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“LOS HOMÚNCULOS SENSORIAL Y MOTOR DE PENFIELD”

(SEGUNDA PARTE)

I. CONSIGNAS
A partir del material asignado, es importante:
- Recordar que ya se avanzó el contenido (primera etapa), por lo que el presente
encuentro con el zoom, se avanzará el tema propuesto.
- Revisar el material enviado, el presente contiene información complementaria a lo
avanzado en clases virtuales
- Ver las diapositivas que ordenan el contenido de la temática.
- Realizar la lectura del presente PDF.
- Realizar la lectura de documentos adjuntos si los considera necesarios.
- Elegir una temática de las propuestas durante todo el semestre, a partir de uno de
los contenidos, realizar un ensayo argumentativo, según formato adjunto.

II. INTRODUCCIÓN

El área somatosensorial se encuentra en el lóbulo parietal, dorsal al área motora primaria,


que se encuentra en el lóbulo frontal. Pero deberíamos tener en cuenta que no todos los
músculos del cuerpo ni todos los receptores táctiles tienen la misma importancia, así que
las áreas que controlan los músculos cuyo control ha de ser más fino o que reciben más
información táctil son áreas motoras o sensitivas de mayor tamaño. Por ejemplo, las zonas
táctiles más sensibles son los labios y las yemas de los dedos (por eso, cuando un bebé
quiere conocer un objeto que se encuentra en su entorno, lo toca y se lo lleva a la boca) y
las zonas donde el control motor ha de ser más fino son los dedos de la mano, para tener
una alta capacidad manipulativa, y los músculos de la cara, para controlar la capacidad
gestual y el lenguaje no verbal.

Esta información fue publicada en los años 50 por Penfield, que realizó unos trabajos de
manipulación de la corteza cerebral motora y somatosensorial de enfermos que debían
someterse a cirugía cerebral; a partir de sus estudios, Penfield representó gráficamente el
distinto tamaño de las áreas que regulan el movimiento y la sensibilidad de las distintas
partes del cuerpo, mediante lo que se dio en llamar el homúnculo motor y el homúnculo
sensitivo.

Los receptores sensoriales son más abundantes en las zonas de la piel más sensibles al
tacto, por lo que su campo receptivo (el área de la piel en la que un receptor detecta una
sensación táctil) es más pequeño en las zonas más sensitivas (porque hay más receptores)
y es mayor en las zonas menos sensitivas.

III. LOS HOMÚNCULOS SENSORIAL Y MOTOR DE PENFIELD: ¿QUÉ SON?

Estos curiosos mapas del cuerpo en el cerebro tienen la forma de humanos

desproporcionados.

En el campo de las neurociencias son muy célebres los homúnculos corticales o de

Penfield, representaciones humanizadas de la distribución de los nervios y estructuras

cerebrales que se relacionan con funciones motoras y sensoriales. Se han creado


homúnculos distintos para estos dos aspectos ya que la topografía cerebral varía entre los

dos.

Estos seres tienen un aspecto similar al de las personas, si bien sus miembros son poco

proporcionados; tales irregularidades resultan muy útiles para conceptualizar la inervación

diferencial de las partes del cuerpo, el aspecto clave en la morfología de los homúnculos.

IV. ¿QUÉ ES EL HOMÚNCULO DE PENFIELD?

Entre 1937 y 1954 el neurocirujano estadounidense Wilder Penfield y sus colaboradores

desarrollaron diversas representaciones de un aspecto llamativo de la topografía cerebral:

la presencia de “mapas” de las vías nerviosas, tanto las sensoriales como las motoras, en

la corteza.

Las distintas funciones de nuestro organismo no se encuentran representadas de forma

proporcional en dicho mapa, sino que su tamaño depende de la complejidad de los

nervios correspondientes. No obstante, la localización de estas áreas cerebrales sí

presenta paralelismos notables con la estructura externa del cuerpo.

Esto dio lugar a que Penfield se inspirara en el peso relativo de cada función en la corteza

cerebral para crear imágenes simbólicas de un “homúnculo”, término proveniente del latín

que se traduce como “hombrecillo” y que se ha usado con frecuencia a lo largo de la

historia para designar a seres humanos artificiales, sobre todo en el contexto de obras de

ficción.

Dado que existen representaciones topográficas cerebrales diferenciadas entre las

funciones motoras y las sensoriales, podemos encontrar en realidad dos homúnculos con

características distintivas que merece la pena detallar.


- ¿A qué se debe su forma?

El homúnculo de Penfield fue calificado de grotesco por su propio autor a causa de la

irregularidad de su morfología: mientras que las manos, la boca, los ojos y las orejas son

desproporcionadamente grandes en comparación con el cuerpo humano, el resto del

homúnculo tiene una apariencia débil.

La comparación entre las enormes manos y los brazos, frágiles y delgados, resulta

particularmente llamativa. Estas características están aún más marcadas en el caso del

homúnculo motor que en el sensorial debido a que las funciones relacionadas con el

movimiento están menos distribuidas que las sensoriales.

La causa del peculiar aspecto de los homúnculos son las diferencias en la inervación de las

distintas partes del cuerpo: cuanto más intensa y compleja es la conexión entre una de

ellas y el cerebro, mayor el tamaño de la sección correspondiente en la corteza cerebral.

V. EL HOMÚNCULO SENSORIAL Y LA CORTEZA SOMESTÉSICA

El homúnculo sensorial representa la corteza somestésica o sensorial primaria, que se

localiza en el giro poscentral, una circunvolución cerebral situada en la región del lóbulo

parietal anexa al frontal. De hecho, Penfield fue el primero en describir esta parte del

cerebro, que se corresponde con las áreas 1, 2 y 3 del modelo de Brodmann.

En esta sección de la corteza la representación del esquema corporal se encuentra

invertida: los dedos de los pies están en la parte superior del lóbulo, mientras que la boca

está localizada en la parte inferior. Asimismo el “mapa topográfico” de cada hemisferio del

cuerpo está en la mitad opuesta del cerebro. Lo mismo sucede en el caso del homúnculo

motor.

Este homúnculo tiene un aspecto algo menos desproporcionado que el motor. Sin

embargo, el rostro y las manos son muy grandes en comparación con el resto del cuerpo

debido a que estas regiones están dotadas de muchos receptores cutáneos; la densidad de

estas células en una parte del cuerpo determina el tamaño de su representación cortical.

La corteza somestésica recibe la mayor parte de las proyecciones de información sensorial

que llegan al cerebro a través del tálamo, una estructura que actúa como punto de

conexión entre el córtex y otras regiones más periféricas.

Esta parte de la corteza cerebral no se ocupa sólo de la estimulación proveniente del

mundo externo, sino que también procesa información sobre la propiocepción, es decir, las

sensaciones que el cuerpo detecta sobre la posición relativa de los músculos. Este sentido

es fundamental para el movimiento, la postura o el equilibrio, entre otras funciones.


VI. EL HOMÚNCULO MOTOR Y LA CORTEZA MOTORA PRIMARIA

La representación cortical de los nervios motores y de los receptores cutáneos

correspondientes se sitúa en la corteza motora primaria, en el surco central, una región

del lóbulo frontal que se encuentra justo al lado de la corteza somestésica; por tanto, los

dos homúnculos corticales están muy cerca el uno del otro.

La corteza motora primaria es el área del cerebro más importante para el funcionamiento

del sistema motor: recibe aferencias del tálamo y trabaja conjuntamente con el resto de

regiones asociadas al movimiento, como la corteza motora suplementaria, para elaborar y

ejecutar esquemas motores.

El aspecto del homúnculo motor es aún más grotesco que el del sensorial: su boca, sus

ojos y sobre todo sus manos son enormes en comparación con el tronco, los brazos o las

piernas. Esto se debe a la mayor especificidad en la localización de los receptores y nervios

motores, mucho menos numerosos que los sensoriales en gran parte del cuerpo.

Dado que las conexiones sinápticas, que constituyen la base del sistema nervioso, se

modifican durante la vida en función de la experiencia y de la práctica, el homúnculo

motor cambia en una misma persona a medida que pasa el tiempo y difiere más que el

sensorial en el plano interindividual.


Bibliografía /webgrafía
Colmenares, A. F. (2012). La activación de las estructuras cerebrales. A C C I Ó N P E D A G
Ó G I C A.

RGS, U. d. (28 de Agosto de 2018). Unidad de Neurocirugia RGS. Recuperado el 9 de Junio


de 2020, de https://neurorgs.net/docencia/postgraduados/anatomia-y-funcion-de-
la-corteza-cerebral-humana-areas-de-brodman/

https://prezi.com/p/vpdz2tecoalh/homunculo-sensitivo-y-motor/
https://www.youtube.com/watch?v=TIg5aHHbpcw
https://www.youtube.com/watch?v=Amgub4HAjpU

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