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Todo inició con un día común en la Facultad de Derecho de San Marcos. Los
alumnos venían del comedor, alegres y gorditos luego haber comido su buena
ración del día. Las mujeres salían sin prisa del baño, el que siempre estaba
repleto y atiborrado a todas horas. He de suponer que los espejos de la facultad
deben tener algo mágico, de otro modo no me explico ese afán casi obsesivo por
acapararlo.
Otro montón de alumnos venían bien al saco y corbata, muy probablemente
venían presurosos de sus prácticas, donde seguramente habían tenido un día
terrible, ya sea presentando escritos o cargándole el café a algún socio vanidoso.
Uno nunca sabe con qué se topa en la chamba. El hecho es ya estaba a punto
de comenzar la clase del profesor Sergio Almanza, la famosa clase de Derecho
Tributario, y cuya entrada requería el pase vip de estar inscrito en el curso, de
otro modo, la entrada te era vetada.
Almanza se jactaba de que ni siquiera el aire entraba sin permiso a su salón. Era
un profesor recto, ordenado, ensimismado y bastante elocuente, aunque tenía
un rostro inexpresivo. Pareciera como si sus abultadas cejas y su rostro redondo
fueran parte de una única pieza. Bueno, el hecho estaba en que era un profesor
cuya cátedra era inexorable si querías aprender en serio esa aburrida rama del
Derecho. Y no son pocos, los que con alma de contables (seguro en otra vida, la
pensaron bien y fueron contadores o auditores) se aventuran en aquella rama,
que no es muy sencilla y que tiene sus truquillos, pero tampoco es asimilable a
las crípticas clases de la UNI.
Almanza se jactaba de que su curso tenía nivel, de que los alumnos salían
llorando, con las partes traseras rojas del dolor que causaban sus exámenes,
algunos sollozando a sus pies al final del curso, entre otras cosas. Pero era
cierto, como ex sanmarquino había aprendido bien su rama y deseaba enseñarla
a otros alumnos, para que fueran como él. Para enseñarle a los de la de Lima,
Pucp, que a veces, solo son necesarios, huevos para seguir adelante y ser
poderoso en una rama (Derecho Tributario).
Esas cosas se podrían mencionar como lo bueno de él. Pero tampoco eran
tantas, el profesor tenía un carácter demasiado especial, y era fácil de ofender.
Tal como fue mencionado al inicio, no quería a nadie, ni las moscas ni el
presidente del país podían entrar a su curso sin haberse inscrito. Sus
conocimientos, asimilables según él, a alguna deidad tributaria, solo pueden
saberlo quien están inscritos. Este hecho, si bien era aceptado por la mayoría,
es decir, aquellos alumnos que, en pro de aprender, le perdonaban su carácter
estrafalario y fácil ofensa, a otros simplemente se la empezaron a sudar y a jurar,
porque el profesor era en serio, bastante molesto y autoritario. Era casi como un
progresista, le molestaba o le ofendía el azul del cielo (O plomo, como es el cielo
de Lima).
Uno de esos alumnos era yo, Ricardo, que estaba harto del profesor y de sus
antojitos, muchas veces me había mordido la lengua, porque Almanza, en su
Libertad de Catedra, me podía haber expulsado literalmente a patadas, ello sin
contar el odio social. O llamar a su equipo de elite de asistentes, liderado por un
curioso sujeto que media aproximadamente 1.50 m, pero que aparentemente
trabajaba en una gran auditora. Da igual, se la tenía jurada a ese hueveras. Y
todos los días no hacía más que aguantar y aguantar.
El profesor con el tiempo, se fue haciendo todavía más molesto, y hasta
paradójico. El cómo sanmarquino no entendía porque a veces los alumnos se
revelaban contra la autoridad. Y es en serio surrealista que él no lo
comprendiera. En San Marcos las autoridades son más ineficientes que el carajo.
Tienen mucha burocracia hasta para solo pararse de sus asientos. Es toda una
vaina. Pareciera como si todos los años en que fue sanmarquino se le hubieran
olvidado, como si se le hubieran esfumado de la cabeza. Aunque bueno, quizá
se deja sorprender por el pensamiento del vulgo común, porque siempre existen
vagos y rojos cuyo que si protestan por las huevas.
Pero esa gente no representa a todo el movimiento, en San Marcos la mayoría
es consciente, pero a Sergio Almanza, simplemente le llegaba, como él decía “al
huevo, son cosas de mediocres y de gente que no estudia”. Y con el tiempo, ya
empezaba a ser bastante jodido.
Cuando la Pandemia del Coronavirus empezó a diezmar el Perú, uno pensó que
por fin se liberaría de ese personajillo, pero no, se puso más espeso y territorial
que de costumbre. Era él era Fidel en esa cátedra que fácilmente era asimilable
a Cuba. Y este vendría a ser el momento en que todo se iría al demonio, amigos.
Cuando mi gran amigo Giordano escribió en el muro del Centro Federado, una
respuesta a un post donde se hacía hincapié el respeto a la cátedra libre, como
ejemplo de la Libertad del conocimiento, el profesor Sergio le contestó con un
frío “Si Giordano, te estoy leyendo, por si acaso, no te molestes en entrar a la
clase virtual”. Giordano estaba preocupadísimo porque se sentía expulsado y
bastante humillado por aquel sujeto que todos veneraban como el non plus ultra
del Derecho Tributario.
Y es entonces cuando saque mis palabras de valor, mis segundos de temeridad
para enfrentarlo y le deje el fatídico comentario:
“Es hora de acabar con tu tiranía, maldito. Ya estamos hartos de que hagas y
deshagas en nuestra universidad. No lo comprendes y no lo comprenderás,
todos te tienen miedo, pero yo no, yo estoy aquí, parado en este comentario y te
digo que todos te aborrecen y estar hartos de tu yugo. Anda con tus impuestos
y la puta madre a otra universidad. Que tu soberbia se vaya a otros, a ver si te
aguantan. Nada que ver con otras grandes leyendas del Derecho que compartían
sus conocimientos, tu cierras la puerta al que quiere aprender, escoria”
Sabía que estaba expulsado de la cátedra, definitivamente, pero es que ya no
podía hacer más.
Esa última línea fue bastante creepy, pero bueno, que importa. He vencido
al boss, he acabado la carrera, he guardado la fe, como diría Pablo de
Tarso luego de enfrentar cara a cara a los romanos. (Y ser degollado
después).
Ese día, cuando quería dormir, estaba intranquilo, no podía, algo pasaba
por mi mente, un fuerte dolor de cabeza que me estaba carcomiendo, era
terrible. En mi sueño empecé a ver imágenes de guerra, sonidos bélicos,
gente debatiendo en saco y corbata. Fusilamientos. Comandos de
ejércitos independientes. La policía nacional arrodillada ante una
misteriosa figura de blanco. Todo era muy confuso, en mi sueño, un
montón de imágenes random me empezaban a acercarme a la locura.
Finalmente, logré despertar:
Pero mi casa no era la de antes, los colores de mi pared estaban muy
grises, casi sin vida, terrible, y además había melladuras, como si fueran
casquillos de bala. Ni siquiera tenía frazada, mi casual frazada de tigre
que siempre me acompaño estaba cambiada por unos cartones. Mi perro
que siempre dormía conmigo tenía una forma esquelética e incluso yo,
que era más gordito, mi cuerpo parecía sacado de esas modelos
europeas con anorexia. ¡¡¡Que carajos!!!!
¡!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!QUEEE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
-Niño dime que esto es una broma o que estamos en Halloween ¿¡Como
que dictador Sergio Almanza?!!!
- Deberías controlar ese tono cuando hablas del gran Padre, lord protector.
Los “Fiscales de la Paz” están por todos lados. Te pueden tirar al piso solo
por mencionar el nombre de gran padre en vano. Son muy sádicos con
los “Tributos”
- ¡Calla payaso! ¿Quiénes son los tributos? ¿Quién demonios es el gran
padre?
- Vaya loco, que te has tomado, pensé que habían prohibido el alcohol hace
años. Tributo eres tú, tributo soy yo. Somos todos menos los fiscales de
la paz, los grandes auditores y el gran padre Lord Almanza.
- Me he fumado algo de la buena, no puedes estar hablando en serio. Pero
esto ya está muy onírico, todo está raro, la ciudad es gris. ¿Y quiénes son
esos de blanco que se están acercando?...
- ¡¡Son los fiscales de la paz huye!!
Fiscal de la Paz: - Jimmy es la tercera vez que paras en tu trabajo. Ya sabes las
reglas. El Estado es un organigrama, y si una de sus partes no funciona, se tiene
que extirpar…
-¡¡¡No señor fiscal, deténgase!!! Este sujeto me detuvo.
-Conoces las normas, te lo enseñan en los centros de tributos, no hay
excepciones.
Y todos los sujetos vestidos de blanco alzaron unas armas semiautomáticas y le
apuntaron al niño. Y en ese momento, se me paso en mi cabeza muchas cosas,
como que huir y pensar en algo más sesudo, sería lo más razonable. Pero yo
nunca fui un hombre razonable.
Intenté y cargué contra uno de los “fiscales” y logré derribarlo. De una patada
logré tirar el arma de otro, pero cuando me di cuenta. No pude evitar lo inevitable.
El cuerpo de Jimmy había sido baleado y su rostro estaba irreconocible, no fue
tan rápido, no hubo celeridad procesal.
Tomé una de las armas y maté al que tenía en el piso y disparé a lo loco. Me
agaché e intenté escapar, pero sobraban 4 y yo sentía que la vida se me
escapaba, era cuestión de tiempo para que me agarren tras la pared donde me
había escondido.
-Demonios, parece que me ha llegado la hora- Bueno supongo que sí es un
sueño solo despertaré luego de que me maten.
Pero no era un sueño, en mi codo una de las balas que iban contra Jimmy me
había rozado, sentía como el fino dolor y la sangre estaban corriendo en mí. El
dolor era real y muy gore.
Mi cuerpo se empezó a detener al comprobar que el peligro no era producto de
la ciencia ficción y de que estos payasos vestidos de blanco me iban a ultimar.
Empecé a rezar a todos los dioses que conocía y a pensar porque nunca me
casé con Gal Gadot, y cuando ya se empezaban a acercar los gendarmes. Algo
extraño ocurrió.
Fiscal de la paz: Estas muerto chico, pero admitamos, lo que has hecho es tener
huevos
-Siempre los he tenido amigos, ¿cómo que es algo que no abandona no? No
importa en qué dimensión de mierda estés metido.
- ¿Serán tus últimas palabras huevón? Démosle todo a la boca, Fiscales.
-Qué tal si mejor lo ejecutamos públicamente como ejemplo y nos paseamos con
su lengua, parece tenerla muy larga.
-Tienes razón, vamos a torturarlo, vuélale las piernas nomas.
Pensé que era el final hasta que…
Desconocido: ¡ ¡ ¡No en mi guardia!!!!
Fiscales: ¿?
Y los 4 fueron sorprendidos por una andanada de ametralladoras que les
perforaron el cuerpo con una rapidez solo comparable a las películas bélicas de
Kubrick.
Lo que quedo de ellos solo fue un charco de sangre y huesos chamuscados.
-Toma mi mano si quieres vivir, jajajaja- No, olvida esa frase, no soy Arnold
Schwarzenegger. Párate
¿Cómo te llamas?
-Ricardo, Ricardo Paredes, estudiaba Derecho ayer y hoy estoy en esta
demencia.
-No puede ser… ¿Acaso eres tú?
-Espera un momento, déjame verte bien. ¡Eres… ERES GIORDANO!! QUE
DEMONIOS
-Para vencer a Almanza, hay que jugar con él, es un egocéntrico, hay que
mandarle soldados en 3 frentes, 3 contingentes, cosa que rodeamos palacio, el
obviamente los abatirá, y morirán de forma muy fácil, pero esa será la primera
distracción, cuando los fiscales y el contingente de la paz salgan, nosotros
dinamitamos el suelo y las torres, con el apoyo de Carrasco.
Finalmente, estoy seguro que Flores es lo suficientemente capaz de usar a su
contingente de SJL para infiltrarse como fiscales de la paz, un grupo morirá igual,
pero otro grupo se acercara a Almanza y luego lo matará, en medio de todo el
kilombo de la batalla.- Así indique parte de mi plan a Giordano
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-El tema es que Almanza ni siquiera se deja ver por sus auditores, Gary lo
contacta por una televisión.
-Puede ser, pero conozco su ego, cuando dé a conocer mi nombre real, el saldrá,
querrá ser el mismo el que me mate.
Y es ahí, donde tú lo mataras, aunque algo me dice que no voy a sobrevivir, tal
vez sería una buena forma de compensar, lo que he hecho en el pasado. Salvar
al mundo, es un motivo, por decirlo así, excitante de morir. Giordano.
-No quisiera perder a otro amigo.
-Es mejor que perder al mundo, se maduro. Vamos hay que empezar esto.
(Pasaron 12 meses)
Me desperté con un dolor de cabeza de la pitri mitri. Y no era para menos. Estaba
en un descampado de Ate, sin ropa. Parecía una película de esas de Terminator.
-Me colé a una casa y me robé lo primero que encontré en el tendedero, una
camisa de flores más huachafa que la gran fruta y un pantalón que parecía de
mi abuelo. En fin, así salí a la ciudad, sin dinero tuve que caminar mucho, tenía
que llegar a mi casa, cuanto antes.
Pero me di con una mala sorpresa. Yo había hecho el comentario a las 8:00 pm.
Ya eran las 6:30 pm. Jamás llegaría caminando a mi casa. Tuve que hacerme
pasar por testigo de jehová con un espontáneo, y luego, tristemente robarle su
billetera. Entre ser religioso y ladrón, quizá no hay mucha diferencia. Parece que
ni policía había en Ate, por nadie me persiguió.
Tomé el dinero y un taxi de mala muerte hacia mi casa. Logré llegar hasta mi
puerta de hierro, y mi madre me hizo pasar, no sin antes cagarse de risa de mi
atuendo.
Adentro me vi a mismo, y cerré la puerta. Cuando mi yo del presente(pasado)=
me vio, no hizo otra cosa que desmayarse, malográndome aún más la faena.
Pero bueno, al menos no había logrado hacer el comentario. Desconecté la
laptop y lo paré, pero me di cuenta que mi brazo empezaba a desvanecerse, así
como varias partes mi cuerpo.
El pasado era inalterable, nada había cambiado, y yo estaba a punto de
desaparecer.
-Quiero que no grites y escuches atentamente lo que voy a decir- me dije a mi
mismo
De niño había visto un fantasma e igualmente mi yo del pasado no tenía fuerzas
para gritar, en esta ocasión fue igual. Yo estaba hablando conmigo mismo.
Parecía ser un cuento borgiano, pero no, era la realidad misma.
-Tienes que calmarte, soy tú, un poco más viejo, quiero decirte algo.
-Estoy seguro que no he tomado ron de más, no entiendo cómo está pasando
esto. Creía que mis pesadillas solo ocurrían comía demasiado de noche. - me
dijo mi yo del pasado
-Y no te equivocas, pero pucha, no hay mucho tiempo. (Mi pie izquierdo empezó
a desvanecerse)
-Ricardo, soy tu, del futuro, lo que vas a hacer es destruir el mundo.
-Como alguien como yo, puede ser tan relevante para el mundo.
-Todos los somos, y si, sonara egocéntrico, pero obvio, todos somos
trascendentes mientras existimos, y nosotros más que nunca
Vamos, acaso no hemos visto “el efecto mariposa”, el aleteo de una mariposa en
…
-New York, ocasionara un huracán en Hong Kong, si lo sé, esa peli es hermosa.
-Es nuestra peli, cuantas veces la hemos visto.
-20, al igual que 500 días con Summer.
Quizá nunca nos cansemos
-Esperemos
-¡¡¡Ya basta de distracciones!!! Mira, solo hay una forma de salvar el futuro, no
debes escribirle ese comentario a Sergio Almanza, se convertirá en un dictador
por ello, el futuro se joderá.
-Hemos visto suficientes películas para saber que, si no lo hago, algo todavía
peor va a ocurrir
-Sí, pero-…
-Nada, no lo haré, Almanza se lo merece. Aunque seas mi yo del futuro me
puedes estar mintiendo para tu conveniencia. No sé nada de esas cosas.
Podríamos crear un error universal todavía peor.
¡Ya sabes cómo es esa vaina del tiempo, lo sabes bien!
-Sí, he visto demasiadas series para no saberlo, pero tienes que entender que
hay personas que confían en que no hagas ese comentario.
-Me es intrascendente, solo desvanécete y no jodas.
- ¿En serio yo era tan arrogante?
-Ahora me insultas, solo lárgate o llamare a la policía.
-La policía en Puente Piedra no funciona.
-Tienes razón, bien punto.
-Bueno, en realidad en ningún lado funciona, esto es Perú- pero en el futuro ya
no hay policías, solo unos sujetos vestidos de blanco, mas locos que la gran fruta
que solo hablan en términos tributarios.
-Parece que mi yo del futuro está realmente orate
-Totalmente, - ¿Que tengo que hacer para que me creas?-
-Nada, si en serio eres yo, sabrás que nada puede detenerme. Mira lo que ese
imbécil le hizo a Giordano, por un simple comentario, lo expulsó de la cátedra,
ahora yo le voy a dar con todo.
-Quizá es mejor estar expulsado a estar muerto. - le dije mirándole con tristeza
- ¿Que?
-Sí, Giordano murió en el futuro, él era líder una resistencia que enfrento a
Almanza, murió reenviando mi consciencia a este tiempo.
- Es imposible, ya estás diciendo fumadas para que te haga caso
Y me tomé la tarea de explicarle en 15 minutos un resumen de lo ocurrido en
esos meses que estuve al frente de la resistencia en conjunto con Giordano.
-No puede ser, son palabras que el diría, pero no…Puede pasar algo peor
-Nada puede ser peor que eso- alcancé a decir mientras mi brazo izquierdo se
desvanecía por completo. Nosotros no somos dioses para decidir el destino o
juzgar a alguien- será la vida quien juzgará al profesor-no nosotros- así se lo hice
saber a mi yo del pasado.
-Pero eso va en contra de nuestra justicia- que hay de que “El mal triunfa porque
los hombres buenos no hacen nada”
-Es cierto, oye, es bastante bizarro conversar conmigo mismo-
-E inquietante.
-Sabes, ellos murieron defendiendo ideales nobles, enfrentando a un enfermo
genocida. Ahora solo debes dejar ese comentario, y enfrentar con otras formas
al profesor
-¿Cómo cuáles?
-Siendo un buen profesional que no se deje ganar por la soberbia, esa será la
forma de ganarle.
-Ya estoy desapareciendo, recuerda que, en ti, o mejor dicho yo, está la
posibilidad de salvar al mundo. No lo hagas por ti, hazlo por los amigos que te
dije, que dieron sus vidas por un mundo donde el régimen no exista.
-Esto es muy, muy… ah. no tengo la palabra…
-Surrealista
-Ah sí es--
-No escribiré ese comentario.
- ¿Que?
-En serio
-Muchas gracias. Nunca el solo hecho no mover los dedos había salvado tanta
gente…
-Como que no. ¿¿¿Y Avengers???
-No me hagas recordar esa peli de porquer…. Y me desvanecí…
(Mi mente se unió a un plano astral blanco, pensé que estaba muerto)
Richard Pinedo
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