solo cuando
no es posible reparar a cuando cualquier reparaciOn es tan sOlo simbOlica
o cuando el conflicto adquiere una entidad tragica, el Estado debe rendirse
ante Ia pretension de Ia vIctima de Hberar una pulsiOn vengativa1194.
Dicho lo anterior, hemos de advertir primero que Ia conducta humana
—objeto de valoración-, pueda encajarse dentro del encuadramiento norma
tivo, es decir, que sea susceptible de ser cobijada en Ia descripciOn tIpica,
tanto en sus elementos objetivos como subjetivos; empero, dicho juicio de
subsunciôn juridico-penal, no puede entenderse desde una perspectiva uni
camente formalista, sino que debe guiarse sobre determinados criterios de
relevancia tIpica. Es por ella, que entendemos, que el anãlisis pormenori
zado de todas las categorlas dogmáticas de Ia teoria del delito, debe ser
aparejado con un sentir de polItica criminal; el Derecho penal no ha de punir
toda clase de comportamientos humanos —por mas que sean formalmente ti
picas-, pues su inclinaciOn preventiva, incide en reconocer criterios de racio
nalidad valorativa, que se comprenden también en Ia teorla de Ia imputaciOn
objetiva, en cuanto a Ia creaciOn de un nosgo jurIdicamente desaprobado,
aquella conducta que sobrepasa los lImites permitidos. Es decir, ingresamos
a un piano axiolOgico, que permite dotar al sistema de un mInimo de raciona
lidad, con arreglo a Ia idea de un Derecho penal democrático, concatenado
con los principios de <<subsidiariedad>> y de ultima ratio>>.
Siguiendo el hilo conductor, tenemos que habiéndose verificado Ia ti
picidad penal de Ia conducta, hemos de pasar a otro filtro de valoraciOn, a
Ia <<antijuridicidad penal>>, como categorla global que se contiene en todo el
universo del ordenamiento jurIdico, amen de saber si es que el hecho —en
Si lesivo-, obedece a Ia salvaguarda de un bien jurIdico preponderante, con
forme el orden de valores contenidos en el testo ius-fundamental. Si esto no
es asi —negada Ia presencia de una Causa de JustificaciOn-, recién podemos
hablar con corrección de un verdadero ‘xinjusto penal>>. Luego, el tema del
análisis del sujeto —penalmente responsable-, Ic que entendemos coma el
1198 BERDUGO GOMEZ DE LA TORRE, I. y otros; Lecciones de Derecho Penal. Parte General,
cit., p. 267.
1199 BERDUGO GOMEZ DE LA TORRE, I. y otros; Lecciones de Derecho Penal. Parte General,
cit., p. 269.
126 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: ToMo VI
jetiva del delito con que se exteriorice cualquiera de las modalidades tIpicas
descritas [hacer un documento o adulterar uno verdadero], y se albergue Ia
intención de causar un perjuicio1202.
Para otro sector de Ia doctrina nacional, el delito de falsedad documen
tal en su actual formulaciOn tIpica constituye un delito de peligro, en eI que
basta Ia realizaciôn de Ia conducta de crear un documento falso a adulterar
un documento verdadero con el propOsito de utilizar el documento1203.
Otro sector de Ia doctrina nacional, representada por BRAMONT ARiAS
y GARCIA CANTIZANO, asumen nuestra postura, al señalar que al incluirse una
condiciOn objetiva de punibilidad se está indicando que el hecho es tIpico y
antijuridico, y que el sujeto activo es culpable. Pero, además y por razones
de polItica criminal, se exige para Ia punibilidad que el uso del documento
pueda resultar algün perjuicio, en caso contrario, el hecho no se castigar&204.
Para Reiner CHOCANO, exigir que el perjuicio, para Ia consumaciôn de Ia
falsedad material, es una posiciôn técnicamente inaceptable, pues el delito de
falsedad material se consuma con independencia a que exista perjuicio o no.
Aclarando esto, podemos sostener que, efectivamente, el causar perjuicio es
técnicamente una condiciOn objetiva de punibilidad, lo que posibilitarla que
de no haber perjuicio, Ia conducta falsaria no debiera ser sancionable12051206.
Par Ic demás, cabe añadir, que definir Ia consumaciOn de esta figura
delictiva, conforme Ia producción de un perjuicio al derecho de un tercero,
importarIa entrecruzarla con otros injustos penales, como Ia Estafa, cuya
perfección delictiva, requiere necesariamente de Ia obtenciOn de un perjuicio.
1207 CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 428.
1208 CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 430.
1209 CASTILLO ALVA, J.L.; La Falsedad Documental, cit., p. 180; Vide, al respecto, SOLER,
S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 335; FONTAN BALESTRA, C.; Derecho Penal.
Parte Especial, cit., p. 980.
TITULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PJBLICA 641
cumento falso, donde un sujeto se hace ver como acreedor de una persona
que en realidad no es su deudor (mutuo dinerarlo), as en ci documento
que se designa como legatarlo o como donatano, do una persona.
El perjuicio, por lo tanto, puede ser concebido de diversas formas,
inclusive un documento que consigne Ia homosexualidad de una persona,
su proceder delincuencial, o cualquier atribuciôn que riña con el honor del
indMduo. Hemos de entender, que Ia trascendencia del documento no sOlo
puede ser enfocada desde un piano econOmico, sino también social.
El perjuicio o su peligro puede recaer sobre cuaiquier bien; no se res
tringen a los de carãcter propiamente econOmico; no se restringen a los de
carácter propiamente económico, no siquiera a los de indole material, no a
los de naturaleza privada: se extienden a los inmateriales, a los püblicos,
hasta se mencionan como comprendidos Ia honra y los intereses politicos y
to que puede tener el Estado en el cumptimiento de determinadas activida
des o en Ia reglamentacion para Ia concesiOn de ciertas habilitaciones1210.
Puede tratarse de un perjuicio al honor o Ia reputaciOn como también
a un interés moral, politico, social12. Ello ocurre con los documentos que
contienen directa y especIficamente una declaraciOn juridicamente eficaz
del otorgante: testamento, recibo, pagare. Documentos dispositivos en los
cuales Ia voluntad probatoria al extenderlos aparece indudable y manifiesta
-1212.
Cuando el empteo del documento supone una afectaciOn directa al
patrimonio de una persona, es decir, una merma a su entidad dineraria, in
gresamos a un concurso delictivo’213 (concurso medial)1214 donde el docu
mento falsario constituye el medio que se vale el agente, para lograr enganar
a su victima, ello implica, que si no hubiese alterado, maquillado Ia verdad,
el agraviado no hubiese aceptado celebrar el acto jurIdico, por ende, no se
hubiese dado el desplazamiento patrimonial, que es presupuesto indispen
sable para Ia realizaciôn tipica del tipo penal de Estafa genérica artIculo —
1210 CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 428.
1211 LAJE ANAVA J.; Comentarios a! COdigo Penal. Parte Especial, T. IV, cit., p. 243.
1212 SOLER, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 335.
1213 A decirde CREUS, cuando éI se coricreta en daño, con mayor razOn se da Ia caracteristica
de tipicidad, sin perjuicio de que puede originarse otro delito que concurra —material o
idealmente- con el de falsedad documental; Derecho Penal. Parte Especial, T. II,
cit., p. 430.
1214 AsI, ORTS BERENGUER, F.; Comentarios al Codigo Penal, Vol. IV, cit., p. 1751.
642 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: TOMO VI
1220 CREus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 434; FONrAN BALESTRA, C.;
Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 981.
1221 Para VLLACAMPA ESTIARTE, conceptuar Ia falsedad documental coma hecho principal y
el uso coma falsedad impropia —conclusiOn a a que no Ilegan todos los autores que
defienden Ia consumaciOn formal de Ia falsedad documental con Ia editio falsi
supone desconocer Ia relaciOn de progresiOn criminal existente entre ambos ilicitos y
mantenimiento de un concepto formal de falsedad que ignora Ia necesaria direcciOn del
documento al tráfico juridico para que el mismo desempene sus funciones; La Falsedad
Documental:..., cit., p. 739.
TITIJLO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PJBLICA 645
1222 AsI, ORTS BERENGUER, E.; Comentarios al Codigo Penal, Vol. IV, cit., p. 1751.
1223 CASTILLO ALVA, J.L.; La Falsedad Documental, cit., p. 236.
1224 ROJAS VARGAS, F.; Jurisprudencia Penal, cit., p. 785.
1225 QUINTERO OUVARES, C.; Comentarios ala Parte Especial del Derecho Penal, T. Ill, cit., p. 1517.
1226 VILLACAMPA ESTIARTE, C.; La Falsedad Documental:..., cit., p. 739.
646 DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL: TOMO
- VI
Una figura criminal —asI concebida-, solo puede ser punida a tItulo de
dolo; conciencia y voluntad de realización tIpica; es decir, el sujeto es con
ciente de que esta confeccionando yb elaborando Un documento falso 0 que
esta adulterando sus elementos esenciales; dicho asI: el autor se predeter
mina conductivamente a Ia confeccion de un documento apOcrifo, donde el
factor volitivo, no tiene porque abarcar Ia posibilidad de causar un perjuicio al
derecho subjetivo de un tercero.
El factor cognitivo ha de comprender todos los elementos constitutivos
del tipo penal, entre éstos: de confeccionar yb elaborar un documento falso,
esto es, el agente debe saber que esta, por ejemplo, imitando Ia firma del
titular de un derecho o consignando hechos que no se ajustan Ia verdad de
las cosas; asi, también que esta plasmando una declaraciOn de voluritad en
un soporte material o inmaterial, que es reconocido como “documento”. De
esta forma en Ia doctrina, cuando se sostiene que no se incurre en responsa
bilidad penal cuando el sujeto actüa sobre un soporte material que no tiene Ia
calidad de documento a pesar que al mediar error crea lo contrario1227.
Dicho lo anterior, el agente debe saber también que el documento es
de naturaleza “püblica”, pues Si su error es fundado y, cree que es de natu
raleza “privada”, se le ha de punir conforme Ia consecuencia jurIdica que se
estipula para dicha modalidad.
No es necesario que el autor conozca con detalle las caracterIsticas
técnico-jurIdicas del concepto de documento; tratándose de un concepto nor
mativo, bastará con que sepa que opera sobre una declaraciOn de pensa
miento humano y con autor determinado sobre un soporte material1228.
El dolo falsarlo requiere el conocimiento en el agente de que altera
voluntariamente y conscientemente Ia verdad por medio de una mutación
o suposiciOn documental y que, de este modo, ataca también Ia confianza
que Ia sociedad tiene depositada en el valor de los documentos, como reflejo
verdadero de lo que contienen, expresan o prueban1229.
LOgicamente, el dolo falsario, que, como queda dicho, constituye el
elemento o base subjetiva del delia de falsedad documental, deberá acre
ditarse normalmente, mediante una prueba indirecta o indiciaria a Ia que se
Ilega, como es sabido, atendiendo a hechos probados de los que claramente
se deduce su concurrencia1230.
1231 Vide, al respecto, QUINTERO CLI VARES, G.; Comentarios a Ia Parte Especial del
Derecho
Penal, T. III, cit., p. 1517.
1232 Cfr., CASTILLO ALVA, J.L.; La Falsedad Documental, cit., PS. 207-208.
1233 LA ROSA GOMEZ DE LA TORRE, M.; Jurisprudencia del Proceso Penal Sumarlo, cit., p. 538.
1234 CORREDOR PARDO, M.; La falsedad de los documentos, cit., p. 383.
648 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: ToMo VI
demanda y dio lugar a una sentencia que consolidó el propósIto criminal del
agente -es de insistir que el uso de un documento falso es un delito de estruc
tura instantánea aunque sus efectos puedan prolongarse más aIIá, porlo que,
en pnncipio, el plazo de prescripción empezara a contarse desde el momento
de su utilización-; que si cuenta el plazo desde el veintiuno de febrero de mu
novecientos ochenta y nueve hasta Ia fecha de Ia sentencia de vista del
siete de agosto de dos mu seis ha transcumdo mas de quince años, en tanto
se ca Iificó que el documento falso era de carácterpüblico, porlo que ía
declaraciOn de prescripción es legalmente correcta”.
FALSEDAD IDEOLOGICA
Art. 428.- “El que inserta o hace insertar en instrumento pzblico, de
claracionesfalsas concernientes a hechos que deban probarse con el docu
mento, con el objeto de emplearlo como si Ia declaraciónfisera conforme a
Ia verdad, será reprimido, si de su uso puede resultar algiin perjuicw,
con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años y
con ciento ochenta a trescientos sesenticinco dIas-multa.
El que hace uso del documento como si el contenido frera exacto,
siempre que de su uso pueda resultar algán perjuicio, será reprimido, en
su caso, con las mismaspenas”.
1. COMENTARIOS PRELIMINARES
La funcionalidad del tráflco flduciario importa una plataforma funda
mental para el desarrollo socio-económico de Ia colectividad, en el sentido,
de que Ia circulaciôn y traslaciôn de toda clase de documentos, permite Ia di
námica con que se mueve las relaciones socio-jurIdicas entre los individuos
y, para ello, resulta imprescindible, que dicha circulaciOn documental inspire
una suficiente confiabilidad en el colectivo.
Dicho lo anterior, en el tráfico documental circulan una serie de do
cumentos (püblicos, privados, mercantiles, etc.), donde cada uno de ellos
expresa una concreta situación jurIdica, lo más importante se orientan a Ia
acreditaciOn de un determinado estado de cosas. Si bien Ia autenticidad del
documento es una propiedad esencial en su interna caracterizaciOn, su fun
ciôn probatoria es relevante, en orden a desplegar los efectos que se espe
ran de aquel. Con ello queremos decir, que Ia relevancia jurIdico-penal de
las falsedades documentales, se manifiesta con todo rigor, cuando el agente
atente contra las funciones más importantes del documento: perpetuidad,
garantia y de eficacia probatona; precisamente, Ia posibilidad de causar un
perjuicio en el derecho subjetivo de un tercero, toma lugar cuando el docu
mento penetra en el tráfico jurIdico.
650 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: TOMO VI
235 CORREDOR PARDO, M.; Falsedad documental: ficciOn social de autor, cit., ps. 415-416.
TITULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 65!
1237 CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 442.
1238 F.; Delitos contra Ia fe pciblica,
GARCiA DEL Rio, p. 344.
cit.,
1243 ARROYO DE LAS HERAS, A.; El delito de falsedad documental, cit., p. 190.
1244 QUERALT, J.J.; La Falsedad Documental:..., cit., p. 302.
1245 VIEIRA MONTES, F.J.; Comentarios al Codigo Penal, 4, cit., p. 2893.
1246 QUINTERO OLIVARES, G.; Comentarios a Ia Parte Especial del Derecho Penal, T. III, cit.,
p. 1520.
1247 QUERALT, J.J.; La Falsedad Documental:..., cit., p. 304.
TITULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 655
1248 cREus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 443.
1249 FONTAN BALESTRA, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 983.
1250 Muoz CONDE, F.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 155.
1251 CORREDOR PARDO, M.; La falsedad de los documentos, cit., p. 392-393.
656 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: TOMO VI
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
1252 Vide, al respecto, PAREDES INFANZON, J.; Delitos contra Ia Fe Püblica, cit., p. 152.
TiTuLo XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 657
b. Sujeto pasivo
En principio, es Ia sociedad, al tratarse de un bien jurIdico supraindivi
dual, mas Ia redacciOn normativa muestra a un sujeto particular, que puede
1253 . CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 449.
1254 . SOLER, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 348.
658 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: TOMO VI
c. Modalidad tIpica
1258 ARROVO DE LAS HERAS, A.; El delito de falsedad documental, cit., p. 192.
1259 CORREOOR PARDO, M.; La falsedad de los documentos, cit., p. 394.
1260 PAREDES INFANZON, J.; Delitos contra Ia Fe Püblica, cit., p. 154,
TITULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 661
1261 Asi, SOLER, al anotar que es un acto de compraventa no diremos que hay falsedad
porque Ia señora otorgante, entrada en años, se quite coquetamente algunos; lo grave
seria que alguien fuera menor se agregara los necesarios para ser capaz;
Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 353.
1262 ROJAS VARGAS, F.; Jurisprudencia Penal, cit., p. 787.
1263 CORREDOR PARDO, M.; Falsedad documental:..., cit., p. 417.
1264 FONTAN BALESTRA, c.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 983.
1265 CREUS, C.; Derecho Penal. Pafle Especial, T. II, cit., p. 444.
662 DERECHO PENAL PARTE ESPECIAL: TOMO VI
-
1266 AsI,FONTAN BALESTRA, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 977; SOLER, S.;
Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 351.
1267 PAREDES INFANZON, J.; Delitos contra/a Fe Püblica, cit., p 155.
1268 SOLER, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 350.
1269 cREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 446.
1270 CORREDOR PARDO, M.; La falsedad de los documentos, cit., p. 395.
TITULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 663
1271 ROJAS VARGAS, F. y otros; Jurisprudencia Penal. Procesos Sumarios, T. II, cit., p. 543.
1272 SOLER, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p.351.
1273 SOLER, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p.355.
1274 PAREDES INFANZON, J.; Delitos contra Ia Fe Püblica, cit., p. 155; Vide, al respecto, CREUS,
C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 445.
1275 SOLER, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 352.
664 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: ToMo VI
1281 Asi, FONTAN BALESTRA, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 984; CREUS, C.;
Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 447.
1282 En cambio, para PAREDES INFANZON, es necesarlo que se realice Ia condiciOn objetiva de
punibilidad, es decir, si del uso del documento pueda resultar algUn perjuicio; Delitos
contra Ia Fe Pblica, cit., p. 158; a nuestro parecer, ello es incorrecto dogmaticamente
hablando, pues Ia consumaciOn, como realización tipica, sOlo requiere Ia acreditaciOn
de Ia concurrencia de los elementos constitutivos de tipicidad penal, por lo que
para nada ha de interesar el cumplimiento de una condiciOn objetiva de punibilidad.
1283 AsI, CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 448.
1284 En contra, GARCIA DEL Rio, para quien es posible Ia tentativa porque el sujeto activo
668 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: TOMO VI
puede haber insertado o hecho insertar una decIaraciOn faisa que carece de idoneidad
suficiente para enganar a a victima; Delitos contra Ia Fe Pciblica, cit., p. 49.
1285 AsI, SOLER, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 357.
1286 SOLER, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 357.
1287 AsI, GARCIA DEL Rio, F.; Delitos contra Ia Fe Püblica, cit., p. 49; PAREDES INFANZON, J.;
Delitos contra Ia Fe PUblica, cit., p. 158.
TITULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 669
1288 AsI, PAREDES INFANzON, J.; Delitos contra Ia Fe PUblica, cit., p. 157; GARCIA DEL Rio, F.;
Delitos contra Ia Fe PUblica, cit., p. 48.
670 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: TOMO VI
1. COMENTARIOS GENERALES
La politica criminal constituye un instrumento esencial, para Ia con
figuracion de una sociedad, regida por Ia paz y Ia seguridad jurIdica entre
los comunitarios, a tal efecto, resulta esencial que sus coordenadas se rijan
contemplativamente, es decir, de valorar las nuevas interrelaciones sociales
asI como las nuevas actividades humanas que sean susceptibles de lesionar
o poner en peligro —bienes juridicos penalmente tutelados-.
En este proceder de lege ferenda, el legislador ha de identificar nuevos
focos de conflictividad social, que desde Ia óptica criminológica, avizoren
conductas que —por su significativa lesividad social-, necesiten ser alcanza
das por una pena, desde una plataforma estrictamente preventiva. Apareja
do a ello, cabe advertir Si el resto de medios de control sociales —con que
cuenta el Estado-, se muestran como insuficientes yb inoperantes para p0-
der controlar y prevenir eficazmente dichos focos de riesgo; lo dicho resulta
importante, en orden a cautelar los principios de subsidiariedad y de ultima
ratio, que limitan Ia intervenciOn del ius puniendi estatal en una sociedad
democràtica de derecho.
Es sabido también, que Ia definición de Ia conducta humana como de
lictiva, no solo parte de una declaracion formal de Ia ley, cuando se plasma
normativamente, sino que en el ámbito del Derecho penal, particular rele
vancia adquiere su visiOn material, esto es, su <sustantividad material>>, en
cuanto a Ia lesiOn yb Ia puesta en peligro de un bien jurIdico —merecedor
de tutela punitiva-. De no ser asI, se deslegitima Ia actuaciOn del derecho
punitivo, al ingresar a ámbitos que materialmente no le corresponden, con su
consiguiente desgaste nominal, que en nada sirve para Ia consolidaciOn de
un orden social justo y equitativo.
A Ic dicho cabe agregar, que reconocida su sustantividad material, el
injusto penal es objeto de inclusiOn en una familia delictiva, quiere decir esto,
que Ia categoria teorica-conceptual del bien juridico>>, sirve como criterio
sistematizador y como gula de hermenéutica en Ia fljaciOn de Ia conducta
prohibida. Dicho de otra manera: Ia inclusiOn de un comportamiento punitivo
en un determinado apartado de Ia criminalidad, no sOlo obedece a su necesi
dad de incriminaciOn por parte del Estado, sino que debe armonizar el objeto
de tutela, sino se cautela dicha funciOn, hemos de encontrar incoherencias,
contradicciones insalvables, antinomias, quebrando Ia plenitud que debe
conservar todo cuerpo de leyes.
En el Peru —hoy en dIa-, Ia polItica criminal, que parte no sOlo del legis
lador, sino también del Poder Ejecutivo, ha perdido todo rumbo, en el sentido
de que Ia tipificaciOn de las conductas delictivas, responden ünicamente a
determinadas coyunturas socic-politicas yb socio-econOmicas, en cuanto a
Ia necesidad per palear yb satisfacer las demandas que proclaman ciertos
sectores de Ia sociedad civil o del clientelismo politico.
En este caso, Ia dación del Decreto Legislativo N° 1084, se sostiene
sobre una orientaciOn proteccionista de los recursos naturales (“hidrobiolO
gIcos”), que cuenta nuestro pais, a todo lo largo y ancho de nuestro litoral
marino, donde los recursos ictiologicos (pesqueros), constituyen una fuente
de riqueza de tal inmensidad, que nosotros mismos no estamos en condiciOn
de explotar, en pos del desarrollo socio-econOmico de Ia NaciOn peruana.
Importa una actividad extractiva, que en el marco de una Economia Social de
Mercado, que tiene como basamento el principio subsidiariedad, define que
sean los particulares (nacionales y extranjeros), quienes efectüen esta acti
vidad econOmica, pero bajo el permanente control estatal, a fin de que estos
recursos no sean depredados, y a su vez, al tratarse de “concesiones”, se
fijan lImites máximo de pesca por embarcación. Todo lo cual resulta leg Itimo,
de un Estado soberano que pretende proteger y conservar adecuadamente
672 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: ToMo VI
sus recursos naturales y, asI también, de recaudar los derechos que por Ley
debe recibir.
Ahora bien, el mediando Ia sanciOn del Decreto Legislativo menciona
do, se ha tipificado aquella conducta (artIculo 427°-B), de quien:
“estando
incluido dentro del regimen de LImites Máximos de Captura por Embarcación
establecido por Ley, inserta o hace insertar en cualquier documento donde
se consigne Ia informaciOn referente a los volümenes de captura, informa
don falsa o distinta respecto a! volumen realmente capturado (...)“; en Ia
categoria criminal, de aquellos delitos que atentan a Ia Fe Püblica, como una
modalidad de falsedad ideológica.
Debe comentarse, entonces, que Ia conducción normativa del Iegisla
dor, de producir más y más Ieyes y, declinando de su funciOn legisladora que
Ia Ley Fundamental le encomienda, autorizO al Poder Ejecutivo de legislar
en ciertas materias, para facilitar Ia implementaciOn del Acuerdo de Promo
don Comercial Peru Estados Unidos (TLC) y el apoyo a Ia competitividad
—
mitirse a quienes cuenten con el dominio social tIpico, quienes toman las de
cisiones más gravitantes de Ia societas, desde Ia cüspide de Ia organizaciôn
empresarial. En definitiva, acá encontramos varios niveles en Ia estructura
empresarial, desde arriba hacia abajo, de forma piramidal o digase vertical,
donde los subalternos que acatan las Ordenes de los mandos medios y su
periores, son los que ejecutan formalmente el tipo penal, lo que incidirla en
reconocer su autorla delictiva, sin embargo, ellos al ser meros ejecutores,
muchas veces ignoran las circunstancias en que se desenvuelven su labor
ordinaria, por lo que asumiendo una postura material-normativa de autorla y
participaciOn, permite en estos casos, negar Ia responsabilidad penal de los
ejecutores materiales y atribuir responsabilidad a los dadores de las órdenes,
quienes ejercen el mando, control y dominio de Ia empresa, en base a am
bitos organizativos de atribución, segün las facultades y potestades que Ia
normatividad les confiere a dichos organos de representaciôn.
Vemos que el ámbito de puniciôn solo se dirige a quienes formalmente
(empresas) cuentan con un permiso de pesca, es decir, a aquellas embarca
clones que se encuentran en el registro que maneja el Ministerlo de Ia Pro
ducciOn-1290 quiere decir con ello, que aquellas embarcaciones informales,
que actüan de forma ilegal, no estãn comprendidos en el precepto penal,
mãxime, al no estar obligadas a emitir documento alguno de volümenes de
pesca ante Ia AdministraciOn. No obstante, su conducciOn puede ser objeto
de puniciOn, mediando Ia aplicacion de otros tipos penales, concretamente
por los artIculo 308°-B y 308°-C del CP1291.
Sujeto pasivo es el Estado, que se ye mermado en sus recursos hidro
biológicos, cuando los titulares de pesca, a través de sus embarcaciones,
capturan un porcentaje de anchoveta que supera el mãximo total permisible.
En lo que a Ia modalidad tIpica concierne, debe decirse primero, que el
objeto material es un documento, que a segun Ia redacciOn literal del articu
lado, puede ser cualquiera, es decir, por mas que se siga que Ia informaciOn
se consigna en un formato que emite Ia AdministraciOn, ello no hace de aquel
un documento püblico, mãs aün cuando Ia propia redacciôn normativa, se
ñala que puede ser cualquier documento, basta que en aquel se consigne Ia
informacion referente a los volümenes de captura; aspecto en cuestiOn, que
incide en Ia incoherencia de esta modalidad delictiva para poder ser reputada
como una variante de falsedad ideologica.
1290 Asi, en el articulo 32° inc. 2), cuando se expone que el Ministerio determina y publica
Ia relaciOn de armadores que tengan embarcaciones operativas y con permisos de
pesca vigente para desarrollar actividades extractivas del recurso que participan de Ia
medida.
1291 Vide, más al respecto, PEA CABRERA FREYRE, A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T.
IV, cit., ps. 263-280.
676 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: TOMO VI
1. BIEN JURIDICO
Es sabido que los documentos (püblicos o privados), constan de una
serie de elementos, algunos de ellos esenciales, cuya concurrencia es indis
pensable para otorgarles validez y eficacia; siendo asi, quienes dan su ma
nifiesto de voluntad, de crear, modificar yb extinguir una relaciOn jurIdico-so
cial, tienen el deber de declarar toda aquella informaciOn que sea necesaria
para cautelar Ia eficacia probatoria del documento, con ello Ia confiabilidad
del colectivo hacia el tráfico juridico.
Conforme lo anotado, tenemos que ciertos documentos püblicos (una
escritura püblica) o ciertos documentos privados (contrato de compraventa),
deben estar contenidos con declaraciones de los suscriptores, que deben
constar, amen de garantizar su validez asI como el cumplimiento de las for
malidades prescritas por Ia Ley. Si por ejemplo, se toma Ia declaraciôn de Ia
madre, acerca del nacimiento de su hijo, el servidor püblico no puede omitir
consignar el nombre del padre, máxime, cuando Ia filiación es dentro del
matrimonio; en una escritura püblica de compraventa, el notario ha de hacer
constar Ia edad del adquirente, en el sentido de que sea mayor de edad, Ca
pacidad de goce y de ejercicio.
Vemos que en Ia redacciôn normativa, se hace alusión a que Ia con
ducción tIpica (omisión) debe tomar lugar, a fin de dar origen a un hecho u
obligacion, sin haberse incluido Ia posibilidad de causar un perjuicio, como
es comün en esta clase de figuras delictivas; resultando, que en este injusto,
aparece con mayor nitidez Ia fe püblica como bien juridico tutelado, lo que
puede traer ciertos reparos, cuando se integra el documento privado como
objeto material del delito.
Para BRAMONT-ARIAS TORRES, señala que respecto al documento pübli
co, no se plantean problemas en orden a Ia definiciOn del contenido, en Ia
medida que éstos están sometidos a los requisitos legales en orden a su for
malizaciOn y correspondiente contenido. Esto no puede afirmarse en cambio,
respecto al documento privado, donde rige ante todo el criterio de Ia libertad
de forma. De ahI que plantea dudas Ia determinaciôn de lo que el art. 429
680 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: TOMO VI
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
1292 BRAMONT-ARIAS TORRES, L. y otro; Manual do Derecho Penal. Parte Especial, cit., p.634.
1293 QUINTERO QLIVARES, G.; Las falsedades documents/es y is evoluciOn en el Derecho
penal espanol. En: Faisedades y Defraudaciones, cit., PS. 87-88.
1294 GARCiA DEL Rio, F.; Delitos contra Ia Fe PUblica, cit., p. 50.
T’TULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 681
frente a un delito especial proplo, pues sOlo aquel que se encuentra revestido
de la función pUblica estarIa en posibiidad de infringir el deber funcionanal
que indica Ia estructuración tIpica; por ejemplo, Ia de los secretarios, los no
tarios, Ia policia, los magistrados etc., todos ellos redactan en su ejercicio
funcional documento donde deben constar declaraciones verbales o escri
tas, y que solamente pueden ser omitidas del contenido del documento’295
empero, al haber indicado en Ia literalidad normativa el legislador que Ia ma
terialidad tipica puede recaer sobre un documento privado, puede ser autor
también el particular.
En Ia variante del documento püblico son los particulares los que
asien tan toda Ia informaciOn, es sobre aquellos tienen el deber de asentar
todos los datos que sean necesarios para dotar de validez al acto juridico
que se contiene en el acervo documental.
Son los funcionarios pUblicos quienes asientan Ia informaciOn en el
documento püblico, por ejemplo, en un documento nacional de identidad,
consignar Ia fecha de nacimiento; si éste omite hacerlo, y obra con dolo es
taria incursionando en el tipo penal —in examine-, y si el particular, es quien
lo induce a hacerlo, aquel habria de responder como Instigador; y, silo que
hace el funcionario püblico, es adulterar un elemento esencial del documen
to, habrá de responder por el tipo penal de Falsedad Material.
Si es que el notario omite consignar el estado civil en Ia minuta de corn
praventa, por error u omisiôn involuntaria, no se configura el delito —materia
de abordaje-, en tanto Ia modalidad culposa no es objeto de acriminaciOn.
Puede presentarse una Co-autoria cuando son dos los funciorarios
püblicos los encargados de asentar la informaciOn en un documento püblico,
siempre que en ambos concurran todos los elementos subjetivos del injusto.
Todos aquellos que no intervienen directamente en Ia materialidad ti
pica del injusto, pero que aportan una contribuciôn importante —a efectos de
realizaciôn tIpica-, habrãn de responder a titulo de complicidad
b. Sujeto pasivo
c. Modalidad tipica
1297 BRAMONT-ARIAS TORRES, L. y otro; Manual do Derecho Penal. Parte Especial, cit., PS.
634-635.
1298 GARCiA CANTIZANO, M.; Falsedades documentales, cit., p. 312.
TITULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE P{JBLICA 683
1. CONCEPTOS PRELIMINARES
1302 Vide, al respecto, GARCIA DEL Rio, F.; Delitos contra Ia Fe Püblica, cit., p. 52.
686 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: TOMO VI
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
b. Sujeto pasivo
c. Modalidad tipica
1309 AsI, CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 454.
1310 SOLER, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p.345.
TITULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PtJBLICA 689
1316 FONTAN BALESTRA, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 985.
690 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: TOMO VI
1317 CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 455.
1318 SOLER, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p.346.
1319 Asi, GARCIA DEL Rio, F.; Delitos contra Ia Fe Püblica, cit., p. 553.
TITULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 691
1320 CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 455.
1321 CORREDOR PARDO, M.; Falsedad documental:..., cit., p. 459.
1322 Vide, al respecto, PAREDES INFANZON, J.; Delitos contra Ia Fe Püblica, cit. 168.
1323 CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 455.
692 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: ToMo VI
1324 Para GARCIA DEL Rio, tratándose del ocultamiento de parte o Ia totalidad de un documento,
consideramos que el legislador ha tipificado un deiito que de manera indirecta afecta
at bien juridico fe publica; Delitos contra Ia Fe Püblica, cit., p. 53; no es tanto asi,
pues como se ha dicho, al colocarlo fuera de Ia custodia de sus titulares, se impide
que despliegue sus efectos probatorios.
1325 CORREDOR PARDO, M.; Falsedad documental:..., cit., p. 463.
1326 Asi, GARCIA DEL Rio, F.; Delitos contra Ia Fe PUblica, cit., p. 55.
1327 GARCIA DEL Rio, F.; Delitos contra Ia Fe PUblica, cit., p. 55.
1328 SOLER, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 347.
TITULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 693
será parcial, cuando Ia que hace es romper Ia parte del papel donde consta
Ia firma del titular del derecho.
La acción sobre el medio fIsico en que aparece fijado el tenor del do
cumento, para deshacerlo coma materia, Ileva consecuencialmente a que el
contenido de representaciôn siga Ia suerte de Ia destrucción de su continen
te, perdiéndose Ia funciOn probatoria en el tráfico1329.
El documento se destruye cuando se da fin a su existencia material
total a parcialmente. Lo mismo que para Ia acción de suprimir, Ia destrucciOn
parcial debe incidir en el contenido especIfico del documenta1330.
Las maneras de destruir pueden ser diversas, echar al fuego, romperlo
a pedazos, son ejemplos de destruir1331.
Cuando Ia destrucción es parcial, puede tratarse de un documento que
comprende varios folios, justamente el autor destruye aquel folio, que contie
ne su obligacion pecuniaria frente a su acreedor.
La destrucciOn parcial en su sentido material todavia no constituye de
lito de falsedad par destrucciOn Si el documento mantiene a preserva, no
obstante, Ia funciOn de media de prueba que viene cumpliendo desde su
introducciOn al tráfico, ante el hecho evidente de que su aptitud probatoria no
se afecta, y par lo mismo todavia puede servir de prueba1332. Sin embargo, si
aquella destrucciOn tiende a hacer desaparecer de Ia materialidad documen
tal un elemento esencial de aquel, si perderá su funciôn probatoria.
En Ia destrucción parcial no se altera Ia representatividad del docu
mento, se Ia hace desaparecer; ella par tanto, ocurrirá cuando pese a ser
parcial, Ia destrucción sea de tal magnitud que no permita conocer el tenor
que el documento contenIa1333.
3. EL PERJUlClO>
El legislador en Ia redacción normativa del artIculo 430° del CP, ha
sometido yb condicionado Ia punicion de Ia conducta, a una circunstancia
que se integra en Ia estructuraciOn tIpica de Ia figura, cuando se dice que:
el ocultamiento, supresiôn a destrucciôn del documento, total a parcial, de
modo que pueda resultar perjuicio para otro; esto quiere decir, que no basta
para que se cumpla Ia tipicidad penal, con que el agente realice cualesquiera
de las modalidades tIpicas que hemos tenido oportunidad de analizar, sino
que dichas materialidades del injusto, han de ser idOneas yb aptas para p0-
der provocar un perjuicio al derecho subjetivo de un tercero1334.
Siguiendo el orden sistematizador de las conductas de falsedad docu
mental, hemos observado, que Ia necesidad y el merecimiento de pena, en
los casos de los articulos 427° y 428° del CP, estaban condicionados al que
el ingreso y empleo del documento en el tráfico juridico, pueda producir un
perjuicio al derecho de un tercero; con dicho añadido, lo que se hace es dotar
al comportamiento de un suficiente contenido material del injusto, al margen
de que a nuestro entender, ello importa una condición objetiva de punibilidad.
En cuanto al articulado —en examen se refiere-, advertimos que fijar Ia
posibilidad de causar un perjuicio, no solo tiene que ver con el principio de
lesividad, que sostiene Ia legitimidad de Ia intervenciôn del Derecho penal,
sino también ligado a las funciones esenciales del documento: de perpetul
dad, de garantIa y de eficacia probatoria; sobre todo este ültimo, ha de verse
afectado, cuando el agente ejecuta Ia materialidad de las acciones de supri
mir, ocultar yb destruir, donde puede aparecer Ia potencialidad lesiva, que el
legislador ha fijado, como complemento del disvalor de Ia acciôn, configuran
do un delito de peligro concreto1335 esto es, ha de verificarse en Ia situaciOn
especifica, que Ia supresiOn o destrucción del documento (publico o privado),
colocO en una verdadera situación de peligro de lesion al derecho subjetivo de
un tercero, ello podrá verificarse, cuando por ejemplo, el agente es requerido
por Ia administraciOn de justicia para que presente el contrato de compraven
ta que suscribiO con el agraviado o, cuando en un Proceso Penal, se le insta
al procesado a presentar ante Ia autoridad competente, el documento donde
consta Ia transferencia de las acciones de Ia empresa a su favor.
En estas hipótesis de los tipos se afecta directamente Ia funciOn de
perpetuación de los Ia representación documentada, y es consecuencia in
dispensable que Ia aptitud probatoria quede eliminada por Ia transformaciOn
de Ia materia continente del documento, Si dicha aptitud de prueba se pre
serva para el tráfico1336.
La posibilidad de causar un perjuicio ha de ser medido conforme un
doble baremo a saber: -primero, conforme 10 idoneidad yb potencialidad de
1334 Para GARCIA DEL Rio, el perjuicio es un elemento de integraciOn tipica de carácter
excepcional en el ordenamiento general de los tipos penales; Delifos contra La
Fe PUblica, cit. P. 60.
1335 Para PAREDES INFANzON, se trata de una condiciOn objetiva de punibilidad; Delitos contra
Ia Fe Püblica, cit., Ps. 170-171.
1336 CORREDOR PARDO, M.; Falsedad documental:..., cit., P. 464.
TITULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 695
1341 CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 460.
1342 GARCIA DEL Rio, F.; Delitos contra Ia Fe PUblica, cit., p. 56.
TITULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 697
1. CONCEPTOS PRELIMINARES
1343 Vide, al respecto, FONTAN BALESTRA, C.; Trafado de Derecho Penal. Parte Especial, T.
VII, cit., p. 510.
1344 SOLER, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 358.
1345 CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 464; SOLER, S.; Derecho penal
argentino, T. V, cit. p. 359.
700 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: TOMO VI
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
1346 FONTAN BALESTRA, C.; Tratado de Derecho Penal. Parte Especial, T. VII, cit., p. 511.
1347 AsI, PAREDES INFANzON, J.; Delitos contra Ia Fe PUblica, cit., p. 173; PEA CABRERA, R.;
Tratado de Derecho Penal, Vol. IV, cit., p. 360; GARCIA DEL Rio, F.; Delitos contra Ia
Fe PUblica, cit., p. 62.
1348 De posiciOn contraria, SOLER, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 359.
TITULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 701
363° del CP, que puede también ir en concurso con Ia figura de Ia Falsedad
genérica, si es que suplanta Ia identidad de un medico real y verdadero1349.
Si se trata de un medico de ESSALUD u otro hospital estatal, puede configu
rarse también el tipo penal de UsurpaciOn de funciones.
En el caso del particular, quien hace uso de Ia certificaciOn, ha de res
ponder como autor de su propio injusto, de Ia modalidad delictiva contenida
en el tercer parrafo del articulado en cuestiOn.
b. Sujeto pasivo
1349 Asi, CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 469.
702 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: ToMo VI
c. Modalidades tIpicas
Primer punto a saber, que debe concurrir en todas las modalidades del
injusto, es que debe tratarse de un documento auténtico, un certificado que
ha sido expedido por un medico habilitado profesionalmente en el ejercicio
de sus funciones; aquel certificado medico que es adulterado por un tercero,
no ingresa al ámbito de protecciOn de Ia norma; como sostuvimos lo que se
presenta no es una afectaciOn a su autenticidad sino a su veracidad.
1350 CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T II, cit., ps. 464-465.
1351 CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 465.
TITULO XIX: DELETOS CONTRA LA FE PUBUCA 703
sedad de un parto, etc.), pasa a formar parte de otros delitos, pero extraños
a Ia falsedad documental1352.
No podemos observar este delito, cuando luego de un diagnOstico cer
tero, aparece nuevamente Ia enfermedad en el paciente, ora por no haber
seguido en rigor el tratamiento medico ora por tratarse de un rebrote no sus
ceptible de ser controlado; esto es, Ia inexistencia de Ia enfermedad debe
manifestarse en Ia data de Ia expedicion del certificado y no a posteriori.
En seguida se echa de ver que no constituye falsedad el error de
diagnóstico ni Ia negligencia culpable, situaciones ambas que excluyen el
do1o1353.
Resulta Iogico que Ia certificaciôn médica sea solicitada por una per
sona, porque tiene un interés en emplearlo de determinada manera, sin em
bargo, el objeto de que sea empleada Ia certificación no ha sido previsto en
Ia estructuracián tIpica de esta modalidad del injusto tipico.
Los certificados son documentos que se proporcionan a una persona
para dar prueba de certeza de un hecho que le interesa o de un dato perso
nal que le concierne. En si mismos no tienen otra misiOn. Y no es poco, que
dar prueba de certeza frente a cualquier instancia püblica o privada, pueden
ser emitidos por funcionarios püblicos o por personas particulare&354.
Punto importante a saber, es que en Ia estructuraciôn tIpica de esta
modalidad del injusto, no se hace a(usiôn a que ía confección de ía certifi
caciOn médica, tenga Ia idoneidad yb potencialidad para poder causar un
perjuicio al derecho subjetivo de un tercero, claro está cuando es ingresado
a! tráflco jurIdico, /0 que 10 alejarIa de Ia sustantividad material
caracterizable en los delitos de falsedad documental, mas no puede
perderse de vista, que los medicos no certifican enfermedades a iniciativa
propia, sino a solicitud de los particulares, quienes pretenden obtenerlo, para
dane en definitiva un uso. Empero, dicha inferencia, no puede imp/bar que
se exija Ia posibilldad de causar un penjuicio al derecho de un tercero, a
efectos de darpor consumada Ia materialidad tIpica, ello supondrIa una
lesiOn a! principbo de lega!1dad1355.
1352 CREUS, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 465; BRAMONT-ARIAS TORRES, L.A.
y otro; Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 639.
1353 FONTAN BALESTRA, C.; Tratado de Derecho Penal. Parte Especial, T. VII, cit., p. 512;
SOLER, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 359.
1354 PAREDES INFANZON, J.; Delitos contra Ia Fe PUblica, cit., p. 173.
1355 Sin embargo, para GARCIA DEL Rio, en este caso, Ia ley requiere Ia efectiva producción
de un perjuicio. Coma tal no puede computarse Ia sola lesiOn a a fe püblica; pero,
prescindiendo de ello, ese perjuicio puede ser de cualquier naturaleza, y no solamente
patrimonial; Delitos contra Ia Fe PUblica, cit., p. 64.
TITULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 705
1356 BRAMONT-ARIAS TORRES, L. y otro Manualde Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 641.
1357 FONTAN BALESTRA, acota que el medico debe saber que el certificado se destinará para
internar a una persona sana en una manicomio, lazareto u otro hospital; Derecho Pe
nal. Parte Especial, cit., p. 992.
TiTULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 707
1358 Vide, aI respecto, PEJA CABRERA FREYRE, AR.; Derecho Penal. Parte General, T. II, cit.,
PS. 297-298.
708 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: TOMO VI
1359 Asi, PAREDES INFANZON, J.; Delitos contra Ia Fe Püblica, cit., p. 177.
1360 ROJAS VARGAS, F.; Jurisprudencia Penal Comentada, cit., p. 871.
TITULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 709
Una dogmática que se ajuste a los cãnones de una teorla del delito,
que delimita de forma coherente los elementos objetivos de los elementos
subjetivos, ha requerir ünicamente Ia presencia del dolo en Ia esfera anImica
del agente, con ciertas excepciones, que pueden ser necesarias, amen de
garantizar Ia no penalizaciOn de conductas que aün no encierran un mInimo
de sustantividad material. Empero, en Ia presente hipOtesis, basta con den
tificar el dolo en Ia persona del autor, de saber que está empleando en el
tráfico juridico una certificaciOn médica que es inveraz en su contenido, sin
necesidad de que se verifique un ánimo malicioso, Ia maldad, que nos remite
a esferas ontolOgicas propias de un subjetivismo excesivo, que penetra en
esferas muy internas del individuo delincuente, propio de un Derecho penal
de autor. Nos preguntamos, por tanto: Porque no se incluyO dicha inten
cionalidad, en el marco normativo de los delitos de Falsedad material y de
Falsedad ideolOgica? simplemente, porque es innecesaria.
Por lo demás, Ia concurrencia de Ia conducta maliciosa>, es un ele
mento que debe acreditarlo el acusador en su Teoria del Caso, a través de
las proposiciones fácticas pertinentes, idôneas y objetivamente demostra
bles.
El empleo de esta terminologia meta-juridica, no tiene nada que ver
con el do1o1361, para este presupuesto basta Ia conciencia y Ia voluntad de
realizaciôn tIpica, solo que el autor conozca que esta empleando en el trá
fico juridico una certificaciOn médica que contiene un diagnOstico falso, que
no se ajusta a Ia verdad de las cosas; Ia intención, los propósitos ulteriores
asi como Ia finalidad que anima al autor Ia realizaciOn de Ia conducta, son a
nuestro entender indiferentes.
1361 Vide, al respecto, PAREDES INFANZON, J.; Delitos contra Ia Fe Püblica, cit., p. 177; GARCiA
DEL Rio, F.; Delitos contra Ia Fe PUblica, cit. p. 66.
1362 En contra GARCiA DEL Rio, F.; Delitos contra Ia Fe Pciblica, cit., p. 64.
TITULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE POBLICA 711
que Ia enfermedad que afirma padece del paciente es inexistente; por tales
motivos, el error en que haya podido incurrir el profesional de Ia salud, sea
par no haber realizado los exãmenes suficientes a Ilevado par las opinion de
Un colega, elimina Ia tipicidad subjetiva, en tanto Ia incriminación culposa no
se encuentra contemplada en Ia literalidad normativa.
A parte del dolo, no se requiere Ia presencia de un elemento subjetivo
de naturaleza trascendente.
En Ia segunda modalidad del injusto, el dab cubre el hecho de sentar
en un certificado medico, una enfermedad mental que el paciente no padece
o, en su defecto, agravando el cuadra de Ia enfermedad.
Siguiendo 10 anotado, vemos, que acá el agente (galeno), dirige su
proceder antijurIdico, con un propósito ulterior: que se admita o inteme a una
persona en un hospital para enfermos mentales; definiendo Ia concurrencia
de un elemento subjetivo naturaleza trascendente. Si es que el môvil que
guiO Ia conducta del medico, fue ünicamente de ridiculizar al individuo, a de
hacer pasar como enajenado al paciente, para eximirlo de responsabilidad,
no se dará Ia tipicidad subjetiva en cuestiôn; pero, si el agente sabla que al
efectuar dicho diagnOstico, determinaria en Ia autoridad judicial Ia decision
de internar al inculpado en un hospital para enfermos mentales —y asi evitar
Ia pena-, Si deberá afirmarse Ia tipicidad subjetiva en cuestión.
En Ia tercera modalidad del injusto, el agente debe obrar necesaria
mente de forma dolosa, es decir, encamina su conducta, a emplear una cer
tificaciOn médica, sabiendo que su contenido es falso.
El aspecto cognoscitivo debe recorrer todos los elementos descritos
en Ia tipicidad objetiva, en cuanto a Ia naturaleza inveraz del contenido del
certificado medico, si es que aquel desconoce dicha propiedad intelectiva,
habremos de admitir un error de tipo; v.gr. el hombre de atrás que instrumen
taliza al hombre de adelante, donde este Oltimo desconoce Ia falsedad del
certificado medico (ceguera sabre los hechos), el primero habrá de respon
der coma autor mediato.
Aparte del dab, no se exige en esta variante tipica, Ia cancurrencia de
un elemento subjetivo de naturaleza trascendente.
El legislador ha incluido, de forma incarrecta —asumimos-, que el
agente que emplea el documento en el tráfico, ha de obrar maliciosamente,
cuando es suficiente con afirmar Ia tipicidad subjetiva, que el autor actüe
dolosamente: conciencia y voluntad de realización tIpica; quien usa una cer
titicación médica en el trãfico jurIdico, sabiendo que su contenido es falso,
ya se esta conduciendo reprochablemente, al incidir en una conducta que
afec ta las funciones esenciales del documento, por lo que exigir su
presencia, resulta innecesarlo y politico cnminalmente insatisfactorio.
TtTULO XIX: DELIT0s CONTRA LA FE POBLICA 713
1. COMENTARIOS GENERALES
Nuestras pistas y carreteras del Peru se han convertido —ya años
atrás-, en un foco visible y permanente de riesgos para los bienes juridicos
fundamentales de los ciudadanos; es casi a diario, que las familias peruanas
se yen enlutadas por el deceso de sus parientes, en mérito a los accidentes
de tránsito, que hoy en dIa constituyen Ia causa de mayor incidencia de las
muertes que ocurren en nuestro pals año a año.
No cabe duda que Ia conducciOn de vehiculos automotores constitu
ye una actividad riesgosa en Ia sociedad, mas permitida por Ia utilidad yb
funcionalidad que reporta a Ia ciudadanla. Riesgo permitido yb admitido,
que puede ser a su vez, en un nesgojurIdicamente desaprobado, cuando el
conductor en su proceder conductivo, infringe, desobedece yb contra viene
Ia normativa que regula esta conducta hurnana, generando un abanico de
respuestasjurIdicas porparte del Estado, entre éstas el Derecho penal, pre
viniendo y sancionando con pena ía lesion yb Ia puesta en peligro de bienes
jurIdicos personailsirnos y, el Derecho civil, determinando surnas indemniza
torios, por los daños causados por el cornportamiento antUurIdico.
Asi, el artIculo 19700 del CC, que dice ala letra lo siguiente: ‘Aquelque
mediante un bien riesgoso o peligrosos, o por el ejercicio de una actividad
riesgosa o peligrosa, causa un daño a otro, esta obligado a repararlo”.
El proceder negligente, temerario e imprudente de los conductores —
tanto del transporte püblico como privado-, pone de manifiesto una situaciOn
714 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: TOMO VI
1363 Conforme dicha calificaciOn es que no resulta suficierite, amen de definir el ámbito
de prohibiciOn, contemplar ünicamente a estructuraciOn formal de Ta tipiciciad
objetiva, al ser necesario remitirnos a una norma extra-penal, con 10 cual
complementamos el ámbito de protecciOn de Ia norma.
TITULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PTiBLICA 717
1364 Bajo otra consideración, podria argumentarse que el relato fáctico podria encuadrarse
también en los alcarices normativos del tipo penal contenido en el articulo 411° del CP
— Falsa declaraciOn en procedimiento administrativo; to cual no parece ser correcto,
en Ia medida que dicha conducciOn tipica está condicionada a que Ia autoridad
administrativa haya de efectuar una evaluación a a peticiOn del administrado y, asi
emitir una decision (resoluciOn administrativa), Ic que no se advierte, para obtener Ia
indemnizaciOn cubierta 01 el SCAT; Vide, más al respecto, to anotado en el análisis del
articulo 4110 del OP.
1365 QUINTERO OLIVARES, C.; Las falsedades documentales yla evoluciOn..., cit., p. 91.
720 DERECHO PENAL - PARTE ESPECIAL: TOMO VI
1366 Vide, al respecto, QUINTANO RIPOLLES, A.; La Falsedad Documental, cit., ps. 212-219.
T1TULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PITBLICA 721
IN HABILITACION
Art. 432.- “Cuando algunos de los delitosprevistos en este CapItulo sea
cometido por unfuncionario o servidorpzThlico o notario, con abuso de sus
frnciones, se be impondrd, además, Ia pena de inhabilitación de uno a
tres años conforme al artIcubo 36, incisos ly 2”.
TITULO XIX: DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA 725
1. COMENTARIOS GENERALES
1367 PEFA CABRRA FREYRE, A.R.; Derecho Penal. Parte General, T. II, cit., p. 331.
1368 PErJA CABRERA FREYRE, AR.; Derecho Penal. Parte General, T. II, cit., p5. 331-332.