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El Sistema de Editoriales Regionales es

un proyecto editorial impulsado por el


Ministerio del Poder Popular para la
Cultura, a través de la Fundación
Editorial El Perro y La Rana, tiene como
objetivo fundamental brindar una
herramienta esencial en la construcción
de las ideas: el libro. El Sistema Editorial
funciona en todo el país con el objetivo
de editar y publicar textos de autores
que habitan en las regiones.
Cada módulo está compuesto por una
serie de equipos que facilitan la
elaboración de libros. Además, cuenta
con un Consejo Editorial Popular
conformado por representantes de los
escritores y del Gabinete de Cultura.
La presente edición se efectúa con el
patrocinio del Instituto de Cultura del
Estado Falcón.
Neptalí Chirino Mestre

Microrrelatos sobre espantos


grises y amarillos
© Neptalí Chirino Mestre, 2020.
© Fundación Editorial El Perro y La Rana, 2020.
Centro Simón Bolívar, Torre Norte, piso 21, El Silencio,
Caracas - Venezuela, 1010.
Teléfonos: (0212) 768.8300 / 768.8399.
comunicaciones@fepr.gob.ve
editorialelperroylarana@fepr.gob.ve
www.elperroylarana.gob.ve
Plataforma del libro y la lectura: Francis Jiménez
Revisión Editorial: Gabriel Jimenez Emán
Transcripciones y corrección: Gloritza Méndez
Diseño gráfico: Elmer Ayllón Carcelén
Sistema Editorial Regional - Falcón
Calle Ampíes, Edificio Santa Rosa
Instituto de Cultura del Estado Falcón, INCUDEF

Depósito Legal N°: DC2017002059


ISBN: 978-980-14-3871-7
Dedicatoria
A mi Padre Pedro Neptalí Chirino Oberto, sus cuentos y
relatos remesen la memoria preñada de recuerdos, donde
la verdad y la ficción se enamoran, para procrean híbridos
que se manifiestan vivaces en la cultura popular, en nuestro
folklore…
Neptalí Chirino

El cachicamo gigante

En ese sitio ocurren cosas extrañas, se te eriza la piel


cuando cruzas bajo sus inmensos árboles. Cuentan que allí,
en las oscuras noches, aparece un Cachicamo Gigante lan-
zando fuego por su hocico .Un día, un joven llamado Feison,
regresaba un poco tarde a su casa por el camino a Conopía,
allí vio un cachicamo atravesado en el camino, él corrió a
patearlo y cuando golpea el animal, se rompe la pierna, pues
era un espanto gris que se convirtió en una sólida piedra. El
joven permaneció herido en el lugar, hasta el amanecer...

Coro, 26/04/2014 Hora: 7:15 a.m.

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Microrelatos sobre espantoss grises y amarillos

El gallo de la pasión

Era una noche sin luna, el reloj marcaba las 12 de la ma-


drugada y la carretera de tierra mostraba el rostro del trajín
incesante de los moradores del poblado vecino. En el solitario
camino a Piedra de Agua, un Gallo Blanco rompe el silencio
con su tenebroso y persistente canto - es el Gallo de la Pa-
sión- anuncia la hora de los espíritus. Se torna una oscurana
en medio de las sombras y el misterioso emplumado se pierde
en un eco que se escurre por el espeso montarral tupido de
espantos grises y amarillos.

Coro, 21 de abril de 2014 09:00 p.m.

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Neptalí Chirino

El príncipe de las ceibas

Esa mañana las gigantescas Ceibas y Jabillos se estreme-


cían bailando al ritmo de los fuertes vientos que entran a las
riveras del río Cariagua tumbando las ramas secas y envejeci-
das. Esto suele suceder en la proximidad de la Semana Santa,
donde es preferible no meterse al monte, pues las culebras en
estos días se alborotan. Esto era cierto, esa mañana el pueblo
de San Luis estaba agitado, en un caserío cercano, al señor
Domingo lo mordió una Mapanare y de urgencia lo lleva-
ron a Coro. Ese mismo día la muchachería salió en busca del
misterioso Príncipe de las Ceibas, que según cuentan, es una
culebra de cinco metros de largo, color verde y en la cabeza
lleva una corona o cresta de color rojo que contrasta con sus
gigantescos ojos negros y brillantes.
- ¡Muchachos del carajo! -Exclamo el señor Colacho –
no saben que ese animal hipnotiza a la gente y luego escupe
veneno por la boca, véanlo algún día como se para derechito
y silva como un pájaro, pero luego corran duro, pedazos e
pendejos. Las advertencias del señor Colacho, quien era el
encargado de la Hacienda la Puente fueron ignoradas por los
tercos muchachos, internándose a lo largo del río Cariagua
y atravesando los predios de la Hacienda Guaracama. En esa
parte de San Luis, los caminos son angostos y llenos de es-
pinas y carrizos. En un enorme tronco desintegrado por el
tiempo, se levanta una gigantesca cabeza mostrando sus fi-
losos colmillos, su cresta roja se levanta y girando su cuerpo
para enrollarse en las hojarascas, todos quedan paralizados
momentáneamente, para luego disparar sus tiratiras sobre el
animal que se movía esquivando como un relámpago. Se oye
un silbido cuyo eco estremece los montes a lo largo del Caria-
gua y todos corren abriendo camino ante el tremendo susto
que les dio el Príncipe de las Ceibas.

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Microrelatos sobre espantoss grises y amarillos

La mano negra fantasmal

Algunos espantos cruzan el umbral hasta nuestro mundo


y luego no se sabe más de ellos. Por allí cerca de 1955, gober-
naba para entonces en Venezuela el General Marcos Pérez
Jiménez, que por cierto cuentan, era aficionado a las fiestas
carnestolendas. En un pueblo llamado San Luis de Cariagua,
se preparaban para la celebración de dichas festividades, no
había Reina y menos carrosa, pero una joven se ofreció vo-
luntariamente para esta nominación, no hubo elección, sólo
una candidata.
Tampoco conseguían una carrosa para pasear a la Reina
de los Carnavales de San Luis, es así que un joven llamado
Nicolás, se le ocurrió la osada idea de tomar sin permiso una
camioneta Ford con el nombre “la Callejera, estacionada en
la calle Santa Rosa, la cual era propiedad del señor Perucho
Jiménez, el cual había comprado al señor Ángel Chirinos. El
Joven Nicolás toma la camioneta y la conduce para recoger a
la Reina del Carnaval, quien ya estaba maquillada y se diri-
giría a la casa de su padre en la Plaza Bolívar del Pueblo. En-
traba ya la tarde, todo parecía normal en el recorrido, pero
cuando cruzaban en medio del puente Linares, aparece una
Mano Negra Fantasmal y le arranca el volante a Nicolás, es-
tos se voltean aparatosamente en la “Callejera”. No hubo he-
ridos por fortuna y en medio de la confusión, el joven chofer
confeso su travesura y por un buen tiempo los bromistas le
llamaron “Mano Negra”, como apodo, pero todo cambió
cuando Nicolás cansado, les amenaza diciéndoles que carga-
ba un revolver calibre 38, entonces, de allí en adelante, los
bromistas del pueblo optaron por llamarle “treinta y ocho”.

9
Neptalí Chirino

Espantos grises y amarillos

Un día cualquiera del año 1986, se realizaban trabajos de


construcción en la Escuela Dimas Segovia de San Luis, los
trabajadores encontraron una tinaja llena de huesos y figuras
extrañas. Los jóvenes John y Nando rescatan el hallazgo in-
formando a la Universidad Francisco de Miranda, Gritaron
-¡Se ha descubierto un cementerio indígena!
Un día, años atrás y hoy también, después de media no-
che, en la escuela Dimas Segovia se escuchan lamentos de
espantos grises y amarillos que caminan de un lugar a otro,
allí puedes ver sus ojos luminosos buscando la tinaja y sus
huesos…

Coro, 26/04/2014 Hora: 12:18 p.m.

10
Microrelatos sobre espantoss grises y amarillos

Augurios de la guacoa

Los moradores del Cariagua se inquietan ante el tormen-


toso e incesante canto de la Guacoa, ese pájaro de color gri-
sáceo, galliniforme y ojos gigantescos, vino otra vez entris-
teciendo la tarde, anunciando que cerca merodea la muerte.
Esas mujeres vestidas de negro dan sus pronósticos para el
mórbido enfermo; se jodió el convaleciente y también ese
animal por haber escogido esos palos para cantar. En el ce-
rro, un pendejo le mienta la madre al pájaro, creyendo que
le entiende -dice, que insultarla ahuyenta el mal agüero, así,
coge camino buscando otro infortunado para llevárselo al
más allá.

Coro 21 de abril de 2014

11
Neptalí Chirino

Mirada de pez

Algunos creyentes cruzan la calle vistiendo túnicas mo-


radas, la Procesión está por iniciar en medio de un gentío.
Mi padre nos dice que hoy no debemos bañarnos, es jue-
ves Santo, que si lo hacemos nos convertiremos en Peces.
Dice- ¿no me crees? -Debajo del puente Linares hay personas
transformadas en sardinas por violar esa creencia. En un des-
cuido, corrí como un vendaval a cerciorarme del misterioso
anuncio, baje al río Cariagua y me senté a esperar a los infor-
tunados. Al rato, sale un gran pez de color gris con amarillo
y estático se quedó mirándome...

Coro 22/04/2014 09:32 p.m.

12
Microrelatos sobre espantoss grises y amarillos

A media noche

Estos inquilinos prometen ser buenas personas, nunca se


quedan hasta tarde viendo la televisión, además los niños co-
men sopa, ello me pone a reflexionar. Esto de cruzar las pa-
redes y parecer una luz blanca, no me hace sentir bien, ya no
quiero seguir asustando a cuanto forastero llega en esta casa,
que de paso, todo sucede a media noche. No tengo memoria
y me asustan los carros, su ruido me hace flotar por los aires,
tan pronto amanezca me esfumo con el humo de la chime-
nea…

Coro, 15/05/14

13
Neptalí Chirino

El gallo con dientes

Tremenda borrachera la del viejo Pancho, alucinando


desde que dio muerte a un extraño animal llamado Pereza,
dicen que le arranco el cuero para utilizarlo como remedio
casero contra las hemorroides. Ese viejo no deja de contar
que bajando por el enmontado callejón que viene de la igle-
sia, se le apareció un gallo con unos tremendos dientes, dice
que el fenomenal emplumado no dejaba de reírse a carcaja-
das - ¡Carajo! Y nosotros, cuando terminaremos de abrirle el
pico a tantas gallinas y gallos…

Coro, 15/05/14

14
Microrelatos sobre espantoss grises y amarillos

Gritos

Cuando escuché sus escalofriantes gritos, imaginé que


eran producto del dolor por la muerte de su padre, ¡pero no!,
La gente corría de un lado a otro confundida. Un patético
escenario trágico - horripilante, pasaba en aquella casa de
barro, el difunto había abierto sus ojos ante la presencia de
un pariente muy cercano. Nadie se explicaba cómo había
sucedido, pero los presentes gritaban – abran el ataúd, cierren
sus ojos y no lo perturben más, ya lo dejó escrito, su única
herencia se la comerán los gusanos…

Coro, 17/05/2014

15
Neptalí Chirino

El guardián

Ascendía lentamente desde las profundidades del pozo


azul, sus ojos azules brillaron al resplandor de los rayos lumi-
nosos que entraban por las ramas de las centenarias ceibas, su
pelo blanco destilaba las aguas cristalinas del manantial, ¡era
el Guardián! Esa mañana nadie cruzaba por aquel sendero
cubierto de hojas secas, un silencio profundo y luces multi-
colores desdibujaban la naturaleza en un encantamiento mis-
terioso, el espacio entre los arboles daba vueltas atrapado en
remolinos de fríos vientos El Guardián terminó de ascender
del infinito, y con sus carcajadas, estremeció las riveras del
Naguache, alborotando los pájaros negros…

Coro, 19/05/2014

16
Microrelatos sobre espantoss grises y amarillos

Las vampiras no existen


.
Las vampiras no existen - pero ¿qué hace esa mujer pa-
rada al pie de mi cama? Sus ojos brillan como fuego de leña
seca, sus cabellos son negros como tinieblas y sus gigantescos
colmillos se hunden en sus labios húmedos y carnosos. ¿Será
mi imaginación? O tal vez es una vampiresa de rostro pálido
amarillento, sedienta de sangre. Confieso que estoy cagado
del miedo, viene los domingos en la madrugada y se va con la
entrada de la alborada, ojalá no se atreva a morderme.
- ¡A verga, voy a dormirme, eso debe ser mi imagina-
ción!...

Coro, 22/05/2014

17
Neptalí Chirino

Mirada de fuego

Un aroma a café hecho en braza de fogón, hipnotiza los


espíritus grises y maromeros que con sus piruetas desconchan
las húmedas paredes de la antigua casa al fondo de la calle
de los Potes, igual trasnochan con su fría intención de pre-
sentarse como espantos que ya no asustan- ¡No enciendan la
luz! - Fíjense como chorrea sus babas aquél espectro amarillo
con mirada de fuego - nos mira con ganas de degollarnos, y
eso intentará, pero sólo es lo que les dije, un espanto distante
de lo real…

18
Microrelatos sobre espantoss grises y amarillos

Ojos grises

Desde acá se ve la piscina de San Luis, muévete por este


sendero angosto tupido de monte y gigantescas ceibas, baje-
mos por aquellos tramos encharcados donde los matorrales
oscurecen el camino. Allá abajo ¿ves aquella mata de mango
pintada hasta el coropito de amarillo? Al frente de ese árbol,
se encuentra el pozo profundo de aguas oscuras, detente un
momento, mira esos ojos grises que se mueven en sus aguas,
se asoman y se esconden, ni se te ocurra meterte en sus pro-
fundidades ¡mira allí andan otra vez, quieren tragarnos!….

Coro, 27/07/2014

19
Neptalí Chirino

Ahuyentando duendes

Desde la cocina pintada con humo del fogón y viejas te-


laraña guindadas en el techo, una anciana grita - ¡muchachos
si van al ojo de agua, lleven granitos de sal, son buenos para
ahuyentar los Duendes, si no les resulta, hagan sus necesida-
des y cómanse la mierda, estos elementos temen a las perso-
nas asquerosas! Con la sequía de estos días los Duendes andan
arrechos con la gente. Los muchachos bajaron en busca de
bisures y cuanto animal se atravesara.
Alguien dice – ves aquel hombrecito - Díganme- ¿de-
jaron la sal? Preparen sus estómagos pedazos de pendejos, a
comer mierda.

Coro 01/08/2014

20
Microrelatos sobre espantoss grises y amarillos

El gigante con tetas

Sus pisadas se escuchan al cruzar por el garaje de aquella


casa, bajaba lentamente, su sombra amarilla pasaba por el an-
gosto pasillo medio oscuro. Es el Gigante con Tetas, todas las
noches camina y asusta al pequeño que se esconde debajo de
una vieja cobija de retazos de trapos, este se protege detrás del
delgado cuerpo de su madre y el gigante pasa de regreso, es-
capa por algún pasadizo secreto que abre durante noche - ya
se marchó en la oscuridad, ahora a dormir, ojalá no se regrese
otra vez, ese coño de madre…

Coro, 02-08-2014 hora 9:38 p.m.

21
Neptalí Chirino

La sotana negra

Un viento frío estremece los pinos frente al templo reli-


gioso de San Luis, ya es media noche, desde esta rendija de la
ventana se ve cuando un cura vestido con sotana negra cruza
la acera proveniente de la plaza del pueblo, lleva un gorro
negro en su cabeza. Se para al frente de la gigantesca catedral,
se santigua y cruza la puerta cerrada con la rapidez de un re-
lámpago. Yo no me quito de la ventana porque al rato vuelve
a salir y casi corriendo arrastra su larga sotana cerro arriba,
hasta desaparecer ante mis narices…

Coro, 03-08-2014 hora: 11:28 pm

22
Microrelatos sobre espantoss grises y amarillos

Exorcismo en el chimborazo

San Luis se llenó de turistas y forasteros buscando un cli-


ma fresco de montaña, una joven baja de un vehículo, vestía
de negro, su maquillaje un poco exagerado en colores, pero
definitivamente hermosa. Un muchacho del pueblo se ena-
mora de ella y deciden vivir juntos, un día la referida joven
mostró su rostro diabólico, sufrió una transfiguración, pe-
gaba brincos hasta trastumbar el techo de la vieja casa en la
calle El Chimborazo. Aquella noche se realizó el exorcismo,
por fin llegó el Pastor Omar, mil oraciones, y el horrendo ser
abandonó el pueblo…

23
Neptalí Chirino

Las bolas de fuego

El camino se iluminó con una luz amarilla, a baja altura


se movían en el aire tres bolas de fuego, lentamente recorrían
con su vuelo el centro del camino deteniéndose por momen-
tos. Suben por un camino angosto alumbrando la oscurana,
cuentan que son ánimas en pena que vagan por los caminos
en busca de gente caída en desgracia. Las bolas de fuego se
detienen y se vuelven en mí dirección, ahora me persiguen
y no puedo correr, me elevan por el aire, me sueltan y final-
mente despegan verticalmente por el cielo…

24
Microrelatos sobre espantoss grises y amarillos

Benito el rápido

Una ventolina arrastraba la tierra árida y amarilla de aquel


inhóspito caserío, ubicado al sur de San Luis; las ramas secas enro-
lladas atraviesan la carretera principal, rememorando las películas
del lejano oeste al estilo John Wayne. Un camión azul de barandas
se dirige rumbo a la ciudad de Coro por la carretera Pecaya-Agua
clara, lo conduce un señor llamado Monche, que debió ser Ra-
món, quien además iba acompañado de Euclides y Celinda, su
esposa. Por la velocidad del vehículo tal vez llegarían al anochecer.
Pasan y amistosamente saludan a un hombre de sombrero sen-
tado en una piedra, debajo de un árbol de cují. El hombre de som-
brero de cocuiza responde el saludo sin levantar la cabeza, mien-
tras los viajeros continúan su camino sin detenerse.
A lo lejos sólo se escucha el escandaloso sonido de las barandas
del camión al caer persistentemente en los huecos de la carretera,
y en el cují, un hombre delgado y ensombrerado, coge su garrote
y parte por un camino espinoso y solitario. Al final del sendero el
cerro el Cuamay, al pie del mismo, el hombre tiene una mata de
ají, a la cual misteriosamente habla, entonando cantos un tanto
indescifrables. Curiosamente se despoja de su vestimenta, para a
los pocos minutos convertirse en un animal, un zorro, su pelaje era
gris y su cabeza algo grande para el tamaño de su cuerpo ¡carajo
este hombre es Benito!, diría quien logre verlo…
El animal con su hocico esconde la ropa en medio de la planta
de ají y arranca a correr por la carretera de Pecaya por toda la orilla
del camino. Cae la noche cuando Monche y sus pasajeros llegan al
Pueblo de Sabaneta, es así que sorprendidos ven a un hombre de
sombrero al frente un bar y el señor Euclides exclama – ¡carajo, ese
no es Benito? – ¿Cómo coño llego hasta acá?
Inmediatamente Monche le respondió: - ¡Mire compa, ese
zángano es un Ceretón, acaso no vio el zorro que nos pasó como
un espanto llegando a Santa Cruz!

25
ÍNDICE

El cachicamo gigante ............................................................. 6


El gallo de la pasión ............................................................... 7
El príncipe de las ceibas........................................................... 8
La mano negra fantasmal ........................................................ 9
Espantos grises y amarillos....................................................... 10
Augurios de la guacoa ........................................................... 11
Mirada de pez ........................................................................ 12
A media noche........................................................................ 13
El gallo con dientes................................................................. 14
Gritos ................................................................................... 15
El guardián.............................................................................. 16
Las vampiras no existen. ......................................................... 17
Mirada de fuego ...................................................................... 18
Ojos grises ............................................................................... 19
Ahuyentando duendes.............................................................. 20
El gigante con tetas ................................................................. 21
La sotana negra ....................................................................... 22
Exorcismo en el chimborazo.................................................... 23
Las bolas de fuego ...................................................... ............. 24
Benito el rápido........................................................................ 25

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