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UNIDAD 5: “LAS NUEVAS ESCENAS DEL PDOER, EL GOBIERNO DE LA GOBERNZA Y LA

GUBERNAMENTALIDAD”

JESSOP

Las perspectivas sociológicas y politológicas que han buscado abordar al Estado como objeto de estudio se
han topado con una verdad inocultable: el Estado se mueve, presenta variabilidades institucionales y
espacio-temporales que dificultan inteligir su dinámica. Frente a este objeto escurridizo, la obra de Bob
Jessop El Estado. Pasado, presente, futuro ofrece un conjunto de herramientas teórico-analíticas que
permiten un acercamiento al Estado desde un enfoque estratégico-relacional. Se revisan, a continuación,
algunos de sus planteamientos centrales.

El enfoque estratégico-relacional se sustenta en la concepción del Estado como una “relación social” que
incorpora en la materialidad de sus instituciones, prácticas, efectos y discursos; esto es, “selectividades
estratégicas” que orientan su acción y que, en conjunto, constituyen la condensación material de
relaciones de fuerzas sociales histórica y espacialmente dispuestas. Esta concepción del Estado permite no
solo captarlo en tanto aparato, su ejercicio y sus efectos, es decir, como un punto de partida. Por el
contrario, mediante los condicionantes relacionales y las interacciones estratégicas que subyacen a su
funcionamiento, también permite captarlo como un punto de llegada. Así, la constitución, el desarrollo y el
despliegue del Estado se muestran como expresiones relacionales contingentes ligadas con causas
externas e internas al ejercicio de la estatalidad.

Subyace al enfoque de Jessop el planteamiento de que las formas concretas que asume el Estado y sus
“efectos” deben ser analizados en función de: i) el impulso que éste adopte desde la sociedad y del que a
su vez éste pueda imprimirle; ii) del equilibrio variable de fuerzas sociales dentro y fuera del Estado; y iii)
de la interacción de las selectividades enquistadas en el núcleo del aparato estatal que, al mismo tiempo,
se encuentran en constante modelamiento. Por lo tanto, se trata de una lógica orgánica que afirma la
imposibilidad de pensar al Estado por fuera de la sociedad ni a la sociedad independiente de los efectos
estatales.

Por medio de estos planteamientos, el autor propone un desplazamiento del objeto de estudio desde el
Estado hacia el “poder estatal” visto a través de los efectos que lo constituyen y que devienen de él a partir
de la dialéctica entre las selectividades del sistema estatal y las fuerzas sociales en pugna. Fruto de esta
dinámica, el Estado muestra una condición múltiple y cambiante, expresa características desordenadas,
“polimórficas” y “policontextuales” mediante las cuales adquiere formas diferentes según el lugar y el
momento histórico en el que opere.

Este abordaje analítico desecha el planteamiento de que el Estado moderno se corresponde de manera
inmediata con el modo de producción capitalista por medio de un sesgo clasista inherente, argumentando,
en su lugar, la “adecuación formal” existente entre Estado y capitalismo, así como la tensión que subyace a
esta adecuación. Ésta radica en que el poder estatal es un efecto mediado por el equilibrio variable entre
todas las fuerzas operantes en un contexto determinado, por lo tanto, se encuentra siempre en disputa. Si
el Estado es una relación social materializada en un conjunto institucional que incorpora selectividades
históricamente sedimentadas, pero que varía en atención a una determinada correlación de fuerzas,
atender las dinámicas específicas de articulación de sus formas de dominación por medio de sus pautas
estratégico-relacionales abre la posibilidad de disputar y transformar el ejercicio de la estatalidad.
El capítulo 6 aborda lo referido a la población y la idea de Estado. Diferenciando las concepciones de
Estado nacional y Estado nación, Jessop plantea que el despliegue del Estado en un nivel territorial
específico no garantiza su consolidación como nación. Ésta más bien provendría de los aspectos discursivos
y simbólicos que integra, a partir de lo cual es capaz de constituir una comunidad imaginada que opera
como cuerpo ilusorio del Estado en tanto construye un interés común que permite su despliegue. Esta idea
de comunidad, argumenta el autor, se vería cuestionada actualmente por la idea de una sociedad global.

A partir de las discusiones actuales sobre el agotamiento del Estado y las nuevas formas de gestión de lo
político, el capítulo 7 aborda lo referido al ejercicio de la gobernanza en el neoliberalismo. Cuestionando
las respuestas hegemónicas al rol del Estado en el mundo contemporáneo, las cuales defienden al mercado
como locus de la organización de la sociedad, Jessop plantea que más bien es el Estado el que se
constituye como locus de la gobernanza. Ésta, referida a “jerarquías enmarañadas” y “redes de poder
paralelas” a la estatalidad que opera de manera asimétrica, sería articulada desde el Estado, cuyo poder
opera como gobierno + gobernanza a la sombra de la jerarquía. En esta línea, más que una completa
desestatización de la política, habría operado un cambio del ejercicio de la estatalidad hacia nuevas
modalidades para ejercer su poder: más allá de la coerción, dependiendo de consensos alrededor del
núcleo estatal e incluyendo equilibrio de variables en los modos de gobernanza que articula.

En la tercera parte, “Pasado y presente (futuros) del Estado”, se desarrollan las perspectivas
contemporáneas del Estado. En el capítulo 8 se aborda la relación entre el mundo de los Estados y el
mercado mundial. Se argumenta que, en un escenario de hegemonía del capital financiero y crisis
neoliberal, el Estado cumple una función esencial en su resolución espacio-temporal. Sin embargo,
paradójicamente, el neoliberalismo se ha encargado de socavar sus capacidades para abordar las crisis y
con ello sus capacidades para garantizar la reproducción ampliada del modo de producción capitalista. De
esta forma, a pesar de que el Estado sigue siendo un nivel irremplazable para el funcionamiento sistémico,
su cuestionamiento por medio de su desnacionalización, de la desestatización de lo político y la
extraterritorialización de las soluciones a la crisis, minan cada día más sus capacidades institucionales.

En el capítulo 9 examina la relación entre capitalismo y democracia. Se sostiene que, si bien existe una
adecuación formal desplegada históricamente entre el sistema democrático y el modo de producción
capitalista, éstas no son afines en esencia. Más aún, la envoltura democrática del Estado como la mejor
forma de gobierno posible estaría dando paso a formas autoritarias que en la actualidad se constituyen
como la mejor vía para garantizar la reproducción sistémica en el marco de la hegemonía del capital
financiero. De esta forma, el despliegue del autoritarismo, la securitización y la austeridad se estarían
constituyendo como la nueva normalidad que gobierna el funcionamiento de los Estados.

Finalmente, el capítulo 10 cierra con algunas hipótesis respecto del futuro de los Estados y perspectivas
para la teoría del Estado. En relación con lo primero, se mencionan macrodesafíos que condicionarán el
despliegue del Estado: las crisis medioambientales, las crecientes contradicciones de la economía mundial,
el declive hegemónico de los Estados Unidos y el fortalecimiento de los agentes y organismos que operan
en niveles transnacionales y supranacionales. Jessop plantea que estas macrotendencias complejizarán y
desplazarán el ejercicio de la gobernanza hacia ámbitos extraterritoriales y multiespaciales. Sobre la teoría
del Estado, el autor hace hincapié en la necesidad de su abordaje atendiendo a su complejidad, su
polimorfismo, su policontextualidad y su condicionamiento por el equilibrio de fuerzas dentro y fuera de
sus límites en el marco del funcionamiento general de la sociedad capitalista. En atención a esto, el autor
concluye afirmando la complejidad de su estudio, pues si bien de un lado el mundo de los Estados
constituye un subsistema entre otros, éste debe gestionar la interdependencia del conjunto de los
subsistemas sociales.

En definitiva, la obra de Bob Jessop, lejos de clausurar el debate sobre el Estado, abre una multiplicidad de
líneas de investigación y focos de interés, especialmente en el contexto actual, marcado por el despliegue
de la globalización neoliberal, el cambio en la correlación de fuerzas sociales en favor de un viraje
neoconservador, el repliegue de los logros sociales de la conflictividad precedente y el cansancio
democrático del Estado. Esto, sumado a la imposibilidad de articular un movimiento que enfrente o ponga
una traba a las tendencias descritas, se torna imprescindible reflexionar respecto a las formas
contemporáneas del despliegue de lo político.

Como lo menciona Jessop hacia el final de su obra, el futuro de la estatalidad es contingente. Cuestionar al
Estado moderno es necesario en estos momentos, pero sin desconocer que no solo representa parte del
problema, sino también parte de la solución. Comprender su dinámica en la era de la contrarrevolución
neoliberal constituye una agenda en disputa para orientar una estrategia política adecuada y convertir al
Estado en un lugar de reinvención de la política y de articulación de un nuevo proyecto de emancipación
social. Si bien ahora se vislumbran tendencias e hipótesis de trabajo, es necesaria una renovación de la
teoría del Estado y el establecimiento de un programa de investigación en todas las latitudes. Pero esto a
su vez únicamente será posible si se parte del reconocimiento de que es en la organicidad entre Estado y
sociedad que se juega la comprensión del poder estatal.

DESGRABADO DE LA CLASE

CAPITULO 7

Para entender esta cuestión de la GOBERNANZA, debemos recurrir a pensar de donde emerge. ¿Por qué
hablar de gobernanza y no de gobierno? Ya que gobierno es el concepto específico que describía la acción
política en las sociedades modernas occidentales. Pues la idea de “gobierno” dentro de la ciencia política,
cada vez más está siendo desplazada. Los análisis políticos tienen que ver con la idea de gobernanza y de
gubernamentalidad menos de gobierno.

La pregunta es: ¿en qué medida los estados pueden seguir gobernando, en qué medida pueden seguir
siendo el centro político que articula y ordena la sociedad y la política? ¿El estado sigue estando ene l
centro de la escena política, si aún posee capacidades de ordenamiento? Hay una gran discusión que tiene
que ver con la idea de que el estado está en crisis o de crisis del estado, la misma tiene básicamente dos
formas de lectura: o bien una el estado se achica (estado mínimo) o que el estado cambia su rol en la
sociedades actuales.

Para esto tenemos que tener en claro que es central, que es una idea de estado que se forja a distancia de
los estados desarrollistas, bienestaristas, activos e interventores, los cuales podemos encontrar entre luego
de la crisis económica de 1916-17 hasta mediados de la década del 70.

Este estado de bienestar, es una idea de capitalismo democrático, en donde la democracia liberal y el
capitalismo conviven. Sin embargo hay autores que sostiene que este arreglo plantea una contradicción.
Estos dos roles dela estatalidad, entre el rol de acumulación del capital y el rol de cohesión social, estos dos
roles no son de suma positiva, son de suma cero. Es decir si vos quieres aumentar el capital eso supone
que las condiciones de vida de la gente se tienen que precarizar, y si vs quieres pro el contrario mejorar las
condiciones de vida de la gente de alguna manera pone un obstáculo en la acumulación del cápita.
Entonces es un problema indisoluble, constitutivo del capitalismo y que solo admite formas de gestión
política, no de resolución. Esto es ir sobrellevando el problema, modelando los problemas encausándolos,
institucionalizándolos, ordenando la economía, la sociedad, los actores políticos.

- El punto acá cual es la capacidad o nivel en que el estado puede hacer eso, ¿lo puede hacer
indefinidamente, puede ir acumulando y resolviendo todas las extensiones? La idea que plantea
Jessop es que hay una mayor complejidad, ósea las sociedades y los estados ene l siglo xx pasan de
ser sociedad sencillas o sociedades complejas porque emergen nuevas demandas (bienestar, paz en
el mundo, de género, minorías sexuales, anticoloniales, etc), la economía se hace más compleja,
hay nuevas formas de producir, emerge el mundo de las finanzas que emerge de la mano del
capitalismo productivo; entonces tenemos un escenario de complejidad social, hay más actores,
hay una pluralización de las demandas políticas, de las entidades políticas. Todas transformaciones
que se comienzan a dar con la introducción dela tecnología, es un factor central, y una tendencia a
la globalización, que comienza a cambiar ciertas reglas de juego y cierta gramática de intervención
del estado.

El diagnostico que hay acá es que hay una crisis de sobrecarga, hay que comprender que el estado es una
organización (la principal), entonces como toda organización tiene límites que pasado ese límite la
capacidad de respuesta de esa organización no es posible, o sea el estado esta sobrecargado porque
emergen múltiples demandas y problemas que se hacen imposibles dar cuenta.

- Evidentemente la primera respuesta ante un primer problema es mas estado ¿porque no hacer
crecer más el estado, si yo tengo más problemas sociales y demandas lo lógico sería que se tenga
más instituciones especificas dentro del estado que pueda regular estas nuevas situaciones? Y eso
es lo que pasa con el estado, o sea la estructura arquitectónica del estado está vinculada con lo que
pasa en la sociedad. Ante cada problema social el estado suma un nuevo elemento para soluciona
eso, ósea es una organización. Y como toda oganización cuando es más grande es más
contradictoria.
Ante cada nuevo problema el estado se agranda, da respuesta a ese problema específico pero
también crea problemática en torno a cómo se coordina todo ese entramado de organizaciones
internas, ese entramado institucional.
El diagnostico con la crisis el estado de bienestar, es “no se puede hacer crecer más al estado”. En
ese marco surge el neoliberalismo.

Entonces ante este escenario hay 3 respuestas dice Jessop que conviven:

1. MAS MERCADO MENOS ESTADO: mercantilización del orden político.


2. HAY QUE DISMINUIR LAS ESPECTATIVAS POPULARES: el estado de bienestar se legitima con una
idea de ascenso social.
3. El tercer aspecto es QUE TIENE QUE HABER UN CAMBIO, UN PASO DEL GOBIERNO A LA
GOBERNANZA. Porque el gobierno, en esta complejidad social, no puede gobernar solo, tiene que
gobernar con otros actores. La idea de que el estado es una organización con capacidades
cibernéticas e informacionales limitadas, como para poder gobernar y ordenar todo lo que pasa en
la sociedad.

GOBERNANZA: refiere a los mecanismos y estrategias de coordinación a la interdependencia reciprocas


compleja entre agentes y organización y sistemas funcionalmente autónomos, las practicas van desde
regímenes supranacionales e internacionales, asociaciones nacionales públicas y privadas, redes de
poder mentes y cuerpos.

Lo que empieza a surgir o a plantear una cuestión problemática, es que hay además del estado otras
agrupaciones funcionalmente autónomas. Por ejemplo: de gramática de gobernanza es INTERNET. Es
un sistema autónomo que no necesita en principio estado.

Los cambios en la sociedad nos muestran que hay otros tipos de organizaciones en donde el estado, en
principio, pareciera que es un actor secundario.

El estado en realidad no puede gobernar siempre, ni todas las situaciones. Entonces lo que se plantea
es la idea de que el estado en realidad no gobierna en términos solamente de dominación jerárquica
(estado manda) sino que el estado gobierna a través de múltiples estrategias, apela a múltiples modos
de gobernanza.

1. GOBERNANZA DE MERCADO O INTERCAMBIO: se puede gobernar a través del mercado, donde se


ejerce una dominación posterior. En este caso el estado no te ordena, te dice vos hacelo después el
mercado te ordena, te va a disciplinar.
2. UNA GOBERNANZA JERÁRQUICA O DEL MANDO, ex ante a través de la ley “ no hagas esto” “te
prohíbo esto” “te permito esto”, aquí el estado antes puede crear mecanismo para inducir o
promover algún tipo de actividad.
3. DIALOGO: esta es la forma específica de gobernanza dice Jessop, el llama asi a todos los
mecanismos de coordinación, y específicamente la idea de Gobernanza es la que se produce en una
suerte de dialogo y de autoorganización reflexiva y deliberación, entre todos estos subsistemas
autónomos que intervienen en una sociedad.
4. SOLIDARIDAD: una coordinación anclada en el compromiso afectivo, el estado gobierna a través de
la ley pero también a través del mercado, del dialogo y de una interpelación afectiva militante.

Pues bien los 4 contornos de coordinación conviven, la sociedad, el estado y la política se ordenan en
una especie de articulación específica de estos diversos tipos de coordinación o métodos de
gobernanza.

Evidentemente el estado de bienestar es una gobernanza en donde la primacía del mando es evidente,
o hay cierta primacía del mando través de normas.

Jessop tiene una idea crítica de la gobernanza, no es una idea optimista. Para el autor esto no obedece
a una idea democrática, sino que obedece a una necesidad de gestión y eficiencia.

NO podemos ver esto como una suma negativa, es decir mientras más gobernanza de mercado, mas
gobernanza dialógica, o más gobernanza de solidaridad, significaría menos gobernanza de mando o
más crisis de estado. En realidad el estado apela a estas estrategias de gestión para alcanzar objetivos
propios, es una nueva forma en que el estado se organiza para trabajar. La cuestión en la gobernanza,
plantea un escenario donde te dice que el poder no está solo en el estado, la idea de gobierno supone
que el poder está en el estado. Pero no está todo el poder ahí, sino más bien comienza a estar disperso
en todos lados.

METAGOBERNANZA: supone un ajuste de los mecanismos de gobernacia apelando a las mismas


estrategias, principios y lógica de la gobernanza. Ej: rediseño de los mercados, reordenamiento de las
jerarquía de los mercados, la desregulación y la redesgulacion.
Lo que plantea Jessop es que en estos mecanismos de coordinación cada uno tiene sus principios d éxitos y
sus principios de fracasos.

COOLIBERACION: neologismo, que dice “ si bien está bien que hay sistemas funcionales que tienen
capacidad de autoorganización y autorreflexión para conseguir sus objetivos, lo que se ve es que en este
escenario de atomización hay problemas de cohesión, y el garante de ultima instancia para ordenar los
mecanismos de cohesión es el estado”, a través de COOLIBERACION que es re balancear el peso relativo de
cada principio de coordinación, re balancear o reordenar e intervenir en como los diversos mecanismos de
coordinación se replantean en una sociedad.

ESCALAS Y TIEMPO

ESCALAS: local, regional, nacional donde se asienta el estado nacional y una escala supranacional. Tenemos
distintas escalas para pensar la gestión de los problemas políticos y sociales. La idea acá es que los estados
tienen que dar respuesta en determinadas escalas, en problemas que existen en escalas diferentes.

Esto es para pensar en cómo la gestión del estado tiene un tiempo, y tiene una escala territorial, lo que
decíamos del estado de bienestar y su escala, es una escala nacional. Unos de los principales procesos del
neoliberalismo de los 90 es la descentralización, es desarmar ese estado nacional y delegar múltiples
funciones en niveles menores, por ejemplo pasar la educación a las provincias y de ahí a la
municipalidades, etc. la escala local cobra una relevancia muy importante.

TIEMPO: los horizontes temporales. La crisis del estado es la imposibilidad de construir una escala o una
idea de tiempos aceptables para el mundo del trabajo y para la empresa, es decir los tiempos son distintos.
Entonces empieza a ver disyunciones temporales. Eso unos de los aspectos que produce fracasos en las
intervenciones del estado.

El estado lo que hace en estas disyunciones, en estos fracasos de gobernanza que se dan en escalas
distintas y en tiempos distintos es la capacidad de aplazar, la gobernanza es la idea de que los estados y los
gobiernos pueden ir posponiendo en el tiempo y suspendiendo los problemas: o aplazándolos en el tiempo
o pateando los problemas de una escala a otra que es lo que hace el estado nación.

CAPITULO 8

ANALIZAR LAS TENDENCIAS Y CONTRATENDENCIAS DEL ESTADOA CTUAL

1° TENDENCIA: DESNACIONALIZACION DEL ESTADO: como un orden institucional, o sea el estado funciona
en distintas escalas. Por un lado tenemos un proceso en donde el estado nacional se va desarmando para
abajo entre las provincias y los municipios; y en otras funciones el estado nacional va delegando
responsabilidades o transfiriendo capacidades de gestión hacia arriba, Mercosur, etc. ahí podemos
entender la complejidad, y vemos todos los actores que intervienen en la gestión de los problemas. Una de
las cuestiones acá es como el estado nacional sigue siendo cada vez más desplazado, convirtiéndose en
pluriescalar.
Entonces vuelve el problema de la gobernanza, que es el problema de la coordinación. En donde el estado
nacional sigue teniendo jerarquía pero no tiene capacidad de ordenar, de forma tal, de no atender
requerimientos, pedidos, solicitudes de otros actores y escalas.

Sin embargo, la democracia está funcionando a una escala nacional, dice JESSOP. Acá hay un problema de
gestión y de legitimidad. Porque la legitimidad democrática todavía la ponemos en la cabeza del presidente
o sea en la escala nacional peor la gestión de esos problemas lo excede.

2° DESESTATIZACION DEL SISTEMA DE GOBIERNO: Tendencia en donde los asuntos públicos dejan de
estar en manos del estado, o sea el estado se desnacionaliza y deja de monopolizar la política.
Desestatización de la política. Hay un rediseño entre lo que es estado y lo que no es estado.

La idea de gobernanza y la idea del neoliberalismo, supone que los límites entre lo público y lo privado, lo
estatal y lo no estatal, son muy difusos. Lo que dice Jessop es una tendencia estructural a la
desestatalización de la política, a la paralización del Estado.

Pues bien a estas tendencias hay algunas contra tendencias.

CONTRATENDENCIAS:

Estas tendencias hacia la gobernanza; la desestatización; la desnacionalización conviven con otro conjunto
de tendencias que tratan de recuperar el estado nacional con un rol preponderante, que tratan de
reconstituir la escala nacional, que le asigna un rol de coliberacion en términos de JESSOP “gobernar la
gobernanza”, y de intervenir el proceso de internacionalización a través de las diversas formas como el
regionalismo.

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