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Aspectos básicos sobre los lóbulos del cerebro

Anatómicamente, es muy fácil reconocer la división que existe entre los dos
hemisferios del cerebro, porque vistos desde arriba un espacio notable los
mantiene separados. Se trata de la cisura interhemisférica, que es algo así
como una grieta rectilínea que separa las partes superiores y más superficiales
del encéfalo y delimita dónde empieza un hemisferio cerebral y dónde acaba
otro.
Sin embargo, más allá de este signo tan evidente gracias al cual podemos
hacernos una idea muy superficial sobre la anatomía del cerebro, si lo que
queremos examinar es la estructura de cada uno de estos elementos la cosa se
complica. Cada hemisferio está cubierto por una capa llamada corteza
cerebral (que es la parte más visible del cerebro y parece estar lleno de
arrugas y surcos), y esta corteza puede dividirse en diferentes parcelas
atendiendo a sus distintas funciones y localizaciones. 
Estas parcelas son los lóbulos del cerebro, y a continuación puedes leer
sus aspectos más básicos.

Lóbulo frontal
Marcado en azul en la imagen.
En los humanos, es el más grande de los lóbulos del cerebro. Se caracteriza
por su papel en elprocesamiento de funciones cognitivas de alto nivel tales
como la planificación coordinación, ejecución y control de la conducta. Por
extensión, también hace posible el establecimiento de metas, la previsión,
la articulación del lenguaje y la regulación de las emociones. Además, del
lóbulo frontal nace la capacidad para tener en cuenta a los demás y establecer
teoría de la mente.
En definitiva, es uno de los lóbulos cerebrales con un papel más destacado en
las funciones que relacionaríamos de un modo más directo con la inteligencia,
la planificación y la coordinación de secuencias de movimientos voluntarios
complejos. Esta parte de la corteza es propia de animales vertebrados y es
especialmente grande en los mamíferos y las aves, ya que estos grupos
evolutivos contienen las especies más inteligentes del planeta.
Más sobre este lóbulo en el siguiente post: "¿Qué es el lóbulo frontal y cómo
funciona?"
Lóbulo parietal
Se encuentra entre los lóbulos frontal y occipital (de color amarillo en la
imagen). Se encarga principalmente de procesar información sensorial que
llega de todas las partes del cuerpo, como el tacto, la sensación de
temperatura, el dolor y la presión, y es capaz de relacionar esta información
con el reconocimiento de números. También hace posible el control de los
movimientos gracias a su cercanía a los centros de planificación del lóbulo
frontal.
Además, recibe información visual proveniente del lóbulo occipital y trabaja
creando asociaciones entre este tipo de datos y otros inputs provenientes de
otras áreas.

Lóbulo occipital
En los seres humanos, es el menor de los cuatro principales lóbulos del
cerebro y se encuentra en la zona posterior del cráneo, cerca de la nuca
(aparece pintado de rojo en la ilustración). Es la primera zona de la
neocorteza a la que llega la información visual. Por lo tanto, tiene un papel
crucial en el reconocimiento de objetos cuya luz es proyectada sobre la retina,
aunque por sí misma no tiene la capacidad para crear imágenes coherentes.
Estas imágenes son creadoas a partir del procesamiento de estos datos en unas
zonas del cerebro llamadas áreas de asociación visual.
El lóbulo occipital manda información sobre la visión hacia otros lóbulos
cerebrales a través de dos canales de comunicación diferentes. 

 El primero de ellos, que va hacia la zona frontal del cerebro a través de


la zona ventral (es decir, la más alejada de la zona superior de la cabeza),
procesa información sobre el "qué" de lo que se ve, es decir, el contenido de la
visión. 

 El segundo canal, que va hacia la parte frontal a través de la zona dorsal


(cercana a la coronilla), procesa el "cómo" y el "dónde" de lo que se ve, es
decir, aspectos del movimiento y la localización en un contexto más amplio.

Lóbulo temporal
Los lóbulos temporales de cada hemisferio se encuentran a los laterales del
cerebro, dispuestos horizontalmente y pegados a las sienes (uno de ellos
aparece marcado en verde en la imagen). Reciben información de muchas
otras áreas y lóbulos del cerebro y sus funciones tienen que ver con
la memoria y el reconocimiento de patrones en los datos provenientes de los
sentidos. Por lo tanto, juega un papel en el reconocimiento de rostros y
voces, pero también en el recuerdo de palabras.

Ínsula
La ínsula es una parte de la corteza que queda oculta entre el resto de lóbulos
del cerebro y para verla, es necesario apartar entre sí los lóbulos temporal y
parietal. Es por eso que frecuentemente no es tenida en cuenta como un lóbulo
más.
Está pegada a estructuras encargadas de hacer posible la aparición
de emociones y probablemente se encarga de mediar entre estas y los
procesos cognitivos que se realizan en el resto de lóbulos del cerebro.
Lóbulo frontal

Los lóbulos frontales son la esencia misma del resultado de nuestra


evolución. Situados en la parte frontal de la cabeza, y justo debajo de
los huesos frontales del cráneo y cerca de la frente, conforman la
región más afinada de nuestro cerebro, la que más tiempo tardó en
evolucionar y aparecer. Así, entre las diversas tareas que puede llevar
a cabo, están las siguientes:

 Producción de habla y lenguaje gracias al área de Broca,


una región excepcional que nos permite traducir los pensamientos en
palabras.
 Asimismo, el lóbulo frontal se caracteriza sobre todo por sus
procesos cognitivos, por esas sofisticadas tareas ejecutivas que
nos permiten planificar, fijar la atención, memorizar datos a largo
plazo, comprender lo que vemos, regular las emociones, etc.
 Asimismo, el lóbulo frontal nos permite también comprender y
reaccionar ante los sentimientos de los demás. Hablamos cómo no, de
la empatía.
 Regulación de la motivación y búsqueda de
recompensas: la mayoría de las neuronas sensibles a la dopamina
del cerebro se encuentran en el lóbulo frontal.
Lóbulo parietal
 El lóbulo parietal está sobre el lóbulo occipital y detrás del lóbulo
frontal. Sus funciones son múltiples, pero si hay algo que define a
esta área cerebral es su papel en la percepción sensorial, el
razonamiento espacial, el movimiento del cuerpo y nuestra
orientación.
 Es además en esta área donde se capta la información sensorial
relativa a la mayoría de nuestros órganos sensoriales. Es aquí donde
se procesa y regula la sensación del dolor, la presión física y la
temperatura, etc.
 Asimismo, gracias al área parietal podemos comprender la
naturaleza de los números. Su relación con las competencias
matemáticas es por tanto muy relevante.
Lóbulo occipital

De entre los 4 lóbulos cerebrales, el occipital es el más pequeño a la


vez que interesante. Se sitúa cerca de la nuca y no realiza una función
en concreto. Es casi como esa ruta de paso por donde pasan, se
organizan y conectan la mayoría de nuestros procesos mentales.

 Participa en los procesos de percepción y reconocimiento


visual. 
 El lóbulo occipital, además, tiene una importancia clave en todo
lo relativo a nuestro sentido de la visión. De hecho, su corteza integra
diversas áreas visuales como la que detecta los patrones, procesar
esa información y enviarla a otras áreas del encéfalo.
 Nos ayuda a diferenciar los colores.
 Participa también en la elaboración de las emociones y
pensamientos.
Lóbulos temporales
Pegados casi a las sienes y a ambos lados de nuestro cerebro,
están esos lóbulos que regulan también gran cantidad de
procesos. Como hemos podido ver hasta el momento, resulta muy
complicado asociar a cada una de estas estructuras a una única
función especializada. Todas dependen unas de otras, todas se hallan
conectadas y favorecen esa armonía perfecta donde los lóbulos
temporales desempeñan también tareas esenciales:
 Nos ayuda a reconocer rostros.
 También se relacionan con la articulación del lenguaje y la
comprensión de los sonidos, las voces y la música.
 Facilita el equilibrio.
 Participa en la regulación de las emociones, como la
motivación, la rabia, la ansiedad, el placer… 
La ínsula lobular
Hemos hablado a lo largo del artículo de que nuestro cerebro se
organiza en cuatro lóbulos. Bien, desde un punto de vista
neuroanatómico, son muchos los estudios que nos hablan de
una quinta región. Hablamos de la ínsula, un lóbulo oculto justo
debajo de los lóbulos temporal, frontal y parietal. Es un área muy
recóndita y de complejo acceso localizada entre diversos los vasos
venosos y arterias.
No se conoce con exactitud cuáles son sus funciones. No obstante,
han podido observarse diferentes procesos y alteraciones en
pacientes que sufren epilepsia y que presentan diferentes daños en
esta estructura. Participaría por ejemplo en el sentido del gusto, en
el control visceral y la somatopercepción y estaría relacionada
también con nuestros procesos emocionales al formar parte también
del sistema límbico.

Para concluir, como podemos ver los lóbulos cerebrales conforman un


mapa fascinante de procesos y conexiones donde resulta muy difícil
establecer límites funcionales. Quizá, de todos, el más interesante
sea el lóbulo frontal por encargarse de esas funciones
ejecutivas que suponen sin duda un avance en nuestra especie. De
hecho, en ella se asientan procesos tan importantes como la
planificación o el control de estímulos.  Sea como sea, hay algo que
tampoco podemos olvidar: nuestro cerebro sigue evolucionando…

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