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Introduccion

Entendemos la palabra neuroplasticidad como la capacidad que tiene el cerebro para renovar
nuevas conexiones de conocimiento, debido a la estimulación sensorial de las neuronas que se
encuentran en constante ejercicio y las cuales se traducen en cambios en nuestras habilidades
diarias, obteniendo su mayor efecto en los períodos de concentración y de interés que se
muestren al respecto, esto contradice lo que por muchos años se creyó, que consistía en que la
capacidad para aprender y para adquirir nuevas habilidades se perdían con la edad, por el
contrario, si se realiza un esfuerzo mental, las neuronas podrán multiplicarse. Lo que si se debe
considerar es que con el avance de la edad se debe aumentar el ejercicio y la estimulación
mental, recordando que somos capaces de moldear nuestra mente.

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NEUROPLASTICIDAD

La plasticidad neuronal o neuroplasticidad es la capacidad que tiene el cerebro para formar nuevas conexiones
nerviosas, a lo largo de toda la vida, en respuesta a la información nueva, a la estimulación sensorial, al desarrollo, a
la disfunción o al daño. La neuroplasticidad es conocida como la “renovación del cableado cerebral”. El cerebro se
modela con la actividad que se realiza.

La neuroplasticidad es la posibilidad que tiene el cerebro para adaptarse a los cambios o funcionar de otro modo
modificando las rutas que conectan a las neuronas. Esto genera efectos en el funcionamiento de los circuitos
neurales y en la organización del cerebro.

Elkhonon Goldberg, Neurólogo de la Universidad de Nueva York, Director del Instituto de Neuropsicología y
Funcionamiento Cognitivo y discípulo de Alexander Luria, explica la neuroplasticidad así:

"Durante muchos años, se creyó que a partir de cierta edad la dotación de neuronas no se renovaba. Las últimas
investigaciones científicas demuestran que la actividad mental modifica el cerebro y nos conduce a lo que
conocemos como “Sabiduría”. Estos últimos descubrimientos se inscriben en lo que se denomina neuroplasticidad."

El cerebro cambia de forma, según las áreas que más utilizamos, según nuestra actividad mental.

Los seres humanos podemos crear nuevas neuronas a lo largo de toda la vida. El esfuerzo para crear nuevas
neuronas puede incrementarse mediante el esfuerzo mental. Los efectos son específicos: dependiendo de la
naturaleza de la actividad mental, las neuronas nuevas se multiplican con especial intensidad en distintas zonas
cerebrales.

Las nuevas neuronas van a parar a las zonas del cerebro que más usamos: esto es lo que se denomina
neuroplasticidad. La actividad puede moldear la mente. La corriente científica dominante respalda la afirmación de
que la vida mental intensa desempeña un papel esencial en el bienestar cognitivo en las etapas avanzadas de la vida.

Los tipos de Neuroplasticidad:

 La neuroplasticidad positiva: crea y amplia las redes con información ya existentes.


 La Neuroplasticidad negativa: elimina aquellas que no se utilizan.

La Neuroplasticidad puede dividirse por sus efectos en cuatro tipos:

 Neuroplasticidad reactiva: para resolver cambios ambientales de corta duración.

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 Neuroplasticidad adaptativa: modificación estable de una ruta de conexiones que se genera con la memoria
y el aprendizaje.
 Neuroplasticidad reconstructiva: recupera parcial o totalmente las funciones perdidas.
 Neuroplasticidad evolutiva: proceso de maduración en virtud del cual los patrones de conexión son
modificados por la influencia ambiental predominante.

El cerebro es considerado, en el caso de la plasticidad neuronal, como un órgano extremadamente dinámico en


permanente relación con el ambiente, por un lado, y con los hechos psíquicos o los actos del sujeto, por otro. Esto
significa que la red neuronal es extremadamente sensible a los cambios y a la contingencia. La interacción de los
diferentes acontecimientos acaecidos en las distintas zonas de la psiquis, modula el acontecimiento y las
potencialidades de la experiencia, que siempre pueden modificar el estado anterior.

El cerebro está construido para cambiar como respuesta a la experiencia. Los cerebros de las personas mayores no
degeneran sino que tienen una evolución particular en función de la actividad realizada, que les convierte en gente
“sabia”. A medida que trabajamos nuestro cerebro, se producen nuevas neuronas que se asientan en aquellas zonas
que más ejercitamos.

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