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El documento discute el principio de autotutela como fundamento de la ejecución forzosa de actos administrativos. Explica que a diferencia de las relaciones entre particulares, la administración protege los intereses generales por sí misma sin necesidad de los tribunales. También describe que la ejecución forzosa se deriva del privilegio de autotutela de la administración para proteger dichos intereses. Finalmente, señala que aunque la administración puede ejecutar sus propias resoluciones, esto implica tutelar los derechos fundamentales de
Descripción original:
Ejecutoriedad y ejecutividad del acto administrativo.
Título original
Principio de Autotutela como fundamento de la Ejecución forzosa de actos administrativos
El documento discute el principio de autotutela como fundamento de la ejecución forzosa de actos administrativos. Explica que a diferencia de las relaciones entre particulares, la administración protege los intereses generales por sí misma sin necesidad de los tribunales. También describe que la ejecución forzosa se deriva del privilegio de autotutela de la administración para proteger dichos intereses. Finalmente, señala que aunque la administración puede ejecutar sus propias resoluciones, esto implica tutelar los derechos fundamentales de
El documento discute el principio de autotutela como fundamento de la ejecución forzosa de actos administrativos. Explica que a diferencia de las relaciones entre particulares, la administración protege los intereses generales por sí misma sin necesidad de los tribunales. También describe que la ejecución forzosa se deriva del privilegio de autotutela de la administración para proteger dichos intereses. Finalmente, señala que aunque la administración puede ejecutar sus propias resoluciones, esto implica tutelar los derechos fundamentales de
El principio de autotutela como fundamento de la Ejecución forzosa de actos
administrativos. - A diferencia de lo que sucede en las relaciones entre particulares, que deben someter sus conflictos a los tribunales, mediante una "heterotutela", la administración es defensora de los intereses generales frente a los particulares, y los protege por sí misma. La ejecución forzosa de los actos administrativos es consecuencia del privilegio de "autotutela" de la administración, uno de los fundamentos del derecho administrativo como derecho tutor de los intereses generales, que atribuye a los actos administrativos dos atributos:
La ejecutividad del acto administrativo está referida al atributo de eficacia,
obligatoriedad, exigibilidad, así como al deber de cumplimiento de todo acto regularmente emitido conlleva a partir de su notificación; está vinculada a la validez del acto administrativo.
La ejecutoriedad del acto administrativo, en cambio, es una facultad inherente al
ejercicio de la función de la Administración Pública y tiene relación directa con la eficacia de dicho acto; en tal sentido, habilita a la Administración a hacer cumplir por sí misma un acto administrativo dictado por ella, sin la intervención del órgano judicial, respetando los límites impuestos por mandato legal, así como a utilizar medios de coerción para hacer cumplir un acto administrativo y a contar con el apoyo de la fuerza pública para la ejecución de sus actos cuando el administrado no cumpla con su obligación y oponga resistencia de hecho .
La Administración Pública tiene la capacidad para proteger directamente sus
intereses, pudiendo incluso exigir por sí misma el cumplimiento de sus actos. Sin embargo, esta facultad de "autotutela" de la Administración Pública de ejecutar sus propias resoluciones, sustentada en los principios de presunción de legitimidad y de ejecución de las decisiones administrativas, implica la tutela de los derechos fundamentales de los administrados que pueden verse amenazados o vulnerados por la actividad de la Administración, como son los derechos al debido procedimiento y a la tutela judicial efectiva.