Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
LUTO
Cristián Mínguez
Negro Luto Tragedia en un acto
Cristián Mínguez cristian.minguez@yahoo.es
Tlf. 676892540
Personajes
Decorado
2
Acto I
Niña Romero.- (Se vuelve, seria, mirando al público) Negro Luto llevo, por la
muerte de mi pequeña hija...
3
Escena I Cristián Minguez “Negro Luto”
Niña Romero
Niña Romero.- ( Oliendo el romero que lleva en la mano ) ¡Ay!, Qué bonita va a
ser esta puesta de Sol, calurosa pero bonita ;a pesar de los fusiles y las
metrallas.(Suspira) ¡Qué mes de agosto está viviendo Granada!. Malditos
sean los que han “desencadenao” la guerra. (Huele y hace gestos a modo de
ritual) Romero, Romero, que se vaya lo malo y venga lo bueno… (Suspira)
Menos mal (admirando el entorno) que desde este mirador de San Nicolás,
todo parece igual. Sí, no lo podrán cambiar. El Albaycín, seguirá así de
bello(mira al público, donde está la Alambra) y mi Alambra, diosa en el tiempo,
eterna…
(Mira hacia atrás) Bueno y el Sacromonte no digamos…., con mi casa cueva
más blanca que la nieve de Sierra Nevada. (Se escuchan disparos lejanos. Ella se
enfada) Cómo alguien se atreva a mancharla de sangre se la tendrá que ver
con la Niña Romero, que detrás de este nombre tan oloroso, se esconde la
gitana más fiera de “to” Granada …(Se enfada más) Mala “puñalá” le den a
los que nos han “llevao” a pelearnos como fieras. (Hace unos gestos a modo de
ritual) Hambre y miseria, eso es lo que nos espera; lo que les espera a
muchos “payos” porque lo gitanos ya estamos “acostumbraos” (se estremece)
pero también habrá sangre, muerte y luto, mucho luto …
4
Escena II Cristián Minguez “Negro Luto”
Remedios.- (Se quita el velo; lo deja en el respaldo de una silla) Trae, dame una
ramita de romero.
5
Remedios.- (Le da una moneda) Toma y calla.
Remedios.- ¡Ya!...
6
Remedios.- No te preocupes, ya me he enfrentado con ella.
Niña Romero.- ¿Es qué siendo “paya” vas a querer más a tu madre, que
una gitana? Para nosotros los padres son sagrados.
7
Niña Romero.- Las arrugas te demostrarán lo contrario.
Niña Romero.- ¡Sí!... Y formas uno para ti, para tus hijos.
8
Remedios.- ¿Qué motivos puede llevar a la gente a desear el mal a una
persona como yo, que no se mete con nadie?
Remedios.- ¿Cómo?
Remedios.- No empecemos…
Niña Romero.- Hija mía, no creo que ser beata sea nada malo, hay muchas,
casi todas solteronas ( ríe) como tú.
9
Remedios.- ¡Sí!...
Niña Romero.- Qué lástima que se nos vayan las personas buenas.
Niña Romero.- Las madres saben lo que le cuentan las hijas y mucho más,
qué inocente eres.
Remedios.- Mentira.
10
Niña Romero.- Ni siquiera tú…
(Sonido de bombas)
11
Escena III Cristián Minguez “Negro Luto”
Angustias.- ¿Más?...
Angustias.- ¿Nada más que eso ves? Qué poco... (Se quita el velo y lo coloca
en la otra silla)
12
Niña Romero.- Para los gitanos, la vejez es una honra (le toma la mano. Al
verla se santigua) Angustias de mi alma y de mi corazón, si hay mucho más
de lo que yo creía.
Niña Romero.- (Vuelve a ofrecerle) Pues huele sin miedo, que ya es hora.
13
Angustias.- (Huele) Parece que lo estoy sintiendo junto a mí, en esas noches
en las que su cuerpo se pegaba al mío, cuando mis carnes estaban prietas,
cuando mi corazón estaba vivo y mi sangre hervía esperando el momento
que me montara como sólo él lo hacía.
Angustias.- ¿Suerte?...
14
Remedios.- Lo ves, no todo son ramitas de romero.
Niña Romero.- A la primera que tuve, para que me doliese aún más…
Remedios.- Dicen, que no hay nada más doloroso que la muerte de un hijo.
Angustias.- También perdí a mis tres hijos…, a mis padres, mis hermanos,
a todos los que quise, pero ninguna de esas muertes puede compararse con
el dolor que sentí al perder a mi marido.
Angustias.- Lo digo…
Remedios.- ¿Cómo vas a querer a otros más que a tus propios hijos?
15
Niña Romero.- Descuida mujer, que soy gitana “honrá” (Le da a Angustias
otra ramita de romero) Toma huele , o mejor ( se la pone en el escote) guárdatela
juntito a tu corazón, a ver si se te ablanda.
(Hay una pausa. Angustias se queda estática mirando la Alhambra. Niña Romero,
camina oliendo el romero, Angustias, se acerca a la puerta de la Iglesia, Remedios la
sigue).
Angustias.- Por eso no hacían falta bendiciones, estaba escrito que éramos
el uno para el otro.
Niña Romero.- Seguro que no te hubiera importado vivir con él sin estar
casada.
16
Remedios.- No hubiera sido nunca tu esposo, sino “tu compañero”
Niña Romero.- Qué mujer más rancia. A ti te haría falta venirte a vivir una
temporada al Sacromonte, verías como te cambiaba el ánimo.
17
Remedios.- (A la gitana) La gente mayor no cambia tan fácilmente.
Remedios.- El tiempo…
Angustias.- Guerra…
18
Angustias.- (Sentándose) Ya no estoy para estos trotes.
Niña Romero.- (Se sienta, también) Vaya con tu madre; ¿Eso te decía?. La
tenías que haber visto en las cuevas del Sacromonte cuando de novia venía
con tu padre a disfrutar de nuestro flamenco, y ella bailaba, y no te creas
que lo hacía mal, yo era una niña, pero lo recuerdo como si fuera ahora
mismo. (Bromeando)Pero desde luego, hija mía, tú no has heredado su
gracia, se ve que puede en ti más la parte paterna. Tu padre era un auténtico
desastre.
Niña Romero.- (A Remedios) Déjala, que Angustias siempre ha sido muy del
pueblo.
Remedios.- Las republicanas nos habéis hecho daño a más de una de las
que somos decentes.
19
Angustias.- (Levantándose) ¿Cómo puedes decir eso?... Si no fuera por
nosotras , las mujeres andaluzas no hubiéramos salidos de nuestro encierro,
de nuestra represión, de bordar ajuares, de ir a misa una y otra vez hasta
que la pasión por desear a un hombre se ahogara en agua bendita.
Nosotras os hemos dado la oportunidad de ser, no mujeres, sino personas,
iguales a nuestros hombres, para amar como ellos, para conquistarles , para
juntos formar un único ser; ni tú más que yo, ni yo más que tú… No sólo
como pareja, sino como seres humanos. Señoritos, Venga ya, tú eres tú y
yo soy yo, tengo el mismo derecho a disfrutar , a ser feliz, a que se me
respete. ¿Quién le dio a los señoritos privilegio especial? La derecha
retrógrada , la monarquía egoísta que nunca quiso acercarse al pueblo, o tal
vez es cosa de Dios, ¿No nos hizo iguales?. Un dios que nos diferencia, no
es amigo mío.(A las dos) Tú o tú , o quien sea, venga de donde venga, como
mucho será igual que yo, nunca más que yo. Tengas lo que tengas, seas de
donde seas. Siempre lo tuve claro, he vivido libre, y fiel a mis ideales, por
eso creo en la república , que ahora se pierde, qué pena .Cuánto os vais a
arrepentir, sobre todo las mujeres. No sabéis, lo que vais a tener que bordar
todavía, la de misas que vais a tener que aguantar, la de recalentones que
reprimiréis en la soledad de vuestra almohada, mientras vuestro amante se
consuela, descaradamente con otra, que tratará como a una ramera, pues
solo él tendrá derecho a consumar su deseo.
Pero a mí eso ya no me importa, no lo veré; qué suerte ser vieja en esta
maldita guerra, provocada por quienes no se resignan a dar el poder al
pueblo, por los que quieren seguir, mandando, dominando, reprimiendo…
Ahora , que el tiempo terminará por poner las cosas en su sitio. El tiempo y
las mujeres, las nuevas republicanas, las auténticas libertarias, las del
corazón que no tiene sexo, las mejores amantes, las que no esperan que las
mantenga el esposo, las que desean formar un equipo con su mejor amigo,
con su amante, con el padre de sus hijos.
Yo eso lo he vivido y tened en cuenta que es bueno. Cómo he amado a mi
marido. Cómo me ha querido él a mí, en libertad, sin preguntas, sin pedir
ni exigir nada, simplemente amando, sintiendo, compartiendo ,
fundiéndonos cada noche en un solo abrazo , en la unión más perfecta que
hay en la naturaleza, la cúpula de los amantes. Cómo le echo de menos, la
vejez no ha podido con mi deseo, el tiempo ha llenado de arrugas mi piel
pero no ha envejecido la pasión que siempre sentí por él. (Suspira).
(Se levantan las otras, colocan las sillas en posición original)
20
Remedios.- (Escandalizada)¡Qué exagerada! Cómo si un matrimonio se
basara únicamente en la pasión.
Niña Romero.- Tampoco es para tanto.¿Dónde vas a estar mejor que aquí?
Remedios.- En mi casa.
Niña Romero.- (A Angustias) Mujer, déjala, ésta jamás será como tú.
Angustias.- (Rectificando su actitud) Tienes razón. Cada uno y una es como es.
¿Quién soy yo para juzgar a nadie? (A Remedios) No me hagas caso, estoy ya
muy vieja, da igual lo que diga.
21
Remedios.- Todavía puedes hacer daño.
Niña Romero.- Pues, no se hable más. Cada una a vivir como le venga en
gana.
(Se oye unos disparos)
Angustias.- Para eso estamos en una republica, o lo que va quedando de
ella.
Angustias.- ¿Cómo vais a estar igual con los fascistas que con los
republicanos?
22
Angustias.- (A la Niña Romero) Sí, se nota que eres una gitana noble.
Remedios.- Cómo me gustaría pensar igual que tú, pero eso son utopías. La
realidad es bien distinta y tú lo sabes, Angustias, lo sabes de sobra.
Angustias.- Qué necias ¿Os tienen que imponer los demás vuestra manera
de pensar?. No solo no sois libres sino que tampoco queréis serlo. Esa
postura yo la llamo ,simplemente , cobardía.
Niña Romero.- (Ríe) Ella sabrá lo que ha vivido para pensar así.
23
Angustias.- Oye, que las republicanas no somos unas rameras, que las hay
muy normalitas.
(Ríen y se mueven por el escenario. Después Angustias se sienta en una de las sillas)
(Hay una pausa, se escucha música de guitarra, intercalada con disparos lejanos.
La luz se va atenuando)
Angustias.- La luz se vuelve de oro . Qué poco falta para la puesta de Sol.
Remedios.- Es la verdad.
24
(Se oye un sonido aterrador de guerra y una ráfaga de metralla)
Remedios.- ¡No!
Niña Romero.- A vosotras lo que pasa es que os han “echao” mal de ojo.
Niña Romero.- Una gitana como yo, sabe eso y mucho más.
25
Niña Romero.- Sabes que se lo cortaba de corazón, nunca le pedí nada.
Angustias.- Ya estamos con tus “yo me voy”, pero hija mía si esta noche
no va haber quien pegue ojo, están preparando barricadas para impedir que
vengan los falangistas a llevarse a muchos de nuestros paisanos. ¿Dónde
vas a estar mejor que con nosotras?
Remedios.- Presiento que va a ser una noche muy larga (se cubre con el velo)
(mutis)
26
Escena IV Cristián Minguez “Negro Luto”
Niña Romero.- Sí, aquí estaremos bien; tenemos el agua del aljibe y los
granados a rebosar. Qué pena que no haya luna llena.
Niña Romero.- Está muy cerca del Sol, convertida en un fino hilo de plata
que se perderá en el ocaso después de servir como diadema a las torres de
Alhambra. La sigo desde que era niña. Sé de sus pasos , de su influjo, de su
magia…(Bromeando) ¿Es qué no sabes que mis poderes descienden
enteramente desde el mundo faraónico?. Lo sé todo sobre los brillos
cósmicos. Yo he sido formada con ciencia infusa (ríe).
(Nostálgica )Cómo no voy a saber que no está llena, si hace poco más de
quince noches brillaba con todo su esplendor en la noche de los deseos.
Hay una noche en cada año , que la luna llena se cubre con tonos azulados,
entonces, se pueden pedir tres deseos, ella te concederá uno…
Hay que tener fe, y esperar pacientemente a que el destino lo otorgue; te
aseguro que antes del siguiente verano, se habrá hecho realidad. Esa es la
promesa de tiempos ancestrales de la “luna llena azul de los deseos”.
27
Cuántos le he pedido, desde el día que me casé. No olvidaré su brillo sobre
la mancha carmesí que había en un paño más blanco que la nácar cuando
la “juntera” gritó a los cuatro vientos “¡Viva la honra!! “¡Viva la alegría!”
(Las dos mujeres siente miedo y se refugian el lo que queda de pórtico de la Iglesia)
(El ruido se acentúa, con bombardeos, incendios y metrallas. Cambio en las luces)
(Al poco, cesa. Ellas, salen se sientan en las sillas, frente al público. No se miran
mientras hablan)
28
(Caen cortinas a modo de velos de luto, que se mantienen en distintas posiciones hasta
el final de la obra)
( Hay efectos de luz y sonido: campanas, tiros que indican el paso de las horas)
(La luz se va haciendo poco a poco más nocturna. Un foco las alumbra , mientras
están sentadas)
Niña Romero.- (Se acerca a Remedios, le ayuda a quitarle el velo) Chiquilla, pero
si se te has puesto pálida.
Remedios.- (Intenta controlarse) Sí, mejor será. ¿De qué sirve, gritar o
desesperarse cuando te ves incapaz de parar tanta atrocidad?
29
Niña Romero.- (Santiguándose) ¡Ave María Purísima! Qué cosas dice esta
mujer.
30
Remedios.- (Emocionada)
Allí,
te entregaría
una rosa
roja y bella,
cómo tan sólo
eres tú.
Remedios.- Una vez que salgan del gobierno civil, nadie lo sabe.
Remedios.- ¿Cómo?
Angustias.- Ella nos podría decir, como entrar, con quien hay que hablar.
31
Angustias.- A darle aunque sea un abrazo.
Angustias.- Si pudiera , para volver los fusiles contra los que pretenden
segar vidas esas cuatro voces de libertad.
Niña Romero.- (Diabólica) Una faca, eso es lo que les teníamos que llevar.
32
Niña Romero.- ¿Qué mala estrella te acompaña? Si tú eres bueno.
( Mirando al frente, comienzan a dar con el tacón en el suelo, cada vez que hablan,
intensificando el golpe , con más rabia en cada zapateo)
Angustias.- ¡Luto!
Angustias.- ¡Luto!
Remedios.- ¡Luto!
Hay una pausa, ellas se mueven por el escenario. (Angustias y Remedios se quitan el
velo)
Niña Romero.- (Gesto de jurar) Por estas, que algo haremos. Ya veréis lo
que consigue descubrir esta gitana.
33
Escena VI Cristián Minguez “Negro Luto”
Angustias, Remedios
Angustias.- No siempre.
34
Angustias.- A ti se te calmará.
Remedios.- No te comprendo.
35
Ya ves, y ahora estoy dispuesta a jugarme la vida, porque problemas vamos
a tener si nos presentamos en el gobierno civil, pero no me importa, si al
menos puedo decirle lo gratificante que su poesía ha sido en mi vida. Que
si sale de ésta, y Dios lo quiera, seré , una amiga incondicional dispuesta a
ayudarle en lo que sea necesario y le compensaré por el tiempo que deseé
con toda mi alma acercarme a él, y me retuve inútilmente, aunque siempre
me consolé, de sobra, con su literatura.
(Salen)
36
Escena VII Cristián Minguez “Negro Luto”
(El fondo del decorado se oscurece. Un foco ilumina a la Niña Romero, cuando entra)
Niña Romero.- (Cómo si hablara con los guardias) ¿Por qué no me dejas
entrar, “mal aje ”? Si yo solo quiero consolar su pena, que las gitanas
sabemos como hacerlo, que este payo nos conoce, si ha escrito la mar sobre
nosotros.
No es posible que tengáis tan mala sangre para no dejar que le de un
abrazo de despedida. (Trágica) Lo vais a matar, lo llevas escrito en la cara,
y no es una cara triste, es una cara encendida de odio.
(Simulando como la echan)
Que sí, que me voy, que si no puedo verlo ya nada he de hacer aquí, que
no quiero ennegrecer mi alma con la sombra de la vuestra.
(Apartándose hacia otro lado del escenario, se enfurece)
La peor de las maldiciones gitanas os merecéis vosotros:
“Mal rayo te parta; así te estrelles. Mal fin tenga tu cuerpo, permita el
Señor que os veáis en las manos del verdugo y arrastraos como las
culebras, que te mueras de hambre, que los perros te coman, que malos
cuervos te saquen los ojos, que te entre sarna perruna por mucho tiempo,
que si eres “casao”, tu mujer te ponga los cuernos, una mil veces hasta
y que sea el espíritu de estos inocentes que vais a matar, quien tire de
cuerpo y alma al infierno….” (echa las cruces y escupe; después lo pisa con
37
Escena VIII Cristián Minguez “Negro Luto”
Angustias
Angustias.- (Como discutiendo con los carceleros) ¿A dónde hemos ido a parar
que no se puede ni siquiera visitar a un preso? ¿Qué mal tan grande ha
hecho ese hombre para incomunicarlo como a un criminal? ¿ Qué es lo que
teméis de una vieja como yo? Lo que pasa es que aquí no hay justicia, esto
huele a traición, es un presagio de muerte.
(Alejándose) No, no me da miedo veros esas caras llenas de odio, esos fusiles
queriendo, por vuestra cobarde voluntad, hacer diana en mí. Yo ya he
vivido lo que tenía que vivir, pero no, vosotros queréis muertos jóvenes,
fuertes, inteligentes, para que no se interpongan en vuestro camino de
ignominia .
A esta mujer lo único que le queda es su espíritu libre , como también lo
son los de quienes vais a fusilar.
(Para sí, recomiéndose) ¡Cobardes! ¡Cobardes!... Si yo fuera hombre… Si yo
fuera joven…
38
Escena IX Cristián Minguez “Negro Luto”
Remedios
39
Escena X Cristián Minguez “Negro Luto”
Remedios.- ¿Qué mal hiciste para que haya recaído en ti venganza tan fiera?
(Llora, gimen, gritan, simulan que se rasgan las vestiduras, caminan por el escenario,
fuera de si)
Angustias.- Qué joven has abandonado este mundo. Con gusto te hubiera
dado esta vieja los años que le quedan de vida.
Remedios.- Cuántos páginas blancas has dejado en los libros que aún
tenías que escribir.
(Corren como queriendo huir, pero terminan sentándose abatidas en las sillas , que
colocan más al centro del escenario)
40
(Hay una pequeña pausa. Ellas siguen sentadas mirando al frente)
41
Epílogo Cristián Minguez “Negro Luto”
(Al encenderse las luces; aparecen como Moiras griegas, o Parcas romanas. La
atmósfera del lugar se vuelve algo irreal. Traen una rueca, cordón y tijeras. Se
sientan en la sillas de frente al público. Hay un Silencio…)
Niño Romero.- (Se levanta) Hoy hará un día precioso, lo presiento por el
azul que está tomando el cielo del amanecer.
(Música dramática)
Angustias.-( Toma la rueca ) Necesitaremos hilo para tejer más trajes de luto.
FIN
42